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Dilema por 1827kratSN

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Recibir mensajes textuales calmó su alma, porque de alguna forma podía saber qué pasaba por la cabeza de aquella persona, y todo se volvería más fácil. O eso creyó. Porque sus antiguas almas gemelas sabían expresarse bien a través de las letras, dejando que su caligrafía apurada expresara emoción, o que sus trazos quebradizos expresaran desesperación o angustia, porque incluso agregaban signos de exclamación o cosas así.

Pero su actual alma gemela no hacía eso.

Los trazos de aquella persona eran siempre definidos con exactitud, jamás había una curva fuera de lugar, siempre respetaba los espacios, muy pocas veces se añadían signos de exclamación, las frases eran cortas y serias. En cierto punto llegó a abrumarse con tanta rectitud, pero poco a poco se fue acostumbrando a que su soulmate fuera el reflejo de un alma vieja y calma.

 

“Do you like something special?”

(¿Te gusta algo en especial?)

 

Se había tomado el tiempo de conocer a esa persona, sin saber si era un hombre o una mujer, siempre dejando esa incógnita porque de esa forma era más divertido apostar por quién se delataría primero. Había descubierto que su soulmate gustaba de la calma, el orden estricto —por eso de su caligrafía pulcra—, del silencio y un buen libro, pero a Ecuador no le bastaba, quería saber más que eso.

 

"I like your drawings. I have liked them since I was a child.”

(Me gustan tus dibujos. Me han gustado desde que era un niño.)

 

Ecuador al fin vio algo de emoción en esa escritura, porque eran dos oraciones seguidas, además, sintió en su pecho una suave agitación. Le parecía muy tierno que aquel desconocido fuera quien se hubiese delatado y le dijera que era un chico, pero más adorable le pareció el hecho de que, por un instante, se dejó la formalidad y al fin demostró su verdadero interés por algo en especial. Tal vez aquella persona solo se estaba reprimiendo, tal vez tuvo una crianza muy estricta, o tal vez solo tenía miedo.

 

“I like your calligraphy. She is so pretty, with her curves and her tail in each vowel.”

(A mí me gusta tu caligrafía. Es tan alhajita, con sus curvas y sus rabitos en cada vocal.)

 

Terminó riéndose al imaginar la expresión de aquel ente intangible, pensando en que tal vez se avergonzó, o que se sintió incómodo, y poco después solo suspiró porque tal vez ya no le responderían. Eran los riesgos de no saber tanto de aquella persona.

 

—Ay, Ecuador, ¿cuándo aprenderás a detenerte antes de decir pendejada y media?

 

Negó antes de volver a su realidad y mirar el traje bien planchado que colgaba de un ganchito medio mal puesto en la puerta de su armario. Tenía que asistir a una de esas reuniones formales con unos gringos, pero sinceramente le daba mucha pereza ir.

 

“Thank you.”

 

Al menos saber que su soulmate no se enojó o algo así, le puso de mejor ánimo, así que tomó sus cosas y empezó a vestirse. Le dejó un mensaje de despedida con una carita feliz, y eso bastó como para informarle a su nuevo amigo que tenía obligaciones que cumplir.

Debía recordar que era un country adulto y por ende tenía que lidiar con otros adultos a la par.

 

—Pero qué huevada.

—Deja de quejarte papá.

—Pero estoy cansado.

—Por quedarte despierto hasta tan tarde.

—Pero la película estaba bien buena.

—Sabías que teníamos reunión temprano.

—Ay, ya no quiero.

 

Solo diosito sabía cuánto odiaba la rutinaria vida de ciertas épocas, como en el inicio del año cuando todos debían rendir cuentas y planificar lo que se haría en todo el año venidero. No le gustaba el ajetreo que muchos tenían por entablar negocios nuevos, acuerdos comerciales, presupuestos, intentar tapar su mala economía y cosas así.

Ser un adulto era un asco a veces.

Pero tenía lados buenos también.

Como cuando se reunía con sus ñaños, sus amigos cercanos, primos, y bueno, en general toda la jorga latina que siempre era animada y problemática. Como en esa ocasión cuando, ni bien empezada la reunión con taita ONU, ya andaban haciéndose bromas de todo tipo, retándose a una “integración”, empujándose de los asientos y lanzándose cosas para que todos estuvieran atentos a algún chisme nuevo.

 

—Qué gonorrea —reían a vivo pulmón a veces—. Marica, ¿en serio usted hizo eso?

—No fue mi culpa —se defendió Perú—. ¡Se me atravesó!

—¿Qué? ¿Qué? Quiero saber.

—No, usted pa’llá, suficiente con que se enteren estos.

—¡Pero quiero saber, carajo!

—Yo también.

—Véngase, parce, que yo le cuento.

—No seas puto, perusito, y deja que nos llegue el chisme.

 

Aunque a veces sí se pasaban y se centraban tanto en sus propios asuntos que ignoraban la incomodidad ajena, y solo cuando alguna de las potencias —generalmente USA— se quejaba del bullicio, se daban zona de que habían estado gritando y riéndose a carcajadas. A veces hasta España les daba un guachazo a todos para que cerraran el pico y tomaran lugares porque la ONU estaba a punto de llegar.

 

—Tranquilo, abuelito, que le va a dar un paro.

—¿Vosotros jamás dejaréis de ser unos críos o qué?

—Pa’que decir que sí, si no.

—Los mayores al menos deberíais de controlar a los más críos, joder.

—Ahora dirá lo de las “ostias” —susurraba Perú.

—Voy a daros de ostias uno de estos días.

 

Más risas entre dientes antes de separarse y ponerse serios. Tal vez por eso a Ecuador le gustaban esas reuniones, además de que era de las pocas veces que podía estar con Panamá, Colombia y Venezuela como cuando eran unos guambritos ignorantes de que pronto su taitita se les iba a ir. A veces desearía que sus problemas territoriales disminuyeran para volver a esas épocas donde al menos se veían tres o cuatro días a la semana en la casa común que tenían en territorio de Colombia.

Lo malo es que la intención de ponerse serio no le duraba demasiado.

Y terminaba dibujando alguna cosa en los papeles que tenía en su puesto para disimular.

Aunque en esa ocasión prefirió garabatear en su mano —para variar—, además, si mal no estaba, su soulmate no tenía algo importante que hacer o siquiera se daría cuenta de su dibujo. Así que con esfero en mano siguió trazando líneas y líneas que formarían después la silueta de un gatito con rayas. Al menos así se le pasó media reunión y no se quedó dormido como en el caso de Paraguay, quien fue regañado después.

 

“Ich mag Katzen.”

 

Ecuador no se fijó en esa respuesta sino hasta que ONU estaba dando el discurso para terminar con la reunión, y sonrió tan ampliamente, con tanta emoción, que Panamá le dio un leve codazo como para que le contara el bochinche. Ecuador no pudo evitarlo. Tuvo que mostrarle la respuesta a su dibujo, ¡es que era algo tan lindo! Aunque no entendiera ni papaya.

 

—No seas chambón y aprovechemos que están todos —Panamá susurró emocionado también.

—¿De qué habas, ve?

—Hay que preguntarle si alguien entiende el idioma.

—Ah puta, si cierto, hay que preguntarle a un europeo.

 

Pero primero tenía que borrar el dibujo del gatito, no quería ser la burla de quienes desconocían sus dotes medias decentes para eso del dibujo. Así que se tardó un poquito en el baño, pero regresó de volada para preguntarle al primero que se encontrara. Aunque sinceramente no pensó que ese sería su amigo el australiano, al que no le entendía nada en ocasiones.

 

—¿Sabes qué idioma es, panita?

—I think I know it… —(Creo que lo conozco…), examinó cuidadosamente—. Can be Finnish —(Puede ser finlandés).

—¿Sabes dónde anda el tal Finlandia? Es que necesito quitarme al menos esta duda.

 

Jamás había estado tan animado como en esa ocasión donde, junto con Panamá, se la pasó corriendo por los pasillos en busca del country perfecto —o quien ellos creían sería el perfecto—, para preguntarle sobre la frase en su brazo. Ah, que calor hijueputa que terminaron agarrando después de su quinta carrerita para alcanzar a Finlandia y su traductora, pero valió la pena.

 

—Mi hermano y yo tenemos que preguntarle algo —Panamá habló en esa ocasión, porque estaba más calmado y podía hablar despacio, para que la traductora los entendiera.

—Kyllä, kerro minulle, kuinka voin auttaa sinua? —(Sí, dime, ¿en qué te puedo ayudar?), les habló el chico de la crucecita azul.

—¿Esto es de tu idioma? —Ecuador mostró su brazo, donde la marca de aquella frase se estaba blanqueando de a poquito.

—Oh… Onko sielunkumppanisi? —(¿Es tu alma gemela?), aquel europeo lo miró asombrado—. Onko sinulla yhteyttä hänen kanssaan? —(¿Tienes contacto con él?), miró a su traductora para que lo ayudara.

—Sí, pero no sé qué idioma usa. Tenía la esperanza de que fuera finlandés.

—Olen pahoillani, poika, mutta se ei ole minun kieleni —(Lo siento, chico, pero no es mi idioma).

—Chamadre —pero Panamá le golpeó la cabeza—. ¿Qué?

—No groserías —suspiró antes de mirar a Finlandia y a la traductora—. Gracias de todas formas.

—Ihailen, että otat yhteyttä siihen ihmiseen tai ihmiseen —(Admiro que te contactes con aquel humano o humana), le sonrió—, se on erittäin rohkea —(es algo muy valiente).

—Eres de los pocos que lo cree —sonrió.

—Tiedät, luulen nähnyt jotain vastaavaa toisessa maassa —(Sabes, creo que he visto algo parecido en otro país), señaló el brazo de ecuador—. Voit kysyä yhtä Neuvostoliiton lapsista —(Puedes preguntarle a uno de los hijos de URSS).

—¡Oh! —Ecuador sintió sus ánimos subir de nuevo—. Los guambritos del señor URSS.

—Se ei ole heidän kieltään, mutta se voi olla peräisin jostakin aasialaisesta ja he voivat todistaa sen —(No es su idioma, pero puede ser de algún asiático y ellos lo pueden certificar).

—¡Gracias! Te debo una.

 

Estaba tan animado porque al menos aprendería algo de la cultura de su soulmate, hasta podría empezar a aprender el idioma del mismo para comunicarse mejor. Eran tantas sus expectativas que no se dio cuenta que el tiempo pasaba, y para cuando quiso buscar a uno de los hijos de URSS, ya todos se habían ido. Solo soltó un suspiro largo, pues ya habría otra oportunidad.

 

—Oye, ñaño —miró a Panamá—, ¿crees que esto es una pérdida de tiempo?

—No —le dio un golpecito en el brazo—, deja de pensar tonterías y mejor vamos por Colo y Vene para comer algo.

 

 

Pero…

 

 

—–—– — —–––– –—––——…–––—? —(¿Qué te sucede?)

—Es ist nichts —(No es nada).

 

Rusia no se tragó la poco convincente respuesta de Alemania, pero no profundizó mucho o insistió en saber la verdad, después de todo, había visto que su amigo se distrajo durante unos momentos en la reunión. Era extraño que Alemania se concentrara tanto en sus manos y perdiera el hilo del tema que trataba ONU, pero supuso que sería algo sin importancia.

 

—Russland —(Rusia).

—–—– —–——–––——? —(¿Qué pasa?)

—Hast du deinen Seelenverwandten kontaktiert? —(¿Te has contactado con tu alma gemela?)

—–– —(No).

—Bist du nicht neugierig darauf? —(¿No te da curiosidad hacerlo?)

—–– —–– ––––– ... ––, ––––––, –— –––––—– —(No tanto…, pero al parecer a ti sí).

—Glaubst du, es ist Unsinn? —(¿Crees que es una tontería?)

— –– —(No), hizo una mueca—, –– — —–– –––––, ––– ––– –—–— ———–––– –– ——–, ––——––— — –—––––—, ——– —––——–––––— –——– - ——– —–––––– –—––––– —(pero ya vi a mi padre sufrir por eso, así que estoy consciente de que un alma gemela es sinónimo de problemas).

—Und ja… —(Y si…), suspiró—. Nein, vergiss es —(No, olvídalo).

—–—– —–, ——– –—–––––– ––— –– —––—––––? —(¿Es eso lo que te distrajo en la reunión?)

—Kann sein —(Puede ser).

—–’— ––—––—–—— —– —–––– –—–—–– ––––––––––? —(¿Estás charlando con tu alma gemela?)

—Manchmal —(A veces), sonrió—, er ist sehr beharrlich ... also schenke ich ihm von Zeit zu Zeit etwas Aufmerksamkeit —(es muy insistente… así que le doy algo de atención de vez en cuando).

—–’— ––––—–—— ——–——–––—– —(Pareces feliz).

—Nicht so —(No es así), volvió a su seriedad inicial.

—–’ —–––– ––––? —(¿En serio?), se burló

—Nur... Er ist ein Künstler und ich mag seine Arbeit —(Solo… Es un artista y me gusta su trabajo).

—–—– ––––— —–——– —(Eso tiene sentido).

—Es ist nur, weil wir diesen Geschmack teilen —(Es solo porque compartimos ese gusto).

 

Rusia conocía a Alemania demasiado bien como para saber que eso último era mentira, porque su amigo no se interesaba en algo diferente a sus obligaciones, una cerveza, y papeleo diverso. Pero no dijo nada. Apostaría con Bel sobre cuánto le duraría el “desinterés” a Alemania, antes de que empezara a distraerse más seguido, y después ya se burlaría adecuadamente de eso. Por el momento, solo negaría y se haría el desentendido en las veces que Alemania revisaba su brazo, seguramente esperando un mensaje de su alma gemela.

 

—–’— ––––—– –—–––––, ––—––? —(Sabes la regla, ¿no?)

—Verliebe dich nicht in einen Menschen. Ich weiß —(No enamorarse de un humano. Lo sé).

—– –– —…–——, ——––— —— –––– – –––—–––... —(No quiero que caigas en la locura…)

—Wie mein Vater —(Como mi padre), suspiró—. Ich weiß —(Lo sé).

—–‘—–— –——–—–––– —(Ten cuidado).

—Ruhig... Ich habe nicht die Absicht, ihn persönlich zu treffen —(Tranquilo…, no tengo intensiones de conocerlo en persona).

—––– –———– —(Es mejor así).

 

 

 

Notas finales:

 

¿Han leído sobre el amor obsesivo del Führer? Bueno, tenía una pasión por su sobrina, y eso lo llevó a la locura de encerrarla en sus dominios. Tomando eso como referencia, creé la última parte de este capítulo.

Chale, voy lento, pero seguro XD

Ya en el siguiente el encuentro esperado… ¿o no?

Chan, chan, chan.


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