Hashirama se frotó la cabeza y miró a su alrededor. Aparentemente todavía estaba vivo o al menos eso era lo que el dolor en sus músculos le decía. El Shodaime intentó encontrar algo familiar… vaya, eso fue rápido. Estaba en el bosque a las afueras de Konoha. Comenzó a caminar hacia la aldea, sabiendo que probablemente llegaría a casa con un hermano histérico, cogiendo pelea con su amante. Sonrió, imaginando a un chibi Tobirama gritándole a un chibi Madara que debería quedarse en casa y cuidar a los niños como una madre normal, causando la ira de su compañero, respondiéndole que él no era un ama de casa que se quedaría atrás mientras que su esposo hacía todo. Estaba riéndose cuando ese hermano y algunos ninjas de su pueblo aparecieron frente a él.
"¡Tú!" gritó el albino, furioso. "¡Deja de hacerse pasar por mi hermano y muéstrate!"
"¿De qué estás hablando, Tobirama? ¡Soy yo!" respondió el moreno confundido. ¿Dónde demonios estaba? A menos que... no, su retroceso anterior en el tiempo fue producto de un accidente con un jutsu de los gemelos lunáticos esos. No podía volver a ocurrir.
"Estás mintiendo, mi hermano está muerto" dijo el Niidaime, agarrando uno de sus kunai especiales. “Detén esta farsa o voy a..."
"Estás equivocado y tú lo sabes, otouto" trató de calmarlo el Senju mayor, levantando los brazos. "Acabamos de hablar hace unos minutos... u horas, dependiendo de cuánto tiempo estuve inconsciente."
"Estás muerto" arremetió, lanzando su kunai, y Hashirama se vio obligado a usar su Mokuton para atarlo. Después de eso, el hermano menor estaba confundido. ¿Podría ser…? Se concentró en el chakra del hombre... sí, definitivamente era el de su hermano. Pero podía ser. "¿Realmente eres tú, aniya?" un movimiento de cabeza confirmó sus sospechas. "¿Cómo es que estás aquí?"
"No sé” se encogió de hombros “solo recuerdo que estábamos caminando por el pueblo y hablando de algo cuando comenzó una tormenta muy extraña. Nos separamos para ayudar a la gente a evadirla, yo aparté a una anciana y…" el Shodaime frunció el ceño. "Creo que fui golpeado por uno de esos rayos y luego aparecí aquí."
"Interesante" comentó Tobirama, acercándose al otro Senju. Definitivamente no era el Hashirama que recordaba de sus últimos días, era ... más joven. Lo tocó para comprobar que no estaba alucinando. Nope, seguía aquí. "Dijiste que estábamos hablando antes de que comenzara la tormenta, ¿no?" asintió, confuso "¿De qué estábamos hablando?"
"Mi primer hijo acababa de nacer y tú estabas diciendo que tenía que enseñarle modales porque te manchó la ropa con leche..."
"¿Tu primer hijo? ¿Pochiri?" entonces él tenía razón. Por su parte, el hermano mayor iba a decir que el nombre de su bebé era Byakuya, pero se contuvo. El albino entonces puso sus manos en sus hombros. "Hashirama, si mis deducciones son correctas, acabas de viajar en el tiempo. Vienes del pasado, muchos, muchos años en el pasado, veinte o más."
"¡Veinte años!" entonces él recordó algo. "Oh, Dios, tengo que volver. Probablemente estés preocupado y peleándote con Madara por..."
"¡Por supuesto que lo estaría... pero no tendría contacto alguno con ese hombre!" era obvio que sentía mucha rabia hacia el ex líder Uchiha. "Y deberías deshacerte de ese loco tan pronto vuelvas, porque nos va a traicionar..."
"Tobi-chan, estás siendo paranoico"
"¡No soy paranoico! ¡Ya ha sucedido aquí!" gritó el Senju de pelo blanco, sacudiéndolo. Tras unos segundos lo soltó. "Bueno… ven al pueblo, podemos encontrar una manera de ayudarte... oh, y hablando de nacimientos, ¿ya han nacido los hijos de Madara?"
"Tiene un pequeño y lindo bebé llamado Byakuya"
"¡Byakuya no es lindo! Y también deberías deshacerte de él antes de que haga algo horrible, como matar a tus hijos y..." Tobirama decidió darle una conferencia sobre cómo lidiar con Madara y su familia, una que Hashirama no se molestó escuchar. Después de todo, la familia del Uchiha era la suya propia. "¡¿Estás escuchando?!"
"Sí, Tobi"
"Por cierto, Hashi aniya, ¿alguna vez has oído hablar de un jutsu que te permite viajar en el tiempo? Eso explicaría por qué estás aquí” se detuvo, pensativo. “No he oído hablar nunca de algo como eso. Probablemente sea una pérdida de tiempo, pero no perdemos nada por..."
"De hecho, sí he oído de algo como eso. Es una historia muy antigua" Tobirama miró a su hermano con curiosidad. "El Rikkudo Sennin solía tener un enemigo… dos enemigos con la habilidad especial de viajar en el tiempo. Creían que los volvía la criatura más poderosa del mundo."
"Estoy hablando de hechos reales, no de ficción"
"¡Pero ellos eran reales!" Hizo un puchero, luego rápidamente agregó. "Es decir… no tengo pruebas, pero es casi seguro… eso creo"
"Pero también crees en los unicornios y los finales felices con los Uchiha, así que no cuenta demasiado, ¿no lo crees?" Tobirama suspiró y luego cambió la conversación a una con tono más amable. "Te extrañé mucho, ¿sabes?, e incluso si no va a ser por mucho tiempo, estoy contento de verte otra vez."
"Owwww, ¿mi lindo hermanito está llorando?"
"Por supuesto que no" Tobirama enrojeció e intentó negarlo, pero el Senju mayor lo atrapó con una llave de cabeza y comenzó a hacerle cosquillas hasta que se dio por vencido, admitiendo que de hecho estaba llorando como un niño. "Idiota"
"Y tú eres un mocoso sabelotodo, pero nos queremos muchísimo de todas maneras" sonrió Hashirama. Quizás estar por aquí algunos días no iba a ser tan malo... si Madara no se enteraba de eso.
"Mito-hime va a estar tan feliz de que estés aquí" su felicidad se fue de golpe. De hecho, su estancia iba a ser una pesadilla con la pelirroja infernal allí. "¿Qué pasa?"
"Tobi, ¿puedo dormir en tu casa?" preguntó desanimado. "De donde vengo... creo que las cosas son un poco diferentes y... Mito y yo estábamos teniendo serios problemas..."
"¿Qué tipo de problemas? Estoy seguro de que pueden solucionarlos aquí, aunque no sea exactamente la Mito que conoces."
"Sucedió durante una misión. Los envié a los dos juntos, con un equipo para solucionar un grave problema de seguridad" el Shodaime frunció el ceño. "Las cosas se pusieron mal por sus errores y decidió escapar, dejando morir a todos. De no haber sido tú el shinobi formidable que eres no se habrían salvado, pero... todavía no puedo de perdonarla. Dudo que alguna vez lo haga"
"Yo... entiendo" el hermano menor bajó la mirada. "Eres bienvenido en mi casa"
"Gracias" estaban por entrar al pueblo y Hashirama se detuvo un momento para ver cuánto ha cambiado el lugar desde que era Hokage. Se veía genial, había crecido mucho. "Estás haciendo un gran trabajo, Tobirama" estas palabras hicieron que el corazón de Niidaime latiera más fuerte. ¿Cuánto tiempo había pasado pensando en si su hermano estaría orgulloso o no de él? Ahora él tenía la respuesta.
"Gracias"
-En otro tiempo-
Sorato caminaba por un camino solitario, tratando de encontrar huellas del ser que mató a su madre. Lo había estado haciendo desde que dejó Konoha hace un mes y no estaba más cerca de encontrar a Zetsu que al principio. ¿Qué iba a decirle a su hermana y a los niños? ¿Que no podía hacerlo? No, debía seguir. De todas las cosas que podía haber heredado de Hashirama, lo mejor fue su terquedad. El joven pelinegro estaba pensando en esto cuando de repente apareció una tormenta de la nada. Buscó refugio, pero ya era demasiado tarde. Uno de los relámpagos lo golpeó, dejándolo inconsciente por un segundo. Lo siguiente que supo fue que estaba en un área repleta de árboles. No era sorpresa, después de todo estaba en un bosque, pero... ¡¿por qué estaba cayendo?! ¡Antes no lo hacía! El ángel miró a su alrededor y descubrió que un hombre se estaba cayendo junto con él.
"¡Despierta!" gritó, despertando al otro Uchiha. Sasuke abrió los ojos e inmediatamente activó su Susanoo, protegiéndose del choque. Sorato siguió su ejemplo, evitando la colisión. Una vez que aterrizaron, ambos hombres se miraron el uno al otro.
"¡Sorato!" dijo el shinobi Konoha gritó sorprendido. No esperaba volver a ver a un hijo de Madara tan cerca de su aldea.
"¿Te conozco?" preguntó el joven, confundido. Nunca antes había visto a este hombre, pero había algo familiar en él... como… Uchiha. Bueno, cuando vivía en la aldea consideró de baja prioridad aprenderse el nombre de cada estúpido que tenía por primo. "Quien quiera que seas, no tengo tiempo para esto"
"Sé que no tramas nada bueno, así que lo que sea que hagas termina aquí" dijo él, mirando al otro. Sorato puso los ojos en blanco. ¿Era lo único que sabían decir los inútiles de Konoha? Cansaba después de las primeras veinte veces.
"Sí, claro, mírame, voy a destruir tu aldea anterior" movió la mano y comenzó a caminar, tratando de descubrir dónde estaba. Sasuke lo siguió, reacio a dejar solo a un enemigo tan poderoso tan cerca de su casa. Se paralizó cuando alcanzaron el borde del bosque. "¿Qué demonios?"
"Oh, mierda" justo al final del bosque, dos ejércitos luchaban. Uno tenía un abanico blanco y rojo bordado en la camisa y los otros una especie de arma de dos extremos puntiagudos. "No me digas que... viajamos en el tiempo"
"Aparentemente así es" respondió el ninja, suspirando. "Y aterrizamos solo en la era de las Guerras entre Clanes"
-En otro tiempo-
"¡¿Qué? ¡¿Desapareció?!" gritó Madara, golpeando el escritorio con los puños. Tobirama suspiró, ¿por qué había aceptado cuidar de la familia de su hermano en ausencia del idiota? Era todo un misterio. "Ese idiota, siempre tomando riesgos... ¡¿quién le dice que salve a todos?! ¡Por si no lo ha notado, tiene una familia de la que ocuparse!" se detuvo para respirar. "Tú ..." señaló al albino. "Tráelo ahora mismo, porque no voy criar a dos niños yo solo..."
"Uchiha, cálmate un segundo, ¡estoy tratando de pensar!" finalmente explotó. El otro hombre, todavía hormonal por su último embarazo, explotó también.
"¿Estás tratando de pensar? Ten cuidado de no estallarte la cabeza” cruzó los brazos “¡Como si alguna idea tuya nos fuera a sacar de este lío!"
"Mira, no sé de dónde vinieron esos rayos y no sé lo que hacen. Todos los shinobi en Konoha igual, por lo que tratamos de averiguarlo. Así que mientras tanto, ¡déjame pensar! Sé que Hashirama no está muerto. Su chakra no se comportó de esa manera, simplemente desapareció. Estoy seguro de que está en algún lado. Lo encontraré" respiró profundamente. "Y si estás preocupado por los niños, ¡entonces deberías irte a casa y atenderlos como lo haría cualquier madre responsable en ausencia de su padre!"
"Tú..." el líder Uchiha estaba a punto de atacarlo cuando alguien entró corriendo. "¿Y ahora qué?"
"¡Madara-sama! ¡Tobirama-sama! ¡Relámpagos!"
"¡¿QUÉ?!" ambos shinobi corrieron hacia el lugar donde el chunin les dijo que los relámpagos estaban cayendo, esperando que Hashirama apareciera allí. Kagami y Hiruzen los acompañaron, pero ninguno estaba preparado para lo que verían. Allí, justo afuera del pueblo, aparecieron dos pequeñas figuras, ambas claramente Uchihas. Uno era muy similar a Kagami y el otro... podría ser un primo.
"Madara, ¿te importaría explicar por qué estos dos están aquí?"
"No me mires, no los he visto en toda mi vida... y eso es extraño, porque conozco todos los rostros de los miembros mi clan"
"Este es joven, tal vez sólo te aprendiste la cara de su padre"
"¡Por supuesto que no! ¡Los niños son de los que más me preocupo!"
"No sé... Kagami-kun, uno se parece mucho a ti, ¿es tu pariente?" preguntó el albino y su alumno negó con la cabeza.
"Nunca los había visto" No tuvieron más tiempo para charlar, porque los niños comenzaron a levantarse. El mayor recobró la razón más rápido, parpadeó y miró confundido a su alrededor. Luego agarró su cabeza y gimió de dolor, pensando en la dolorosa experiencia.
"¡Ahhhh, fuimos alcanzados por un rayo, Itachi-kun!" Comentó el recién espabilado Uchiha, quien llevaba una banda de Konoha. Vio a los adultos observándolos desde lejos, tensándose. Se relajó un poco cuando notó que llevaban protectores de su aldea. Pero su descanso terminó una vez le echó un vistazo a su pequeño familiar. "¡No! ¡Itachi-kun! ¡Por favor, despierta! Si mueres en mi guardia, Fugaku-san me matará y hará que Mikoto-san me cocine..."
"Ugggggggghhh, Shisui-kun, cállate, estoy bien" Shisui finalmente se calmó cuando su primo abrió los ojos. "¿Quiénes son?"
"Francamente, no lo sé. Pero sus rostros parecen familiares ..."
"Chico, si eres de Konoha deberías conocerlos. Él es el hermano menor y asesor principal del Hokage... o nuestro sensei, Senju Tobirama-sama" comenzó a presentarlos Saru.
"Senju Tobi... ¡Niidaime-sama!" finalmente lo reconoció Shisui, saltando de miedo. "¡Pero no puede ser! ¡Niidaime-sama murió hace décadas! ¡Durante la Primera Guerra Mundial Shinobi! No puede ser..." el niño comenzó a temblar. "¡Oh, Dios! ¡Itachi-kun! Morimos y fuimos al cielo donde somos recibidos por poderosos héroes de Konoha y..."
"Shisui-kun, estás exagerando" dijo la comadreja, poniéndose de pie. "Me disculpo por él, él no suele ser así, es solo que... estamos nerviosos después del rayo y todo eso" Itachi suspiró y miró a su primo sufrir un ataque de pánico. "Dado que nuestros cuerpos aún duelen puedo asegurar que no estamos muertos, así que... ¿cuándo es?" después de recibir su respuesta, el roedor preadolescente se llevó una mano a la barbilla. "Así que viajamos al pasado, ¿eh? Interesante..."
"Eh, si eres Niidaime-sama, entonces él es... no puede ser, ¿Sandaime-sama?" preguntó Shisui al Sarutobi. "Hesh, espero envejer con más gracia que tú".
"Oye, pequeño..."
"Y tú eres Uchiha Kagami, ¿no?" los Uchihas se miraron el uno al otro. "Increíble, ¡te admiro mucho! Por cierto, soy tu descendiente y..." Itachi lo golpeó en las costillas. "Auch, Itachi-kun, me dolió"
"No debemos simplemente darles información sobre el futuro, podemos cambiar la historia", dijo el genin más joven. Aunque, pensándolo bien, la historia ya había comenzado a cambiar "Como dije, Shisui-kun suele ser más serio, pero lo que pasó..."
"Debería aprender a controlarse a sí mismo" dijo Tobirama, sacudiendo la cabeza. Entonces él iba a heredar el puesto de su hermano, ¿eh? Bueno, mejor él que Madara. Y justo cuando lo pensó, dicho Uchiha de repente se dio la vuelta para irse. "¡¿Eh?! ¡¿A dónde vas?!"
"¡A mi casa! ¡Por si ya lo olvidaste, tengo dos hijos que cuidar! ¡Y uno va a estar muy despierto y muy hambriento pronto!" esto calló al albino, que no ha pensado en eso. Bueno, mejor para él si este se mantenía ocupado cambiando pañales. "Si hay algo más..."
"Sí, llévate esos dos a casa contigo y cuídalos mientras yo trabajo"
"¡No soy una niñera!"
"¡Ya estás cuidando a tus hijos, así que algunos niños no hará diferencia!" continuaron luchando hasta que el pelinegro aceptó a regañadientes. "Vayan con él"
"¿Quién es?"
"¿Te has saltado la clase de historia? Es el líder del clan Uchiha, Madara" Los ojos de Shisui e Itachi se agrandaron. Por supuesto que habían escuchado de él. Los ojos más poderosos, asesino, traidor... Uchiha Madara.
-De vuelta a las Guerras entre clanes-
"Así que esto es lo que tanto despreciaba" comentó el joven pelinegro, observando la escena. A él le daba igual que se mataran, más entendía por qué su madre lo odiaba. Luego entrecerró los ojos y comenzó a caminar hacia el cual había visto retirarse al ejército Uchiha.
"¡¿Qué estás haciendo?!" preguntó Sasuke.
"Voy a reunirme con ellos antes de que los Senju encuentren a dos Uchihas solos aquí y decidan matarnos"
"¿Con el tipo de monstruos que nuestro clan tenía en esta Era? Creo que me arriesgaré con los Senju" dijo el otro obstinadamente.
"Haz lo que quieras, es tu funeral" comenzó a caminar hacia el antiguo complejo Uchiha y, como ya tenía previsto, fue detenido por unos pocos guardias, que lo atacaron con Katons. Los rechazó con su Susanoo, sorprendiendo a todos dentro del complejo. Tajima y sus hijos salieron a luchar contra la amenaza, quedando petrificados cuando vieron al joven.
"¿Quién eres? ¡Identifícate!" ordenó el jefe de clan.
"Soy Uchiha Sorato" le respondió con calma. "Hijo de Uchiha Madara"
"Hijo de..." por alguna razón, todos le creyeron al instante. Madre e hijo se miraron, ¡era como verse en un espejo! Tajima entrecerró los ojos y escaneó a su nieto, luego sonrió. Una gran oportunidad acaba de caer del cielo.