En el cuarto se encontraban Minho, Joon, Jaejoong y Amber. No se escuchaba ni un susurro, solo el respirar disparejo de los cuatro. Afortunadamente para ellos, los treinta minutos pasaron más rápido de lo que hubieran imaginado, ya que cada uno ideaba su estrategia para cada ronda. ¿Qué cocinarían? ¿Qué diseñarían? Sus mentes se encontraban totalmente enfocadas en sus futuras misiones, cuando se abrió la puerta de la habitación, sacando a cada uno de sus pensamientos y provocando que observaran entrar a los cuatro chicos que anteriormente se habían presentado.
– Bueno chicos, la logística de estas pruebas será la siguiente: – Hablo Jonghyun. – Los cuatro acompañaran a Onew a otra habitación, en la cual esperaran pacientemente su turno para cada prueba. Esto es para evitar que vean el desempeño que ha tenido sus contrincantes y de esa forma evitar que se confíen. ¿Entendieron todos? – Las cuatro personas sentadas, respondieron al unísono un “Si”.
– En ese caso, síganme, por favor. – Indico Onew. Abrió la puerta mientras los chicos se levantaban de su lugar para seguirlo. Minho observo de reojo a Taemin, quien se encontraba bromeando con Jong, aquello por algún motivo, lo hizo sentir un poco molesto, pero no pudo hacer nada al respecto, ni el comprendía lo que le pasaba.
Los cuatro participantes salieron de aquella habitación, Onew lo guio por aquel edificio. Subieron un piso, y los llevo a la habitación en la que tendrían que esperar su turno. Era una sala muy grande, decorada muy elegante, contaba con 3 sillones, 1 pantalla plana, equipo de sonido, una pequeña cocineta, en donde había bocadillos y bebidas, entre otras cosas.
– Siéntanse cómodos. – Habló Onew. – Pueden tomar lo que gusten, y usar lo que quieran dentro de esta habitación. No tengan pena y aprovechen, ya que su espera será larga. – Indicó con amabilidad el chico, antes de dejar la habitación.
Todos los presentes tomaron asiento, nadie convivía en aquella habitación. Minho decidió tomar asiento en un mueble algo grande, para de esa forma poder descansar, ya que la noche anterior no había dormido del todo bien por el arduo entrenamiento que tuvo. Se sentía muy confiado ante los diferentes retos que tendría que pasar, ya que se había preparado para todo aquello, sabía perfectamente lo que haría, así que, por el momento, descansaría. La puerta se abrió de repente, y por está entro Key con una carpeta en las manos. Con su pluma viajaba por la primera hoja de aquella carpeta, mientras parecía estar pensando.
Después de unos segundos en silencio, habló Key. – Veamos… el primero en iniciar con esta prueba será… – Hizo una pausa antes de indicar al afortunado. – Joon.
– Excelente. – Habló el afortunado primer participante, con voz confiada.
– Acompáñame, comenzaras de inmediato. – Dijo Key, para después tomar el brazo del chico y sacarlo de aquella habitación.
Tras cerrarse aquella puerta, Minho cerro sus ojos, quedándose profundamente dormido…
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–¿En dónde estoy? ¿Por qué no hay nadie más aquí? – Minho se encontraba en un parque, totalmente solo, era muy grande, pero la niebla a su alrededor no lo dejaba apreciarlo bien, de hecho, Minho no podía ver nada a su alrededor. Después de unos segundos, Minho pudo apreciar una figura que se abría paso entre la niebla, aunque no se apreciaba que o quien era, parecía que aquella “cosa” se acercaba con velocidad. Cuando pudo distinguirlo a unos 10 metros de él.
– ¡Taemin! – Grito, pero el chico pareció no haberlo escuchado. – ¡Taemin! ¿Qué haces aquí? – Volvió a llamarlo, pero no respondía. De la nada, Taemin se detuvo, dio media vuelta brindándole la espalda a Minho y comenzó a llorar. Aquello desconcertó demasiado al moreno, quien, al escuchar sus sollozos, sintió la necesidad de consolarlo, algo dentro de él quería protegerlo, evitar que llorara, ya que escucharlo de aquella forma, le dolía. El pelinegro camino en dirección a Taemin, pero por más que caminaba, no avanzaba, no podía llegar a él. – ¡Taemin! – Comenzó a gritar su nombre, con la intención de que notará su presencia en aquel lugar, pero parecía ser inaudible para el pequeño. Cada vez el llanto se volvía más desgarrador, Minho continuaba en su lucha por tratar de llegar a el, corría lo más rápido que podía, pero no avanzaba del mismo sitio, al contrario, cada vez Taemin se alejaba más y más. Minho se sentía desesperado, necesitaba ayudar al menor, no podía dejarlo de aquella forma, el escuchar aquellos sollozos hacía que su corazón se estrujara en su pecho causándole un dolo que le provocaba no rendirse. – ¡Taemin! – Gritó con todas sus fuerzas cuando lo perdió de vista. Solo podía escuchar su llanto desgarrador, aquello le molestaba, se sentía impotente en aquella situación, el solo quería llegar a él, y evitar que llorara de aquella manera, quería hacerlo sonreír, que no sufriera por nada.
– ¡Minho! – Escucho una voz, que no lograba reconocer, ni distinguir de donde provenía. – ¡Despierta! Es tu turno.
Minho despertó de un brinco y se topó con Onew, quien se encontraba sacudiendo su cuerpo con ligereza para despertarlo. – ¡Oh! Lo siento mucho. –Dijo el pelinegro con algo de preocupación, imaginando que Key estaría observándolo y descontando puntos de su evaluación. – Me quede dormido.
–¿Enserio? Créeme que no lo había notado. – Dijo con ironía Onew, riendo al terminar aquella oración.
– ¿Es mi turno?
– Si, eres el ultimo. Vamos, sígueme.
Salieron de aquella habitación y recorrieron el mismo camino por el que habían llegado a aquella habitación, para poder llegar al salón “misterio”. Al entrar, en su interior se encontraban Key, Jonghyun y Taemin. Minho no pudo evitar evaluar la vestimenta del menor en aquella habitación; aquellos pantalones entallados, y esa playera delgada que se pegaba al cuerpo del menor, solo hacía que el pelinegro pensara en lo perfecto que lucía en aquel outfit.
– Cierra la boca, o se te caerá la baba. – Dijo con burla Onew, quien noto aquella mirada que le dedico Minho al menor.
– Ja, Ja. Que chistoso.
–Yo solo trato de ayudarte. – Rio por lo bajo, para continuar hablando unos segundos después. – Bueno, veamos que deliciosa comida me preparas.
–Ya verás, ¡Te sorprenderé! – Dijo Minho con confianza. Por algún motivo, se sentía cercano a Onew, el chico le brindaba un sentimiento de comodidad a su alrededor.
Minho se dirigió al área asignada de trabajo, y comenzó a con su prueba. Saco los ingredientes necesarios del refrigerador, y comenzó con la preparación. Decidió preparar una ensalada de pollo, ya que parecía ser la preferencia de su “Juez”. Colocó el pollo a asar, mientras agregaba algunas especias a esté para marinarlo. Dejo el pollo cocinando, mientras comenzó a cortar y preparar los demás ingredientes: corto las manzanas en cuadros pequeños, al igual que los tomates y el queso manchego. Todo lo hacía con rapidez, lo que sorprendía a sus espectadores, mientras a Minho le causaba gracia sus caras de asombro, ya que consideraba que era muy normal lo que estaba haciendo. Preparo una rápida salsa que agregaría al final. Mezclo todos los ingredientes, y coloco la ensalada en cuatros platos, con una sencilla pero linda presentación, decorando el plato con la salsa especial. Toda la prueba le tomo menos de 20 minutos, lo cual dejo aun más sorprendidos a los jueces. Colocó los platos frente a sus respectivos dueños y dejo que degustarán su comida.
– ¡Wow! Admito que ganaste puntos por rapidez, me sorprendió mucho. – Comentó Onew. Los tres jueces restantes, esperaban a que Onew probara y diera su opinión de aquellos alimentos, para poder probarlo ellos.
– Es solo ensalada de pollo. Supuse que te gustaría. –Dijo con modestia el pelinegro.
– Primero lo probaré, y después de diré si tus suposiciones son ciertas. – Tomo una carpeta que tenia a un costado y comenzó evaluando el platillo por su presentación. Después de un minuto de evaluar su presentación, Onew probó aquella ensalada, y sin decir nada se dedico a vaciar información en su formato. Después de una larga espera para Minho, habló por fin. – Esto es… – Todos voltearon a verlo expectantes del veredicto. – Totalmente, lo más delicioso que he probado.
– ¿En serio? – Minho no creía aquello, ya que le parecía un platillo muy sencillo.
– ¡Es enserio!, si no me crees, que los demás lo prueben y te digan. ¡Taemin! Prueba. – Indico Onew y el menor no se hizo del rogar, probando el platillo frente a él. – ¿Qué te parece?
– ¡Wow! Hyung, esto es delicioso. – Dijo Taemin, mirando a Minho con sorpresa. Minho no pudo evitar perderse en los ojos del menor, y en el hermoso rostro del chico, que provocaba en él una inmensa ternura. – Hyung, si llega a ser mi nuevo guardaespaldas, tendrá que prepararme cosas igual de deliciosas todas las mañanas. – Taemin inconscientemente habló de forma tierna, mientras suplicaba con los ojos que el chico accediera; por su parte, para Minho, aquella reacción fue su perdición.
– C..claro que sí. – Fue lo único que pudo salir de sus labios, ya que no podía pensar con claridad, debido al menor.
– ¡Eres el mejor Hyung! – Taemin estaba a punto de abrazar a Minho, cuando Key interrumpió el momento.