A pesar de que las cortinas estaban corridas tratando de resguardar toda la oscuridad posible, aun así algo de luz entraba por el gran ventanal.
Un cuerpo yacía sobre la cama, inmóvil, dejándose envolver por la maravillosa sensación que el sueño nos brinda; la inconciencia.
Takano dormía apacible, las sabanas junto a los cojines de la gran cama era muy cómodos, dejándose llevar por la suavidad de estas.
En medio del silencio y oscuridad la puerta se abrió, dejando ver a Hattori con una pequeña vena saltando en su frente, avanzo hasta ponerse junto a la cama y tomo las sabanas en sus manos lanzándolas con violencia lejos del cuerpo de Takano
-¡Masamune!- grito con fuerza sobresaltando al ojimiel, el cual yacía desnudo de la cintura hacia arriba
-¿Qué?- respondió molesto, Hattori corrió las cortinas y la luz entro sin inmutarse en toda la habitación – ¡Ha!- se quejó Takano frotando sus ojos, la luz al despertar sí que dolía.
-Son las doce ¿Qué no piensas levantarte en todo el día?- le miro Yoshiyuki directamente, había un par de piercing en la cama y el tercero seguro salió volando junto a las sabanas que retiro con violencia, los ojos del ojimiel estaban manchados con algo de maquillaje negro, ni siquiera lavo su cara antes de ir a dormir, Hattori suspiro por lo menos ese tonto tatuaje en su espalda estaba intacto
-Anoche…-murmuro Takano molesto
-Sí, sí. Ya sé que diste un concierto de dos horas, pero ¿Sabes? Shouta y Kou trabajan igual que tú y ellos bajaron a desayunar hace tres horas, así que no me vengas a decir que estas tan cansado que no te puedes levantar-
-Está bien- replico molesto –Solo no quiero levantarme- tomo un cojín y lo puso sobre su cara
-No me vengas con depresiones- se acercó quitando el cojín de su cara –quiero que te duches y bajes a desayunar en quince minutos- finalizo suspirando, molesto tomando las sabanas recién tiradas solo para volver a lanzárselas al azabache –colócate esas cosas- hizo ademan de los piercing -y vuelve a tu imagen normal- culmino el castaño y salió de la suite cerrando la puerta.
Takano volvió a recostarse; molesto.
“¿Quién sé que cree es?” Pensaba “No bajare, no lo hare. ¡Estaré aquí todo el día!” volvió a cubrirse con las sabanas y cerros sus ojos…
*11 minutos después*
-Buenos días- saludo Kisa sentado, algo recargado sobre Kou, en un cómodo sofá –pensamos que te habías perdido con una chica de nuevo- Takano los miro unos segundos y sonrió
–No siempre tengo ganas de tener sexo, no soy como ustedes-
-pff… Ja ja- Yukina cubrió sus labios tratando de resguardar su risa. No tener sexo pero si Takano estaba de chica en chica todos los días.
-¿Qué están haciendo aquí?- pregunto ignorando la risa del castaño
-Te estábamos esperando- Kisa golpeo el costado del sofá a su lado indicando a Takano acercarse, azabache se acercó ante la seña y se sentó al lado de Kisa recargando su cuerpo en el –este día lo tenemos libre- dijo Kisa poniendo sus manos en los mechones azabaches de Takano
-¿Y?- respondió acomodándose un poco más
-Aprovechare que tengo algunos familiares en Shibuya e iré a visitarlos- interfirió Yukina resintiendo el peso del recargo de los dos.
-Oh, salúdalos de mi parte- sugirió Takano posando sus manos en su estomago
-Claro- respondió Yukina sonriendo –así que por favor cuida de Shouta-
-¿Hmm?- ¿Kisa no iba a acompañarlo? Pero siempre estaban juntos aun que bueno eran asuntos familiares después de todo –eso no tienes porque pedirlo- ciertamente era tonto que pidiera algo así, se conocían desde la infancia y Yukina sabía que se cuidaban entre ellos
-Bien entonces…- Kou se puso de pie sin aviso alguno
-¡waaa!-Kisa y Takano cayeron recostados sobre el sofá
-Eso fue cruel- replico Kisa inflando levemente sus mejillas
-Ja ja lo siento- se inclino hasta arrodillarse al lado del sofá y sonrió buscando los labios de Kisa que seguía recostado
-Está bien, te perdono- murmuro Kisa probando los labios del castaño
Takano se incorporo y bostezo a la vez que revolvía un poco su cabello, la mañana estaba fresca pero eso no garantizaba que el clima fuera agradable todo el día, el azabache odiaba el calor pero odiaba el frio a un mas, miro a su alrededor no notando a Hattori en ninguna parte de el área del hotel que se había acondicionado y apartado para ellos; Todo el octavo piso estaba reservado solo para Kuro Ouji.
-Oi, ya basta- replico al volver su mirada a sus mejores amigos –dejen eso ya- les lanzo un cojín al par que no dejaba de besarse
-Consíguete una novia Masamune- le dijo Yukina algo molesto y volvió a proclamar los labios de Shouta
-Iré a desayunar- murmuro saliendo de la sala ahora exclusiva para ellos, Takano bajo al restaurant y rápidamente fue alcanzado por un par de hombres armados que siempre estaban detrás de ellos.
Llego al restaurant que estaba adornado de una manera primaveral y ciertamente Takano vestido completamente de negro, con tres piercing uno en el labio, otro en la ceja y por ultimo en la oreja junto a un tatuaje que en ese momento guardaba bajo su ropa en su espalda no encajaba para nada en ese lugar, noto a Hattori y se adentro ganándose la mirada de todas las chicas que yacían ahí pero no por su apariencia si no que todas sabían quién era él.
-Al fin bajaste- dijo Hattori al notar a Takano sentarse a su lado
-Por mí, hubiera dormido todo el día-
-Deja el drama Takano- el azabache frunció su expresión y la tristeza mezclada con enojo invadió su pecho, siempre tan frio, siempre tan distante, Hattori nunca se preocupaba por él, ni siquiera se mostraba interesado en porque se comportaba de esa manera, para Hattori solo era un niño mimado por la fama el cual debía soportar
-Suficiente- murmuro el azabache poniéndose de pie, ganándose la mirada del manager de ojos grises
-¿No vas a desayunar?- levanto un poco la voz al verlo alejarse
-Cállate- respondió Takano siendo seguido por un par de hombres.
El ojigris sonrió
-Solo necesitas amor- murmuro volviendo su mirada a la libreta en sus manos.
Takano provenía de un matrimonio fallido, un padre que lo ignoro por años y una madre que estaba más interesada en ganar dinero que en su cuidado, estuvo solo en muchas ocasiones pero pretendía están fuerte todo el tiempo, solo su abuelo estuvo a su lado cuando el matrimonio de sus padres al fin se disolvió pero al morir se quedo completamente solo.
Pero solo un poco después encontraría a Yukina y Kisa una par, que se convertirían en sus fuertes, siempre noto la preferencia de Kou hacia Shouta pero eso no significaba que lo dejaran a tras a él y eso lo hizo totalmente feliz, ellos eran los hermanos que no tubo, los amigos que siempre quiso.
-Mune-chan- salto Kisa a su lado con una radiante sonrisa, llamándolo con ese apodo que indicaba; quería algo
-¿Qué quieres Kisa?- le respondió con algo de seriedad y la sonrisa en Shouta se borró de su rostro
-¿Qué pasa? ¿Estás triste?-se mostró serio, deteniéndose frente a él con la mirada fija en sus ojos
Takano se movió algo incómodo ¿Cómo era posible que ese pequeño pelinegro leyera su estado de ánimo tan fácil? -Estoy bien- respondió aligerando su expresión; Shouta sonrió de nuevo
-Me alegra porque quiero que me acompañes a…-
-No- respondió de inmediato ni siquiera terminando que el ojicafe terminara su petición
-¡Ha! ¿Cómo qué no?- replico frunciendo su expresión -Ni siquiera te he dicho nada- estiro sus brazos con efusividad abrazando a Takano – ¡Quiero! ¡Quiero!- repetía como un niño pequeño, este pequeño acto siempre le funcionaba con Yukina
-No quiero salir-dijo con autoritarismo y el abrazo que Kisa le regalaba termino
-Cállate Takano- alzo un poco más la voz y la determinación se reflejo en su rostro -iras conmigo quieras o no-
-Aja, oblígame- bufo Takano cruzando sus brazos sobre su pecho –quisiera ver que lo intentaras-
******
El reloj marcaba pasadas la una del medio día, Chiaki yacía sobre un sofá comiendo una paleta de rojo caramelo mientras la tv captaba su atención, unos ruidos provenientes de la cocina confirmaban que Onodera seguíaahí, estaba por terminar de cocinar lo que comerían esa tarde,aun que de los cuatro claramente era Misaki quien cocinaba mejor pero el castaño seguía durmiendo plácidamente, a pesar de la hora, encerrado en su habitación junto a Usami.
Ni Chiaki, ni Onodera, se animaban a entrar a esa habitación y despertar a Misaki, no era que le tuvieran miedo a Usami pero no querían tener en sus mentes ciertas imágenes mentales
-Es tarde- dijo Onodera sentándose junto a Chiaki en el sofá –deberías despertar a Misaki-
-¿Yo?- saco la paleta de su boca –no gracias y te recomiendo que no entres ahí- se abrazó así mismo y negó con la cabeza –anoche se escuchaban risas y muy temprano al parecer Usami salió unos momentos, la puerta estaba un poco abierta y había una cosa extraña tirada cerca-
-Pero Misaki prometió acompañarme a comprar un nuevo teléfono, fue su culpa que lo perdiera en primer lugar, el me daría la mitad del dinero-
-Intenta despertarlo- sonrió Chiaki volviendo la paleta a su boca
Onodera se puso de pie, decidido, se paró frente a la puerta y toco algo fuerte -Misaki- Onodera tocaba su puerta con insistencia – ¿estás ahí? Abre por favor- decía en voz amable el castaño –es tarde y te necesito-
-…...- Solo el silencio le respondió
-¡Misaki! ¡Enserio abre la puerta!-se alteró un poco ante la pobre respuesta, golpeando la puerta con más fuerza
-Ya déjalo, sigue dormido-sonreía Chiaki mirando desde la seguridad que la distancia le brindaba
-¿Qué demonios quieres?- se escuchó la voz de Usami y la puerta se abrió un poco
-¿Ha? Este…- dio un paso atrás ante el aura de oscuridad que rodeaba a él peliplata–Solo quiero a Misaki-
-Está durmiendo-murmuro entre la oscuridad de la habitación –lárgate Onodera, el no saldrá-
-Pero él dijo que…-
-Aah, si, tu estúpido teléfono, ya me dijo que paso- termino de abrir completamente la puerta-toma- le extendió algo de dinero –cómprate uno bueno-
-No aceptare tu dinero- se negó de inmediato al ver la cantidad que le extendía
-No quieres el mío, pero el de Misaki, si- volvió a extenderlo pero esta vez lo apego al pecho del castaño –Mi dinero es el dinero de Misaki así que tómalo-
-Espera yo no…- el peliplata cerró la puerta de golpe dejando a Onodera con casi el golpe en la cara -Este estúpido, adinerado- murmuraba apretando su mano molesto, haciendo sonreír a Chiaki
*************
-Gracias por su compra- les despidió una agradable chica al salir de la tienda telefónica
-A pesar de no querer aceptar el dinero de Usa-chan la verdad me sirvió mucho-
-Solo haz lo que él dijo, tómalo como si fuese la parte de Misaki- decía Chiaki anotando el nuevo número telefónico del castaño en su celular.
Caminaban por la segunda planta del centro comercial, Chiaki había insistido en entrar al cine pero por las negativas de Onodera terminaron decidiendo ir primero por un café, Onodera adoraba el café de esta cafetería y Chiaki estuvo de acuerdo si el castaño iba a cumplirle un capricho era justo que fuese reciproco
Las vacaciones de verano apenas empezaban y no querían pasar sus días libres de la universidad encerrados en el departamento mirando a Usami y Misaki dándose todo el amor que se tenían por el otro
-El café es delicioso- dijo Chiaki tomando el vaso que Onodera le extendía, ambos se sentaron en una mesa dentro del establecimiento, el ambiente era por demás agradable, la luz era tenue, el olor del avainillado café llenaba el lugar y los empleados eran atentos
Pronto una plática llena de risas y trivialidades nació entre ellos.
-Es aquí- dijo Kisa entrando junto a Takano a una cafetería, ambos con gafas oscuras y unos gorritos en sus cabezas les fueron suficientes para pasar desapercibidos ante los demás –es como el café que probamos en América-
Un par de hombres se detuvieron en la entrada, custodiando el lugar, eran los hombres armados discretamente que siempre los perseguían, no los siguieron hasta el interior ya que después de una fuerte pelea dentro del coche que los llevo hasta ese centro comercial acordaron que los acompañarían a todas partes, quisieran o no, pero se mantendrían a una distancia de 5 metros.
-Me da dos por favor-dijo Kisa recargándose un poco en el mostrador
-Claro- le respondió la chica –Son 450 yens-
-Lo siento solo tengo 4000, tómelos-
-Pero…-se sobre salto la chica
-No te preocupes quédate con el cambio-le sonrió Kisa solo para desviar su mirada a Takano quien estaba frente a una pintura de al parecer buena reputación – ¿Te gusta?- pregunto poniéndose a su lado
-Es como la pintura que vimos en Alemania-
-No creo que sea real dado que está en una cafetería-sonrió –después de aquí podemos ir al cine o a donde quieras, es raro tener días libre así-
-Si… vallamos a algún lugar-
-Como Takano-sama ordene- le sonrió Kisa
-Ja ja , aun no puedo creer que me hallas convencido de acompañarte-
-Siempre obtengo lo que quiero-
-Ja ja- rio Takano cubriendo sus labios para cubrir su sonrisahaciendo la mirada de Kisa brillar de felicidad
-Disculpa- la chica de la registradora lo llamaba
-Ya vuelvo Mune-chan, busca una mesa-
-Deberíamos irnos ya- dijo Onodera mirando el reloj en su celular–Si es que aun quieres entrar al cine-
-¡Sí!- se levanto Chiaki e Onodera le imito –espero que haya entradas para…. Aah!-choco con un chico haciendo que tirara los vasos de café que sus manos sostenían
-……..-
-¡Aah! Lo siento, ¡Lo siento!- reverencio Chiaki –Pagare el monto de sus bebidas-
-Sí, pagaremos todo- dijo Onodera extendiéndole algunas servilletas de papel
-Ja ja no te preocupes- sonreía Kisa tomando algunas servilletas para su mano derecha –solo me siento mal por el chico que limpiara- sonreía tratando de no darle importancia
-¿Qué paso?- intervino Takano al notar el incidente -¿Estás bien?-algunas personas desviaron su mirada a ellos
-No es nada- Kisa trataba de ocultar su mano, no quería hacer un escándalo por algo así
-¡Te quemaste!- se exalto Takano tomando su mano derecha la cual estaba algo enrojecida
-Estoy bien-sonreía nervioso volcando su mirada hacia la entrada donde al parecer los guardaespaldas aun no notaban el incidente
-¡Oye, tú idiota!-Takano sorpresivamente empujo a Chiaki haciéndolo retroceder -¡Por qué no te fijas por dónde vas!-le hablaba en un tono molesto haciendo a Chiaki sentirse aun mas avergonzado
-Cálmate- le dijo Onodera interviniendo –fue un accidente-se paro delante de Chiaki –No tienes porque empujarlo-
-¿Quién eres tú? ¿Vienes con él?- le hablaba de manera arrogante, haciendo enojar un poco a Onodera
-Sí, él es mi amigo así que cálmate, pagaremos el total-
-Son un par de idiotas ¡Que no saben con quienes están tratando!- empujo a Onodera esta vez, haciendo que una vena saltara en su frente perdiendo, con ese contacto físico, la poca paciencia que el castaño había mantenido
-¡No!- le regreso el empujón de forma violenta-Y no nos importa-Takano dio unos pasos atrás debido a la fuerza que el castaño ejerció
-¡Eres un estúpido!- le tomo de la camisa acercándolo a él en tono amenazante
-¡Hey Takano, suéltalo!- se alarmo Kisa –no importa, mejor vámonos-
-¡Suéltame!- Onodera pateo la pierna derecha de Takano y lo empujo haciéndolo retroceder, los lentes que había mantenido sobre sus ojos todo este tiempo cayeron al suelo
-¡Basta!- Kisa se paro entre ellos – ¡Takano cálmate!-
-¿Eh? ¿Takano?- se escucharon algunas chicas murmurar -¿Takano de Kuro Ouji?-
-¡Si es el! kyaa- de repente todas las miradas se centraron en ellos y el ojimiel quito el gorrillo de su cabeza
-¿Eh? Ritsu- se acerco Chiaki a murmurar en su iodo -¿no es el nombre de la banda que le gusta a Misaki?-
-Takano, vámonos- Kisa jalo un poco la ropa del azabache apegándose a él–No quiero una avalancha de chicas otra vez-
-¿Takano?- le llamo Onodera –si, ahora que te veo sin esos lentes ¡Eres Takano de KuroOuji!-
-Aja, al fin sabes con quien hablas-hablo con aires de grandeza
-Oh no- murmuro Kisa llevando sus manos a su cara, cubriéndola
-y el es Kisa Shouta el baterista-
-¡Shh! ¡Shhh! cállate-hablaba Kisa con tono bajo, ¿Por qué Takano siempre aprovechaba su fama al sentir que iba perdiendo en una discusión?
-Claro, esos piercing y esa cara-se mostro Onodera pensativo y clavo su mirada en el-¿Sabes? Déjame decirte una cosa-
-Ahora nos pedirás nuestro perdón-pensó que Onodera se intimidaría al estar con frente a una estrella de su talla y sonrió mirándolo esperando la ansiada disculpa
-¡Es grosero que insultes al publico!- le apunto con el dedo –No todos estuvimos en su concierto por gusto ayer, pero es muy grosero lo que haces ¡deja de gritar tanto que odias el mundo!-
-¡Ha! ¡¿Quién demonios eres tú para hablarme así?!- replico Takano subiendo aun más la voz
-Y tu ¿quién te crees para insultarnos?- Chiaki y Kisa se miraban ajenos a la nueva pelea que habían empezado
-Si no te gusta ¿qué carajos hacías ahí?-Takano se acerco a Onodera dispuesto a Intimidarle debido a su altura
-Fui llevado por mi mejor amigo ¡idiota!-puso sus manos sobre el pecho del azabache para empujarle
-Hay no- murmuro Kisa al notar los guardaespaldas entrar
-Deberían poner más seguridad, robaron mi teléfono ayer- se quejaba Onodera empujando a Takano –No solo ustedes son importantes-
-¿Pasa algo Takano-sama?- preguntaron los altos hombres poniéndose detrás de Kisa y Chiaki
-No es nada-les sonrió Takano
-¡Eres un idiota!- finalizo Onodera clavando su mirada en los ojos avellana
-Disculpa- hablo Chiaki quien estaba de pie entre esos altos hombres -¿Podrías darme un autógrafo al nombre de Misaki Takahashi?- sonrió el ojiazul extendiéndole a Takano una servilleta.
Media Hora Después
-Por favor Ritsu, entra a la sala yo iré a comprar algunas cosas-Trataba de Chiaki de calmar a Onodera quien seguía molesto fuera de la sala del cine –Por favor cálmate- le sonreía agradable tratando de calmar la ira del castaño, que seguía siendo algo notoria
-Por favor compra algo grande, comes demasiado y esta vez quiero probar yo- dijo Onodera al girarse para entrar, dejando a Chiaki en la tienda del cine
-Sí, no te preocupes-suspiro al ver a su amigo entrar, desvió su mirada a la chica que esperaba ordenara
-Hola- saludaron detrás de Chiaki y este se giro enseguida, encontrándose a Kisa
-Ah, Hola- se inclino reverenciando –enserio siento mucho sobre lo que paso hace unos momentos, dije que pagaría tus bebidas pero al final solo salí apresurado detrás de mi amigo-
-No te preocupes-reía Kisa moviendo sus manos para demostrar desinterés en el tema -No es por eso que vine detrás de ti-
-¿No?-se noto confundido
-La verdad es que quiero que me hagas un favor- le sonreía pasando su brazo por los hombros de Chiaki, llevando una mano a sus lentes oscuros retirándolos,dejando que Yoshino mirara directamente sus ojos
-Si puedo ayudarte, lo hare-murmuro un poco nervioso
-Que bien- sonrió mirando fijamente los ojos azules de Yoshino –Quiero que me des el número de teléfono de tu amigo-
-¿Eh? ¿Porque?-
-Te seré sincero-suspiro Shouta- jamás había visto a nadie que pusiera en su lugar a Takano, creme Takano es la arrogancia en persona y ese chico le hablo claro y sin inmutarse, por favor dame su número de celular-
Chiaki pareció dudar ¿Solo por eso quería su número? ¿Qué pasaría si Onodera se enterara que dio su nuevo número sin autorización? -No lo sé- murmuro mirando a Kisa –no creo que sea correcto-
-Por favor- suplico Kisa tomando sus manos
“¿Debería o no debería? ¡No debo! Pero es un favor después de todo, derrame sus cafés” se debatía mentalmente
Kisa sonrió -Disculpe- avanzo hacia la chica del mostrador de la tienda del cine –Podría darle todo lo que este chico quiera, yo pagare todo-
-waaa ¿Todo?-se exalto Chiaki
-Claro, pide lo que quieras- los ojos azules de Chiaki brillaron
– ¡Está bien te daré el numero!- se apresuro en tomar el celular que Kisa le extendía y anoto el numero en el
-Por favor también escribe su nombre completo-le pidió Kisa dándole una buena cantidad de dinero a la chica para pagar todo lo que Chiaki pidiera, Si Takano aprovechaba su fama, el aprovecharía su buena situación económica
-¡Claro!-Se apresuro en anotar el nombre de Onodera Ritsu -listo- le extendió el celular al baterista
-Muchas gracias- le abrazo Kisa –Nos vemos después, Yoshino-kun- se despido y salió prácticamente corriendo, siendo seguido por un par de hombres a la salida de la sala cinematográfica, salió del centro comercial ganándose las miradas de algunas chicas pero no era momento para detenerse
-Tardaste demasiado- se quejo Takano cuando Shouta entro al lujoso auto que lo esperaba
-Lo siento, había mucha gente en el sanitario- mintió, con su celular en mano y sonrió.