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Nikki por Raziel Soul

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DIARIO DE KYO

 

xx/xx/1997

 

Querido diario:

 

Mis manos un tiemblan de…. ¿emoción? No sé cómo describirlo, es… tan irreal, maldición, estoy hecho un amasijo de sentimientos… toda mi cabeza me da vueltas, mi corazón palpita y la piel se me eriza solo de recordar cada momento, pero te contaré desde el inicio.

¿Recuerdas el día de la invitación de Benimaru a un bar y qué ahí encontré a Yagami tocando su banda? Pues… esa madrugada me mandó mensajes… eran como las 3 o las 5, no recuerdo bien, mi cerebro solo atinaba a reconocer que no era hora prudente para despertarme, en fin, de mensaje en mensaje terminó invitándome a oírle tocar de nuevo, y acepté, lo sé, para muchos debió ser la idiotez más grande de la vida, sin embargo en el fondo era lo que yo deseaba, cuando me vio la primera vez en el bar sentí que me quería destruir con esa mirada de mal geniudo que tiene, y solo sentí mi corazón estrujarse un poco… mucho, para ser sinceros.

Como sea, llegó el día en que me dijo que tocarían, y como me pidió no llevé ni a Goro y mucho menos a Benimaru, creo que Goro-san no le es desagradable… o tal vez sencillamente no le interesa demasiado, no lo sé, pero al que definitivamente no soporta en absoluto es a Nikaido-san, ¿por qué? Pues hasta horas después no tenía idea del motivo de dicho resentimiento contra uno de mis mejores amigos.

Aquí hago una pausa para decirte algo sumamente estúpido, pero que jamás me había pasado… ¡tardé casi una hora para vestirme! Como lo oyes, cosa que no me enorgullece… pero es que no sé por qué sentí que tenía que verme muy bien, quería lucir… ¿guapo? ¿Atractivo? Como quieras llamarlo, no es que con Yuki no me arregle pero esta vez exageré demasiado, terminé llevando pantalones negros de piel, mi playera de KISS y una chamarra de cuero tipo motero…algo me decía que me veía bien con eso… es decir, lo elegante lo dejo para Kushinada… buscaba algo “atrevido”, un tanto rebelde ¿qué se yo? Me subí a la moto y por primera vez en toda mí jodida existencia llegué casi media hora antes de lo que se me dijo.

No sabía si formarme o no, puesto que para que el cadenero me dejase entrar tenía que llamar al idiota del pecoso y si le marcaba notaría que era temprano, lo que entonces querría decir que estaba demasiado ansioso de verle. Me asomé un poco hacia la entrada por uno de los costados del edificio y como suponía la fila era casi interminable, gente saliendo y otra entrando, me rasqué la nuca pues no sabía qué hacer. Opté por probar suerte y caminé hacia la fila, total si veía que tardaba mucho en pasar o que definitivamente no me dejaban hablaría con Yagami por el celular en cuanto fuese la hora que me dijo y ya. Claro que no esperaba en absoluto que al pasar frente al cadenero este me llamase

 

-Ey tu… muchacho, ven aquí – su voz era grave, más que la de Yagami y si me dio repelús

- ¿Qué…pasa? – pregunté con un hilillo de voz al principio, sí, sé pelear y soy fuerte pero ese tipo imponía, me sorprendí bastante cuando del bolsillo de su camisa sacó un papel, al parecer era una fotografía, la miró y me miró enseguida. Su manaza se dirigió hacia la cadena y la quitó

-Adelante

- ¿Disculpe?

- Tu eres el… gatito, ¿no? – me enseñó la fotografía y…. definitivamente si era yo, aunque tenía pintado con un marcador orejas y bigotes y la frase “si ves a este gato déjalo entrar”  sudé una gota y mi ceja casi colapsa del tic que le dio.

- S-si… soy… Kusanagi, el…el gatito – atiné a decir esto último tragándome el maldito orgullo, pero ya me las pagaría ese animal [o al menos eso pensé en ese instante]

 

Entré al bar, como la otra vez estaba a reventar, acomodé mi cabello un poco con una mano, según Benimaru es algo que hago cuando me siento nervioso, si sigo así voy a quedarme calvo muy joven. Intenté buscar una mesa pero la mayoría estaban ocupadas, al menos las que alcancé a notar desde donde estaba.

 

- ¿Koneko-san? (Sr. Gatito) – el “grito” de una mujer me hizo voltear, ¿por qué carajos todos me estaban llamando así? Sabía por qué pero no daba crédito

- M-me llamo Kyo – dije lo más amable que pude

- ¿No es usted el de la foto? – ¿acaso todos los de ese lugar tenían la misma maldita foto retocada con plumón? Entrecerré los ojos con gesto mal encarado esta vez pero asentí ante su pregunta

- ¡Lo sabía¡ por aquí por favor – la jovencita me llevó a una mesa con un letrero que ponía… bueno, ya sabes lo que decía el maldito letrero, el cual quemé nada más se fue la chica, quien por cierto me dijo que todo lo que consumiera iba a cuenta de la casa, pedí una cerveza grande, para mi sorpresa tenían marcas europeas, dicen que son las mejores del mundo así que ¿por qué no probarlas?

- Llegaste temprano… - apenas iba a dar un trago a mi bebida cuando escuché su voz, mi corazón pateó tan fuerte que sentí que iba a soltar el tarro, no obstante logré asirlo con más fuerza pero sin llegar a romperlo

- Si… el tráfico estaba bastante ligero, creí que llegaría más tarde, de haber sabido - ¡cállate idiota! Me dije a mi mismo pues comenzaba a actuar como si no me importara lo que estaba pasando, noté el gesto del pelirrojo y era neutral pero algo me decía que fueron mis palabras las causantes de dicho mohín – pero … afortunadamente llegué antes, no quería perderme ni un segundo… ammm pedí una cerveza… ¿por qué la casa paga?

- Los viernes son de cervezas gratis para los idiotas…

- Cabrón – dije molesto por esa broma

- Ya ya, no hagas berrinche – se sentó frente a mí

-¿Qué haces aquí?

- Ammm ¿yo te invité recuerdas?

- No, me refiero… aquí…ahora… ¿Cómo sabias que estaba aquí ya? – no pude aguantarme las ganas de preguntar

-Porque… ¿te invité? – seguro se dio cuenta del gesto que puse y que iba a gritarle algo en mal modo – el cadenero me avisó OBBBVIAMENTE, me dijo que el gatito había llegado – sonrió con burla pero no me dejó reclamarle nada – ¿qué estás tomando? – preguntó de pronto con mirada acusadora

- ¿Cerveza? – dije sarcástico, cuando menos lo pensé sentí como arrebató el tarro de mi mano dándole un sorbo

- ¿Eres un jodido idiota o que te pasa? – ¿ahora qué diablos le pasaba? – No pongas esa cara porque parece que afirmas mi pregunta… - con un ademán llamó a una de las camareras

- Yagami-sama… ¿qué sucede?

- ¿Una Snake Amy? ¿Enserio? – le miró seriamente

- F-Fue lo que él pidió… - la chica estaba rojita – le traeré

- Corona por favor…

- Me llevo el …

- No, yo me quedo esto… - comentó cuando la mujer estaba por tocar el tarro

- ¿Qué sucedes, me explicas? ¿Por qué me cambias la cer…

- Esto tiene el 67.5% de alcohol… en tu vida has probado algo más que la Sapporo, que tiene ¿qué? 5%... una de estas te daría una patada apenas terminarla… ni siquiera sabías que putas estabas por beber – sentí las mejillas calientes, señal que estaban poniéndose rojas, agradecía la poca luz del sitio

- Perdóneme señor… “experto en cerveza” – balbucee sin disimular mi molestia

- Quiero que estés sobrio cuando empiece a cantar – dio un largo trago ¿cómo diablos soportaba tanto alcohol?

- Tome Koneko-san – una botella frente a mí desviándome de aquel hombre cuya garganta parecía un embudo de licor

- G-gracias… - una sonrisa burlona apareció en el pecoso al escuchar cómo me llamaba la mesera

- No te burles, es tu jodida culpa – reclamé pero no dijo nada, tomé mi cerveza dando un trago, sabía bien, era amarga pero no tanto como la Sapporo, relamí un poco mis labios, cuando alcé la mirada me encontré con unos ojos azules que me escrutaban como nunca antes – ¿tengo algo en la cara? – dice con ojos entrecerrados intentando que mi estúpido corazón dejara de patear como cabra loca

- Si… aquí – puso su dedo índice en mi frente – una L de perdedor… - rio leve

- ¡Perdedor no lleva L! – inquirí con un dejo de suficiencia

- No sé si eres muy inocente o muy tarado… - iba a reclamar pero Amy se acercó diciéndole algo al oído – enseguida voy – tomó el tarro terminando su contenido – en diez minutos subimos… más te vale estar en primera fila… Looser…

 

Juro que sentí mis cejas rozarse una contra otra, sumado a la vergüenza de no entender lo de L de perdedor… me tomé rápido mi cerveza y pedí tres más antes de que subieran al escenario, miré mi reloj, decidí moverme entre la gente para estar lo más cerca posible… pero me quedaría en la segunda hilera, no le daría el gusto de verme en la primera… él no me manda. Después de anunciarles como la vez pasada subieron al escenario, ahora si pude prestarle atención a cómo iba vestido, pantalones rojos, un chaleco negro que dejaba ver esos brazos musculosos, muñequeras de cuero, y debajo del chaleco… nada, lo supe porque después de interpretar Kaze no allegory, tocaron algo más intenso y termino abriéndose el chaleco… el muy presumido… pero me di cuenta que su pantalón era a la cadera, y que su ombligo es alargado… sin darme cuenta me quedé viéndole como idiota en toda su presentación, sus ojos tampoco me perdían de vista, una sonrisilla triunfal apareció de pronto enmarcando sus labios, pero noté casi enseguida a qué se debía, no supe ni cuándo ni cómo… pero terminé en la primera fila, desvié la mirada como  restándole importancia pero era tarde. Cuando terminaron regresé a mi mesa de inmediato, me senté pidiendo otra cerveza. 

 

-Llevas casi 7… - una voz a mi costado

- ¿Son por parte de la casa no? – le miré de reojo, el dj estaba haciendo lo último de la noche, le tocaba cerrar esta vez, una música tranquila de fondo.  Creep de radiohead.

- Si, pero no has venido solo a beber y a sentarte ¿o sí? – no sabía a qué se refería, busqué de reojo a algunas chicas que tal vez había traído, algo que no me agradó en absoluto… pero no, tomó mi mano jalándome hacia la pista

-¿Qué carajos ha….ces? - me pegó un poco contra él – ¿¡estás loco¡?... – reclamé a lo bajo

- Mira a tu alrededor aquí bailan todos con quien les de la jodida gana… - y era cierto, no es que fuese un bar de ambiente como tal … solo era un bar donde cualquiera podía entrar, al final… terminé cediendo

- When you were here before  - de pronto a mi oído, a la par de la canción del dj, la voz del pelirrojo…  - Couldn't look you in the eye

- ¿Qué…haces?

- Me gusta esta canción… You're just like an angel… Your skin makes me cry… - Seguía cantando pero… sentía como si me cantara solo a mi - You're so fuckin' special, I wish I was special, But I'm a creep, I'm a weirdo, What the hell am I doing here? – cuando llegó al estribillo final me miró fijamente, su mano acariciaba mi mejilla con tiento - I don't belong here

 

Jamás… me habían besado de esa forma, sus labios fueron algo demandantes, mientras que la mano en mi cintura me atraía, me desconcerté bastante al principio, pero no pude no corresponder, el ambiente, la media luz, la música, su voz en mi cabeza cantando aquella canción, mi corazón galopando a tal grado que parecía que toda mi sangre latiera al mismo tiempo, era algo que nunca antes sentí con nadie, ni siquiera en mi primera vez con una mujer, cuando nos separamos apenas nos miramos volvimos a besarnos, pero esta vez con más tranquilidad, sus manos acunaban mis mejillas como si creyera que iba a escapar, pero simplemente mis piernas no podían moverse, ni yo quería hacerlo. Cuando la música cambió a algo más “bailable” regresamos a la mesa, no dije nada, ni  él tampoco. Pero por primera vez no sentí ese silenció como algo incómodo. Terminé mi cerveza.

 

-Debo irme – dije al fin

- Te acompaño – nos levantamos y caminamos hacia la salida, me acompañó hasta mi moto – debo quedarme para ayudarle a los demás a guardar los instrumentos – su voz casi siempre molesta ahora tenía un tono como el de navidad, me miraba a los ojos sin perder detalle, y noté como de vez en cuando miraba mis labios también

- Entiendo… - no tenía idea de qué más decir, mis neuronas estaban aturdidas por todo, el alcohol, la felicidad, la confusión

- Bueno, ve con cuidado – parpadee, espero no haberme visto como idiota o seguro se burlará a la menor oportunidad pero… el que me dijera eso era lo que menos esperaba esa noche [aparte del beso claro], asentí y le vi darme la espalda, y seguro me mataras cuando te diga lo siguiente, pero tomé su mano y le jalé atrayéndole, cuando se volteó fui yo quien le besó, tardó en corresponder, quizá por la sorpresa pero cuando me devolvió el beso lo hizo de forma intensa, aún más que dentro del bar. Me tomo de la cadera con una mano y con la otra de la nuca.

 

Tuve que separarme pues me estaba faltando el oxígeno, al hacerlo me di cuenta como se relamió levemente, pero esos ojos azules no se apartaron en absoluto de los míos.

 

- Nos… veremos luego, supongo – noté como asintió con la cabeza y me puse el casco, para después montar mi moto y salir de ahí.

 

Apenas llegué vine a contarte todo, nada más el acordarme logra que mi corazón vuelva a querer explotar, y

 

*****Diez minutos después *****

 

Disculpa que dejase de escribir, pero mi teléfono sonó, un mensaje de ese idiota, no creí poder sentirme mejor hoy, sin embargo recibir este sms ha superado la felicidad anterior. Mañana te contaré, ahora quiero dormir pero no sé si voy a lograrlo.

 

Descansa.

 

PD: Creo que deberé echarme una mano  -////-

 

 

DIARIO DE IORI

 

xx/xx/1997

 

Hola, creo que hoy hice algo que no debía…lo cual no quiere decir que no quisiera hacerlo, sencillamente mi razón se desconectó por completo, ¿recuerdas que invité al desgraciado gato al siguiente concierto de la banda en el bar donde trabajo ahora? Pues fue… y no contento con eso el cabrón se vistió como no lo había visto antes, no puedo asegurar que lo hizo para llamar mi atención, pero tal pareciera que sí, debo aclarar algo, NO, y léelo bien, NO ME GUSTAN LOS HOMBRES… pero ese idiota me ha perforado el cerebro metiéndose en cada una de mis neuronas, con esa carita de niña bonita, esos gestos de “no rompo un plato”, su ingenuidad que muchas veces raya en la estupidez.

Estábamos afinando algunos detalles en backstage cuando recibí una llamada, era el gorila que cuida la puerta, avisándome que el “gatito” estaba ya dentro del bar, miré la hora, faltaban casi 30 minutos para que comenzará el concierto, les dije a los demás que ellos se encargasen de lo que faltaba y salí a verle, no tenía que buscarle pues aparté una de las mejores mesas y le pedí a los camareros que le dijeran que todo iba a cuenta de la casa, obviamente me tocó pagarlo pero no es como si me faltase el dinero. Cuando llegué ya estaba sentado y con cerveza en mano, no vi el pequeño letrero que deje sobre la mesa con su “nombre” para que supieran que ya estaba reservada. Lo que si noté fueron algunas cenizas, el muy cabrón debió quemarlo, hubiese pagado lo que fuera para ver su cara al leer el “gatito” escrito en el papel, o la foto que tenía el cadenero donde le dibujé orejas y bigotes. Pero no pude.

 

-Llegaste temprano – le dije notando un leve respingo por su parte, dijo algo sobre el tráfico, al principio su conversación comenzaba a ser como siempre que nos vemos, petulante, desenfadada… sin embargo de pronto su tono cambió, le insulté un poco para hacerlo rabiar, aquí entre nos me agrada ver esa cara molesta, se mira más niño, como si hiciese un berrinche o algo así, su ceño se frunce y esas arruguitas en el entrecejo me divierten.

 

O al menos me divertía hasta que noté lo que estaba a punto de tomar, nada más y nada menos que…

 

- ¿Una Snake Amy? Enserio? – le pregunté a la menor, claro que ella no tenía la culpa pero sabe de sobra que ese tipo de bebidas es más para los extranjeros que llegan a visitar el bar

- F-Fue lo que él pidió… - miré al tarado de mala gana  – le traeré

- Corona por favor… - pedí algo suave para que se entretuviese mientras iba a ver a los de la banda, aunque para eso me quedaban unos minutos aún

- Me llevo el … - Aoyama (Amy) estaba a punto de tocar el tarro

- No, yo me quedo esto… - dije con seriedad quitándoselo casi de entre los dedos

- ¿Qué sucedes, me explicas? ¿Por qué me cambias la cer… - la voz del gato idiota me hizo voltear a verle, estaba reclamando lo de la puta cerveza?

- Esto tiene el 67.5% de alcohol… en tu vida has probado algo más que la Sapporo , que tiene ¿qué? 5%... una de estas te daría una patada apenas terminarla… ni siquiera sabías que putas estabas por beber – por supuesto que lo regañé, ¿Qué le pasaba? Creí que como participante asiduo de los KOF y debido a los viajes que ha hecho por los mismos sabría un poco de cosas tan básicas como cerveza, pero NO, el señorito se iba a beber una bomba atómica, lo cual le expliqué, no de muy buen modo ahora que lo recuerdo, pero lo importante es que le salvase la cordura y la sobriedad,

- Perdóneme señor… “experto en cerveza” – me reí internamente, ahí estaba el mini berrinche

- Quiero que estés sobrio cuando empiece a cantar – bebí algo de la cerveza, sentí como raspaba mi maldita garganta pero no es como si lo externase, puesto que era seguro que el otro se reiría de mi

- Tome Koneko-san – casi escupo al escuchar aquello, esa mujer se merece un aumento de sueldo

Platicamos un poco más, debo confesar que estar con ese tarado hace que el tiempo se pase demasiado rápido para mi gusto, puesto que la voz de Amy volvía a interrumpirnos, no tiene la culpa, es la mensajera de Ono, suspiré internamente, no quería irme pero el deber me llamaba. Me terminé la cerveza, y como le dije a Kyo… esa cosa mata las neuronas, claro está que en mi tarda en hacer efecto pues estoy acostumbrado a beber cosas más fuertes. 

- En diez minutos subimos… más te vale estar en primera fila … Looser… - puse mis dedos en la frente formando una L y caminé lo más erguido que pude al backstage

- ¿Bebiste? – me preguntaron los demás

- Un par de tragos a un tarro nada más…

- Si si… ¿mataste a la víbora? – era de esperarse que Aoyama le dijese a Kurumi lo que estaba pasando entre el gato y yo, a la baterista le encanta cotillear en lo que no le importa

- ¿QUÉ? – gritaron los demás

- Joder Yagami pudiste beberte esa porquería antes de cantar ¿no crees?

- ¿Me ves ebrio imbécil?  - le espeté a Shigeo

- No, lo que le sigue…

- Tch… cállense todos, vamos a tocar – dije tomando el bajo y subimos al escenario.

No pasó nada de lo que tenga que arrepentirme, tocamos mejor que nunca, escuché por ahí que balbuceaban que toqué así para lucirme frente al gato [obvio no] el cual, pese a hacerse el tonto las primeras canciones terminó como le ordené en primera fila mirándome con esos ojos enormes que tiene, claro que se hizo el desentendido pero no podía ocultar lo obvio, yo era su centro de atención [y él el mío]. Cuando bajé apenas meter el bajo al estuche salí para encontrarme con él, les dije a los otros que me dieran un rato y regresaría a ayudarles a acomodar todo. Estaba sentado de nuevo en su mesa, pero me sorprendí al ver todas esas botellas de cerveza.

-Llevas casi 7… - dije al estar junto a él, pero ni me miró el cabrón

- ¿Son por parte de la casa no? – “¡qué fresco!” pensé ante su respuesta… 

- Si, pero no has venido solo a beber y a sentarte ¿o sí? – pregunté nada más escuchar de fondo la petición que le hice a Takeshii, el D.J. No sé para qué el moreno miró tras de mí, pero no le iba a dar tiempo a buscarse a una tipeja cualquiera, no en mi zona. Tome su mano jalándole hacia la pista

- ¿Qué carajos ha….ces? - preguntó cuando acerqué su cuerpo al mío al tomarle de la cintura – ¡¿estás loco¡?... –  se notaba cierto apuro en su mirada, quizá pensó que los demás nos juzgarían ¿Cuándo dejará de sentirse el centro del maldito universo?... [del mío lo es pero no de todo el mundo]

- Mira a tu alrededor aquí bailan todos con quien les de la jodida gana… - dije restándole un poco de importancia a sus miedos, pues en verdad que no la tenían, volteó hacia los lados, su cuerpo se relajó al darse cuenta que cada quien estaba en lo suyo. Me incliné un poco, el ambiente nos estaba envolviendo

- When you were here before  - no pude evitar cantarle al oído, además así su cuerpo estaba más cerca del mío ¿sería todo por la maldita cerveza? La verdad no me importaba…  - Couldn't look you in the eye

- ¿Qué…haces?  - Sentí como se estremecía, y sonreí porque mi voz era la que provocaba aquello

- Me gusta esta canción… - dije sincero - You're just like an angel… Your skin makes me cry…  You're so fuckin' special, I wish I was special, But I'm a creep, I'm a weirdo, What the hell am I doing here? – me separé un poco para mirarle a los ojos, esas jodidas iris que me tragan como si fuesen un par de agujeros negros, terminé por acariciar su piel, pese a ser un hombre era suave - I don't belong here

Apenas logré finalizar la canción antes de besarle de forma profunda, tanto tiempo queriendo probarlos, tanto tiempo mintiéndome a mí mismo, simplemente mi cuerpo cedió a sus propios deseos, y mi corazón se llenó de calidez por esa boca, su aliento chocó contra el mío cuando terminamos el beso, pero duró solo unos segundos mientras recuperábamos el aliento y volvíamos a buscar nuestros labios, le atraje un poco más, mi cabeza daba vueltas, no sé si era el alcohol de antes, la descarga de emociones, o la intensidad del beso. Pero era obvio que me tenían que cortar el momento, el idiota de Takeshii comenzó a poner música electrónica, la madre que lo parió, después le romperé la cara. Regresamos a la mesa y bebimos de nuevo, si bien no dijimos nada mientras lo hacíamos sentí dentro de mí que no hizo falta, parecía menos tenso y eso me agradó, al menos no me golpeó y empezamos un zafarrancho a media pista, el que me correspondiese esos besos me aseguraba ir por buen camino.

-Debo irme – le oí decir, pero admito que no parecía muy convencido de hacerlo

- Te acompaño – respondí, no le obligaría a quedarse, él tenía sus motivos y los respetaría, además, obtuve más de lo que pensé lograr esa noche - debo quedarme para ayudarle a los demás a guardar los instrumentos – aclaré antes que pensase que le llevaría hasta su casa

- Entiendo… - me sorprendió un poco lo callado que estaba, regularmente dice idiotez tras idiotez ¿era una buena señal? O ¿me había adelantado en mis suposiciones? 

- Bueno, ve con cuidado – aquello me salió natural, no voy a escudarme en nada, solo le dije lo que sentía, pese a que dichas frases no solían ir con mi personalidad, supongo que eso se dice cuando alguien te preocupa ¿no?, y he aquí que sucedió lo más increíble de la noche, al darme la vuelta sentí como ahora era a mí a quien jalaban con cierta fuerza, o tal vez era solo la sorpresa de no esperar aquello, un par de labios se pegaron a los míos, ese gato me estaba besando por cuenta propia, me aturdió un poco y tarde en responder el beso, pero no dejaría que se fuese con una “mala impresión” así que le besé de forma apasionada, pegándole de nuevo contra mi cuerpo.

Sonreí de lado al ver que se separó para poder respirar bien, lamí algo de su saliva que quedó en mi labio inferior, noté además un rubor en sus mejillas, el cabello algo alborotado. Nos despedimos y vi como subía a la moto, confieso que disfruté ese momento bastante puesto que gracias a esos pantalones noté lo firme y redondo de ese trasero, con el uniforme no se le nota demasiado pero vaya que se entrena.  Regresé al departamento al terminar de ayudarles a los demás a acomodar todo como les prometí, le mandé un mensaje a Kusanagi, y lo respondió de inmediato, conversamos unos minutos y le dije que debía dormir. Pero no podía, era menester contártelo, sé no eres el diario que me regaló madre, pero de una u otra manera siento que al escribir mis pensamientos llegan más rápido hacia ella…

Pd: No se me escapará ese gato


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