# Capítulo 12: Cumpleaños. #
-¡Feliz cumpleaños Daniel!
-¿Papás...?- frota sus ojos con pereza-. ¿Qué hora es?
-Apenas son las seis- responde su padre con una sonrisa-, pero como siempre te despiertas temprano nunca podemos sorprendente como a los otros niños.
-¡Así que decidimos hacerlo antes!- agrega su madre.
-¡Anda abre tus regalos campeón!
-De acuerdo. Muchas gracias.
Su padre le regaló una enciclopedia y un balón de fútbol. Mientras que su madre, un costoso juego de mesa y unos zapatos nuevos.
-Gracias papás-. Los abraza a ambos y les sonríe-. Me gustaron mucho.
-Que bueno campeón. Ahora nos vamos para que puedas descansar un poco-. Ambos le dan un beso en la frente y salen de la habitación. Daniel se acuesta nuevamente pero no logra conciliar el sueño.
-Creo que ya no podré volver a dormir.
☆
-Hoy es el cumpleaños de Dani- sonríe-. Seguro se pondrá muy feliz al ver a Adam. Haré todo lo posible ¡y hasta lo imposible! para que estén solos un rato. Después de todo ellos se lo merecen, además son mis mejores amigos y lo que más deseo en este mundo es que sean muy pero muy felices-. Suspira-. Y Dani últimamente no se ve muy feliz.
-¡Jonathan! ¡¿Ya vas a salir?!
-Si-. Enjuaga su cepillo dental y sale corriendo del baño-. Perdón papá.
-¡Demonios! ¡¿Qué tanto hacías adentro?!
-Nada... solo me lavaba los dientes.
-"Solo me lavaba los dientes"-. Menciona con un tono sarcástico-. Haber si de un chingadazo no te los vuelo. Para que la próxima ya no me salgas con esas estupideces.
-Perdón-. Baja la cabeza.
-¡Ya~! ¡Carajo! ¡Lárgate de aquí!
-Si...- se aleja del lugar hasta que escucha nuevamente la voz de su padre.
-¡Chamaco, ven!
-¿Qué pasa papá?-. Se acerca asustado y muy tembloroso.
-¡¿Por qué dejaste así la toalla para manos?!
-Yo ni siquiera la toqué.
-¡¿Me estas diciendo mentiroso?! O acaso...-. Se acerca a Jonathan con cinturón en mano-. ¿estás diciendo que fui yo?
-¡No papá! ¡Yo no dije eso!-. Quería correr pero las piernas no se movían-. Por favor no-. Suplicaba con lágrimas en los ojos, pero eso no sirvió para detenerlo.
-¡Te voy a enseñar a no decir mentiras!-. Lo toma con rudeza del brazo y cierra la puerta del baño para golpearlo.
☆
-¿Y a qué hora va a ser la fiesta Adam?- pregunta curiosa Alejandra mientras que observa a su amigo dándole un baño al señor bigotes.
-En cuanto terminen las clases me parece.
-Ya veo... felicitalo de mi parte ¿si? ¡Ah! ¿Y también podrías entregarle esto, por favor?-. Entrega una caja grande envuelta en papel rayado color azul y verde con un moño rojo.
-¿No quieres dárselo tú?
-¡No! De por si no quiero dificultar nada. Además será mejor que aprovechen el tiempo.
-Lo siento.
-No digas eso. Diviértete mucho y mima a esos dos amorsotes de niños que yo mimaré mucho al bebé bigotes.
-Esta bien- sonríe. Gracias.
☆
Daniel llega a la escuela más dormido que despierto. Después de haber sido felicitado por sus padres ya no logró dormir otra vez. Aunque jamás les diría eso, seguro se sentirían mal. Así que tuvo que fingir que estaba tan fresco como una lechuga todo el camino de la casa hasta la escuela. Pero ahora que estaba en el salón se sentía mejor. ¡Mentira! Sólo se sentía más tranquilo por no tener que fingir hasta que llegara la profesora.
-Feliz cumpleaños Dani-. Escucha que le dicen por detrás.
-¡Jonathan!-. Gira rápidamente y observa a su amigo con los ojos un poco rojos-. ¿Qué pasó?
-¿De qué hablas Dani?
-Tus ojos...- frunce el ceño y se lo lleva con él corriendo del salón.
-¡¿A dónde vamos?!- se sorprende Jonathan ante la reacción de su amigo. Pero este no contesta y lo mete a uno de los salones para eventos.
-¿Te volvieron a pegar verdad?- cuestiona con un rostro molesto a punto de llorar.
-¿Pero qué dices Dani?- sonríe ampliamente.
-Si revisara tu cuerpo seguro encontraría lo que busco- suspira y relaja un poco su cara-. Pero no quiero incomodarte. Los malos son ellos ¿por qué tienes que pasar por esto?
-Estoy bien, además no hay que ponernos tristes este día. Después de todo no siempre se cumplen diez años.
-Pero... ¡odio a tus padres!-. Volvió a fruncir el ceño pero ahora su rostro se tornaba aún más molesto-. ¡Los mataré si te vuelven a pegar!
-¡No Dani!- lo abraza fuertemente mientras deja caer su cabeza en el hombro de su amigo-. No debes decir eso jamás y menos hacerlo, además ellos no valen la pena. No quiero que te ensucies por su culpa ¡jamás lo permitiré!
-Jonathan...- suelta en llanto y se separa un poco para mirarle a los ojos.
-Sólo tengo que esperar hasta cumplir dieciocho años-. Se inclina un poco para juntar sus frentes y sonreírle.
-Son... ufj... son muchos años.
-Si, pero...- seca las lágrimas de Daniel cuidadosamente con sus pulgares para posteriormente besar ambas mejillas de su amigo-. Después de eso seré libre. También seré más fuerte y así nadie me golpeará.
-Jonathan.
-Dani... yo deseo poder protegerte en el futuro.
-¿Me vas a hacer perezoso?- sonríe.
-Sí-. Le mira fijamente a los ojos-. Quiero que tú también seas libre.
-¿Yo...? ¿De verdad?- Toma con fuerza las manos de Jonathan-. ¡¿En serio?!
-¡Claro que sí Dani!
-Si soy libre podría... podría... ver a Adam.
-¡Y lo harás! Digo, tú confía y seguro algún día lo verás.
-¿Realmente lo crees?
-¡Si! Jamás dejes de creer.
-Jonathan-. Vuelve a abrazar a su amigo-. Gracias. ¡Muchas gracias!
-Dani. ¡Ah!
-¡¿Qué pasa?!
-¡Corre o llegaremos tarde al salón!
-¡Es verdad! ¡Perdón! ¡Fuí muy impulsivo, perdón!
-Nada de eso. Ya extrañaba verte sonreír.
-Jonathan, te quiero.
-¡¿Eh?!- Niega con la cabeza y sonríe-. Yo también Dani... te quiero mucho.
☆
-¡Mierda! Estoy echo un manojo de nervios.
-¿Eh~? ¿Adam esta nervioso?- dice burlona Alejandra-. Que raro.
-Pus ya la neta, siento mi pinche corazón a medio camino.
-¿Y tu estómago en la garganta?
-Andale, también eso.
-¿Piensas declararte?- menciona en un tono más serio.
-No. Jamás podría hacerlo. Soy su pinche hermano.
-¿Y eso qué? Ya te dije que amor es amor.
-Pero sólo tiene diez años.
-A los diez años di mi primer beso.
-¿Neta?
-No, pero ¿por qué no podría darlo Dani, eh? Además quien quita que en un año y hasta francés se lo das. ¡Ah~, ya hasta se me antojó! ¡Quiero ver! ¡Dale todo! ¡Descarga tu amor!
-¡No manches! ¿seguimos hablando de besos?
-Ah... no~. Pero...- suspira- ok, ya te dejo ir. ¡Pero solo si me das un francés! Así bien puercote. ¡Ah~! Esta bien, esta bien. ¡Solo vete!
-Ta bueno, ahí se cuidan-. Acaricia al felino y éste lo lengüetea-. Nos vemos señor bigotes, Alejandra.
-¡Si!
Adam sale de casa con los regalos y un pequeño pastel que recién compró a José. Sigue su camino un poco más tranquilo hasta que llega a un árbol.
-Rayos-. Observa a lo lejos todos los niños que entran a la casa de Daniel-. ¿No me veré sospechoso entre tanto mocoso?
-Adam-. Susurran tras de él.
-Jonathan, hola.
-Hola. ¿Estás listo?
-La neta no, pero si no me aviento a lo bestia no me voy a animar después.
-¡Entonces vamos!- le toma de la mano y sonríe-. No te preocupes por nada, sólo debo decir que eres el hermano de una compañera... ¡Lucía! la cual no pudo venir porque se sentía mal. ¡Y ya esta!
-Vaya, creo que sí- sonríe- Tienes razón ¡A la mierda preocupación!
-¡Así es!
Ambos entran a la casa y son recibidos por la señora Samantha.
-¡Bienvenido Jonathan!
-Gracias tía.
-¡Oh vaya! Que lindo muchachito.
-Es el hermano mayor de Lucía. Ella no pudo venir porque estaba enferma pero su hermano se ofreció a entregar los regalos.
-Vaya, muchas gracias ¿con quién tengo el gusto?
-Santiago-. Responde tajante Adam.
-Bienvenido hijo.
-Gracias.
Ambos continúan su camino hasta quedar en la sala.
-No lo veo. Hay mucho chamaco.
-Es verdad- voltea a ver a la señora Samantha y nota que esta distraída con otra madre-, te voy a llevar a la habitación de Dani.
-¿No crees que le incomode?
-Nop, seguro se pondrá muy feliz de verte ahí.
Jonathan y Adam suben las escaleras y entran al cuarto.
-¡Bien, ahorita regreso!
-No te...- Adam pensaba detenerlo pero el otro fue más rápido y se aventuró a buscar a su amigo.
-¡Dani!
-¡Si viniste!- corre a abrazarlo-. Sin ti me aburro mucho.
-Te tengo una sorpresa-. Susurra a su oído-. Ven, pero cierra los ojos. Yo te guío.
-Esta bien.
Jonathan se acomoda detrás de Daniel y lo toma de los hombros para llevarlo hasta su habitación.
-¡Ya esta!
-Bien- lentamente abre los ojos y ve a su hermano frente a él-. ¿A... dam?
-Feliz cumpleaños.
-¡Adam!- corre hacia el y se lanza a abrazarlo-. Te extrañé mucho.
-Yo también...- besa su cabeza-. Te extrañé como loco Dani.
-Bien, los dejo solos para que puedan hablar. Y no se preocupen, le inventaré algo a la tía.
-¿A dónde?- preguntan al unísono los hermanos.
-Pues...- suelta una risita-, a la sala.
-No, Jonathan- le toma de las manos Daniel-, quédate.
-Si. Además gracias a ti pudimos vernos otra vez. Muchas gracias.
-Pero... su tiempo a solas...
-Anda vente. Ya en un rato bajamos todos. ¿Verdad Dani?
-Si, ven. Por favor.
-Bueno.
Después de haber aceptado, los tres comenzaron a platicar escandalosamente de lo que habían hecho a últimas fechas. Luego Adam sacó el pequeño pastel para que su hermanito soplara la vela y terminaran comiendo entre los tres.
-Es verdad, este regalo es de parte de Alejandra- extiende la caja grande-. ¿Quieres abrirlo?
-¡Si! Muchas gracias Alejandra y muchas gracias Adam-. Quita con cuidado el moño y abre intentando no romper la envoltura-. ¿Walkie talkie?
-Dani, tiene una nota- señala Jonathan.
-Es verdad, dice: "para que siempre puedan hacer sus travesuras. Con mucho cariño Alejandra." ¡Entonces es uno para cada uno!-. El cumpleañero se queda con uno y entrega los otros dos.
-¿También para mi?- pregunta extrañado Adam.
-Si, son tres. ¡Que bien! Estuvo super. Me gustó mucho. ¡Muchas muchas gracias!
-¿Quieres abrir el otro también?
-¿El tuyo? ¡Si! Si quiero.
-Bien...- extiende una caja rectangular.
-Muchas gracias-. Lo abraza y abre la caja-. ¡¿Son los discos que me faltan de Luna Sea?!-. De un brinco se levanta y comienza a saltar de un lado a otro. ¡De Luna Sea!
-¡Dani!
-Ops, es verdad Jonathan. Con esos brincotes mamá va a subir. Y hablando de eso...
-Si, será mejor que bajemos antes de que la tía venga y nos pregunte que estamos haciendo. Voy a ver si anda afuera.
Adam y Daniel quedaron detrás de la puerta en cuclillas mientras que Jonathan lentamente la abría. Pero nadie contaba con el hecho de que la señora Samantha ya estaba ahí y sin querer empujó la puerta haciendo que los hermanos terminaran besándose. Siendo Jonathan, testigo de todo.
-Vaya hijo, eres tú.
-¿Eh?- su triste mirada no se apartaba de atrás de la puerta hasta que reaccionó y volteó hacia la mamá de los chicos-. Ah..- menciona cabizbajo-. Si, disculpe tía. Estaba buscando algo para Dani. Ya bajo.
-De acuerdo-. La señora se va del lugar y Jonathan cierra la puerta.
-Lo siento- se disculpa Adam sin levantar la mirada.
-¡No fue tu culpa! Además...- lo toma por las mangas de la camisa sin ocultar su sonrojo-, no me molestó.
-¿Qué?- levanta el rostro y observa incrédulo a su hermanito. Y sin poder evitarlo se sonrojó aún más.
-Que... no me molestó. De hecho... de hecho yo... a mí...
Jonathan abre la puerta y estaba a punto de salir de la habitación hasta que fue tomado del brazo por Daniel.
-¿A dónde vas?
-Pueden quedarse aquí, yo distraigo a la tía-. Hablaba con tono apagado.
-Por favor no te vayas- Daniel hace girar a su amigo encontradose así con un rostro a punto de llorar-. ¿Jonathan?
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español