Albus estaba atontado con la noticia, la carta de Scorpius estaba en sus manos, al igual que los últimos días, en cada momento en que podía tomarse un momento a solas, simplemente tomaba la carta y esperaba algo más que leer, que alguna palabra de Scorpius sobre el trozo de pergamino le hiciese ver que todo lo que sus ojos veían no eran más que bromas, pero durante esa semana, el papel en sus manos siempre había dicho lo mismo.
—Demonios. — Quería maldecir tan fuerte, quería gritar, quería entender, su padre se había portado como un idiota con su mejor amigo y ahora resultaba que estaba enamorado de nada más y nada menos de Draco Malfoy, todo parecía una locura.
—¿Al? — La voz de Ginny lo trajo de vuelta a la realidad, escondió el pergamino bajo su almohada y miró a su madre. — Sigues molesto, sabes que puedes contarme que ocurre con tú padre.
—No ocurre nada mamá, solo me siento confundido…— Albus jugó con sus manos y espero que su madre se marchará, pero la pelirroja se sentó a su lado.
—Es el quinto día en que Scorpius llama y a la chimenea solo llega James, ocurrió algo entre ustedes.
—Má…—Albus la miró a la mujer, ella había traído al mundo tres hijos con Harry Potter y aunque ningún hijo quiere imaginar a sus padres teniendo sexo, el sabía que sus padres se habían amado, por lo que continuó, por mucha pena que todo le provocaba. — ¿amaste realmente a papá?
—Al, hijo, claro que amé a Harry, por muchos años para ser exacta.
—y entonces, no deberían seguir juntos, es decir, ustedes tienen hijos, una familia, yo no lo comprendo.
—Al…— Ginny sonrió y tomando las manos de su hijo, continuó. — Vivimos muchas cosas con la guerra, vimos morir a quienes amábamos, a compañeros, profesores, familia incluso, vimos nuestras vidas truncadas y con tú padre, nos amábamos de muchas maneras, pero las presiones y el miedo que tuvimos durante todo ese tiempo, nos llevó a creer que el único amor que podría llenarnos luego de la guerra era el de pareja, el poder tener una familia, por eso nos casamos.
—¿No son felices teniéndonos? — Albus sintió su pecho oprimirse.
—Todo lo contrario, todo ese amor que por años Harry y yo pensamos que era de pareja, se resumió en ustedes, en lo más hermoso que pudimos crear juntos, pero yo necesitaba otras cosas y Harry siempre ha sido un hombre en quien confiar, el siempre deseó hacer felices a todos, por eso cuando mi carrera empezó a mejorar, el me liberó y conservó las responsabilidades de ambos, simplemente para que yo pudiese volar libre.
—Papá es muy bueno.
—y algunas veces es un poco tonto querido, tú padre ama tanto hacer felices a quienes lo rodean, que constantemente cree que él debe sufrir, que su dolor, si de alguna manera se resume en gente a la que el quiere siendo feliz, el lo hará, renunciaría mil veces a su propia felicidad, por la de los otros. — Ginny sonrió y dejó escapar una pequeña risita, antes de agregar. — es como dice Draco, Harry siempre ha tenido complejo de héroe, de poder salvar a todos.
La mención del rubio logró que Albus se estremeciera, habían llegado al punto de que de alguna manera lo había tenido en conflicto desde hace días.
—Má, ¿cómo era la relación de papá y el Señor Malfoy?
—Bueno, eran enemigos jurados, se odiaban, era increíble, era como que en cada momento en que pisaban la misma habitación todo a su alrededor se llenaba de tensión, creo que en el fondo siempre estuvieron destinados de alguna manea.
—¿Destinado?
—Bueno, durante la guerra, ambos tuvieron encuentros que llevaron casi a la muerte al otro, Harry hirió a Draco en una oportunidad y casi se desangró en los baños del colegio y bueno, en la mansión, en una oportunidad, Draco le mintió a muchos de los seguidores de quien tú sabes, solo para salvar a tú padre. — La sonrisa en la cara de Ginny se veía profunda, como quien recuerda un momento muy nostálgico de su vida, esos que nunca logras descifrar como triste o alegre. — Dudo que recuerdes lo que ocurrió cuando con tú padre nos separamos, justo en esas fechas Scorpius desapareció…
—El Señor Malfoy vino a pedir ayuda, siempre he sabido que le niegan todo por la marca tenebrosa.
— Nunca se lo dije a nadie hijo, ni al mismo Harry, pero el día de la batalla final, tú padre llegó como muerto, en los brazos de Hagrid. — Albus se concentró en la mirada de su madre. —Todos quienes llevábamos años junto a Harry sentimos dolor, sus rostros y la derrota pareció inminente, pero lo más terrible fue girarme y mirar a Draco, a quien esperaba ver contento, feliz por la muerte de su enemigo jurado, pero vi algo completamente diferente, te juro por lo más sagrado que quería gritarle, reclamarle por la muerte del hombre que amaba, pero no pude decir una palabra, Draco estaba roto hijo, simplemente quebrado, la desesperación, las lágrimas bajando por sus mejillas.
—¿Qué tienen que ver con la desaparición de Scorpius?
— Ese día, después de años, volví a ver la desesperación en el rostro de Malfoy, ni en la muerte de Astoria había la mitad de dolor, que la que Draco dejaba salir en ese momento, fue entonces que comprendí muchas cosas. — Ginny jugaba con sus propios dedos.
—¿Qué cosas?
—Que esa enemistad de años ocultaba otra cosa querido, quizá eres muy pequeño para comprenderlo mí niño, pero la única oportunidad para Harry y para Draco, es la existencia del otro, mientras ambos estén en este mundo, siempre volverán a encontrarse, sus caminos están hechos para ser la oportunidad de otro.
—¿La oportunidad de qué?
—La oportunidad de ser felices.