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Una cuestión de pelos por Orseth

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            Los días martes y jueves eran los acordados para sus encuentros con Cédric, así que  tuvo que esperarse hasta la noche y aguantar sus ganas locas de salir corriendo a buscarlo para contarle; pero cuando llego la hora de su cita clandestina y después de un intenso beso y de sobarle el bulto al Hufflepuff por encima del pantalón dijo con una risita contenida:

            -¿Qué crees?

            -Que.

            -¡Ya me lo pidió! –exclamo separándose y caminando hacia una banca acolchonada de piel.

            -¿De qué hablas? -pregunto comenzando a desvestirse.

            -De Malfoy –respondió comenzando a quitarse la túnica.

            Ambos se desnudaron por completo dejando su ropa doblada en otra banca, después Cédric puso una mullida toalla en el suelo y se sentó ahí con las piernas extendidas recargándose con los brazos mientras veía a Harry terminar de acomodar su ropa.

            -Ven aquí –dijo cuando el moreno termino y se giró.

            -No, tú ven aquí –respondio Harry sentándose en la banca.

Cédric  lo vio sentarse en la banca con las piernas abiertas comenzando a masturbarse con expresión picara y sonrió al recordar al tímido chico que ahora ya no era.

-He creado un monstruo.

-Ajá y uno que te va a comer.

Cédric rio con ganas y luego extendió su mano diciendo:

-Anda cosita rica, ven.

-No Cédric, tu ven aquí y no te arrepentirás.

Cédric rio con más ganas y decidió seguir disfrutando del espectáculo.

-Entonces… ¿vas a aceptar?

Harry lo miro entre pensativo y divertido.

-La verdad después de lo que me dijiste la vez pasada, ya no sé… es decir, se me hace tan imposible pero a la vez… no sé.

-Anda Harry, dile que sí, obviamente bajo tus propias condiciones, a fin de cuentas quien necesita el favor es él.

-Pues si pero… ¡es Malfoy!

-¿Y? él no es diferente a ningún otro hombre.

-Es más idiota.

-Bueno, eso sí.

-Pues no lo sé, aun se me hace increíble que él se haya animado a pedírmelo.

-Lo que indica lo desesperado que esta.

-De hecho sí, me dijo que necesita romper el hechizo antes de este fin de semana.

-Pues ahí está, pídele lo que quieras y seguro te lo va a dar.

-En eso si no me sentiría cómodo, sentiría que me estoy aprovechando de su problema.

-¿Y eso qué? él haría justamente eso de encontrarse en tu lugar.

-Eso sí daría miedo.

-Exacto.

-Pero aun así… es Malfoy, se me hace algo tan raro el pensar en él de esta manera.

-Pues no pienses, solo hazlo.

-No, Malfoy es sinónimo de problemas.

Cédric sonrió en respuesta para finalmente levantarse y caminar hasta Harry.

Quince minutos después, con Cédric sentado en la banca con Harry montado encima de él, mirándose con pupilas dilatadas y su miembro dentro del chico de cuarto año, el Hufflepuff susurró:

-Dime Harry… ¿no te gustaría cogerte a Malfoy justo como yo te estoy cogiendo a ti?... ¿montártelo como yo te monto a ti?

Harry tenía sus brazos alrededor del cuello de Cédric y sus frentes juntas, miró su rostro sudoroso y sintió su pene dentro de él mientras sus nalgas eran estrujadas con fuerza.

-¡Ah!… oh Cédric…

Cédric lo abrazó con fuerza y cargándolo lo recostó en la toalla del suelo y continuaron su encuentro sexual con todo el ímpetu de dos adolescentes y al terminar como siempre finalizaban con un baño en la bañera.

-¿Por qué tanta insistencia en que me coja a Malfoy? –preguntó frotándose el cabello lleno de espuma.

-Porque yo no puedo.

Harry comenzó a reír viendo a Cédric enjuagarse el rostro con ambas manos.

-¿Qué?

-Sí Harry, el antídoto eres tú, no yo… y con todo este chisme corriendo por los pasillos como una cabra loca, me ha hecho observarlo con más atención y la verdad no está nada mal… es un idiota sí, pero el asunto no es entablar una plática profunda con él, sino simplemente bajarle los pantalones y metérsela, además es él quien te está dando la oportunidad de quitarte su bullyng en lo que resta del colegio y qué decir del colegio ¡de la vida entera!

Ciertamente eso era una gran oportunidad que no había contemplado, Malfoy podía ser un verdadero grano en el culo cuando se lo proponía y no solo con él sino con sus amigos, el que ya no volviera a molestarlo en los años que restaban del colegio era simplemente fenomenal.

Cédric se volvió a mirarlo al no recibir respuesta y solo sonrió al ver a Harry sonreírse él solo.

-Ahora si lo estás considerando ¿verdad?

Por toda respuesta simplemente sonrió más ampliamente.

 

_______________________

 

 

Al día siguiente Draco miraba impaciente el comedor de Griffindor en donde Harry desayunaba con sus amigos muy quitado de la pena siendo plenamente consciente de ser observado por Draco, cosa que le estaba divirtiendo más de lo que pensó.

Ese día les tocaba clase juntos hasta el final de la jornada, por eso Draco simplemente esperó hasta finalizar las clases para mirarlo significativamente y dejarle un papelito en su banca al pasar por su lugar; Harry lo tomó discretamente y después de leerlo lo destruyó.

Después de la cena Draco caminaba de un lado a otro  en la torre de astronomía mientras se estrujaba los dedos nerviosamente pensando en que Potter seguramente no acudiría a su cita, pero pegó un brinco cuando una voz se escuchó a su espalda.

-¿Qué quieres Malfoy?

Harry finalmente estaba ahí, había acudido a su llamado y su corazón latió más acelerado al ver que finalmente sabría de una vez por todas si su problema sería solucionado o no.

-Sí viniste –exclamó exhalando un suspiro de alivio.

-Obvio, no soy un fantasma.

-No te hagas el graciosito Potter, dime… -respondio caminando hasta su encuentro con paso rápido- ¿lo pensaste?

-¿Qué cosa?

-¡Ay por Merlín! –exclamó alzando dramáticamente las manos y girando en redondo en su lugar haciendo reír a Harry- búrlate Potter, búrlate ahora que puedes.

Harry rio con más ganas y caminó por el lugar como dueño y señor de Hogwarts o al menos eso pensó Draco al verlo sonreír con mucha autosuficiencia el muy cínico.

-Pues si Malfoy, lo pensé.

Draco se quedó callado, solo tragó saliva deseando que su voz no sonara patéticamente temblorosa cuando preguntara:

-¿Y?

-De acuerdo –respondio Harry girándose a verlo mientras se recargaba en la baranda apoyando su espalda en ella y sus dos codos a los lados.

Draco abrió la boca y volvió a cerrarla no sabiendo si sentirse aliviado o no.

-Pero quiero algunas cosas a cambio.

-¿Eh?... ah claro, claro ¿Cuánto quieres? –dijo al fin carraspeando para aclarar su voz.

-No seas idiota ¿Quién dijo dinero?

-¿No es dinero lo que quieres? –pregunto sorprendido.

-No Malfoy, no todos pensamos en dinero como tú.

-¡Yo no…! –Exclamó indignado deteniéndose al ver la ceja levantada de Harry- de acuerdo, que quieres entonces.

-Quiero que le pidas disculpas a Ron y  a Hermione por todas las ofensas que les has hecho y que nunca más vuelvas a molestarnos ni  a jodernos la vida  ¿de acuerdo?

-¿¡Qué?!... ¿¡Estás demente?!

-No, pero tú estás urgido.

Draco se quedó con las palabras atoradas en la garganta ante la simple y llana respuesta de Harry, quien simplemente lo miraba recargado en la baranda.

-Pero no puedes pedirme eso.

-Claro que sí.

-¡Pero… pero es humillante!

-¿Y? dijiste que harías cualquier cosa para que yo te arreglara tu asuntito, pero si no se puede pues…

-¡No, espera! –exclamó al verlo comenzar a caminar a la salida.

Harry se detuvo sabiendo que tenia la sartén por el mango y por eso se estaba dando el lujo de armar todo ese numerito lo mas dramáticamente que se pudiera.

-Yo… bueno…

-¿Puedes o no puedes?

-De acuerdo –dijo entonces con un dejo de impotencia que no paso desapercibido para Harry- pero será una disculpa sencilla y en privado ¿de acuerdo?

-Mmm… de acuerdo –respondio como haciéndole un gran favor.

-Pero tampoco vas a decirles el motivo, se preguntarán el porqué me disculpo ¿Qué les vas a decir?

-¿Yo? Ese es problema tuyo.

-¿Por qué eres tan… tan…?

-¿Guapo?

-¡No imbécil!

-Estás rompiendo el acuerdo, dijimos que tampoco me volverías a ofender.

-¡Ah que mierda! –Exclamó mesándose el cabello- De acuerdo, no volveré a insultarte y a tus amigos pues… pues no sé, les diremos que fue una apuesta ¿de acuerdo?

-Me parece bien.

Después de eso ambos se quedaron callados, pues habiendo aclarado esos puntos Draco no supo que mas decir o más bien, tuvo miedo de preguntar.

-¿Y bien? –dijo entonces Harry.

-¿Bien  qué?

-¿Cuándo lo haremos?

Draco tragó saliva sintiendo un nuevo vuelco en el estomago.

-Yo… yo no sé…

-Hoy es miércoles ¿no dijiste que esto debe ser antes del fin de semana?

-Sí, es cierto.

-Sí quieres podemos hacerlo ya –dijo Harry, quien realmente ya no sentía nervios pues la situación estaba a su favor y su inocencia e ignorancia se habían ido hacia ya bastante tiempo gracias a Cédric.

-¿Ya? –repitió con cierto dejo de pánico en la voz- ¿aquí?

-No esperabas que te llevara a un hotel de lujo ¿verdad?

-¡Claro que no! –respondio sintiendo su rostro enrojecer.

-Pensé en eso antes de venir y traje una manta –dijo Harry sacándola de su bolsillo y agrandándola con su varita.

-¿Una manta? –dijo viéndolo extenderla en el suelo pensando en que nunca pensó perder su virginidad en el sucio suelo del colegio, no al menos la de atrás.

-O prefieres hacerlo de pie.

Draco lo miró como tonto sin saber que responder, estaba totalmente fuera de su elemento, aunado a que nunca pensó que ese temido momento ya lo hubiera alcanzado tan pronto.

-Malfoy no tengo tu tiempo.

-Calma Potter, es que yo… yo… bueno, nunca lo he hecho –respondio sin importarle un pito parecer un tonto.

-¿Eres virgen?

-¡No! –Respondio con cierta indignación- es solo que… bueno, obviamente nunca lo he hecho con un hombre, yo soy normal… ¡Perdón, es solo que no es como decirlo! –Exclamó apresurado al ver el semblante de Harry- yo nunca… bueno, yo nunca lo he hecho por ahí.

-¿Ni siquiera a las chicas?

-¿Eso también se les hace a ellas? –pregunto sorprendido.

-Sí quieren.

-¿Pero eso no solo lo hacen los homosexuales?

-Claro que no Malfoy –respondio rodando los ojos.

-Ah bueno… yo creía que sí.

-Bueno ¿y entonces?

Draco tragó saliva, realmente la situación estaba cayéndole encima sin misericordia y estaba a un paso de salir corriendo importándole un pito la carta de su padre.

-Malfoy…

-¿Ahorita, ahorita?

-Si quieres me voy.

-¡No, espera!... si, es decir si necesito acabar con esto cuanto antes, es solo que… bueno, la verdad no sé qué hacer.

-No tienes que hacer nada, se supone que soy yo quien debe hacértelo ¿no?

Draco pensaba en qué momento su cráneo saldría volando como la olla de presión que una vez le explotó a uno de sus elfos en Malfoy Manor.

-Sí, es cierto… así que bueno… si tú me dices que hacer…

-De acuerdo ¿quieres hacerlo acostado o parado?

-¿Acostado o parado?

-Aja o en cuatro.

-¿En cuatro?

-¿Puedes dejar de repetir lo que digo y simplemente contestar?

-¡Perdón, lo siento!... es que esto es nuevo para mí ¿entiendes?

-¿Entonces esperas que te traiga un ramo de rosas y una cama de seda?

-¡Claro que no!... es solo que… de acuerdo, acabemos con esto –exclamó dándose valor a sí mismo.

-Eso digo yo.

-No quiero hacerlo en la manta.

-¿De pie entonces?

-Sí.

-Bien –respondio Harry sacando algo de su bolsillo.

-¿Qué es eso?

-Un condón.

-Ah claro.

-Y lubricante.

-Aja… -nuevamente sintió la cara caliente al ver cada vez más patente lo que iba a suceder- yo… ¿Qué quieres que haga?

-¿Bajarte los pantalones para empezar?

-Oye no tienes que ser irónico todo el tiempo.

-Pues lo siento Malfoy, no sé cómo ser contigo de otra manera, siempre eres un idiota conmigo y mis amigos.

-De acuerdo, de acuerdo, lo siento.

Harry dejó el sobrecito del condón y el tubito de lubricante en una mesa vieja que estaba ahí para comenzar a desabrochar su cinturón, cosa que hizo a Draco tragar saliva mientras dirigía torpemente sus dedos a su cinturón.

-Oye, no vayas a burlarte de mi ropa.

-¿De tu ropa? –repitió Harry extrañado.

-Sí, tuve que hacerle un corte a mi pantalón y a mis calzoncillos para que pudieran subir bien, mi cola de gato estorba.

Harry asintió comenzando a desabrochar el botón de su pantalón haciendo que Draco se diera la vuelta para quitarse la túnica; solo entonces Harry pudo mirar con detalle la blanca y esponjada cola felina de Draco, que curiosamente se ondeaba muy inquieta de un lado a otro.

-Por Merlín ¿Qué estoy haciendo? –pensó Draco desabrochando su pantalón y bajando el zipper para después colocar sus dedos en la pretina del pantalón listo a bajarlo, solo que sus manos se congelaron y solo se quedó ahí en tanto Harry ya se había bajado el pantalón y ropa interior y se aplicaba un poco de lubricante en el pene para friccionarlo y ponerse erecto.

Realmente le daba curiosidad ver a Draco desnudo, saber que tan bueno o malo estaba debajo de toda esa ropa negra de colegio, por lo que solo se quedó mirando como Draco permanecía quieto.

-¿Pasa algo?

-No, nada… -respondio cerrando los ojos con fuerza al tiempo que se bajaba el pantalón con todo y ropa interior sintiendo que iba a morir de vergüenza al saberse observado por Harry Potter.

Solo que Harry no pudo ver nada, la nerviosa cola y lo largo de la camisa se lo impedían.

-Levanta tu camisa.

-¿Eh?

-Tú camisa, álzala un poco.

Con manos temblorosas alzó la arrugada camisa hasta la cintura mientras permanecía todo tieso y callado en tanto Harry miraba lo que la ropa de Draco Malfoy escondía y no pudo evitar sonreír al recordar a Cédric para decirle:

-Creo que tenías razón Cédric… Mira Malfoy, ahí hay una silla, apoya las manos en el asiento.

Sin decir nada Draco obedeció sintiéndose más expuesto que nunca en su vida.

A pesar de la cola blanca que se ondeaba nerviosa, Harry pudo ver en todo su esplendor las piernas y nalgas  de Draco, pudo ver que esas piernas a pesar de ser delgadas eran esbeltas gracias al Quidditch, que esas nalgas pálidas eran carnosas y respingonas justo como a él le gustaban y se preguntó que sería poder tocarlas, pero sabía muy bien que eso estaría fuera de lugar y que solo podía tocar lo que Draco le permitiera, pero también sabía que eso era imposible, que lo único que quería Draco Malfoy era romper su hechizo, así que se acercó sin dejar de friccionarse viendo que su miembro ya estaba erguido en todo su esplendor sin realmente mucho esfuerzo porque ese culo no estaba nada despreciable.

Se colocó el preservativo y acercó su mano a la hendidura de las nalgas haciendo respingar a Draco y a darse la vuelta sobresaltado.

-¿Qué haces?

-¿Qué crees que hago? –preguntó irónico.

-Sentí tus dedos.

-¿Y?

-Pues que no se trata de que me manosees, solo tienes que… bueno, ya sabes…

-Iba a prepararte.

-¿Prepararme?

-Sí, dilatarte un poco -Al ver la cara de total confusión, Harry exhaló un suspiro y explicó: -hay que distender los músculos de tu ano para que permitan la entrada de mi pene sin tanta incomodidad.

Draco se preguntó si era posible que pudiera sentirse más avergonzado después de esa explicación, por lo que deseando aventarse del balcón de la torre, solo quiso acabar eso cuanto antes.

-Sáltate eso Potter, solo haz lo que tengas que hacer y listo.

-¿No quieres que lo haga? –pregunto un tanto sorprendido.

-No quiero que me toquetees, no quiero tus dedos dentro de mi culo, solo acaba con esto y ya –exclamó dándose la vuelta y agachándose otra vez.

-Pero Malfoy… es tu primera vez ¿estás seguro?

-Seguro –respondio con firmeza.

-Bueno, si tu lo dices… -respondio alzándose de hombros y tomando su pene al tiempo que le tomaba la cadera, solo que hubo algo que lo hizo alejarse- ¡Malfoy!

-¿Qué? –respondio enderezándose y mirando a un lado.

-Tú cola… se mueve mucho y parece que tengo un plumero en la cara.

-Oh lo siento –dijo agarrándola con una mano y poniendo la otra de nuevo en el asiento de la silla.

Harry se acercó de nuevo y miró el firme culo que tenía enfrente y sinceramente deseo penetrarlo, deseó entrar en esa estrecha cavidad y saber por fin que se sentía embestir en lugar de ser embestido, así que apunto su pene y…

-¡Espera! –dijo Draco dándose la vuelta repentinamente con cara de susto.

-¿Y ahora qué?

-¿Duele?

-Obvio.

-¿Mucho?

-Depende.

-¿De qué?

-De si hay preparación previa.

-¿Y con eso ya no duele?

-No, de todos modos duele.

-¡¿Y entonces cual es el fin de meter los dedos?! –exclamó exasperado.

-Bueno, pues que así duele menos.

Rodando los ojos Draco se giró y se empinó de nuevo.

-Entonces solo haz lo que te dije.

            Harry exhalo un suspiro haciendo acopio de paciencia y aunque ciertamente le hubiese gustado mucho sentir el interior de Draco con sus dedos, procedió a hacer lo que el rubio le pedía, así que de nueva cuenta apunto su pene en medio de las nalgas y comenzó a empujar buscando la entrada.

            Draco cerró los ojos con fuerza sintiendo la punta del pene de Harry tocar su ano, pero los abrió asustado al sentir un pinchazo de dolor.

            -¡Ay! –exclamó enderezándose de nuevo y poniéndose una mano en el culo.

            -¿Y ahora que jodidos, Malfoy?

            -¡Eso dolió!

            -¿Y? te lo dije.

            -¡Pero apenas empujaste, ni siquiera entraste un poco y me dolió! – Ni bien terminó de decir eso no pudo evitar que sus ojos bajaran automáticamente a ver el pene de Harry quedándose de una pieza- ¡Lo tienes enorme!

            -Gracias –respondio sonriendo muy ufano.

            -¡No es un halago idiota! ¡Esta… esta… muy grande! ¿¡Acaso piensas meterme todo eso?!

            -Eres tú quien lo necesita, no yo –respondio alzándose de hombros.

            -Pero aquí debe haber algo mal, no puede ser que todo eso entre… ahí.

            -Entra eso y más Malfoy.

            -¿A ti te ha entrado algo tan grande como eso? –pregunto sorprendido.

            -Lo que me entre o deje de entrar es asunto mío, sino quieres que me vaya, decídete.

            Era un verdadero dilema, estaba aterrado al ver el miembro de Harry pero también le aterraba que llegara el fin de semana aun con sus orejas y cola de gato, así que sacando valor de quien sabe donde se giró y se agachó de nuevo.

-¿Entonces le sigo?

            -Sí, sigue.

            Harry se acomodó de nuevo el condón y apunto sintiendo con la punta de su pene la entrada de Draco y comenzó a empujar sintiendo a Draco tensarse de inmediato, así que suavemente siguió haciendo presión apoyándose en la cadera del rubio.

            -Malfoy, estás apretando mucho, no puedo entrar.

 

 

 


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