Siempre le pareció una estupidez que alguien pudiera morir por amor, pensaba que era una suposición alocada, pero estar en ese lugar te hace arrepentirte.
Comprender como eres rechazado por tu alfa es horrible, un sentimiento devastador triturando tu alma.
Era casi como caminar en vidrios rotos con los ojos vendados, no sabes si hay un final mientras sientes como el dolor se adentra por tus pies hasta invadir todo tu cuerpo.
Si, Sasuke cree ahora que alguien puede morir por amor, porque soportar este dolor es inhumano.
Girar alrededor de la cama en busca de calor es como una bofetada de la realidad, mostrándote lo que ocurre con tu vida sin sentido.
No puede dormir, no lo ha hecho desde hace una semana; tiempo que Naruto despertó de su coma de 3 meses.
Sus ojos se enfocan en la fotografía qué hay en su mesa de noche. Es él y Naruto sonriendo, se ven felices, como mayormente siempre lo fueron a pesar de los problemas.
Naruto siempre lo hizo enormemente feliz, gracias a él entendió lo agradable que es reírse hasta que el estómago duela.
Todo alrededor del rubio por más malo que sea en realidad se veía superable si tomaba la mano del Uzumaki.
Pero esta vez no sabía que iba a pasar, sólo la voz del doctor resuena en su mente sin compasión, alejando cualquier rastro de sueño.
"Cuando una persona sufre un daño cerebral y pasa por un período de coma es imposible que vuelva a ser la misma" las palabras del Doctor son complicadas de comprender para Sasuke que aún intenta entender lo que está ocurriendo y como literalmente todo se desvanece en su vida "Las películas de Hollywood muestran personas que de pronto despiertan del coma y se comportan como si nada hubiera ocurrido, es lamentablemente que esto no es así" habla fluidamente sin rastros de complicación en unir sus palabras ni un rostro afligido, se encuentra serio mirando fijamente al azabache "Por la contusión del golpe en su cabeza, el que perdiera sus memorias es una consecuencia común en los paciente de coma"
"Pero, ¿Por qué me olvido solamente a mí?" Cuestiona con la voz rota y la rabia cegando sus sentidos. No puede estar ocurriendo esto.
"Probablemente porque su mente pensaba en usted en el momento del accidente" la respuesta es simple hasta el punto de dar gracia por lo estúpida que suena, pero es la verdad, y la realidad no es divertida "Eventualmente podrá recuperar sus memorias aunque existe también la posibilidad que no"
"Maldita mierda" exclama en voz baja, sintiendo el ardor en sus ojos negros. Kushina simplemente sostiene su mano queriendo transmitirle un poco de seguridad al omega devastado.
El doctor no dice nada ante la situación que ocurre, un omega llorando sutilmente mientras le mira con un gesto enfadado.
"Señorito Sasuke, no pierda la esperanza que su pareja pueda nuevamente recordarle. No lo abrume, muéstrele cosas entre ambos para que pueda su cerebro recuperar sus memorias" sus palabras suenan un poco más gentil pero nada en este momento puede ser visto como amable "Por el momento debe ser consiente que Naruto tardará en incorporarse a la sociedad, tiene que venir a ciertas terapias y a consultas para observar su mejoramiento y descartar cualquier complicación a largo plazo" escribe mientras habla, entregándole un papel que Sasuke dudoso sostiene.
La sonrisa del doctor es forzada, pero necesita un gesto agradable en estos momentos.
Los rayos de luz se adentran en su habitación sola, donde Sasuke con los ojos abiertos y lágrimas derramándose lamenta tantas cosas.
Su omega está deprimido y él también, pero su instinto está agobiado por sentir a su alfa.
Se levanta de la cama adentrándose al baño. Hoy daban de alta a Naruto, volvería la luz a su hogar, sin embargo no en su vida.
La marca en su cuello se ve pequeña y Sasuke tiene miedo que pueda desaparecer, aún que aquello es imposible.
Sale de su hogar ausente de alegría para caminar al hospital.
El día es maravilloso, aún con el frío viento; el sol te brinda un calor reconfortante.
Estos días eran los favoritos de ambos, a Naruto le encanta usar suéteres, no tanto las chaquetas como a Sasuke.
Había un secreto de estos días para Naruto, pues Sasuke mentía diciendo que tenía frío para ser abrazado por el Uzumaki. Diciendo que su chaqueta no le daba suficiente calidez.
Caminar solo como años atrás es más triste de lo que puede ser, siempre había tenido al rubio a lado suyo. Saber que tenerlo nuevamente revoloteando a su alrededor sería complicado lo doblega, hace que quiera encerrarse para llorar con su omega revolviéndose de dolor por la tristeza.
"No puedo tener un omega" dice algo molesto con su madre alfa frunciendo el ceño, intimidando al ojiazul "¿Cómo pude marcar a alguien a los 13 años?, ¿Cómo dejaste que hiciera eso?" Mira a su padre omega preocupado queriendo decir algo sin lograr encontrar las palabras correctas.
"¡Naruto!" El nombrado dejó de hacer sus rabietas para sentir el fuerte golpe de Kushina en su hombro.
"Que mala eres mamá, todavía que estoy hospitalizado me golpeas" se queja mucho más cuando estira su oreja.
"No hables así de tu omega, no te eduque de esa manera" la mirada severa de la mujer es suficiente para que Naruto dejara sus berrinches.
"No es mi omega" susurra antes de levantar su rostro por el dolor en su corazón destruyendo la estabilidad que junto.
Sasuke está en la puerta del hospital, con sus ojos negros mirándolo con una seriedad terrible en el momento.
"Yo no pude enamorarme de este omega" . Piensa, pues Sasuke no se veía para nada el prototipo de pareja que tenía el Uzumaki.
"Buenos días Sasuke, ¿Cómo amaneciste?" Minato es el primero en reaccionar y acercarse al Uchiha aún estático en su lugar.
"Bien" muestra un gentil rostro al omega rubio que lo acerca a la silla cercana a Naruto.
El Uzumaki mira al omega, con la mano en su pecho pues dolía cada vez con más intensidad.
"¿Cómo puede tener un rostro tranquilo y sentirse tan mal?" La pregunta solo es para él y su conciencia.
"Bueno, nosotros tenemos que arreglar ciertas cosas con el doctor, ¿Puedes encargarte de vestir a Naruto, Sasuke?" El omega es el único calmando la situación, y Sasuke está agradecido por ello. Asiente observando como sus suegros dejan la habitación.
El Uchiha se enfoca en sacar la ropa de su mochila, dejándola en la esquina de la camilla.
"¿Me gustan los hombres?" Naruto pregunta siguiendo las acciones del omega y como lo ayuda a sentarse en su camilla.
Sentir nuevamente el peso en sus pies es extraño, mueve sus piernas lentamente enfocándose en aquello, como sus huesos reaccionan lento.
"Sólo te gusto yo" responde, el rubio levanta su cabeza sorprendido por la sinceridad ajena. Hay un brillo en los ojos negros que hasta hace poco eran opacos.
"No es verdad, debió de gustarme alguien más" Sasuke frunce el ceño deteniéndose en el proceso de quitar la bata.
Naruto puede sentir los celos del omega por el lazo que comparten, aparte todo su cuerpo muestra su enfado. Era extremadamente sincero.
El Uzumaki ríe por el momento que se formó. No puede creer lo transparente que es el azabache.
"¿De que te ríes?" Su voz suena molesta, al igual que su semblante.
"Debo admitir que esta parte tuya es linda" dice compartiendo ambos la mirada, uniendo el azul y negro como siempre debe de ser.
Sasuke se sonroja, sus mejillas son tan claras que a Naruto le es imposible quitar su sonrisa.
"Eres un idiota" lo ayuda a ponerse el suéter mostaza, ignorando el comentario que hizo latir su corazón.
"Esta no tanto" se agacha para ponerle el pantalón y reemplazar las zapatillas por unos tenis. Naruto siente una punzada y se preocupa por Sasuke "Es mentira" vuelve a repetir deseando que sea suficiente para calmar la angustia ajena, pero no funciona.
Se siente triste, arrepintiéndose por no pensar lo que dice. No quiere hacer sentir mal a Sasuke.
"Siempre te gustaron los suéteres grandes" habla reuniendo fuerzas para ser un buen apoyo al momento que Naruto se levanta, se siente raro y sus piernas tiemblan.
Sasuke es alto, mucho más del promedio de altura en un omega, pues el azabache está al tamaño de su mejilla. Es fuerte a pesar de lo frágil que se ve.
Tiene facciones delicadas, una nariz bonita, roja por el frío y pestañas largas adornando sus ojos negros. La piel del omega es muy blanca, sin imperfecciones, puede jurar que si la toca es tan suena como se ve.
Se pierde mirando los pequeños labios rosas moviéndose, diciéndole algo que no escucha claramente por enfocarse en su movimiento.
"Oye, ¿Naruto?" Lo mueve algo y por fin se concentra en sus palabras, saliendo de sus pensamientos "Ya llegó la enfermera con tu silla de ruedas" explica, dejándolo caer con cuidado en el mencionado artefacto.
Es una lástima no seguir a lado del Uchiha y la calidez enorme que transmite.
"Eres muy delgado, ¿Comes bien?" Habla mientras el Uchiha empuja la silla, desorientado de sus propias acciones.
"Siempre he tenido esta complexión" confiesa con la mirada levantada, concentrado en algo.
"Ah" es lo último que dice mientras es llevado al ascensor.
"Vivimos juntos, tenemos una casa y un gato" repite nervioso sin mostrarse en la firmeza que desprende todas sus oraciones.
"¿De verdad?" Naruto está emocionado y deja que su rostro sea una ventana en su alegría. "¿Cómo se llama nuestro gato?"
"Kurama"
"¡Que nombre tan más raro!, Estoy seguro que tú lo escogiste" llegan a la recepción donde los padres de Naruto esperan a que lleguen.
"Tú se lo pusiste, tonto" ríe y Naruto descubre algo, las esquinas de los ojos negros del omega se arrugan, y por un momento todo alrededor del azabache brilló intensamente. Parece como si todo el mal alrededor del hospital repleto de pacientes enfermos y personas con semblante tristes no existieran, sólo un montón de felicidad por la risa del Uchiha.
Sonríe, embelesado por el gesto contrario.
"Es lindo." Tal vez no parecía el tipo de persona con quien compartiría toda su vida, ni tampoco terminaba de creer que le gustara los hombres, pero si todos fueran lindos como Sasuke, puede entender su sexualidad.