Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pesadillas por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 26]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Somos espejos. Lo que vez en otras personas también está en ti  

 

La sala de entrenamiento donde estoy, esperando a que llegue Chiara, es muy grande. No está en el mismo   edificio, lo cual es un alivio porque no es para nada agradable que Tchess se esté quejando de que no puede  hacer nada.

— ¿quieres dejar esas cosas allí?

— ¿Te pone nervioso?— pregunta, aun con las cuchillas que tomó de la mesa— no entiendo porque. Esto es inofensivo a comparación de lo que puedo hacer yo mismo. Si quisiera matarte, no me molestia en usar esto.

—  aun así, los demás van a venir, y no se lo tomaran bien—Tchess me mira, poniendo los ojos en blanco, pero deja las cosas en la mesa. Aun intento comprender que fue lo que paso con la chica. Anoche salimos y no sabemos nada más de ella.  La puerta se abre y los primeros en llegar son Evans y Kerem.

— ¿Chiara aún no llega?

— no.

— ¿Es seguro que este viendo todo esto?— Evans señala a Tchess. Todavía está interesado en la mesa donde las armas están ordenadas. Me encojo de hombros. Realmente no puedo saber que tan grave es decirle nuestros secretos, pero no podemos hacer nada sin hacerlo. Sé que él también ha dicho más cosas de las que le gustaría decir.

— solo son cosas. No es tan importante. ¿Han encontrado algo?

— no mucho. Todo sigue en orden, y no hemos encontrado más cuerpos tampoco.

— Habla por ti— Evans le mira y luego me mira a mi— me dio curiosidad sobre lo que encontraste, los cuerpos y las marcas. Investigue sobre muertes similares en todo el mundo.

— ¿Qué? ¿En serio hizo eso?— Tchess me señala con una Katana— ¿es así siempre?

— lo hice. No fue tan difícil. Iridian, hay muchas más muertes así que de las que pensamos. Muchas no se registraron apropiadamente, porque las primeras fueron de vagabundos y personas sin hogar, o en países donde había guerra o no tienen un registro adecuado de estas situaciones.

— eh… entonces es verdad.

— ¿De qué hablas?— Tchess me sonríe.  Desaparece para aparecer a un lado de notros, aun sonriéndonos.

— sabía que había algo raro desde hace mucho tiempo. Pero era tan vago y tan espaciado que era imposible seguir una pista, nadie sabía nada tampoco, y las pesadillas no habían comenzado a desaparecer por completo. Umm, supongo que les diré algo, por confianza—  ¿ahora con que va a salir esta cosa?— no me llames cosa.

— ¿y bien?

— las pesadillas también morimos, por decirlo de alguna manera. Y no me refiero a cuando nos matan, idiota— me dice, porque es justo lo que estaba pensando— si no hacemos nuestro trabajo, si no andamos entre los sueños, solo nos desvanecemos.  Es como cuando ustedes dejan de comer.

— ¿en serio?

— si… ¿Por qué crees que no nos importó al inicio?  Con eso y ustedes cazando pesadillas, era imposible saber por qué motivo no aparecían de vez en cuando algunas pesadillas.  Para cuando fue notorio que pasaba algo raro…

— te enviaron.

— y termine encontrándote a ti ¿Crees en las coincidencias? Porque es una horrible desgracia que seas tú, la persona menos imaginativa que conozco quien tenga que darme formas.

— oh, cállate. Deja de ser dramático. Entonces… ¿Cuánto tiempo lleva pasando esto?— le pregunto a Evans.

— siete años. Es lo más que pude rastrear en este tiempo—  Evans se pone a explicar sobre lo que ha pasado estos días investigando. Nombra países, cifras y un montón de datos a los que me cuesta seguirles el hilo. Es extraño, porque siempre pongo atención a estas cosas. Casi por inercia miro a Tchess. Él es quien no está poniendo atención, aunque lo sospechaba. Mientras intento entender lo que dice Evans, la puerta vuelve a abrirse y Hackett y Santiago entran a la sala. Chiara les sigue, por fin. Y para mi sorpresa, también vienen Jayden y Kayden.

— Parece que nos hemos perdido de algunas cosas estos días ¿no?

— ¿lo crees?

— ¿Porque están aquí?— pregunto, a nadie en particular. Hackett levanta la mano, sonriendo.

— eso  es mi culpa.  Accidentalmente deje algunas grabaciones al alcance de todos. Nadie entra nunca a mi área de trabajo, pero estos dos…

— todos se comportaban extraño…

— no son tan discretos como creen. También era obvio que tenía que ver con Iridian, y con algo grande, porque si no ¿Por qué otro motivo todos estaban de mal humor? Todos menos Hackett, que al contrario, estaba feliz.

— y por eso decidimos entrar a investigar. Entonces ¿Quién es el monstruo?— Tchess resopla, un tanto fastidiado, un tanto divertido.   

—  ¿Todavía necesitas preguntar?

— bien, bien… en realidad, necesito que nosotros…— dejo de ponerle atención a Chiara. Algo está mal, pero no entiendo que podría estar mal. Creo que todos están hablando sobre lo que ha pasado ¿Es un plan de acción?  Nadie parece ya molesto porque Tchess esté aquí. Tengo sueño, estoy sintiéndome cansado.

— Chiara, ¿Qué paso con Alice?

— ah, si… ella sigue en ese lugar, pero creo que… viendo que sabe mucho, podría sacarla esta tarde y llevarla a mi casa— Chiara vive sola, no me hace gracia que una adolecente media loca y una pesadilla vivan con ella, pero creo que no es tan mala idea, viendo que su embarazo está por terminar algo de compañía no le vendría mal. Sé que es orgullosa y no aceptara que yo viva con ella o mudarse unos días a mi casa— ¿Qué te parece?

— si tú quieres. Tchess dice que ese monstruo no es peligroso, así que…— me encojo de hombros.

— Hattely solo está protegiendo a Alice. Mientras no le hagan nada a ella, él estará bien. No tienen idea…— sonríe, una risa lenta.

— umm, si, hablando de Alice ¿Por qué ella dijo todo eso? ¿Tienes idea?— Tchess se sienta en el suelo, con los ojos calvados en Chiara.

— un poco. Es obvio que alguien le hablo de mi antes, ¿quizá Hattely? No lo sé. Pero ella quiere que regrese a Eerkah— esa ciudad de las pesadillas. Tengo algunos recuerdos de esa ciudad debido a Tchess, aunque no son muy claros.  Es  oscura,  y las sombras hacen formas  extrañas, es todo lo que recuerdo.

— ¿Por qué hablo del espejo?— Insiste Chiara. Tchess suspira. Siento su reticencia a hablar, pero también sé que sabe que tiene que hacerlo. 

— Podemos usar los espejos para entrar en su mundo. Puedes incluso decir que Eerkah está del otro lado del espejo. Son portales fáciles de usar que no gastan mucha energía y existen en cualquier lugar del mundo. Es más fácil que solo desear venir aquí. Por eso sé que ella quiere que regrese, pero no entiendo porque. Además, no es como que no quiera regresar, más bien no puedo— me señala con la cabeza.

—  Me gustaría conocer a esa chica— Evans nos mira— ¿Dices que no recuerda nada?

— Más bien, no quiere recordarlo— señalo— si hubiera pasado por todo eso, tampoco querría recordarlo.

— ¿y yo soy el dramático? Ni siquiera sabes que  paso con ella. Pero yo también quiero saber…— de nuevo, me siento adormecido. Veo que todos hablan, pero solo veo sus bocas moverse. No soporto más esto.

— Terminemos con esto mañana— digo, caminando a la salida. Supongo que Tchess me sigue, porque camino hasta la puerta. No puedo caminar más. No sé cómo llego al suelo. Estoy cansado, me cuesta enfocar y no escucho tampoco. ¿Qué está pasando?

— ¡¿Iridian!?— no sé de dónde saco fuerzas para sentarme siento. Todos me miran con preocupación, a excepción de Hackett. Él no me mira a mí. Me arrastro en dirección a las mesas. Santiago y Evans me ayudan a levantarme y tambalearme hasta allá.

— Tchess—  logro soltarme. Tchess tampoco está bien. no escucho su voz en mi cabeza, a pesar de que le veo claramente delante de mí, tendido en el suelo, con los ojos cerrados, parece dormir… si tan solo durmiera. Nunca le he visto dormir. No es normal— ¿Qué está pasando? ¿Tchess?— me siento a su lado. Respira, sigue vivo al menos.

— umm…— alguien se inclina sobre Tchess.

—… necesito…— la cabeza se me aclara. Me siento cansado todavía, pero me muevo lo suficiente para acercarme a Tchess. Hackett es quien está intentando despertarle— Iridian, esto es extraño, no parece tener  nada, y aun así él sigue así. Parece que se ha descargado— descargado… intento hablarle, pensar su nombre tan alto como puedo, pero él sigue sin moverse. Yo también quiero dormir,  pero sé que si duermo, si cierro los ojos… creo que no voy a despertar. Tchess se mueve, su mano se mueve, intenta apoyarse en ella, enderezarse, pero no puede.

—hey, estúpida cosa ¿Qué pasa?

— pesadillas— murmura, tan bajo, que estoy seguro que su voz la escuche en mi cabeza y no con mis oídos— creo que… ha pasado mucho…— ah, no me digas. Suspiro, reclinándome en la pata de la mesa. Esto no puede ser peor.

— Iridian ¿Qué pasa?

— esa cosa necesita hacer lo que hace…—  asustar, necesita ser una pesadilla. Según lo que nos dijo antes, si no lo hace va a desaparecer ¿no? le miro. No puede levantarse, ni abrir los ojos. Solo esta acostado, respirando cada vez más lento, más despacio.  Por unos momentos, tengo la tentación de hacerlo, de dejar que todo pase…

Pero no quiero morir. No quiero, por estúpido que suene, no quiero ver morir a Lev, aunque no sea él, sigue siendo la imagen de Lev. Que tonto, tanto tiempo entrenando para ignorar cualquier forma que tomen, y no puedo hacer nada con esto. A mi favor, si intento algo contra él yo lo resiento también.  No sé qué hacer ¿Cómo se supone que le voy a ayudar ahora? No tengo sueños, mucho menos pesadillas. ¿Qué debería hacer? 

“duerme”

Ah, dormir… si… creo que debería hacerlo, aun si no despierto. Enfoco a los demás. Parecen preocupados. Esto paso muy de repente pero no tengo miedo. Chiara se inclina hacia mí.

— Iridian…

— está bien… solo voy a dormir— me escuchó decir, y los ojos se me cierran. No puedo mantenerme despierto ni un segundo más. Solo duermo, cayendo al vacío de  oscuridad.

Pasa algo de tiempo antes de que recuerde que las cosas no están nada bien. Sigo dormido, pero de algún modo, sé que estoy despierto. Dormido y despierto… es extraño. No hay nada a mi alrededor, solo un color gris.  No siento mi cuerpo, y aun así veo mis manos, mis piernas… todo. 

— Tchess… Tchess— mi voz resuena en el espacio— estúpido animal, ¿Dónde mierda estas? Maldito monstruo— sigo mirando, girando. Veo el destello naranja de sus ojos. Solo los ojos en medio del vacío— ¿Qué mierda está pasando?

— Cazador idiota— se materializa delante de mí—  no se suponía que estuvieras aquí. Qué raro.

— ¿Dónde estamos?

— debe ser tu cabeza. O la mía, no lo sé. ¿También te afecto a ti? Creo que voy a morir. ¿Patético, no? tanto soportarte para que muera solo por no asustar a los demás.

—yo no quiero morir. ¿Qué hacemos?— él me mira. Puedo ver que está cansado, débil, pero sigue siendo altanero, burlándose de todo incluso hasta el final. Le veo suspirar y mirar alrededor— ¿Qué hacemos?

— no puedo hacer nada aquí. Tendría que buscar alguien más. Tus amigos tampoco sirven, son demasiado cuidadosos y no creo que entiendan que pasa, ninguno va a estar dormido. Lo único que puedo hacer es lo mismo de siempre, buscar. Pero…

— ¿Pero?— me sonríe.

— no sé cómo hacerlo contigo. No puedo alejarme de ti.

— Inténtalo— cada vez me siento peor, cada vez, veo que Tchess es más traslucido. No sé a qué me voy a enfrentar, que va a pasar, pero sé que no quiero morir. Tchess parece notarlo, le veo asentir. Su mano se cierra alrededor de mi muñeca. Siento que pasa un rato, y no pasa nada. Seguimos en este espacio, como un limbo. Luego, siento que me muevo.  Jadeo. Es como volar, como pasar un  video en cámara rápida. Una infinidad de cosas pasa ante mis ojos, hasta que al final solo es un montón de luces de colores y sombras. Solo siento la mano de Tchess en mi muñeca.

— ¿Sorprendido?— escucho su voz. Sigue a mi lado— estamos moviéndonos por la ciudad, no debe ser difícil encontrar algo rápido. Y fácil— nos detenemos, poco  a poco.  De algún modo, estamos sobre la ciudad,  flotando, deslizándonos… no tengo idea de que estamos haciendo. Pienso que si fuera un espíritu haría algo como esto— Funciono, no creí que funcionara.

— ¿Dónde estamos?

— ¿importa? nuestro destino es aquí— caemos en picada.  Tan rápido, que cierro los ojos. Espero sentir el impacto contra el suelo, el dolor de los huesos rotos… pero no hay nada.  Siento la luz a través de los parpados. Abro los ojos, parpadeando. Era de noche, pero ahora el sol está en lo alto de un cielo azul.

¿Cómo llegue aquí? estoy en un acuario. O eso se lee en los carteles, aunque más bien, me parece un espectáculo de delfines. Estoy rodeado de personas, todos hablando animadamente, observando lo que sea que estén mostrando aquí.

— ¿Tchess?

— ¿Sí?— me giro a la derecha. Es Tchess, pero no Lev. Ahora es un adolecente, catorce años quizá— ¿sorprendido? Fue fácil, en serio que no quieres morir, ¿eh?— ah, estamos en el sueño de alguien más. Se ve muy real— no te pasara nada a  ti, para que no entres en pánico y comiences a gritarme ¿bien?— dice, poniendo mala cara. Apenas lo dice, el agua del estanque comienza a subir, desbordándose poco a poco.  Alguien grita, y… ¿eso es un tiburón?

— ¿Qué clase de sueño es este? ¿Terror en el acuario?—  Tchess suelta una carcajada que no es nada acorde con el pánico que hay alrededor. Ninguna de esas personas es real. Quizá solo el dueño del sueño.

— bueno, no puedo hacer mucho en un sueño como este, además,  es un niño de seis años. ¿No crees que esto sea suficiente para asustarlo? Mira, siéntelo, huele…— inhala profundamente. El cansancio y el sueño se me van— miedo. No es tan difícil asustar a alguien en sueños, Iridian. Basta con que cambies el curso del sueño— mueve la mano y de pronto nos encontramos en lo que parece un planetario. El suelo está llenándose de agua todavía.  La gente corre por los pasillos, a excepción de un niño. El pequeño que está soñando, deduzco. Está llamando a sus padres.  

— basta ¿podemos irnos a otro lado?

— ¿Por qué?

— atormentar a un niño no me hace feliz.

— no estamos muriendo gracias a ese niño, Iridian.  Pero no te preocupes, mis pesadillas no se limitan a llenar de agua los suelos. Dame la mano, este niño va a despertar— quiero preguntar cómo lo sabe, pero todo ondula, como cuando pones una película defectuosa.  Nos elevamos de nuevo, y nos encontramos de nuevo mirando todo desde arriba. Somos nada… de nuevo caemos. Cuando abro los ojos de nuevo, el mundo ha cobrado vida de nuevo, aunque esta vez es solo una casa, a oscuras. Hay dos personas hablando en la sala. Los bordes de las habitaciones están borrosos.

— ¿Dónde estamos?

— el sueño de ella, creo.  Sí, es una chica— Tchess se ve mejor. Ya no está transparentándose, y parece casi normal. Odio tener que sentirme aliviado.

— ¿Y qué hacemos aquí?— él se encoje de hombros. No parece un sueño interesante.

— dejar de pensar que esto es malo. ¿No lo has notado? No les he hecho nada malo, tener un mal sueño no va a matar a nadie… bueno, a menos que haya situaciones especiales, pero eso no es mi culpa en sí— mientras habla, todo se pone a oscuras.   El miedo llena este lugar, hasta yo puedo sentirlo. No sé muy bien que pasa, no quiero saberlo. Siento que estoy violando la privacidad de alguien más al estar aquí. Escucho los gritos, y sonidos extraños. Luego, tan repentinamente como llegamos, salimos.

—  esto es raro. ¿Cuánto más tendremos que hacerlo para que no mueras?

— Aww, ¿te preocupas por mí?

— me preocupa morir. Tú has repetido que si mueres yo muero. Y yo no quiero morir— no tenía idea de que tenía un instinto de supervivencia tan grande. Tchess se niega a regresar. A través de lo que sea que nos une, siento su emoción por volver a esto, por hacer lo que tanto le gusta. Intento que no me importe, me limito a mirar lo que sea que haya en el sueño mientras dura.

Me siento ridículo.  Estoy haciendo algo completamente incompresible, no entiendo cómo puedo estar en metiéndome a los sueños de los demás en compañía de una pesadilla. Se supone que esto es malo, pero… no hay nada malo aquí. Vale, que asustar a alguien está mal, pero ¿acaso es algo como para merecer morir?  Tampoco es algo que merezca un odio como el que siento.  Esta experiencia, estar unido a un monstruo como él está haciendo que mis creencias se tambaleen.  Aunque diga que odie esto… no puedo decir que está mal. ¿Por qué siento tanto odio entonces?

— oye, Iridian…

— ¿Umm?

— Regresemos— no sé cómo regresar. Tchess se pone a reír— ¿Quién crees que ha hecho esto toda la noche? Yo nos voy a llevar de regreso— la ciudad parece extenderse a nuestros pies. Quiero terminar con esto de una vez,  no tener que estar ligado a una pesadilla. No quiero volver a hacer esto, pero sé que lo hare con tal de no morir— eso es porque no eres tan idiota como pensé. 

— Deja de escucharme— le gruño. Él vuelve a reír. Siento un alivio al verle como siempre… Tchess me mira, sorprendido. El camino de regreso es rápido, no paramos en otro sueño. Creo… de algún modo creo que estoy teniendo una experiencia que muchos querrían tener.

— no sé cómo explicarte lo que hago. Solo lo hago, es mi naturaleza— le miro. No puedo evitar recordar los cuentos infantiles que leí de niño, antes de saber la verdad…. O lo que creía era la verdad— pero  espero que valores lo que te mostrado. Y no es precisamente un secreto, pero espero no andes divulgando lo que viste.

— No vi nada— digo, más por decir algo. La verdad no me interesa saber cómo puede controlar los sueños, como hace que de pronto, algo pacífico y normal sea una pesadilla. Siento que caemos de nuevo, pero esta vez, caigo en oscuridad. Es como si hubiera caído en un estanque de noche. ¿Dónde estoy ahora? ¿Dónde está Tchess? Quiero moverme, pero no siento ni mi cuerpo. No morí, eso es seguro, pero ¿Qué es esto?

— Cazador idiota, tienes que abrir los ojos— ah… que irónico… imagino un muro a mi alrededor para no oírle. Y dejo de oírlo. Siento su presencia fuera de mi mente. Abro los ojos. Sigo en la sala de entrenamiento, los demás me miran, con expresiones preocupadas. Estoy tendido boca arriba.  Parpadeo.

—  Iridian.

— ¿Qué paso?

— Eso nos gustaría saber— Hackett sonríe, es el único que no parece preocupado. Parpadeo de nuevo, sentándome. Ya no me siento cansado, ni con sueño. Lo que paso… por unos segundos, creo que es un sueño. Pero realmente fue un sueño, estuve en los sueños de alguien más. Escucho una risa socarrona— ¿A dónde fue Tchess?   

— ¿Cómo?

— Desapareció—  Evans habla, señalándome el espacio donde estaba Tchess— luego tu quedaste inconsciente, apenas respirabas, pero Hackett dijo que solo estabas en sueño profundo.

— esa cosa estaba por morirse. Tuvimos que solucionarlo— es todo lo que digo. Me levanto, eso parece calmar a Chiara—  deberías ir por Alice pronto, creo que necesitamos respuestas mas rápido de lo que pensé. No quiero repetir lo que acaba de pasar.

— pero que desconsiderado. Hace unos momentos decías que era una experiencia única.

te acompaño a casa.

— ¿y esa cosa?

— debe estar por aquí, invisible.

— necesito tiempo para volver a tener un cuerpo.

dice que necesita tiempo para regresar. Vámonos, siento que nos esperan unos días demasiado largos— espero estar equivocado. Chiara vino con los gemelos, así que le llevo a su casa en mi auto. No me gusta mucho que ella siga involucrada con todo esto. Debo hablar con ella sobre su futuro bebé, es peligroso.  

— Iridian… has que entre, despídela, pronto.

— ¿Qué?— Chiara me mira, frunciendo el ceño.

— no dije nada.

— hay una pesadilla cerca.

— enviare a alguien por ti para que te acompañe por Alice. Nos vemos en mi casa mañana— digo, tan rápido, que ya estoy cerrándole la puerta y dando vuelta. Escucho que me llama. Afortunadamente vive en un edificio con elevador. Bajo por las escaleras, mirando alrededor.  Deje mi auto en frente.  Llego hasta allá sin problemas, también entro y lo enciendo. Arranco, conduciendo sobre el límite de velocidad— oye, ¿eso es verdad?

si… nos está siguiendo. Lo cual, no es nada bueno.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo lo sabes?

 lo puedo sentir. Deberías detenerte si no quieres llevarle a tu casa. Creo que tenemos un amigo más— bajo del auto apenas lo detengo, buscando el lugar más solo que hay.  Apenas cierro la puerta, algo pesado cae sobre el techo del auto. Retrocedo. Ahora si tengo mis armas, y me siento más confiado. Rozo con mis dedos los cuchillos en mi cinturón— te lo dije.

Cállate— bajando del techo del auto con un salto, esta esa cosa de nuevo, ese intento del lobo o perro monstruoso, gruñendo y mostrando unos dientes afilados, el pelaje oscuro, los ojos iridiscentes— ¿otro amigo tuyo?

— no lo sé, no puedo saberlo así. Pierden su esencia, la que yo conocía— sus garras dejan marcas en el suelo, puedo ver como se prepara pasa saltar. A mi lado, noto un movimiento. Otro animal, igual de grande, pero de pelaje  blanco y ojos  naranjas.

— me preguntaba si ibas a venir.

 sí, yo también te quiero mucho. Tanto que no puedo vivir sin ti— el sarcasmo. Me hace sonreír. Mi cuerpo se tensa, siento la adrenalina del momento. Por fin, por fin tengo algo que hacer.

Veo venir a ese monstruo hacia nosotros.  

Notas finales:

Gracias por leer, hasta la proxima semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).