Contrario a lo que había estado sucediendo los días anteriores, Draco se levantó con una sonrisa en los labios que no paso desapercibida para nadie.
-¿Qué bicho te picó? –preguntó Crabbe mientras se abrochaba los pantalones.
-Todavía ninguno –Dijo Blaise.
-Cállense ¿Qué no puede uno amanecer de buen humor? –Respondió poniéndose su túnica- ahí me alcanzan.
-¿Ya estás listo? –preguntó Goyle sorprendido.
-Yo siempre estoy listo –dijo saliendo de la habitación.
Cuando llegó al comedor, curiosamente Harry ya estaba ahí y así como él, estaba solo; Harry sonrió al verlo y se levantó para alcanzarlo antes de que se sentara en su mesa.
-Hola –saludó sonriendo.
-Hola –respondio Draco sintiéndose algo raro por una situación completamente nueva para él.
-Me gustaría que nos sentáramos juntos, pero no se qué te parezca la idea.
-Me gustaría, pero no quiero sentarme en tu mesa.
-Pues sí, te verías raro ¿Qué te parece si mejor te sientas en la banca?
Draco comenzó a reír haciendo que los que ya estaban en el comedor voltearan a verlos quedándose sorprendidos de ver a Harry Potter y a Draco Malfoy platicando muy sonrientes entre sí.
-Qué bobo –dijo calmando su risa.
-Me sentaré en la mesa de Slytherin, pero eso es algo que habrá que turnar ¿te parece?
-De acuerdo.
Se sentaron en la orilla de la mesa para tener algo de privacidad.
-Cuándo se den cuenta de que estamos saliendo, deducirán que si fui yo quien rompió tu hechizo –dijo Harry en la orilla de la mesa, con un codo recargado en ella mientras su mano descansaba en su mandíbula.
Draco estaba en la misma posición pero frente a él dándole un aire intimo a esa escena.
-Sí, ya lo pensé, pero dirán tantas cosas de mí… -respondio alzándose de hombros mientras su sonrisa se borraba de sus labios- pero está bien, haré frente a eso.
-Haremos –completó Harry sonriéndole- quien se meta contigo se mete conmigo.
Draco sonrió sin poder evitarlo y se mordió el labio inferior sintiendo una emoción y alegría efervescentes que le hacían querer ponerse a saltar sino se controlaba.
-Gracias Harry, pero creo que puedo defenderme solo, no soy un gatito desvalido.
-¿En serio? Yo creo que sí.
Para ese entonces todas las miradas estaban puestas en ellos, viéndolos hablarse mientras se miraban a los ojos y a la boca como si tuvieran enfrente a la octava maravilla del mundo.
-¿Ese es Harry? –pregunto Ron entrando al comedor.
-Sí, lo es –respondio sorprendida Hermione.
-¿¡Está Harry hablando con Malfoy?! –exclamó Neville llegando también.
-Deja eso, parecen Ron y Hermione cuando platican –dijo Seamus.
-Nosotros no nos vemos así –replicó Ron llegando a su mesa- ellos parecen como si se quisieran comer con los ojos.
-Precisamente.
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-¿¡Es Potter?! –dijo Crabbe llegando con su grupo de amigos.
-¿¡Es Potter en nuestra mesa?! –exclamó Goyle.
-¿¡Es Potter con Draco?! –dijo entonces Pansy.
-¿Qué irán a dar de desayunar hoy? –preguntó Blaise.
Los cuatro Slytherin llegaron a su mesa tomando cada uno su lugar de costumbre no sin antes echarle ojos de pistola a Harry, todos a excepción de Blaise, sin embargo Harry ni cuenta se dio pues estaba muy ocupado mirando los labios de Draco.
Pronto los profesores llegaron y comenzó el desayuno; para entonces la atención de prácticamente todo el colegio estaba fija en ellos, sus compañeros de las cuatro casas los veían cuchichear y reírse bajito mientras decían quien sabe que cosas; sabían de su enemistad, sabían del odio de Harry hacia Lucius Malfoy, así que entonces ¿Qué estaba pasando?... no hablaban como compañeros, ni siquiera como amigos, parecían algo mas pues esas miradas, actitudes y gestos no las tenían los mejores amigos.
-¿Por qué está hablando con Malfoy? –pregunto Ron por decima vez- es más ¿Por qué esta en su mesa?
-¡No lo sé Ron, no lo sé!
-¡Pero Hermione, no es normal que Harry este hablando con el hurón y menos así!
-¿Así como? –pregunto Neville girándose a verlos.
-¡Pues… así!
-Hasta parecen novios –dijo Seamus.
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-Blaise, tu sabes algo –dijo Pansy.
-Yo no sé nada, a mi no me metan en sus chismes –respondio alzándose de hombros mientras ponía miel de maple a sus hot cakes.
-¡Pero es obvio que tú sabes algo! ¿Qué es, porqué Potter está muy confianzudo con Draco y porqué esta en nuestra mesa?
-Deja de joder o soy capaz de ir a sentarme a la mesa de los Griffindor.
-A estas alturas ya no me sorprendería –dijo Goyle sirviéndose un vaso de leche.
Viendo que no le sacaría nada a su compañero, Pansy se puso a desayunar planeando interrogar a Draco a la primera oportunidad, cosa que los amigos de Harry también pensaron.
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-Nos toca pociones –dijo Draco cuando el desayuno terminó- Griffindor y Slytherin.
-¿Nos sentamos juntos?
-Sí –respondio sonriendo.
Ambos chicos salieron del comedor con todos los ojos puestos en ellos; ya en clase, en medio de la curiosidad de todos y de la resignación de Severus, se sentaron en el mismo pupitre hasta atrás.
Risitas y cuchicheos era lo que Severus Snape veía en la mesa de los dos chicos, por lo que más que nunca hizo acopio de toda su paciencia hasta que la clase terminó.
-Señor Malfoy, necesito que se quede al final de la clase –ordenó Severus sin siquiera levantar la mirada de los pergaminos de su escritorio.
-Oh mierda… -masculló mientras guardaba sus cosas.
-¿Y ahora qué? –susurró Harry haciendo lo mismo.
-¿Y tú qué crees genio?... bueno, de todos modos ya nos tocaban clases separadas.
-¿Nos vemos para comer?
-Sí –respondio sonriendo.
Harry se sintió tentado a darle un beso rápido, pero decidió no tentar su suerte.
-Nos vemos.
-Adiós.
Esperó a que todos sus compañeros salieran y cuando finalmente el salón se quedó vacío, se colgó la mochila al hombro y se acercó al escritorio de Snape.
-¿Sí profesor?
Severus dejó de escribir y alzó la vista para clavar la mirada en los ojos de Draco, quien de repente sintió ganas de disculparse… ¿de qué? ni idea, pero con esa mirada se sentía culpable incluso de la hambruna en África.
-Profesor, yo…
-Tus calificaciones bajaron porque andabas llorando por los rincones como mandrágora mal cortada, si ahora bajan más por andar romanceando con Potter, te prometo que yo mismo te daré otra poción que te haga crecer orejas de asno ¿entendido?
-Sí profesor, yo lo…
-Bien, largo de aquí.
Ante la amable invitación a retirarse, solo atinó a dar la vuelta y salir del salón.
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Harry vio al final del pasillo a su grupo de amigos, incluidos Seamus, Neville, Déan, incluso Lee Jordan y ya se imaginaba por donde iba el asunto.
-Hola chicos –saludó cuando llegó hasta ellos.
-Harry ¿Qué pasa, porqué estas tan amigable con Malfoy, te obligó a sentarte con él, te está presionando con algo para que seas su amigo? –preguntó Ron en cuanto llegó.
-Cálmate Ron –dijo Hermione, pero luego miró a Harry- pero dinos ¿Qué ha pasado para que de un día para otro parezcas tan amigo de Malfoy?
-Desayunaste con él ¡te sentaste en la mesa Slytherin y hasta compartieron pupitre!
Harry observó que todos lo miraban atentos, no solo sus amigos más cercanos sino esos otros compañeros que sin más se habían unido a Hermione y a Ron para saber que estaba sucediendo con él.
No lo pensó mucho, pues a decir verdad ya lo había platicado con Draco y habían decidido no esconderse como si estuvieran haciendo algo malo, así que solo les sonrió, enderezó su postura y dijo:
-Draco Malfoy y yo oficialmente ya somos novios.
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-¡Draco! –exclamó Pansy apenas verlo salir del salón.
-¿Potter te hizo algo? –Preguntó Goyle golpeándose los puños- solo dilo y le partiremos la cara.
-¿Partirle la cara? –repitió Blaise riendo- ¿acaso viste a Draco muy sufrido?
-¿Qué sucede Draco, desde cuando eres tan amigo de Potter? –Preguntó Pansy acercándose a él- Blaise sabe algo y el muy bastardo no nos quiere decir nada.
-¡Oye!
Draco miró a sus amigos y pudo ver claramente ante sí, el antes y el después de su vida pues en cuanto dijera lo que tenía que decir, ya nada sería igual.
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A pesar de ser de día, un grillo se dejó oír después de que Harry soltara su gran noticia.
-Bueno ¿nos vamos a encantamientos? El profesor Flitwick es muy puntual- añadió dándose la vuelta, pero antes de poder dar un solo paso, una mano en su hombro lo detuvo y le hizo darse vuelta.
-¿Qué dijiste? –preguntó Ron.
-Qué si nos vamos a…
-¡No, antes!
-¿Qué Draco y yo somos oficialmente novios?
-¡Sí, eso! ¿¡Estás loco, de donde sacaste semejante disparate, el hurón te hechizó?!... ¡vamos con Dumbledore para que te dé el antídoto y a que expulse a ese malnacido!
Con esas últimas palabras, la sonrisa de Harry se borró.
-Oye, no le digas así.
-¿Cómo, malnacido?
-Sí.
-¡Pero te hechizó!
-El no me ha hecho nada.
-¿Pero como explicas entonces que ya sean novios como tú dices?
-¿Atracción mutua? –pregunto gesticulando exageradamente.
-Harry ¿eres gay? –pregunto entonces Neville.
-Era obvio ¿no? –Respondio Seamus- y no lo digo con mala leche Harry, pero creo que eso era un secreto a voces.
-Es cierto Harry –convino Neville- yo tampoco te lo pregunto así, siento que haya parecido eso.
-No te preocupes Neville, sé que tú no eres así y mi respuesta es sí, soy gay.
-¡Vaya!... –exclamó alzando las cejas- nunca había visto a un gay en persona.
-Lo dices como si fuera un bicho raro –respondio Harry riendo.
-Es que mi abuela dice tantas cosas de los gays que yo pensaba que iban como acosando a otros hombres todo el tiempo y paseando con tacones.
-La gente adulta dice muchas tonterías –dijo entonces Lee Jordán- pero yo no hago caso de eso, tengo un primo gay estudiando en el colegio de medimagia y salió del armario hace un par de años.
-¿En serio? –preguntó Seamus.
-Ajá, la verdad me cae muy bien.
-¿Y qué dijeron sus padres?
-Pusieron el grito en el cielo obviamente, pero ya se les pasó, va a su casa cada que sale de vacaciones.
-¿Y tu padrino ya lo sabe? –preguntó Neville?
-Sí.
-¿Y qué dijo?
-Obviamente quedó sorprendido, pero no pasó a más, él me apoya en todo.
-¡Basta de tu padrino Harry, no estamos hablando de él! –exclamó Ron mas rojo que un tomate.
-¿Y por qué estas tan enojado? Tú ya sabías de mis preferencias.
-Sabia que te gustaban los hombres, no que te gustaba Malfoy.
-¿Y? ¿Algún problema con eso?
-¡Es Malfoy!
-¿Y?
-¡Deja de decir eso!
-Ron cálmate –intervino Hermione preocupada por el tinte que estaban tomando las cosas.
-¿Cómo voy a calmarme Hermione?... y tú ¿no que odiabas a la familia Malfoy porque su padre estaba ahí cuando mataron a Cédric? –preguntó dirigiéndose a Harry.
El rostro de Harry se endureció al escuchar aquello, pero no por eso Ron se detuvo.
-Además Malfoy era un bastardo con nosotros ¿acaso ya olvidaste que a Hermione la llamaba “sangre sucia”?
-Se disculpó con ustedes.
-Pues yo nunca me trague sus disculpas.
-Pues muy tu problema entonces, les conté lo que está pasando pero no significa en lo absoluto que necesite su permiso.
-Harry tranquilo, comprende a Ron, es solo que nos tomó por sorpresa.
-El hurón te dijo cosas horribles por ser gay ¿y ahora resulta que él también lo es? ¡Un momento! –exclamó abriendo tremendos ojos como cayendo en cuenta de algo- su hechizo… lo que decían los rumores… ¿acaso tu rompiste su hechizo gatuno?
-No, no lo hice –respondio firme, decidido a evitar en lo más posible la humillación a Draco- su padre consiguió que un grupo de expertos se encargaran de ello, pero si hubiese sido necesario lo hubiera hecho.
Ron se le quedó mirando por unos segundos antes de decir:
-Te desconozco Harry –y sin más se dio la vuelta y se alejó de ahí.
-Malfoy hizo que me rompiera un brazo en primer año –dijo Neville- pero es muy tu rollo si quieres meterte con él, eso no es cosa que me incumba Harry.
-Gracias Neville.
-Lo mismo digo –exclamó Seamus- es más, creo que debemos agradecerle a quien le hizo ese hechizo gatuno pues a raíz de eso dejó de molestar a todos… pero oye ¿entonces él también es gay?
-Pues sí, lo es.
-Pero decía cosas horribles de los homosexuales.
-Por lo general un rechazo a una minoría refleja un temor a lo desconocido o a algo que tememos de nosotros mismos –dijo Hermione- lo siento Harry, yo me sorprendí al igual que Ron, pero yo no quiero que dejemos de ser amigos; Malfoy se disculpó hace mucho y a diferencia de Ron yo sí acepté sus disculpas, si él es el responsable de esa nueva sonrisa en tu cara, pues entonces no me queda más que agradecerle -Harry sonrió agradecido- y ahora vámonos a clases que ya se nos hizo tarde.
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-¿Y bien? –preguntó Pansy.
-Pues nada, yo… yo estoy saliendo con Potter.
-¿Saliendo? ¿Saliendo a donde?
-¿Eres novio de Potter? –exclamó Goyle atónito.
-Vaya –intervino Blaise- Goyle fue más rápido que tú Pansy, esa sí que es nueva.
Pansy se quedó en silencio unos segundos hasta que abrió la boca en forma de “o” sin que ninguna palabra saliera de ella.
-¿Es en serio Draco o nos estas gastando una broma? –preguntó Crabbe.
-¿Crees que Potter se prestaría a una broma así?
-Pues no, creo que no.
-¡Reacciona Pansy! –dijo Blaise dándole un zape en la cabeza.
-¿¡En serio andas con Potter?! –exclamó al fin saliendo de su trance.
-Sí.
-¡Cuéntamelo todo! –exigió pescándolo de un brazo.
-¡Y a mí!
-¡Y a mí! –dijeron al unísono Crabbe y Goyle.
-Pues será después que ya es tarde –intervino Blaise.
-¡Oh mierda! –Mascullo ella comenzando a caminar rumbo a su siguiente clase- pero no te me escaparas Draco, quiero saber si ya se dieron besos de lengua.
-¡Pansy!
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No hubo tiempo de comer juntos como habían quedado pues los amigos de Draco lo acapararon todo el tiempo; él les contó una verdad a medias, pero entonces Pansy hizo la pregunta que le había rondado en la cabeza todo el tiempo.
-Entonces… ¿los rumores del antídoto gatuno eran ciertos?... ¿Potter tenía que darte fuego para rompértelo?... hablo del hechizo claro.
Draco alzó una ceja ante la insidiosa pregunta de Pansy dándose cuenta cuanto se divertiría su amiga a sus costillas.
-Claro que no –dijo entonces Blaise sorprendiendo a Draco- el profesor Snape se encargó de todo.
-¿El profesor Snape te cogió? –pregunto Crabbe.
-¡No idiota! Snape encontró el antídoto –exclamó Blaise rodando los ojos.
-¡Ah vaya!... pues no es de extrañarse, el jefe de nuestra casa es el mejor pocionista del mundo.
Draco sonrió agradecido a su amigo, quien solo le guiñó un ojo y siguió comiendo.
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Fue hasta la hora de la cena cuando pudieron reunirse de nuevo, otra vez en la mesa de Slytherin.
-Esta vez agradezco estar en tu mesa, en la mía los ánimos están caldeados- dijo Harry comenzando a servirse pastel de riñón en un plato.
-Lo que me dice que tus amigos se están rasgando las vestiduras al enterarse.
-Solo Ron, a los demás no les importa gran cosa, incluso Hermione me dio su apoyo ¿y a ti como te fue?
-Mucho mejor que a ti por lo que puedo ver.
-Sí, quien lo iba a decir.
Para ese entonces el chisme ya se había corrido como reguero de pólvora y todos estaban atentos al más mínimo gesto de aquellos dos; cuando terminaron de comer y sabiendo que estaban haciendo su declaración oficial de salida de armario ante el mundo, se tomaron de la mano rumbo a la puerta del comedor haciendo estallar una avalancha de cuchicheos que los hizo reír a carcajadas mientras corrían por el pasillo.
Los días transcurrieron y Ron terminó haciéndose a la idea, obviando el hecho de que aun así nunca le dirigía la palabra a Draco, pero a éste no le importó en lo más mínimo por lo que respetando el acuerdo con Harry, también se sentó en la mesa Griffindor para comer, eso sí, siempre en las orillas para tener un poco de privacidad si es que eso era posible.
Pero no fueron los alumnos y personal de Hogwarts no eran los únicos que se enteraban...
-Eva, dime que lo que me acabas de contar es mentira -exclamó Chloe sentada frente a su chimenea viendo el rostro de su amiga en las llamas verdes.
-No Chloe -respondió Evangeline viendo con tristeza como a pesar de negarse a creerlo, los ojos de Chloe se llenaban de lágrimas- Draco y Potter realmente son novios, andan de la mano y besuqueándose por todo el colegio a la menor oportunidad, lo siento amiga.
Chloe sonrió sin decir nada mientras negaba con la cabeza con el rostro bañado en lágrimas.
-Es irónico que yo misma los haya unido...
-¿Y cómo vas con tus padres?
-Igual, aun no me tratan como antes y estoy recibiendo educación en casa... dicen que no merezco la confianza de ser enviada a otro colegio sin que nadie me vigile... Oh por Merlín... -concluyó cubriendose la cara en medio de un llanto convulso.
-Ay Chloe... ánimo amiga, las cosas mejorarán, ya verás.
-Eso espero Chloe, eso espero.