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¿Ficción o Realidad? por Helsic

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Notas del capitulo:

Notas de la autora: Fuaaa~ un capítulo más de esta historia, wow 13 capítulos, cada vez me sorprendo más de los capítulos en aumento, me sorprende porque este es un fandom del cual nunca antes había escrito, de hecho este es mi primer fanfic de Super Junior, creí que un fandom real no iba a darme tanta inspiración como en su momento lo fue los fandoms de videojuegos o anime… pero aquí me tienen escribiendo el treceavo capítulo del fic.

 

¿Ficción o Realidad?

Capítulo 13

 

 

La comida transcurrió tranquilamente entre risas y enojos fingidos, como adoraba el líder compartir aquellos momentos con sus compañeros, a quienes consideraba su familia, después de tanto tiempo y de haber superado tantas pruebas difíciles como grupo, LeeTeuk sentía que todos los miembros se habían convertido en algo más que sus compañeros de trabajo, realmente los veía como a sus hermanos menores, sus sonrisas y expresiones quedarían gravadas en su mente para siempre, aún cuando el grupo ya no existiera. Siempre que pensaba en el momento en el que todos tomaran caminos distintos y Super Junior dejara de ser, se deprimía, realmente disfrutaba de la fuerza que le generaba la unión entre todos. Por eso quería aprovechar cada comida, cada performance y cada momento que pudieran compartir.

 

Se había sentado en el mueble grande de SungMin para reposar el arroz frito de Beijing que lo había dejado bastante lleno, además el dolor con el que había despertado aún continuaba latiendo en su cabeza. Como siempre todos habían molestado con que Hangeng debía ser quien lavara los platos, tarea que todos odiaban.

 

- ¿Porqué siempre tengo que hacerlo yo?, yo hice la comida – Exclamó Hangeng indignado.

 

- Tú ensuciaste los platos – Aclaró ShinDong con expresión seria aguantando la risa, Hangeng iba a reprochar – Ya sé juguemos un juego y el que pierda los lava – El chino bajó la mirada sabiendo que terminaría por perder.

 

- Está bien los lavaré -  y cuando el Hangeng se había dirigido a la cocina con expresión abatida, KyuHyun había aparecido diciendo que lo haría él.

 

LeeTeuk sonrió cerrando los ojos y dejando caer su cabeza hacía atrás en el mueble, justo en ese momento sintió que alguien se sentaba a su lado, abrió los ojos despacito para descubrir a SungMin y a DongHae sentados a ambos lados de él, había cierta malicia en las miradas de los dos que no le gustó para nada al líder. SungMin vestía una camisa blanca con las mangas color rosa y un jean azul desgastado, DongHae traía la misma ropa de la noche anterior, al igual que LeeTeuk.

 

- ¿Y eso? – Dijo de repente SungMin señalando la esclava de plata – Es muy bonita-

 

- Si… lo es – Asintió LeeTeuk comenzando a sentirse incómodo y nervioso.

 

- ¿Te la regaló alguien? – Intervino esta vez DongHae con una risita divertida, el líder bajo la cabeza avergonzado.

 

- KangIn… creo -  Musitó jugueteando con los dedos, notablemente incómodo.

 

- ¡Ah! Entonces ¿Eso era lo que había en la bolsita? – Preguntó SungMin fingiendo sorpresa pero como el líder estaba tan nervioso no lo notó, su mirada se mantenía en la alfombra.

 

- Está muy bonita – Exclamó DongHae tomando la mano de LeeTeuk y admirando el material – Es una plata muy fina… debió costarle mucho – Agregó paseando un dedo por el gravado con su nombre.

 

- ¿Y es que acaso estamos celebrando algo que no sepamos? – Preguntó SungMin pasando un brazo alrededor de los hombros del líder – Que yo sepa tu cumpleaños no es hasta junio… Hyung -  LeeTeuk que había descubierto la pequeña mancha debajo de la mesa en la alfombra, había alcanzado niveles tan altos de nerviosismo, que no sabía si su cuerpo lo resistiría, tal vez terminaría explotando en mil pedazos o por el contrario se encogería hasta quedar del tamaño de la araña que ahora cruzaba tranquilamente la alfombra bajo la mesa. Y justo cuando abría la boca para intentar decir algo, un fuerte ruido proveniente de la cocina los distrajo. SungMin saltó como un resorte y en menos de dos segundos ya se encontraba en la cocina al lado de DongHae observando como KyuHyun con rostro preocupado y arrepentido hacía infinitas venias mientras Hangeng intentaba recoger los pedazos de la porcelana rota desperdigados por el suelo.

 

- Lo siento Hyung… - Decía una y otra vez el menor juntando sus manos frente a su pecho.

 

En la sala, LeeTeuk suspiraba aliviado al verse liberado de las insistentes preguntas de SungMin y DongHae, llevó una mano a la frente y observó la esclava de plata durante unos segundos. Como por arte de magia todo pareció cobrar sentido. ¿Porqué SungMin y DongHae estaban tan interesados en la esclava? Se preguntó fugazmente, cuando recordó todas las escenas en donde los rostros de ambos e inclusive EunHyuk habían mostrado la misma curiosidad. Como un relámpago todo vino a su mente, revivió el momento en que se encontró con el rostro de SungMin al salir de aquel cuarto con KangIn, recordó el interés de EunHyuk por saber que le pasaba, recordó que luego del incidente de la cocina los había visto a los tres juntos en la puerta contemplando la escena. ¿Habrían visto algo? Se preguntó temeroso. ¿Cuánto tiempo llevaban allí tras la puerta de la cocina espiándolos? Se quedó unos segundos observando el alboroto colectivo causado por KyuHyun y el bullicio se silenció, pues él líder sólo podía escuchar las inesperadas palabras de desprecio de KangIn ¿Acaso habría divisado a SungMin espiando por la puerta entre abierta? De ser cierto, había malinterpretado la actitud de KangIn por muy absurda que esta hubiera sido, pues probablemente él hubiera actuado estúpidamente dominado por los nervios.

 

Se llevó la mano al bolsillo derecho del pantalón, agarrando su teléfono celular con fuerza ¿Podría ser posible? Levantó el auricular con los ojos abiertos de par en par y comenzó a buscar las llamadas realizadas el viernes. Recordaba haber encontrado a los tres sosteniendo su celular cuando habían estado insistiéndole una y otra vez que llamara a KangIn, SungMin había dicho que KangIn no les había contestado la llamada. Entonces los ojos de líder se abrieron aún más, tanto que le dolieron un poco, al ver en la pantalla el listado de llamadas realizadas.

 

En efecto había seis llamadas realizadas a KangIn, cinco de ellas fallidas pero la última tenía como duración tres minutos con 50 segundos. Volvió su rostro estupefacto a la escena frente a sus ojos, vio a SungMin regañando a KyuHyun, vio a DongHae riendo mientras le daba palmaditas al menor en la espalda y finalmente vio a EunHyuk quien lo estaba mirando fijamente. Al percatarse de esto, el chico desvió su mirada y se ocupó en el problema causado por KyuHyun. LeeTeuk sintió una extraña mezcla de rabia y miedo arremolinándose en su estómago.

***

 

 

KangIn salía de la tienda con una bolsa con leche, unos panesillos y unas pastas para el dolor de cabeza, luego de comer el suculento arroz de Hangeng había decidido ir a la tienda que quedaba a una cuadra del edificio donde vivía SungMin pues la cara de Ryeowook estaba tomando un terrible color morado, KangIn sabía lo flojo que era el menor con el alcohol y se había excedido la noche anterior, ahora no paraba de quejarse de su terrible dolor de cabeza y mareo, tanto que KangIn decidió que ir a comprar el medicamento era preferible a escuchar sus molestos quejidos. Cuando caminaba por el andén no pudo evitar recordar todo lo sucedido con LeeTeuk la noche anterior, todas aquellas cosas que él había hecho y que había disfrutado tanto. Sacudió la cabeza preocupado. Ya no estaba ebrio, en otras palabras ya no tenia la excusa de estar ebrio para actuar ‘inconcientemente’ lo que significaba que tendría que confrontar a LeeTeuk. La sola idea hizo que sus piernas temblaran como la gelatina. Sabía que ese momento llegaría, había estado huyendo como un verdadero cobarde todo este tiempo, pero luego de lo que había ocurrido en la noche, no podría huir más.

 

No después de saber que era el causante de esas lágrimas desgarradoras y tristes en los ojos de su Hyung. Aquello simplemente lo había destrozado por dentro, cuando abrazó a LeeTeuk en medio de la discoteca aquella noche, sus propias lágrimas también habían corrido silenciosas y tímidas aunque nadie se hubiera notado, en ese momento se había dado cuenta de lo importante que era para él LeeTeuk, se había dado cuenta que lo necesitaba. Debía decírselo entonces, debía decirle la verdad, lo que sentía, frente a frente, debía afrontar las cosas como un hombre. No podía permitir que esas lágrimas volvieran a correr, debía protegerlo, no quería volver a ver esas terribles lágrimas.

 

¿Pero y que pasaría si LeeTeuk le pedía que fueran pareja? Se detuvo unos instantes en medio del camino ¿Y si LeeTeuk le pedía que fuera su novio? La palabra ‘Novio’ provocó un estremecimiento tal en todo su cuerpo que por poco deja caer la bolsa con leche al suelo. Sacudió la cabeza sintiendo que sus mejillas volvían a arder, aquello era simplemente una locura. En primer lugar porque él no era Gay, siempre le habían gustado las chicas, de hecho había tenido muchas novias y muchas de ellas habían amanecido entre sus sábanas, no podía contemplar la posibilidad de tener a LeeTeuk por novio, por mucho que le gustase besarlo. Era simplemente absurdo, además ¿Qué pasaría si los demás se enteraban? Que pensarían sus compañeros si el KangTeuk fuera real, aquello sería una pesadilla, no podría soportar sus miradas acusadoras, tampoco podría aceptar que por culpa de una relación así tuvieran problemas con los Managers o inclusive desprecio por parte de las fans.

 

¿Y si su carrera artística se veía manchada por aquella relación? ¿Si se le cerraban las puertas en el mundo del espectáculo? KangIn tenía miedo de perder todo el cariño que emanaban las fans cuando él salía al escenario, no quería perder toda la felicidad que le había traído Super Junior desde el debut, no sabría como responderle a LeeTeuk, porque tampoco estaba seguro de lo que realmente quería con el líder. Suspiró y subió por el ascensor del edificio con la mente hecha un nudo de lana, lo mejor por ahora sería irse a casa, darse una ducha para poder pensar con la mente más despejada, mañana volverían a grabar y no quería que volvieran a retrasar la grabación por su culpa.

 

Cuando entró en el apartamento, RyeoWook se abalanzó sobre él como una hiena hambrienta, cogió las pastas y se las metió a la boca mientras corría a la cocina por un vaso con agua, KangIn dejó la bolsa con leche y los panesillos sobre la mesa y se dirigió a la habitación de SungMin para buscar su chaqueta e irse.

LeeTeuk aún estaba consternado por sus suposiciones, cuando vio llegar a KangIn, sin importar las intensiones de SungMin, DongHae o EunHyuk, debía darle las gracias por el regalo. Aunque tuviera miedo de que el significado de ese regalo fuera algo más allá y que KangIn quisiera tener una relación con él, debía darle las gracias, era un gesto muy bonito de su parte. Se levantó con disimulo y se dirigió a la habitación de SungMin también.

 

Entró en la habitación y encontró de espaldas a KangIn, parecía estar buscando algo, se quedó unos segundos en el marco de la puerta sin saber que decir, entonces KangIn se giró y pareció sorprendido al verlo allí. Él líder alzó su mano para hacer evidente la esclava de plata en su muñeca, no sabía como comenzar, así que prefirió que KangIn la viera y fuera él quien que hablara, el menor abrió los ojos con sorpresa cuando vio el regalo y LeeTeuk iba a decir ‘gracias’ cuando escuchó que el otro hablaba.

 

- ¡Ah! Lo encontraste – Dijo KangIn mirando la esclava, se llevó las manos a los bolsillos del pantalón, buscando la bolsita.

 

- SungMin dijo que se te había caído del bolsillo anoche – Explicó LeeTeuk con las mejillas tintadas de rojo.

 

- Ah, pero que descuidado soy – Se llevó una mano a la frente golpeándose ligeramente – Si esas niñas se enteraran… seguro me matarían – Comentó en broma volviendo a organizar el maletín.

 

- ¿Niñas? – Murmuró LeeTeuk confundido, su corazón latiendo a mil kilómetros por hora - ¿Cuáles niñas? – Preguntó sintiendo que la voz se le quebraría.

 

- Las fans – Dijo KangIn dándole nuevamente la espalda – Las que me dieron el regalo – Comentó tranquilamente – El otro día que salí a caminar solo, me encontré con unas fans, me dieron ese regalo y dijeron que era para ti… - Explicó soltando un suspiro - ¿Puedes creer lo descaradas? Entregarme el regalo a mi… ¿Porqué no me dieron un regalo? – Agregó en broma mientras soltaba una risita ignorando que atrás de él LeeTeuk se desmoronaba como una escultura de arcilla golpeada por un martillo.

 

LeeTeuk nunca se había arrojado de un ochentavo piso, no conocía la sensación de caer al vacío y saber que después del golpe nada existiría, pero en aquellos momentos experimentaba esa sensación, caía rápidamente a un vacío inexorable. ¿Cómo podía ser tan idiota? Se decía así mismo ¿Cómo podía ser tan estúpidamente iluso? KangIn continuaba dándole la espalda, estaba hablando, pero el líder ya no escuchaba sus palabras le bastaba con saber que el regalo no era de KangIn, una rabia que hacía mucho rato no sentía subía por su espina dorsal como un acido que derretía todo a su paso, se odiaba tanto así mismo en ese momento como nunca creyó que lo haría.

 

- Hyung ¿Ya estás listo? – La voz de KyuHyun irrumpió sus pensamientos, se giró y encontró al chico atrás de si, tenía una mano en la cintura y una pequeña cura en el dedo pulgar de su mano derecha – Yo ya me voy – Agregó de manera autoritaria. Finalmente KangIn se giró, tenía el maletín colgado en un brazo y la chaqueta en la otra mano.

 

- Gracias por llevarme – Comentó tranquilamente KangIn – Si ya estoy listo – Agregó y pasando por un lado de LeeTeuk le puso una mano en el hombro dándole una palmadita amistosa e impersonal – Nos veremos mañana Teuki – Dijo finalmente saliendo por la puerta con el menor.

 

Unos minutos después LeeTeuk también había salido de la habitación, si sus ojos hubieran sido cuchillos hubiera asesinado a todos los allí presentes, EunHyuk lo miró en silencio desde la cocina, no le gustó esa mirada, algo pasaba. Hangeng despedía  KyuHyun que se había ido con KangIn y Yesung. Entonces SungMin se le acercó con una sonrisita.

 

- ¿Quieres un panesillo? KangIn trajo bastantes – Comentó con la bolsa de los panesillos en la mano.

 

- No – Respondió secamente – Gracias – Agregó mientras se acomodaba la corbata, lo único que deseaba en esos momentos era irse de ese apartamento. Quería llegar a su casa y descansar. Si, pensar en cualquier otra cosa que no fuera KangIn, olvidar todos aquellos sentimientos que recientemente habían llegado a él, no quería ver a nadie, estaba demasiado enojado, como hacía tiempos no se sentía, no podía evitar sentir rabia hacía SungMin por haberle dicho que el regalo era de KangIn. No sabía con que intensión, no tenía idea de que querían lograr con todas aquellas preguntas en ese momento quería mandar todo a la mierda, como se diría de manera vulgar. No quería saber ni de nadie ni de nada.

 

- ¿A dónde vas? – Preguntó HeeChul quien también había notado la actitud molesta en el líder cuando lo vio abriendo la puerta.

 

- Me voy a mi casa… ¿Algún problema? – Exclamó fulminándolos a todos con sus ojos ahora convertidos en dagas. SungMin lo miraba sorprendido con un pedazo del panesillo a medio mascar en la boca. Todos se quedaron mirándolo atónitos. – No ninguno… - Murmuró HeeChul alzando una ceja.

 

- Te llevo – Dijo Eunhyuk cortante y sin dar espera a que respondiera algo, se despidió de todos y salió por la puerta con las lleves del auto en su mano derecha.

 

 

***

 

 

Unos minutos de silencio llenaron el apartamento de SungMin luego de que LeeTeuk se hubiera ido, todos se miraban aún sorprendidos por aquella actitud. Hasta que fue HeeChul quien habló rompiendo el silencio incómodo.

 

- ¿Pero y que demonios le pasa? – Exclamó algo molesto por el trato recibido.

 

- Hacía unos minutos estaba bien ¿no? – Exclamó Hangeng a su lado con expresión de asombro. SungMin miró a DongHae y este le devolvió la mirada. ¿Acaso se habría molestado con las preguntas? No pudo evitar pensar. Entonces Ryeowook salió de la cocina con la cara de un color más natural y con un vaso a medio llenar de agua.

 

- Pobre Teukie Hyung – Exclamó bajando el rostro apesadumbrado, todos lo miraron con curiosidad – No se porque habrá reaccionado así… pero parece tener problemas – Concluyó tomando un poco de agua.

 

- ¿Problemas cómo así? – Preguntó DongHae aún sentado en el sillón al lado de ShinDong. - ¿A que te refieres? – Ryeowook pareció incómodo al sentirse presionado por las miradas curiosas de todos.

 

- Si… eso parece… - Comenzó a decir mirando su vaso con agua – Anoche él estaba llorando – Dijo finalmente un poco nervioso.

 

- ¿Llorando? – Chilló HeeChul abriendo mucho los ojos y llevándose las manos a la cintura, a su lado Hangeng puso cara de preocupación.

 

- Si… fue anoche – Murmuró Ryeowook no muy seguro si debía contar las cosas o no – En la discoteca… cuando lo estábamos buscando ¿recuerdan? – ShinDong y DongHae asintieron con la cabeza – Cuando lo encontramos EunHyuk y yo, LeeTeuk Hyung estaba llorando, mientras KangIn Hyung lo abrazaba… - Concluyó mirando al suelo.

 

Todos comenzaron a hablar, HeeChul preguntándole una y otra vez a Ryeowook si sabía algo más pero este negaba con la cabeza y alzaba los hombros, Hangen se llevaba una mano al rostro constantemente con gesto consternado, ShinDong le decía algo a DongHae quien fruncía el ceño con expresión seria y SungMin, caía sentado en el asiento grande. De repente el apetito se había ido y dejó los panesillos sobre la mesa. ¿Podría ser tan grave? Se preguntó llevándose las manos al rostro. Desde el momento en que había visto al líder y a KangIn salir de aquel cuarto juntos, había sentido mucha rabia, porque había comenzado a sospechar que ambos estuvieran teniendo problemas y que no se lo hubieran contado. Siempre se había llevado muy bien con ambos desde el debut y desde antes de él, recordaba SungMin en aquellos momentos, siempre creyó que confiarían en él y le contarían las cosas.

 

De alguna manera sintió que le pedirían un consejo si lo necesitaban y que contarían con su opinión, en otras palabras que él era importante para ambos y que nunca habrían secretos. Pero últimamente se había enterado de que todo eso que pensaba eran sólo tonterías de un niño iluso que creía que todos podían ser amigos perfectos, pues sabía que le estaban escondiendo algo no sólo a él sino a todos en general, no había podido evitar sentir rabia frente aquella situación. Por eso había querido averiguar que sucedía, por eso le había dicho todo lo que pensaba sobre la situación a DongHae y a EunHyuk, pues no quería sentirse sólo, quería que ellos también se dieran cuenta que tenía razón. ¿Pero que iba a ganar con eso?.

 

Se levantó del mueble y se dirigió al baño ignorando las conjeturas de HeeChul quien no hacía sino hablar de lo sucedido aunque Ryeowook le repitiera una y otra vez lo que había visto, SungMin cerró la puerta del baño y se miró frente al espejo ¿Qué había en el reflejo? Sólo un tonto y desvergonzado egoísta que se había sentido con el derecho de meterse en la vida de sus compañeros, que creía que debía ser el centro de atención de ellos, como si él fuera alguien especial en sus vidas. Pero no era así, sólo era SungMin, un amigo más o quizás lo que sucedía entre ambos era demasiado complicado de explicar. La verdad no podía saberlo, pero le dolía muchísimo saber que LeeTeuk había llorado en la discoteca, las lágrimas eran algo muy triste, no tenía ningún derecho en meterse en su vida como lo había intentado hacer, probablemente el enojo de LeeTeuk había sido causado por su culpa también.

 

- Tonto – Se dijo así mismo mientras se miraba en el espejo - ¿Porqué eres tan egoísta? – Agregó bajando la cabeza, ya no intentaría averiguar nada, no tenía el derecho, apretó el borde del lavamanos con frustración, deseando que no pasara algo malo entre los dos.

 

 

***

 

 

EunHyuk se detuvo en un semáforo con expresión seria, miraba por el espejo retrovisor a LeeTeuk quien seguía con el ceño fruncido, miraba por la ventana con expresión ausente. El menor no podía evitar recordar la expresión de nerviosismo del líder cuando DongHae y SungMin le habían bombardeado con todas esas preguntas, ¿Cómo se habían atrevido a tanto? Reflexionó sintiendo que comenzaba a enojarse también, estaba bien tener curiosidad por saber que pasaba con KangIn y LeeTeuk ¿Pero abordarlo de aquella manera? Era algo absurdo y ridículo. SungMin y DongHae se ganarían un buen regaño de parte suya cuando los volviera a ver. Suspiró preocupado, no podía evitar sentirse así, no podía evitar no recordar las lagrimas derramadas por el líder la noche anterior, esa imagen de su rostro triste no se iba de su mente, se sentía impotente, era su amigo y lo apreciaba, pero no podía hacer nada al respecto.

 

Pronto estuvieron frente al edificio donde vivía LeeTeuk. EunHyuk detuvo el auto en la esquina, miró por el espejo retrovisor a LeeTeuk, sus ojos reflejaban tristeza además de rabia.

 

- Gracias EunHyuk – Dijo LeeTeuk levantando el seguro de la puerta para abrirla. El líder iba a irse, si se bajaba perdería la oportunidad de saberlo, estaban solos y LeeTeuk confiaba en él, era su amigo, tenía que ayudarlo de alguna forma.

 

- LeeTeuk… Hyung – Habló finalmente apretando el volante con fuerza y algo de rabia, el líder se giró y se quedó mirándolo. - ¿Qué te sucede? – Preguntó, sintiendo la garganta un poco más seca de lo normal.

 

El líder frunció el ceño de nuevo y bajó la mirada ¿Y ahora EunHyuk? Se dijo así mismo mientras notaba como EunHyuk seguía mirando hacía adelante, no quería responder a esa pregunta porque no sabía como, además no podía decirle a EunHyuk nada de lo que había pasado con KangIn ¿Qué pensaría él de eso? ¿Lo juzgaría? ¿Comenzaría a tratarlo diferente? Todas aquellas ideas lo aterrorizaron en cuestión de segundos y nuevamente el nerviosismo lo dominó.

 

- Nada… sólo estoy cansado EunHyuk – Explicó con una media sonrisa disimulada – No es nada – Agregó tratando de sonreír más ampliamente.

 

- Hyung… te vi llorar anoche en brazos de KangIn – Dijo EunHyuk y el tiempo se detuvo para LeeTeuk quien se quedó estupefacto por aquella frase, suspendido en la incertidumbre, todos sus miedos haciéndose realidad, todos terminarían por darse cuenta ¿Qué debía hacer? ¿Alejarse de KangIn de una vez por todas?

 

- Yo… - Comenzó a decir, sus palabras no obedecían sus pensamientos ahora – Yo… KangIn y yo… - Ya no habría marcha atrás, sea lo que fuere era inevitable. Tarde o temprano EunHyuk y los demás se darían cuenta, pero entonces ¿Porqué volvía a sentir ganas de llorar?

 

 

Continuara…

 

Notas finales: Notas de Helsic:

Siee, ya casi ya casi *-* nyaaa el final se acerca ;_; pero no quiero >_< le debo mucho a este fic! ;_;

 

SungMin: ¡Wiii he tenido mucho protagonismo en este capítulo! *Aparece atrás de Helsic*

EunHyuk: ¡Y yo!

DongHae: ¬¬ ¿Y yo qué?

Helsic: ^^’ Tu no mostraste mucho interés desde el principio

SungMin: Ahora no vengas a reclamar lo que no te corresponde! *Le saca la lengua*

DongHae: Cualquier cosa es mejor que quedar como el “infantil pucheroso y egoísta SungMin” *Hace un puchero imitándolo*

SungMin: !!! *Salta sobre él con intensión de golpearlo*

EunHyuk: Cierto es, mientras yo quedo como el maduro hahahaha *Lo señala con un dedo acusador*

Helsic: ¿Y hablando de todo un poco donde están KangIn y LeeTeuk?

LeeTeuk: *Saliendo del armario con KangIn* ¿Me puedo quedar con la esclava?

KangIn: ¿Porqué las fans no me dan regalos?

KangIn: ¿Porqué las fans no me dan regalos? Quiero una esclava también! ¬¬

KangIn: ¿Porqué las fans no me dan regalos? Helsic dame una en el próximo capítulo

*Dos horas después*

KangIn: ¿Porqué las fans no me dan regalos? Si me la das prometo no me quejaré más por el KangTeuk~

Helsic: -_-‘’ no se pierdan el próximo capítulo y callen a KangIn por favor no me deja escribir! >_<


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