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EL DESPERTAR DE LA LLAMA por Artemisa El Britannia

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Notas del capitulo:

Espero que disfruten en leerlo como yo al escribirlo. 

Capítulo 4

 

Tsuna se dio cuenta de inmediato que era el hombre que el día anterior había asechado su casa, le recorrió un escalofrió pensando en que posiblemente era un acosador que había logrado entrar a su escuela por obra de magia y podía hacer cosas atroces a los alumnos, dentro de su imaginación había cientos de imágenes que podrían tacharse de absurdas, pero no por eso menos probables, se le quedo viendo al maestro sin escuchar el fin de la explicación del director sobre el afamado programa al que habían entrado, algo le decía que Reborn no era un maestro normal… solo debía de ver la marca de su traje para saber que un salario de profesor no podría pagar ni siquiera una manga del mismo, cuando por fin sus ojos se toparon con el nuevo profesor sintió lo mismo que en la mañana, el peligro inminente cómo si la muerte misma lo estuviera asechando en ese momento sus alertas se encendieron como sirenas de ambulancia y a pesar de que quería salir corriendo sus piernas temblaban de tal manera que no podía moverse de su lugar, el sudor frio se hizo presente de inmediato, la presión estaba causando un ataque de ansiedad como el primero que había sufrido y que le había hecho vomitar bilis, entonces su cabeza sólo pensó en una persona, Hibari así que tomo el celular que le había dado entre sus manos y lo apretó pensando en el presidente, por lo cual a pesar de la presión que ejercía el aura del nuevo tutor sobre su persona el simple hecho de pensar en el chico lo hizo sentirse seguro.

Por su parte el nuevo tutor sonrió al ver como el menor lo retaba con la mirada, a pesar de que estaba pálido, sudando frio y sus piernas aún no dejaban de temblar, sonrió pensando que su nuevo estudiante iba a ser muy entretenido entrenarlo, cuando por fin esa albóndiga que tenía por director había terminado de hablar y se quedó sólo con sus nuevos alumnos decidió poner las cosa en claro desde un inicio, no quería ningún graciosito ni mucho menos que quisieran pasarse de listos con él.

 

-         Buenas tardes – sacó una pistola y empezó a cargarla frente a todos causando un terror de inmediato – en Italia tenemos un método de educación bastante simple y básico, cualquier simio puede seguirlo y aprender a hacer cualquier tipo de cosa que el maestro pida – los alumnos empezaron a sudar sangre y entonces cuando terminó de cargar el arma y colocarle un silenciador, apunto a la dina que tenían en su salón de clases y le dio en el centro – yo les voy a explicar sólo una vez y después voy a escoger a alguien a la azar para que me demuestre que si aprendieron, se esa persona no logra resolver el problema – sonrió con malicia y apunto su arma contra uno de todos los niños presentes – todos van a pagar por el error – así colocó su arma sobre el escritorio y empezó a impartir la clase.

 

Los presentes tenían mucho miedo al nuevo profesor, pero no querían sufrir su ira así que se dedicaron totalmente en silencio a aprender todo lo que el mismo les enseñara, a pesar de que era un sádico la manera de explicar era bastante clara y sencilla de entender, eso o todos estaban demasiado enfocados en aprender que se les había hecho muy fácil toda la explicación, la mejor parte es que al parecer después de la comida tendrían su primera clase de educación física y posteriormente el examen con el cual los había amenazado desde el inicio.

 

Tsuna estaba aterrado él jamás había sido bueno en los deportes y el pensar que su nuevo maestro iba a torturarlos a todos por su exceso de torpeza le ponía bajo más presión de la que necesitaba en su vida, mientras se cambiaba el uniforme sentía como el sudor frio empezaba a correr por su cuerpo, la presión en esos momentos era mayor que cuando conoció a su maestro, mientras caminaba al patio su amigo Yamamoto iba junto a él diciéndole que se veía muy mal y que mejor debería ir a la enfermería o acabaría desmayándose en el sol, pero sus palabras se escuchaban tan lejos que no podía entender al 100% lo que decía.

 

Al llegar al patio se dirigieron hacia la pista para correr y Tsuna se puso más nervioso, llego el punto donde el estrés hizo que volviera a ver las imágenes de lo que pasaba a su alrededor, entonces vio a Mukuro detrás del edificio observándolo directamente a él, así que volteo justo al punto donde lo estaba vigilando el peli azul se sorprendió por la precisión con la cual lo había encontrado, así que se movió rápidamente para buscar un lugar donde vigilarlo sin que se diera cuenta, pero el castaño lo perseguía con la mirada demostrando que no importaba a donde se escondiera siempre daba con él. Sonrió con malicia pensando que el presidente se había encontrado la cosa más interesante sobre la faz de la tierra, de desistió en seguirlo y entonces tomo a un chico de segundo grado que se veía demasiado nervioso por su presencia, así que decidió que iba a molestarlo y mostrarle un poco de dolor.

 

-         Rayos, esto no es bueno – entonces Tsuna corrió a los vestidores y entre tropezones llegó a su mochila donde tenía el teléfono, jamás pensó que lo usaría así que simplemente mando un mensaje bastante corto, pero directo – “Busca a Mukuro en el tercer piso”.

-         Tsuna ¿Dónde estás? – Yamamoto entro después de él a los vestidores preocupado por como había salido sin decir nada, además de que mientras subía las escaleras que separaban la pista y los edificios de la escuela todos habían visto como se había caído y había dejado una mancha de sangre sobre las escaleras, así que lo había seguido para asegurarse que estuviera bien.

-         Yamamoto… - no terminó de preguntar por qué estaba ahí cuando su amigo lo sentó sobre una banca y empezó a revisar la herida que tenía en la pierna y que al parecer era profunda, ya que no dejaba de sangrar - ¿Cuándo me...? – el pelinegro tomo a su amigo del brazo y lo cargo en su espalda para llevarlo a la enfermería - ¡Ah espera! – Tsuna estaba más rojo que un tomate por esa acción, pero decidió no moverse para ver si así se hacía invisible y no se daban cuenta de lo que pasaba, claro que esa estrategia no funciono, ya que todos veían con sorpresa la escena.

 

Al llegar a la enfermería vio dentro a la chica que acompañaba a Mukuro, la había visto mantener la distancia entre los otros dos hombres aterradores con los que se juntaba y no la culpaba, ambos tenían la misma aura peligrosa que su líder, cuando la vio a los ojos tuvo una imagen donde se vio a si mismo salvando a un gato de ser atropellado y un dolor agudo en todo el cuerpo lo cubrió, separó de inmediato la mirada y empezó a tocarse el abdomen alto, había sido la peor visión que había tenido hasta el momento.

Yamamoto al parecer no había notado su existencia, ya que estaba buscando entre las gavetas de la enfermería los implementos para poder curar a su amigo, pero entonces la chica se acercó a Tsuna y empezó a ayudarlo a limpiar la herida donde ambos notaron que sólo había sido superficial.

 

-         Estarás bien, la sangre fue lo que hizo más escandalo – Yamamoto volteó en ese momento y se dio cuenta de que la chica ya le estaba colocando una gasa en la herida, pero lo que más le sorprendió fue que esa chica no hubiera detonado la fobia de su amigo de hablar con el sexo opuesto, al contrario, parecía que se conocían de años y se entendían si hablarse.

-         Muchas gracias… - Tsuna le sonrió suavemente y observó mejor a la chica que tenía varias heridas en la cara, en los brazos y en las piernas tenía moretones, entonces decidió ayudarla y tomando un algodón con alcohol que tenía a su costado empezó a limpiar las pequeñas cortadas que tenía a la vista – no deberías dejar que te haga daño, aunque sea de tu familia – Tsuna había visto en su mirada como su mamá le hacía daño a su hija cada que se sentía frustrada o molesta.

-         Es culpa mía por ser tan tor… - no terminó su oración cuando Tsuna la abrazo, se había sentido conmovido por lo que había visto que ahora estaba llorando el dolor que ella no expresaba, él había pensado que su vida era mala por el bullying, pero él siempre tuvo el apoyo de su madre y de su padre cuando estuvo presente en casa, pero esa chica no tenía ningún apoyo de las personas que se suponía tenían que defenderla, durante el abrazo sintió las lágrimas de la chica en su ropa, pero entonces un escalofrió le recorrió por todo el cuerpo y al voltear vio a Mukuro viéndolo de manera intensa no parecía querer lastimarlo, pero si se veía interesado por la escena.

-         Hola… - no termino de hablar cuando tenía la punta de un tridente en su cuello, Tsuna empezó a temblar de miedo siempre había pensado en la muerte, nunca pensó que llegaría ese día, si bien el presidente del comité disciplinario era un augurio de muerte ya se había dado cuenta de que no iba a lastimarlo, pero el sujeto frente a él estaba completamente al acecho y ya lo había delatado sus planes macabros en dos ocasiones, así que tenía muchas razones para querer matarlo – “¿de dónde rayos saco el tridente?”.

-         ¿Qué le hiciste? – se quedó petrificado totalmente, al parecer su instinto natural pensaba que al quedarse quieto como zarigüeya evitaría su muerte.

-         No le hizo nada malo – Yamamoto tomó el tridente por la parte de debajo de las cuchillas para evitar que hiriera a su amigo.

-         Nii-san, estoy bien no le hagas daño – la chica de cabello azul se levantó y empezó a alejar su hermano evitando que dañara al castaño – no me hizo nada malo – Tsuna vio como poco a poco bajaba el ánimo del matón, pero al ver a su hermana se volvió a enojar, pero ahora contra la mujer que le había hecho las heridas.

-         Vámonos de aquí Nagi – antes de que pudiera avanzar, Tsuna sujeto a Mukuro de la pierna sorprendiendo a todos los presentes.

-         No te la lleves aún, se hará daño si camina con la herida que tiene en el tobillo – la chica vio con sorpresa al castaño, ya que esa herida no estaba a la vista y había ocultado muy bien el dolor que le causaba al caminar, por lo cual no sabía cómo se había dado cuenta de su existencia.

-         ¿Nagi? – la chica se sentó en la camilla y se quitó el zapato junto a su calceta mostrando la gasa llena de sangre que la ayudaba a aguantar el dolor, Tsuna se dedicó a limpiar la herida y cuando termino se sintió satisfecho, ya que a pesar de su torpeza pudo ayudar a alguien.

 

Mukuro se le quedo viendo al castaño sorprendiéndose por la amabilidad con la que trataba a su hermana, pero le causaba más sorpresa que Nagi no hubiera querido matarlo por tocarla, su hermana era muy tranquila a comparación de él o de su pandilla, pero cuando se trataba de hombres era demasiado agresiva con ellos al punto de dejarlos muy mal heridos si se atrevían a tocarla sin su consentimiento, pero ahí estaba ese chico castaño vendándole su pie, sonriendo de manera amable y su hermana le contestaba la sonrisa.

Al terminar de curarla Tsuna se paró y vio al presidente del comité disciplinario en la puerta, podía sentir que estaba molesto, pero no entendía porque, así que solamente se escondió detrás de Yamamoto esperando que no lo asesinara.

 

-         ¿Qué hacen con mi herbívoro? – Tsuna se sonrojó al escuchar la palabra “mi” en la oración, sobre todo porque no sabía en qué momento había pasado de ser una persona a un objeto.

-         Kufufufu no puedes acaparar al nuevo amigo de Nagi de esa manera, Ave-kun – Tsuna se sorprendió por el apodo que tenía el presidente y el pelinegro se enojó aún más, ¿qué se creía esa piña al decidir que sería amigo de su hermana?

-         Yo creo que Tsuna puede ser amigo de todos, también yo soy su amigo – Tsuna se dio cuenta de que Yamamoto no sabía leer la situación y por eso había hablado con tanta soltura sin importar que el presidente pudiera explotar.

-         ¿Creí haberte dicho que no podías tener más amigos? – Tsuna se sorprendió por su comentario, ya que él recordaba que no podía tener más contactos en su teléfono, pero no le había dicho que no hablara con nadie, si bien no era muy difícil, ya que sólo le hablaba a Yamamoto y además estaba evitando a toda costa tener más amigos… no con buenos resultados cabe destacar.

-         Tsuna no podría prometer algo así – Yamamoto sonaba como si lo conociera de años atrás, ya que estaba tan seguro de su comentario que su mirada lo reflejaba, adicional a eso Nagi empezó a mostrar un aura similar a la de su hermano.

-         Él no te pertenece – Mukuro se sorprendió al ver que a su hermana mostraba interés por el castaño, él sólo quería molestar a la alondra, pero no se imaginó que Nagi de verdad tuviera un interés en ser su amiga.

-         Vámonos herbívoro – Hibari sabía que pelear no valía la pena sólo había una forma de hacerles entender que le pertenecía y era que el herbívoro se los demostrara.

 

Tsuna no sabía qué hacer, todos se le habían quedado viendo esperando a ver su reacción, de cierta manera no quería verse a sí mismo como una cosa, pero el presidente del comité disciplinario era el que más miedo le daba de todos los presentes y a su vez lo hacía sentirse seguro, así que caminando con la cara roja caminó detrás del pelinegro dejando a todos los presentes con la boca abierta.

Yamamoto por su parte sonrió, él no tenía problema en que fueran todos amigos, pero sería difícil con las personalidades tan fuertes que tenían los presentes, así que lo mejor era no presionar. Al momento de seguir a su amigo (porque no pensaba dejarlo sólo con el presidente) Hibari lo paro en seco colocando una de sus tonfas en la garganta, pero él no era una persona a la que le podías meter miedo sólo con amenazas, él se juró que protegería a Tsuna y no lo iba a dejar sólo con el temperamental presidente.

 

-         ¿Qué quieres aquí herbívoro? – Hibari sólo tenía paciencia con el castaño detrás y no planeaba aumentar ese número de personas.

-         Su mamá me pidió que lo cuidara, así que no pretendo dejarlo solo con nadie – Hibari vio la determinación con la que ese herbívoro le hablaba, además se veía que no era igual a la demás bola de inútiles que caminaban por la escuela, lo pensó por un minuto y decidió que dejaría que cuidara del castaño – más te vale que no le pase nada o te morderé hasta la muerte – Tsuna se sorprendió de que Hibari dejara que lo cuidara – sólo a él puedes agregarlo al teléfono – y así como llegó se fue de nuevo a patrullar la escuela y sus alrededores.

-         “Por dios ese hombre si sabe cómo meter miedo” – el castaño no se imaginó que necesitaba el “permiso” de ser amigo de Yamamoto.

-         Ya decía yo que Hibari no era tan malo, ahora podemos juntarnos todos y ser amigos – Tsuna vio con sorpresa al moreno, de verdad parecía no leer la situación en la que se había metido por haberlo seguido.

-         Vamos a clase Yamamoto, recuerda que es nuestro primer examen – no quiso pensar más en lo que había pasado y mejor caminó hacia su salón.

 

 

Al llegar todos se veía muy mallugados por la clase de educación física y Tsuna no sabía decidirse si pasar el tiempo con los dos maleantes más peligrosos de la escuela era mejor que ir a clase de educación física con su nuevo tutor, cuando entró estaba tan distraído que no notó que la castaña estaba en su lugar esperándolo para hablar, se había puesto la meta de que ese día le agradecería de la manera correcta y no pensaba irse de la escuela sin cumplir su promesa.

 

-         Hola Tsunayoshi-kun – el castaño por fin se dio cuenta de su presencia frente a él y casi saltó sobre su amigo de la sorpresa.

-         “¿Por qué esta en mi lugar?” – Yamamoto sostuvo a su amigo para que no huyera de la situación, ya que debía de hablar con la castaña si esperaba que dejara de seguirlo, además la chica se veía muy amable seguramente se podría llevar igual de bien como con Nagi.

-         Mi amigo es un poco tímido, así que ignora su cara de espanto – la chica sonrió con nerviosismo, jamás pensó que de verdad podría dirigirle la palabra, pero ahora que lo tenía delante, su rostro no le hacía sentirse segura de que hubiera sido una buena idea.

-         “Tengo miedo…” – movió la mano a manera de saludo, ya que temía que al momento de abrir la boca terminara vomitando sobre la chica, como ya había pasado anteriormente.

-         Yo solo quería agradecerte el que me hayas ayudado el primer día de clases y que el segundo nos hayas ayudado con la banda de Mukuro – le hizo una leve reverencia en agradecimiento y Tsuna empezó a temblar más, ya que sentía la mirada de todos sobre ellos y eso hacía que su estómago estuviera trabajando a mil por hora con los jugos gástricos, eso no era buena señal para esa conversación necesitaba huir, pero Yamamoto lo tenía bien sujetado.

-         “Tengo que salir de aquí ¡AHORA!” – su cerebro gritaba eso una y otra vez, como si fuera su nuevo mantra y entonces el estrés lo llevó a volver a ver las imágenes en su cabeza y vio a Nagi caminando por el pasillo siendo molestada por los mismos tipos que habían estado en su salón el primer día de clases, entonces su mente regresó a su cuerpo y olvido por completo lo que pasaba a su alrededor – Yamamoto, debo ir por Nagi, la están molestando – Yamamoto sonrió y soltó a su amigo para que fuera a ayudar a la chica y opto por el distraer a la castaña que se veía desilusionada.

 

Tsuna olvido que debía de mandar el mensaje a Hibari, pero le importaba más que a Nagi no le pasara nada, en su interior algo le decía que debía de protegerla, mientras daba la vuelta para poder subir por las escaleras se topó con su profesor Reborn el cual lo veía con evidente burla y con ganas de molestarlo.

 

-         ¿Acaso también pretendes saltarte mi examen Tsuna? – el castaño tembló por el tono usado por su profesor, pero su instinto le decía que no estaba en peligro aun así no sabía cómo interpretar la mirada inexpresiva de su maestro.

-         Es que ella necesita mi ayuda – Reborn lo vio a los ojos buscando mentiras en sus palabras, pero desde que lo vio por primera vez se sorprendió de la transparencia de sus ojos, no había maldad en ellos y en ese mundo corrupto era sorprendente que alguien aún conservara su inocencia.

-         Bien, te daré oportunidad de que vayas, pero deberás quedarte después de clase a completar todo lo que no has hecho en el día – Tsuna sonrió feliz pensando que su maestro era mejor persona de lo que demostraba, así corrió directo hasta Nagi y cuando la encontró ya estaba acorralada por los mismos 3 sujetos que molestaron a su compañera.

-         Déjenla en paz – todos se sorprendieron por la presencia del castaño y estaban dispuestos a ponerlo en su lugar, ya que era la segunda vez que los interrumpía.

-         ¿Tú de nuevo? – el chico que tenía sujeta a Nagi y que parecía el líder del grupo se molestó por la interrupción, así que arrojó a la chica contra un muro lastimándola en el proceso y Tsuna por primera vez en su vida sintió el enojo, sabía lo que vivía esa chica en su casa y no iba a permitir que también sufriera en la escuela.

 

Mientras su enojo y miedo se juntaban una voz en su interior le dijo: “Muéstrales tu poder”, después de esas palabras todo a su alrededor se volvió negro y perdió la conciencia hasta el día siguiente que despertó en su cama completamente perdido.

 

¿Qué había pasado?

 

Continuara…

Notas finales:

Dicen que nadie muere por dejar un RW


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