Taemin se encontraba jugando en la oficina de JongHyun. Desde aquella primera vez que se lo llevo con él, cada que debía hacer "turnos extra" los fines de semana, llevaba consigo al pequeño Minnie para no dejarlo solo.
Jong estaba tecleando en su mac, concentrado en lo que hacia. La empresa estaba consiguiendo una excelente alianza con una de las más importantes de Japón.
-Jjongie, tengo hambre -La vocesita del pequeño se escucho suave y tierna, siendo típico en él. Se acercó al escritorio de su novio y le dirigió una mirada dulce.
-Ve por algo, Minnie. Sabes donde queda la cafetería, ¿No? -Alzó un poco su mirada y esta estaba algo seria, provocando que Taemin frunciera el ceño. Él quería que JongHyun lo acompañase.
-Si... Entonces vuelvo en un rato -Giró sobre sus talones un poco molesto y comenzó a caminar fuera de la oficina de su tonto novio... O así prefería llamarlo por ahora.
Cuando salió de aquella sala, camino hasta el elevador, pero su torpeza lo inundo de golpe. En realidad no recordaba donde quedaba la cafetería, lo había olvidado por completo.
Vio como una mano morena presionaba el botón para llamar a aquel ascensor y se giro a ver a aquella persona, encontrándose con JongIn, uno de los compañeros de Jong.
-Hola, Tae -Le dedico una sonrisa amplia al menor y este la correspondió -. ¿A qué piso vas? -Cuestionó antes de presionar algún botón y el menor se balanceo en sus talones, sintiendo vergüenza de no recordar a que piso debía ir.
-N-no recuerdo. Quería ir a la cafetería porque muero de hambre, pero no sé en que piso esta -Su voz fue tan dulce que aceleró el corazón del moreno. Debía admitir que el pequeño era muy dulce.
-Esta en el segundo piso, Tae. ¿Tienes mucha hambre? -El pequeño solo asintió ante aquella pregunta y jugo un poco con sus manos, su pancita comenzaba a dolerle por el hambre -¿No prefieres ir a comer a otro lado? Yo invitó. Donde tu quieras.
Le dedico una amable sonrisa y el albino lo miro un corto tiempo, correspondiendo por fin aquella sonrisa y dando un ligero brinco de emoción.
-¡Si! Vayamos a comer Jajangmyeong, hyung -Tae dio brinquitos de felicidad y emoción, provocando una dulce risa en el moreno. El pequeño le parecía demasiado dulce.
-Esta bien. Hay un lugar por aquí cerca y su. Jajangmyeong es el mejor. Te lo aseguro -Le guiñó un ojo y presiono el botón del elevador que los llevaría al primer piso.
Aquella maquina comenzó a descender hasta la primera planta del edificio. Platicaron un rato en todo aquel transcurso hasta el estacionamiento, donde estaba aparcado el carro de JongIn.
El más alto le abrió la puerta del copiloto a Taemin y este subió gustoso, ya que sentía su estomago encogerse por la ausencia de comida.
Kai subió de inmediato a su automóvil y comenzó a manejar hasta el restaurante que estaba solo a cinco cuadras. Podrían haber ido caminando, pero el mayor no quería que Tae siguiese sintiendo tanta hambre.
[. . .]
JongHyun continuaba picado en su mac, organizando todos aquellos documentos que le habían pedido.
Cuando había guardado todo, decidió darse un descanso y se echo en su silla, la cual siempre me había parecido demasiado cómoda.
Miró por toda la habitación y no había rastro de su pequeño Minnie. Alzo una ceja confundido, ¿A dónde había ido?
Escuchó como golpeaban la puerta de su oficina y solo respondió con el típico "adelante", esperaba que fuera Taemin. La puerta se abrió, dándole paso a un hombre de cabellera azabache y bien peinado, además de claro, un traje color azul marino.
-¿Ya has terminado los documentos, Jong? -Cuestionó el recién llegado, acercándose al escritorio del Dino.
-Si, hyung. Esta todo listo y perfecto -Alzó su pulgar y los dos hombres sonrieron ampliamente -. Por cierto, ¿Has visto a Minnie? Podía jurar que estaba conmigo en la oficina -Sus labios se torcieron un poco en una mueca de disgusto.
-¿Taemin? Hace rato lo había visto esperando el elevador con JongIn. Pero no sé a donde habrá ido -Se encogió un poco de hombros y JongHyun abrió sus ojos en demasía por la sorpresa.
-¿Con JongIn? ¿De qué hablas? Taemin estaba conmigo en la oficina, Onew hyung -Sus labios volvieron a torcerse en una mueca de total disgusto.
-Seguramente salio sin que te dieses cuenta o algo.
-Diablos. Debí haber prestado más atención. Estaba tan picado en el trabajo que no recuerdo si me dijo algo -Su voz sonó un poco molesta. Molesto con él mismo.
-¿Y por qué no lo llamas? Así le preguntas donde se ha metido -El menor entre los dos asintió y de inmediato saco su celular, pero lo volvió a guardar al ver el de Taemin sobre la mesa donde estaban sus dibujos -. ¿Qué pasa?
-Dejo su celular aquí. Joder -Golpeó un poco su escritorio. Comenzaba a sentirse frustrado. No quería que JongIn se acercase mucho a Taemin.
-¿Entonces? Quizá debas esperar a que él regrese... No creo que haya ido muy lejos, ¿O si? -Alzó una de sus cejas a manera de interrogatorio. Como esos que te hace tu madre cuando no confía en ti.
-No es eso, hyung -Sus manos se posaron en su cabeza por la frustración que comenzaba a invadirlo -. Si no que no confió del todo en JongIn. Minnie es lo bastante inocente para no notar insinuaciones... -Haló un poco de su cabello, intentando calmarse.
-Confía en él. Igual, ya hace como una hora o poco más de que se fue -Se encogió de hombros, pero se sobresalto un poco cuando su dongsaeng golpeo el escritorio de la nada. Quizá habló de más.
-¿¡Hace una hora!? ¡Hyung! ¿¡Por qué no me dijiste!? -Exclamó exasperado, levantándose de su escritorio.
Escucho la puerta de la oficina abrirse de la nada, dando paso a un Taemin que sonreía de oreja a oreja y entraba dando pequeños saltitos.
Los dos mayores posaron su vista sobre el recien llegado, quien incluso llegaba con un helado entre sus manos. Se le notaba tremendamente feliz y debido a eso, su novio volvió a poner una mueca de molestia.
-¡Onew hyung! -Dejo el vasito de helado sobre la mesa que estaba usando él para dibujar y hacer algunas de sus tareas y corrió hasta el mencionado, abrazándolo -. ¡Hace mucho no te veía! Te extrañaba, hyung -Hizo un pucherito con sus mejillas y labios.
-Hola, Minnie. Me alegra verte -Le sonrió de una forma dulce y revolvió su cabello. Dirigio su vista a su amigo, notando como este apretaba un poco la mandíbula por la molestia -. Bueno, yo debo irme. Jjong, no olvides enviar los archivos -El azabache asintió -. Minnie, nos vemos después. Aún me queda trabajo por hacer.
Taem soltó a su hyung con disgusto y se despidio de él con su manita, viendo como este desaparecía de su campo de visión tras cerrar la puerta.
El albino giro sobre sus talones y comenzó a caminar hasta su "mesita de trabajo", pero JongHyun lo llamo, haciendo que se detuviese de golpe.
-Taemin.
-¿Uh? -Volvió a girar sobre sus talones, fijando sus ojitos sobre el mayor.
-¿Dónde estabas? -Se quedó de pie detras del escritorio, cruzándose de brazos. Tae pudo notar la molestia en todo, su forma de hablarle, la manera de mirarlo y sus acciones.
-Comiendo. Tu mismo me dijiste que fuese a comer yo solo -Infló involuntariamente sus cachetitos, con un poco de molestia.
-¿Yo? ¿En qué momento? -Levantó una de sus cejas -. Bueno, si así lo hice, debiste haber ido solo, no con JongIn, ¿A dónde más fueron, Taemin? -Se mantuvo de brazos cruzados, sin despegar su vista del menor.
-¡Si lo hiciste! -Gritó de la nada con su tierna vocesita, sorprendiendo a JongHyun. Nunca antes le había gritado -. ¡Tu me dijiste que fuera solo y sabes que lo odio! -Lee pudo sentir sus ojos comenzar a picarle, ya que las lágrimas estaban aproximándose -. ¡Kai hyung lo hizo por acompañarme! ¡Tu siempre estas ocupado trabajando y ya no me prestas atención! ¡Ni siquiera podemos tener sexo ya porque siempre estas ocupado! -JongHyun se sorprendió al escucharlo decir aquello. Taemin nunca solía decir la palabra "sexo" sin sonrojarse o morir de vergüenza.
-Taemin, yo... Lo... -Intentaba disculparse, pero sentía aquellas palabras atoradas en su garanta.
-¡No! ¡Tu ya no me quieres! ¡Kai hyung tiene razón! -El albino limpio sus lágrimas bruscamente. Sus mejillas y nariz estaban notablemente rojas por su llanto. Sin más, salio corriendo de la oficina de su novio.
-¡Taemin! ¡Lee Taemin! -Intento detenerlo, pero no paso más allá de la puerta, ya que no había visto con exactitud a donde se había ido, ¿Y si se había ido con JongIn?
No, no quería creer eso. No podía.
Estaba consiente de que la había cagado. Taemin tenia razón, le estaba prestando más atención a su trabajo y de algún modo, dejaba de lado a su pequeño Minnie.
Necesitaba buscar la manera de disculparse con él y recompensarlo por todo.