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Mascota por anonimo0219

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— Alois... Yo no te amo, me engañaste, jugaste conmigo durante dos años y esperas que solo lo olvidé y vuelva contigo, cuando ibas y le abrías las piernas a Michaelis, jamás te perdonaré Alois, jamás — las lágrimas salieron de los ojos del rubio, al escuchar las crueles palabras de su amado, pero él tenía razón, quien se equivocó fue él y solo el, no solo perdió a Astre, también a Sebastián y todo por sus errores, ahora ya no había nada que hacer, el azulino nunca lo iba a perdonar por ello.

— Lo siento...lo siento...lo siento — susurraba entre lágrimas, causando que el menor se sintiera culpable.

— Yo también lamento haberte gritado, lo siento Alois no podemos volver a estar juntos, tal vez solo pueda ser tu amigo — el rubio corrió y se refugió entre los brazos del otro, aquellos que antes lo recibían con tanto amor y donde siempre se sentía a gusto; ahora, aunque seguían siendo cálidos, algo faltaba.

— Prometo que te compensare, prometo cambiar Astre, por el amor que te tengo, me convertiré en tu mejor amigo, en tu apoyo — susurraba con la voz entrecortada a causa del incesante llanto, Astre se permitió abrazarlo por última vez con el amor, que aún latía en su corazón para lograr continuar con su camino y permitir a Alois iniciar de nuevo, porque si ellos continuaban juntos, nunca olvidarían los errores que cometieron y serían infelices, está era la oportunidad para ser felices de nuevo.

Estuvieron un buen tiempo abrazados, sin darse cuenta la primera clase ya se había acabado; por otro lado, un azulino ya había ingresado a clase, se había presentado y ya tenía compañeros que le agradaban, pero estaba preocupado por su hermano, cuando el director le pregunto dónde estaba, solo pudo decir que había ido al baño, ya que estaba enfermo, esperaba que apareciera pronto o llamarían a su nuevo padre.

Padre, esa palabra en su boca sonaba tan lejana, aunque la dijera y se sintiera avergonzado; por alguna razón, no podía tampoco perdonar a ese hombre, por permitir que su madre lo criará, aun así trataba de continuar, aunque no se puede echar tierra al pasado, debía aprender a convivir con él, porque gracias a él, era lo que es ahora, un chico sano y capaz de realizar cualquier cosa que se proponga, alguien débil pero que logro hacerse fuerte al atravesar las adversidades, por ello le daría una oportunidad a ese hombre de compensar el tiempo perdido, de ser el padre que nunca fue y lo mismo iba dirigido a su nueva familia, por que todos nos equivocamos alguna vez y solo necesitamos una segunda oportunidad para corregir los errores que cometimos, sin importar el motivo.

Ciel estaba inmerso en sus pensamientos, que no se fijó de la entrada tranquila de su hermano, quién rápidamente se sentó a su lado, evitando las miradas de curiosidad, decidido movió a Ciel, para contarle lo sucedido con Alois.

— Ciel — susurro esperando que el otro lo escuchará, pero aún seguía en sus pensamientos, así que lo movió un poco más fuerte — Ciel — volvió a decir, pero esta vez consiguiendo la atención del otro, que de inmediato le pellizco los cachetes causándole dolor — ¡Auch Ciel! —

— Ciel nada, ¿Dónde estabas?, sabes que tuve que mentir para que no te regañaran, desde cuándo te has vuelto tan rebelde ehh — todo el salón los miraba con curiosidad, aún no sabían qué relación tenían, debido a que el varón no se había presentado aún.

— Muchachos, a sus asientos — ingreso una profesora tranquilamente — veo caras nuevas, podrían pasar al frente y presentarse — a Ciel no le agrado la idea, pues él ya se había presentado frente a la clase, por lo que no veía la necesidad de hacerlo de nuevo, pero aun así se levantó y fue al frente junto a su hermano.

— Mi nombre es Ciel — fue lo único que dijo y la maestra no sabía que más decir, ante la escueta respuesta de su nuevo alumno.

— Mi nombre es Astre, soy varón, tengo 15 años, mucho gusto — el otro azulino en cambio sonaba alegre, contagiando a la clase, Ciel solo sonrió — si tienen preguntas, pueden hacerlas — los alumnos interesados levantaron la mano y la maestra estaba alegre, de que los estudiantes interactuaran con los nuevos.

— ¿Qué relación tienes con Ciel? — los varones lo observaban con atención, Astre sintió la ira arder al ver las miradas de los varones, sobre él y su hermano.

— Ciel es mi adorado hermano menor — decía mientras abrazaba posesivamente al menor y fulminaba a los varones con su mirada.

— ¿Eres soltero? — pregunto una chica sonrojada, todas las mujeres y donceles le agradecieron por ello.

— Hace poco terminé una relación, así que técnicamente si estoy soltero — Ciel se sorprendió, pero decidió dejarlo pasar, después le preguntaría.

— ¿Cuál es tu tipo? — pregunto ahora un doncel, sorprendiendo a todos.

— Pues... Me gustan las personas honestas — bajo la mirada y les dedicó una sonrisa triste, haciendo que todos se sorprendieran.

— Se acabaron las preguntas, vamos la clase debe empezar — agarró a su hermano del brazo, para poder sentarse tranquilamente sacándole una tierna sonrisa al mayor.

La profesora no intervino y permitió que se sentaran tranquilamente, dando inicio a la clase de matemáticas, todos ponían especial atención debido a la complejidad del tema, además que los parciales de la profesora eran los más difíciles.

Al finalizar las primeras clases varios alumnos se acercaron a los mellizos para conversar, aunque Ciel decidió ignorarlos para poder comer el almuerzo tranquilamente, mientras Astre intentaba hacer lo mismo pero con tantas preguntas no lo lograba, de repente la puerta se abrió y por ella ingreso contento un rubio, que ambos mellizos reconocieron.

— Astre vine a verte — decía contento, sin percatarse de la presencia de Ciel en el salón de clase.

— Alois ¿Qué haces aquí? — pregunto desconcertado y mirando por el rabillo del ojo, la reacción de su hermano.

— Pues vine para que almorzáramos juntos, como somos mejores amigos — se acercó aún más al menor, buscando un sitio en donde hacerse, mientras Ciel estaba confundido.

— Claro — el azulino estaba preocupado, ya que sabía de la rivalidad de su hermano y exnovio por un azabache, no sabía cómo reaccionaría.

— Alois no deberías estar en tu clase, ahora Astre está con nosotros — decía un doncel completamente interesado en el azulino, enojando al rubio.

— Yo puedo estar con él cuando quiera, no tengo que pedirle permiso a ustedes que lo único que hacen es incomodarlo, no permitiendo que coma su almuerzo — todos los alumnos cerca de Astre se sonrojaron, al darse cuenta de las acertadas palabras del rubio, quien se percató de la presencia de otro azulino en el lugar — Ciel — susurro nerviosos y con un tono de desprecio.

— Creo que mi almuerzo se arruinó — se detuvo con un rostro neutro, empezó guardar sus cosas en su maleta y cuando estaba por levantarse, su hermano lo siguió.

— Espera — guardo su almuerzo rápidamente, para ir tras Ciel — Espera Ciel — decía siguiéndolo, mientras Alois lo seguía a él.

Después de un rato de caminar, el azulino menor salió del edificio, para sentarse en el pasto, esperando el regaño de su hermano que no tardó en llegar, a sentarse a su lado.

— Ciel, debes comer bien, no puedes dejar la comida tirada, solo porque estés molesto — reñía, siendo observado por un rubio, quien creía erróneamente que eran pareja y por eso Astre no había querido volver con él.

— Entonces, debo soportarlo — su frase enfado a Alois, quien se acercó rápidamente para defenderse del azulino.

— Hablas como si yo quisiera soportarte — Astre no sabía qué hacer para calmar a ambos chicos, que parecían fieras a punto de lanzarse sobre el otro.

— Porque estás aquí, nadie te pidió que nos siguieras — el ceño fruncido del azulino alertaba aún más a su hermano.

— No te seguía a ti, lo seguía a él, ni que me importaras — lo miraba con una sonrisa burlona, quiso picarlo un poco más por humillarlo frente a Sebastián — Por cierto, mi amado prometido te manda un saludo, anoche mientras estábamos juntos, me decía lo insignificante que fuiste en su vida y lo poco que duró, yo — no pudo terminar, porque Ciel le había dado una bofetada, para alejarse del lugar, no sin antes dirigirle una mirada de advertencia a su hermano para que no lo siguiera.

— Alois ¿Porque le dijiste eso a Ciel? — intentaba controlar la ira que crecía en él, después de presenciar esa escena.

— Solo quería molestarlo igual que él hace siempre conmigo y como no conozco sus debilidades, utilice a Sebastián, no pensé que en verdad se molestara — bajo la cabeza con una de sus manos sobando la mejilla golpeada.

— No vuelvas a mencionar a Michaelis, frente de Ciel — el otro solo apretó una de sus manos en un puño — Mi hermano no necesita recordar a ese sujeto — se alejó para volver a clase y el rubio comprendió, porque esos dos estaban juntos y porque Astre se veía tan sobreprotector con Ciel.

Ciel caminaba solo por los alrededores de la escuela, mientras lágrimas bajaban de su rostro, observo el cielo esperando que esté llorara como lo hacía el, pero en vez de eso, el sol brillaba más intensamente sobre él.

— Oye, estás bien...

Notas finales:

Espero disfruten de esta parte y me disculpo por los errores de ortografía que pudieron encontrar.


Gracias


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