Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una oportunidad. por Samantha0507

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Volvieron a la mansión, Harry y Ron dirigieron la misión, investigando cualquier rastro de magia que pudiese salir de lo común, aunque su sorpresa fue mayo al ver el ahora hogar del rubio.

 

—Pensamos que aun vivías en Malfoy Manor.

 

—Quería criar a Scorp lejos de la maldad y el odio del pasado o al menos hasta poder explicarle mis errores y el de sus abuelos, un lugar neutral fue la mejor de las ideas.

 

Todos los pelirrojos que ahora estaban en el lugar miraban al rubio, a la espera de una frase mordaz, pero sus palabras estaban lejos de siquiera, sonar como lo habían hecho en el pasado.

 

—Okey, Malfoy, necesitamos revisar los accesos de la mansión y quien tiene entrada liberada, necesitamos prendas de tu hijo, usaremos un hechizo de rastreo, su marca mágica es aún débil, por su corta edad, pero seguramente es posible de rastrear. — Harry los organizó rápidamente, mientras Ron recibía todo lo solicitado de manos de los elfos.

 

Todos los Weasley notaron las extrañas vestimentas que los elfos llevaban, pero se limitaron a hacer lo que Harry le indicaba.

 

—Si encuentran algún rastro de magia que podamos seguir, solo avísennos.

 

Uno a uno los pelirrojos comenzaron a desaparecer.

 

—Me haré cargo de revisar las chimeneas y las apariciones que pueden haber sucedido en los alrededores de la mansión, Harry, ¿Puedes encargarte del interior?

 

—Claro, Malfoy, necesito que me guíes por tú casa.

 

Ron salió de la casa, mientras los ojos verdes se encontraban los enrojecidos ojos del peliplata.

 

—¿Amo Draco? — Una pequeña elfina estaba en la puerta de la sala, mirando al rubio. —Amo, Binky puede traerle algo para que coma.

 

—No es necesario Binky, ahora estamos buscando a Scorpius, Harry Potter y la familia Weasley nos están ayudando, ellos estarán en la mansión por estos días, atiéndanlos en lo que pidan.

 

Harry se sorprendió al notar el buen trato que el rubio tenía con la pequeña elfina, pero no estaba en el lugar para poder cuestionar el vivir de Malfoy, el simplemente lo estaba ayudando por la desesperación que su antiguo compañero había mostrado.

 

Harry caminó por todas las habitaciones, hasta llegar al cuarto del menor.

 

Todo estaba decorado con colores plata, había juguetes en el suelo y sobre la cama, un libro de cuentos sobre el mueble junto a la cama.

 

—Es el mismo cuento que le estoy leyendo a Albus, se lo leí por varios años a James.

 

—Scorp lo ama, desde que Tori nos dejó insiste en que se lo lea… —Draco tomó el libro entre sus manos, recordando a su hijo en el despacho, recordando sus palabras y en como él mismo había terminado por dañar a su pequeño. — Quería que le leyera esa noche, pero no lo hice, estaba ocupado, no avanzaba en el trabajo, no sé llevar esta casa y cuidarlo, colapsé, le grité y ahora lo he perdido, soy un padre terrible, soy el peor padre de este mundo…—el rubio se llevó las manos a los ojos, mientras los sollozos escapaban de su boca y las lágrimas simplemente bajaban por su rostro.

 

—Malfoy…—Harry pensó en su vida, en que a pesar de que se estaba divorciando, su relación con Ginny, con sus hijos y su trabajo estaban bien. —Vamos, no estés así, debes estar tranquilo si quieres ayudarnos, es necesario que pongas tú fuerza en encontrar a Scorpius, más que en lamentarte…

 

El rubio levantó la cabeza, al sentir la mano del moreno sobre su hombro, se concentró en mirar a su antiguó compañero, encontrándose con algo que lo había calmado muchas veces antes y que de alguna manera sentía que había olvidado, los brillantes ojos verdes de Harry.

 

Malfoy se hizo a un lado, para dejar a Harry trabajar.

 

Las horas fueron pasando, poco a poco los Weasley fueron volviendo, encontrándose con la esperanzada mirada del rubio, pero ninguno de ellos había dado con alguna pista que pudiese darles alguna respuesta del paradero del menor.

 

Ron vio a su familia llegar y la mirada que Harry le estaba dando logró, hacerlo estremecer. — Harry, no encontré ningún rastro extraño, las barreras de la mansión debieron reaccionar, ya no tengo idea de lo que podamos hacer, Harry, creo que lo mejor es que le digamos la verdad, que ya no está en nuestras manos.

 

—Ron, no podemos decirle eso, sabes lo que sentiría, piensa en que pasaría si fuesen tus hijos, Ron, está desesperado…

 

—Harry lo sé…

 

—Potter, Weasley…—los aludidos miraron al rubio, incluso los demás pelirrojos se concentraron en este. — Sé que hicieron todo lo que estaba en sus manos, se los agradezco, ya es bastante tarde y usé su día libre, en estar aquí, continuaré buscando a Scorpius…

 

Malfoy sonrió suavemente, haciendo estremecer el corazón del Harry, esa sonrisa que para el ojiverde era desconocida.

 

—Ron, no podemos parar aquí, podemos hacer otra cosa, es decir, aún hay algo que no hemos intentado…

 

El moreno miró al pelirrojo, sabiendo que Ron no sería fácil de convencer, pero sabiendo que de alguna manera lo apoyaría como el amigo que era.

 

—Es un hechizo de alto nivel, gastaremos mucha magia, te das cuenta de eso y si en el departamento de aurores se enteran

 

—Si eso pasa, diré que fue mi idea y que te obligue.

 

—No te dejaré mentir. — Ron suspiró y mientras negaba agregó. — Saca a todos de aquí, lo prepararé todo.

 

Harry se movió rápidamente, enviando a todos a la madriguera, incluso a Draco, terminó con el resto de los pelirrojos en la iluminada casa.

 

Molly los había recibido y con una sonrisa triste, había llegado junto al rubio, para simplemente rodearlo entre sus brazos. — Lo encontraran, vamos, siéntate, debes comer algo…

 

El rubio se dejó caer en una de las sillas, se sentía perdido, la culpa lo estaba matando, la desesperación de no saber donde estaba su hijo le estaba destrozando los nervios.

 

—No llore…—Una pequeña manita acarició el rostro del rubio, logrando que este se sorprendiera. —¿Te duele hago?

 

Draco se encontró con una pequeña copia de Harry Potter, que lo miraba con un pucherito en los labios. — Me duele aquí…— Draco señaló su pecho. — Mi hijo está perdido y me duele mucho no poder encontrarlo.

 

Albus abrió los ojos de forma desorbitada y extendió sus brazos, esperando que el rubio lo cargara.

 

Draco miró hacía la cocina, esperando encontrarse con alguno de los pelirrojos, temiendo su reacción si cargaba al menor, pero al ver que nadie lo observaba, simplemente cargó al niño, quien rápidamente lo rodeo en un abrazo, tal como lo había hecho la matriarca de los Weasley, haciendo que sus ganas de llorar se incrementaran, recordándole todos esos años de odio, en que simplemente se había dedicado a dañar a personas demasiado buenas, como eran los pelirrojos.

 

Repentinamente dos cuerpos se aparecieron en medio de la sala, llamando la atención de todos. — Malfoy…—Ambos aurores respiraban con dificultad, se veían pálidos. — tenemos una marca de magia diferente, de una familia en específico…—Ron habló apresuradamente

 

Draco se puso de pie, aun con Albus en los brazos. —¿Quién?

 

—Greengrass…

 

—Pero…—Draco tragó en seco, pensando en su esposa y en su magia, pero la voz de Harry lo detuvo.

 

—Daphne, es la magia de Daphne Greengrass.

 

 

                     

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).