Choi Minho: 21 años, alto, apuesto, bien trabajado, ojos cautivadores, hijo de los dueños de la principal competencia de la cadena LeeMin, Corporativos Choi. Tanto el Corporativo Choi, como la Cadena Empresarial LeeMin, se dedican a importar y exportar toda clase de productos; es por eso por lo que sus empresas han sido rivales desde su creación. Lo único que diferencia a estas dos Cadenas es que los Corporativos Choi, no siguen leyes, trabajan debajo del agua, atribuyendo la corrupción e inseguridad en Corea del Sur. Trafican todo tipo de armas, drogas, animales, entre un muy basto repertorio de productos ilegales.
Desde el nacimiento de Minho, su destino había sido escrito y marcado; ya que su misión en la vida es lograr terminar aquella rivalidad, eliminando del juego a la Cadena LeeMin. Por este motivo desde pequeño fue entrenado para poder realizar cualquier tipo de actividad, desde actividades administrativas de la empresa, hasta el trabajo sucio de nuestros gánsteres. Toda su vida ha tenido una única meta, eliminar al único heredero de la Cadena rival, Lee Taemin. Minho es un chico demasiado competitivo, si quiere algo, lo consigue sin importar las consecuencias ni circunstancias; para el, no hay nadie que pueda vencerlo, y por ese mismo motivo es que se planea encargar de el joven Taemin. Los padres de Minho han intentado de todo para deshacerse de aquel “chiquillo”, como suelen decirle, pero simplemente nunca lo consiguen. Por ese motivo Minho ha estado preparándose especialmente para esta misión desde hace más de dos años, estudiando actuación e inventando una falsa vida, en la que ha estudiad en las mejores escuelas alrededor del mundo, con las mejores calificaciones, etc. Todo esto, debido a que están conscientes que llegará un momento en el que necesiten reclutar a más agentes para la protección del menor y esta decidido que ese nuevo agente será Choi Minho. Y para su fortuna, el día había llegado, la Cadena LeeMin estaba en busca de un nuevo agente, para integrarse a su equipo.
El día, para el que Minho se había preparado tanto, había llegado. Su plan era “simple”:
Paso 1.- Lograr quedar seleccionado como el nuevo agente.
Paso 2.- Cuidar al niño para ganar su confianza.
Paso 3.- Al tener la confianza de los demás, secuestrar o matar al niño; eso lo decidirán sus padres cuando llegue el momento.
Si Taemin muere, debido a que no hay otro heredero legal, la empresa pasara a ser del gobierno, y cualquiera puede volverse acreedor de ella. La otra opción es al secuestrar a Taemin, obligar a que sus tutores legales les otorguen legalmente el poder de la Cadena LeeMin. Y si Minho logra su cometido, se volverá el acreedor del Corporativo Choi.
Durante los últimos años, Minho se ha encargado de estudiar todo lo relacionado con aquel menor: que le gusta, que le disgusta, quienes trabajan con él, su vida, su entorno, todo. Había algo que llamaba la atención del pelinegro, y es que, a pesar de haber estudiado toda su vida en casa, parecía ser demasiado inteligente, pero a la vez, al tener gustos tan infantiles, no comprendía bien que tipo de persona sería.
Yoona trabaja para Minho, esa chica siempre habla de lo lindo que es Taemin y a la vez de lo sexy que a su parecer es. Siempre pide permiso para juguetear con el menor antes de matarlo. Ella y Minho son mejores amigos desde hace más de 10 años, y aunque muchos llegarían a pensar que habría algún tipo de atracción entre ellos, eso simplemente nunca ha ocurrido.
Y fue así como comenzó la Fase 1, de su plan maestro: Entrar de encubierto.
Aquel día, Minho decidió vestir un pantalón negro entubado, una camiseta gris con manchas blancas, y una chaqueta negra, con una boina negra; a Minho le gustaba vestir bien. Salió de su mansión, la cual era mucho más pequeña que la de Taemin, pero aún así era muy grande. Al llegar a su destino, Minho bajo del auto. En la entrada lo esperaban aproximadamente 20 guardias, quienes inspeccionaban a toda aquella persona que quisiera entrar al condominio de los Lee, para de esa forma prevenir cualquier posible amenaza a Taemin. Después de pasar por aquella inmensa fila de guardias, dejo que las flechas que se encontraban por todos lados lo guiaran a su destino. Rodeo un gran edificio que suponía era la residencia en donde vivían los agentes, y posiblemente su objetivo, el camino fue mucho más largo de lo que esperaba. Cuando termino de rodear aquel gran edificio, vio a unos 50 metros, otro edificio que parecía ser a donde aquellas flechas lo guiaban. Agotado llego a su destino, en el cual ya había una larga fila de aspirantes, quienes no vestían la gran cosa, examino a todos sus contrincantes con la mirada y solo uno de ellos parecía una ligera amenaza a su plan; un chico llamado Joon. La fila avanzaba mucho más rápido de lo esperado, y de todos los aspirantes solo había visto salir a tres con un semblante victorioso, lo que le hacia creer que la competencia sería poca.
Después de esperar, había llegado su turno de entrar en aquel cuarto. Al entrar, se dio cuenta de que el cuarto estaba casi totalmente vacío, a excepción de una silla en el centro, la cual suponía seria su lugar, y una mesa con tres personas sentadas detrás de ella. Examino con determinación y rapidez a cada uno, cuando accidentalmente se topo con la mirada del ultimo chico, viéndolo directamente, por su apariencia, supuso que el era su objetivo. No pudo evitar sentir algo de ternura al ver su reacción al toparse con su mirada, por lo que soltó una leve risa para el mismo. Minho entro con determinación y tomo lugar en la silla central de la habitación. El chico de mirada felina le indico que se presentará, a lo que Minho reaccionó de inmediato.
– Mi nombre es Minho. – Dijo con seriedad, pero tratando de lucir calmado, observando a Key, quien, a su impresión, era el que decidía quien pasaba o no a la siguiente ronda.
–Mmmmmm – Key lo examinaba con la mirada, mientras su novio examinaba su expediente.
– Creo que es el indicado. – Dijo el chico musculoso, al de mirada felina.
– ¡Eso lo juzgare yo! – Exclamo algo desconfiado Key.
– Key – Lo llamo Taemin, a lo que inmediatamente Key cambio su expresión y forma de hablar a una más dulce y tranquila.
– ¿Qué sucede baby? – Aquel cambio radical en el chico, desconcertó a Minho, quien solo pudo pensar en la bipolaridad del chico de mirada felina.
– Tengo sed. – Comento algo apenado Taemin, viendo de reojo al pelinegro, para después regresar su mirada a Key.
– Disculpen. – Interrumpió Minho con cautela. – ¿A quién de ustedes es al que deberé de proteger en caso de ser seleccionado? – Cuido cada palabra que decía, ya que tenía que tratar de dejar una buena impresión para no arruinar su plan.
– So…soy yo. – Tartamudeo Taemin un poco nervioso, la presencia de aquel chico lo ponía nervioso.
Minho se acerco a la mesa, con dirección a Taemin, extendió su mano para estrechar la de Taemin. – Mucho gusto. Soy Minho, un placer conocerte. Espero me seleccionen para protegerte. – Dijo aquello con amabilidad y una gran sonrisa en el rostro.
Taemin por su parte, acepto aquel saludo, estrechando la mano ajena. Al sentir el tacto del menor, Minho sintió un ligero escalofrió que erizo su piel, la mano de Tae le parecía tan cálida que lo desconcertó. – Mucho gusto. Yo soy Taemin. – Le dedico una amplia sonrisa, con un ligero sonrojo en sus mejillas, lo que dejo sin habla al pelinegro. En ese instante Taemin le pareció tan delicado, tan tierno, tan… perfecto.
– Minho, Yo soy Key. – Interrumpió, sacando a Minho del pequeño trance en el que se encontraba, haciendo que aclarara sus pensamientos; él estaba ahí para deshacerse de Taemin, no para protegerlo. – Yo seré quien juzgue si eres capaz de proteger a mi pequeño retoño. – Hablaba con desdén el de mirada felina.
– Cariño~ – Lo llamo Jong. – Es perfecto, mira su expediente. – Extendió la carpeta a Key, para que esté la examinara.
La cara de Key mostró un gran asombro al leer el expediente. – Parece ser que tienes razón. Si esto es verdad, estas muy bien preparado. – Aquello ultimo se lo dijo a Minho a los ojos.
– ¿Key? – Hablo de nuevo Taemin.
– ¿Qué paso bebe? – De nuevo ese cambio drástico de personalidad.
– ¿El también esta seleccionado? – Pregunto con un poco de vergüenza, viendo de reojo al pelinegro.
– Al parecer, ese es el caso baby. Pero aún tendrá que pasar otras pruebas si quiere ganar el puesto. – Amenazo a Minho. – A pesar de que pareces muy preparado, hay algo en ti que no me termina de convencer. Solo quería que lo supieras.
– Pasare cualquier prueba que me pongan, solo dime ligar, fecha y que tengo que hacer. No te decepcionare. – En su mente le causo risa aquella desconfianza, ya que, en efecto, su misión era deshacerse de aquel chico de cabello rojizo.
– Ya lo veremos. – Retó Key. – En dos días tendrás que venir a este mismo edificio, al entrar pregunta por el salón misterio. Ellos te darán indicaciones. Y la prueba será sorpresa, así que no vengas esperando algo sencillo.
– Me parece perfecto. – Respondió Minho con una amplia sonrisa llena de satisfacción al haber pasado la primera etapa de selección. – Hasta entonces. – Minho hizo una ligera reverencia a manera de despedida, para después encaminarse a la salida, pero una mano lo detuvo antes de salir de la habitación. Era Jonghyun.
– Ven preparado para cualquier cosa.
– ¿eh? – Minho no logro comprender muy bien que quería decirle con aquello.
– Solo hazlo, tomado como un consejo. Te deseo suerte. – Jonghyun regreso a su lugar.
Antes de salir Minho observó una última vez al chico pelirrojo, quien en ese momento se encontraba jugando con sus dedos, riendo y hablando en voz baja. Aquella escena le provoca una inmensa ternura, al punto de no poder evitar sonreír. Aquella sonrisa solo duro un mini segundo, ya que cayo en cuenta de lo que estaba haciendo.
– ¿Por qué putas sonrió? – Se cuestionaba en sus pensamientos. – ¡No entiendo que me pasa! Ese niño tiene algo, algo que hace que reaccione de forma inconsciente al verlo. ¡Ah! ¡Minho, concéntrate! No te distraigas, recuerda, estas aquí por una misión. No le des importancia a estas cosas.
Salió de aquel lugar con dirección a su hogar, pero en todo el camino no pudo evitar cuestionarse, por que había reaccionado de aquella manera. Por que ese pequeño le había provocado ternura. No podía entender lo que pasaba por su cabeza.