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Nightmare (yoonmin - BTS) por DDJisoo

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Yoongi ha perdido el hilo de la charla animada de su abuela muchas veces por estar mirando a Jimin, quien sonríe de manera dulce a la señora Seo.
¿Acaso no ve lo que tiene en su espalda? Piensa Yoongi mientras revuelve su cena con los palillos, ¿sentirá el peso? Eso es claro por su postura que denota incomodidad, además mueve constantemente su cuello de un lado al otro para liberar tensión. Eso le preocupa, no ha estado un buen tiempo en casa y se encuentra con que la compañía de su querida abuela es un joven extraño, que quién sabe en qué cosas está metido para cargar esa especie de… ¿de qué? ¿Una sombra?, es una conclusión apresurada piensa, está seguro de que nunca ha visto una sombra con ese espesor de negro, es decir si la luz se fuera en este instante, Yoongi cree que podría seguir viéndola, y eso le causa escalofríos.

―¡Yoongi! ―sale de sus pensamientos al ser golpeado en un hombro por la señora Seo―. ¿En qué mundo andas que no puedes darle tiempo a tu abuela?

―Lo siento, me quede pensando en que deje algunas cosas inconclusas en Seúl ―su cerebro trabajó muy rápido para excusarse, no quiere empezar a preocupar a su abuela como en el pasado, siempre asustada por lo que Yoongi ve.

―¡Ah! ¿Enserio? ―la cara la mujer que antes era alegre se tornó preocupada―. No puede ser. Dime en qué te puedo ayudar, me dijiste que todo estaba arreglado.

Yoongi iba a contestar para tratar de tranquilizar a su abuela, pero fue interrumpido por un tímido Jimin.

―Si necesitas algo puedes decirlo, mi hermano está en Seúl, podemos avisarle.

―Oh no, yo puedo solo ―negó con demasiado esmero y pudo ver como la bonita sonrisa de Jimin se fue descolocando para abrir paso a la vergüenza, bajó la vista para evadir la decepción en su mirada cuando sintió un golpe en la pierna, por inercia busco el rostro de su abuela, quien le abría los ojos y le hacía gestos hacia Jimin.

―Es decir, no quiero abusar de su amabilidad, además son cosas insignificantes, tengo un amigo allí, que por cierto, vendrá unos días acá ¿recuerdas abuela? ―sin querer parecer obvio desvió de nuevo la conversación hacia la señora quien le reñía todavía con la mirada.

―Ahora que lo dices, debes arreglar el cuarto de huéspedes para él ―la mujer pareció preocuparse―. Debo lavar los tendidos, también limpiar el polvo.

―Yo me encargo de eso quédate tranquila, después de todo es mi invitado.

En eso, la abuela Seo empezó a hablar sobre la importancia de dar una buena impresión, a lo que Jimin pareció animarle, pues le seguía sin problemas la conversación e incluso sugería suavizantes para los tendidos.

Yoongi volvió a contemplar a Jimin, la sombra se ha mantenido estática todo el tiempo, no puede distinguir sus facciones, ojos o una boca si es que tiene, ¿Está dormido?

Volvió a bajar la mirada y empezó a revolver sus verduras, lo mejor será no tener mucho contacto con Jimin, aunque eso se le va a dificultar por lo que ha dicho su abuela, ese muchacho vive con su hermano en la planta inferior, así que al menos una vez al día se lo va a encontrar.
Resoplo y levantó la mirada al escuchar su nombre, pero fue recibido por los ojos de esa sombra. Un par de esferas rojas salpicadas con tonos naranjas le retaron, en ese instante Yoongi se levantó de la silla y de manera instintiva se alejó de la mesa llamando la atención de los presentes.

―¿Yoongi que te sucede? ―la abuela Seo se levantó para tomar entre sus manos el rostro de Yoongi, quien se concentró en ella, identificó el miedo en su mirada, solo ella puede reconocer el porqué de sus “ataques de ansiedad”, incluso Jimin se levantó y se acomodó junto a la señora, listo para sujetarlo por sí desmaya.

―Yo… ―cerró los ojos y trato de tranquilizarse, por cosas así es que se odia, viene a importunar la tranquila vida de abuela ―. Pensé que me iba a caer de la silla, ya saben, como cuando te da la sensación de que estás cayendo pero en realidad estás en tu cama ―finalizó con una risa nerviosa.

―¿Seguro que es eso? ―contestó la señora Seo―. Te pusiste pálido, es decir más de lo normal.

―¡Esto bien! ¡Muy bien! ―estiró los brazos y mostró sus palmas en sentido de negación luego sonríe de la manera más sincera que puede, haciendo que sus ojos se convirtieran en medias lunas.

―Válgame Dios, no me saques tremendos sustos jovencito ―volvieron a ocupar sus asientos, pero antes de acomodarse del todo, recibió un apretón en su muñeca por parte de su abuela es un claro: “Hablaremos de esto luego”:

―¿De verdad fue eso? ―la suave voz de Jimin lo obligó a mirarlo, para horrorizarse más al notar que esa sombra ya no está cerca de Jimin ¿A dónde se fue? ―. A lo mejor estás agotado por la mudanza y el viaje, no quiero sonar atrevido o algo, solo me lo pregunto, si, eso.

Yoongi asintió sin creerse capaz de hablar por el temblor de su cuerpo, quiere subir sus piernas sobre la silla y sucumbir ante el fastidio que le produce que esa cosa este arrastrándose por ahí.

Ese nuevo pensamiento fue suficiente para querer retirarse.
―De hecho, tienes razón Jimin mejor me retiro a descansar, además no he estado muy participe en la conversación y me siento apenado.

―¡Jo! Además no comiste nada de lo que te serví ―refunfuño la abuela Seo, a lo que Yoongi hizo una venia con su cabeza como disculpa.

―Yo le ayudo a limpiar abuela Seo ―dijo Jimin, mientras recogen los platos.

―Gracias, tu siempre eres un ángel.

Yoongi resoplo, quería decirle a su abuela que los ángeles no cargan una cosa diabólica en los hombros y actúa como si no lo notara.

―Si me disculpan, iré a mi habitación ―hablo mientras se encaminaba a pasos veloces a la planta superior de la casa.

―No te preocupes hijo, estas muy extraño, ―Yoongi reconoce el tono énfasis que pone su abuela en la palabra―. Ahorita te subo una sopita o algo.

Yoongi dio un beso en la mejilla de su abuela e hizo una venia hacia Jimin, quien le sonrío y correspondió el gesto. Sin perder más el tiempo subió por las escaleras y se dirigió a su habitación, al entrar y cerrar la puerta tras de sí se siente seguro, puede parecer algo tonto, pero cerrar una puerta siempre funciona para mantener a esos visitantes indeseables a raya.

Se recuesta en su cama y sonríe al darse cuenta que es verdad lo que su abuela había dicho cuando se encontraron en la estación, debía comprar una nueva cama porque sus pies quedan fuera de la que fue su lugar de descanso en la niñez. Pero aun así se siente cómodo, la textura es la misma y el aroma reconfortante a casa.
Porque sí, esta es su verdadera casa.

Y con eso mente sonrío, luego se ocuparía de Jimin, tiene que saber quién es y cómo es posible que cargue eso en sus hombros, aunque lo más probable es que él no lo sepa, pero por la manera en que se masajeaba el cuello, al menos sabe que si no lo ve, lo siente, como sea no puede confiar en ese chico con cara de niño bueno.

Normalmente son los peores.

Lástima es un chico apuesto, Yoongi se acomoda en posición fetal y sin darse cuenta el sueño lo vence, su último pensamiento antes de sucumbir al cansancio, es que después de todo Jimin tiene razón, está agotado de su salida de Seúl, de manera física y emocional.

 

_____________________________

 

Yoongi abre los ojos al sentir su sueño interrumpido por una fría corriente de aire, es incomoda y le hace doler la nariz. No sabe en qué momento se quedó dormido pero siente que no ha sido hace mucho, se incorpora en la cama y nota la cobija con la que fue cubierto, debió ser su abuela, lo confirma al ver un plato de sopa sobre su mesa de noche, su estómago protesta. Yoongi se incorpora para alcanzar el plato y saciar su hambre.

Toma un poco de sopa en la cuchara y cuando la lleva a su boca se da de cuenta de lo fría que está, después de todo sí durmió mucho tiempo. Hace un gesto de desagrado y decide ir a la cocina para calentarla, porque ¿Quién puede comer sopa fría?

Toma el plato y se encamina a la puerta, es increíble lo baja que está la temperatura, puede ver el vapor que sale de su boca, sus pies pulsan por la sensación fría que no se desprende ni siquiera del piso de madera. Qué incómodo.

Toma la perilla y parece por un instante que no va a girar, pero desecha ese pensamiento, la prioridad es apurarse a calentar su comida para volver a la cama y recuperar un poco de calor, abre la puerta todo está muy oscuro.

De pronto una sensación extraña se asienta en su estómago.

Da un par de pasos vacilantes, mientras deja que su mano libre se deslice por la pared buscando el interruptor, lo encuentra pero parece no haber luz, eso solo incrementa su desconfianza, lo mejor será dar la vuelta. Su intención se ve interrumpida cuando tropieza con algo y su plato cae al suelo rompiéndose, el sonido que crea es un eco fuerte para la estancia, el tipo de sonido que ofrece un lugar desocupado en su totalidad.

―¿Qué? ―Yoongi mira a su alrededor pero no puede ver gran cosa, la oscuridad es densa, le recuerda a la sombra que acompaña a Jimin y puede jurar que la ve por el rabillo de ojo.

No, no no no repite en su cabeza, se mueve de manera descuidada tropezando con algo y pisando otra cosa que lo hace quejarse, ¿Pueden ser los muebles del corredor? En qué momento los volcaron de tal manera que no escucho nada, y él no tiene un sueño tan profundo. Además su abuela no lo despertó, Yoongi se apresura a la habitación de la señora Seo, rogando porque este bien.

Encuentra la habitación pero no tiene puerta, solo quedan las bisagras que sujetan trozos filosos de madera, las cortinas están corridas así que entra la luz de la luna, la iluminación hace ver todo más tétrico, pero eso no es lo que asusta a Yoongi, es el estado del lugar, la cama está destrozada y los muebles rotos, la ropa está dispersa, como si una batalla hubiera sucedido en su casa.

¡Pero es imposible! Él no escuchó nada.

¿Dónde está la abuela? ¿Qué carajo pasó aquí? Yoongi se coge la cabeza y siente cómo se hiperventila, tiene miedo y está muy confundido. Sin esperar más vuelve a entrar a su habitación que está en perfecto estado, por un momento pensó que todo estaría destruido, se reprende a sí mismo, no deben haber pasado ni cinco minutos desde que salió de su habitación con la intención de ir a la cocina.

Se lanza sobre su cama y busca su celular, escucha el sonido de algo caer al suelo y se congela, aguanta la respiración esperando por otra señal, pero nada, de inmediato piensa en su celular y mira al suelo, lo encuentra allí, el ruido debió producirlo su teléfono al caer.

Lo prende e intenta hacer una llamada, pero no hay señal, gruñó frustrado, todo es extraño en casa siempre hay señal.

Desliza sus temblorosos dedos por la pantalla del celular, busca en el menú y activa la linterna. Toma un par de respiraciones profundas que le hacen doler el pecho y sale de su alcoba, tiene que haber alguien en la casa, no pudieron haberlo abandonado.

Ilumina el corredor y confirma sus sospechas, el lugar está patas arriba, las fotos en el suelo, la mesita con flores de su abuela no está, hay rasguños o eso parece en las paredes, se acerca y pasa los dedos por las marcas, se tensa al comprobar que los surcos son hondos. Empieza a reír y encuentra todo esto ridículo, parece que su casa hubiera sido profanada y él no escuchó nada, tiene que ser una maldita pesadilla.

Sin embargo tiene que investigar, porque esto se siente muy real. Se dirige a las escaleras y baja por ellas, la linterna en un gran círculo de luz que solo ilumina por donde él la dirige, no puede evitar recordar el estúpido juego que una vez Jin le invitó a jugar, solo se podía ver el camino por donde la linterna del arma de persona apuntaba, de vez en cuando algo salía de la nada en pantalla sacandole buenos sustos, Jin gritó mucho más que él.
Ese gallina.

Sacude su cabeza y agradece a sus pensamientos por ser tan oportunos y asustarlo más. Es Mejor pensar en cosas graciosas como las expresiones de Jin y de Nam Joon un vecino que lo visitaba de vez en cuando para jugar cada vez que les contaba alguna anécdota aterradora. Pero ni la mejor expresión de sus amigos podía alegrar lo que veía ante sus ojos.

La casa está completamente destrozada, ¿siquiera hay muebles? Mira con la boca abierta dirigiendo la linterna a cada rincón, pero sólo encuentra más destrucción, cree que perderá la cordura cuando ve un enorme agujero en una pared.

Esto es un sueño, despierta Yoongi, repite con malestar, las ganas de vomitar incrementan pero el nudo en su garganta las detiene. Pellizca su brazo y siente dolor… No puede ser.

―¡A…Abuela! ―grita pero su voz se siente espesa ―. ¡Jimin!

Un sollozo acompaña la última sílaba del nombre de Jimin, está decidido a salir de la casa por el hueco cuando escucha un grito.

―¡NO! ―el sonido le eriza el vello de la nuca, no reconoce al dueño de la voz, se da la vuelta pero parece que el grito vino de todas partes, escucha una fuerte respiración y los pasos de alguien correr con torpeza, empieza a dar vueltas sobre sí mismo iluminando con la linterna, su reparación se acelera al ritmo de los pasos, no ve nada ¡Maldición no ve nada! Su búsqueda termina cuando algo choca contra él y cae al suelo.

Su celular sale despedido y ve como la luz parpadea al estar girando sobre el suelo, creando figuras fantasmagóricas en el techo. Empuja lo que sea que cayó encima de él.
Va a correr hacia cualquier dirección cuando es empujado de nuevo, esta vez lo que lo hizo caer habla.

―Soy Jimin ―la voz salió temblorosa, Yoongi lucha un poco, pero se detiene al recibir un puño en la mejilla.

―¡Soy Jimin! ―repite alterado.

―¿Qué? ―la pregunta de Yoongi es interrumpida por la mano de Jimin que se posa sobre su boca y lo aprieta con más fuerza de lo necesaria lastimandolo.

―Debemos apagar la luz ―habla el chico sin quitar su mano―. Se dará cuenta de donde estamos.

Con dificultad se incorpora cuando Jimin lo suelta, y confirma que en efecto es él, cuando algo de la luz de la pantalla ilumina su rostro, pero no es mucho lo que logra ver ya que apaga la linterna, dejándolos en completa oscuridad.

Se deja hacer cuando Jimin lo sujeta y corre hacia algún lugar, Yoongi no sabe a dónde ya que no ve nada.

Siente que es empujado por los hombros y entra a la fuerza a algún sitio pequeño, se pega en la cabeza un par de veces, todo pasa muy rápido y lo desconcierta. Siente que Jimin entra con él, al parecer cierra una puerta y Yoongi solo puede pensar que están en la alacena de la cocina, donde su abuela guarda las ollas, también lo confirma el olor a grasa.

Ambos respiran de manera trabajosa, no hay intercambio de palabras hasta que Jimin prende el celular permitiendo que solo la luz de la pantalla los ilumine, Yoongi se sorprende, en efecto es Jimin pero se ve muy pálido, las ojeras que adornan sus ojos parecen verdes, sus labios están partidos y resecos, parece casi muerto.

―¿Qué haces aquí Yoongi? ―el tono que implementa para hacer la pregunta denota nervios con un deje de asombro.
―¿De qué hablas? ¿Qué pasó aquí? ¿Dónde está la abuela? ―se ve interrumpido cuando Jimin le hace un gesto para que guarde silencio.

―No hables tan alto, nos puede oír ―inhala y exhala―. ¿Qué haces aquí Yoongi?

―¿Quién nos puede oír? No entiendo de lo que hablas, dónde está mi abuela.
Sacude a Jimin al preguntar por la señora Seo, el chico aun lo mira asombrado y su boca no para de temblar.

―Es imposible ―responde en su lugar exasperando a Yoongi, quien no encuentra respuesta a nada―. Nadie había estado aquí conmigo…

―Jimin ―se coge la cara―. Explícame que…

Sus palabras son interrumpidas por un fuerte golpe en la puerta que saca un grito a ambos. Olor fétido golpea su nariz y tose, la poca luz proporcionada por el celular se extingue por lo movimientos bruscos de Jimin quien no para de gritar. Ambos ponen sus pies contra la puerta de la alacena tratando de tener los empujes de lo que sea que esté afuera, sus extremidades se doblan de manera incómoda por la fuerza de rebote.

La puerta se entreabre ligeramente en medio de la lucha y puede ver un destello rojo… Los ojos de esa cosa que estaba sobre los hombros de Jimin.

―¡Yoongi! ―mueve su cabeza por inercia hacia Jimin ―. ¡Golpéame!
Eso lo descoloco, iba a gritar abrumado por la situación, cuando de la nada los empujes se detienen.

―Tienes que golpearme Yoongi, él ya paro de jugar va entrar en serio, si nos atrapa…
―Pero, no entiend…

―¡Hazlo ya idiota! ―ni bien termina Jimin de pronunciar esas palabras cuando las puertas son arrancadas, el corazón de Yoongi brinca de manera dolorosa al ver ese par de ojos en la oscuridad, algo toca su tobillo y Yoongi se quiebra. Sin pensarlo mucho se da la vuelta y golpea con todas sus fuerzas la nariz de un Jimin que cae hacia atrás por el impacto, siente que son arrastrados un buen tramo cuando...

Despierta.

Yoongi se levanta de inmediato y se sacude, mira a todos lados y tarda más tiempo del debido en darse cuenta que está en su habitación, es de día, corre a la puerta y la abre de un tirón, todo está en orden.

Su casa está como siempre, las fotos, la mesita con flores, no hay marcas de rasguños en la pared. Se deja caer de rodillas y respira de manera acelerada, que pesadilla más real pasando el umbral de lo ridículo.

Se ríe un poco, su mente jugó mucho con él, incluso vio a Jimin… Todo es tan tonto y absurdo como el dolor de sus extremidades y el ardor en su tobillo. Yoongi sigue riendo pero con un deje histérico, arremanga la bota de su pantalón para confirmar que hay rastros de sangre y dos profundos surcos de cuando esa cosa lo sujeto para sacarlo de la alacena.

No entiende nada… Pero antes de perder la razón por completo cree que debe hablar con Jimin.

 

 

Notas finales:

Hola, la historia está disponible en Wattpad (Click)

Actualizaciones todos los domingos.


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