Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love's Way por Ari_123_love

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Oficialmente, este es el último capítulo que tengo escrito por completo de esta historia. El siguiente sólo tengo un trozo, y lleno de anotaciones por modificar e.e Así que veremos a donde nos dirigirá la historia x)

Para quienes no se lo esperaban, si, Taemin tuvo dos hijos. Y no, la manera en que llama a los niños no son sus nombres reales, sino los nombres cariñosos que les dio. Volvemos a mi juego favorito ¿cuántos capítulos antes de rebelar el nombre de un personaje importante? ^u^

 

Minho miró la dirección que había anotado en una pequeña hoja de papel. Se aseguró de que fuera la correcta, antes de tocar el timbre. Realmente no deseaba importunar en casa de algún desconocido. Mordió la comisura de su boca, esperando a que la puerta fuera abierta.  De cierto modo, se sentía un poco como detective, tras la pista de alguien. Aún le parecía algo increíble la manera en que Taemin se había desconectado del mundo. Él no había tenido que salir de Corea para apartarse de todo. La tarde que habló con Kibum pudo obtener informaciónde algunos de sus amigos antiguos amigos. Ninguno de ellos había sabido decirle algo acerca de Taemin.

Había decidido que llamarle a Jonghyun para preguntar sólo por Taemin sería demasiado grosero. Así que tras platicar un poco, le había preguntado si en algún momento podían verse. Jonghyun siempre tan amable le respondió que en cualquier momento pasara por su casa, después dictándole la dirección. Sólo un día le tomó a Minho el encontrarse frente a la puerta del lugar donde Jonghyun había dicho que vivía. Parte de los nervios que sentía se debían ante el mundo de posibilidades en donde Jonghyun le dijera que también había perdido contacto con Taemin, o que simplemente se negara a decirle algo del chico.

Sintió que su aliento se cortó cuando la puerta se abrió. Un chico con la sonrisa hasta en sus ojos abrió la puerta. Definitivamente no era Jonghyun. Minho rascó su nuca, pensando en qué decir para disculparse. Claramente se había equivocado de dirección.

-Hola, ¿buscas a alguien?- El chico preguntó al notar el dilema en Minho.

-Eh, sí. Estoy buscando a un amigo, y me dio esta dirección. Pero creo que no es aquí. ¿De casualidad no lo conoces? Su nombre es Kim Jonghyun.- Preguntó.

El chico sonrió (aún más de ser posible), abriendo la puerta por completo.

-Si es aquí, no estás perdido.- Afirmó. -Pasa por favor, llamaré a Jonghyun ah.- Le invitó a entrar. -Mucho gusto, soy Jinki.- Se presentó formalmente.

-Minho…¿eres su compañero de departamento?- Cuestionó, preguntándose por qué Jonghyun no le había dicho eso en la llamada telefónica.

-Se podría decir así.- Jinki se encogió de hombros. -Compañero de departamento, de vida. Pareja, novio. Sólo son títulos.- Sonrió, agitando su cabeza ante una negación absurda. -Espera aquí por favor. Jonghyun ah duerme, iré a despertarle y avisarle que estás aquí.

-Oh no, no, no, no quise importunar.- Minho trató de detenerlo, pero el chico Jinki ya estaba subiendo las escaleras hacia la segunda parte de ese departamento.

-Está bien. Ya es tarde, y me has dado una excusa para despertarle.- Asintió.

Minho mordió el interior de su mejilla, esperando mientras trataba de evitar sentirse incómodo ante esta situación. En cuanto viera a Jonghyun le reclamaría que no le avisó que vivía con su novio.

Suspiró un poco de alivio al ver que Jonghyun bajaba las escaleras. El bastardo se frotaba los ojos como si tuviera el derecho de seguir durmiendo. ¡Era pasado mediodía! Sin embargo, Minho sonrió al ver el rostro familiar de su amigo.

-¡Hey!- Jonghyun le saludó. -No creí que fueras a venir tan pronto.

-¿Qué puedo decir?- Se encogió de hombros. -Quiero ponerme al tanto de todo cuanto antes.

-Si, claro. Por supuesto que creeré eso.- Jonghyun rio, haciendo un movimiento de cabeza indicándole que le siguiera.

Se movieron a la media cocina que había en el departamento. Jonghyun tomó la jarra entera de café y una taza, llevándola a la mesa del centro. Se sentó, ofreciéndole una silla al chico alto.

-Entonces, ¿qué te trajo de vuelta?- Fue directo, sirviéndose café en su taza. -Porque seamos sinceros, era más que obvio que planes de volver no estaban en tu mente.

Minho suspiró, asintiendo. Todo mundo lo sabía, incluso él mismo. No se supone que volviera, si había estado tan hastiado de esa vida. Pero lentamente los recuerdos le habían consumido, hasta quemarle vivo. Volver a casa. Es lo único que quería.

-Empecé a extrañar este horrible lugar.- Comentó con burla. -Agua caliente por las mañanas, comida segura, una cama.- Minimizó los hechos. -El tener un trabajo fijo.

Jonghyun rio, negando con la cabeza. Bebió de su taza hasta terminar el contenido, volviéndose a servir.

-Por cierto, ¿cómo te está yendo con eso? Me dijiste al teléfono que estás rentando un departamento, pero ningún lugar te esperará si no empiezas a pagar la renta.- Esa era la manera sutil de Jonghyun para preguntarle si estaba bien de dinero. Genuinamente se preocupaba por su amigo, a pesar de todos los años sin saber de él.

-Estoy bien.- Minho agradeció el gesto. -En cuanto supe que tenía que volver, me quedó claro que no podía regresar sin más. Mi vida estaba totalmente cortada aquí, nada me estaría esperando. Así que empecé a buscar empresas y mandar mi currículo.- Suspiró. -Ya he tenido unas cuantas entrevistas, incluso las de segunda fase. Pero sigo esperando a que me respondan otras empresas.- Comentó con desgañite.

-Bueno, terminaste tus estudios por correspondencia.- Hizo una mueca. -Sólo a ti se te ocurre desaparecer de la faz de la tierra cuando estás a un semestre de graduarte.

-Y que mi única experiencia sea la que obtuve en mis prácticas tampoco ayuda.- Confirmó el alto. -Mi experiencia es nula, lo sé. Pero a algunas empresas les interesará el que haya viajado por el mundo. Los trabajos que he hecho en otros lugares para conseguir dinero, es experiencia en mano de obra que puedo externar.

-Pareces muy confiado.

-No lo estoy, pero espero me den una oportunidad.- Afirmó.

-Minho, si necesitas ayuda en cualquier momento, me lo puedes decir.- Jonghyun le aseguró.

-Gracias Jjong.

Entonces la conversación se detuvo, dejando que el silencio incomodara el momento.

-Vaya, ustedes parecen estar en un funeral, en vez de una reunión.- Jinki había vuelto, entrando a la cocina. -Jonghyun ah, no tomes sólo café para el desayuno.- Le sugirió, regalándole un beso en la mejilla. -Te veo al rato, ya me voy.

Jonghyun rio, negando con la cabeza alegremente.

-¿Estás así de gruñón porque yo estoy de vacaciones y tú no?- Se burló tranquilamente.

Minho parpadeó sorprendido, ¿eso era estar gruñón? A él sólo le había parecido una sugerencia bien infundada. Desde que él conocía a Jonghyun, años atrás, no tenía muy buenos hábitos para desayunar, o dormir, o muchas cosas realmente. Además, el novio de Jonghyun se veía como una persona demasiado tranquila, no parecía molesto.

-Y como siempre, ignoras lo que te digo.- Jinki suspiró ya en la puerta. Miró hacia Minho, preguntando- ¿podrías cuidar de mi Jonghyun ah? Es demasiado terco para su propio bien.- Sonrió, de nuevo escondiendo sus ojos detrás de su sonrisa brillante.

-Sí, por supuesto.- Asintió.

-Gracias, entonces me voy.- Se encogió de hombros, saliendo del departamento.

-No te dejes engañar por su forma tan suave de ser.- Jonghyun advirtió en cuanto sintió que ya era seguro de hablar sin ser escuchado. -Es realmente muy mandón cuando se lo propone. Es un líder nato, y le encanta mandarme.

-Se ve agradable. ¿Por qué no me dijiste que vivías con tu novio?- Se quejó. -Realmente me vi como un torpe cuando pregunté si sabía dónde vivías.

Jonghyun rio, burlándose claramente. Se encogió un poco de hombros, y luego se levantó de la mesa para buscar algo qué desayunar propiamente.

-Siempre has sido un torpe, yo no pude haber hecho nada contra eso.- Aclaró. -Ahora dime, ¿cuál es la razón por la que estás aquí tan rápidamente?

Minho sonrió. Jonghyun era alguien perspicaz, de toda la vida. No podías esconder nada de él, porque simplemente lo descubría. Y por eso mismo Minho no se sentía ni un poco apenado de que sus verdaderas intenciones fueran descubiertas. Necesitaba ayuda, y sólo esperaba que Jonghyun se la pudiera brindar, y quisiera hacerlo.

-Yo…la verdad es que empecé a sentirme vacío. Incluso en lo que se supone iba a darme la satisfacción de mi vida.- Suspiró, fijando su vista en la mesa algo apenado. -Supongo que el tanto viajar en verdad me hizo crecer, y descubrir lo que realmente quiero. Me di cuenta que, no cerré ningún círculo al irme de este modo. Deje tantas cosas inconclusas, tantas que no debían terminar así. Sólo no debían terminar…

-¿Hablas de Taemin, cierto?- El rostro de Jonghyun se suavizó un poco al escuchar a su amigo. Cruzo un poco los brazos sobre su pecho, haciendo una mueca. -No lo sé Minho.

-¡Por favor! Sé que eres el único que se mantiene en contacto con él.- Exhaló. -No lo puedo entender aún, como es que nadie tiene ni una pizca de idea sobre él, y realmente eres mi última esperanza. Sólo quiero saber de él, saber si puede haber algo entre nosotros aún, o si perdí mi oportunidad para siempre.

El silencio en Jonghyun era indicio de que estaba considerando las cosas. Minho lo sabía, y aún así no podía evitar sentirse nervioso. Mordió el interior de su mejilla, hasta ver que Jonghyun empezaba a asentir en resolución de lo que había pensando.

-De acuerdo.- Accedió. -Te daré su número telefónico. Sólo puedo darte eso.- Aclaró. -A Taemin no le gusta compartir el número de su casa a cualquiera, ni siquiera que sus datos sean pasados tan fácilmente. Así que tendré que decirle que te di su número de celular.- Explicó. -No le llames entre semana, está ocupado con el trabajo, y varias cosas que tiene que hacer.

Minho escuchó y asintió con algo de fascinación. Era totalmente increíble. Su Taemin sonaba tan diferente a cuando él se había ido. Casi imposible que este chico fuera el mismo que, en aquella época había llegado a dejar la puerta de su departamento abierta porque a su compañero de habitación se le habían perdido las llaves y llegaba una hora después de que Taemin entrara a clases.

-No puedo imaginarme cómo es que ha cambiado tanto…- Se le escapó aquel pensamiento.

-Es natural.- Jonghyun afirmó, con un ligero dejo de orgullo en su voz. -A todos debería de pasarle cuando se convierten en padres.

¿Qué?

Minho miró de manera inquisitoria a su amigo, esperando por una completa explicación ante tal comentario. ¿Qué tenía que ver el ser padres con Taemin? Su corazón ciertamente se aceleró con algo de temor, mientras su cabeza empezaba a armar un millón de escenarios en donde él claramente ya no era bienvenido.

-Disculpa, es cierto que no te enteraste. Terminaste con Taemin un mes o dos antes de irte, ¿cierto?-  Preguntó, dejando ver a Minho que de hecho había sido muy cruel al separarse de Taemin y dejar de saber de él de forma tan abrupta cuando aún tenía un par de meses antes de irse. -Taemin dio a luz a un par de bebés tiempo después. Es por eso que se alejó de todos. No quiso contárnoslo, no quería que nadie supiera. Era su más atesorado secreto. Jamás ha dicho quien es el padre de los mellizos, pero no importa ya. Taemin es más que suficiente para esos niños.

-¿M-mellizos?- Minho exhaló dificultosamente. No podía ser cierto. -¿Taemin tiene hijos?

-Si. Un niño y una niña.- Afirmó. -Son la luz de sus ojos, y la razón por la que se despierta cada día.- Jonghyun se volvió a cruzar de brazos, observando a Minho, juzgándole. Había dicho esto para tener en claro cómo reaccionaría ante Taemin con hijos. Quería saber si Minho debería de volver a ponerse en comunicación con Taemin, o mejor evitar darle su número telefónico.

El corazón de Minho latió con fuerza. Su mente daba vueltas, sin poder creer lo que había escuchado. Taemin tenía hijos. ¿Por qué? ¿Desde cuándo? Y, de todo lo que había escuchado a Jonghyun decir, había algo que no dijo. El padre de esos niños no aparecía en la escena nunca. Entonces…

-¿Qué edad tiene los niños?- Gimió.

Jonghyun miró el calendario que tenían sobre el mostrador de la cocina, sonriendo.

-En dos semanas, cumplen cuatro años.

Oh cielos.

~*~

Taemin rio, observando como su hijo le saludaba desde lo alto de la resbaladilla (que en realidad era pequeña, lo suficiente como para que el pequeño la creyera enorme) y se deslizaba después. Su pequeña estaba bailando junto a otras niñas frente a las bocinas de música, fingiendo dar un concierto.

-Se están divirtiendo mucho.- Heechul le alentó. –Si los hubieras escuchado hablar hace días de lo muy emocionados que estaban. ¿No es así cariño?

-¡Yah! No seas empalagoso.- Momo empujó el hombro de Heechul, molesta. –Pero Hee sabe lo que dice, Taemin ah. Los mellizos no paraban de hablar de su fiesta de cumpleaños, y a todos sus amigos que iban a venir.

Taemin sonrió, agradecido un poco con sus amigos. Heechul y Momo eran esa típica pareja que actuaban más como sus guardespaldas, que como hermanos, o amigos. Pero les agradecía su apoyo.

-Bueno, supongo que iré a quejarme a otro lado, porque ustedes no me dejarán auto compadecerme.- Rodó los ojos de manera dramática, levantándose de la mesa. –Iré a ver cómo están los niños.

Heechul y Momo rieron, sabiendo que Taemin no tenía más remedio. Él simplemente no podía separar su vista de sus hijos nunca, estaba totalmente enamorado de sus bebés y le encantaba cuidarlos, aún y cuando a veces se le hacía un poco imposible debido a su trabajo, o las clases. Por esa razón, Heechul y Momo cuidaban de los niños cuando ellos salían del jardín de niños. Apenas era su primer año en él. Taemin había estado tan aterrado por tener que dejarlos solos un par de horas, que ellos no dudaron en ofrecer en cuidar a los mellizos el resto de la tarde con tal de darle un poco de tranquilidad a su amigo.

Taemin conversó con algunos padres de los amigos de sus hijos, nada demasiado transcendental, sólo lo suficiente para saber de la comidilla del día a día. Se paseó por el jardín, hasta llegar a la pared que delimitaba el terreno con el de la casa de a lado. Recargó su hombro sobre la pared, descansando un segundo mientras veía a sus hijos a lo lejos jugar.

-Aquí está.- Un vaso con agua mineralizada le fue ofrecido.

-Gracias.- Sonrió hacia su mentor, Jung Jihoon. No sólo había sido mentor mientras estuvo en la universidad, ahora él era el padrino de sus niños, siempre haciéndole compañía en momentos como este: importantes. -Parece que se están divirtiendo.- Esta vez lo comento menos condescendiente.

-Vamos Tae, adoran la fiesta. Lo hiciste bien.- Le animó.

La fiesta de cumpleaños de los mellizos se estaba celebrando en el patio trasero de la casa de Taemin. Había contratado algunos juegos para los niños, música, servicio de comida, e incluso rentado mesas para que los adultos se sentaran a platicar mientras los niños se divertían.

-No lo hubiese podido haber hecho sin tu ayuda.- Rio. -Realmente entré en crisis cuando empezaron a cancelarme los de los servicios.

-Es primavera, muchos hacen fiestas en esta época. Está mal, pero si ofrecen una mejor paga, ellos cancelaran eventos pequeños.- Suspiró. -Además, no sólo te hubiese ayudado yo, Jonghyun ah te habría ayudado sin duda alguna en cuanto le dijeras.- Señaló hacia Jonghyun que se estaba acercando a ellos en ese momento.

-¡Jjong!- Taemin sonrió alegremente, abrazando a su amigo. -Me alegro que hayas venido, ¿dónde está Onew?

-Les está dando sus regalos a los mellizos.- Rio. -Está emocionado por ver sus reacciones cuando vean lo que les escogió como regalo.

-Y pensar que no podía acercarse a ellos en cuanto nacieron, y dejaron ser parte de mi vientre.- Taemin exhaló alegremente, escondiendo una traviesa risilla.

-Era cuestión de tiempo. Los niños lo adoran tanto como él los adoraba desde antes de que nacieran.

-De acuerdo, dejaré que platiquen. Mientras tanto iré a ver si puedo conseguir que me dibujen un conejo en la cara.- Jihoon se despidió, dejando que Taemin platicara con su amigo.

-Jihoon piensa que siempre que vienes, me vas a contar secretos internacionales. No le gusta interferir.- Taemin exhaló, encontrando boba la actitud incómoda de su mentor.

-Tal vez está en lo correcto.- Jonghyun sugirió, haciendo reír a Taemin, aunque mirando de soslayo hacia dónde se había ido aquel profesor. Lo había notado ya, desde hacía un tiempo aquel profesor había empezado a mirar a Taemin de manera distinta. Y tal parecía qué él se había dado cuenta que Jonghyun lo sabía. -En realidad ya no le hablas de manera formal, ¿eh?

-Jihoon insistió tanto, que era natural que ocurriera. Además, es el padrino de los mellizos, tengo confianza en él.

-Puedo entenderlo...- Suspiró. -Escucha Tae, hay algo que debo contarte. ¿Podemos hablar en otro lugar?

Taemin frunció un poco el ceño, preocupándose por la seriedad en su usualmente alegre amigo. Asintió, accediendo a escuchar lo que iba a contarle su amigo.

-Vayamos a la cocina.- Indicó. Se cruzó de brazos, entrando a la casa por la puerta corrediza que daba directamente a la cocina del lugar. -¿Es algo malo?- Preguntó, un poco temeroso. –Te ves preocupado. Más de lo normal, quiero decir.

-No es nada malo, sólo que no sé cómo reaccionarás ante ello.- Se frotó la nuca, pensando en cómo decir las cosas. –Hace días me encontré con Choi Minho. Él está de regreso, Taemin. Y te está buscando.- Decidió ser directo, en vez de irse por las tangentes. –Creo que ha movido cielo, mar y tierra para poder saber algo de ti.- Suspiró. –Al parecer nadie más supo darle respuestas, y por lo que entendí, realmente fui su última opción a quien recurrir. Me pidió saber de ti.- Informó, frunciendo un poco el ceño al ver como el rostro de Taemin se tornaba pálido. -Le di tu número de celular, y le dije que te lo diría.- Se cruzó de brazos. –Por supuesto que, para saber si era algo razonable hacerlo, tuve que decirle sobre tus hijos. No creo conveniente que se vuelva a acercar a ti, si no va a poder con la idea de que tienes dos niños pequeños.

Oh cielos.

-¿T-tú…le dijiste de mis hijos?- Había estado callado mientras Jonghyun hablaba, cada vez sintiéndose un poco más mareado. Su palidez era proporcional a las náuseas que estaba sintiendo, y su voz había salido algo rasposa debido a la intranquilidad que sentía. -¿Él sabe que tengo hijos?- Sus manos temblorosas cubrieron su rostro. –No se suponía que Choi Minho regresara…- Jadeó por lo bajo. –Él dijo que no iba a volver.

-Volvió Taem, y te está buscando.- Jonghyun le tomó por los hombros, tratando de fijarle en su lugar. -Taemin, ¿por qué te molesta que Minho haya regresado, o que sepa de tus hijos?

-Yo…Yo no…Necesito ver a mis hijos.- Gimió, escapándose del agarre del mayor, saliendo de la casa rápidamente. -¡Yuseong! ¡Tokki!- Les llamó. -¡Niños!

-¡Mamá!- Taemin escuchó a su hijo hablarle alegremente, girándose en busca de él hasta encontrarle en brazos de Jihoon. Se acercó a ellos, tomando al niño en brazos.

-¿Dónde está Yuseong?- Preguntó al niño, mirando a su alrededor con mucha angustia.

-Iré por ella Taemin.- Jihoon no cuestionó lo que sucedía. A su parecer, Taemin estaba demasiado angustiado como para responder apropiadamente. Simplemente buscó a la niña que se encontraba cerca de la mesa de dulces, cargándola y llevándola con Taemin.

-¡Mamá!- Yuseong se estiró, pasando de los brazos de su padrino a los brazos de su madre. -¿Podemos comer pastel ya?

Taemin rio ante el comentario de su hija, dejando que un par de lágrimas de alivio al tener a sus bebés en brazos se escaparan. Apretó a ambos niños en un abrazo, por más difícil que fuera cargarlo a estas alturas. Sólo se sentía tranquilo cuando los tenía así, cerca de su pecho y de su corazón.

-Sí, comeremos pastel pronto.- Exhaló.

.

.

.

Jonghyun hizo una mueca, mientras tomaba asiento a lado de su novio en una de las mesas. No podía hacer otra cosa más que mirar con mucha sospecha la manera en que Taemin estaba actuando ahora. Había corrido en busca de sus hijos, como si hubiese olvidado que estaba completamente a salvo en el patio trasero de la casa.

-¿Qué es lo que estás pensando?- Jinki le molestó, con su usual sonrisa despreocupada. –Te veías serio desde hace rato, pero ahora es un poco hasta molesta tu mirada.- Y sin embargo, en su voz se podía notar una suave nota de preocupación mezclada con cariño.

-Pienso en Taemin.- Exhaló. -¿Recuerdas a mi amigo Minho? El que me visitó.- Miró a Jinki, torciendo los labios. –Él fue novio de Taemin cuando estaban en la universidad. Y entonces decidió irse, y ahora que ha vuelto, quiere volver a intentar algo con Taemin.

-Oh, ¿te preocupa que tu amigo no se adapte a la idea de los niños?

-No. Me preocupa que los mellizos sean hijos de Minho.- Admitió en voz alta, después de tanto haberlo pensado. No era la primera vez que lo había pensado; cuando hubo reanudado su amistad con Taemin lo había considerado. Es tan sólo que Taemin había sido tan hermético acerca de ese tema, que era imposible dejar de especular, y conseguir pruebas concretas.

Hasta ahora.

La respuesta de Taemin ante la idea de Minho de nuevo en Corea lo había delatado por completo.

-¿Estás diciendo que tu amigo, que se ve sumamente agradable, es el bastardo que abandonó a Taeminnie y los mellizos?- No sonó exactamente enojado, pero Jinki claramente no se encontraba de acuerdo con que el padre de los mellizos no se hiciera responsable de ellos, aún y cuando no necesariamente tuviese que estar en una relación con Taemin.

-Es justo eso lo que me preocupa.- Jonghyun suspiró. –Me temo que…Taemin nunca le dijo a Minho acerca de los bebés.

 

Notas finales:

¡Si! Rain es el tercero en discordia en esta historia.

Y quizás se pregunten por qué, o quizás no, pero aquí les va el TMI de esta historia: Taemin siempre ha sido fan de Rain, y desde que ambos fueron mentores en The Unit he querido representar ese sueño que se volvió realidad de Taemin de admirar a alguien, hasta volverse su igual. Así que, henos aquí. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).