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Love's Way por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Tuve mucho bloqueo con esta historia. Pero hace poco descubrí unos fics viejos, en donde Minho y Taemin terminan teniendo un hijo juntos, a pesar de ni conocerse, y Minho resulta ser un buen padre. Me desbloqueó por completo. Espero mantener esta inspiración por un par de capítulos más :D

Minho observo como con toda la paciencia del mundo Taemin se encargaba de desenredar el cabello de ambos niños. Mientras cepillaba a una, el otro se encontraba completamente recostado a su lado, ojos somnolientos y cabeceando de sueño. Cuando fue el turno de intercambiar lugares, estiró sus manos para que Eunkyung notara su presencia y fuera hacia él a acurrucarse. Probablemente eso le daría más libertad de movimiento a Taemin al momento de cepillar a Sangkyung y así poderlos llevar cuanto antes a la cama.

No había sido una gran tarea bañarlos, la parte difícil fue sacarlos de sus ropas cuando lo único que ambos querían era dormir. Lavarles los dientes también había sido algo complicado, pero Minho supuso que no todos los días era así. Que a veces los niños podían tomar sus cepillos de dientes por sí mismos y cantar la canción con la que practicaban el tiempo correcto y forma de cepillado que debían hacer.

Ahora que Eunkyung dormía totalmente recostada en su costado, y Sangkyung no podía mantenerse erguido para que Taemin siguiera desenredando su cabello, podía ver lo muy exhausto que había sido su día. Siempre se dejaba engañar con la mucha energía que los mellizos tenían cuando lo veían y salían a pasear. Ahora se sentía un tonto por creer que ellos podían mantener esa energía todo el tiempo.  

Llevarlos a sus camas fue sencillo. Minho se entretuvo más ante la idea de que ambos niños durmiesen en habitaciones separadas. ¿No era acaso algo pronto para separarlos? Sabía que ambos eran muy unidos, y seguían siendo pequeños, así que no veía el punto de hacerles dormir en dos habitaciones en vez de una litera como la mayoría de los hermanos antes de la adolescencia. Era algo que hablaría con Taemin después de terminar de arropar a los niños. Observo como Taemin besó la frente de ambos bebés, deseándoles buenas noches y en cada habitación dejando una pequeña lámpara de noche encendida para que los niños pudiera ver en caso de despertarse.

Decidió hacer lo mismo, besar la frente de casa bebé como despedida a un largo día y permitirles ya al fin dejarlos deslizarse hacia el mundo de los sueños. Una vez las puertas estuvieron cerradas, se giró hacia Taemin. Su careta de alegría se estaba agrietando ya que los niños no estaban presentes. Quería saber que había ocurrido, por qué Taemin estaba tan afligido.

-¿Estás bien?- Minho no se detuvo en preguntar, si quería llegar a algún punto de nuevo con Taemin debía, al menos, iniciar con lo básico e intentar al fin volver a ser amigos.

-Lo estoy…- Exhaló, haciendo una ligera señal con la mano de que no tenía importancia.

Pero eso a Minho no le supo bien. Así que decidió insistir.

-¿Quisieras contarme, quizás? Lo que no te está afectando, quiero decir.- Se aclaró la garganta, provocando que Taemin le mirara por un segundo antes de soltar una risa vaga.

-Es tan solo que…- Taemin suspiró. Se dirigió a las escaleras, bajando directo a la cocina. Ni siquiera se detuvo a ver si Minho le seguía, simplemente asumió que él le seguiría. -Creo que he hecho un bueno trabajo con los niños. Y lo hice estando yo solo.- Se detuvo, girándose al fin para mirar a Minho de manera directa.

Esto claramente le tomó por sorpresa. Le quedaba claro que no era un ataque directo a él, pero tampoco podía entender por completo cómo es que Taemin había sacado el tema. Minho trató de no entrar en pánico, asintiendo rápidamente.

-Si, claro.

-¿Entonces por qué todo el mundo se está inmiscuyendo en mi vida y diciéndome que debería tener citas de nuevo?- La queja de Taemin sonó como un gruñido lastimado, dejándose caer en una de las sillas que rodeaban la mesa.

-¿Eso fue lo que él te dijo?- Minho se sentó en frente. No sabía si regocijarse porque aquel hombre había dado un paso en falso con respecto a Taemin, o si meditar un poco más el enojo de Taemin. Después de todo, Taemin tenía un punto perfectamente razonable.

-Jihoon no ha sido el único.- Exhaló. -Todos creen que porque Tokki y Yuseong ya no necesitan estar en mis brazos todo el tiempo, yo ya debo salir a buscar pareja. Nadie se ha detenido a pensar en que, si no lo he hecho, no es por los niños, sino porque no quiero.- Terminó usando sus manos para demostrar su molestia en cada palabra.

Minho asintió, sin saber qué más decir. Era clara la molestia de Taemin, no necesitaba que le recordaran que buscara una pareja, porque sencillamente no quería tener a alguien como pareja. Se mordió el interior de la mejilla, sabiendo que todos sus esfuerzos por ganar el corazón de Taemin de regreso sería inevitablemente rechazados. Si antes tenía algo de renuencia por comenzar siendo de nuevo amigo de él, ahora no tenía otra opción.

-Perdóname Minho, debo de estarte agobiando con mis problemas, cuando no tienes por qué.- Y tras los largos segundos que Minho se tardó en responder, Taemin se disculpó, sonrisa a medias.

Y aun así, sólo siendo su amigo, Minho sabía que era un paso más cerca de lo que realmente quería.

-No me estás agobiando con nada, yo pregunté.- Colocó su mano sobre el brazo de Taemin como un pequeño acto de apoyo. -No están considerando en absoluto qué es lo que tú quieres.- Concordó.

Taemin le miró, con sus ojos abiertos de ese modo particular en que se le veían hasta tres veces mas grandes de lo usual. A Minho le había encantado tanto cuando eran jóvenes que Taemin le mirara de ese modo, usualmente con un puchero en los labios, suplicándole por una compra totalmente innecesaria. Ahora esos mismos ojos le miraban con una triste molestia que acababa de ser ligeramente sanada con la atención y palabras que le había proporcionado.

-Gracias, eres el único que me entiende.- Quizás Taemin no lo pensó, o quizás no notó el peso de su agradecimiento, ni que al colocar su mano sobre la de Minho haría que el corazón de este se acelerara en una tonta ilusión que ahora sabía estaba mal.

-Taemin…- Me encantaría que me consideradas de nuevo tu amigo, no sólo el padre de los niños que ahora duermen en sus habitaciones arriba de nosotros. Quizás era demasiado que decir, o demasiado que procesar, Minho no supo con certeza por qué no lo dijo. Sólo lo omitió, sonriendo con los labios apretados para así callarse.

-Es algo tarde pero, ¿quieres tomar café?- Taemin entonces cambió por completo la conversación, sacando a Minho de sus pensamientos. -Me gustaría mucho que me contaras cómo les fue a los niños y a ti esta tarde.

-Podría tomar café.- Minho sonrió, sabiendo que no tenía sentido contrariarse por el cambio de tema. Así era Taemin, al menos el Taemin que él había conocido. Le era reconfortante aun saber que ese chico todavía existía en una parte del hombre que criaba a sus hijos ahora. -Fue un productivo día de hecho…

Y entonces, la noche se les fue en una eterna plática acerca de lo que tenían en común, su par de hijos, el único tema que a Minho le quedaba claro era terreno seguro. Se propondría expandir ese horizonte, pero por el momento, sólo disfrutaría de la victoria de esta noche.  

Notas finales:

A partir de ahora veremos que este par tendrán varias conversaciones en esa cocina, quien sabe tal vez un día salga algo importante en una de esas pláticas. 

 


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