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Juego de Ases por SakuraChan

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Notas del capitulo:

Disculpen la demora <3

Capítulo 3: Yuuri

Un: “Lo siento Yuuri, tu prueba se la comió mi perro; pero tenías la máxima nota, no te preocupes” dicho con la más grande sonrisa fue suficiente para que a Yuuri se le crisparan los nervios. No es que fuera un obsesivo de tener todo ordenado, pero le gustaba mostrarles sus notas a sus padres. Su madre se alegraba mucho y, según Yuuri, su sonrisa podría iluminar hasta el día más obscuro.

Bueno, no se enfadaría por una prueba que no podía mostrar, pero igual era molesta la actitud despreocupada del suplente. Se trató de relajar respirando con suavidad y sonriendo. Phichit a su lado solo palmeó su hombro en su sutil forma de decirle: “calma Yuuri”.

Yuuri lo miró y sonrió, no podía no calmarse con el rostro sonriente de Phichit, así que se limitó a mirar la prueba de este, antes de que Viktor prendiese el proyector y pusiera una diapositiva llamada “Reglas básicas de ortografía y gramática”.

— En base a los resultados de sus exámenes he decidido avanzar en este tópico porque hicieron sangrar mis ojos. Con algunas excepciones, muchos tuvieron errores básicos. De hecho, mientras corregía sus pruebas pensaba: ¿En serio son alumnos de universidad? Luego pensaba que quizás me había equivocado, me metí al sistema y ahí estaban los mismos nombres, así que no era error mío por lo que volví a leer. No diré nombres, pero los genitales no se llaman “hoyos” y la palabra “hoyo” va con hache e y griega. Así que comencemos con el uso de la B y la V. — dijo el profesor provocando risas en los alumnos, hasta que se dieron cuenta que era real.

Yuuri se dispuso a lo que sería la clase más aburrida que había tenido; aunque debía reconocerlo, para ser un tema tedioso, lo estaba presentado de manera bastante didáctica. Mientras buscaba palabras terminadas en “bilidad” se giró hacia Phichit quien conversaba con Mila, una compañera que hoy estaba sentada a su lado. Y ahí en el cuello del moreno, casi orgulloso, lucía un chupón. El mayor alzó una ceja mirando curioso a su amigo.

—¿Hay algo que desees contarme, Phichit? — inquirió con una sonrisa, provocando que el otro se volviera a verlo de inmediato.

—¿Qué co…? Tengo un chupón, ¿verdad? — su mano se fue directo a tapar el lado incorrecto lo que ocasionó risas alegres en Yuuri.

—¿Me dirás ahora con quién sales? —  Yuuri llevaba meses queriendo saber quien era el novio secreto de Phichit.

—Debería contarnos a todos, señor Katsuki, ya que parece que eso es más interesante que terminar la tarea. — la voz de Viktor interrumpió la charla de los amigos que se apresuraron en terminar su tarea.

Terminando las clases, Yuuri se despidió con rapidez del moreno y corrió al restaurant donde trabaja de mesero, al menos quedaba a solo tres cuadras de la universidad y no tenía que correr tanto. Una vez llegó, entró por la puerta del servicio para luego girar hacia los casilleros. Sacó su uniforme y arrojó dentro del locker su mochila con ropa, colocándose la camisa blanca, el pantalón negro y el chaleco negro junto a la corbata, y se colgó el gafete con su nombre. Se dirigió directo a la cocina para loguear su entrada y luego fue a la pantalla al lado de recepción para revisar sus mesas. Miró la mesa 12 que brillaba con la señal de “cliente sin atender” así que se dirigió hacia allá con una sonrisa.

Llegó a la mesa, dos jovencitas lo miraron de arriba abajo antes de reírse y mirarse entre ellas. Yuuri se preguntó si acaso su uniforme estaba arrugado o sucio o con alguna mancha, pero estaba seguro que era el uniforme limpio que había sacado.

Aun así, preguntó que se iban a servir las muchachas con la mejor de sus sonrisas y anotó los pedidos, volteándose para escuchar como decían: “¿Te fijaste? Tiene un muy buen trasero” y la otra respondía “Me lo comería completo”, desatando el rubor del joven quien apresuró el paso.

Y esto era algo que detestaba Yuuri, ¿Por qué siempre tenían que hablar así de él? Suspiró ingresando los pedidos en la pantalla y revisó sus otras mesas. En lo que revisaba alguien posó sus manos en la parte baja de su espalda.

— Yuuri, ¿Te pusiste los pantalones ajustados por alguna razón? — una seductora voz de mujer sonó justo en su oído sobresaltando al muchacho que giró quedando de cara a la chica.
— ¡Sala! No me asustes. No me di cuenta, llegué con el tiempo justo y solo saque el primer uniforme — dijo ruborizándose. Con razón había llamado la atención de esas mujeres.

La mujer que estaba frente al chico era otra mesera. Ajustada falda negra que dejaba ver sus torneadas piernas y la blusa negra que dejaba entrever sus curvas. Sala era una más de las meseras que trabajaba en el mismo turno de Yuuri, llevaba meses tras el moreno, pero el chico era demasiado distraído para notar el sutil coqueteo de la morena. Para Yuuri era otra amiga más.

El día continuó, los coqueteos de los clientes le aburrían, ignoraban olímpicamente el cartel de “El garzón y la garzona no le sonríe por coquetearle, es su trabajo, respete”, pero al menos las propinas eran buenas.

Cuando terminó su turno fue a dejar su uniforme, al fin podía ponerse sus “aburridas” (en palabras de Phichit) ropa. Se despidió de sus compañeros y salió. Había sido un mal día, pero mientras caminaba calculó, igual podía gastar algunos trollares en un helado, no sería un helado de tazón de cerdo, pero al menos podría animarse con azúcar. Pagó la golosina y comenzó a caminar de vuelta a casa. Cuando llegó sus padres terminaban de cenar, su madre, una regordeta mujer de rostro amable, lo salió a saludar.

— Bienvenido a casa Yuuri, ¿vas a comer? — preguntó con una sonrisa.
— Estoy en casa. No gracias mamá, iré a dormir, mañana entro temprano a clases — igual había comido helado, así que Yuuri no necesitaba más. Con una sonrisa subió al segundo piso, dejó caer su mochila en el piso y miró el As de pica dibujado en la pared. Sonrió antes de conectarse a la computadora y, tras tapar micrófono y la cámara, abrió el navegador para entrar a la Deep web y así a la página de su Blogger favorito.

La entrada de Aria Vicino le había causado mucha curiosidad. ¿A qué se debería algo así? Aún le daba vueltas al asunto cuando cerró su computadora y mientras se cambiaba el pijama. Pero cuando se fue a acostar, no podía dejar de pensar en Aria y en las emociones que provocaba en él cuando lo leía. ¿Atracción intelectual? Quizás. ¿Romántica? No, no conocía a Aria, pero le gustaría hacerlo algún día…quizás algún día se atreviese a escribirle…

 

 

 

Trollares: divisa ficticia utilizada en el mundo tras la guerra

Agradecimientos a KatsudonKo por betear este capitulo <3


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