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STUCK IN A MOMENT por LIAMSUZUKI

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El terror invadió su cara al ver cómo la perilla daba vuelta haciendo click....

 

Miyagi se quedó estático en espera de que entraran los hombres y en su mente ya se estaba maquinando alguna mentirilla con la cual librarse de los extravagantes familiares de Misaki.

 

La puerta se abrió escasos 10 centímetros y Miyagi se colocó derecho respirando profundo...

 

<Y entonces ¿Donde  te encuentras?>

 ~..........

<En ese caso te veremos ahí Misaki>

 

El docente apenas si observó un brazo y los botones de la manga de un saco de color negro y la puerta se cerró dejándolo más perplejo de lo que ya estaba.

 

—¿Eh...? ¿Que? ¿Dijo Misaki?

 

Yō parecía no respirar  por su miedo momentáneo, quedó así como 2 minutos hasta que el ruido de los autos en marcha lo despertaron y de forma torpe fue asomarse otra vez por la ventana para comprobar que los Usami ya se retiraban, acomodó el cuello de su camisa y por fin soltó un respiro 

 

—Cariño....tus parientes dan miedo ¿De verdad piensas dejarme aquí solo?

 

Fue a la sala a buscar su móvil para realizar una llamada al editor y pedirle que volviera, lo encontró en la mesita del centro llevándose la sorpresa que se quedo sin batería 

—No puede ser, necesito hablar contigo Misaki— Yō  se froto la cara un tanto perturbado todavía y quedó frente a la puerta.

 

 

 

                      IIIIIIIIIIIIIIIIIII

 

 

—¡Ya les dije que no quiero regresar a mi casa!

 

—¡Tienes que hacerlo Misaki! es muy mal educado como dijo Aikawa san el dejar a Sensei dormido en tu habitación. Te aseguro que Miyagi san ha de estar confundido por tu ausencia 

 

—Yuu tiene razón, pareces callejero: coges, cobras y te largas de ahí como si nada jovencito.

 

—¡¿O sea  que aparte de vender prendas  por internet, también la giras de hombrezuelo Misaki?! ¡Caray! ¡No te creí tan pobre y descarado amigo mío, el arrimón que me diste fue gratis ¿verdad? 

 

—Sigue diciendo tonterías Yuu y te aseguro que Ijuuin-sensei quedará viudo antes de..

 

 

 

El teléfono de Misaki comenzó a sonar y un poco asustado vió el remitente

 <FUYUHIKO USAMI>

Casi se le cae el teléfono de las manos y contestó muy nervioso 

—U..Usami Sama  que gusto....

 

<Hola Misaki>

 

— ¿Como se encuentra?

 

<Disgustado, estamos en su casa y..>

 

—¡¡¿En la casa?!! Noooooo

 

<No que y ¿Estas bien Misaki?  usaré la llave que me diste porque Akihiko no sale a abrirnos>

 

—¡¡No!!  ¡Akihiko no se encuentra y esta muy sucio! ¡No..

 

—¡No entre Usami Sama! podría encontrar rastros de fluidos desagradables.—gritó Aikawa 

 

<¿Quien me hablo?>

 

—¡¡Cállate!!

 

<¡¿Como que me calle Misaki!? ¿Que te ocurre? Últimamente andas demasiado extraño>

 

—¡No lo dije a usted Usami Sama!¡Lo siento! ¡Lo siento! Estoy con Aikawa san y...

 

<¿Akihiko está ahí con ustedes?>

 

—No Usami Sama 

 

<Y entonces ¿Donde te encuentras?>

 

—En.. en la Torre de Tokio planta baja

 

<En ese caso te veremos ahí Misaki, espéranos por favor> 

 

—No...Usami Sama ¡es que...

 

Misaki ya solo oía los tonos de llamada terminada, todo asustado  buscó el contacto de Miyagi y marco presuroso para advertirle de la presencia de sus suegro y cuñado.

 

 

"El número que marcó no esta disponible favor de....

 

—¡No puede ser! ¡Lo apagó!—El castaño todo histérico se fue sobre Aikawa san—¿Estas loca? ¡¿Por qué le dices eso al papá de Akihiko?! ¡Ah! ¿Que voy hacer? ¿Y si entró y ya vió a Miyagi?

 

—Por eso te décimos que debías regresar con Sensei y ¿que? Acaso digo mentiras con lo de los fluidos extraños 

 

—¡Ya no lo repitas Aikawa ! ¡Y limpie todo!

 

—No creo que haya visto a Miyagi Sensei ó de lo contrario ya tendrías a uno de sus ninjas listo para matarte y otro con Katana  en mano para degollar a Akihiko —Yuu se carcajeaba por la suerte de Misaki 

 

—¡¿Y tu de que ríes?!

 

—Me río de: No Usami Sama, no lo dije a usted Usami Sama, tengo un hombre desnudo en mi cama Usami Sama y por eso no quieto que  entre en mi casa Usami Sama... ¡como no te grabé con mi teléfono Misaki ja ja!

 

—¡Ahhhh! ¡Son de lo peor los dos! La culpa es de ustedes, no debieron ir a mi casa y así..

 

—¡Así estarías con Miyagi Sensei entre sus brazos! ¡¿Lo ves?! ¡Deseas estar con el!  Puedes irte de inmediato si gustas Misaki—La pelirroja le guiñó el ojo.

 

Misaki se dejó caer por el asiento y se llevó las manos a la cara

—Para mi no es tan fácil Aikawa san, ustedes me conocen, por lo regular soy muy desidioso  en mis acciones y anoche me dejé llevar, incluso me siento un poco extraño de estar con otro hombre que no sea Usagi.. digo Akihiko  y.... ¡No me gusta que la ex-esposa lo busque! ¿Para que carajo Shinobu se contacta con Miyagi? ¡Eso es lo que más me molesta! Y miren Sensei ya apago su teléfono, de seguro ya está despierto y arrepentido por lo qué pasó anoche.—Misaki vió con desagrado su móvil y lo arrojó a la mesa—Y no puedo irme, los Usami vienen para acá y tengo que esperarlos

 

Ambos editores se miraron entre sí, Yuu agarró el móvil y volvía a marcar a Miyagi, el resultado fue el mismo: el número no estaba disponible.

 

—Te sugestionas muy rápido Misaki das por hecho que Sensei no quiere saber de ti cuando ni siquiera te diste la oportunidad de darle los buenos días. Y no te culpes por lo qué pasó, eres libre de hacer lo que quieras desde que Akihiko y Shinobu empezaron con su farsa, el sentirte raro por hacerlo con Miyagi san es porque compartiste tanto tiempo con Akihiko y crees que extrañas al idiota ese, pero no, date cuenta que disfrutaste con Sensei y estoy segura que él también contigo y eso, es lo importante. Deberías concentrarte en eso Misaki.

 

—No lo se Aikawa y no quiero hablar más del asunto—Misaki se acomodó en su asiento dispuesto a esperar a los Usami, rogando porque no hayan visto a Miyagi Sensei.

Yuu lo abrazo y le dió un poco de helado con su cuchara, causando una sonrisa en el castaño.

 

—Discúlpame Misaki— el de ojos carmesí optó por dejar de molestarlo—Tienes varias llamadas perdidas Misaki-Yanase enseñó el móvil 

 

Misaki veía absorto el número de llamadas  que tenía y ninguno lo tenía registrado en sus contactos 

 

—Ya no contestaré, no vaya a ser algún loco.

 

 

 

 

 

Miyagi buscó tratando de hallar el teléfono fijo de la casa, pero no lo divisó en alguna parte, así que sin muchos ánimos se dirigió de nuevo a la cocina, sacó los alimentos que había dejado del microondas y suspiró

—Ojalá no vuelvan los Usami y menos ese rubio idiota.

Apretó el tenedor al recordar a Iason todo elegante y se dispuso a comer.

 

 

Sus ojos se abrieron tan grandes y comenzó a devorar la comida que "su" lindo editor había dejado, el arroz era grande y estaba bien cocido, el pescado se desasía por su boca con facilidad dejando el sabor del marinado y eso le fascinó a Miyagi.

 

—¿Hace cuanto que no probaba tan buena comida? ¡Misaki eres genial en la cocina!—Dió un par de bocados más y recordó la noche tan erotica que pasaron juntos—En la cama también lo eres encanto.

Una sonrisa un tanto libidinosa se instaló en su cara y se apresuró en terminar sus alimentos, guardó el postre en un bolsita de papel junto a la mermelada para llevarla a su departamento y disfrutarlo por la noche.

Recogió de prisa todo y procedió a lavar sus platos, un concienzudo cepillado de sus dientes, echó un vistazo a su cabello, arregló su ropa  y Miyagi ya estaba todo reluciente para ir en busca de su castaño.

Hablaría de un teléfono público y preguntarle a Misaki si podrían verse donde estuviera. Le sugeriría ir a la Torre de Tokio y admirar el paisaje mientras disfrutaban algún postre.

Y así con los ánimos renovados después de probar tan delicioso menú, Miyagi salió con una sonrisa de la casa del editor, ya sin importarle  las visitas un tanto desagradables de hace unos momentos.

 

 

 

 

 

 

 

Cierto rubio también intentaba comunicarse con Misaki pero no lo lograba, varias veces marco el número y lo mandaba a buzón 

Iason chasqueó la lengua mientras miraba el carísimo ramo de flores que había comprado. Uno de sus hombres de nombre Katze lo veía extrañado

 

—Amo Mink ¿Quien es ese chico especial que conoció? No cree que debería buscarse otro, ese tipo siempre lo evade.

 

—Dedícate a tus asuntos y mejor dime ¿cómo es eso que por la noche están saliendo a hacer desmanes? ¿Acaso no es suficiente lo que les pago y por eso roban?

 

—Amo Mink, no.. no robamos solo nos divertimos asustando a la gente y de hecho la última ya tiene mas de un mes y..

 

—¿Y?

 

—Un tipo en un lujoso auto nos persiguió  por molestar a un hombre que salía de la Universidad. Incluso Raoul casi termina atropellado.

 

—Favor que me hubiera hecho y sí que son idiotas ¿qué más paso?

 

—Pues solo eso, nos persiguió, de hecho el auto es igual a uno que está allá 

 

Mink vió un lujoso GR SUPRA en color negro estacionado en el aparcamiento de la Torre de Tokio y la sonrisa le volvió a la cara 

 

—¡Detente!—gritó a Katze y el pelirrojo frenó de golpe causando mucho escándalo.

 

Iason descendió del auto con su ramo y se dirigió a la instalación, ver el coche de Misaki lo hizo un poco feliz, atravesó la calle sin fijarse y se impactó con otra persona  provocando que ambos rebotaran un poco y que algunas rosas fueran estropeadas 

 

—¡Fíjese por donde camina!—le reclamo el hombre 

 

Iason giró lento y veía con asombro al famoso escritor y esposo de Misaki: Usami Akihiko.

 

—El ciego es usted, miré como ha dejado mi ramo de flores—reclamó el rubio y analizaba a Akihiko.

 

—¿Que? Dejé de verme—Usami  reconoció al instante al personaje frente a él y por alguna extraña razón se puso más molesto después de los golpes que Hiroki le dió. Era el rubio extravagante que piso la editorial semanas atrás—Puedo darle el dinero para que compre ese y 10 ramos más—Akihiko hizo alusión a sacar su billetera con algo de burla.

 

—Será mejor que guarde silencio, podría dejarle la cara peor y eso que ya está hecho un asco—Mink veía los múltiples golpes en la cara de Usagi san y se alegró, alguien ya había hecho el favor de golpearlo por infiel.

 

—No estes tan seguro—Usami más molesto pasó de largo haciendo que Mink lo mirara de rabillo.

 

Lo vió alejarse, si el escritor se encontraba aquí, entonces Misaki también. El rubio miró la Torre y decidió que inspeccionaría por los alrededores hasta encontrar a su pequeña víctima y poder festejar con él, su ascenso a editor en jefe.

 

 

 

 

 

 

Fuyuhiko y Haruhiko habían llegado al área de restaurantes, no tardaron mucho en ubicar al castaño que se encontraba hasta la esquina de un pequeño local con un manuscrito en mano, Misaki había decidido adelantar algo del tomo  de Ijuuin-sensei después de que Aikawa y Yuu lo dejaran para que estuviera con su familiares, alzó la vista para encontrarse con los Usami y optó por guardar todo actuando lo más normal posible, fue un alivio no verlos con sus guardaespaldas quienes se habían quedado en el estacionamiento.

Fuyuhiko le acarició un poco el cabello y Haruhiko, le abrazó con su respectivo beso en la mejilla. Después de algún tiempo, había hecho buenas migas con el resto de la familia de su esposo, hasta Natsuko san conocía al castaño y a veces le mensajeaba.

 

—Casi..no..tardaron en llegar Usami Sama 

 

—Venimos cuanto antes y más por que te oías muy alterado, ¿Te encuentras bien Misaki?

 

—Si si lo estoy ¿Quieren algo de comer? Yo invito—El editor se mostraba con una sonrisa un tanto falsa por los nervios, no resultaría extraño que los Usami actuaran muy normales y después le soltaran la bomba de que encontraron a cierto docente guapo y desnudo en su casa y eso sería él hecatombe.

 

—Claro Misaki, pide la carta. ¿A donde salió Akihiko? ¿Por que no está aquí contigo celebrando tu ascenso?

 

—Está... está... viendo lo de su nuevo libro con Isaka san—mintió esperando que no pidieran más detalles por el escritor—Y ¿como saben lo de mi ascenso? No les dije cuando seria

 

Los Usami se miraron entre sí por lo dicho, no dirían que fueron informados por Mink y Haruhiko rompió el incómodo silencio 

 

—Fue por Isaka san, Felicidades Misaki 

 

—Gracias Haruhiko san

 

—Me da gusto que poco a poco te conviertas en un muchacho productivo, puede que después quieras dirigir algún área de la corporación Usami, te será fácil con la experiencia que obtengas en Marukawa—Fuyuhiko le dijo muy serio a Misaki.

 

—Puede que sí Usami Sama, pero por el momento estoy bien en  la editorial.

 

Los tres tomaron asiento, Misaki quedó viendo frente a la puerta de entrada y los Usami  a espalda de esta.

El teléfono otra vez hacía presencia, uno de los dos numeros anteriores intentaba contactarse, lo bloqueó y dejó de sonar.

Pasaron 2 minutos y de nuevo volvía el escándalo, el castaño chistó un poco ante la mirada de sus familiares que oían el incesante ruido 

 

—¿No piensas contestar? A lo mejor es importante Misaki, atiende la llamada en lo que revisamos la carta—Sugirió el suegro y el editor un poco apenado pulsó el botón verde 

 

—Si... diga, habla Takahashi 

 

—Hola niño que gusto oírte ¿Dónde te encuentras?

 

—¿Que? ¿Quien es usted?

 

—¿No reconoces mi voz? Que mal. Ya me hiciste sentir sin importancia para ti. Te diré una pista: Nos conocimos el Sunshine...

 

Misaki al oír el nombre del bar dirigió su vista a la entrada y ahí estaba ese llamativo rubio mirando por los alrededores y de forma clara vio como esos labios se movieron para decir "Sunshine"

 

El editor quedó aterrado por ver a Iason con un enorme ramo de flores y listo para entrar al local, no se le ocurrió otra cosa más que colgar y huir intentando evitarlo...

 

—¡Lo siento Usami's! ¡Volveré en un momento!—Misaki caminó con dirección al sanitario, los hombres se miraron extrañados por la actitud del chico pero no dijeron más.

 

 

 

—¡Misaki espera! ¡No cuelgues!—Iason giró y su vista se posó en el interior del restaurante, al cabo de unos minutos de peinar el lugar vió con desagrado a los Usami sentados en una mesa y bufó por el desplante del castaño. Sin pensarlo entró al restaurante, cabía la posibilidad de que Misaki llegara con esos dos y tendría su oportunidad de hablar con él sin importar que el suegro y cuñado los vieran. Misaki ya lo había hecho esperar mucho tiempo y jamás recibió respuesta por cada presente que le fue enviado durante el mes.

 

 

 

El castaño por su parte ya se encerraba en el sanitario y otra vez su teléfono sonaba.

—¡Aaa! ¿Por que eres tan necio?—No vió el número y apresurado contestó para hacerle oír su suerte a Iason—¡DEJA DE MOLESTARME! !LO DE ESA NOCHE FUE ERROR! ¡NO QUIERO VERTE NI SABER NADA DE TI! ¡ENTIÉNDELO DE UNA VEZ!—Colgó desesperado, hasta su teléfono cayó de las manos y sintió un terrible pinchazo en su confundido corazón.

Esperaría unos minutos y después saldría para cerciorarse que Mink haya abandonado el lugar...

 

 

 

 

Miyagi quedó con el teléfono pegado al oído, las palabras de Misaki dieron duro en su corazón afligido, no pudo contestar siquiera a tan inesperada declaración y sintió un nudo en la garganta, quedó inmóvil, tanto que de algún modo pensó estar atornillado  en el pavimento.

Siguió con la bocina por su oído hasta que una reconocida voz lo hizo girar 

 

—Hola Miyagi ¿Como estas?

 

El docente volteó triste para encontrarse con aquella mujer: Risako Takatsuki.

 

 

 

 

 

 

Akihiko caminaba con dirección al Roppongi Hills por instrucción de Shinobu quien le pidió verse ahí después del compromiso que lo hiciera salir en la mañana tan presuroso. No tenía intenciones de llegar puntual y por eso había aparcado cerca de la Torre de Tokio y caminar para despabilarse, todavía venía sulfuroso por la mini pelea con Hiroki y ahora casi echaba humo por ver al rubio un tanto afeminado a su parecer, yendo con un ramo flores. 

—Idiota, si supieras que a él no le gustan las cosas tan extravagantes y...

El escritor detuvo su paso intempestivo, volteó hacia el estacionamiento y más perplejo todavía pronunció ese nombre: Misaki

 

Alzó la vista hacia la Torre de Tokio, sin  importarle qué cierto rubio ya lo estuviera esperando algo enfadado por su demora.

 

 

 

 

—¿Te encuentras bien Miyagi? 

Risako veía al profesor colocar la bocina con lentitud, no se había tomado la molestia de contestarle y solo podía apreciar parte de su rostro, sus ojos los cubría el cabello un poco largo a causa de no cortarlo durante semanas—¿Sabes? Te ves bien con ese look despreocupado, tal vez con otro atuendo y con la música que oyes pasarías como una estrella de rock. Es una coincidencia encontrarnos y me alegra, mi padre está preocupado por tu ausencia.

 

Miyagi al fin la miró, la mujer lo analizaba entre sorprendida y confundida, mientras que él no hizo más que esbozar una mínima sonrisa.

 

—¿Podemos pláticar? Estaba por irme, pero te encontré aquí y no lo pude creer.

 

—Estoy intentando contactarme y verme  con alguien así que no puedo Risako.

 

—Solo será un momento, podemos ir al templo Zojoji sirve que caminamos un poco y puede que dejas de tener esa mirada tan preocupada Miyagi. Ó tal vez quieras pedir un deseo.

 

El profesor lo analizó un momento, el le dijo a su ex-mujer que podrían seguir siendo amigos después del divorcio y no le vio nada de malo compartir con ella y ahora tras las crueles palabras de Misaki sintió que debía platicarlo con alguien. Así que ambos se pusieron en marcha 

 

 

 

—Nunca creí que mi reemplazo sería mi propio hermano, de hecho han pasado 2 años desde que tu y Shinobu hicieron pública su relación con la familia y ni así logró procesarlo Miyagi.

 

—Tal vez nunca lo hagas, tan solo mira a tu madre, prefirió irse antes que verme con tu hermano, tú padre lo asimiló  mejor a causa de ver a mi colega Kamijō con su pareja y comprobar que eso no afectaba en su desempeño como docente.

 

—Pues lo mismo deberías hacer tú, no deberías permitir que la relación con Shinobu afecte la carrera que te has forjado durante años. Me sorprende tu cambio de estos meses así que dime ¿Que es lo que ocurre Miyagi?

 

Risako preguntó algo que ya sabía, solo quería confirmarlo de voz del profesor.

 

—No quiero hablar de tu hermano, sabes que estamos separados y con lo que te haya dicho será suficiente, asumo que habló con franqueza de nuestra situación.

 

—Solo me dijo que vivían separados de nuevo y hoy estuvo de insistente en que me quedara con el aquí a lado en Roppongi Hills, no sé qué diablos quería, pero me aburrí de estar esperando y mas cuando se la pasa evadiendo preguntas. Incluso mi padre está mañana le dijo que tratara de solucionar las diferencias contigo.

 

—Eso es imposible Risako y por favor ya no quiero hablar de él ¿Te parece? 

 

La castaña se detuvo y giró para posarse frente a Miyagi Sensei.

 

 

 

 

 

Misaki se mojó el rostro y salió para cerciorarse de que Mink no lo haya visto, ya había demorado bastante y los Usami y no tardarían en ir en su búsqueda.

Se asomó por una de las trabes de madera del restaurante, los Usami ya tenían sus bebidas en la mesa y el rubio se había colocado en otra mesa de la esquina con sus lentes negros 

 

—Que ridículo con sus lentes puestos dentro del restaurante y sí que es testarudo, ni porque le grité. Creo que es mejor irme de aquí, no se le vaya a soltar la lengua a Iason y no es el momento para hablar de Akihiko ni de nuestra fallida relación.

 

El castaño tecleó un mensaje dirigido a su suegro y lo envió. Miraba a todos lados tratando de hallar la salida de emergencia y la encontró en un costado de las mesas que daban directo al templo Zojoji.

Salió lo más discreto posible, quería evitar a toda costa preguntas y el acoso de Mink, Se estaba viendo como un cobarde pero no le importó en lo más mínimo. Estas semanas se sentía tan estresado que ya no quería más.

 

 

 

Dió un gran respiro mientras analizaba el templo, 

—Tal vez sería buena idea ir a platicar con alguna estatua de Buda o un monje, esos tipos siempre tienen alguna frase motivadora

Sonrió triste y caminó hasta la entrada, un montón de tablitas envueltas en su bolsita de colores le dieron la idea de pedir por algo para el, así que corrió hasta el área donde algunos monjes hacían limpieza.

 

Había muchas parejas, familias y extranjeros vagando por el lugar, Misaki vió un amuleto con bordes en azul oscuro y se acercó a observarlo a detalle porque al instante le recordó los ojos de cierto profesor.

Un tanto pragmático en llevarlo ó no volteó para verlo a contra luz.

En ese instante una pareja se detenía a unos 20 metros de distancia y los vio:

Miyagi y Risako charlando, en cuestión de segundos la chica giró para besar al profesor en la boca...

 

 

 

 

 

 

—mmmm.. ag..mmm.. que... ¡¿Que haces Risako?!—Apartó con brusquedad a la mujer—¡No vuelvas a hacerlo!

 

—Estas muy tenso Miyagi, no me gusta verte así de preocupado. Llevo semanas intentando hablar contigo y me desprecias. Y seré directa: ¡Quiero regresar contigo! Si el idiota de mi hermano no sabe apreciarte yo si lo haré.

 

—¡¿Te estas oyendo?! ¡Te recuerdo que tú me dejaste por otro tipo! Y será mejor que me vaya, estoy desesperado por encontrar a Misaki y por querer ser amable contigo ya no sé si pueda.

¡Adiós Risako! 

 

Se soltó del agarre de la chica y pensó en regresar a la casa de Misaki para pedir una explicación por lo que le dijo. No estaba dispuesto a que lo usara y después lo botase como un juguete, 

Miyagi en definitiva estaba dolido sin darse cuenta que él castaño había visto la escena.

 

 

Misaki echó a correr directo al estacionamiento, un par de lágrimas se vislumbraron en su rostro. 

Subió de prisa a su auto y manejó como loco de vuelta a su hogar....


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