Igualita que su padre
Siempre con su fastidioso sentido del humor, cómo le gustaba al mapache tocar las narices. ¿Sería algo genético? Quién sabe. Con gusto le habría dado una patada en toda la cara, Peter puso los ojos en blanco y bufó por la nariz.
- Nos vamos. - Dijo de mal humor, empezaba a detestar las referencias a su embarazo. - Y piloto yo, ¿te enteras?
- Lo que tú digas, capitán. - Farfulló Rocket subiendo a bordo.
- Thor, amigo... - Banner lo estrechaba entre sus verdes brazos. - Cuídate mucho, y cuida de ese idiota de tu novio.
- Llamaré de vez en cuando, lo prometo. - Sonrió el dios estirando la mano para invocar a Stormbreaker que acudió en un silbido.
- ¡Hala! - Exclamó Morgan. - ¿Has visto eso, Happy? Seguro que lleva un mecanismo dentro o algo. ¡Cómo me gustaría desmontarla!
- Es magia, pequeña. - Thor le guiñó un ojo y se agachó para besarle en la frente. - Pero tú sigue así, creciendo tan lista y preciosa.
Morgan se sonrojó, las atenciones del rubio siempre hacían que le subiera el rubor a las mejillas y acabó escondiéndose tímida detrás de Happy.
- Es igualita que su padre. - Murmuró el chófer de la familia con su sonrisa de bonachón cínico. - Que tenga buen viaje, amigo.
- Sí, yo... - Thor miraba a Happy con desconfianza, ¿sabría también él lo suyo con Tony? - Tengo que subir, nos vamos ya.
Echó un último vistazo mientras se replegaba la plataforma de la nave. Pepper le lanzó un beso y una amable sonrisa, el gordo de Happy seguía con su cara de bonachón sosteniendo la manita de Morgan que le miraba con auténtico asombro viendo despegar la Milano. Banner agitó su mano despidiéndose, la capa de Strange volaba a su espalda con el viento que despedían los motores y el mago simplemente se llevó dos dedos al cuello en una señal para recordarle que, si le necesitaban, pulsaran la piedra mágica del collar que le había entregado a Peter.
“Father and Son”, de Cat Stevens, sonaba por la megafonía. Rocket la había puesto con toda su mala leche, sabía que con eso tocaría el lado más sensible de Peter, pero él ignoraba la provocación concentrado en el despegue. Thor ocupó su lugar detrás de ellos, junto a Groot. Mantis y Drax siempre se sentaban al fondo.
- Vaya, qué canción tan triste... - Murmuró el dios. - Hace que me acuerde de mi padre.
- Sí, a mí siempre me hace pensar en Yondu. - Peter pulsó el botón de la consola para detener la música.
- ¡Pues a mí me gusta, y la he puesto yo! - Protestó el mapache. - Es tranquila, me relaja... - Rocket le dio al play de nuevo y la música siguió sonando.
Nadie dijo nada por un buen rato, escuchando la ñoña canción de Stevens en la que un padre habla con el corazón a su joven hijo. Salían de la atmósfera terrestre y se disponían a tomar un salto para abandonar el sistema solar. ¿Destino? Desconocido, por el momento. Hasta que Mantis detectó en su monitor una señal de alarma que centró toda su atención.