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JONGTAE ONE SHOTS (100% LEMON) por Caroand

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Notas del capitulo:

Olis, nuevo one-shot.

Enjoy it :)

Lee Taemin, no, Kim Taemin sonrió mientras miraba el anillo. No podía creer que estaba casado. Ayer había sido el mejor día de su vida. Uno que él nunca olvidaría.


Su esposo, Kim Jonghyun, era ocho años mayor que él, pero había sido muy amable, gentil, dulce y tierno.


Por lo muy extraño que le parecía, era un hombre casado. Anoche, le había entregado su virginidad, y ahora, él era ... su hombre.


Todavía no era ni media mañana, pero la cama, a su lado, estaba vacía. Extendió la mano para tocar donde Jonghyun debería haber estado, pero las sábanas estaban frías. Debió haber salido de la habitación muy temprano, pero estaba tan agotado que ni siquiera lo sintió irse.


Poniéndose de pie, se envolvió con la manta, hasta que vio una bata. Se la puso atando el cinturón, cubriendo su cuerpo desnudo. Abrió la puerta del dormitorio y comenzó a bajar las escaleras hacia la cocina.


Pensar en su noche de boda lo hizo sonrojar mientras su cuerpo se calentaba. Taemin lo quería de nuevo. Bajando las escaleras, se maravilló de lo tranquila que era su casa.


Vio una luz que venía de la oficina de Jonghyun. Un par de semanas antes, cuando le invito a visitar su casa, le había pedido que si estaba en su despacho, siempre llamara y esperara, ya que a menudo se ocupaba de llamadas de negocios importantes y no deseaba distraerse.


Al acercarse a la habitación, estaba a punto de picar a la puerta, a pesar de que esta estaba entreabierta, cuando no escuchó la voz de su esposo, sino, la de otro hombre.


- Entonces, tienes la fortuna que has estado buscando y un esposo como premio. ¿Qué sigue? -preguntó el hombre.


Voy a mantener a Taemin feliz. Esto no sera difícil de hacer. Él es como un jodido cachorro que solo se alimenta de amor y cariño. Y haré que coma de mi mano.


Taemin se tensó. Jonghyun sonaba tan ... severo, enojado, agresivo. En los últimos cinco meses nunca lo había escuchado hablar así antes y no le gustaba.


Wow, dime, Jonghyun, ¿amas a tu esposo o todo fue por el dinero?


La puerta estaba lo suficientemente abierta como para permitirle ver a Jonghyun. Vestía un traje, y estaba apoyado contra su escritorio. Sus mangas de camisa estaban enrolladas mientras agarraba el borde del escritorio.


Lee es un imbécil que no debió meterse conmigo. Le dije que la mejor manera de asegurar su negocio era darme un lugar en su junta y un porcentaje de su empresa. A negarme lo que pedía, debería haber sabido que encontraría otros métodos. Casarme con su hijo, bueno, me acercó más a lo que necesito. - Taemin no podía creer lo que estaba escuchando.


La hija mayor es una puta. El del medio, también, además de ser ... rebelde. Taemin, el más joven, bueno, él era el blanco más fácil. Todo lo que tenía que hacer era decir algunas cosas bonitas y lo tenía. Incluso pensó que nuestro primer encuentro eran cosa del destino, no cuidadosamente diseñado por mí solo para que pudiera enamorarse de mí.


Tengo que decir, Jonghyun, que sabía que eras un monstruo en la sala de juntas, pero casarte para obtener lo que quieres, me sorprendió.


Por favor, me conoces desde hace años. Los negocios ocupan buena parte de mi tiempo, entonces, con él me divertiré un poco, en mis ratos libres. Era un virgen tan sensible y jodido - Jonghyun gimió. - De todos modos, él hará lo que quiero, y todos estaremos felices.


¿Lo amas? -preguntó el hombre.


No. ¿Por qué lo amaría? Es un medio para un fin.


Taemin ya había escuchado suficiente. Alejándose de la puerta, corrió de regreso a su habitación.


Cerrando la puerta, se apoyó contra él, con el corazón acelerado. El hombre que había conocido durante los últimos cinco meses nunca lo trataría así. Taemin no lo podía creer. Nunca había dicho una maldición delante de él, pero por la forma en que hablaba ahora, ese no era el hombre que él conocía.


Agarrando su teléfono y rápidamente marcó a su hermana, Yoona.


Hola -dijo Yoona, aturdida.


- Todo fue una mentira, ¿no? ¿De eso trataste de advertirme?


- ¿Taemin?


- No trates de ser amable para no herir mis sentimientos. Lo escuché. Escuché a Jonghyun.


Las lágrimas caían ahora, y él las secó, deseando no llorar, para parecer fuerte, a pesar de todo.


-Oh, cariño.


- No hagas eso. Tengo veintiún años. No necesitas tratarme como si fuera un niño pequeño. Solo dime la verdad. ¿Lo sabías? - Yoona suspiró al otro lado.


Sabía que no era todo lo que parecía. Lo conocí por primera vez en una fiesta. No era un buen tipo entonces, y no lo es ahora. Intenté advertirte.


- Pero no escuché. ¿Alguna vez has dormido con él?


No. Como dije, me gusta que mis hombres sean menos malos. Jonghyun, no es un buen tipo, pero parecía hacerte feliz y no me escuchabas. No iba a quitarte eso.


Taemin sollozo.


- Cometí un gran error.


- ¿Te folló?


- ¡Yoona!


Vamos, fuiste un mojigato durante mucho tiempo, y no te ha llevado a ninguna parte. Debes despertarte y darte cuenta de que el mundo se trata de sexo y poder. Estás siendo un iluso si crees que es otra cosa. Estoy tratando de ayudarte - dijo Yoona.


- Sí.


Entonces una anulación está fuera de discusión. Tendrás que divorciarte de él.


Taemin se llevó una mano al pecho. Odiaba la palabra, él no quería obtener una anulación o terminar su matrimonio, no después de menos de veinticuatro horas. Incluso después de escuchar porque Jonghyun se había casado con él, todavía lo amaba. Él podría haber mentido sobre sus sentimientos, pero Taemin no. Los suyos eran reales, lo que empeoraba aún más el dolor sentía por su traición.


- Tengo que irme. Está con alguien en su oficina. ¿Puedes venir a recogerme? ¿Por favor? Lamento no haberte escuchado.


Eres mi hermano. Te quiero. Por supuesto que iré a recogerte. Prepárate en media hora. Estaré allí.


Colgando el teléfono, Taemin corrió hacia el armario, donde encontró su maleta. Toda su ropa ya se había colocado, y recordó sentirse tan feliz de ver su ropa junto a la de él. Taemin no podía creer lo estúpido que había sido.


Se quitó la bata y se puso unos jeans y una camisa. Sus padres habían sido ricos, pero él siempre había sido el hermano con los pies en la tierra que no había sido atraído por las últimas tendencias de la moda.


Jonghyun le había dicho que lo amaba, que quería pasar el resto de su vida con él. ¿Los tres hijos que quería? Todo habían sido mentiras. Manipulaciones para lograr que Taemin esté con él, no porque lo amaba, sino para apropiarse de su herencia y de todo que venía con su pequeña fortuna.


Tirando la maleta a la cama, agarró la mayor parte de su ropa y, mientras estaba empaquetando los últimos artículos, Jonghyun entró en la habitación. Se había bajado las mangas, escondiendo los tatuajes que, supuestamente, se había hecho en la universidad.


Probablemente otra de sus mentiras. El hombre que había conocido no era el verdadero Jonghyun, y nunca lo sería.


- ¿Qué está pasando? ¿Ya estás entusiasmado con nuestra luna de miel? -preguntó. Dio un paso hacia él y Taemin retrocedió. Jonghyun hizo una pausa - Taemin, ¿qué está pasando? No entiendo. Estaba todo bien cuando te dejé para tomar un café.


Taemin lo miró fijamente. Su voz era dulce, y hablaba con suavidad.


- ¿Pensabas que era tan estúpido que no me daría cuenta?


- ¿Disculpa? -dijo. -Deja lo que estás haciendo.


- Yo era el hermano más fácil. No la zorra, o la que cuestionaba tus motivos. Fui el blanco fácil para que obtuvieras lo que quieres.


Taemin lo miró fijamente y vio el momento en que Jonghyun se dio cuenta de que lo sabía. Dio otro paso hacia Taemin.


- No te precipites. Taemin, lo que escuchaste fue mentira. No sabes la verdad.


- No, esto en este momento, esta es la mentira.


- Estas sacando conclusiones equivocadas. Déjalo.


- No me quieres Nunca lo has hecho - Taemin sacudió la cabeza. - Sabes, mis padres me advirtieron sobre hombres como tú que querrán usarme para lo que tengo. Nunca pensé que me pasaría a mí. Yo soy ... yo. No me destaco en una multitud. Yo no ... - Taemin sacudió la cabeza y fue a su maleta.


- No entiendes lo que estaba pasando. Tenía que decir esas cosas porque no quiero que nadie sepa la verdad. ¿A dónde coño crees que vas? - preguntó Jonghyun.


Taemin se levantó y lo miró. Había dado un paso más hacia él.


- Me voy. Yoona viene a recogerme.


- Eres mi esposo. No te vas a ir.


- Me da igual. Me voy. Todo esto fue un error. Un estúpido ... error. - Taemin no quería rebajarse, lanzándole insultos.


Jonghyun lo agarró por los brazos y Taemin jadeó cuando lo presionó contra la pared.


- Bien, digamos que sabes la verdad, lo que realmente quiero de ti, pero no significa que no pueda darte una buena vida. No necesitaba tu dinero, Taemin. Necesitaba tu posición.


- Y yo solo quería lo que me prometiste. Quiero al hombre que fingiste ser, pero no existe. Tú eres otra persona y no quiero estar cerca de ti.


- No voy a dejarte ir.


- Sí, lo vas hacer porque si no, me aseguraré de que cada periódico sepa lo que pasó esta noche, y cómo mentiste y manipulaste para casarte conmigo.


- Me confundes con un hombre al que le importa los demás, Taemin. Si quieres jugar a este juego, lo haremos. Voy a contar esa historia a mi manera, cambiarla para que parezca que estaba tan desesperado por ti, que no tuve más remedio que hacerte mi esposo.


En ese momento, Taemin lo odiaba y lo amaba al mismo tiempo, nunca había estado tan confundido y herido en toda su vida.


- Te amé -dijo, dejando que las lágrimas volvieran.


- Taemin, no llores.


- Y prometiste amarme también, pero todo fue una mentira. Me advirtieron que no confiara en ti, y les dije a todos que estaban equivocados. Me hiciste parecer una tonto - Taemin sollozó. Jonghyun todavía sostenía sus manos sobre su cabeza. - No quieres estar conmigo, y yo no quiero estar contigo. Déjame ir.


- No. No me divorciaré de ti - dijo.


- Seguiremos casados y tú podrás vivir tu propia vida. Podemos estar completamente separados y hacer las cosas, cada uno por su lado. No tengo que estar contigo. Puedes tener tu lugar en la junta, y yo puedo vivir solo, sin ti. - Estaba dispuesto a aceptar cualquier cosa para estar fuera de la casa y lejos de él.


- ¿Qué pasa si estás embarazado? -preguntó.


Taemin sintió una chispa de esperanza mientras él consideraba la posibilidad de un embrazo. Una razón más para hacer las cosas bien ahora.


- Dudo que lo esté.


- ¿Y si es así?


- Me haré cargo de él. Amaré a nuestro hijo pase lo que pase. Nunca tendrás que preocuparte por ella o por él. - Taemin no sabía si estaba embarazado, pero estaba preparado, no tenía miedo. - Solo déjame ir. No me quieres, eso es la realidad. Déjame ir. - Los segundos pasaron, y finalmente lo dejó ir, alejándose de Taemin. No se demoró mientras agarraba sus cosas y bajaba corriendo las escaleras. Al salir de la casa, tiró su maleta en el asiento trasero del auto de Yoona, que lo estaba esperando, y se subió al asiento del pasajero.


- Sácame de aquí.


Cuando estuvieron fuera de la propriedad, Taemin se permitió llorar. Presionándose las manos contra la cara, sollozó por todo lo que pudo ser, por sus sueños rotos. Esto era el final de su cuento de hadas.


*********************************************************************************


4 años después


- ¿Quién es el hijo de puta que está con mi esposo? - preguntó Jonghyun.


- Es un padre soltero. Se llama Minho. Es un buen chico. Sus hijos juegan juntos.


- Yoogeun es mi hijo.


- Solo conozco los hechos, Jonghyun.


- Quiero un archivo detallado sobre ese Minho para el final del día.


- Para ser un esposo a quien no le importa su marido, me parece que te preocupas demasiado.


- Solo hazlo - dijo, golpeando su teléfono.


Dejando caer las fotografías en su escritorio, se puso de pie enojado. Con las manos en las caderas miró hacia la ciudad. Él era Kim Jonghyun. Nunca en su vida había estado celoso y, sin embargo, mirando esas malditas fotos, estaba listo para lastimar a alguien o algo. Taemin ni siquiera hablaba con él, y allí estaba, saliendo con un hombre soltero que ya tenía un hijo.


Taemin siempre había enviado a sus hermanos, padre o abogado para tratar con él. El acuerdo que tenían no era legalmente vinculante. Debido a su peculiar situación matrimonial, establecieron un contrato privado que estipulaba que no podía obligarlo a vivir con él o hacer las otras cosas que haría normalmente un esposo.


No lo había tocado desde su noche de bodas. Esa mañana no debería haber dejado su cama para ir a hablar con Changmin, su abogado. Era un buen amigo, y le ayudó mucho a lo largo de los años, pero si se hubiera quedado en la habitación con su marido, todavía estarían juntos y felices. Ahora, mientras miraba alrededor de su oficina, tuvo que preguntarse si dejarlo ir sin luchar valió la pena.


Cuando recibió esas fotos semanales, comenzó a dudar de lo que había hecho en los últimos cuatro años. Cómo había vivido su vida. Se había especulado en los periódicos, pero, con su poder y su capacidad para manipular los titulares, había podido evitar cualquier habladuría sobre su matrimonio. Su familia también ayudó, asegurándose de que parecía que todavía estaban juntos, cuando en realidad no lo había visto desde esa noche.


Recogió las fotos y las colocó en el archivo, golpeando su palma contra la carpeta. Este fin de semana le tocaba estar con Yoogeun.


Jonghyun había estado al tanto de cada pequeño detalle de su vida. Taemin había escapado de la ciudad y se había trasladado a una casa, en un pequeño pueblo donde trabajaba en una mercería. Taemin, además, diseñaba y confeccionaba vestidos para bodas y eventos sociales, pero nunca se atribuyó ningún crédito. Taemin se había alejado por completo de su antigua vida. Puso dinero en su cuenta bancaria conjunta, pero nunca había retirado ningún centavo, dejando los fondos acumularse con los años.


Cuando alguien golpeó la puerta, puso el archivo en su escritorio, asegurándose que no había fotografías a la vista. Respiró profundamente, intentando calmarse.


>>Adelante -dijo.


Taeyeon, su asistente, abrió la puerta.


- Lamento molestarlo, señor, pero hay un hombre joven aquí afuera. A él le gustaría reunirse con usted, pero no tiene cita.


- Entonces dile que coja una.


- Señor, él dice ser su esposo.


Jonghyun hizo una pausa.


- ¿Taemin? -Miró hacia la puerta cuando Taeyeon se hizo a un lado, y allí estaba su esposo.


El mismo hombre con el que había estado enojado hacía unos momentos.


Para él, cuatro años no era tanto tiempo, pero cuando miró al hombre con el que se había casado, se dio cuenta de lo equivocado que estaba, y que Taemin era una persona diferente ahora.


Taemin todavía era hermoso. Llevaba un par de gafas con montura negra. Había notado en sus fotos que a menudo las usaba. Cuando Taemin estaba con él, usaba lentillas.


- Le pedí que esperara afuera, joven - dijo Taeyeon. Su asistenta solo había estado trabajando para él durante un año, así que no estaba al tanto de su situación matrimonial.


- Está bien, Taeyeon. Él es mi esposo, y Taemin es libre de verme cuando quiera.


- Lo siento mucho - dijo Taeyeon.


- Está bien. Nadie sabe realmente quién soy.


- ¿Puedo traerle algo? ¿Té, café, agua?


- Nada, gracias. Estoy bien.


- Taeyeon, no me pases ninguna llamada -dijo Jonghyun.


- Por supuesto.


La puerta se cerró, y Taemin sintió que su corazón se aceleraba. Había estado posponiendo ese momento durante un par de meses. Había hablado con Yoona unas cuantas semanas atrás, y ambas acordaron que la mejor manera para que Taemin obtuviera lo que quería era confrontar a Jonghyun y terminar de una vez por todas con esta situación.


Habían estado en un punto muerto durante cuatro años. Lo único que compartían era su hijo, Yoogeun. El tiempo había sido amable con Jonghyun. Tenía treinta y tres años ahora, y algunas canas en las sienes, pero, como con todos los hombres, solo lo hacía parecer aún más sexy.


No podía recordar cuanto tiempo había pasado, a lo largo de los años, tratando de superarlo. El dolor de sus mentiras lo había lastimado profundamente. Taemin lo había sacado de su vida, y solo sabía de él por Yoogeun. Su familia trató de hablar con él sobre lo que sucedió, pero no quiso dar ninguna explicación, recordar era demasiado doloroso.


Algunos pensarían que Taemin fue dramática. Una mala experiencia y se había alejado de todo lo que quería, pero no fue así. Jonghyun fue su mundo, su todo. Él sabía lo que Taemin quería, lo que más ansiaba. Lo había usado contra Taemin para satisfacer sus propios deseos, lo había lastimado mucho, y Taemin no podía perdonar eso, ni olvidarlo.


Al menos, ahora podía mirarlo y saber que su decisión fue la correcta. Sin embargo, se quedó perfectamente quieto, intentando parecer tranquilo y seguro de sí mismo.


- Tu oficina no ha cambiado - dijo.


- Algunas cosas no necesitan cambios.


- Cierto.


- ¿Dónde está Yoogeun? -preguntó.


- Con Yoona y Kibum. Está emocionado y con muchas ganas de verte. Está empezando un proyecto en la escuela, y quiere hablar contigo - era muy extraño hablar con él sobre su hijo, cuando ni si quiera había visto a Jonghyun abrazar a su hijo, ni una sola vez. Apartando esos pensamientos y sentimientos a un lado, respiró hondo.


- ¿A qué debo el placer de tu presencia? - preguntó Jonghyun. - Esto es una sorpresa, me estás visitando.


- Quería verte en persona.


- ¿Puedes venir a verme, pero yo no puedo verte? - se apoyó contra el escritorio mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.


Su presencia llenaba la habitación. Era musculoso. No había perdido ninguno de sus encantos. Al menos no estaba tratando de engañarlo con palabras suavemente pronunciadas. Taemin podía manejar eso, ver el verdadero Jonghyun, y no el hombre del que se había enamorado, ese hombre que no existía. Es lo que había tenido que recordarse tantas veces a lo largo de los años. El simpático y amable Jonghyun era falso.


- No estipulaste en tus condiciones que no querías que te visitara. Antes de venir, revisé tus reglas. No quería romper ninguna de ellas.


- No tenía ninguna regla, Taemin.


- Lo sé.


- A diferencia de ti. No puedo ir a visitarte. No puedo intentar reconciliarme. Tengo que mantener mi distancia, nunca llamar y tampoco enviar mensajes de texto o correos electrónicos. He cumplido con cada una de ellas.


- ¿Cómo está Jinki? -preguntó. Taemin lo había sorprendido, se le notaba.


- ¿Disculpa?


- El hombre que durante los últimos cuatro años me siguió con una cámara. ¿Crees que no iba a comprobar quién era? Has mantenido tu distancia, pero, una vez más, encontraste una manera de salirte con la tuya. No le he impedido hacer su trabajo. No intentes hacerme sentir culpable porque no quería verte -dijo.


La verdad es que no quería verlo porque su presencia le dolía demasiado. Incluso ahora, mirándolo, recordó las veces que lo había hecho reír. El amor y la bondad que había experimentado con él. Todo era mentira. Todo lo que ofreció. Todo lo que prometió. Nada de eso era real. Tenía que recordarlo.


El verdadero Jonghyun era el hombre al que se enfrentaba ahora. El que enviaba un detective privado para tomar fotos e informarle. Metió la mano en su maletín.


>>Estoy cansado de todo esto, y espero que tú también lo estés. He ido a ver a mi abogado, sé lo que quieres y lo tengo todo listo para que lo tengas. Tu lugar en la junta, un porcentaje de la compañía, está todo en blanco y negro. Todo lo que quiero es el divorcio.


- No voy a concederte el divorcio - Jonghyun no cedería en eso. Ni ahora, ni nunca.


- Sabía que no te iba a gustar la idea, y lo entiendo. Por eso decidí traerte esto – Taemin entró en la habitación y le extendió un archivo esperando que él lo tomara.


No había ninguna posibilidad de que él se divorciara de Taemin. Era su marido, ahora, y para siempre, pase lo que pase.


Se quedó completamente quieto mientras Taemin se acercaba. El aroma que no había olido desde hacía tanto tiempo, lo envolvió como una manta suave. Aunque no entendía muy bien las emociones que lo atravesaban, se dio cuenta que era algo que había ansiado durante los últimos cuatro años.


>>Mira, aquí tienes lo que quieres. Un sitio en la junta, las acciones y la herencia. Te lo estoy dando todo.


- Pero dejaras de ser mi esposo - dijo.


- Maldita sea, Jonghyun, no te preocupas por mí. Tu nunca me quisiste. El hombre que conocí no era real. Nuestro matrimonio no fue real. Todo fue una mentira. No tiene sentido sentarme aquí viéndote actuar como un niño caprichoso a quien se le quita un juguete. Lo digo en serio. Quiero el divorcio, y el abogado de mi familia ha dicho que llevamos suficiente tiempo separados para demostrar que no somos compatibles - extendió el archivo. - Por favor, solo léelo y considéralo.


Jonghyun tomó el archivo y mirándolo a los ojos, lo rompió.


>> ¿Por qué eres tan infantil?


- Eres mi esposo. Eso no es negociable, Taemin. Vas a seguir siendo mi marido. No me importa una mierda lo que este escrito en ese documento. Ni quiero saberlo. Eres mío, y así es como se mantendrá.


- Estás siendo irracional. Te casaste conmigo para estar en la junta y ser uno de los principales accionistas en la empresa de mi familia. Solo firma y lo conseguirás todo. Puedes dejarme ir.


- ¿Así podrías estar con él?


- ¿Qué?


- Ya que sabes que mi detective privado te sigue, ¿por qué no hablamos del bastardo que dejas estar cerca de ti y de mi hijo?


Él cruzó los brazos, mirando el archivo roto en su escritorio. No podía creer que Taemin le estaba pidiendo el divorcio. Le molestaba mucho, pero lo que realmente le ponía nervioso era el pequeño imbécil que pensaba que podía jugar a la familia feliz con su marido y su hijo. Taemin, aunque estaba decidida o seguir negando los hechos, le pertenecía.


No lo iba a dejar ir nunca. Él no compartía lo que le pertenecía. En el momento en que tomó su nombre y dejó que le pusiera un anillo en el dedo, se convirtió en su esposo. Muy pronto se daría cuenta que no había razón para discutir el hecho de que Taemin era suyo.


- ¿Me estás tomando el pelo? ¿Estás enojado porque tengo un amigo? - Taemin se aferró a su maletín, apretándolo fuertemente mientras lo miraba.


Se sorprendió, era un lado de su esposo que Jonghyun nunca había visto. Ni siquiera cuando su familia trató de disuadirlo de casarse con él. Taemin siempre fue tranquila, siempre evitaba los enfrentamientos. En cierto modo, su inocencia e ingenuidad habían hecho que enamorarlo fuera aún más fácil. Taemin estaba buscando amor y aceptación, su cuento de hadas perfecto, y él se había esforzado por proporcionárselo.


Ese hombre que lo estaba retando con la mirada, no se aferraba a la esperanza de un final feliz. No, ese hombre quería deshacerse de él, y en lugar de encontrarlo irritante, en realidad lo encontró excitante. Ambos tenían una parte de sí mismos que habían mantenido escondidos. Había creído durante mucho tiempo que Taemin no podría manejar el verdadero Jonghyun. Taemin había querido un cuento de hadas y había trabajado duro para intentar hacer sus sueños realidad.


Era sexy, con su cabello rubio salvaje y sus agudos ojos chocolates. No había esperanza ni amor en su mirada, estaba preparado para luchar y no trataba de esconderlo. En ese momento, lo quería debajo de él, su polla profundamente clavada en su trasero mientras le hacía gritar su nombre. Incluso cuando reclamó su virginidad en su noche de bodas, Taemin se contuvo, siendo reservado. Las lágrimas silenciosas que había derramado, fueron solo para él y, le complació tanto que, en ese momento supo que nunca lo dejaría ir.


- ¿Un amigo? Por favor, he visto la forma en que te mira. Ningún hombre pasa tiempo con un hombre soltero sin esperar follar.


- Eres asqueroso - Taemin giró sobre sus talones, alejándose.


- ¿Estás tentado? - llegó a la puerta y se dio la vuelta.


- ¿Disculpa?


- Me escuchaste, Taemin. No te hagas el tonto. Ya no eres un niño. ¿Quieres follar con él?


- ¿Cómo pude haber estado tan equivocado sobre ti? Eres repugnante.


- Viste solo lo que querías ver.


-No, vi lo que tú querías que viera y nada más. Todo era mentira, y no eres un buen hombre.


- ¿Vamos a empezar a llorar porque soy un hombre que consigue lo que quiere? - preguntó, haciendo un puchero falso. sacudió su cabeza.


- Siempre logras salirte con la tuya, y nunca te importó a quién perjudicabas en el proceso. Te dio igual lastimarme y manipularme por conseguir lo que querías.


- No tuve más remedio que hacerlo, pero si vienes a mi escritorio y extiendes esos hermosos muslos, puedo compensarte y convertir el dolor en placer.


Taemin se sonrojó, incluso ahora, de un cierto modo seguía un poco ingenuo. Sabía que no había estado con otro hombre. Habría estado atento, preparado para poner fin a cualquier tipo de relación amorosa que podría iniciar su esposo. Taemin era suyo, el anillo que le había regalado lo demostraba. Pero cuando miró su mano y vio que no lo llevaba...


>> ¿Dónde está mi anillo? - Taemin extendió la mano.


- Nunca me lo pongo. No lo he usado en mucho tiempo.


Sus manos se apretaron en puños. A pesar de haber mirado una y otra vez con determinación cada una de las fotos que le enviaba su detective privado, había omitido ese detalle. Había estado tan obnubilado observándolo, que no se había dado cuanta que no llevaba su anillo.


>>Quiero el divorcio.


- No.


- Esto no tiene sentido. Ninguno de nosotros quiere seguir con este matrimonio. Quiero tener la oportunidad de encontrar una persona que me quiera por mí mismo, sin engaños ni mentiras.


- Oh, por favor, no existe un hombre así. Deja de ser tan jodidamente estúpido, y se un poco realista.


- ¡Bien! Quiero divorciarme de ti para poder encontrar un hombre que me folle. ¿Es eso lo que quieres oír? - preguntó Taemin, gritando las palabras.


El fuego en sus ojos endureció aún más su polla. Levantándose del escritorio, se acercó a Taemin, mientras retrocedía con cada paso que daba. Pero no iba a darse por vencido. Se paró frente a él, empujándolo contra la pared, las manos apoyadas a cada lado de su cabeza, y lo miro a los ojos con una sonrisa traviesa.


- Si quieres una buena cogida, lo único que tienes que hacer es pedirme que te coja.


- No me toques - Taemin puso sus manos sobre su pecho y lo empujó con fuerza. – No quiero acostarme contigo. Ni ahora, ni nunca.


- Nunca es mucho tiempo.


- Jonghyun. ¿Crees que estoy ciego, que no veo tus fotos en los periódicos? ¿Los modelos o actrices con quienes sales y te acuestas? Mi abogado dijo que, con esas evidencias, el divorcio será rápido. Le pediré que te envié los documentos que rompiste, solo tienes que firmarlos - Taemin se agachó, pasado por debajo su brazo, y caminó hacia la puerta. Él lo dejó escapar, pero no se rindió, le quedaba una última carta para jugar.


- Me envías esos papeles, y te quitaré a Yoogeun - dijo Jonghyun. Taemin hizo una pausa y se volvió hacia él.


- Estás loco si crees que un juez te permitirá tener la custodia exclusiva de mi hijo.


- Es nuestro hijo, y te puedo asegurar que pasará. ¿Crees que tu familia tiene más poder que yo? Soy Kim Jonghyun. Yo también tengo poder y riqueza, puedo llevarme a nuestro hijo. Y lo haré, nunca más sabrás de él, y encontraré una madrastra para ocupar tu lugar. Pruébame, Taemin, ve en contra de mí, y no te gustará mi forma de jugar - tenía lágrimas en los ojos.


- ¿Por qué?


- Te lo dije, Taemin, no nos vamos a divorciar, pero si quieres ir por ese camino, puedo hacer de tu vida una desgracia. Realmente haces que sea tan fácil obtener lo que quiero. Sé que amas a nuestro hijo y, bueno, no me importa hacer lo que sea necesario para mantener lo que es mío - él observó las lágrimas caer por sus mejillas mientras Taemin se las secaba con rabia.


Jonghyun esperaba que suplicara o, al menos, que intentara usar las lágrimas para su ventaja, pero no lo hizo, solo negó con la cabeza, derrotado.


- Sabes, él siempre viene a casa diciéndome lo increíble que eres. Cómo lo haces reír. Él dice que no sabes cocinar, pero que no pasa nada porque cuando juegas con él eres el mejor padre del mundo. Creía que podrías ser razonable. Nunca te he hecho nada y, sin embargo, esta es la forma en que me tratas - Taemin apretó los labios.


Jonghyun esperó, decidido a no ceder. Taemin era su marido, y su hijo era lo mejor que le había pasado en la vida. Ningún hombre iba a ocupar su lugar. Taemin no dijo ni una sola palabra mientras salía de su oficina, pero él sabía que había ganado.


*********************************************************************************


Durante los últimos cuatro años, Taemin había estado solo, con Yoogeun y su dolor. Quería pasar página y encontrar a alguien o, al menos divertirse, sin tener que mencionar que todavía estaba casado.


Taemin no quería que los demás pensaran que era un hombre horrible que abandonaba su matrimonio.


Todavía llevaba el apellido de Jonghyun, y estaban legalmente casados. Una anulación no era una opción debido a Yoogeun y, ahora, parecía que el divorcio tampoco. La única forma de que Taemin podía conseguir su libertad era a costa de su hijo. Y él nunca no lo permitiría.


- Podríamos matarlo - dijo Kibum. - Estoy seguro de que papá conoce algunos tipos a los que podría llamar - Taemin se echó a reír agitando los sobres de té en las tazas.


- No lo dudo, sabiendo qué tipo de persona es nuestro padre. Pero no voy a matar a Jonghyun. Además, si él muriera ahora, en circunstancias extrañas, sería el principal sospechoso. Lo importante es que me quede cerca de Yoogeun, que no me arrojen a la cárcel.


- Tienes razón - dijo Kibum. - Sabes que, de todas nosotras, siempre pensé que Yoona terminaría con un imbécil de clase A, pero me sorprende que hayas resultado ser tú, hermano.


- Oye, todavía llevo a casa a un montón de imbéciles, lo sabes -dijo Yoona, con un guiño.


- Por supuesto. Pero no estás casado con uno de ellos. Mira en que lío se ha metido Taemin.


- No quiero hablar de esto.


- ¿Cómo consiguió que te casaras con él? -preguntó Yoona. -Todavía no veo cómo mi dulce hermanito se dejó seducir, y hasta se enamoró de ese... imbécil.


Taemin sorbió su té mientras sus hermanos se burlaban.


- ¿A que vienen tantas preguntas?


- Los dos somos muy curiosos -dijo Kibum.


- No saben cómo era él. Era dulce, encantador, amable, cariñoso, él lo era todo para mí - Taemin sonrió, recordando el momento en que él llegó a su departamento solo para darle una rosa. No quería invitarlo a salir, solo había visto una rosa blanca, casi de color crema y, como le recordaba a su cabello, pensó en él y vino a regalársela. Para Taemin esos momentos fueron especiales, aunque eran mentiras.


- Era un imbécil - dijo Yoona. - No supiste ver al verdadero Jonghyun. Yo sí. Vi a través de él.


- Te dije que anduvieras con cuidado - Kibum se encogió de hombros. - Y ahora te está chantajeando.


-Sí -dijo Taemin. - ¿Realmente se puede llamar a eso chantaje? Suena como una palabra muy sucia.


- Es un chantajista -dijo Yoona. - Es una pena que no pudieras poner a Yoogeun en contra de él. Podrías hacer su vida miserable.


- No podría hacer eso.


- ¿Por qué no?


- Porque... Yoogeun es su hijo, y yo sería incapaz de actuar así.


- Eres demasiado amable con él - dijo Kibum.


Tomó otro sorbo de su té y pensó en Jonghyun y Yoogeun. No había forma de que manipulara a su hijo para que odiara a su padre. Era horrible, malvado, y no era algo que iba a hacer.


- ¿Aún lo amas? -preguntó Yoona.


-No, por supuesto que no - Taemin arrugó la nariz.


- Sí, lo hace - dijeron Yoona y Kibum al unísono. Las mejillas de Taemin se calentaron.


- No, no lo hago.


Todavía se sentía atraído por Jonghyun, pero después de esta tarde, nunca le diría eso a sus hermanos. Ni en un millón de años. La forma en que lo acorraló, golpeando sus manos contra la pared junto a él, atrapándolo. Había sentido el magnetismo de él rodeándolo, dejándolo muy caliente y necesitado.


En cuatro años, nunca había sentido este nivel de excitación. Había leído libros eróticos llenos de sexo obsceno y romance ardiente, pero nada comparable a esta atracción instantánea que experimento esa misma tarde con su esposo.


No había engañado a Jonghyun, ni siquiera había sido tentado. Minho, era solo un amigo. Taemin no sabía si él sentía algo diferente, pero nunca no lo alentó. Como les había dicho a sus hermanos, no quería comenzar a salir o hacer nada hasta que volviera a ser soltero. Un golpe repentino en la puerta, lo sacó de sus pensamientos.


- Son más de las ocho. ¿Quién diablos podría ser? - preguntó Yoona.


- No tengo idea - respondió Taemin, dejando de lado su taza para levantarse.


Taemin vivía en una pequeña ciudad, en una pintoresca casa con muchos bosques y espacio para que Yoogeun creciera a sus anchas. Su cuento de hadas había terminado con Jonghyun, pero siguió con sus planes de tener una familia y mudarse a un pequeño pueblo. Encontró, aquí, un lugar donde podía vivir, ganarse la vida y disfrutar de su hijo.


Al abrir la puerta, se sorprendió al ver a Jonghyun. Su esposo llevaba un par de jeans y una camisa blanca lisa con algunos botones desabrochados. Siempre lo había visto vestido con trajes, y su nuevo aspecto lo dejó pasmado.


- ¿Qué haces aquí? - preguntó Taemin, intentando no mostrar cuanto le afectaba su presencia.


- Bueno, ya que mi esposo vino hoy a mi oficina y exigió el divorcio, pensé que sería mejor asegurarme que no obtenga lo que quiere, especialmente si es algo que no deseo darle.


Cuando entró en su casa, ni siquiera peleó. Estaba demasiado ocupado intentando recobrar el aliento. Rápidamente puso su mano sobre su pecho, desesperado para calmar su respiración, odiando lo cálido, agradable e incluso firme que él se sentía.


- No puedes entrar aquí.


- ¿Por qué no? Si tengo buena memoria, la última vez que lo comprobé, cariño, mi nombre estaba en la escritura de este lugar.


- Eso es imposible. Soy dueño de esta casa. Es mío. Puedo llamar a la policía y hacer que te arresten - dijo.


- Oh, cariño, realmente necesitas comenzar a revisar los contratos y los hechos. ¿De verdad crees que te dejaría poseer algo sin mí? También soy propietario de la mitad de tu automóvil, y dueño de la pequeña mercería en la que trabajas en la ciudad - tomó la puerta y la cerró. -Tu vida, no importa lo que pienses, está vinculada a la mía, y lo será por mucho tiempo. Compartimos un hijo, después de todo - dijo con un guiño.


- Bueno, bueno, bueno, mira lo que trajo el infierno - dijo Yoona, cruzando los brazos y hablando con Kibum, que estaba a su lado. Sus dos hermanos no escondieron su desprecio mientras miraban a Jonghyun.


- Es hora de que ustedes dos también se vayan -dijo Jonghyun.


- No tomamos órdenes de ti - dijo Kibum. - Nunca lo hemos hecho, y nunca lo haremos.


- ¿Están seguros de eso? Les voy a explicar la forma en que veo las cosas. Hacen lo que les digo, o hago de la vida de su hermano una miseria. No tengo que amenazarlos a ustedes dos, solo a su hermano. Puedo hacer que su vida sea un infierno en la tierra, créanme - dijo Jonghyun. Puso sus manos sobre los hombros de Taemin. - Sólo pruébenme. Son unas zorras que piensan saberlo todo y que se creen superior a los demás, pero tienen una debilidad: su dulce, pequeño, no tan inocente hermano. Y si no quieren que le haga la vida imposible, le aconsejo en largarse ahora.


Yoona y Kibum se pararon por varios segundos mientras Taemin se apartaba de su toque, forzando una sonrisa.


- Está bien. Podemos vernos mañana. No me hará daño - Taemin no sabía si eso era cierto.


El Jonghyun que conoció no lo lastimaría, pero tenía que recordar que no era el hombre que una vez había amado, era un desconocido que no le transmitía ningún sentimiento reconfortante en este momento.


Taemin metió su cabello detrás de su oreja, deseando poder encontrar una manera de hacer que Jonghyun no siguiera con sus amenazas.


- Un día, Jonghyun, vas a querer algo que no puedas tener, y cuando eso pase, me reiré en tu cara - dijo Yoona, cerrando la puerta.


Mirando por la escalera, Taemin agradeció mentalmente a su hermana por cerrar la puerta del dormitorio de su hijo antes de irse. Taemin no quería que Yoogeun estuviera despierto en este momento.


- Has hecho que mi familia se vaya. Ahora dime. ¿Qué quieres? - preguntó Taemin.


- Simple, solo quiero darte lo que anhelas – él se acercó y le puso una mano en la mejilla. - Voy a follar a mi esposo.


- Estás loco, eso no va a pasar - dijo Taemin, dándose la vuelta, alejándose.


Lo siguió. Tendría que acostumbrarse a tenerlo cerca a partir de ahora.


- Crees que no vi el interés en tus ojos - dijo. Su cocina era pequeña pero hogareña. Lo miró recoger las tazas de sus hermanos y arrojar su contenido en el fregadero antes de lavarlas. Algo extraño para él, ya que no limpiaba nada. Tenía contratada a una limpiadora y un cocinero que se ocupaban de las tareas de su hogar. Taemin se echó a reír.


- Oh, por Dios, realmente tienes un gran ego, ¿no? No quiero dormir contigo.


- Dormir es lo más alejado de mi mente.


- Sabes que no te quiero aquí. No quiero confundir a Yoogeun con tu presencia.


- Él es nuestro hijo. Soy su papá. No veo donde puede haber confusión.


- Nunca has pisado nuestra casa antes, Jonghyun. Nunca te ha visto aquí.


- No entiendo cuál es el problema, a menos que le hayas dicho una mentira extravagante como que soy alérgico a la casa.


- Por supuesto que no. No miento.


- Entonces responde a esto, ¿me deseas? - dijo, con la intención de ganar este argumento de una forma u otra.


- No me lo puedo creer. Voy a verte, te pido el divorcio, te niegas a dármelo y, ¿qué pasa? Te presentas a mi casa con ganas de tener sexo.


- No puedes decirme que no estás un poco tentado. Han pasado cuatro años y sé que no has estado con nadie - Taemin sacudió su cabeza.


- ¿Sabes qué?, no quiero hablar contigo, ni estar cerca de ti ahora mismo.


- No me respondiste con una negativa, así que supongo que me quieres - dio la vuelta al mostrador, acercándose, y se sorprendió cuando Taemin no retrocedió y solo cruzo los brazos. - Si quieres, puedo ser el hombre que te enamoró. Recuerdo perfectamente lo que amabas - cambió su tono de voz por uno suave y seductor. -Sigo siendo el mismo, Taemin. Solo admítelo, sé que soy un bruto a veces, pero te prometo que lo disfrutarás.


- Cuando no creo que puedas humillarme más, apareces y haces eso. No te quiero aquí, pero parece que no importa que te lo repita una y otra vez. Vas a hacer lo que quieras, de todas maneras. No quiero acostarme contigo, y usar al chico del que me enamoré es insultante. No era real porque todo fue una mentira. Tú eres el verdadero Jonghyun, y este hombre no me gusta, no quiero tener nada que ver con él - Taemin intentó alejarse, pero lo atrapó.


- ¿De verdad? ¿No sientes nada por mí? - preguntó Jonghyun.


- ¿Crees que alguna vez podría amarte? Me amenazaste, quieres llevarte a mi hijo. Nunca podría enamorarme de una persona como tú - él sonrió de lado.


- Bebé, no estoy hablando de amor. Ya hemos superado ese punto. Quiero saber si quieres esto - él agarró la parte posterior de su cabeza y golpeó sus labios sobre los de Taemin, tomando el beso que había estado esperando desde que Taemin había entrado en su oficina esa tarde.


Si su detective privado estuviera cerca para ver este beso y tomar algunas fotos, podría obtener las pruebas que necesitaba, pero ya no le importaban esas fotos. Quería convencer a Taemin de quedarse con él.


Cuando deslizó su lengua por el borde de sus labios, Taemin dejó escapar un pequeño jadeo, exactamente lo que había estado esperando, para profundizar el beso y tomar posesión de su boca. Las pequeñas manos en su pecho dejaron de tratar de alejarlo para agarrar su camisa en un puño, rogándole por más. Mientras lo empujaba contra la pared, tomó sus manos, levantándolas con fuerza y determinación, sosteniéndola en su lugar.


Nunca lo había besado así, y tampoco lo había sentido responder así. Con una mano inmovilizando las suyas por encima de su cabeza, uso la otra para acariciarlo lentamente, haciéndolo temblar. Sintiendo lo duro que estaba su pezón contra su palma. Taemin dejó escapar un pequeño gemido, que capturó con su boca, deseando que gritara su nombre, llorara, pero no quería apartarse de sus labios y darle la oportunidad de pensar.


Apartó la mano de su pecho y la acunó entre sus muslos. ¿Cuánto tiempo había pasado desde su último orgasmo? ¿Había esperado ese momento durante cuatro años o se había tocado pensando en él? Había sido el primero en darle un orgasmo, y le había prometido que él iba a ser el único. ¿Tomó el asunto en sus propias manos? Si así era, quería verlo tocándose a sí mismo y haciéndose venir, eso sería jodidamente excitante.


- ¿Papá?


Jonghyun no tuvo la oportunidad de controlar la situación y, cuando su hijo interrumpió el momento, Taemin se apresuró a salir de sus brazos. Sus labios estaban hinchados y temblaba un poco, pero en seguida recobró el control para ejercer de padre.


- Hola cariño, ¿tuviste un mal sueño?


- Soñé que los tiburones me perseguían otra vez - dijo Yoogeun.


Jonghyun estaba agradecido de que el mostrador estuviera entre ellos, ya que su polla estaba dura, dolorida, y el juego solo acababa de empezar.


Cuando Taemin se agachó recogiendo a Yoogeun, Jonghyun fue golpeado por una ola de posesión aguda al verlo cuidar de su hijo. Sabía que era un padre excepcional, pero nunca lo había visto con sus propios ojos, solo a través del lente de una cámara.


- Voy a acostarlo.


- Papi, quiero que los dos lo hagan -dijo Yoogeun.


- Bueno... bueno. Si tu padre quiere -dijo Taemin. Lo miró y supo que se esperaba una negativa de su parte.


- Me encantaría.


- Genial - dijo Taemin. Necesitaba hacerle entender que estaba aquí para quedarse.


Siguiendo a Taemin arriba, admiró su trasero mientras llevaba a su hijo.


Caminó por el pasillo más corto conocido por el hombre y entró en la habitación de su hijo. Yoogeun le había contado todo acerca de la decoración de su habitación, y ahora sabía quién era el Minho que los había ayudado.


No era un decorador, como pensó originalmente. Minho era el pequeño imbécil que pensaba que podía llevarse a su esposo e hijo. Bueno le tenía preparada un par de pequeñas sorpresas porque, uno, no se iba a mover de aquí y, dos, ahora tenía otro plan, dejar a Taemin embarazado. Eso sin duda iba a hacer el divorcio imposible, y también impediría a cualquiera intentar tomar su lugar.


Taemin era suyo, y nadie más lo iba a tener.


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Terminó su café instantáneo. No tenía nada que ver con el café recién molido que tomaba cada día, pero serviría por hoy. Mañana seguiría comprando todo lo que necesitaba para vivir más cómodo en esa casa. En internet se podía conseguir cualquier cosa. Lavó su taza y sonrió, no podía creer que estaba limpiando sus propios platos, normalmente tenía una criada para esa tarea.


Asegurándose que no se dejaba nada, miró alrededor de la cocina, Taemin ya había limpiado y estaba aprontando a su hijo. Justo cuando estaba a punto de ir a buscarlos, sonó el timbre.


¿Quién podría ser a esta ahora? Esa también era su casa, y no dudó ni un momento a abrir la puerta, encontrándose cara a cara con su problema número uno, Minho, el padre soltero que estaba parado en su maldito umbral con una sonrisa demasiado confiada para su gusto.


- Hola - dijo Jonghyun. Tenía que ser amable con ese hijo de puta, pero todo lo que quería era hacerle saber a ese imbécil que no tenía ninguna posibilidad con su esposo.


- Perdón, ¿eh, Taemin está en casa?


- Sí, lo está. ¿Quién eres? - preguntó Jonghyun, jugando.


- Choi Minho, ¿y tú?


- Soy su marido.


- ¿Su marido?


- Sabes que Taemin está casado, ¿verdad? Estoy seguro que te ha mencionado ese pequeño detalle alguna vez.


- Dijo que estaba casado, pero que era un poco complicado.


- Bueno complicado, acabo de regresar.


- Minho, estás aquí. Maldición, pensé que estaría listo a tiempo -dijo Taemin, acercándose detrás de él - Jonghyun, este es Minho. Minho, este es Jonghyun, mi esposo. Te he hablado de él antes. Bueno, él vino a visitarnos y pasó aquí la anoche. ¿Dónde está Taehyun?


- Está en el auto, esperando. Pero, si no puedes venir, lo dejamos para otro día.


-Por supuesto que vamos a ir, no voy a cambiar nuestros planes. Yoogeun está muy emocionado. Ha estado hablando del museo toda la mañana. Además, he preparado el almuerzo.


- Espera, espera, ¿de qué están hablando? - preguntó Jonghyun. No entendía nada de lo que estaba pasando, se sentía excluido, y no le gustaba ni un pelo.


- Yoogeun te lo dijo. Taehyun y su padre nos acompañan al museo de ciencias. Tengo el día libre y, Minho reorganizó su agenda para venir con nosotros. Te lo explique está mañana - Taemin estaba mintiendo y se le notaba.


- ¿Hay sitio para uno más? - preguntó. Jonghyun no iba a permitir que su esposo o su hijo se pasaran el día entero con este hombre. Antes muerto.


Minho estaba sonriendo, pero Jonghyun sabía que no estaba emocionado por la idea. Sus suposiciones sobre este hombre eran acertadas. Minho quería a Taemin, y no iba a tenerlo, se iba a asegurar de eso. Más tarde se ocuparía de ese pequeño... problema. Taemin siempre fue suyo. Los últimos cuatro años que habían pasados separados, crearon una pequeña brecha entre ellos, pero nada que no se pudiera superar.


- Claro, no veo por qué no - dijo Minho.


- Perfecto - dijo encantado de trucar los planes de ese imbécil con su esposo.


Ya que había puesto su chaqueta junto a la de Taemin, aprovechó para abrazarlo, envolviendo su brazo alrededor de su cintura y, suavemente, lo besó en la mejilla.


- ¿Dónde dejaste el picnic?, lo cogeré - preguntó.


-En la sala de estar - dijo. - Déjame ayudarte.


- Entonces, llevaré a Yoogeun en el auto - dijo Minho.


Entraron en la sala de estar, pero a Jonghyun no le gustó en absoluto ver a ese hombre acomodar a Yoogeun en el auto y atarle el cinturón de seguridad como si fuera su padre.


- ¿Qué demonios estás haciendo? -preguntó Taemin.


- ¿Realmente crees que te voy a dejar ir solo con él por un día entero, sabiendo que quieres el divorcio? No nací ayer.


- Tienes la mente retorcida, y estás siendo completamente irracional.


- Mi mente está perfectamente. Sigues siendo mi esposo, y no hay forma de que deje a ese hombre criar a mi hijo - levantó el picnic. - Será mejor que aceptes que estoy aquí para quedarme, cariño.


-Te aburrirás, como lo haces con todo lo demás. ¿Crees que no leo los periódicos, que no te he visto con todas esos modelos y actrices? Pasas de uno a otro sin mirar atrás, y haces lo mismo con tus negocios. Nunca te quedas con nada. Me sorprende que estés todavía interesado en la empresa de mi padre y que sigas en la junta. Un día de estos, cuando hayas terminado de jugar, la venderás y seguirás adelante.


- Disculpa, pero si no me equivoco, yo no te dejé. Tú me dejaste.


- Podrías haber usado cualquier estrategia para que me quedara. Seamos realistas, Jonghyun, eres un maldito profesional cuando hablamos de manipular a le gente. Todo lo que necesitabas decir eran unas cuantas palabras bonitas y hubiera sido tuyo, pero no me querías. Obtuviste lo que deseabas, y me convertí en una vieja noticia. No arruines este día para Yoogeun. Lo ha estado esperando con ansias. No hay nada entre Minho y yo, nunca pasará nada entre nosotros. Pero no quiero hablar de eso ahora. Solo intenta no ser un imbécil.


No estaba tratando de ser un imbécil, era algo normal en él. Era posesivo por naturaleza.


Taemin cogió su mochila y salió de la habitación, dejándole sin otra alternativa que agarrar el picnic, cerrar las puertas y seguirlo hasta el auto. Su marido se sentó al lado del idiota, así que se deslizó atrás, al lado de su hijo, y pudo observar a Minho mirar detenidamente a su esposo antes de cruzar su mirada con la suya en el retrovisor.


Sí, idiota, te estoy viendo. No iba a dejar que este hombre ganara. Incluso si era un padre soltero, sabía lo que estaba haciendo, y a Taemin parecía gustarle.


¿Era ese el hombre por el que quería el divorcio o con quien pensaba tener relaciones sexuales? No le gustaba el camino que tomaban sus pensamientos, no le hacía ninguna gracia, y era un poco desconcertante. Él lo recuperaría. No había forma de que pudiera perder o fracasar. Le había dado todo el espacio que Taemin creía que necesitaba. Tal vez cuatro años habían sido demasiado tiempo, pero Taemin, hasta hace poco, no quería tener nada que ver con él. No quiso presionarlo, pero ahora no podía evitar preguntarse si se había equivocado. Puede que dejarlo alejarse empeorara las cosas y, al final, Taemin lo superó y decidió apartarlo definitivamente de su vida.


No había forma de que lo perdiera. Nunca había perdido nada en su vida, y no iba a pasar ahora.


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- Ese desastre no es nada agradable, ni apetecible - respiró hondo. - ¿Qué demonios te pasa hoy? - Jonghyun sonrió de lado.


- Te estoy haciendo un chocolate caliente porque has estado estresado, y pensé que eso te ayudaría a relajarte.


- No estoy hablando del chocolate, Jonghyun. Estoy hablando del picnic con Minho, y de "estamos intentando tener otro bebé". ¿Porque le dijiste eso?


- ¿Qué pasa, uno no puede decir la verdad?


- No vamos a tener más hijos. Eso no va a pasar. Quiero el divorcio, te lo he dicho mil veces estos últimos días. Pero, al parecer, ha servido de nada. Tú y yo no vamos a volver juntos. Nunca jamás. Debes entender eso de una vez por todas - Taemin cruzó los brazos. - ¿Por qué quieres arruinar mi vida?


- No estoy tratando de arruinar tu vida. Simplemente estoy confirmando un hecho. Crees que Minho viene por aquí porque ambos tienen hijos que se llevan bien. Piensas que no se imagina jugando a la familia feliz contigo, que se va a conformar con que sean solo amigos. Por favor, ese imbécil quiere otra cosa.


- ¿Estás bromeando? Minho no es así. Estas equivocado. No eres el mejor juzgando a la gente.


- ¿Y tú lo eres? Te casaste conmigo, Taemin. Te hice creer lo que quería. ¿Crees que soy el único que pueda actuar así? No seas tan estúpido. Quiere follarte. Eso es lo que él quiere. Por lo que vi hoy, le gustaría mucho tener un cuerpo cálido para calentar su cama y un hombre cariñoso para mantener feliz a su hijo. Él quiere un esposo y un papi y, ¿adivina qué?, tú encajas perfectamente.


- ¿Crees que nadie quiere estar conmigo solo por lo que soy? ¿Piensas que una persona como yo no puede satisfacer a un hombre, es eso lo que estás diciendo? -preguntó Taemin.


-No, lo que estoy diciendo es que confías demasiado en los demás, principalmente en algunos hombres. No creo que exista un ser humano en este mundo que no le gustaría salir contigo. Estarían locos si no quisieran. Créeme, lo sé muy bien. No quiero que te enfades, pero estoy intentando hacerte ver lo que realmente quiere Minho.


Taemin cerró los ojos y Jonghyun se acercó, pero, cuando quiso tocarlo, Taemin se alejó, casi asustado.


>>No voy a hacerte daño.


- No quiero volver a pasar por lo mismo otra vez. ¿Crees que es fácil para mí tenerte aquí?


Taemin abrió los ojos y pudo ver como las lágrimas los llenaban. No quería que llorara.


Ese no era su objetivo y, sin embargo, allí estaba a punto de romperse, y él se sentía como un maldito monstruo.


- No llores.


- No puedo evitarlo, no quiero hacerlo, pero... nunca me quisiste, Jonghyun. Todo lo nuestro fue una estrategia para que obtuvieras lo que querías. Me alejé y no te importo, no tuvo ningún efecto en ti. No significó nada para ti. Y eso me dolió porque yo te amaba. No fue un estúpido enamoramiento, realmente te amaba. Me enamoré de ti y, cuando tuve que alejarme, me sentí roto por dentro. No tienes idea de cuánto tiempo necesité para superarte. Para poder pensar en ti y no llorar. Para no estallar en lágrimas por un maldito periódico. Finalmente lo superé, lo logré, pero tenerte aquí, diciendo las cosas que siempre quise, es difícil. No quiero que me rompas otra vez. Te lo pido amablemente, dame el divorcio porque no sé cuánto más puedo soportar.


Taemin dio un paso atrás para irse, pero, antes de salir por la puerta, se detuvo.


>>Tira la cacerola. Nunca puedes usar metal en algo que tiene un revestimiento antiadherente. Se raya la superficie.


Cuando lo dejó solo, él se quedó varios minutos pensativo antes de verter la leche oscura por el desagüe. Había puesto demasiado chocolate y, bueno, Taemin no estaba equivocado, había rasguños en el fondo de la cacerola. La arrojó a la basura y subió las escaleras después de asegurarse de que todas las puertas y ventanas estuvieran cerradas.


Se dio una ducha rápida, regresó a su habitación para cambiarse, y luego revisó a Yoogeun. Su hijo estaba profundamente dormido. Tenía una luz nocturna para combatir su miedo a la oscuridad y, mirando a su hijo dormir, Jonghyun se apoyó contra el marco de la puerta. Se veía tan tranquilo. Cuando pasaba con él los fines de semana, a menudo se sentaba durante horas en el sillón al lado de su cama para observarlo dormir. Extrañaba mucho a este chico durante toda la semana.


Después de tirar un poco de la puerta, pero no completamente, de manera que se quedara entreabierta, se detuvo en la de Taemin. Estaba cerrada, y eso no era bueno señal, ya que le gustaba poder escuchar a Yoogeun por si lo necesitaba.


Esperó y supo que no podía volver a su propia habitación. No quiso lastimarlo, muy lejos de eso. Al abrir la puerta, vio que no estaba dormido. Todas las luces estaban apagadas y estaba acostado, acurrucado frente a la pared.


Había una bonita cama grande abierta, solo para él. Bueno, no era para él, pero iba a olvidarse de ese pequeño detalle.


Cuando él se metió en la cama, Taemin dejó escapar un jadeo.


>> Jonghyun, ¿qué demonios? - dijo. Envolvió un brazo alrededor de su cintura y lo atrajo hacia su pecho -Sal.


- Saldré cuando sepa que estás bien - lo escuchó sollozar y supo, sin ver su rostro, que había estado llorando.


- No quiero hablar contigo ahora.


- Ya lo sé, nunca quieres hablar conmigo. Está bien. Puedo lidiar con eso, de verdad puedo - él lo abrazó. - Pero no quiero ir a la cama sabiendo que estás aquí llorando. Soy un bastardo, pero no voy a hacer eso.


- Jonghyun, por favor, vuelve a la ciudad y dame el divorcio.


- No.


- ¿Por qué estás haciendo esto tan difícil? -preguntó. - Obtuviste lo que querías y ahora no me dejarás en paz.


- Minho no es el hombre para ti.


- Esto no se trata de él. Tienes que dejar de pensar que todo lo que hago es porque quiero estar con él. Esto se trata de mí y de lo que quiero. Además, podrás tener a todas las mujeres y hombres que se te antojen. Igualmente, ninguno de ellos se queda el tiempo suficiente para saber cómo eres de verdad y, si no, seguro que tienes todo el dinero del mundo para comprar su silencio. No me importa. Ya no. Pero no puedo pensar en tener una vida mientras todavía tengo tu anillo de bodas.


- Todavía no lo llevas puesto - se dio cuenta de que Taemin había desafiado su petición. No podía hacer nada al respecto, incluso si eso lo molestaba.


- ¿En serio te molesta que no lo use? - preguntó.


- Muchas cosas me molestan, pero soy una persona que se ocupa de un problema a la vez. Por ahora, el anillo es un problema. Quiero que te lo pongas.


- ¿Qué más da?


- Me tomó tres días elegirlo.


- Por favor, apuesto a que le pediste a tu asistente, que lo escogiera.


- No hay necesidad de ponerte celoso de Taeyeon. Es una mujer felizmente casada con tres hijos. No voy a romper una familia como esa. Escogí el anillo. No confiaba en nadie más que en mí para darle a mi futuro esposo una joya que demostraría que era mío y que íbamos a pasar el resto de nuestras vidas juntos - dijo.


- Oh. No tenía ni idea. Siempre supuse que alguien más lo había comprado.


- Puedes suponer todo lo que quieras, no cambia el hecho de que no es cierto. Lo elegí para ti.


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- ¿Tienes toda tu ropa guardada en la mochila?


- Sí, papi.


- ¿Tu cepillo de dientes? ¿Jabón? ¿Todo?


- Papá, no iremos al bosque. Vamos a la casa de Jimin. Él tiene una piscina.


- ¿Has cogido tu bañador? -preguntó Taemin.


- Sí.


- No te preocupes, Taemin. Cuidaremos bien de él, y tenemos jabón - dijo Krystal, la madre que lo iba a cuidar.


- Lo siento mucho. No pretendo ser insultante.


- Nos pasa esto cada vez. Al principio me sentí un poco insultada, pero ahora sé que es porque eres un padre primerizo.


- Sí, realmente hoy creía poder controlar mis nervios. Cada vez que organizamos esto, me lo prometo a mí mismo. Te pudo asegurar que lo hago y luego, cuando llega el momento, estoy aquí y, bueno, mi boca no se calla - Krystal se echó a reír.


- Entonces, dime. Se rumorea que el padre de Yoogeun ha regresado - ahora Taemin no sabía qué decir o cómo actuar.


- ¿Alguien te lo dijo?


- Ciertamente -dijo Jonghyun, acercándose a la puerta.


En un verdadero estilo posesivo, Jonghyun envolvió su brazo alrededor de su cintura como si tuviera todo el derecho de tocarlo. ¿Lo tenía? Estaban casados y, bueno, tampoco era como si hubiera estado viviendo una vida de soltero, tampoco.


- Kim Jonghyun. Un placer. Espero que cuides bien de nuestro chico. Es la primera vez para mí que él tiene una pijamada. Probablemente por eso mi esposo está tan nervioso. Ella siente mi preocupación - en lugar de sentirse insultada, Krystal se sonrojó y comenzó a sonreír.


- Oh, no te preocupes por eso. Nos encanta tener a Yoogeun en casa. Es un buen chico.


Vio cómo Krystal comenzó a jugar con un mechón de su pelo, y también notó la forma sutil en que sacaba pecho. No lo podía creer, Taemin estaba justo aquí, y su amiga, si podía llamarla así, estaba coqueteando con su esposo. Sin embargo, no actuó como un hombre celoso. ¿Cuál era el punto? Taemin quería un divorcio, y Jonghyun podía acostarse con quien quisiera. Sacudiendo su brazo, se alejó de ellos y se dirigió directamente al auto.


- Hola, cariño, ¿estás bien? -dijo Taemin.


- Sí, papi. Es realmente genial que papá este aquí. Voy a poder hablar de él a mis amigos, y no van a pensar que estoy mintiendo.


- Saben que no estás mintiendo.


- Pero él está aquí, y eso lo hace aún mejor - Taemin forzó una sonrisa en sus labios, besó su mejilla y lo ayudó a acomodarse.


- Lo cuidaremos mucho, te lo prometo - dijo Krystal, finalmente volviendo al auto - ¿Vas a ir a la comida del domingo de la próxima semana que ha organizado la gente del pueblo? Al parecer va a hacer un día increíble, deberíais venir los tres. Seguro que Jonghyun estará encantado.


Taemin asintió y dio un paso atrás. No creía, ni por un segundo, que Jonghyun podría escaparse de la ciudad un par de días, y mucho menos una semana. Nunca hizo nada en su vida a menos que lo beneficiara y, ahora mismo, Taemin no veía nada de provecho aquí para él.


Pasándose los dedos por el pelo, intentó no entrar en pánico mientras volvía a la casa.


El patio necesitaba una siega rápida, y también podría limpiar las ventanas.


- Parecía agradable - dijo Jonghyun.


-S í, puedes acostarte con ella. Es una mujer casada, pero no sé si crees o incluso respetas la santidad del matrimonio.


- Alguien está de mal humor - dijo Jonghyun.


Entró en su casa y se sintió... exhausto. Con Yoogeun fuera de la casa, Taemin no tenía un amortiguador para aguantar el hombre que se suponía que era su esposo.


- No lo estoy de ninguna manera. Tengo cosas que hacer. Tú también te puedes ir y hacer lo que hacen los hombres ricos.


- Justamente, quería preguntarte sobre eso. ¿Por qué no elegiste una casa más grande? – preguntó - Tienes dinero suficiente para comprarla.


- No quiero una casa más grande.


- ¿O contratar a una sirvienta? - Taemin se rió.


- Podrías preguntarme cualquier cosa, pero lo único que te importa es esta casa o porque no tengo una criada, ¿estás muy preocupado por la forma en que vivo mi vida?


- No te faltan los medios para hacer tu vida más cómoda. Tus padres son ricos. Créeme, veo las cifras cada trimestre.


- No creo que eso sea de tu incumbencia.


- Solo dímelo. Quiero saber.


- No estoy aquí para satisfacer tu curiosidad.


- Dime por qué estás criando a nuestro hijo sin ninguna clase de ayuda. Ni niñera, ni cocinera, nada.


Se cruzó de brazos y miró a Jonghyun. No lo estaba atacando, ni siquiera le reprochaba algo. Parecía simplemente perplejo.


- Mi madre no viene de una familia adinerada. Ella luchó mucho, durante toda su vida, pero, en lugar de darle la espalda a su pasado, una de las cosas que quería de mi padre era que ambos nos criaran como a ella. Nos hizo entender que el dinero no lo era todo. Que la riqueza va y viene, pero que hay otros elementos más valiosos y preciosos en la vida a los que aferrarse.


- ¿Como el amor? - preguntó.


- Amor, respeto, lealtad. Te expliqué todo eso cuando estábamos saliendo, cómo me gustaría ser un buen padre para mi hijo. Cocinar para él e intentar tener una vida familiar unida. Esta casa, después de todo, va a ser el lugar donde vamos a crear muchos recuerdos. Un hogar no es un lugar para dormir o tener relaciones sexuales. Es donde, en la cocina, podemos desayunar juntos, hablar sobre la escuela o intentar encontrar una solución para superar sus problemas con las matemáticas. Nosotros hacemos eso. Este lugar nos funciona. No quiero una niñera. No tuve un hijo para tener una niñera. No estoy juzgando a nadie que lo haga. Todos tenemos diferentes razones para hacer lo que hacemos. Esto funciona para mí y para Yoogeun.


- Puedo conseguirte una casa más grande. No tendrías que trabajar - Taemin sonrió.


- Me gusta trabajar. Cuando Yoogeun está en la escuela, me da algo que hacer.


- Eres mi esposo. Cuando asumas ese papel, tendrás mucho que hacer.


- ¿Cómo qué? -preguntó Taemin.


- Compra, cuidarte, ir a almorzar. Lo que sea que hagan los hombres y mujeres mientras sus esposos trabajan.


- Vaya, ¿sabes?, eso no suena sexista en absoluto.


- Estoy tratando de hacerte la vida más fácil - dijo.


- ¿Sabes qué? Firma los papeles y no me amenaces con mi hijo. Eso me facilitaría la vida.


- No lo haré.


- Bien, ¿sabes qué?, realmente no lo entiendes, ¿verdad? No ves que no te amo, y que no quiero estar más contigo. Estás tan perdido en tus propios pensamientos y sentimientos, que no ves el daño que haces a los demás. Eres un egoísta sin corazón - Taemin sacudió la cabeza. - No tengo tiempo para esto. Tengo trabajo que hacer.


Tenía que alejarse. Cuando estaba sola en casa, solía pasar su tiempo diseñando o leyendo un libro, haciendo algo relajante. Este fin de semana, iba a tener que pasarlo trabajando y así ocupar su mente.


- ¿A dónde vas?


- A asegurarme que mi patio no alberga animales salvajes - cuando vio aparecer la confusión en su rostro, Taemin no pudo evitar sonreír. - Voy a cortar el césped, no quisiera que te ensuciaras las uñas con un poco de jardinería.


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- Bueno, bueno, bueno, mira lo que trajo el gato - dijo Yoona.


- Taemin no tiene gato.


- En efecto, pero, ¿qué haces sin una camisa? - Yoona levantó la ceja. - ¿Intentando conquistarlo con tu cuerpo musculoso? ¿Te hiciste una cirugía?


- No me he hecho ningún tipo de cirugía, pero gracias. No sabía que Taemin iba a invitarlos a comer.


- Taemin nos ha llamado. Ha dicho que había encendido la barbacoa, y ya sabes el resto - dijo Kibum. – Ustedes dos no se han matado el uno al otro. Esto va a ser divertido.


- Lo estamos manejando -dijo Taemin.


- Sí, apuesto a que sí - Yoona lo fulminó con la mirada.


- ¿Has traído alguna cerveza? - pregunto Jonghyun


- Solo vino, cariño - dijo Yoona.


- Entonces iré a buscarme una copa.


No le gustaban sus hermanos. Su vínculo era fuerte. Kibum y Yoona casi habían arruinado su compromiso hace cuatro años, tratando de convencer a su hermano de que no se casara con él, pero había luchado contra ellos, demostrando a Taemin que lo quería. Y hoy no iba a ser diferente, estaba preparado.


- ¿Por qué no te vas? -preguntó Yoona, entrando en la cocina después de él.


- No me voy a ir, Yoona - él agarró un vaso y giró la cabeza para mirarla.


Ella no se acercó más, pero tenía los brazos cruzados y le estaba disparando odio con la mirada.


- ¿Sabes que él no desea seguir contigo? ¿Que quiere olvidarse de ti y vivir una vida donde no existes? - otra vez, se estaba entrometiendo, opinando sobre lo que, supuestamente, su hermano quería o no.


- Mi respuesta sigue siendo exactamente la misma.


- ¿A qué juego estás jugando? ¿No lo quieres, pero nadie más puede tenerlo? Estás celoso del padre soltero husmeando. Le dije que eso iba a pasar. Tú sales y te acuestas con quien te da la gana, ¿por qué no puede divertirse un poco mientras tú no estás cerca?


- ¿Ves?, por eso quería a Taemin. Él es leal a mí, a sus votos. Ustedes, en esta situación, no sabrían cuándo mantener las piernas cerradas, pero él es diferente. Sé muchas cosas de ti, Yoona. Y no creas que eres mejor que yo.


- Soy mejor que tú. No he obligado a nadie a casarse conmigo.


- Créeme, no utilicé la fuerza.


- Eres un maldito cerdo.


- Escúchame bien. Estás perdiendo el tiempo ahora mismo. Taemin me pertenece. Él es mi esposo, y no importa lo mucho que lo intentes, no vas a cambiar nada, es mío y no voy a renunciar a él. No me provoques, Yoona. Si tú y Kibum intentan alejarme de mi esposo y de mi hijo, solo lo lastimarán en el proceso. Y al final ganaré, y tú perderás.


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Invitar a sus hermanos fue cobarde, y Taemin lo sabía. Pero lo ayudó a mantener el deseo que sentía por su marido a raya.


Taemin saludó a Kibum y Yoona mientras se sentaban en su auto, alejándolos de él, hacia sus propias casas, donde nadie más las esperaba.


Cerró la puerta con llave y no se movió, sintiendo la presencia de Jonghyun justo detrás de él.


- No sé si los extrañaste o si con eso esperabas impedirte hacer algo estúpido - dijo.


- No quiero hablar ahora. Estoy cansado.


Se dio la vuelta con la esperanza de alejarse de él, pero no llegó muy lejos. Estaba de pie, justo en frente de Taemin y, lentamente, lo vio acercarse. Entonces no tuvo más remedio que retroceder hasta la puerta, quedándose sin escapatoria. Apretando los dientes, lo miró fijamente, esperando y dando por hecho que estaba enojado.


- No estás cansado. Te sientes un poco febril, ¿verdad?


Todavíaestaba sin camisa, y se sentía avergonzado, porque le gustaba verlo así, mediodesnudo, con su fuerte pecho a la vista. Mordisqueándose el labio, echó lacabeza hacia atrás e intentó no pensar en lo mucho que le gustaba lo cerca que estaba en ese momento. Taemin estaba excitado. Sus pezones estaban duros, su polla a media asta, y todo eso solo por él.


- Estás equivocado. Puedes pensar lo que quieras. Estoy cansado y quiero irme a la cama.


Taemin se esforzó para pasar junto a él, pero Jonghyun lo atrapó, rodeándole el cuello con los dedos suavemente. Su pulgar presionó firmemente, levantándole la barbilla, haciéndolo inclinar la cabeza hacia atrás.


- ¿No sientes nada? -preguntó.


- No.


- ¿Tienes frío?


- ¿Qué? - Taemin jadeó sin poder controlarse mientras le ahuecó un pezón.


- A ver, sé que no eres muy experimentado en cuanto a sexo. Y como ya sabes, tengo a alguien vigilándote, así que sé que no has estado con otro hombre, aparte de mí. Soy tu marido, y nadie más te ha tocado. Déjame explicarte unas cuantas cosas. Se puede saber si una mujer u hombre esta excitado cuando sus pezones se ponen duros. Sé que también pasa eso cuando tienes frío, pero, créeme, hoy, ni siquiera corre una brisa suave o fría. Incluso ahora estás caliente al tacto.


- No significa nada.


- Sigue diciéndote eso - dijo mientras colocaba su mano entre sus muslos. - Y la otra revelación muy distintiva es esta de aquí - su recorrió la costura de su bóxer. - Eso es como otro pequeño regalo. Un lindo y erecto pene - se deslizó debajo de la tela, y Taemin jadeó cuando comenzó a tocarlo - ¿Ves, Taemin?, esos no son los signos de un hombre que no quiere que lo follen. Son los de un hombre que lo hace. Quieres mi toque. Quieres mi polla. No seas terco y te niegues a ti mismo lo que realmente necesitas.


Jugó con su polla, y Taemin encontró casi imposible pararlo. Había pasado tanto tiempo, que sentir como lo tocaba, era embriagador y todo lo que Taemin siempre había querido, pero se negó a ceder. "Él no es el hombre que crees que es. Quieres un divorcio".


¿Sería tan malo ceder? El placer que sentía no lo dejaba pensar con claridad, y no pudo evitar gemir. Esto no era justo, ni siquiera un poquito.


- ¿Ves, cariño?, sé lo que quieres. Lo que anhelas -sus labios se burlaron de su oreja, y le pasó la lengua por el lóbulo antes de bajar hasta su cuello, chupando su pulso. Lo mordió haciéndolo gritar, pero no se detuvo allí.


Cada vez que Jonghyun se retiraba, Taemin gemía en protesta cuando se alejaba. Mientras entraba de nuevo, lo acarició, construyendo su placer, sin permitirle correrse, exactamente lo que Taemin quería. Ansiaba su toque, el fuego dentro de su cuerpo, algo que solo él podía darle, pero no quería rendirse sin luchar.


>>Todo lo que tienes que hacer es admitir que me quieres, Taemin. No hay nada de malo en eso -no habían estado juntos en cuatro años. Taemin quería el divorcio. "Taemin, él no te quiere. Él simplemente no quiere divorciarse de ti."


- No - dijo Taemin. Agarrando su mano, lo empujó hacia atrás, mientras temblaba de excitación. No iba a rendirse, no podía hacerlo, ni ahora, ni nunca.


- ¿Taemin?


- Todo lo que haces es manipular y mentir. No voy a ceder. No esta vez. Crees que, si me llevas a la cama, me olvidaré de todo y volveremos a estar como antes. Te equivocas. Quiero mucho más, y me lo merezco - Taemin lo apartó de y se dirigió hacia las escaleras.


- No estaba tratando de manipularte - dijo Jonghyun.


- ¿No? Entonces, ¿qué es lo que quieres de mí, Jonghyun? Porque no puedo encontrar ni una sola razón para que no me des el divorcio, aparte del hecho de que te gusta ser quien tome las decisiones, tener el control. No me gusta, ni me gustas. Tampoco me gusta lo que está pasando. Lo siento, pero no voy a ser tu felpudo. No voy a dar marche atrás, no ahora.


Subió las escaleras y se dirigió directamente al baño. Cuando miró su reflejo en el espejo, vio a un hombre que parecía listo para explotar. No podía dejar que Jonghyun tuviera este poder sobre él. Quería el divorcio porque deseaba tener un hombre que lo quisiera, que quisiera estar con él, no por ninguna posición social o un asiento en una junta, sino porque él lo amara más que a nada y la sola idea de no estar con Taemin, lo hiciera sentirse enfermo y solo.


Un día lo encontraría. Solo esperaba que Jonghyun no hubiera destruido su fe en el amor ya que, de lo contrario, siempre iba a querer estar con un hombre que no podía amarlo.


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- Tengo que ir a la tienda. Se suponía que debía dejarte en la escuela hace quince minutos. No puedo creer que nos quedamos dormidos - dijo Taemin mientras rápidamente agarraba todo.


- Espera, ¿qué está pasando? - preguntó Jonghyun.


- Eres su padre, espero que puedas hacer eso. Es fácil. - Taemin apretó los labios, y parecía que no estaba contento con la posibilidad de dejarlo. — Tienes que llevarlo a clase. En el colegio les gustan que leas un libro con tu hijo, antes de irte. El libro de Yoogeun está en su mochila. ¿Estás seguro de que puedes manejar esto?


- Será pan comido. Ve, haz lo que tenga que hacer.


Parte de su plan estaba en acción ahora. Taemin lo necesitaba y, bueno, él estaba más que feliz de ayudarlo y así acercarse a su esposo. Eso no era exactamente lo que tenía en mente, pero iba a trabajar con ello porque era todo lo que tenía en ese momento.


Al salir de la casa, vio a Taemin subirse al auto. Les saludó mientras él ayudaba a Yoogeun a sentarse en el asiento.


- ¿Estás listo? -preguntó.


- Sí. Por fin me llevas a la escuela - su hijo parecía muy feliz y emocionado.


Al ponerse al volante, salió del camino de entrada y siguió las instrucciones que Yoogeun le dio, hasta que vio el cartel de la escuela.


En los informes que recibía, se aseguró de que Jinki le diera toda la información, posible sobre su esposo, pero también, se preocupó por su hijo. Le pidió que fuera minucioso y que revisara la escuela a la que, Taemin, quería que fuera su hijo, ya que era una escuela pública, no una privada.


Hace cuatro años, solo se había centrado a conseguir lo que quería y no quiso complicarse mucho la vida, por lo que, no se había tomado el tiempo adecuado para conocer realmente al hombre con el que se iba a casar.


No había muchas plazas de aparcamiento disponibles y, cuando salió y rodeó el vehículo, se dio cuenta que, al final, no llegaban tarde y que eran el centro de atención de los otros padres.


- Entonces, chico, ¿vas a decirme por qué tu papi te deja temprano cuando no llegamos tarde? -preguntó.


- Él tiene que abrir la tienda temprano los lunes cuando tiene el fin de semana libre. La señorita Kang le pidió un vestido de novia por dentro de dos meses. Ella quiere estar bonita el día de su boda, y mi papi es el único que puede hacerlo.


- Creo que tendré que ir a visitar a tu papi hoy, y así asegurarme de que coma algo.


Yoogeun le sonrió, tomó su mano y juntos entraron en la clase. Las mujeres, como los hombres los miraban, pero no le importaba. Se sentó junto a su hijo durante casi una hora, leyeron dos libros antes de que él tuviera que irse. Al salir de la habitación, se encontró con Minho, el pomposo padre soltero que pensaba que podía robarle a su esposo.


- Los lunes por la mañana siempre son tan agitados -dijo Minho. Parecía que estaban estacionados uno al lado del otro. Oh, genial - Me sorprende verte aquí. Taemin generalmente deja a Yoogeun en la escuela matutina para poder ir a trabajar. Él siempre es tan dedicado.


De pie junto a su auto, se giró para mirar a Minho.


-No estaba bromeando cuando te dije que dejaras a mi esposo en paz.


- Lo sé.


- Estoy aquí para quedarme, Minho. Él es mi marido y el padre de mi hijo.


Cuando Minho sonrió, se dio cuenta que mucha gente no estaba muy feliz de verlo. La sonrisa de Minho tenía un borde de amargura, y no podía culpar al hombre. Había regresado de la nada y, cualquier plan que Minho tuviera con Taemin, se había esfumado.


>>Nuestros hijos aún pueden ser amigos, pero, si piensas en quitarme a Taemin, tienes que entender que te aplastaré - dijo Jonghyun.


- No veo por qué tengo que creerte. Ni siquiera has estado presente. ¿Crees que no vi a través de tus mentiras? Sé quién eres, Kim Jonghyun. Me pregunto qué pensarían los periódicos de tus amenazas - Minho cruzó los brazos sobre el pecho, como si acabara de ganar el premio gordo.


- Lo mismo que el banco pensará de ti por no pagar tu hipoteca a tiempo. ¿Quieres jugar con los tiburones, Minho? Bien. Si sale una historia sobre mi matrimonio y Taemin, haré tu vida miserable. Desearás nunca haber pronunciado el nombre de mi esposo cuando termine contigo. Es algo en lo que realmente debes pensar. No bromeo.


- Yo tampoco — dijo Minho. — Soy yo quien ha estado aquí cada vez que Taemin lo necesitaba. Si necesita arreglar algo, estaba allí. Lo llevé al médico cuando estaba enfermo, siempre era yo. ¿Crees que puedes apartarme así por así? Esperaré a que Taemin decida qué es bueno para él.


- Taemin ya sabe lo que es bueno para él, y soy yo. Piensas que tienes la posibilidad de ganarte el amor de mi esposo, me encantaría verlo. Llevamos juntos cuatro años y no me va a dejar — intentó olvidarse del pequeño detalle de que Taemin le había dado los papeles de divorcio. Eso no contaba.


Estaba seguro que Taemin no estaba pensando con claridad y, ahora, iba a luchar, y ningún otro hombre iba a tenerlo a parte de él.


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- ¿Cómo fue el día? El gran día.


- Fue el día más maravilloso de mi vida - Taemin no podía negar eso. Nunca había sido tan feliz en toda su vida.


- Realmente lo fue - dijo Jonghyun, sorprendiéndolos a ambos. Levantó la vista para verlo sosteniendo una bolsa de papel marrón.


- Jonghyun — dijo Taemin, poniéndose de pie. Se limpió los pliegues de los pantalones y lo miró. - ¿Qué estás haciendo aquí?


-Pensé en traerte algo de comida. Pensé que podrías tomar un descanso.


- ¿Tú eres Jonghyun? - preguntó la señorita Kang.


- Ciertamente lo soy. El esposo de este hombre. Un placer conocerte — le tendió la mano a la mujer. Taemin no se sintió cómodo por el repentino ataque de celos que lo golpeó por el simple hecho que intentaba ser amable. Contrólate, Taemin. Ella es una clienta.


Se apartó de ellos, pero solo consiguió que Jonghyun lo enganchara por la cintura.


>>Fue el mejor día de mi vida. Ver a este hombre caminar por el pasillo hacia mí, fue algo mágico.


- ¿No tenía dudas? -preguntó la señorita Kang.


- Ninguna. Sabía que cuando le pusiera el anillo en el dedo, él me pertenecería y que nadie podría alejarlo de mí — ¿estaba tratando de recordarle que no pensaba ni por un momento divorciarse?


- Ambos se ven tan dulces juntos.


- Gracias -dijo Taemin. - Si amas a tu hombre, entonces no importa lo que lleves al ir hacia él. Él te amará y será feliz de que hayas llegado.


La señorita Kang se echó a reír, y aplaudió.


- ¿Podemos tomar un descanso? Lo siento, pero realmente necesito verlo ahora mismo - ella ya estaba corriendo hacia el pequeño vestidor.


- Por supuesto. Te esperaré.


En cuestión de minutos, se quitó el vestido y lo colgó, se cambió y salió de la habitación. Tomando asiento en los escalones, Taemin se frotó los ojos, mientras Jonghyun se sentaba a su lado.


- Te he traído el almuerzo.


- ¿Yoogeun ha llegado bien a la escuela?


- Por supuesto, incluso he podido leer un rato con él. Ha ido realmente muy agradable.


Taemin lo miró, preguntándose si estaba bromeando o lo decía en serio.


>> ¿Nuestra boda fue el mejor día de tu vida? - preguntó.


Abrió la bolsa de papel marrón para ver un sándwich esperándolo. No le importaba de lo que era, tenía tanta hambre...


- Sí, y lo sabes. Es todo lo que después pasó en lo que no puedo soportar pensar.


- ¿La noche de bodas?


- Después de eso -dijo Taemin, sintiendo sus mejillas arder.


Había estado tan nervioso como la señorita Kang cuando llegó su noche de bodas. Su hombre finalmente le iba hacer el amor, se había sentido un poco enfermo por la anticipación y la aprensión.


- No quería que escucharas nada de aquello.


- No importa lo que querías que yo escuchara. Lo he hecho, y me alegro.


- ¿De verdad?


- Verás, cuando lo pienso, podría haber sido parte de la vida de Yoogeun mucho más si no hubieras...


- Hubieras conseguido un felpudo. No conseguí mi final feliz como quería, pero no cambiaría la vida que decidí tener por nada. Amo a mi hijo, donde vivo y mi trabajo. Mi mamá siempre decía que me encontraría feliz cuando me acomodara, y, lo hice.


Taemin siempre había estado buscando su felicidad, y durante un corto tiempo, creyó que Jonghyun era su sueño hecho realidad.


- No quería un felpudo, independientemente de lo que crees.


- No importa ahora, nuestra vida ha cambiado. - Taemin se encogió de hombros.


- Sentí lo caliente que estabas por mí, Taemin. Podríamos intentarlo otra vez. -Le dio un mordisco a su sándwich.


- El sexo y la atracción no hacen un matrimonio feliz.


- ¿Y crees que esa chica va a encontrar la felicidad? De ninguna manera me casaría con alguien que se comporta como ella.


- No puedes entenderla, no estabas nervioso por casarte conmigo, no me amabas, como dijiste, yo era el blanco más fácil de todos mis hermanos. No soportaba a Yoona.


- Todavía no soporto a Yoona, pero ella no cuenta.


- Luego está Kibum.


- De nuevo, no es el mejor ejemplo.


- Entonces solo te quedaba yo para conseguir lo que querías — dijo. — El objetivo más fácil. No puedes juzgar a otros por sus nervios, ni compararlos con nosotros. Tenías un objetivo en mente.


- ¿De verdad crees que no podría haber elegido a Yoona y Kibum, o a cualquiera de los dos, si hubiera querido?


- No quiero pensar en ti con uno de mis hermanos — se puso de pie.


- ¿Sabes? conseguí una foto tuya, y no te hizo justicia. Tu largo cabello rubio y tus ojos chocolates me hipnotizaron - él se rio entre dientes. - Te vi antes de conocerte, Taemin, y fue cuando supe que me casaría contigo. Eres más impresionante en persona de lo que cualquier foto podría capturar, porque no muestra tu bonita sonrisa o el amor que brilla en tu mirada. No hay forma de que alguien sepa lo que estás pensando o sintiendo, pero yo sí puedo. Todo lo que tengo que hacer es mirarte a los ojos, y observarte.


Sus palabras lo tocaron profundamente, pero, no podía permitirse creérselas. No está vez.


- Tengo trabajo que hacer.


Girando sobre sus talones, lo dejó solo. Sus manos temblaban.


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- ¿Me estás diciendo que cuando hago esto, no sientes nada? - él ahuecó su mejilla, acariciando sus labios con el pulgar. Eran tan besables y tentadores. Había pensado en ellos muchas veces, envueltos alrededor de su pene mientras bombeaba en su boca.


- ¿Jonghyun? -lentamente le pasó un dedo por el cuello.


- No estoy tratando de demostrar nada aquí. No espero ganar ninguna batalla. Simplemente estoy intentando hacerte ver qué es lo que sientes por mí. No por nadie más, solamente por mí.


Le pasó la mano por el pezón y bajó hasta el muslo. Él no tocó su polla, en cambio, tomó su mano y la colocó sobre su pecho.


- Lo siento por todo.


- Estás mintiendo.


- No lo estoy. Anhelo tu toque, Taemin. Lo he hecho por mucho tiempo. Incluso más de lo que crees.


Él le sostuvo la mano, con la palma hacia arriba, presionando los labios contra el centro y besándola.


>> ¿Crees que estos cuatro años han sido fáciles para mí? No lo han sido.


- Sí, claro, con todas tus mujeres y hombres rogándote atención. Podías elegir, y te he visto en fotos. No has estado solo.


- No he follado a nadie - dijo, admitiendo la verdad.


- Estás mintiendo de nuevo.


- No, te estoy diciendo la verdad. Nadie ha estado en mi cama excepto tú. Eres lo único que quiero.


- ¿Esperas que crea que, durante los últimos cuatro años, no has estado con nadie? ¿Qué no has... hecho nada?


- He hecho muchas cosas, Taemin, pero solo con mi mano y pensando en ti mientras lo hacía —extendió su brazo y lo tocó. -Te estoy diciendo la verdad.


- Pero tenías aventuras.


- Estaba mintiendo. No digo que no he recibido ofertas desde que te fuiste. Las hubo, pero nadie me ha atraído. Solo quiero a un hombre, y ese eres tú.


- No sé si puedo creerte.


- No me importa si quieres creerme o no. Es la verdad. Nunca pareció el momento adecuado para cerrar esta brecha, y por eso lo siento. No debería haber esperado cuatro años. Entre que escuchaste mi conversación de mierda y que nació Yoogeun, nunca pareció un buen momento, hasta que entraste en mi oficina. No he estado con nadie más. Soy un imbécil hasta la médula, pero tomé mis votos en serio, incluso si después mentí sobre ello -s e inclinó cerca y rozó sus labios con los de él. Taemin dejó escapar un pequeño gemido cuando él finalmente reclamó el beso que había estado esperando toda la noche.


Taemin puso su mano en su mejilla, gentil, dulce. Él se apartó solo un poco para mirarlo a los ojos.


>>Sé que tampoco has estado con nadie más. No me amas en este momento, pero hubo un tiempo en que yo lo era todo para ti, y sé que puedo volver a serlo si me das la oportunidad.


- ¿Jonghyun?


- No te asustes. No huyas de mí. Estoy aquí para quedarme, no voy a ir a ninguna parte - no había forma de que pudiera alejarse de este hombre por segunda vez, o dejarlo irse.


- Estas dispuesto a darme todo lo que siempre quise... el divorcio - él resopló.


- No va a pasar. Te deseo demasiado.


- No se puede tener todo.


- Soy Kim Jonghyun, y puedo tener todo lo que quiero.


Jonghyun agarró la parte posterior de su cuello, acercándolo y reclamando sus labios con fuerza.


Tenía que tenerlo, probarlo, hacerle saber la pasión que había acumulado dentro de él, solo por Taemin.


No tenía deseos de renunciar a sus votos matrimoniales. Los hizo con la intención de mantenerlos. Incluso entonces, cuando había usado a Taemin para sus propios beneficios, él sabía que Taemin era especial en su camino, y no podía dejarlo ir.


El beso se profundizó, y él trazó sus labios con su lengua. Taemin se abrió con un pequeño gemido cuando él se hundió dentro de su boca. No pudo resistirse a tocar su lengua con la suya mientras presionaba su cuerpo contra el de él.


Jonghyun rompió el beso primero, tomando su taza y colocándola sobre la mesa larga a su lado. Se recostó contra el sofá, mientras sus manos acunaban su rostro, tomando sus labios una vez más. En lugar de retroceder, Taemin se acercó a horcajadas sobre su cintura.


Una de sus manos se hundió en su cabello mientras la otra se deslizaba por su espalda para agarrar su trasero.


- No tienes idea de cuántas veces he pensado en ti - dijo.


- Por favor.


Taemin cerró los ojos y apretó su trasero contra su pene, que estaba muy duro, y no había forma de confundirlo con nada más. Levantó su camisa y Taemin no luchó. Tirando de él sobre su cabeza, lo arrojó a un lado mientras atacaba la suya.


De pie, ambos se desnudaron, sus pantalones cayeron al suelo amontonados. Con Taemin todavía usando su bóxer, Jonghyun se recostó contra el sofá, agarrando sus caderas y tirando de él hacia abajo.


Con un simple movimiento, su boca sobre sus pezones. Él comenzó a lamer y chupar los brotes duros. Taemin lo miró, apartándose el pelo mientras veía como sus dientes jugaban con sus pezones. Taemin soltó un gemido cuando Jonghyun lo dejó ir.


Sus manos se movieron hacia abajo. Con un tirón de su mano, sus bóxers se rasgaron y su palma lo ahuecó. Cuando deslizó un solo dedo dentro de su agujero, Taemin gimió su nombre.


- No tienes idea de cuánto quiero follarte - dijo.


Su pulgar acarició su agujero, y Taemin jadeó mientras hundió dos dedos dentro de él.


Cuando Jonghyun lo meció cerca de su cima, no pudo evitar sentir la espiral de placer. Estaba muy cerca del borde, pero Jonghyun se detuvo y no le permitió venirse.


Empujó sus calzoncillos bóxeres por sus muslos, y Taemin se apartó mientras él se aferraba a su eje. Ya estaba muy duro, y la punta goteaba pre-semen.


Ni siquiera se tomó un tiempo para pensar o cuestionar lo que estaba sucediendo y, cuando se deslizó por su longitud, dejó escapar un jadeo.


Después de que Taemin lo tomó un par de centímetros, Jonghyun lo agarró por las caderas y lo bajó el resto del camino.


Taemin apretó los dientes cuando entró duro y profundo, casi hasta el punto del dolor.


Cuando envolvió sus piernas alrededor de Jonghyun, presionó su rostro contra su cuello, sintiendo el pulso de su excitación profundamente dentro de él.


Cuatro años. Cuatro largos y solitarios años. Jonghyun se sentía increíble. Esto no estaba mal.


Ellos estaban casados. Esto era más correcto que cualquier otra cosa en su vida.


Le acarició la espalda con los dedos, lentamente, yendo hacia su trasero antes de volver a levantarlos para provocarlo un poco más.


>> ¿Quieres que pare? -preguntó.


-No.


Sus manos volvieron a sus caderas y lo levantó. Taemin trabajó con su ritmo, balanceándose arriba y abajo en su longitud, y hundió los dientes en su labio, tratando de contener sus gemidos, pero fue inútil.


Cuando miró hacia donde se unían, el placer estaba fuera de este mundo, incluso mejor de lo que podía haber imaginado. Sin embargo, Jonghyun no había terminado con él.


Los movió en el sofá para que fuera él el que estuviera encima. Levantó una de sus piernas para que descansara en el sofá y colocó la otra sobre su cadera, manteniéndolo abierto. Con largas y duras estocadas, comenzó a follarlo, tomando lo que quería.


-Míranos, Taemin. Mira mi polla llevarte. Tu agujero está tan jodidamente apretado. No puedo tener suficiente de ti. Quiero follarte fuerte, una y otra vez, todo el maldito tiempo - embistió dentro de él, y Taemin gritó su nombre.


Jonghyun retrocedió, manteniendo sus piernas abiertas, y su mano acariciando su polla. Taemin estaba, completamente a su merced. No tenía escapatoria.


Jugó con su polla, haciéndolo venir no una vez, sino dos veces en su pene. Taemin gritaba su nombre, sin poder contenerse, rezando para que su hijo no se despertara.


De repente Jonghyun dejó caer sus piernas y comenzó a follarlo aún más fuerte. Pequeñas ondas de liberación lo atravesaron cuando Jonghyun sacudió una parte dentro de él que mantuvo su placer repitiéndose, obligándolo a venirse aún más.


Estaba completamente sin sentido, ni le importaba lo que estaba haciendo. Se suponía que debía estar tratando de encontrar una manera de convencer a Jonghyun de un divorcio, no follarlo.


Cuando Jonghyun llegó, escuchó su gruñido, sintió que su pene se contraía y supo que había encontrado su propia liberación.


Cuando se derrumbó en el sofá, Taemin tomó su peso sintiéndose feliz por primera vez en mucho tiempo, y eso había sido en su noche de bodas, antes de que supiera la verdad.


Pero también estaba asustado, preguntándose si había cometido el mismo error que años atrás creyendo nuevamente en él.


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El día del picnic, Taemin estaba muy nervioso e inquieto, era la primera vez que Yoogeun, él y Jonghyun salían juntos como una familia. Jonghyun insistió en tomar su auto, y había cargado en el maletero los pasteles que había horneado, menos los dos que prepararon cuando Jonghyun decidió follarlo.


Después de haber tenido sexo con Taemin en la cocina, se había quedado para ayudar a limpiar el desorden e incluso hacer un par de tartas él mismo. Nunca había pensado en él como ayudante antes, pero había seguido sus instrucciones sin dudar en ningún momento, y le pareció agradable estar cerca de él. No se había sentido así en mucho tiempo, y sabía que necesitaba reaccionar.


No había forma de que se divorciara de Taemin si pensaba por un segundo que él todavía estaba sufriendo por él, deseándolo. ¡Y lo hacía!


Hizo a un lado esos pensamientos y se concentró en el día que le esperaba. Jonghyun estacionó en una de las pocas plazas disponibles fuera del restaurante del pueblo.


En el momento en que el motor se apagó, Yoogeun salió, pero, como el buen chico que era, esperó en la parte trasera del auto para ayudar a descargar las tartas.


Jonghyun abrió el maletero, Yoogeun agarró dos bandejas, para después salir corriendo hacia las mesas en el centro de la plaza.


- ¿Esto sucede todos los domingos? - preguntó Jonghyun.


- No. Una vez al mes, a menos que haga mal tiempo, en ese caso se pospone o se cancela hasta el mes siguiente.


- ¿Y todos traen algo?


-S ip.


- ¿Tú disfrutas de esto?


- Amo esta parte. La preparación y el estrés de asegurarse de no envenenar a nadie, no tanto.


- ¿Por qué lo haces? - preguntó Jonghyun. -No tienes que hacer nada de esto. Eres libre de vivir tu propia vida y, si no les gusta, ¿a quién le importa?


- Pero, a pesar de todo, lo disfruto. El punto es que, después de todo el trabajo duro, llega la parte que realmente me gusta. Si no me esfuerzo lo suficiente, me siento culpable. Es bastante difícil de entender - cogió la bandeja. - Además, no me llevaré ninguno de estos a casa. Si hay sobras, se entrega a cualquiera que lo desee al final.


- Pero, ¿qué pasa si yo lo quiero?


- No seas un bebé. Esto se trata de dar y olvidarse un poco de uno mismo.


Taemin llevó la bandeja a la mesa y comenzó a colocar los pasteles. Una vez hecho el trabajo, miró de reojo a Jonghyun mientras estaba haciendo la suya y, sin esperar a que él se acercara, desapareció rápidamente entre la multitud, tomando un refresco y vigilando que Jonghyun no lo encontrara.


Necesitaba un descanso. Solo un par de minutos para calmarse antes de tener que lidiar con todo. Se sentía completamente abrumado por él.


Cuando la multitud se dispersó un poco, Taemin lo vio, lo estaba buscando, y rápidamente se movió detrás de uno de los árboles más grandes de la ciudad para observarlo.


Varias mujeres se le acercaron, todas ellas madres. Una de ellas era una reciente soltera.


Seguía sin entender por qué no quería darle el divorcio. Sin embargo, mientras pensaba en él firmando esos pedazos de papel, sintió un dolor agudo en su pecho. En lugar de seguir mirándolo para ver si encontraba atractiva a alguna de las mujeres, Taemin rápidamente salió de su escondite.


Tomando un sorbo de su refresco, siguió moviéndose para evitarlo. Cruzó rápidamente la plaza del pueblo sin mirar a dónde iba y se topó con una espalda masculina y dura.


>>Oh, lo siento -dijo.


Minho se volvió hacia ella con una sonrisa.


- Estoy bien, cariño, tranquilo - dijo.


- ¿Estás bien?


- Sí, estoy bien. ¿Sabes?, es la comida, y me gusta estar lo más lejos posible de todos y de todo. Ya me conoces - Taemin sonrió. - ¿Cómo estás?


- Bien, más que bien. Aunque he echado de menos pasar el rato contigo.


- Me pasé para ver si alguien había cortado el césped.


- Sí, Jonghyun y yo nos encargamos de ello. Sin embargo, muchas gracias por pensar en mí. Realmente significa mucho para mí que te importe.


- Por supuesto que me importas - él puso una mano sobre su hombro. No fue fuerte, pero fue gentil, cariñoso, dulce.


No le gustaba que la estuviera tocando. Si Jonghyun lo veía, se enojaría, y lo último que quería era que su marido causara una escena porque un tipo con el que había sido amigo durante unos años. Por eso necesitaba el divorcio. No eran compatibles.


Alejándose de su agarre, miró hacia la multitud.


>> ¿Estás buscando a tu esposo?


- No, en realidad me preguntaba dónde podía estar mi hijo - dijo. - ¿Dónde está Taehyun?


- Está cerca del arenero.


- ¿Han construido uno este año? - preguntó Taemin.


- Sí, supongo que, finalmente, han convencido al alcalde, ya sabes. Ayudé a construirlo y también compré un montón de arena.


- Eres una persona tan generosa, Minho. Realmente lo eres. Cuando encuentres a un buen hombre para estar a tu lado, él tendrá suerte de tenerte como esposo - le ofreció una sonrisa, sabiendo que un día encontraría un hombre para amarlo. Minho dio un paso hacia él.


-Pensé que lo había encontrado - le tomó de la mano y su corazón comenzó a acelerarse. Esto no era lo que Taemin quería. Esto no era, para nada, lo que esperaba de él.


- ¿En serio, ¿quién? - esperaba estar confundiendo las señales o leerlas mal.


- Sabes quién, Taemin, tú.


- Minho ...


- Escúchame. Sé que tu esposo ha regresado y ha dejado bien claro que debo alejarme de ti pero, ¿te hace feliz? ¿Realmente te da todo lo que necesitas? ¿Te ama?


- Minho, tú no me amas.


- Lo hago. Te amo mucho. Veo lo increíble que eres con los niños. Cuánto te encanta estar con ellos. Veo todo lo que él no quiere ver - él lo atrajo un poco más cerca y, para no llamar la atención sobre ellos, no peleó. - Él es una persona importante o excepcionalmente capaz en la ciudad. Lo entiendo. Puede proporcionarte mucho más de lo que yo puedo, pero, ¿puede dártelo todo? Ni siquiera ha estado aquí la mitad del tiempo. Esta es la primera vez que lo veo, y sé que cuando Yoogeun va a verlo, no estás allí. Estás con tus hermanos.


- ¿Cómo sabes eso? -preguntó Taemin.


- Te escuché hablar de ello cuando ayudé a arreglar tu grifo que goteaba.


- No deberías estar escuchando las conversaciones de otras personas.


- Taemin tiene razón, no deberías - dijo Jonghyun.


Estaba demasiado cerca, y Taemin comenzó a ponerse nervioso.


- Jonghyun, ¿dónde estabas? - preguntó Taemin.


Alejó su mano de la de Minho, pero era demasiado tarde, Jonghyun ya lo había visto.


- Si me acuerdo bien, te dije que te mantuvieras alejado de mi esposo.


- Jonghyun, vámonos. Hay una ensalada de pasta que creo que realmente disfrutarás.


- Tienes un problema, ¿por qué no quieres que hable con tu esposo? He estado allí para él durante los últimos cuatro años, cuando tu no estabas.


- Te lo advertí, Minho.


- No entendí la indirecta. Puedes intentar intimidarme, pero hay algunos lugares donde tu dinero no va a funcionar. Esta ciudad me conoce. Todos saben lo que hago y cómo me preocupo. Estoy enamorado de ti, Taemin. Sé que no me crees, pero también sé que no hay forma de que puedas amarlo. Te abandonó.


- Será mejor que cierres la boca -dijo Jonghyun. Hubo algunos jadeos, y Taemin sabía que esto se le iba a ir de las manos.


- ¿Por qué demonios debería hacerlo? Estoy diciendo la verdad. No has estado presente. No estuviste cuando Yoogeun dio sus primeros pasos o dijo sus primeras palabras. Taemin y yo estábamos. Fue en el restaurante del pueblo cuando habló por primera vez, y en su tienda cuando empezó a caminar. Yo fui parte de la crianza de tu hijo, pero tú has estado ausente. No lo mereces. Nunca lo merecerás.


Taemin dejó escapar un grito cuando Jonghyun estrello su puño contra la cara de Minho.


*********************************************************************************


- A ver si lo entiendo todo bien, ¿empezaste una pelea con Minho y lo golpeaste tanto que el sheriff tuvo que intervenir? - preguntó Yoona.


- No me parece para nada divertido.


- Oh, por favor, sí que lo es. Es realmente muy divertido. No me malinterpretes, estoy en shock. No me puedo creer que el frío y calculador Kim Jonghyun se rebajara a arremeter y a golpear a otro ser humano.


Jonghyun no quería seguir hablando con la hermana de Taemin, quería que Yoona se fuera.


Después de lo que había pasado, Taemin decidió pedir a su hermana que cuidara a Yoogeun esa noche, mientras meditaba lo sucedido y decidía si enviarlo a la escuela mañana o no.


- Estaba tocando a mi esposo. Diciéndole cómo lo amaba y que, entre nosotros dos, él era la mejor opción. ¿Y tú no estás de acuerdo?


- Diablos no. No veo por qué voy a estar de acuerdo con esa mierda. Nunca lo estaré - Jonghyun había recibido algunos golpes, y su cara estaba ardiendo como la mierda - ¿Sabes, Jonghyun? Un pequeño consejo, realmente necesitas mirarte en un espejo y pensar un poco mejor las cosas.


- ¿Para qué cojones?


- Un baño de realidad. No estás viendo la situación con claridad ahora mismo.


- ¿Y qué necesitas que vea claramente? - tenía un dolor de cabeza muy fuerte, sin mencionar que sabía que Taemin estaba enfadado con él. Taemin había tenido que ir y pagar la fianza para que lo liberaran. La prensa no iba a tardar a aparecer y curiosear.


- No has estado aquí, Jonghyun. No puedes borrar los últimos cuatro años, así como así. Taemin ha sido padre soltero desde el momento en que descubrió que estaba embarazado. No estabas allí para sus clases prenatales. Ciertamente no estabas en la habitación con él para el nacimiento. Sé que estabas en el hospital el día en que se puso de parto, pero no estabas allí. Kibum y yo estábamos. Nosotros fuimos los que nos quedamos a su lado. No sabes por lo que ha pasado. Taemin no tenía ni niñera ni ayuda. Estaba agotado por cuidar a Yoogeun y trabajar, tanto que casi se derrumbaba.


- Lo habría ayudado, si lo hubiera sabido. Todo lo que tenía que hacer era acudir a mí. Él es tan terco.


- No has entendido nada, Jonghyun. Él no estaba trabajando para fastidiarte o porque es terco. Él estaba trabajando para no tener que pensar en ti. Para que pudiera pensar en todo, menos en ti. Fue fácil para ti. No te enamoraste de él. Taemin se enamoró y tú lo lastimaste. Él ha estado tratando de salir del pozo de la depresión desde entonces, y hoy no le has facilitado la vida. Se la has hecho aún más difícil y, ahora, la gente en esta ciudad podría no quererlo por lo que hiciste. Puede que no te guste Minho, pero él es un buen tipo.


- Solo lo quiere como padre para su hijo. Él no lo ama.


- Es parte de esta ciudad, es tan importante como el alcalde. Créeme, podrías haber dañado la vida que él tiene aquí.


- Está bien, creo que lo tenemos todo listo para ti - dijo Taemin, dando la vuelta a la esquina con una mochila. - Es solo por un par de días, mientras resuelvo algunas cosas.


- ¿Estás ansioso por estar con tu tía, hijo? - preguntó Jonghyun.


Yoogeun ni siquiera le dedicó una mirada, y Yoona lo miró con lástima, lo que no le gusto para nada.


- Gracias por llevártelo. Llamaré para decirte lo que decido - Taemin abrazó a su hermana y Yoogeun ni siquiera se despidió de Jonghyun. Su hijo lo estaba tratando con indiferencia.


Los escuchó hablar en la puerta y oyó el click cuando se cerró.


Taemin se dio la vuelta para mirarlo. Tenía las manos a los lados y parecía tan triste, que tuvo que reprimirse para no abrazarlo.


- No quería que todo esto sucediera -dijo.


- No importa, ahora. Lo hiciste, no sé si lo planeaste o no, pero golpear a Minho, comportarte como te comportaste hoy, destrozar la comida, ¿por qué?


- No lo quiero cerca de ti.


- No voy a empezar una relación con Minho.


- ¿Incluso con lo que te dijo? Escuché cada palabra. Él te ama. Quiere tenerte en su vida, a su lado.


- ¡Estoy casado contigo!


Él se paró y lo miro, mientras los celos lo cegaban.


- ¿Y si no fuera así? ¿Te habrías enamorado de él? ¿Habrías aceptado estar con él? ¿Habrías sido su pequeño esposo? ¿Horneando pasteles todos los fines de semana para tus vecinos?


- Eso no tiene sentido, porque todavía estoy casado contigo. Ni siquiera voy a intentar darte respuestas hipotéticas. Todo esto es ridículo, soy tu esposo, ¿recuerdas? - levantó la mano, enseñando su anillo. - No sé si voy a poder quedarme en la ciudad después de hoy.


- ¿Estás de broma? ¿Solo porque Minho y yo nos hemos peleado?


- Minho es uno de ellos. Además, cuando te alejaron, seguiste golpeándolo, y lo pateaste.


- ¿Tú lo amas? -preguntó Jonghyun.


- ¿Qué?


- ¿Lo amas? Dímelo, quiero saberlo, ahora. Te concederé el divorcio si me dices que estás enamorado de Minho y que quieres pasar el resto de tu vida con él y con nadie más. Demonios, dímelo — dijo mientras gritaba las palabras.


Tenía lágrimas en los ojos y los dientes apretados. El silencio cayó entre ellos. Nunca había estado tan enfermo y celoso en toda su vida. ¿Por qué no podía simplemente mantener la boca cerrada? Esto no era lo que él quería.


- No -le respondió.


Su respuesta no fue más que un susurro, pero él la escuchó.


- ¿Qué?


- No lo amo, y no voy a mentirte solo para que me concedas el divorcio - Taemin le dio la espalda y comenzó a alejarse.


- Taemin, no puedes decir una mierda así e irte sin más -s e apresuró hacia él y lo agarró del brazo. Estaba en las escaleras, con una mano en la barandilla y un pie en el primer escalón. - Háblame.


- ¿Qué más puedo decir? No sé si Minho te demandará por la pelea de hoy. Voy a hacer las maletas.


- ¿Espera, a dónde vas a ir?


- De vuelta a la ciudad. Puedo quedarme con uno de mis hermanos o contigo, como tú veas. No quiero lastimar a mi hijo o dejar que lo aparten de mí por lo que has hecho.


- Estas exagerando.


- Tú no sabes cómo funcionan las cosas aquí, Jonghyun. Es una comunidad donde la violencia no es la respuesta. No fue fácil integrarme, yo era un extraño y, ahora, tú has hecho la situación aún peor. Te traje aquí, y no he podido controlarte. No estoy haciendo esto por ti, estoy haciendo esto por Yoogeun - Taemin le aparto la mano de su brazo para irse.


- ¿Me amas? - preguntó, gritando las palabras mientras se alejaba, subiendo las escaleras. Hizo una pausa, pero no miró hacia abajo. - Sé que soy un imbécil. No necesito que nadie me lo diga. Lo sé. No voy a cambiar, es lo que soy. Si no amas a Minho y estás dispuesto a irte conmigo, significa que me amas, ¿verdad? Todavía sientes algo por mí - Taemin se dio la vuelta, pero no dijo ninguna palabra. Sus ojos lo capturaron de nuevo, pero ahora estaban llenos de lágrimas, y solo podía pensar en que era él quien las había puesto allí.


- Voy a hacer las maletas - Taemin no le respondió, pero él lo conocía. Taemin lo amaba, y por eso estaba empacando.


Alejándose de las escaleras, sonrió. Esto era lo que él quería. Bueno, no exactamente.


Sabía que tendría que ir y hablar con Minho, tratar de convencer al hombre de que no presentase cargos. No iba a ser fácil, ya que lo golpeó muy fuerte.


- Voy a salir - dijo Jonghyun.


Agarrando su chaqueta y las llaves del auto, se miró en el espejo e hizo una mueca. El imbécil le habían dejado varios moretones en la cara. Subiendo a su auto, se dirigió hacia la casa de Minho.


Vio que las luces seguían encendidas y se estacionó. Mientras caminaba hasta la entrada, la puerta se abrió y salió una joven que trabajaba en la escuela.


- Si me necesitas no dudes en llamarme, ¿seguro que estás bien?


- Lo haré Irene, no te preocupes. Muchas gracias.


En el momento en que lo vieron, pudo ver la ira y el resentimiento que tenían por él.


- No deberías estar aquí - dijo Irene. - Tú y tu esposo ya han causado suficientes problemas. No eres bienvenido aquí.


- Estoy aquí para hablar con Minho y disculparme. Mi marido no ha a echo nada malo hoy.


- Si él no estuviera aquí, tú tampoco, y no habrías lastimado a uno de los hombres más amables de la ciudad - dijo Irene.


- Está bien, Irene. Estamos bien -dijo Minho.


- Puedo llamar al sheriff, si quieres.


- No será necesario. Jonghyun y yo podemos manejar nuestros problemas, ¿verdad, Jonghyun?


-Es por eso que estoy aquí. No estoy buscando ningún tipo de problema - levantó las manos, mostrándoles a ambos que no planeaba lastimar a nadie.


- Deberías estar avergonzado de ti mismo - dijo Irene, y salió corriendo por la calle.


- Tienes a todos persiguiéndote - dijo Jonghyun, mirando a Minho.


El otro hombre se veía tan mal como él, pero Minho no se acobardó, ni parecía estar asustado. Ambos estaban completamente en control.


- ¿Qué estás haciendo aquí? - Minho preguntó. - No creo que sea una buena idea que tú y yo estemos cerca el uno del otro.


- ¿Quieres tener esta conversación en la puerta o en la privacidad de tu propia casa? Prometo que mantendré mi distancia.


- No te tengo miedo, Jonghyun. Tú eres el que perdió los estribos hoy, no yo.


- Estabas persiguiendo a mi esposo.


- Amo a Taemin. ¿Puedes decir lo mismo?


Miró al hombre que pensaba que podía quitarle a Taemin, y empiezo a enojarse un poco. Intentando conservar la calma, Jonghyun se echó a reír.


- ¿Sabes?, todo el mundo parece estar muy seguro de que no amo a mi esposo.


- ¿Cómo puedes pretender amarlo y no estar con él?


- ¿Por eso piensas que mis sentimientos son fingidos?


- Lo conozco. He salido mucho con él en los últimos años. Nos hemos convertido en muy buenos amigos y, si hay una cosa que sé sobre él, es que es un hombre muy fácil de extrañar. Puedo estar un fin de semana sin él, pero el lunes necesito ver su cara sonriente. Siempre tiene una sonrisa y siempre está ayudando a los demás. Es un hombre desinteresado. ¿Cómo puedes no querer estar con él cuando él lo es todo? - Jonghyun miró a Minho.


- Amo a mi esposo.


Minho resopló.


- ¿Puedo entrar? No quiero tener esta conversación aquí afuera.


- No te voy a dejar entrar en mi casa. No tengo ningún problema con que mis vecinos escuchen mis problemas. ¿Tú sí? - Jonghyun apretó los dientes. - Te has peleado conmigo hoy porque he admitido la verdad. Le he dicho a Taemin que lo quiero. Haría cualquier cosa por él, y sí, me encantaría tenerlo como el padre de mi hijo. Además, hoy has demostrado qué tipo de hombre eres cuando te has peleado conmigo. ¿Por qué demonios debería quedarse contigo cuando me tiene? ¿Un hombre dispuesto a amarlo, a estar a su lado cuando su marido no lo está? - Minho preguntó. - Dime Jonghyun, ¿por qué debería alejarme? ¿Por qué debería dejar de pelear por él, cuando claramente no has estado luchando por él en los últimos años?


A pesar de su irritación, Jonghyun sabía que el hombre tenía razón. Los últimos cuatro años, no habían tenido ningún sentido. Incluso cuando decidió intentar convencer a su esposo de que lo amaba, fue un imbécil.


- Amo a mi esposo más que a nada en el mundo. Lo conocí hace cuatro años. Él era tan joven y tan... inocente para mi mundo. Todo lo que siempre quiso era un final feliz, como en los cuentos de hadas. Le dije que era el chico para él. Pero en realidad todo era por interés, obviamente. ¿Por qué no? No empecé amando a mi esposo. Ni siquiera me atraía. Él era un medio para un fin. Alguien a quien tuve que enamorar para obtener lo que quería.


- ¿Y a eso le llamas amor?


- Nunca había estado enamorado. Nunca me había tomado el tiempo de conocer a nadie. Con Taemin, todo cambio, empezó por pequeñas cosas. Sé que su color favorito es el morado. A él siempre le han gustado esos colores. Le encanta la lluvia, pero tiene que ser una lluvia cálida, no la que cae en pleno invierno cuando el hielo te golpea fuerte. Él adora la nieve. La ama. Incluso le gusta jugar con ella todavía, y ahora que tiene a nuestro hijo, puede inventar excusas para estar fuera y disfrutar como cuando era niño - él sonrió, recordando su risa cuando lo arrastró afuera para jugar con él. Era la primera vez que construía un muñeco de nieve, ya que sus padres siempre le habían impedido salir. - Me encantan sus ojos. Son como un libro abierto donde se puede ver al hombre que es por dentro. No puede ocultar lo que piensa o siente, incluso cuando se esfuerza mucho por hacerlo. Su risa. La he echado mucho de menos. Es contagiosa, e incluso si estás teniendo un día realmente jodido y lleno de mierda, escuchándolo reír sabes que todo va a estar bien. Él está en este planeta y, sabiendo eso, no puedes odiar el mundo o lo que representa. Él quiere ser completamente amado por alguien, y lo es. Simplemente, todavía no lo sabe. Amo a mi esposo, más que cualquier otra cosa en el mundo, ¿y sabes?, estoy jodido. Soy un monstruo, una persona horrible y jodida, pero haré cualquier cosa por él, porque a pesar de que no se da cuenta, es dueño de mi corazón. Toda mi vida está vinculada a la de él, por eso no la dejaré ir. Si crees que estos últimos cuatro años han sido fáciles para mí, te equivocas. Han sido los más difíciles de mi vida porque se dio cuenta de lo idiota que soy y, en lugar de salir de mi zona de confort, lo dejé creerlo y no luché. Soy un cabrón, pero no con Taemin, nunca podría lastimarlo - puso su alma al descubierto ante un completo desconocido.


Minho no necesitaba escuchar sus razones, ni siquiera le importaban una mierda, pero finalmente admitió la verdad. Taemin ni siquiera lo había escuchado, y ahora, por cómo estaban las cosas entre ellos, nunca lo haría.


*********************************************************************************


- ¿Qué pasa con el adulterio? - Taemin sacudió su cabeza.


- No puedo usarlo.


- ¿Por qué? ¿Porque no hay evidencia? Por favor, apuesto a que hay muchas pruebas en los periódicos para que las uses.


- No me engañó.


- ¿Qué?


- En los cuatro años que estuvimos separados, no se acostó con nadie más.


- ¿Cómo sabes eso?


- Él me lo dijo.


- ¿Y lo crees?


- ¿Por qué no?


- Te ha mentido antes. - Taemin se encogió de hombros.


- Lo sé, pero esto es diferente.


- Tiene todo que ganar mintiéndote, y tú lo sabes.


- Es raro, pero lo creo - dijo. - No hay razón para que mienta. Cuando me lo dijo, ya se había venido a vivir conmigo - Taemin rio. - No tengo ninguna posibilidad de conseguir este divorcio.


- No te enfades conmigo, por favor, pero, ¿realmente quieres el divorcio?


- Por supuesto que sí. ¿Por qué crees que he cambiado de parecer? - preguntó.


- No lo sé. Lo amabas. Creo que ahora, sin lugar a dudas, te has enamorado nuevamente de él. ¿No? - Kibum le sirvió otra copa de vino.


Taemin abrió la boca, la cerró, la volvió a abrir y frunció el ceño.


- Te odio en este momento.


- Todavía lo amas - apretó los labios. - Estamos solo nosotros dos aquí, Taemin. Tú y yo. Dime la verdad, ¿amas a Jonghyun? - Taemin suspiró.


- Esto es embarazoso.


- No, no lo es. Soy tu hermano y no se lo diré a nadie más, te lo prometo.


- Oh, por favor, vas a hablarlo con Yoona a la primera oportunidad que tengas. Los conozco a ambos, y probablemente ya han apostado cuando cederé y me entregaré a Jonghyun.


- Tenemos una apuesta. No sobre cuándo cederás y te convertirás en el esclavo de amor de Jonghyun, sino sobre el hecho de que admitas, de una vez por todas, que nunca has dejado de estar enamorado de él. Sé que te gustaba arrojar y esconderte detrás de toda esa basura sobre no encontrar un hombre porque estabas casado. Pero, por favor, cariño, tú y yo sabemos que, si no amaras a Jonghyun, habrías hecho todo lo posible para deshacerte de ese hombre. No eres un maldito tonto - Taemin se puso de pie y caminó hacia la cocina. - No tienes que mentirme.


Taemin arrojó su vino al fregadero y se volvió para mirar a su hermano. Sabía que iba a llorar y trató de contener las lágrimas, pero fue inútil. Ya no podía controlar sus emociones.


- Sí. - le dijo.


- Taemin, cariño, no llores.


- Pero es que no puedo evitarlo - la primera lágrima cayó por su mejilla, y se la quitó, enojado consigo mismo por ser tan débil. Esto no era lo que quería. - Lo amo mucho y sé que realmente no debería.


- ¿Por qué no?


- Porque es un imbécil. Solo piensa en sí mismo, y no se preocupa por nadie más. Mira lo que estuvo dispuesto a hacer. Se casó conmigo por un maldito puesto en la junta. Me importa un bledo el negocio de mi padre. Realmente ni sé de qué va - se echó a reír. - No tengo ni idea de todo esto. Sin embargo, Jonghyun estaba dispuesto a casarse conmigo para conseguirlo. Me sentí tan humillado. Nunca sentirá lo mismo que yo siento por él.


- No creo que sea así.


- Yo sí. Jonghyun nunca me amará. Nunca se preocupará por mí. No como yo lo hago. Incluso después de todo lo que hemos pasado, amenazó con llevarse a mi hijo porque quería divorciarme de él, y mira, todavía lo amo.


- Debes dejar de preocuparte por cada pequeño detalle. Solo amas a un imbécil. Estoy seguro de que no eres el primer hombre en enamorarse de uno.


- Ni siquiera sé por qué me mudé aquí con él. Odio este lugar - dijo Taemin. - Es muy frio.


- Sube la calefacción, entonces - dijo Kibum.


- No es lo que quiero decir, y lo sabes. Lo siento. Realmente no soy una buena compañía en este momento.


- Está bien. Tranquilo, te has mudado de casa recientemente. Tienes derecho a estar un poco molesto - se frotó la sien.


- Gracias por estar aquí y por todo tu apoyo.


- ¿Vas a llorar de nuevo?


- Puede ser. Dame un minuto. Tengo que calmarme.


- ¿Te molesta que encienda la televisión mientras espero? - Kibum preguntó. -No me gusta estar por aquí sin hacer nada.


- Claro, adelante, hazlo -dijo Taemin, corriendo hacia el baño. No sabía por qué estaba llorando tanto. No había razón para que llorara o fuera tan emocional. Las cosas podrían estar muchísimo peor, por suerte, estaba bien. Tendría que estar bien.


Abriendo el agua, se salpicó un poco en la cara. Agarrando una toalla, se secó la cara y se miró en el espejo.


>>Vas a estar bien. Todo va a estar bien. No tienes de qué preocuparte -soltó un suspiro, rezando por estar en la cierto.


Hubo un golpe en la puerta del baño.


- ¿Cariño, todo bien?


- Sí, estoy bien.


- Realmente necesitas salir y ver esto.


- ¿El qué?


- No puedo decírtelo. Realmente necesitas venir a ver esto, Taemin. Ven aquí - frunciendo el ceño, abrió la puerta para ver a Kibum de pie frente a él. - He recibido un mensaje de Yoona y me ha dicho que ponga las noticias. El vídeo se ha vuelto completamente viral.


- ¿Vídeo?


- Ven a ver -siguiendo a Kibum de vuelta al salón, la pantalla plana mostraba a Jonghyun.


- Esta noche, bueno, no es el día de San Valentín, pero hay amor en el aire, por eso les traemos el último vídeo que se está haciendo viral. Están viendo una confrontación entre dos hombres. El multimillonario Kim Jonghyun, como todos recordarán, está casado con el esquivo Lee Taemin, ahora Kim Taemin.


>>Durante años han habido rumores de un distanciamiento entre los dos, que siempre se ha cubierto con una excusa u otra. Parece que no siempre hubo amor en el paraíso, pero ahora la pareja está más enamorada que nunca, y Jonghyun no está dispuesto a dejarlo ir. Vamos a reproducir el vídeo del día.


Jonghyun estaba parado frente a la casa de Minho y alguien lo estaba filmando, pero claramente Jonghyun no lo sabía porque nunca miró a la cámara.


- Nunca había estado enamorado. Nunca me había tomado el tiempo de conocer a nadie. Con Taemin, todo cambio, empezó por pequeñas cosas. Sé que su color favorito es el morado. A él siempre le han gustado esos colores. Le encanta la lluvia, pero tiene que ser una lluvia cálida, no la que cae en pleno invierno cuando el hielo te golpea fuerte. Él adora la nieve. La ama. Incluso le gusta jugar con ella todavía, y ahora que tiene a nuestro hijo, puede inventar excusas para estar fuera y disfrutar como cuando era niño. - Me encantan sus ojos. Son como un libro abierto donde se puede ver al hombre que es por dentro. No puede ocultar lo que piensa o siente, incluso cuando se esfuerza mucho por hacerlo. Su risa. La he echado mucho de menos. Es contagiosa, e incluso si estás teniendo un día realmente jodido y lleno de mierda, escuchándolo reír sabes que todo va a estar bien. Él está en este planeta y, sabiendo eso, no puedes odiar el mundo o lo que representa. Él quiere ser completamente amado por alguien, y lo es. Simplemente, todavía no lo sabe. Amo a mi esposo, más que cualquier otra cosa en el mundo, ¿y sabes?, estoy jodido. Soy un monstruo, una persona horrible y jodida, pero haré cualquier cosa por él, porque a pesar de que no se da cuenta, es dueño de mi corazón. Toda mi vida está vinculada a la de él, por eso no la dejaré ir. Si crees que estos últimos cuatro años han sido fáciles para mí, te equivocas. Han sido los más difíciles de mi vida porque se dio cuenta de lo idiota que soy y, en lugar de salir de mi zona de confort, lo dejé creerlo y no luché. Soy un cabrón, pero no con Taemin, nunca podría


- Así es, amigos, Kim Jonghyun acaba de abrir su alma, y todos deseamos ser Taemin en este momento.


- No tenía idea de que estaba siendo grabado -dijo Jonghyun.


Taemin se dio la vuelta y allí estaba su esposo. Había estado lloviendo afuera, y estaba empapado.


- Jonghyun.


- Les daré algo de privacidad, chicos - dijo Kibum. Apagó la televisión y salió corriendo de la habitación.


- ¿De verdad piensas lo que dijiste? -pregunto Taemin.


- Cada palabra. No mentí ni una sola vez. Estoy enamorado de ti, Taemin. Lo he estado por mucho tiempo. Estaba demasiado ciego y era demasiado estúpido para verlo - él se acercó y le tomó la cara. - Perdí mucho tiempo, y no fui detrás de ti para decirte la verdad.


- ¿Qué verdad?


- Al principio eras un medio para un fin. Quería un puesto en la junta, pero no sé qué es lo que me hiciste. Poco a poco, me enamoré de ti y nunca he podido superarlo. No he querido superarlo. Te amo jodidamente mucho. No quiero seguir viviendo sin ti o sin Yoogeun.


- ¿Por qué la junta era tan importante para ti? - Taemin preguntó. - Necesito saber por qué hiciste las cosas que hiciste sin siquiera contármelo.


Él presionó su cabeza contra la de Taemin y suspiró.


- Tu padre es conocido por comprar empresas, destrozarlas y venderlas. Toma las mejores partes de cada compañía y vende lo que no le gusta.


- ¿No es eso lo que haces?


- No exactamente. Intento expandir cualquier compañía que tenga potencial. A veces, algunas realmente podrían tener un futuro brillante, pero los que las dijeren toman malas decisiones. Tu padre estaba interesado en empresas que conocía y que, con un poco tiempo y esfuerzo, podían traer muchos más beneficios que perdidas. Estar en la junta me dio influencia y la oportunidad de evitar que arruinara la vida de los demás.


- Wow - dijo - En realidad eres de los buenos, ¿no?


- No, no lo soy - Taemin se rio entre dientes.


- Creo que te estás mintiendo a ti mismo. Eres un buen hombre.


- Hay muchas personas en este mundo que no estarían de acuerdo.


- ¿Me amas?


- Sí.


- Yo también te quiero. Intenté odiarte, quería odiarte, pero no pude hacerlo. No podía odiarte en absoluto, y realmente no lo hice.


- No me voy a quejar de que no me odies - Taemin sonrió, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello. - ¿Todavía quieres divorciarte de mí? - le preguntó.


- De ninguna manera. Vi la mirada que tenías en tus ojos. La he visto cuando estás decidido a conseguir lo que quieres. Querías decir cada palabra, y sé que lo hiciste. Peleabas por mí y nunca antes habías hecho eso - él le pasó las manos por la espalda y se acercó para ahuecarle la nuca.


- Siempre lucharé por ti, siempre - Jonghyun golpeó sus labios con los de Taemin, y gimió. Hundió sus dedos en su cabello, mientras se apretaba contra él, queriendo más, mucho más, pero de repente se apartó.


>>Espera, espera -le dijo.


- ¿Qué?


- No usé condón ninguna de las veces que estuvimos juntos.


- ¿Y?


- Podrías estar embarazado.


- Lo sé.


- ¿Lo sabes?


- No soy estúpido. Sé cómo se hacen los bebés, y sé lo que hicimos, yo solo... te quería, y estaba dispuesto a asumir los riesgos. Me hizo darme cuenta de que no importa cuánto tiempo pasamos separados, nunca voy a poder dejar de amarte. Eres mi alma gemela, Jonghyun. Siempre lo fuiste y siempre lo serás.


*********************************************************************************


6 años después


- Señor, su esposo está aquí, y quiere verlo — dijo Taeyeon.


Jonghyun apartó la vista de su ordenador justo cuando su esposo, el amor de su vida, el padre de sus tres hijos y su razón de vivir entró en la habitación. El vídeo de él confesando su amor y desnudando su alma nunca desapareció del todo, pero tampoco quería que eso sucediera. Quería que el mundo entero supiera de sus sentimientos por Taemin. Especialmente porque nadie podría dudar que era amor, lo que sentía por él.


Al poco tiempo, después de dejarlo embarazado, tuvieron una niña, Sulli. Dos años más tarde, llegó otro bebé, Jongin, y ahora era un hombre más que feliz gracias a su pequeña familia.


Corriendo desde detrás de su escritorio, abrazó a su esposo, besando sus labios apasionadamente mientras él dejaba escapar un suspiro. Nunca se cansaba de escucharla hacer eso.


Llevaban diez años casados, pero solo seis juntos, y no iban a celebrar su décimo aniversario, sino el sexto en solo un par de semanas.


- ¿A qué debo el placer? - preguntó.


- Nada en especial. Kibum y Yoona están cuidando a los niños, y quería venir a verte.


- Espera, pensaba que tus hermanos estaban de vacaciones.


- Ellos lo estaban. Regresaron temprano para que tú y yo finalmente pudiéramos ir de luna de miel. ¿Crees que puedes dejar el trabajo un poco más temprano hoy?


- ¿Dejar el trabajo? ¿Estás loco? No puedo hacer eso - dijo fingiendo estar horrorizado. - Cariño, no hay nada más importante para mí que llevar a mi esposo a nuestra luna de miel, diez años después de cuando debería haberlo llevado antes - Taemin soltó una risita cuando él lo levantó. En lugar de llevarlo afuera, lo sentó sobre su escritorio.


- ¿Qué está haciendo, señor Kim? - preguntó.


- Te amo más que a nada en el mundo, y sabes que nunca te dejaré ir, así que quieras, esposo mío.


- Esto es perfecto, porque eres lo que más quiero, y estoy exactamente donde siempre quise estar.


Había encontrado su razón de existir, y no la iba a perder, no otra vez. No había forma de que lo arruinara. Durante los siguientes cincuenta años, Taemin sería suyo, y él lo apreciaría y amaría siempre.


 


 


FIN

Notas finales:

Hasta la próxima.

Gracias por leer :)


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