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Malfoy Manor por Orseth

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-¿En serio Harry? –pregunto Ron.

-Sí Ron, creo que finalmente la hora llegó –respondio mirando a su amigo.

-Vaya, no lo puedo creer…. Aunque claro, esto no acaba hasta que se acaba.

-Exacto.

-¿Y cuando quedaron? Aunque no debería de preguntarte esto, ya lo sabría si siguieras llevando el audífono cuando sales –dijo alzando una ceja.

-Lo sé Ron pero compréndeme, esas salidas se me hacen muy personales, no quiero que escuches todo.

-¿Y si hay problemas?

-¿Quieres que te cuente o vas a seguir con tus reclamos?

-Bien, bien, ponme al tanto.

-El próximo domingo.

Ron lo miró en silencio sin saber que responder, después de años de trabajo finalmente solo una semana les separaba de cumplir su misión.

-Vaya…

-Esto me alegra y me angustia al mismo tiempo –dijo Harry poniéndose de pie y caminando por la sala para tener algo que hacer- me alegra que termine, que ya nadie lo busque, que ya no le mentiré más pero…

-Pero sabrá quién eres en realidad.

-Sí –respondio en un susurró caminando hasta la ventana para ver la calle- sabrá que lo engañé, que lo utilicé –Ron no dijo nada, no había nada que decir que reconfortase a su amigo- pero entonces también podré conquistarlo sin mentiras –añadió viéndolo sonriente, solo que esa sonrisa también era falsa- me odiará ¿verdad?... ni siquiera me dejará acercarme.

-Solo deja que las cosas pasen, nada ganas haciendo suposiciones.

-Lo sé.

-Es como una medicina, es amarga y nadie quiere tomarla, pero necesaria para curarse… este mal trago lo deben pasar para poder iniciar algo nuevo.

-También lo sé, lo que no le quita lo horrible, pero hay algo más Ron.

-Debemos informar.

-Exacto ¿Percy aun no averigua nada?

-No.

-¿Qué hacemos? Tampoco podemos hacer esto solos, necesitamos apoyo, hay mortífagos merodeando la mansión aunque no los veamos.

-Ya sé, pero mientras no sepamos nada nuevo debemos informarle al jefe.

-Sí, también lo sé –respondió con pesar.

-Haré el informe.

 

_______________

 

 

Era la segunda semana de investigación y Percy no había averiguado nada importante, solo que el director general solo iba los viernes, pues se ocupaba también de otros negocios.

-Hoy es miércoles y aun no sé nada que pueda servir –pensó desanimado y frustrado mientras se servía café.

-Mi cafetera se descompuso –dijo una mujer de aproximadamente cuarenta años sirviéndose un café- le he aplicado tantos hechizos reparadores que finalmente dio todo de sí, ya pasé un reporte solicitando una mueva, mientras me llega tengo que bajar a este piso a robar café como un indigente.

Percy la reconoció de inmediato como la secretaria del gerente general.

-El café no es bueno realmente –dijo sonriendo.

-Pues no, pero es mejor que nada –respondio ella con una mueca de fastidio.

-Mucho trabajo y café malo, horrible combinación.

-¡Y que lo digas! Tengo tantas cosas que hacer y encima el técnico de la red flú no llega.

-¿El técnico de la red flú?

-Sí, la chimenea de la oficina de mi jefe está descompuesta, no se puede entrar ni salir, solo sirve para calentar, si llega el viernes y no puede salir por ella me matará.

-Hoy vi que el jefe de recursos humanos estaba discutiendo con el encargado de mantenimiento, creo que falta personal.

-¡No me digas!... mierda… -masculló frustrada- Oh perdona mi lenguaje, nunca me expreso así, es solo que estoy tan cansada y llena de trabajo; creo que iré personalmente a ver ese asunto porque mis avioncitos o se pierden en el aire o no les interesa.

-Sí, creo que no hay de otra.

-¿Sabes qué? iré de una vez –declaró dejando su taza de café y saliendo resueltamente de ahí.

Sin siquiera saber a ciencia cierta que haría, Percy dejó también su taza y se dirigió al piso superior, justo a la oficina del gerente general, abrió la puerta y se metió.

-¿Qué demonios estoy haciendo? –masculló sintiendo la adrenalina invadir su cuerpo.

Sin más se dirigió de prisa al escritorio y comenzó a abrir cajones con la seguridad de que nadie lo sorprendería por la chimenea, pero al cabo de cinco minutos de frenética búsqueda, unas voces afuera lo hicieron detenerse en seco.

-Llevo tres días ¡tres días con este reporte! –Dijo la voz de la secretaria- si el jefe llega a venir y no puede salir por la chimenea, créame que no seré la única despedida.

-Nos falta personal, eso no es culpa mía –respondio un hombre abriendo la puerta y entrando en compañía de la mujer.

-Pues espero que quede hoy mismo, no puede irse sin haberla arreglado.

-De acuerdo, de acuerdo –masculló el hombre comenzado a revisar la chimenea en tanto ella salía de ahí para dejarlo trabajar.

-Por Merlín ¿Qué mierdas estoy haciendo aquí? –pensó Percy oculto tras un perchero con un par de abrigos colgando y con un encantamiento desilusionador encima viendo al hombre trabajar.

Pasaron quince minutos en los cuales Percy sentía el sudor empapar su cuerpo y las piernas hormiguearle por permanecer quieto todo ese rato, entonces nuevas voces se escucharon fuera.

-Lo siento señor, no sabía que vendría hoy, pensé que nos daría tiempo de arreglar la red flú.

Percy vio a un hombre gordo, como de cincuenta años cargando un portafolio que llegaba con expresión malhumorada.

-¡Llevo toda la mañana intentando entrar a mi propia oficina y nada! ¿Cómo es posible tanta ineptitud?

-Lo lamento señor, no se volverá a repetir, es que falta personal de mantenimiento.

-¿Y eso es culpa mía?

-No señor, no quise decir eso.

-Tráeme un café –exclamó exhalando un suspiro de fastidio mientras se sentaba tras su escritorio.

-Listo señor, terminé –dijo el técnico cinco minutos después, deseoso ya de salir corriendo de aquella oficina.

-Eso espero.

-Cualquier problema yo…

-¡Vaya! –exclamó un hombre saliendo de la chimenea interrumpiendo al técnico.

-Vete –dijo el gerente al técnico en cuanto vio quien salía de su chimenea.

-Con permiso.

El técnico salió cerrando la puerta tras él, la secretaria entró en ese momento con la taza de café reconociendo al hombre que acompañaba a su jefe.

-Señor Wilson buenas tardes ¿desea un café?

-No gracias Betty.

-Con su permiso.

El medimago Thomas Wilson tomó asiento con actitud relajada viendo al hombre frente a él acomodar pergaminos en actitud nerviosa.

-Tranquilo hombre, te va a dar un sincope ¿quieres que te recete unos calmantes?

-Déjate de bromas, no estoy de humor.

-Ya veo… por cierto ¿Por qué tanta urgencia de verme?

-Porque las cosas por aquí no están bien Thomas, por eso.

-¿A qué te refieres?

-Ya van dos veces que auditores del Ministerio vienen a verme, quieren hacer auditoría a la empresa ¿Qué voy a hacer? Sabes que llevamos años evadiendo impuestos, estoy hasta el tope de trabajo y él no se digna a hacer nada al respecto, estoy encargándome de sus negocios y parece que no le importa.

-Estás más que bien pagado, tampoco es como si estuvieras haciéndolo gratis.

-Mi salud va a valer una mierda dentro de poco, todo lo que me paga no me servirá en el panteón.

-Por Merlín cálmate John, estás haciendo un drama donde no lo hay –exclamó con fastidio.

-¿Y si me caen los contadores del Ministerio? –Respondió enojado al ver que su problema no era tomado en cuenta- mi nombre es el que aparece en todos los malditos documentos, él no se verá involucrado en esto ¿y dices que hago dramas?

-Para eso sirven los prestanombres si mal no recuerdo.

-Vete a la mierda Thomas, no me estas ayudando en nada.

-Dime ¿Cuántas veces han venido con lo mismo y nunca te auditan?... no seas imbécil John, los auditores nunca vendrán, él se encarga de eso, tranquilízate por Dios, estas sudando como un caballo.

-Necesito unas vacaciones.

-Estoy de acuerdo.

John miró al medimago que lo miraba también, pero con una actitud sonriente y relajada.

-¿Por qué estas tan contento?

Thomas Wilson se reacomodó en el cómodo asiento para responderle.

-Aguanta unos días más John y veras que todo habrá valido la pena.

-¿De qué hablas?

-Nunca vendrán los auditores, no habrá necesidad cuando él gobierne de nuevo.

-¿Qué estás diciendo? –pregunto con tono serio mirándolo fijamente.

-Lo encontramos.

-¿Qué?

-Lo encontramos hace meses y dentro de cuatro días Malfoy Manor será abierta.

Percy se tapó la boca con una mano mientras abría los ojos espantado.

-Estás bromeando ¿no?

-¿Crees que bromearía con estas cosas?

-¿De verdad el chico Malfoy abrirá Malfoy Manor?

-Sí y nos haremos con el ultimo horrocrux.

-¿Pero cómo si sólo él puede entrar?

-Puede entrar quien él quiera dejar pasar y uno de los nuestros irá con él.

El hombre gordo dejó escapar una sonrisa trémula aun sin creerse del todo lo que acababa de oír, pero la actitud del medimago lo terminó de convencer.

-Después de tanto tiempo…

-Así es ¿ya ves que no hay porqué desesperarse? Tu tranquilo –añadió poniéndose de pie- este Domingo todo terminará o más bien comenzará, todo está controlado, solo espera instrucciones.

Thomas Wilson se levantó y tomó un puñado de polvos flú que arrojó a la chimenea diciendo:

-Sunset Bulevar número 86.

Percy lo vio desaparecer entre las llamas verdes dejando a su jefe solo, quien  sonreía como bobo.

-Increíble… -musito el hombre recargándose en su silla.

Lo vio exhalar un profundo suspiro y luego de permanecer quieto un par de minutos guardó documentos en su portafolio y luego llamó a su secretaria.

-¿Sí señor?

-Me voy, regreso el viernes, si hay alguna urgencia sabes dónde encontrarme.

-Sí señor, que tenga buena tarde.

John Spencer desapareció por la chimenea por lo que la secretaria cerró la puerta dejando solo a Percy, quien esperó unos minutos más en su escondite por si acaso alguien regresaba; al ver que no, salió de ahí y tomando polvos flú salió por la chimenea directo en su departamento en donde comenzó a caminar de un lado a otro todo frenético.

-¡Cálmate Percy, cálmate! –exclamó deteniéndose de pronto; fue a su terraza a sacar su lechuza y enviarle un mensaje a Ron.

 

______________

 

 

Ron iba a comer justo cuando llegó el mensaje de Percy, así que tuvo que hablarle a Harry para que lo cubriera pues no podía hacerlo con otro de sus compañeros de equipo.

-Ve tranquilo, yo me ocupo –respondio Harry.

Ron llegó al departamento de su hermano encontrándolo caminando de un lado a otro.

-¡Tardaste mucho!

-Vine lo más rápido que pude ¿Qué pasa?

-Dime Ron ¿Malfoy finalmente va a abrir Malfoy Manor?

-Sí ¿cómo lo sabes si estas de vacaciones, acaso el Ministro te lo dijo? –pregunto extrañado.

-¡Lo saben Ron, lo saben! –respondió iniciando de nuevo su caminar nervioso.

-Tranquilízate y explícame de que hablas.

-Los mortífagos… saben que Malfoy abrirá su mansión este domingo -Ron se le quedó viendo literalmente con la boca abierta- yo… yo me acabo de enterar y supe de que hablaban y corrí hasta aquí y ya no regresé, pero eso no importa.

-Alto –exclamó tomándolo de los brazos y obligándolo a sentarse junto a él en el sofá- respira profundo y comienza desde el principio.

Percy obedeció y cuando pareció calmarse un poco, le contó todo a Ron, desde su entrada a la oficina hasta la conversación de aquellos dos hombres.

-Tenías razón, hay alguien muy cercano que está pasando información.

-Mierda… -masculló Ron inclinándose y pasándose los dedos entre el cabello.

-Ese hombre hablaba muy tranquilo, parecía tener el control de la situación ¿y si le decimos al Ministro? ¡Él sabrá que hacer!

-¡No, no le diremos a nadie! ¿¡Acaso te quieres morir!? ¡Hiciste un Juramento inquebrantable!

-¡Pues le dirías tú!

-No.

-¡Pero Ron!

-Por lo pronto cancelaremos la fecha ¿sabes el nombre completo del hombre que visito al gerente general?

-Creo que era Wilson… Thomas Wilson, así lo llamó el gerente.

-Déjame ver tus recuerdos, debo ver la cara de ese hombre, lo investigaré a ver si averiguo quien es.

Después de darle un recuerdo, Ron lo guardo diciendo:

-Estamos rodeados, esa es la verdad y no podemos confiar en nadie.

-¿Y qué vamos a hacer?

-¿Crees poder regresar a esa oficina de nuevo?

-No lo sé, ya tengo como una hora y media afuera y solo eran quince minutos de café.

-Invéntate algo y regresa, aun no sé cuál será el siguiente paso pero es mejor mantener tu posición por cualquier cosa.

-Hecho –respondió Percy tomando de nuevo su túnica y dirigiéndose a la chimenea.

-Percy…

-¿Sí?

-Buen trabajo, nos has salvado el pellejo.

Percy jamás pensó que recibir un halago de parte de su hermano pequeño le haría sentir tanta satisfacción, por lo que solo sonrió torpemente y se fue de ahí.

 

______________

 

 

Cuando Ron puso al tanto a Harry, a éste casi le da un ataque.

-Sabíamos que estaban cerca, pero no tanto… mierda, hasta me dio escalofríos –exclamó tumbado en el sofá- Ron, no vamos a poder con este asunto nosotros dos, tenemos que averiguar quién está de nuestro lado, al menos en nuestro equipo.

-Sí, lo sé amigo, creo que es hora de tomar medidas drásticas.

-Por lo pronto voy a cancelar la salida del domingo con Draco.

 

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-De verdad lo lamento –dijo Harry viéndolo arreglarse para salir a trabajar- Birdie quiere que haga unas diligencias el domingo.

-No te preocupes –respondio un tanto aliviado de retrasar ese momento- puedo esperar.

 

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Mientras tanto Ron se esforzaba por averiguar quién era el hombre que vio Percy, por lo que después de investigar lo logró.

-¿Qué cargo tienes con los mortífagos, hijo de puta? –dijo Ron viendo la fotografía del hombre en su titulo de medimago.

-Ahí dice que fue medimago de cabecera de los Malfoy –mencionó Harry a su lado- ¿Qué te dijo el jefe cuando le dijiste que se canceló la cita con Draco este domingo?

-No se lo tomó muy bien, pero sabe que no podemos apresurar las cosas, así que no dijo más, bueno ¿ya tienes lo necesario para nuestra reunión de hoy con los chicos?

-Sí

-Bien– respondió guardando la fotografía en una carpeta y guardándola bajo llave- aquí somos siete contándonos a ti y a mí, no averiguaremos del equipo que se quedó en el cuartel, si somos un grupo pequeño lo manejaremos mejor.

-Lo mismo pienso ¿a qué hora quieres que venga?

-A las siete está bien, aprovecharemos para cenar.

-Bien.

 

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-Maldito muchacho –exclamó Evan Hughes mientras hablaba con el medimago Wilson.

-Tranquilo Evan, solo es cuestión  de días, ten por seguro que el chico Malfoy dirá que si en cualquier momento.

-Aun así me exaspera ¿porqué cambió de opinión si ya había decidido ir este domingo?

-Lo que pasa es que lo ves tan cerca y luego ya no –dijo riendo al ver su gesto malhumorado- por lo pronto mandé mas mortífagos a vigilar la mansión, pero dime ¿insistes en ser tú quien suplante a Potter?

-Por supuesto ¿quién mejor que yo? –respondio molesto por la obviedad de la respuesta.

-Tranquilo Hughes, hemos esperados años, solo es cuestión de días.

-Sí, es verdad, debo ser paciente, después de todo ese Malfoy ya me las pagará.

 

 

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