¿Ficción o Realidad? por Helsic

¿Ficción o Realidad?
Capítulo 9

El sol cayó lentamente en el firmamento dando paso al manto azul de la noche tachonado con titilantes estrellas como una especie de fina ceda. La temperatura bajó considerablemente y las personas se vieron obligadas  abrigarse para seguir su trasegar por las calles citadinas de Seul. En el estudio por el contrario todo permanecía imperturbable, si había caído el sol en el cielo no pudieron percatarse pues todo el tiempo tenían las luces del set encendidas para la ambientación de la escena, de igual forma el cambio climático no pudo ser percibido por ninguno de los habitantes del estudio, pues el calor que emitían los Spotlight* durante la grabación mantenía el lugar tibio. El director se había armado de una infinita paciencia que nunca creyeron que tenía (ni el tampoco) para repetir una y otra vez las escenas que se habían propuesto a gravar ese día. Los camarógrafos inclusive mostraban ya rostros molestos y malhumorados cada que escuchaban al director decir que la escena debía repetirse.

Y es que no podía permitir que las escenas quedaran mediocremente realizadas, pensaba el director cada que detenía el rodamiento para corregir pequeños errores, cada escena tenía que quedar tan perfecta y hermosa como la composición de una pintura, las cámaras eran como los pinceles que forjarían el precioso cuadro que finalmente saldría a luz en la televisión. Tenía que complacer a miles de fans no sólo en Corea, sino en muchas partes del mundo y por esta razón tanto la parte técnica como el sentimiento transmitido por los actores tenía que ser perfecto. Pero extrañamente esa tarde parecía no funcionar absolutamente nada, no había conexión faltaba ese algo que él buscaba en la actuación, ese brillo en la sonrisa de LeeTeuk que tanto había visto durante el tiempo que había trabajado con él desde el Debut había desaparecido por completo, tampoco podía hallar esa seguridad y esa esencia de lo que siempre había sido KangIn. El alto hombre de gafas estaba alcanzando niveles insospechados de estrés, se estaba frustrando al notar que después de toda una tarde de intenso trabajo, sólo habían podido sacar la escena de la conversación a la luz de las velas.

- Cambia la fecha del rodaje de la toma siete – Le dijo al encargado del Script*, un joven con rostro lleno de energía, una enorme nariz y un enredado cabello color castaño – Lo dejaremos para el lunes… temprano, a las 8 estará bien…-

- ¿Modifico el Guión Técnico* señor director? - Le preguntó el muchacho sorprendido, el director se llevó dos dedos al entrecejo con gesto abatido.

- No… sólo el cronograma, cambia las fechas que estaban programadas para ese día y hacemos la escena en exteriores y sólo quedaría faltando tres escenas más en interiores, pero esas podemos rodarlas el martes todo el día… deja el lunes completo para rodar la escena exterior, programa a los camarógrafos para ese día por favor – El chico asintió con una venia ligera anotando todo en una pequeña agenda y se dirigió hacia donde los demás miembros del staff.

Mientras todo esto ocurría KangIn se sumía en una profunda depresión, luego de volver del baño, luego de que LeeTeuk le hubiese devuelto la pregunta que él mismo le había hecho ese día en la mañana, sentía como si le hubieran arrancado el alma a tiras, como si su cuerpo fuera ahora una especie de estuche vacío, pues todo lo que tenía dentro se lo había robado LeeTeuk con esa actitud decidida. Se había perdido en aquellos ojos que reflejaban tanta rabia y tanta decepción, decepción que KangIn no sabía como afrontar. Estaba sentado en el suelo, jugueteando con los dedos sobre el suelo de madera, con la cabeza ladeada y la mirada perdida en la inmensidad de la nada. Un cuadro bastante aterrador considerando que KangIn solía ser un chico alegre, activo y ante todo lleno de energía. Verlo allí sentado con sus brazos cayendo desmadejados casi inertes, era realmente extraño.

¿Y que decir de LeeTeuk? Ese chico que siempre tenía una sonrisa para todo el mundo en su simpático rostro, ese chico que siempre miraba el lado positivo de las cosas y se esforzaba por dar lo mejor de si mismo, ese que justo en ese momento se hallaba tumbado sobre un mueble, mirando el techo como si allí fuese a encontrar las respuestas a sus preguntas, sus ojos cerrándose lentamente por la fatiga y el sueño atrasado del día anterior. Ese LeeTeuk que siempre sonreía ya no tenía ningún motivo para hacerlo, simplemente quería quedarse allí tendido, cerrar los ojos y no preocuparse por nada más, quería imaginar que todo era un mal sueño, despertar y que nuevamente KangIn fuera ese amigo especial con el que siempre podía contar y al que nunca se atrevería a besar.

- ¿Hyung? – Habló EunHyuk acercándose preocupado a LeeTeuk, este ni siquiera lo miró cuando le habló, aún continuaba con los ojos ligeramente cerrados - ¿Te sientes mal? – Le preguntó.

- Así es – Respondió el líder, lo suficientemente alto como para que KangIn lo escuchara. EunHyuk se arrodilló junto a la silla.

- ¿Qué sientes? – Le preguntó de nuevo, DongHae los miró con curiosidad desde la mesa donde estaba sentado.

- No dormí bien anoche – Comenzó a decir LeeTeuk en un suspiro – Necesito dormir… - Agregó abriendo sus cansados ojos que ahora estaban colorados, el maquillaje no permitía apreciar las enormes ojeras que tenía adornando la mita de sus mejillas.

- Bueno – Comentó con una sonrisa mientras posaba su mano en su hombro y le daba un par de palmaditas – Entonces esta noche te acompañaré a casa para que descanses y prepararé algo para ti… ¿Qué te gustaría comer? – Agregó.

LeeTeuk sonrió por primera vez en mucho rato, KangIn quien fruncía el ceño observando como EunHyuk le hablaba a LeeTeuk, pudo notarlo, no le gustó esa sonrisa aunque fuera igual a las demás, realmente no le gustó que no fuera dirigida a él, reflexionó molestándose consigo mismo ¿Por qué siempre terminaba pensando en ese tipo de cosas? ¿Por qué tenía que estar fijándose en esas tonterías en un momento como ese?. Él líder sonrió agradecido por las palabras de EunHyuk aquello había sido demasiado dulce, inclusive hasta para él. Pero así era EunHyuk, siempre hacía sonreír a los demás.

- Pequeño tonto… - Murmuró LeeTeuk dándole un golpecito con el puño en el brazo a su amigo – No tienes porque hacer eso, con algo de tranquilidad y muchas horas de sueño, todo estará bien – Aclaró dejando escapar un bostezo que de inmediato contagió a KangIn haciéndolo bostezar también. DongHae notó la reacción en cadena y se llevó una mano a la boca para esconder una posible risita.

- Parece que ambos necesitan dormir – Comentó tranquilamente, KangIn lo miró y asintió con la cabeza somnoliento. Los miembros del Staff ya estaban terminando de recoger las luces y las cámaras, de hecho la sala comenzaba a quedarse vacía progresivamente cuando el teléfono celular de DongHae comenzó a timbrar, miró el nombre de “SungMin” titilando en la pantalla, de inmediato contestó procurando alejarse lo más que podía de KangIn y LeeTeuk para que no pudieran escuchar.

- Hola… ¿Ya terminaron? – Se escuchó la voz de SungMin al otro lado de la línea.

- Si – Contestó secamente DongHae - ¿Cómo les fue a ustedes? – Le preguntó tratando de disimular.

- Nada mal – Replicó SungMin – Aunque KyunHyu nos hizo repetir una escena más de 6 veces… ¡6 veces! ¿Puedes creerlo DongHae? No paraba de reír cuando veía a ShinDong… -

- Por lo menos ustedes reían – Habló entre dientes DongHae saliendo del apartamento para poder hablar mejor – Aquí también repetimos una escena muchas veces… pero no hubieron risas, fue más bien estresante – Concluyó, SungMin bufó al otro lado de la línea.

- ¿Tan mala está la cosa? – Le preguntó con tono preocupado.

- Todo un desastre – Exageró DongHae, - Fue una aburrida tarde de trabajo como la que jamás había tenido antes – Se quejó recostándose contra una pared – Sabes que con KangIn y LeeTeuk, siempre hay algún motivo para reír y divertirse – Comentó en un suspiro – Pero ni siquiera se dirigían la palabra… era como estar con dos perfectos desconocidos –

- Bien entonces, ya se que haremos, lo estuve pensando toda la tarde – Exclamó SungMin con convicción -  Esta noche en mi casa –

- No, no no esta noche no se puede – Se apresuró a decir DongHae.

- ¿Cómo? ¿¡Por qué!? – Preguntó SungMin con una ligera molestia en su voz, DongHae volvió a suspirar.

- A no ser de que quieras que LeeTeuk y KangIn se la pasen dormidos en tu cama – Le explicó con tono irónico – No han dormido bien, eso oí decir a LeeTeuk – Finalizó, SungMin se quedó unos segundos en silencio - ¿Aló? – Volvió a hablar DongHae.

- ¿No han dormido bien? ¿Los dos? – Preguntó SungMin, DongHae se alzó de hombros.

- No se… pero eso dijo LeeTeuk, así que tendrá que ser mañana, cuando hallan dormido mejor… ¿No crees? – Exclamó DongHae.

- Aja… - Escuchó que decía SungMin molesto antes de colgar. DongHae se guardó el teléfono en el bolsillo y regresó a la sala en donde vio que LeeTeuk y KangIn recogían sus maletines para irse a casa, EunHyuk tenía una expresión extraña, como la de una persona que había perdido las esperanzas.  

***


Esa noche tanto LeeTeuk como KangIn cayeron rendidos, entregados a los brazos de Morfeo, agradecidos de estar tan cansados como para no tener tiempo para pensar o para sentir ese dolor que les oprimía el pecho, ambos se acostaron en sus respectivas camas sintiéndolas demasiado frías, no entendiendo porqué ahora parecían repentinamente más grandes. LeeTeuk paseó su mano por el lado de la cama vacía acariciando a un amante invisible que hacía mucho tiempo no ocupaba su cama, en la noche anterior un joven de cabello negro azabache que caía como una cascada de ceda fina por su frente, yacía acostado allí, ahora estaba sólo contemplando aquel vacío con rabia, finalmente la suave caricia se convirtió en un puño que golpeó la cama con fuerza.

- Estúpido KangIn – Articuló antes de quedarse dormido


***


De repente volvía a estar en el baño del set, allí estaba LeeTeuk mirándolo con sus ojos acusadores, rojos y húmedos probablemente por el llanto, KangIn sintió sus piernas temblar como la gelatina cuando el líder se acercó a él y posó sus labios en los suyos en lo que no tardó en convertirse en un voraz beso que casi le corta la respiración, lo empujó contra la pared del baño, escuchando el débil quejido de LeeTeuk por el golpe le sostuvo las manos con las suyas para de alguna forma demostrarle que dominaba la situación y descubrió con asombro que su Hyung no opuso resistencia, parecía tan débil, como una especie de muñeca de trapo que podía usar a su antojo. Entonces se dio cuenta que aquella sensación de poder lo extasió, lo llevó casi al borde de la locura y que ahora ya no podría detener sus impulsos. Separó los labios de LeeTeuk para observar su rostro, esa mirada invitante, esos rojos labios que anhelaban ser tomados…

Entonces un tímido rayo de sol atravesó la ventana de la habitación y acarició el rostro de KangIn, haciendo que este se revolviera en las cobijas como un gato, se tapó la cabeza con la almohada para evitar que la luz llegara a sus ojos, deseando continuar con aquel beso, cuando se vio obligado a abrirlos y se encontró con que no había ningún LeeTeuk a su lado y que estaba sólo en su revolcada cama. Suspiró sin querer levantarse aún, disfrutando de la cálida sensación que le otorgaban las sábanas tibias, aquel sueño lo había dejado sin aliento. Ya no había duda sobre lo que sentía, le gustaba LeeTeuk por más que quisiera negárselo a si mismo, lo deseaba. Nunca antes había pensado en su hyung como algo más que un amigo, de hecho no recordaba haberse fijado nunca en él, pero el primer beso que LeeTeuk le había dado hacía un par de noches cuando el fingía dormir, le hizo sentir extraño, una misteriosa curiosidad surgió dentro de si mismo como la erupción de un volcán, deseando saber que había más allá, que podría encontrar en esos invitantes labios.

Muchas cosas habían pasado desde el primer beso, un segundo beso muy diferente había ocurrido, en aquella ocasión había perdido toda noción del tiempo y del espacio, se había entregado totalmente al fuego crepitante que los devoraba a cada segundo, había olvidado quien era, la presentación, sus prejuicios, todo y LeeTeuk le había correspondido con igual intensidad. El beso de su Hyung, la forma en como lo abrazó con fuerza decían sin palabras que el sentimiento era correspondido. Estaba claro, LeeTeuk sentía lo mismo que él. Pero aunque KangIn llegara a estas conclusiones mientras lentamente se levantaba de su cama, no podía evitar sentir demasiado miedo, sentir que en lo más profundo de su corazón algo le decía que aquello era una locura, que estaba mal y que no podía ser.

Sacó una cerveza del congelador y bebió un poco recostándose en el lavaplatos de la cocina. Aquella situación no podía continuar así, reflexionó ¿Sería acaso porque no tenía novia desde que entró al grupo? ¿Sería acaso que le faltaba estar con una chica? Bebió un poco más del liquido ¿Estaría buscando en LeeTeuk la compañía de una mujer? Miró la hora en el reloj de la pared, más de las 11 de la mañana, había dormido bastante, nunca solía levantarse tan tarde, escuchó el ruido característico de su estómago que le pedía urgentemente algo de comer, puso a coser un poco de arroz y sacó del congelador varias zanahorias, tallos de Apio, tomate y cebolla cabezona. Comenzó a partirlas en Julianas sin prestar mucha atención a lo que hacía, pues no podía sacar de su mente la idea de que estuviera buscando en LeeTeuk lo que buscaría en una mujer.

Recordó a las fans que había encontrado el día anterior, recordó sus sonrisas y la emoción que les causó haberse encontrado con él, toda aquella emoción era causada por que él era KangIn, miembro de Super Junior, de alguna manera sabía que lo amaban así que, ¿Qué pensarían si consiguiera una novia? Porque KangIn no podía evitar pensar que quizás la solución a su problema con LeeTeuk era precisamente ese, conseguir una chica linda a la que pudiera besar, estrechar en sus brazos y proteger, eso quizás aclararía sus sentimientos. Pero sabía que conseguir una novia no era algo tan fácil, aunque él fuera alguien atractivo y además famoso, mantener justamente esa imagen de ídolo complicaba demasiado las cosas pues esa relación nunca podría salir a la luz pública.

Terminó de cortar la verdura y la hecho en una olla donde previamente había puesto a hervir agua, se quedó mirando como las burbujas del agua subían desde el fondo y explotaban en la superficie. ¿Hasta cuando podría seguir escondiendo lo que sentía? ¿Cuándo se atrevería a hablarle a LeeTeuk? Llevó una mano a la cabeza, pasando los dedos por entre su lacio cabello con frustración ¿Cuándo dejaría de dudar como un niño?.


***


LeeTeuk estaba sentado frente a su Mac, hacía un rato que se había levantado no había desayunado, simplemente no tenía hambre y sabía porque. Siempre que se deprimía el hambre se iba inmediatamente, la última vez que se había estresado y deprimido había bajado más de 3 kilos en muy poco tiempo, recordó mientras pasaba su vista por la pantalla, había sido por la época en la que muchas personas habían criticado a Super Junior por no cantar en vivo en los performances, ahora en su cabeza no podía haber otra cosa que KangIn. Y odiaba realmente eso.

Pues estaba claro que su ‘amigo’ lo había rechazado deliberadamente el día anterior y que probablemente en ese mismo instante estaría deseando no volver a besarlo nunca, porque aquello había sido realmente un atrevimiento, pensó mientras cargaba el navegador, besarlo en la cocina con los demás chicos rondando por allí, pero LeeTeuk simplemente quería transmitirle en ese beso todo su apoyo. Había estado muy preocupado desde que había decidido de manera tan inesperada bajarse del bus e irse sólo quien sabía a donde.

Realmente LeeTeuk se alegró cuando lo vio sano y salvo entrar por la puerta del estudio, el deseo de abrazarlo lo había embargado completamente pero se contuvo, aún así no había podido contenerse en la cocina, quería sentirlo otra vez, quería demostrar tantas cosas en ese contacto, pero se encontró golpeándose contra el lavaplatos de la pequeña cocina del estudio, se encontró con una mirada llena de algo que no podía descifrar exactamente pero que presumía era rabia.

A lo mejor desde un principio había malinterpretado las cosas, pensaba mientras miraba páginas al azar en Internet, deseando deshogarse en su Cyworld pero sabía que eso sólo lograría alertar todos los que lo leían. LeeTeuk recordó que KangIn siempre estuvo incómodo desde un principio con el guión del Mini-drama, recordó lo ocurrido la noche en que tomaron en su apartamento, aquella vez KangIn le había besado la frente como él había pedido y había sentido muchas cosas en ese beso, cosas que un hombre no debe sentir con su mejor amigo, a partir de ese momento había comenzado a aceptar lentamente que lo que sentía era real.

Pero ahora ese mismo KangIn lo había rechazado, le había lastimado en lo más profundo de su corazón, ser rechazado era la peor cosa que el líder había sentido jamás. Debía simplemente olvidar que eso alguna vez pasó, enterrar sus sentimientos absurdos y patéticos por KangIn. De continuar así la armonía en el grupo podía peligrar y el líder no quería perjudicar a ninguno de sus compañeros.


***


Las horas pasaron tan lentamente que KangIn creyó que ese día no acabaría nunca, había estado viendo televisión toda la tarde, levantándose de vez en cuando para posar su mirada por la ventana, volviéndose a acostar en su cama frente al televisor en un canal cualquiera en un programa al que ni siquiera ponía atención. Tenía que llamar a LeeTeuk o enloquecería. Se levantó con decisión y tomó el auricular del teléfono gris que descansaba sobre la mesita de noche, uno a uno marcó los números con un dedo tembloroso. ¿Qué iba a decirle? Se preguntaba una y otra vez, ¿Qué quería verlo y Que sentía mucho haberlo empujado en la cocina? O que aclararan las cosas de una vez y dejaran ese maldito juego…

El teléfono timbró una y otra vez, KangIn mantuvo el auricular en su oído escuchando con zozobra como pasaban los segundos y no recibía respuesta alguna.

- Hola, soy LeeTeuk, no estoy en casa o estoy ocupado, así que deja tu mensaje, luego lo escucharé –

La voz de su Hyung sonó en una grabación, KangIn suspiró con la garganta hecha un nudo, la señal para comenzar a gravar repiqueteó y el joven de cabellos oscuros como la noche se quedó mudo sin saber que decir. Vaciló unos segundos aclarándose la garganta.

- Ehh… Hyung… soy yo, KangIn… - Murmuró con el corazón latiendo demasiado deprisa – Yo… - ¿Porqué no salían las malditas palabras? – Yo… - Repitió con el labio inferior temblando – Yo… soy un idiota… - Escupió con rabia y colgó el auricular con fuerza. Además de idiota era un cobarde, pensó mientras miraba el televisor con expresión ausente.

***


LeeTeuk jugó varias horas Ragnarok* para distraerse, había logrado que su personaje aumentara varios niveles lo cual lo hacía sentir orgulloso. Cuando empezó a caer la tarde se dirigió al baño para darse una ducha, encendió el equipo de sonido sin importarle la emisora, sonaba una canción de SS501 la cual no recordaba el nombre, entró en el cuarto de baño y se desnudó mientras ponía el agua tibia. Rápidamente el vapor llenó el lugar y las paredes de acrílico de la ducha se empañaron, se sumergió en el agua tibia de la bañera, sintiendo como le relajaba hasta la más ínfima parte de su cuerpo, amaba acostarse en la tina y simplemente cerrar los ojos dejando que las preocupaciones escaparan de su cabeza, que fluyeran al igual que el agua que lo relajaba. Sumido en un estado de sopor no escuchó que el teléfono sonaba una y otra vez en la sala, tampoco escuchó la voz de KangIn en el altavoz de la contestadota.

No supo cuanto tiempo pasó sumergido en aquella deliciosa sensación, quizás una hora. Finalmente había salido de la tina y se había quedado mirando su reflejo en el espejo, el cabello mojado caía sobre los costados de su cara, pegándose a la piel y destilando gotas de agua que caían sobre sus hombros pálidos. Observó su rostro tan delicado, casi como el de una mujer, ¿Le gustaría a KangIn aquel rostro? Se preguntó entrecerrando los ojos. Sonrió con amargura, no recordaba haberse preocupado por si a alguien le gustaba su cara de niña antes.

Justo en ese momento sonó el timbre de la puerta, retumbó por todo el apartamento inclusive en medio de la música fuerte. Era extraño que el vigilante del edificio no le hubiese avisado de la llegada de alguien, aunque el citófono había podido estar sonando sin que lo escuchara. Se envolvió en la toalla como pudo y salió hacía la puerta para mirar a través del orificio. Al otro lado de la puerta vio a EunHyuk con las manos en los bolsillos de su pantalón café y a su lado ShinDong vestido con un buso gris, se reía aparentemente por algo que había dicho antes. LeeTeuk abrió la puerta sorprendido.

- ¡Hola! – Dijo con sorpresa - ¿Y que hacen por aquí? – Agregó con una sonrisa mientras les dejaba pasar. ShinDong pegó un brinco y calló sentado en uno de los muebles, EunHyuk se acercó al equipo de sonido y le bajó un poco el volumen.

- ¿No podemos visitar a nuestro líder? – Comentó con una sonrisita, ShinDong asintió con la cabeza - ¿Apenas te bañaste? – Le preguntó abriendo los ojos.

- Estuve toda la tarde jugando Ragnarok – Exclamó algo apenado – Y tonteando en Internet – ShinDong rebotó en el mueble.

- ¿Y subiste de nivel? – Le preguntó ShinDong emocionado, LeeTeuk asintió con la cabeza – La próxima vez que vallas a jugar, ¡avísame y me conecto! – Agregó un poco molesto.

- Esta bien, lo haré – Le prometió LeeTeuk - ¿Y que… los trae por aquí? – Volvió a preguntar con una sonrisita tonta.

- ¿No nos crees que hemos venido a visitarte? – Exclamó EunHyuk llevándose las manos a los bolsillos, ese día tenía una camiseta blanca con un estampado azul claro. LeeTeuk se encogió de hombros.

- Vístete que nos vamos – Comento ShinDong quien había saltado del mueble y le había pegado una sonora palmada en el abdomen desnudo.

- Auch…¿Qué? – Prorrumpió el líder llevándose ambas manos a la piel aterida por el golpe. EunHyuk le pasó un brazo por encima del hombro.

- Te estamos invitando a una gran fiesta en tu honor Hyung – Aclaró EunHyuk

- ¿En mi honor? – Exclamó aún más sorprendido. ShinDong rió con ganas.

- Deja de molestarlo EunHyuk y dile la verdad – Comentó en risas, levantando el brazo como si fuera a golpearlo.

- Esta bien, esta bien es una sorpresa – Susurró EunHyuk a su oído – ¿Entonces, te vistes o prefieres ir desnudo? - LeeTeuk frunció el ceño asintiendo mientras se dirigía a su habitación para vestirse.

Continuara…