Capítulo 10.- Un tiempo para mí, un tiempo para ti
Ikky despertó a la mañana siguiente y estaba solo, Seiya se había ido al amanecer seguramente, así que se vistió, acabó de embalar los cartones que no embaló la noche anterior, esperó que Shun llegara y ambos cargaron el camión de la mudanza, al ver el departamento vacío, Ikky tenía un sentido de cierre, cierre de esa etapa de su vida, cierre de todo lo que había sufrido, cierre de todo lo que había amado, porque una vez más Seiya no estaba a su lado
Shion estaba en su restaurante sentado al final de la barra preparando las cuentas de cierre de mes, Ikky caminó hasta él y se sentó a su lado en silencio, el mayor no levantó la mirada y simplemente dijo:
- ¿Whisky?
- No… quiero dejar de beber en el día
- ¿Solo en el día?
- En el día, en la noche, en la madrugada, el alcohol no es bueno para el alma – Ikky suspiró y aceptó con una sonrisa el vaso de refresco que Shun le dio, el joven de ojos verdes estaba tras la barra acomodando las botellas de licor en un intento de mantenerse ocupado y de paso pasaba tiempo con su padre
- Me parece sensato de tu parte – dijo Shion tomando un sorbo de su vodka
- ¿Me estás dando un cumplido padre?, ¿estás enfermo? – Ikky puso su mano en la frente de su padre que se hizo el quite y le dijo:
- No estoy para bromas, ¿ya lo tienes todo listo?
- Si, maletas armadas, pasaporte listo, te mandé el itinerario a tu correo electrónico, tenemos todo listo, ¿verdad tú? – Ikky miró a Shun que levantó un pulgar y sonrió, ambos se iban de viaje por toda Europa, era un regalo de su padre para celebrar el hecho de que Shun se graduara, a Shion le pareció que sería bueno para Ikky viajar y alejarse un poco de todo, de paso se pasea y Shun no viaja solo
- Muy bien, Docko se va a dar vueltas por tu bar, aunque esa muchacha que trabaja contigo es magnífica y lo va a tener todo en orden para cuando vuelvas, así que vete tranquilo, que ella se encarga de todo y me tiene a mí en caso de emergencia – Shion se sacó los anteojos y sonrió ligeramente
- Gracias papá
- Y cambia de cara hijo, te estás yendo de viaje de placer, cualquiera que te viera pensaría que te estoy mandando a Siberia a la cárcel o algo
- Lo siento es solo que… no me hagas caso papá – Ikky tomó un bocado de su gaseosa y suspiró
- ¿No has sabido nada de Seiya?
- No… supongo que volvió a Surrey a graduarse, Seika algo me dijo pero no fue muy específica que digamos, asumo que aún no quiere verme, así que… es mejor que me vaya y así ponemos tierra de por medio a este asunto
- ¿Ya no lo vas a buscar?
- No… él sabe en dónde encontrarme si quiere verme, yo lo he intentado todo, lo he perdonado todo, he hecho lo mejor que he podido, ya no puedo más – Ikky en verdad lucía derrotado, Shion le palmoteó la espalda y apretó su hombro, le dolía ver así a su hijo mayor, la verdad esperaba que este viaje le haga bien, Ikky suspiró y dijo: - Sé que te pregunté esto antes, ¿pero por qué crees que nos enamoramos de una persona específicamente?
- Es verdad, ya me lo preguntaste… – Shion se encogió de hombros al responder
- No me gustó tu respuesta, pero sabes… yo si me lo he preguntado, antes de conocer a Seiya, no tenía idea de qué hacer con mi vida, de quién era yo, o qué hacía ahí, no lo sabía, luego… él entró en mi vida y todo encajó perfectamente, todo tenía rumbo y propósito, ahora… estoy donde antes estaba, pero con la diferencia de que ahora tengo un grave daño emocional, ¿cómo es posible que las personas hagan daño las unas a las otras con solo existir?, ¿no lo has pensado papá?
- Él no te hace daño con su sola existencia, lo que te daña es que no está junto a ti, tu añoras el futuro que no tuviste y eso es una de las cosas más dolorosas que puedes sentir – Shion suspiró y se acabó su trago de un solo bocado
- ¿De qué estás hablando?
- ¿Sabes que era lo que yo quería hacer en este punto de mi vida?
- No…
- Quería retirarme, dejarte a ti a cargo de los restaurantes e irme de viaje con tu madre, quería ir por el mundo entero con ella, quería dedicarme a pasear y a vagar sin rumbo fijo, eso lo hablamos ella y yo por años, soñábamos con ahorrar lo suficiente para perdernos un año mínimo, pero… cuando al fin teníamos el dinero, Shun estaba en la universidad, y tú estabas en rumbo de tener tu vida hecha, ella enfermó, y ese hermoso futuro que yo había soñado para tu madre y para mí se hizo cenizas en mis manos, eso es precisamente lo que te está pasando a ti, no solo extrañas a Seiya y te duele la muerte de Max, toda tu vida te fue robada de un manotazo y no sabes que hacer, dejar ir el futuro que ya no vas a poder tener es extremadamente difícil, porque es como dejar ir los sueños de la infancia, pero lo tienes que hacer hijo, porque lo único que estás haciéndote a ti mismo es daño
- ¿Debo olvidarlo entonces?
- No lo vas a poder hacer, lo que te dije esa vez es verdad, siempre hay uno que nos persigue, hay uno que lo llevamos en el alma, hay uno que estará con nosotros toda la vida, para mí es tu madre, para ti tal vez sea Seiya, tal vez no lo sea, pueda que te vuelvas a enamorar y lo olvides, pueda que no, la vida es incierta hijo, nuestra función en ella es vivirla de la mejor manera con las circunstancias que se nos presentan
- Es que… no es justo papá, no fue justo lo que pasó con Max
- Hijo… la vida no es justa pero… mira, es como con las estrellas fugaces, ellas son las visiones más hermosas que podemos tener, son breves y poderosas, duran solo segundos, ¿pero no estás contento de haber tenido la oportunidad de haber visto una aunque sea una vez?
- ¿Estrellas fugaces?, ¿qué estás tomando papá?
- Entiendes lo que te estoy diciendo, ¿verdad?
- Si, pero es como ese dicho de que es mejor haber amado y perdido, a no haber amado nunca, pero eso es una completa estupidez, yo amé y fui amado, tuve la felicidad en mis manos, sentí la dicha perfecta, y no… no me siento mejor por ello, me siento vacío y hueco porque tuve algo perfecto y ya no lo tengo, si no lo hubiera tenido nunca no me sentiría tan mal, ¿no te parece?
- Bueno… tienes un punto ahí, pero como te dije hace antes, date tiempo, dale tiempo a él también, las cosas tienen su forma de encontrar su rumbo, ve con Shun, paséate, pon la mente en blanco y permítete a ti mismo disfrutar el viaje, eso me haría feliz a mí y a tu hermano también
- Ok., ok.,
- Asumo que esta no era una visita social, ¿tienes hambre?
- Papá, la única razón por la que vengo a visitarte es porque tengo hambre – dijo Ikky con una pequeña sonrisa
- Eso fue demasiado sincero hijo – Shion sonrió al acariciar la mejilla de su hijo mayor, por lo menos lo vio de mejor humor, había tomado la decisión de seguir con su vida, de viajar, de salir, había que ver como resultaba todo para él…
***
La noche estaba fresca, esta era la primera vez que Ikky estaba en Paris, siempre había hablado con Seiya de ir allá, ellos no tuvieron la oportunidad de salir de viaje de bodas, y ese era su destino soñado, al peliazul se le hacía tan extraño caminar por las calles de Paris solo, Shun se había ligado a una muchacha en un bar, así que Ikky estaba paseando por la ciudad esperando que su hermano lo llame cuando desocupe la habitación, vaya… no lo parecía pero Shun era espectacular para un ligue, sus ojitos verdes y su apariencia inocente confundían al más fiero
Ikky caminaba por los Campos Eliseos y suspiraba de cuando en cuando, iba distraído por lo que no se dio cuenta que alguien caminaba detrás de él, el peliazul miraba el arco del triunfo que se alzaba imponente ante él cuando escuchó una conocida voz que dijo simplemente:
- Hey… guapo, ¿por qué tan solo? - Ikky se volteó lentamente, esta no era la primera vez que su subconsciente le hiciera malas jugadas, pero no… allí a pocos metros de distancia estaba Seiya, tenía un café en las manos y una mochila en la espalda, Ikky se volteó y se cruzó de brazos al verlo, el castaño se acercó y sus ojos brillaban de una forma extraña cuando preguntó: - ¿Me estabas buscando Ikky?
- No… por primera vez en mi vida puedo decir honestamente que no te estaba buscando
- ¿Ah no?, bueno… es cosa del destino entonces, ¿qué haces aquí? – Seiya le dio su café a Ikky que lo tomó y bebió un sorbo, estaba tal como lo recordaba, extremadamente dulce con chocolate y crema
- Vine con Shun, es su viaje de graduación
- ¿Y dónde lo dejaste?
- En el hotel, está de revuelque, ¿tú que haces aquí? – Ikky aún no salía de la sorpresa
- Vine un semestre a estudiar aquí, la idea era que haga la maestría completa pero no… yo voy a volver a casa al final del semestre
- ¿Estás estudiando aquí?, wow… siempre quisiste hacerlo, me alegra que a la final lo hayas podido cumplir
- Era mi resolución de año nuevo – Seiya suspiró cuando dijo esto, tomó de nuevo su café y le dio otro sorbo empezando a caminar y tendiendo su mano a Ikky que la tomó y caminaron juntos tomados de la mano, esto se sentía tan familiar y extraño a la vez, pero en contra de todo pronóstico no se sentía incómodo, como antes había sido, se sentía… bien…
- Tu no crees en las resoluciones de año nuevo – dijo Ikky caminando mansamente junto a Seiya
- No… pero si en verdad quiero un cambio en mi vida, era tiempo de creer en cosas nuevas
- Atrás con lo viejo, venga lo nuevo, ¿algo así? – Ikky suspiró pensando que esta vez Seiya si lo había dejado atrás
- No, no con todo, hay cosas que deben ser rescatadas, otras deben se olvidadas, otras recordadas, pero el asunto es seguir con la vida, seguir con las “tonterías diarias” como tú las llamas, ¿cómo era eso que me dijiste una vez?
- ¿Qué te dije? – Ikky frunció el ceño porque no tenía idea de lo que Seiya estaba hablando
- Me dijiste: “Yo solo quiero recuperar las tonterías diarias, el ir al supermercado, ir al cine, discutir por la posesión del control remoto, discutir porque tú quieres comida china y yo quiero pizza, discutir porque te acabas el agua caliente y yo me tengo que bañar en agua fría, yo solo quiero recuperar la rutina porque en la rutina estabas tú a mi lado, regresa a mi… estás conmigo pero estoy sin ti, regresa a mí”, algo así me dijiste, no lo recuerdo palabra por palabra pero algo así fue – Seiya suspiró y apretó la mano de Ikky
- ¿Cuándo te dije eso?
- Cuando estaba en el hospital luego de que me tomé las pastillas, te dije que yo quería probar algo diferente, que no toleraba verte, que tu habías avanzado y me habías dejado atrás, tú me dijiste que avanzar era lo único que podías hacer, porque si te quedabas estancado, te hubieras suicidado primero, ¿lo recuerdas?
- Si… claro que lo recuerdo – Ikky recordaba esa discusión a menudo, pensaba que de haber manejado las cosas de mejor manera, Seiya no se hubiera ido de la forma en la que se fue
- Bueno… tenías razón, yo me estanqué y casi me muero, huía del dolor, huía de todo, huía de ti y terminé aquí pero… me puse a pensar en algo que me dijo mi hermana, si empiezo a huir de las cosas, voy a pasar huyendo el resto de mi vida y por eso al final del semestre voy a volver a casa
- ¿Decidiste ya no huir de nada más?
- Si… decidí que no está en mi carácter el huir, y decidí recuperar las cosas hermosas de mi vida
- ¿Como cuál?
- Tú
- ¿Yo soy una cosa hermosa en tu vida?
- Ikky… siempre te amé así como tú siempre me amaste a mí, ese nunca fue el problema, lo que nos pasó no pudimos haberlo previsto, fue algo que nos dejó sin piso, nadie en su sano juicio se puede preparar psicológicamente para lo que nos pasó a nosotros, yo aún no puedo creer que un ser humano pueda sentir tanto dolor como el que yo sentí o como el que tu sentiste, eso me despedazó Ikky y a ti también, pero tú rebotaste antes que yo y eso no lo pude resistir, yo no soy tan fuerte como tú, yo necesité más tiempo
- Yo no soy fuerte Seiya, yo no reboté antes como tú dices, pero no podía derrumbarme yo también, nos hubiéramos muerto los dos, y yo no podía permitir que tú… yo quería que te apoyaras en mí y saliéramos juntos adelante, pero no… no funcionó así
- No, no funcionó así, yo sé que hay muchas cosas que tenemos que arreglar, mucho que tenemos que hablar, sé que hay mucha agua bajo el puente, mierda… hay tanta agua que se llevó el puente pero… no quiero dejar las cosas así, tú me dijiste una vez que yo era el amor de tu vida, ¿sigues pensando que soy el amor de tu vida Ikky?
- Claro que eres el amor de mi vida, ¿qué clase de preguntas son esas? – Ikky acarició la mejilla del castaño y besó su mano
- Te lo pregunto porque sin lugar a dudas, tú eres el amor de mi vida, y tal vez no podamos volver a dónde estábamos antes, tal vez no podamos recuperar la magia que alguna vez tuvimos, tal vez no seamos los mismos que antes fuimos pero… ¿alguna vez te has preguntado por qué nos enamoramos de alguien en específico?
- Claro que si – Ikky sonrió y meneó la cabeza, claro que se lo había preguntado, esa pregunta lo había perseguido por meses, no podía creer que a Seiya también
- ¿Y?
- No tengo una respuesta a eso Seiya, solo sé que te amo, te amé con solo verte la primera vez que nos vimos, te amé en todas las etapas de nuestras vidas, las felices y las no tan felices, te amé mientras te odiaba cuando te fuiste y desapareciste de mi vida, te amé cuando te extrañaba y me quería morir por tu ausencia
- Yo también te amo, es más fuerte que yo, no lo puedo explicar aunque tú lo has hecho demasiado bien, no puedo vivir sin ti, no quiero ya vivir sin ti, te extraño demasiado y pienso en ti todo el tiempo, si lo que me dijiste es cierto y logramos dejar atrás lo que nos hace daño, si logramos perdonarnos mutuamente y aceptarnos como somos y estamos, yo creo que podríamos intentar un nuevo inicio, ¿crees que podríamos hacer eso Ikky?, ¿crees que tenemos otra oportunidad? – los ojos de Seiya siempre fueron muy expresivos, estaba hablando en serio y se notaba que eso le costó mucho, había tristeza en su mirada pero había algo nuevo, esperanza… Seiya tenía esperanza en su mirada otra vez, Ikky sintió como si la vida volviera a su cuerpo, esto era lo que él había deseado con desesperación por meses, pero Shion tenía razón, no todos funcionaban al mismo tiempo, Seiya necesitó más tiempo para reponerse y superarlo, necesitaba alejarse de él, pero ahora lo necesitaba a su lado, y el sentimiento era mutuo, Ikky apretó la mano de Seiya con emoción al preguntar:
- ¿Quieres un nuevo inicio?
- Si, si volviera a nacer y supiera los detalles de mi vida, créeme Ikky, te querría de nuevo en mi vida, volvería a salir contigo y en nuestra épica primera cita, correríamos juntos escapando de aquel mesero cuando no pudimos pagar la cuenta en esa cafetería, ¿te acuerdas?
- ¿Cómo me voy a olvidar?, ese fue uno de los mejores momentos de mi vida – Ikky sonrió al ver en Seiya esa sonrisa pícara que lo había enamorado hacía muchos años
- Como lo fue de la mía, ¿entonces qué dices?, ¿quieres un café? – Seiya le guiñó un ojo a su esposo que sonrió al entender lo que Seiya proponía, así que muy divertido preguntó:
- ¿Tienes para pagar la cuenta?
- No lo sé… lo averiguaremos, nunca he corrido en la noche por los campos elíseos, ¿crees que nos persigan por no pagar la cuenta?
- No lo sabremos hasta no intentarlo
Ikky tomó a Seiya en sus brazos y lo besó con pasión en los labios, esa noche se tomaron un café y comieron una rebanada de pastel, luego salieron sigilosamente de la cafetería sin pagar la cuenta y corrieron tomados de la mano por los campos elíseos huyendo del mesero que los persiguió un par de cuadras, mientras corrían un sentido de emoción los embargó, esa magia que tenían no se había perdido por completo, ellos se amaban profundamente y ahora parecía que podrían dar inicio a una nueva vida, nunca podrían superar completamente la muerte de su hijo, porque eso no es superable, pero… finalmente estaban en un sitio en el que podían apreciar que la vida continúa y presenta nuevas oportunidades, nuevos inicios, nuevos retos, y todo eso sería bienvenido ahora que habían encontrado de nuevo el camino del uno al otro…