¡No podía dejar de mirar los dedos del moreno escribiendo notas! Le encantaba verle trabajar. Se centraba de tal manera que hasta para él era imposible. Rectificó algunas notas, puso algún grave más y prácticamente compuso toda la parte de la segunda guitarra a medida que escuchaba los acordes que Naruto tocaba.
Estaba terminando de cantar la última estrofa, cuando sus ojos se apartaron por primera vez de la partitura para ver esa sonrisa en el chico frente a él. ¡Era la primera vez que veía su sonrisa! Disfrutaba componiendo y tocando, de eso estaba completamente seguro. Detuvo sus dedos y el sonido de la guitarra empezó a mitigarse.
- ¿Qué ocurre? – preguntó Sasuke al ver que detenía el ensayo.
- Es que… estás sonriendo – sonrió Naruto.
- No digas tonterías, yo no lo hacía – se puso serio.
- Oh… me lo habré imagino entonces – dejó escapar Naruto, aunque sabía que no era cierto –. ¿Qué tal con la púa?
- Mejor que con los dedos – dijo Sasuke – echaba de menos tocar con púa.
- Me alegra escucharlo.
Sasuke le observó unos instantes antes de volver a la guitarra. Sin embargo, pese a que sus dedos se movían por las cuerdas mientras su cerebro pensaba en los siguientes acordes para armonizar con la melodía del rubio, sus ojos no paraban de desviarse a esa sonrisa que Naruto le dedicaba, todavía con los brazos colgando sobre su guitarra.
- ¿Qué? – preguntó Sasuke un poco malhumorado.
- Sí sonreías – volvió a repetir Naruto, levantando los brazos para colocarlos nuevamente en las cuerdas de su guitarra.
- Está bien… puede que sonriera un poco – confesó al final.
- Gracias por ayudarme – agradeció Naruto – eres el único que no me agobia con eso de que les enseñe mi movimiento.
- “Do sostenido menor con la novena añadida” – especificó Sasuke – lo conozco, bueno… quiero decir… sé tocarlo aunque no a tu nivel. No utilizo los mismos acordes que tú, y aun así… como te dije una vez, ese movimiento es tuyo, lo perfeccionaste y eso lo hace único. Yo no quiero imitarlo, sino sacar mis propios movimientos. Si quieres añadirlo a esta canción, por mí está bien, puedo buscarle un sitio en la composición, pero… si no quieres utilizarlo por estar cansado de que todo el mundo te relacione con él, tampoco pasa nada.
- Eres diferente a los demás – sonrió Naruto – me siento a gusto trabajando contigo. Ojalá cantases – susurró casi como si fuera un deseo personal, aun a sabiendas que ya hacía bastante sabiendo tocar la guitarra.
- Tú cantas bien – confesó Sasuke.
- Eso es porque no has oído mis agudos – se carcajeó Naruto – en graves estoy muy cómodo, pero cuando me toca cantar algo un poco más agudo… me salen unos gallos increíbles. Es mejor que nunca los escuches.
- ¿Es por eso que buscáis un vocalista para el grupo? Creo que podrías haber cantado también.
- Quiero centrarme en la guitarra y además… quiero a alguien que cante mucho mejor de lo que yo lo hago.
Ambos volvieron a los acordes. Sasuke seguía corrigiendo la partitura de Naruto y componiendo la suya propia para la segunda guitarra mientras Naruto tocaba lo que Sasuke iba escribiendo, haciéndole una idea al moreno y corrigiendo sobre la marcha cuando escuchaba algo que no cuadraba con su idea.
- Prueba con esto – dijo rectificando una de las notas que anteriormente había puesto.
- Madre mía – susurró Naruto –. ¿Te has propuesto romperme la mano? – sonrió.
- Eres capaz de hacer un “Do sostenido menor con la novena añadida”, podrás hacer este.
- Hacerlo sí… - confesó Naruto – lo que no sé es si lo haré sin romperme los dedos – sonrió con efusividad, lo que hizo que Sasuke también sonriera – vale… dame unos segundos para que me adapte a esto.
Tardó varios intentos, tocando primero con lentitud para adaptar sus dedos a esos nuevos acordes y tratando de ganar velocidad en los siguientes intentos hasta que consiguió sacar el sonido perfecto. La sonrisa salió involuntariamente al escuchar aquel sonido. ¡Era precioso! Desde luego la mejor estrofa que había escuchado en años.
- Wow – fue lo único que pudo dejar escapar Naruto.
- Sé que es un poco complicado, pero podemos poner un acorde mucho más fácil detrás de éste para que no pierdas la velocidad y quede todo armonizado…
- Sí, claro. Confío en tu criterio.
No podía dejar de mirar a ese moreno trabajando, hasta que él elevó los ojos encontrándose con esos dos zafiros que no le perdían detalle.
- ¿Qué pasa? – preguntó de nuevo Sasuke al ver que el rubio no dejaba de mirarle.
- Me preguntaba… ¿Por qué no eres estudiante aquí? ¿Por qué el conserje?
- ¿Has visto el precio de la matrícula de este lugar? – sonrió Sasuke con un toque orgulloso.
- ¿No tienes dinero para entrar? ¿Es eso? En parte, te entiendo… mi padre hizo muchos sacrificios para comprarme esta guitarra, también para llevarme a buenos conservatorios y…
- Yo no tengo padres – le cortó Sasuke como si no quisiera tocar ese tema.
- Lo… siento – fueron las únicas palabras que Naruto pudo dejar escapar.
***
- ¿Cuándo pensabas decirme que había audiciones? – preguntó Itachi, tirando un folleto sobre la mesa donde comían Sasuke e Ino.
- No pensaba decírtelo – sonrió Sasuke – es un tema de la escuela.
- Aquí si mal no he leído… pone audiciones libres. Puedes presentarte.
- La mayoría de los que se presentan tienen dotes para esto, yo trabajo fregando el suelo, limpiando ventanas y recogiendo papeleras. ¿Cuál crees que sería mi nombre artístico? ¿Mocho mojado? – preguntó con ironía, lo que hizo reír a Ino y cabrear a Itachi.
- No me vengas con tu sarcasmo, aunque ha tenido gracia tu pseudónimo. Mocho mojado podría triunfar. Hablando en serio, Sasuke… tienes talento, podrías presentarte.
- No puedo.
- ¿Por qué no?
- Porque Kabuto es el principal candidato a conseguir esa plaza.
- ¿Y qué?
- Que es el hijo del director de la institución y… que si yo me presento… él presentará cargos contra ti por lo de aquel día.
- ¡Venga ya! – se quejó Itachi – pues que los presente, me defenderé ante el tribunal.
- ¿Ah, sí? Por favor, quiero escuchar tu gran defensa. Sería algo así como… “Lo siento mucho, señoría, sólo hicimos allanamiento porque estábamos aburridos y nos pareció divertido hacer unos grafitis en las paredes del edificio”. Te van a acusar por vandalismo y eres reincidente. Te llevarán al reformatorio con sólo una queja más y Orochimaru tiene todo grabado en vídeo. Admítelo… estamos jodidos. Así que no, no me voy a presentar.
- ¿Y si te camuflo como un estudiante de otro centro? – preguntó Ino - ¿Tienes canciones que no haya escuchado Orochimaru?
- ¿Qué es eso de canciones que no haya escuchado? – preguntó Itachi confuso.
- Una larga historia, Ita… Te contaré en otro momento todo eso – intentó evitar el tema su hermano de cómo le robaban su voz y composiciones – sí, tengo alguna… de hecho… - susurró al recordar una en concreto – tengo una especial... cuando escuché a Naruto tocar esa canción en la que estamos trabajando… yo empecé a escribir una respuesta a su canción.
- ¿Qué? – preguntó Ino confusa.
- Es que… no sé explicarlo, él hablaba en su canción sobre la soledad que sentía, como si nadie le entendiese, es… - no sabía explicarlo – habla de sí mismo y la prisión en la que se ha convertido su vida desde que se hizo famoso… o es lo que yo entendí en sus metáforas, así que escribí una canción respondiéndole que lo entendía, no sé… es sólo una forma de decirle que lo he pillado, que estoy aquí y he entendido su mensaje, una chorrada – dijo sin más.
- ¿Lo pillaría? – preguntó Ino – ¿Si cantas eso? ¿Naruto sabría que es tuya?
- Posiblemente, porque sólo yo he ensayado con él esa canción. Nadie la conoce, la mantiene en secreto.
- ¿En qué estás pensando, Ino? – preguntó Itachi.
- En disfrazar a Sasuke, camuflarle un poco y meterlo en la audición con esa canción, haciéndole pasar por un chico independiente, quizá de otra escuela de arte o simplemente… un cantautor haciendo un casting. No deberían enterarse que es él.
Sasuke sopesó las posibilidades. En tres días terminaba el casting, en tres días debía decidir si se presentaba o no y sobre todo… si tenía opciones a alcanzar esa plaza al lado de Naruto. ¿Sería capaz el rubio de reconocerle aún disfrazado? Ahora dudaba. No estaba del todo seguro que pillase que esa canción era una respuesta a su propia canción. Quizá los acordes podría identificarlos si tocaba la guitarra y no solo cantaba. Su voz era desconocida para él, tenía más opciones tocando y cantando a la vez pero… hablaba de la vida de su hermano y de la alta posibilidad de que les descubrieran y acabase en un reformatorio. ¿Qué debía hacer?
***
Su hijo no paraba de moverse con nerviosismo por todo el despacho. Sabía que la situación le estaba creando esa ansiedad y que quería el puesto en la banda de Naruto a como diera lugar, él mismo quería que lo obtuviera, pero ya tenía a Sasuke trabajando en ello.
- ¿Puedes sentarte y calmarte? – preguntó Orochimaru.
- No… no puedo – confesó Kabuto - ¿Y si Sasuke se presenta?
- No lo hará. Sabe que llevaré el caso de su hermano al tribunal si se le ocurre presentarse a ese casting. Así que ahora relájate.
- Pero… es Sasuke, siempre hace lo que quiere.
- Sí, pero no jugará con la vida de su hermano. Es la única familia que le queda y lo adora. Todo está bien. Deberías pensar más bien cómo harás para hacer la audición con las partituras de Sasuke.
- Tengo la grabadora. Lo que me preocupa es si Naruto se fija en mis dedos y no los pongo en la posición correcta en cada momento. No puedo memorizar toda la canción.
- De eso ya me ocupé. Los jueces están lo suficientemente lejos como para que no vean tus dedos, pero sí te vean a ti. Así que sólo… finge que mueves los dedos en la guitarra y sobre todo… apréndete la canción y haz playback.
- Sigo sin fiarme de Sasuke.
- De acuerdo… haré algo con él para que no pueda presentarse al casting.
- ¿Qué has pensado?
- ¿No has notado cómo tose últimamente? Tengo un plan, pero ese chico no hará ninguna audición. Tampoco creo ni que se lo plantee, pero si te quedas más tranquilo… tengo una idea para evitarlo completamente.
- Las audiciones acaban en tres días – avisó Kabuto – casi no hay tiempo.
- Dile a Sasuke que venga al estudio de grabación de siempre.
Kabuto sonrió con malicia. Su padre siempre tenía buenas ideas y si decía que Sasuke no participaría en el casting… es que no lo haría. Confiaba en él, sin embargo, cuando salió por la puerta del despacho y llegó a la cafetería para buscar a Sasuke, lo encontró al fondo, junto a Naruto, que llevaba una bandeja de comida y pedía permiso para sentarse con ellos.
¡Ya no era sólo el prohibirle cantar! Tenía que alejar a Naruto de Sasuke como fuera, debía hacerlo para poder él estar al lado de ese famoso y fue entonces… cuando al sostener en la mano su propia grabadora, pensó en un brillante plan. ¡Ya les habían acusado por vandalismo! Por entrar en propiedad privada y tenían el vídeo de ellos destrozando los pasillos del edificio ¿Quién creería a Sasuke si le acusaba de ladrón? Todos pensarían que simplemente… seguía con sus fechorías. Así que sin más preámbulo, se dirigió a la taquilla de Naruto y la forzó para poder robarle algo.
¡No tenía nada de valor excepto su guitarra! Y eso no podía robarlo, era demasiado obvio. Sin embargo, sus manos tocaron algo de tamaño mediano, y al verlo, se sorprendió. Era una grabadora antigua, una de ésas de las que su padre le había hablado y que había visto en fotos. ¿Por qué Naruto tendría algo así cuando podía permitirse una digital y de menor tamaño, con el dinero que tenía? No creía que fuese valiosa y puede que no se percatase hasta un buen tiempo después de que le faltaba… pero servía para acusar a Sasuke. Ahora que estaban ocupados en la cafetería, era el momento de entrar en la sala de calderas y dejarla entre las cosas del moreno.