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Joey´s Pizza por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Estamos en los últimos capítulos, y yo sigo muy contenta de que les guste la historia.

Gracias por la aceptación que ha tenido el fic.

Espero que lo sigan disfrutando!

 

Amor para todos!

-Seto, estás seguro de esto?- cuestionó el rubio a su novio mientras éste estacionaba el auto.


-Por qué no habría de estarlo?- fue la pregunta en respuesta a la otra pregunta.


-Bueno, no has visto a tu hermano en no se cuánto tiempo, y ahora que por fin te busca por que quiere verte, me traes contigo sin siquiera decirle nada. No crees que no es buen momento para esto?- la verdad es que el rubio estaba un poco inseguro con la situación, y quería hacerle ver a Seto que no era el mejor momento para decirle a Mokuba que estaban juntos como pareja.


Pero el ojiazul era más necio... que la necedad misma! Aunque la verdad es que tenía un punto.


El castaño apagó el auto y volteó a ver a su chico a los ojos.


-Cachorro, tú crees que esto está mal?- Joey lo observó por un momento, sin estar seguro si entendía lo que le quería decir.


-Esto?- El ojiazul se acercó y le dio un profundo beso.


-Sí, esto- Joey le entendió.


-Por qué habría yo de pensar eso?- pero estaba un poco confundido.


-Bueno, eso mismo digo yo. Por qué estaría mal que vinieras conmigo ahora que estamos juntos? Si es por que puedan decir algo de nosotros porque somos hombres, créeme que no me importa en lo más mínimo- fue entonces que Joey se dio cuenta de que no se había expresado bien.


-No, espera, no me refiero a eso. A mí me importa un cacahuate lo que piensen los demás de nosotros. Es su opinión y aunque puedo respetarla, no tiene la más mínima validez para mí. Pero con tu hermano es diferente. Además, y a lo que voy con todo esto, es que este día es para ustedes. Es para que compartan, algo que en yo no cuánto tiempo no han hecho. No quisiera que la atención se vinivera sobre nosotros solo porque les vamos a decir que ahora estamos juntos- Seto comprendió un poco mejor al rubio. Le dio un beso cariñoso.


-Entiendo tu punto, pero estoy seguro que a lo que vengo hoy es a que esos dos me anuncien que están juntos como una feliz pareja- Joey lo veía directo a los ojos.


-Exacto, es su momento, el que ellos han elegido para comunicarte eso, y aunque tú ya te hayas dado cuenta, ellos no lo saben y te lo quieren anunciar. Por qué entraría yo a robar atención de un momento que es para ellos?- el ojiazul se dio cuenta de que Joey pensaba más en los demás que en si mismo.


Cualquier otra persona estaría encantada con el protagonismo de ser pareja de Seto Kaiba. Pero no, Joey no. Él era diferente.


Por eso era su cachorro.


Le acarició la mejilla y juntó sus frentes.


-Esta bien cachorro, ya te entendí. Qué te parece si subimos a comer solo como socios. No les decimos nada de que ahora eres mío, ya en otra ocasión será, y así podemos convivir. Además recuerda que se supone que mañana es la inauguración de la pizzería, necesitas hablar con Mokuba sobre eso- el rubio le sonrió.


-Por cierto, acerca de eso te quería preguntar algo. Quién estará mañana en la inauguración de la pizzería? Ya he aprendido dónde está todo, cómo prenden los hornos y he visto todos los ingredientes que hay en la despensa y refrigeradores. Pero para un evento de esa magnitud, no creo que Mokuba y yo podamos sacar adelante todo, es demasiado- Seto le sonrió y acarició su mejilla.


-No te preocupes por eso. Tu amigo Yugi también estará ahí, y el mismo Atemu se ofreció. Él es quien ha estado reclutando gente para que trabaje contigo, pero queremos que sea un equipo aprovado por ti, entonces en el transcurso de la semana siguiente llegarán contigo- se notaba que le CEO pensaba en todos los detalles, por eso era quién era y había logrado llegar hasta la cima.


Aunque también era un ojiazul juguetón, quien le volvió a ocultar detalles y sorpresas para el día siguiente.


-Has de saber que el plan que hemos pensado para el día de mañana es que toda la pizza que se consuma sea cortesía de la casa. No se entregará nada a domicilio, solo se darán pruebas dentro del negocio. Después de eso, la pizzería empezará a funcionar con efectividad a partir del próximo jueves. Y eso porque Atemu no pudo hacer que las motocicletas llegarán antes del miércoles. Ciertamente no lo había consultado contigo, pero quiero que me digas qué te parece- el rubio estaba sorprendido.


-Wow, en verdad piensas en todo, verdad? Pero, no es demasiado dar puras muestras mañana?- la voz del rubio sonaba un poco apenada.


-Cachorro, tienes que entender algo. Cuando uno quiere recibir, tiene que aprender a dar sin esperar nada a cambio. Es algo muy importante que debes aprender, que además será fácil para ti por tu carácter. Además, estamos juntos en esto. Podríamos dar pruebas gratis por toda una semana, y no perderíamos nada. Al contrario, debes verlo como una inversión. Un aque hará crecer el negocio- Joey le sonrió con cariño. Las palabras de su amado novio le sonaron lo sufientemente coherentes como para aceptar sin protestar, por lo que se acercó a él para devorarlo en un beso antes de bajarse del auto.


 


 


El timbre se escuchó por todo el departamento.


Un nervioso Mokuba volteó a ver a Noah, quien le sonrió.


-No te preocupes, todo estará bien. Confía un poco más en tu hermano- el pelinegro tomó aire y asintió. Sabía que su novio tenía razón, solo era cuestión de poder controlarse.


Noah caminó hasta la puerta, en donde abrió y saludo al Kaiba mayor, y para su sorpresa, al chico rubio que había traído días atrás a platicar con Mokuba.


-Bienvenidos, pasen- Mokuba escuchó la voz de Noah desde la cocina, y le extrañó que hablara en plural, así que se asomó.


Vio a Seto y a Joey sentándose en los sillones de la sala.


Regresó a su trabajo en la cocina, y trató de concentrarse, pero estaba confundido. Qué hacía su jefe ahí en la sala?


-Mokuba- la voz de su hermano lo sacó de sus pensamientos.


Volteó y lo vio recargado en el marco de la puerta, observándolo con una sonrisa sincera.


No había reproche en su mirada, tampoco enojo ni nada así.


Mokuba pudo notar que su hermano esta feliz de verlo, y que era genuino.


Se acercó y lo abrazó con todas sus fuerzas, escondiendo su rostro en el pecho de su hermano, quien lo abrazó como cuando eran pequeños y lo protegía de cualquier cosa.


-Seto, perdóname por favor- el pelinegro dijo esas palabras sin pensarlo. La verdad era que estaba soltando algunas lágrimas, y sintió el impulso de decirle esas palabras. Mokuba amaba a Seto, y el castaño amaba a su hermanito con todo su corazón.


-Todo esta bien, Moki- escuchar esa manera cariñosa de llamarlo en la voz de su hermano lo conmovió. Y aún con algunas lágrimas en los ojos, volteó a enfrentar su mirada.


Ambos pudieron notar que el otro había cambiado. Amabas miradas eran más brillantes, con más vida.


Mokuba le sonrió a su hermano, quien hizo lo mismo.


Sin previo aviso, Seto le revolvió los cabellos como cuando eran pequeños.


-Vamos a la sala con los demás- Moki se lo quitó de encima.


-Ya voy, estoy terminando lo que vamos a comer, enseguida los alcanzo- el pelinegro se dio media vuelta y fue a su trabajo, sin darse cuenta de lo sorprendido que estaba su hermano mayor.


El castaño fue a sentarse junto a Joey, quien estaba charlando con Noah.


-Noto a Mokuba diferente. No es el mismo de la última vez que lo vi- el castaño interrumpió la plática de los otros.


-Ya te lo había dicho, el haberse quedado conmigo este tiempo le ha caído muy bien- la voz de Noah sonaba algo prepotente, cosa que no le agradaba nadita al CEO. Pero debía admitir que era gracias a él que su hermano se veía mucho mejor, así que se tranquilizó a si mismo.


-Y qué es lo que hace Mokuba cuando está aquí contigo?- fue el rubio quien cuestionó.


-Pues, en general le gusta estar aquí en casa. Casi no sale, solo si voy con él. Le ha agarrado un gusto a cocinar, y cada vez lo hace mejor- eso también llamó la atención del castaño.


-En serio? En casa nunca lo he visto cocinar- la voz del ojiazul era casi agresiva. Pero es que él era así, no era que tuviera nada en contra de Noah. Solo era un hermano un poco celoso.


-Bueno, en la pizzería le gusta mucho preparar las pizzas. Y alguna vez que hemos hecho algo más, también ha querido participar. Una vez me ayudó a preparar unos champiñones gratinados que nos quedaron deliciosos- al rubio se le hacía agua la boca de solo pensarlo.


-Ah, con que tú se los enseñaste. Ya los preparó una vez, y la verdad es que le quedaron buenísimos- el castaño se sintió un poco excluido de la conversación.


-Hey, no hablen de mí si no estoy- un Mokuba fnigiendo enojo entró a la sala para acompañarlos. Tomó asiento al lado de Noah, acción que no pasó desapercibida por el rubio y el castaño, quienes se miraron con complicidad, tratando de que los otros no se dieran cuenta.


-Solo les platicaba de tu afecto a la cocina- Noah estaba recargado en el respaldo del sillón, y Mokuba estaba junto a él un poco más enderezado, pero era evidente que estaba un poco tenso.


-No sabía que te gustaba cocinar Moki- el pelinegro se sonrojó.


-Sí, pues yo tampoco sabía, lo he estado descubriendo- Seto se dio cuenta de que su hermano estaba cambiado. Ya no era tan bromista ni extrovertido, sino que parecía más cohibido, y un poco más maduro.


-Y hoy cocinaste para nosotros?- le preguntó el rubio, que tenía un estomago de barril sin fondo.


-Bueno, la verdad es que es una sorpresa que hayas llegado con Seto, pensé que vendría solo-


-Bueno, si quieres me voy- el Kaiba mayor estuvo a punto de soltar la carcajada, porque supo a la perfección que Joey solo hacía ese comentario para aligerar el ambiente.


Mokuba se apresuró a disculparse.


-No Joey, para nada, me alegra que hayas venido. Es solo que me sorprende- Joey rió, contagiando a los demás.


-Bueno, es que no podía dejar que el ogro de tu hermano viniera solo. Cómo me sentiría yo si solo viniera a regañarte. No, alguien tiene que ver que este tranquilo- Seto volteó a ver a Joey con una cara de «después hablamos», y fue ahí donde Mokuba sí soltó una gran carcajada.


-Vamos a comer- les dijo con su típica sonrisa, y pasaron todos a la cocina, en donde la mesa ya estaba preparada.


Una vez más, Noah y Mokuba se sentaron juntos, y Seto y Joey los imitaron.


Comieron y compartieron muy contentos. Pasaron un buen rato, platicando acerca de este último tiempo, de cada quién y de lo que cada quién quería decir.


Pasó un buen rato, y cuando empezaba a bajar el sol, Seto supo que era hora de retirarse.


-Es hora de irnos- Joey volteó a verlo y asintió. Lo había pasado muy bien, pero debían prepararse para mañana. Lo que le recordó...


-Mokuba, vas a ir mañana a trabajar? Es la inauguración- el pelinegro no lo recordaba.


-Vaya, ya es mañana? Pues, sí me gustaría. A qué hora hay que estar allá?- Joey no supo qué decir, así que volteó a ver al castaño.


-Sobre de las 9 de la mañana, hay mucho qué preparar todavía. Ya hay trabajo adelantado, pero debemos afinar todavía muchos detalles- Mokuba lo pensó por un momento. Volteó a ver a Noah, quien solo le sonrió.


-Está bien, ahí estaré. Cuenten conmigo- el chico sonrió, y Seto volteó a ver al peliverde.


-Por supuesto que el novio de mi hermano también está invitado-


Baldazo de agua fría.


Esa sí que no la esperaban. Mokuba se puso entre pálido, y a la vez sonrojadísimo. Y Noah nada más sonrió.


-Vaya, eres perceptivo- Y Seto le sonrió de vuelta.


-Y ustedes muy obvios- Mokuba se sonrojó aún más.


-Y... no te molesta?- dijo el pelinegro cabizbajo. Seto pensó con mucho cuidado sus próximas palabras.


-Moki, él te ha obligado a algo que tú no quieras?- señaló a Noah, quien solo veía en silencio. Se podía sentir tensión en el ambiente.


-Para nada! Él nunca ha hecho nada que yo no quiera, ni me ha faltado al respeto! Al contrario, me ha cuidado y me ha ayudado a superar el incidente que tuve hace un tiempo! En verdad ha hecho mucho por mí!- Mokuba no se dio cuenta de que gritaba hasta que terminó de hablar. Y cuando lo hizo, se cohibió mucho.


Seto sonrió y se acercó a su hermanito. Lo abrazó con fuerza, y un Mokuba muy sorprendido correspondió el abrazo.


-Entonces, estoy tranquilo sabiendo que él te hace feliz- las palabras de su hermano conmovieron a Mokuba, quien sonrió y se le colgó al castaño del cuello, casi tirándolos al suelo.


-Muchas gracias hermano. En verdad me siento muy feliz con Noah. Ahora, hay algo que te quería decir acerca de mi regreso a la mansión- esta vez la voz de Mokuba no se tambaleó.


Pero antes de que pudiera decir nada, Seto puso sus manos en los hombros del Kaiba menos alto, y lo miró directo a los ojos.


-Moki, tú ya no vas a regresar a casa. Lo sé y en verdad lo entiendo- el pelinegro abrió los ojos de sobremanera. Estaba muy sorprendido.


El mismo Noah, quien observaba a distancia esa escena entre hermanos, estaba algo impactado por la perspicacia del ojiazul.


-Seto... No pensé que lo entendieras así de fácil- el castaño sonrió a su hermanito.


-Lo acepto y lo respeto por el simple hecho de que te veo feliz aquí con Noah. Solo tengo algo que pedirte. No te alejes tanto de mí. Aunque no estemos viviendo juntos, sigue en contacto conmigo. Eso para mí es muy importante- la mirada del CEO de Kaiba Corp le transmitió muchas cosas a su hermanito, quien le regaló una gran sonrisa.


-Te lo prometo Seto- y se acercó a abrazarlo con fuerza.


Joey, quien los observaba junto con Noah, se sintió muy feliz por su novio. Sabía que para Seto era muy importante estar bien con su hermano, y que él fuera feliz. Se sintió contento de ver como su relación era reconstruida poco a poco, a base de amor. Se propuso ayudarlos a ser cada vez más cercanos y llevarse mejor.


-Bien, vámonos Joey- la voz del castaño fue en un tono dulce. Joey le sonrió y asintió.


Se despidió de Noah y luego de Mokuba, reiterándole que lo esperaba mañana en el gran evento.


Luego fue el turno del castaño, quien le dio un abrazo a su nuevo cuñado, y muchos a su amado hermanito.


Se despidieron, y se fueron.


Mokuba se quedó con una cálida sensación en el pecho.


-Ves, te dije que confiaras en tu hermano. Ni siquiera tuviste que decirle nada, él ya se había dado cuenta de todo- Mokuba se sonrojó, y abrazó a su chico.


-Pues no sé cómo supo, pero me alegra porque me evitó decirle todo. Fue más fácil así- el peliverde rió ante el comentario del Kaiba.


-Vamos, de todas maneras habrías encontrado el modo de decírselo y que lo tomara a bien. Aunque la verdad es que veo a tu hermano diferente- el pelinegro reflexionó por un momento.


-Ahora que lo dices, creo que tienes razón. Se ve un poco más relajado. Me pregunto a qué se deberá- Noah rió. Él era más perceptivo que el Kaiba.


-Sea lo que sea, tarde o temprano lo sabrás. Confórmate con que tu hermano está bien y con que estás aquí conmigo- Noah lo besó, cariñosa y profundamente. No fue un beso fogoso, más bien era lento y suave. Pero con él pudo transmitirle a Mokuba sus sentimientos.


Después, ambos chicos se fueron a recoger la cocina, entre besos, risas y abrazos. Ambos estaban muy felices de la aceptación de Seto.


 


En otro lado, Seto apagó el carro en el estacionamiento de la pizzería. Joey observaba el lugar con atención.


-Vaya, aún me es casi increíble que esto sea la pizzería- el rubio estaba maravillado con el lugar, y Seto con el rubio.


-Mañana comienza algo grande Joey- el rubio asintió.


-Te quedarás esta noche?- el castaño se acercó y lo besó, entrelazando sus lenguas y disfrutando de ese dabor que lo volvía loco.


-Esa es una invitación?- el tono de voz de Kaiba era sugestivo, pero Joey estaba serio. Tardó unos segundos en responder, y eso extrañó al castaño.


-Seto, vive conmigo- el comentario lo descolocó.


-Cómo dices?- entonces Joey le sonrió.


-Que vengas a vivir conmigo. Mokuba ya no regresará a la mansión, y yo te extrañaría demasiado. Además, qué no dijiste que podrías acostumbrarte a despertar conmigo todos los días?- el CEO pensó por un momento en lo que el rubio le proponía.


-Cachorro, estás consciente de lo que me estas proponiendo?- el rubio seguía sonriendo.


-Claro que sí. Entiendo a la perfección todo lo que implica esto- Seto suspiró.


-Aunque a veces me despierte de mal humor, o llegue muy muy tarde de la corporación, o Atemu ande entrando y saliendo de este lugar porque necesito entregarle documentos y estar en constante contacto con él, aún así quieres que esté contigo?- el rubio rodó los ojos hacia arriba.


-Seto, pero si todo eso es parte de ti. Todo eso eres tú. Es tu carácter- el ojiazul lo miró directo a los ojos.


-No tengo un carácter fácil, cachorro-


-Y tú crees que no lo se? Tienes acaso una pequeña idea de todo lo que los medios dicen de ti? Y no lo digo porque piense que todo lo que dicen de ti es verdad. Sé cómo eres, y aunque es verdad que apenas nos estamos conociendo, yo quiero estar contigo. Te lo dije desde que me pediste que fuera tu novio, esto va muy en serio para mí- Pocas veces Seto le había visto esa mirada de determinación a su cachorro. Y es que estaba enamorado, y eso lo hacía sentirse inseguro.


-Y qué tal si algún día discutimos y quieres que me vaya?- Joey abrió su boca, y se detuvo. Cerró los ojos, respiró profundo tres veces, y entonces más calmado volteó a ver a su ojiazul.


-Seto. Hemos estado saliendo por poco tiempo. Casi han sido días. Pero llevo toda una vida enamorado de ti. He esperado suficiente, no tengo tiempo que perder, si lo que más quiero es estar contigo. En el momento que tengamos una discusión, porque créeme que las vamos a tener, lo vamos a solucionar, vamos a salir adelante y entonces haremos el amor de una manera deliciosa y con mucho amor para recordarnos por qué estamos juntos- eso sí que hizo que el castaño se sonrojara. Joey se aceró a él y lo besó.


-Tan solo piénsalo. Estarías solo en esa gran casa. Sería mejor que estuvieramos juntos aquí, amándonos- el rubio juntó sus frentes, y escuchó al castaño suspirar.


-Esta bien, lo voy a considerar con seriedad- Joey lo besó.


-Entonces te quedarás?- ahora sí había una doble intención en las palabras del rubio.


-Mmm, no sé. Mañana hay que levantarse temprano, y cuando estoy contigo es imposible irse a la cama a buena hora- Joey se acercó al oído del CEO.


-Créeme, nos iremos a la cama pronto- susurró con una voz muy sensual al oído del ojiazul, quien no necesito más palabras para decidirse.


No pasaron más de 5 minutos cuando ambos amantes estaban intercambiando toda clase de fluidos en la habitación del rubio.


Eso sí, con mucho amor de por medio.


 

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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