Estoy esperando la llegada de Harry desde la mañana, a este paso me quedare calvo de los nervios, no puedo imaginar cómo será tener a un pequeño Harry correteando por toda la casa, comprándole juguetes y golosinas; es como una oportunidad de vivir, aunque sea en escaso tiempo, lo que debí vivir junto a él; una sonrisa nerviosa escapo de mis labios, no puedo creer lo que sucede, hace poco jamás podría ni imaginar algo así.
El único inconveniente es Snape, él y su maldita actitud de detestar todo, el y su maldito afán de estar en cada parte de mi vida, él y todo su odio hacia mí, él y su forma Slytherin de hacer todo, él y todos esos recuerdos.
Escuche como vibraban las protecciones, me dirigí rápidamente a la chimenea y allí estaban, por un momento quede impresionado con la imagen ante mis ojos, digo cuantas veces podrías ver al frio Severus-sin expresiones-Snape con un pequeño de no más de 5 años, fuertemente agarrado de su cuello, en sus brazos protectoramente, es como ver a un padre con su pequeño hijo.
– ¿Qué miras Black? – su tono denotaba total fastidio
– Buenas tardes señor Black – dijo un rubio de ojos color plata del que no me había percatado, me recordó a alguien tan desagradable. – Mi nombre es Draco, Draco Malfoy – ¡Malfoy! Como no es idéntico, esto no podría ser peor, estiro su mano y yo la estreche cortes.
– Es un gusto – Me aparte y mire a Snape exigiendo una explicación.
– ¿Te quedaras ahí como si nada? – me aparte un poco indicándoles que siguieran.
– Pasen. – Note que Malfoy era el único que traía equipaje.
Me acerque lentamente a ellos y puse suavemente mi mano en el hombro de Harry – Hola Harry, mi nombre es Sirius Black.
– Hola – dijo el tímidamente, tan suave que casi no lo oigo. Snape lo dejo en el sillón y se sentó a su lado.
– El joven Malfoy ayudara con el cuidado del niño, ya que estuvo implicado en el incidente. – Mire al joven que solo se sentó totalmente erguido, es tan igual a su padre, me desespera. – Espero que no sea inconveniente, digo siempre podríamos volver a Hogwarts.
Maldito Snape siempre retándome – No hay problema alguno Snape, hay suficientes habitaciones, por favor señor Malfoy siéntase en casa, gracias por ayudar – Snape frunció el ceño, es idiota si cree que dejare pasar esta oportunidad solo por un mocoso Malfoy.
– Gracias Señor Black – dijo en tono seco.
– Muy bien – Esta vez Snape se dirigió a Harry quien siempre lo miraba atento – Debo salir un momento, te quedaras con Draco ¿Esta bien Harry?
– S-si… – ahora entiendo lo que dijo Dumbledore, es obvio que no está de acuerdo pero no rechista nada.
– Escucha Harry, solo iré por algo de ropa y algunas cosas, te prometo que volveré muy pronto ¿Te portaras bien?
– S-si Seveus – quizá Harry está a punto de llorar, pero no lo hace, sentí como se estrujaba mi alma, ¿Un niño que no se permite ni llorar?
– Muy bien, no demorare nada, Draco cuida bien de Harry.
– Adiós Seveus – se lanzó un poco a él en un corto abrazo.
– Volveré pronto – Snape acaricio suavemente su cabeza y se fue.
Harry estaba al borde las lágrimas, la tristeza se reflejaba en su rostro, disminuyo un poco cuando el joven Malfoy se acercó hablar con él, pero Harry seguía mirando por donde salió Snape.
– Kreacher ven aquí. – El elfo apareció rápidamente – Guía al joven Malfoy a una de las habitaciones principales – me alegra haber mandado a los elfos a limpiar todo.
– Si amo.
– Joven Malfoy puede dirigirse a desempacar sus cosas, Kreacher lo guiara a su habitación. – pareció dudarlo pero finalmente después de unas palabras a Harry siguió al elfo.
Harry ni siquiera me miraba solo se enrollo más hacia él, pasaron los minutos, ahí detalle bien todo de él, un cuerpo demasiado delgado con ropa holgada, una pequeño saco y pantalones grandes, pequeñas bolsas moradas bajo sus ojos, melena indomable como la de James y como no inconfundibles anteojos.
– Harry – el nombrado se sobresaltó al escuchar su nombre, me arrodille frente a el – Sabes yo era el mejor amigo de tu padre, él y yo éramos inseparables – se notó más interesado en la conversación
– ¿Eras amigo de papá?
– Si, James yo éramos como hermanos, aun mas, cuando naciste me hizo tu padrino, ese fue el día más feliz de mi vida – dije con una gran sonrisa, el abrió mucho los ojos.
– ¿Enserio?
– Si, por eso no debes temerme, yo soy tu familia – el escuchar eso Harry se apartó un poco y empezó a temblar – ¿Qué sucede Harry? – me asuste cuando hundió su rostro entre sus piernas y comenzó a llorar, Salí en busca del heredero Malfoy.
Cuando subí la puerta estaba abierta – Harry está llorando mucho – el joven Malfoy salió en busca de él, cuando bajamos no estaba en ningún lado
Empezamos a buscar y cuando ya me estaba desesperando empecé a alzar un poco la voz llamándolo
–Señor Black, por favor no haga eso, Ha…Potter se asustara mucho más-
– ¿a qué se refiere?
– El suele hacer esto cuando Severus no está – paso la mano por su rostro – se esconde cuando tiene miedo y si lo grita no saldrá nunca.
– Yo… lo siento
– Harry ¿Puedes salir? Jugaremos un rato, ven – dijo el joven Malfoy alzando la voz pero en un tono amistoso, algo que jamás pensé escuchar, pues Lucius solo se dirigía a mí con tono despectivo.
– ¿Qué está sucediendo Draco? – apareció Snape con algunas maletas
– Lo siento padrino Harry volvió a esconderse.
– ¿Por qué?
– No lo sé.
– Yo estaba hablando con él, solo le dije que conocía a su padre y que era su padrino, su familia y que no debía temer – Snape volteo a verme con el ceño fruncido.
– ¿Puedes ser acaso más idiota? – este maldito de Snape ¿ahora que hice? – Harry he vuelto, por favor sal – no hubo respuesta. – Harry.
– ¿y ahora que haremos padrino? – este pareció pensárselo y empezó a abrir algunas puertas, cuando abrió la de un pequeño armario de limpieza, se introdujo y saco al pequeño Harry.
– Es de mala educación no contestar cuando se te llama.
– L-lo siento S-seveus – Harry sollozaba un poco
– Harry quiero que entiendas algo, mírame – Harry limpio sus lágrimas y lo miro – nadie aquí quiere hacerte daño. ¿Recuerdas los amigos que hiciste en Hogwarts?
– Como Draco y Herm.
– Así es Harry, aquí también es igual, nadie te hará daño solo quieren cuidarte, además yo estaré contigo – Harry pareció tranquilizarse con esto. – así que no hay razones para temer.
– Este bien Seveus, lo siento.
– Muy bien, vamos a comer algo, debes estar hambriento.
– ¿La prepararas tu como la otra vez?
– Si
– Esta bien Seveus – y sonrió, como solo un ángel podría hacerlo, solo por una comida nos acaba de regalar la sonrisa más pura que haya visto
Después de la cena sorprendentemente deliciosa, la cual sé que Snape estuvo a punto de no servirme, Harry se sentó un rato quieto mientras que Snape leía, era realmente tranquilo o cohibido me atrevería a decir, a veces se acercaba al heredero Malfoy y jugaban con magia, cuando me les uní Harry parecía plenamente feliz, todo se desarrolló en calma era como un sueño, reía tímidamente y jugaba con mi magia. Ya entrada la noche empezó a bostezar y rascar sus ojos.
– Bueno, hora de dormir. – Harry se dirigió hacia Snape lentamente y este lo alzo
– Kreacher toma el equipaje de Snape y llévalo a la habitación de Regulus. – subimos todos, con Snape a la cabeza, para mi sorpresa sabia donde era la habitación, cuando ya estuvimos allí Kreacher se retiró dejando un poco de leche tibia
– Que descanses Harry, mi habitación está a dos puertas, en la mañana nos veremos – Malfoy se retiró a su habitación.
– También prepare una habitación para Harry.
– No es necesario – empezó con un movimiento de su varita a ordenar las cosas
– ¿De qué hablas?
– Y-yo quiero quédame con Seveus, po favo
– Ya escuchaste
– Esta bien Harry, si es lo que quieres. –parecía a punto de caer totalmente dormido. Snape lo cambio rápidamente a una pijama que le quedaba algo grande, aunque fuera rápido note las marcas en todo su cuerpo, me exalte y me acerque Snape me mando una mirada que denotaba en todo sentido ‘’ ¡Cállate!’’
– ¿Podrías leerme algo? – Pregunto Harry tímidamente y Snape solo asintió.
Salí de la habitación deseándole dulces sueños, sin embargo me quede fuera del cuarto escuchando como Snape le leía un cuento, todo esto parecía improbable, Snape leyendo cuentos de buenas noches, el solo pensarlo me hace reír, pero no puedo dejar de pensar en la cicatrices.
Espere fuera de la habitación, luego de 10 minutos a lo máximo, salió Snape con algunos frascos.
✧ ✧ ✧ ✧
– Black llévame al laboratorio de pociones – este solo asintió y empezó a caminar, sé que el idiota se muere por preguntar ¿acaso no es obvio?
– Aquí es. – abrió una gran puerta negra.
– Bien – entre y comencé a instalarme, Black no se iba así que simplemente lo ignore y proseguí a comenzar la poción
– ¿Por qué la haces a esta hora?
– Debe dejarse reposar mínimo 10 horas
– Mmmm ya veo ¿Cuánto tardara Harry en volver a su edad?
– No lo sé – conteste de manera tosca – Ya puedes irte Black.
– Sobre las cicatrices…
– Realmente ¿No te das una idea?
– Si, digo no, algo así simplemente no puedo creerlo.
– Pues créelo es tal como lo parece.
– ¿Cómo es que paso algo así?
– Así es la vida.
– Es solo un niño – dijo con furia alzando la voz y me miro con rabia – ¿cómo puedes decir algo así sin una pizca de sentimiento?, simplemente tenías que ser un Slytherin.
– ¡Cállate Black! – Dije algo más suave – entiende idiota, hay gente así, gente a la que no le importa si es o no un niño, claro alguien como tu jamás lo entendería.
– Claro personas como tú, Mortifagos, no les interesa si es o no un niño, lo matarían y torturarían sin dudar – Estúpido Black.
–Te recuerdo que fueron tus tan preciados Muggles los que le hicieron esto. Lárgate déjame trabajar – escuche un suave ‘’idiota’’ antes de que se fuera
Termine rápidamente y me dirigí a la habitación, cuando entre me cambie con un movimiento de varita y me recosté con Harry,
Todas las noches sin excepción desde que estoy con él, maso menos 2 veces en la noche me despertaban sus gritos con frases como ´´ Por favor no, seré bueno’’ ‘’ya no más por favor’’ cada que empezaba a llorar yo simplemente acariciaba un poco su cabeza.
Entro Black bastante alterado – Shhh idiota lo despertaras – susurre muy bajo, Harry comenzó a sollozar más y más, Black se acercó muy despacio y vio a Harry un poco asustado, empezó a sobar su espalda susurrando una canción.
♪ ♪ ♪ Oh sleep, sweet babe,
Though the snow is cold and deep around,
Just sleep, dear babe, ♪ ♪ ♪
Después de esa larga y extraña noche la siguiente semana paso así, hacia la cena de vez en cuando porque Harry me lo pedía, él y Black parecían más unidos y este iba a cantarle a Harry cada noche cuando escuchaba sus gritos, que fueron disminuyendo.
Harry a veces leía con Draco o simplemente se quedaba dibujando en el laboratorio encerrado conmigo, mientras yo hacia su poción y experimentaba con otras tantas, cosa que Black odiaba, se notaba su enojo cuando Harry pasaba tiempo conmigo lo que desencadenaba en constantes discusiones.
– Te digo que él no debe pasar tiempo aquí es peligroso.
– Solo es peligroso para idiotas como tú, lárgate.
–Te recuerdo que esta es mi casa, bien puedes largarte tu idiota.
– Pues si ese es el inconveniente me voy – dije en tono sereno. – creeme, estar en tu presencia es un total calvario.
– Hazlo, el sentimiento es mutuo– dijo con irritación.
Escuche un sollozo desde la puerta, cuando volteamos a ver Harry estaba ahí.
– Por favor no te vayas Sev… – corrió a mi lado. – si te vas llévame contigo. – voltee a ver a Black con burla
– No es mi decisión, esta no es mi casa.
– No seas tonto Snape, solo era un juego – dijo el chucho idiota mientras rascaba su nuca – No te preocupes Harry a Snape y a mí nos gusta bromear así – puso su mano sobre mi hombro en señal de camaradería y me acerco a el
– Ohhh – nos miraba fijamente – ¿enserio? – me miro confundido.
– Si Harry, ahora ve con Draco.
– Esta bien Sev – sonrió alegre y se dirigió a la sala
Lo observamos irse aun en la misma posición, ahora Harry tenía ese hábito, llamarme Sev igual que Lily, los recuerdos inundaron mi cabeza y por un momento me perdí en mis pensamientos, cundo volví en mi note en la posición que estábamos.
– ¿No piensas soltarme Black? – me soltó bruscamente.
– Perdón – lo ignore – ¿Tregua?
– ¿Qué?
– Dije ¿Tregua?
– Te escuche – rodé los ojos – ¿a qué te refieres?
– Ya sabes, estar en paz en lo que esta situación acaba, digo, no quiero que Harry se sienta mal.
– Tu eres el que se la pasa molestando Black.
– Y tú no dudas en soltar comentarios mordaces – lo pensé, tampoco es como si quisiera estar peleando todos los días.
–Está bien, tregua o lo que sea.
– ¡Bien! Ah ¿Podrían dejar de llamarme Black? Harry me llama así porque ustedes lo hacen, es frustrante.
– ¿Por qué debería?
– No es que debas, Snape – se recargo en el muro que daba a la puerta, supongo viendo Harry con algo de tristeza – es una petición.
– Bien, pero tú mismo pídeselo a Draco.
✧ ✧ ✧ ✧
¿Quién lo hubiera dicho? Harry es el niño más calmado que he conocido en mi vida, digo cómo puede un niño siquiera exigir comida, o hacer un pequeño berrinche cuando tiene sueño, es casi perturbador, como si quisiera que no lo notaran.
– Severus está algo ocupado con el desayuno ¿Vamos a bañarte?
– ¿Puedo esperar a Severus?
– Te dejare jugar en el agua.
– Este bien Draco – me sonrió ampliamente.
Así es Harry, temeroso de mostrarse, es la primera vez que veo sus marcas, me siento tan idiota, era la vida diciéndome ‘’has sido un hijo de perra’’, mi padrino me pidió bañarlo y vi cada cicatriz, algunas largas y otras más profundas, todas igual de dolorosas y duras en su momento ¿Cómo es que el sufrió tanto y yo solo fui un idiota con él?
– Cuando otros adultos me ven hacen la misma cara – comenzó a señalar su cuerpo – fueron mi culpa, esta y esta fueron por usar los juguetes de Dudley – señalo una gran cicatriz en su pierna – está por ser un mal niño y hablar mucho. – dispuesto a seguir no pude soportarlo más.
– No Harry, ninguna fue por tu culpa – enjuague su cabello suavemente – Así que yo jamás dejare que algo así te vuelva a suceder, Harry, puedes pedirme lo que quieras, puedes ser consentido y enojarte o llorar, nadie te va a lastimar de nuevo ¿Está bien?
– Si Draco, tu siempre me tratas bien – UGH! Golpe bajo. – ¡Eres mi mejor amigo!
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Harry se encontraba persiguiendo algunos animalitos que Draco creo con su varita, solo ha pasado una semana y media desde su llegada, pero se ve más relajado, confiado y sobre todo feliz, aunque odie admitirlo, aun mas cuando esta con Snape.
– Bla… Sirius – en tono rasposo dijo mi nombre
– Dime Severus ¿Para que soy bueno?
– Para nada, pero ese no es el tema, trae a Harry la cena esta lista – imbécil siempre insultándome – ¿Por qué me llamas por mi nombre?
– Me gusta – volteo a verme un poco – no te llamare por tu apellido mientras que tú a mí por el nombre – me fui por Harry.
– Draco, por favor acuesta hoy a Harry, me han encargado una poción.
–Severus ¿No dormiré contigo? – en ese momento Harry parecía realmente triste.
– iré en cuanto termine, no te preocupes.
– ¿Puedo hacerlo yo? Te leeré mientras Severus termina su trabajo.
Miro a Draco y cuando este le sonrió dijo – Está bien Señor Black – aun me llama así, es algo triste.
– Harry, desde ahora puedes llamarlo Sirius.
– Pero tú le dices Black – ladeo un poco su cabecita – aunque ahora él te llama Severus.
– Yo también ahora lo llamare Sirius.
– ¡Ya son amigos! – Sonrió ampliamente y se dirigió a mí – Está bien Sirius.
Después de la cena jugué bastante con Draco y Harry, decidimos jugar a las escondidas, lo ayude a ponerse su pijama y le hacía cosquillas, en un rato se acostó y le leí algunos cuentos de Beedle el Bardo, se durmió al rato.
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El laboratorio de pociones es realmente muy bueno, una gran sala de paredes oliva con una pequeña ventana, varias mesas y sobre ellas todo tipo de implementos, tanto de recolección como elaboración, además un sinfín de ingredientes que no son nada baratos o fáciles de conseguir, tenía un pequeña biblioteca y al lado de esta un sillón tapizado negro terciopelo con delicados bordes plata. Un lugar muy cómodo.
– ¿En que trabajas?
– Black ¿Qué quieres?
– Harry ya se durmió.
– Bien.
– y ¿En que trabajas? Severus.
– No me llames por mi nombre chucho.
– Vamos Severus – solo intenta desquiciarme el idiota – tenemos un tregua.
– No significa que tenga que aguantarte.
– ¿Qué poción es? S-E-V-E-R-U-S – exasperante, no hay otra definición para este hombre.
– Felix Felicis – se acercó a los calderos – ya puedes irte.
Me ignoro por completo – y ¿Cómo vas?
– ¿Qué intentas Black? – Me gire con mi varita en alto.
– Nada solo charlar, vamos no tienes que ser tan odioso – lo ignore por completo y seguí – además es Sirius. – se recostó en el sillón. Después de un largo silencio hablo de nuevo – Quiero ir mañana al Callejón Diagon con Harry.
– No.
– ¿Por qué? – dijo enojado.
– Porque no.
– Dame una verdadera razón.
– ¿A parte de que eres un fugitivo de Azkaban? – Paso la mano por su cabello – o quizá que si alguien reconoce a Harry seria en muchas maneras desastroso.
– Quiero comprarle algo de ropa y juguetes además usare una poción multiusos; y nadie se percatara que es el. – aparte de idiota terco. – a Harry le encantaría y lo sabes.
– Haz lo que quieras.
– Pero quiero que vengas con nosotros. Además de preparar la poción.
– ¿Yo? ¿Por qué?, tú eres quien quiere que lo saquen a pasear y ¿yo debo preparar la poción? no veo por qué debería.
– Bueno… ya sabes – alce una ceja en señal de que continuara – Harry no ira sin ti, además sé que se divertirá más si estas con nosotros.
– No lo sé.
– Eres tan amargado que desesperas – suspiro cansado – y te pagare por la poción.
– Bien, vete necesito trabajar.
–Muy bien mañana será divertido, Hace mucho no salgo de aquí – Escuche el llanto de Harry. – Tranquilo yo iré.
Termine algo tarde, estaba cansado y solo quería dormir, cuando entre a la habitación Harry estaba pacíficamente dormido y el idiota de Black profundo a su lado, imbécil ni en la noche me deja en paz. Me cambie con un movimiento de varita e iba a irme cuando Harry comenzó a balbucear, me recosté del otro lado y acaricie su cabeza suavemente. Sin poder evitarlo me quede dormido.
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Dormí como no lo había hecho en años, abrí lentamente mis ojos, para encontrarme con una persona que jamás imagine ¡Por merlín! Si hace un tiempo alguien me hubiera dicho que despertaría al lado de Severus Snape, lo habría mandado a San Mango por loco y por idiota. ¿Cómo sucedió esto?