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Freak por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola ~

Listo el capítulo de hoy.

 No recuerdo desde cuando comencé a tener problemas para socializar con otras personas. Tengo pocos recuerdos de la escuela, se que tenia algunos amigos y también que mi hermana me llevaba a un parque a unas calles y jugaba con otros niños.  No tengo claro el momento en que hablar con otra persona se volvió difícil,  solo me empecé a aislar al punto de ser el chico que se sentaba en el rincón evitando ser visto por cualquiera para hablar lo menos posible. En los recesos buscaba el rincón más solitario, y comencé a evitar las preguntas de los profesores, no respondía a menos que me preguntaran directamente.

Estaba cómodo en casa con mi familia, con la misma tranquila rutina de ir y venir. Sinceramente nunca considere que tuviera un problema, solo no me gusta interactuar con otras personas, al menos así pensaba hasta que escuche a mi familia discutir una noche sobre mí.

He recibido otra llamada de la escuela de Marcell.

— ¿de nuevo? ¿Cuántas van?— sabía que a veces llamaban a los padres de los alumnos que tenían problemas, pero mis calificaciones eran perfectas y no me metía en problemas con otros alumnos, y no sabía que habían estado llamando a mis padres. Mamá no respondió cuantas llamadas llevaban pero imagine que debían ser muchas para que mi papá hiciera esa pregunta.

— están preocupados.

— ¿Por qué no hacen nada entonces? llamarnos no hará que Marcell mejore.

— lo intentan.

— ¿Cuál es el problema ahora?— mamá se tomó el tiempo para responder, como si intentara recordar las palabras de quien sea que llamaba.

— no funciona.  Por más que intentan hacer que Marcell conviva con alguien más, él simplemente se sienta en silencio con cualquier niño que intente hablar con él. Apenas responde y siempre está solo y antes de que digas algo, ha hecho eso desde el primer grado.

— Lo sé— escucho un suspiro— ¿crees que llevarlo con un especialista funcione?

— Marcell no está enfermo.

— ya sé que no, pero…— yo no me sentía enfermo y no entendí a que se referían con especialistas. Al mencionar una enfermedad, lo primero que pensé fue en que iríamos con un médico y posiblemente tuvieran que hospitalizarme para hacerme un montón de estudios en los que incluía muchas inyecciones.

Por supuesto, mis padres hablaban de un psicólogo y no de un medico como yo pensé. Conocí varios en los años después de haber escuchado esa conversación. A mis padres les tomo tiempo ponerse de acuerdo en llevarme a terapias,  y cuando al fin lo hicieron yo no estaba dispuesto a cooperar. Estoy seguro de que hay alguna regla que habla sobre el fracaso de las terapias cuando uno no quiere cambiar en realidad. Yo no quería cambiar, y visite varios consultorios en donde el resultado siempre fue el mismo.

Mi familia me entendía, si, y sé que aún lo hace. Nunca intentaron forzarme más allá de las terapias. Si me llevaban con algún niño a jugar y yo decidía no hablar o regresar a casa, ellos no hacían nada más y nunca me regañaron por no hacerlo. No podían quejarse de mis calificaciones o mi conducta en la escuela por más que les llamaran porque no hay ninguna regla que diga que tengo que convivir con los demás. Es lo que se espera, sí, pero no una obligación. Fue por entonces que conocí las series y luego el mundo de los Fanfic. Como ya pasaba mucho tiempo solo, escribí mi primer Fanfic aunque no lo publique. Me avergonzaba que mi propia hermana lo leyera, aunque era muy torpe escribiendo, no tenía amigos para que me dijeran si les gustaba o no así que yo solo continúe escribiendo por un tiempo sin mostrarle a nadie lo que hacía.

Leer en los foros, en páginas y en cualquier medio cualquier noticia sobre las series que veía me emocionaba tanto que al final termine involucrándome casi sin querer, fue como ser absorbido por ese mundo digital en el que nadie puede verte ni escucharte. Me encontré con muchas personaos que les gustaba lo que yo, y por primer vez en mucho tiempo me sentí bien “Hablando” con alguien más.  Me decidí a  publicar mis  escritos, y me ponía nervioso al ver que tenía un comentario pero no deje de crear nuevas historias. Así cuando llego el momento de elegir una carrera y una universidad, elegí algo que estuviera lejos de casa, no me permití elegir la universidad local por más que quisiera. Mis padres no pusieron objeción cuando les dije que quería venir a estudiar aquí, ni que necesitaba un cuarto para dormir. Técnicamente me dieron el dinero y me echaron las maletas a la calle.   

 Realmente he vivido muy bien desde que vine, Yamir e Ingrid son buenos compañeros y hemos encontrado la forma perfecta de convivir entre nosotros, incluso se dieron cuenta de mi problema sin necesidad de decirlo.

— ¿Qué tanto escribes? No has parado desde que llegue.

— un cuento de terror— murmuro, sin retirar la vista de la pantalla. Lo cierto es que el inicio de mi vida me parece la forma correcta de iniciar un cuento de terror. Es fácil y solo tengo que cambiar algunas cosas.

— Yamir me ha dicho que tienes un problema— ahora si alzo la vista. Ingrid está sentada frente a mí, esperando.

—  Claro, te lo ha dicho— pongo los ojos en blanco— realmente no sé si sea importante. Hay un fan… averiguo quien era, donde vivo y mis clases. Me ha dejado cosas en mi asiento y me envía fotos de mí cuando menos lo espero.

— eso suena a acoso.

— realmente no ha pasado nada mas…

— pero sigue siendo acoso. Deberías…

— es que tampoco le he explicado que eso me incomoda. Cuando le pedí que dejara de enviarme mensajes lo hizo, creo que si le pido que deje de hacer eso se detendrá. He sido fan de muchas personas y se que encontrarte con alguien a quien admiras puede hacer que…

— entonces pídeselo— suspiro, bajo las manos a mi teléfono— ¿Qué pasa?

— no quiero sonar grosero. No sé cómo debería…— como no la estoy viendo, solo veo como me quita el teléfono, con unas uñas muy largas— hey…

— ¿Cuál es?

—Ingrid, no…

— ¿Cuál?

— El primero— respondo con un suspiro. Mi teléfono no tiene clave alguna, no hay motivo para ponerle un bloqueo. Ella  comienza a teclear con rapidez y me hace decidirme a ponerle el bloqueo— no es necesario…

— es mejor tener las cosas claras, Marcell. Evitas problemas o confusiones— escucho el sonido de alerta y ella vuelve a mirar mi teléfono. Sonríe y luego me lo regresa— listo. Avísame si pasa cualquier otra cosa— frunzo la frente cuando tomo mi teléfono.

— te lo agradezco, pero esto fue muy invasivo ¿sabes?— lo esperaría de Yamir, no de ella—no deberías dejarte influenciar por Yamir, que siempre exagera todo.  Puedo hacerme cargo de esto yo mismo— ella me ve, y  puedo notar que la he sorprendido con lo que le dije. No puedo depender siempre de los demás. Ingrid no me dice nada,  pero estoy convencido de que no hará algo como esto otra vez si yo no le pido ayuda.

 

Marsh Mallow Reed_ 18:08

Agradezco mucho las atenciones que estuviste teniendo hacia mi persona, pero esta situación ahora me hace sentir muy incómodo por lo que te pido amablemente que desistas de los presentes desde el día de mañana.

 

Ah, eso ni siquiera suena a algo que yo escribiría.

 

Grey Son Jun_18:10

… ¿Lo siento?

Ver los mensajes me deja una sensación de alivio e incomodidad por igual.

 Tal y como pensé que pasaría, en mi asiento ya no aparecen bolsas de cheetos ni sodas, nada. Todo parece volver a la normalidad, excepto por que la sensación de que me espían se ha incrementado mucho, siempre siento que hay alguien tras de mí. Esa sensación de  que cuando no estás viendo  alguien aparece tras de ti. Lo peor es que lo siento en cualquier lugar: En clases, cuando subo al autobús, cuando espero a Yamir en algún lugar para regresar, cuando camino en la universidad de un lugar a otro… solo cuando llego a casa me siento bien.

— Marcell… oh, lo siento, no quería asustarte.

— No importa— intento sonreírle a Evangeline.

— iremos a una conferencia esta tarde, como no queremos volver iremos a comer por allí antes de que inicie ¿Vienes?— ella me extiende un papel, la información de la conferencia— nos darán puntos extra si vamos.

— eh…

— es un buen tema, pienso que serviría para ayudarnos con el concurso, además nos darán un certificado de asistencia y es gratuito.

— Iré— hasta yo se lo difícil que es encontrar un evento como este, aunque sea solo un par de horas.

— ¡Excelente! Iremos a comer pizza,  venia por Oscar.

— Llamare a mi amigo— había quedado de regresar con Yamir,  debe estar por terminar sus clases también.

— Hey, Reed ¿Qué paso?

— iré a una conferencia, no regresare a la casa contigo.

—  Oh, bien… ¿Iras solo?

— deja de ser tan chismoso. Nos vemos en casa— le cuelgo justo cuando Oscar llega con nosotros. Les sigo hasta el otro edificio donde nos encontramos con los demás y  luego caminamos unas calles hasta una pizzería a la que nunca he entrado. El lugar está lleno y tenemos que esperar a que una de las mesas quede libre.

Estando con ellos, la sensación de estar siendo espiado desaparece un poco. No estoy completamente cómodo con ellos, pero si lo suficiente para escucharles hablar aunque yo no diga nada. Cuando llegan las pizzas ya me he enterado de que solo Evangeline y yo estamos interesados en escribir novelas, pues cristina quiere especializarse en periodismo, Tania en la edición de textos y Oscar en hacer reseñas. Esto último me sorprende y eso debe notarse en mi cara puesto que cristina, que está sentada a mi lado, me da un codazo.

— ¿estás bien? ¿No te gusta la pizza?

— No es eso— para demostrárselo le doy una mordida a mi pizza de queso— estoy… sorprendido. Yo siempre pensé que los que estudiaban esta carrera querían hacer sus libros.

— oh— ella pone una gran cantidad de picante en su pizza— no es así. Hay una gran cantidad de alumnos de los cursos superiores que cambia el motivo por el  que está estudiando.            

— no lo sabía.

— tuve asesorías, por eso lo sé.

— también me sorprendió que Oscar quiera escribir reseñas cuando tiene problemas con los informes de las clases— pero cuando lo digo se hace un extraño silencio.

— ¡Hey!— todos se ríen. ¡No era mi intención que todos escucharan! Siento la cara roja y la lengua trabada— eso es porque nadie quiere leer esos informes aburridos, hare reseñas de cosas que la gente quiere saber— más risas.  Aunque siguen las bromas, yo sigo sintiéndome incomodo por eso. Parece que a ninguno le importa mucho lo que paso.  

Nos quedamos allí hasta que es casi la hora de la conferencia porque según Evangeline solo los que alcancen lugar podrán entrar, y nos hace ir casi corriendo de regreso hasta el auditorio donde será. Hay una fila en la mesa de registro pero no es tan larga como pensé.

— Aun falta una hora— Tania le da una mala mirada a Evangeline— casi vomito por correr hasta aquí.

— Teníamos que llegar a tiempo, tendremos buenos lugares— en eso tiene razón. Cuando entramos, apenas hay como unas veinte personas dentro.

Cuando inicia la conferencia ya no hablan tanto. Yo uso uno de mis cuadernos para tomar notas de la conferencia, que resulta ser muy buena e interesante, casi no puedo dejar de tomar notas y me duele la mano cuando al fin termina y todos se dirigen a las salidas con expresiones satisfechas. Yo estoy muy feliz, realmente todo esto me servirá para las clases. Ah, hace frio, ya está oscuro. Todo se ve muy diferente por la noche.

— aún es temprano ¡Vayamos a un karaoke!

— oh, ¿podemos ir a ese que fuimos la ultima vez?

— llamare a Carter.

— Eh… yo creo que pasó— Oscar y Evangeline me voltean a ver— nos vemos mañana.  

— ¿Estás seguro de que no quieres venir?

— no, tengo cosas que hacer en casa. Será para la próxima— es una promesa vacía, pero eso parece conformarlos. Me despido de las otras dos chicas agitando la mano y me doy la vuelta para caminar a la parada del autobús.

Ah, fue una buena conferencia, y pasar el rato con otras personas demás de Ingrid y Yamir es refrescante, aunque aún me pongo muy nervioso y temo hacer o decir algo incorrecto… mi poco intereses en relacionarme con ellos parece que solo me importa a mí,  creo que soy el único que le da importancia a eso… ¿esos son pasos? Creo… ¿alguien me está siguiendo? La oscuridad me pone nervioso y no hay tantas personas ¿será posible que alguien venga justamente por el mismo camino?  No me quito la sensación de que me siguen ni cuando volteo discretamente hacia atrás.  Los pasos no se detienen, y juro que cuando camino más rápido los pasos también.  

Solo camina… camina… mi teléfono, necesito… no, puede ser peligroso… aunque si llamo a alguien podría hacer que quien me sigue se vaya… maldición, no puedo ¿Dónde está el número de Yamir? Debería estar en llamadas recientes… un golpe me sacude, pero no de atrás como esperaba.

— lo siento— me siento tan mal que mis rodillas se doblan y suelto todo lo que llevaba en las manos, mi teléfono, un par de folletos que nos dieron en la conferencia… todo cae con un golpe fuerte, más fuerte de lo que esperaría del papel— ¿estás bien?

— ¿Qué paso?— un chico pasa por un lado, con unos audífonos grandes y bailando mientras camina. Le sigo con la mirada hasta que se aleja, y luego suspiro— ¿Qué?— oh, me están hablando. El chico que esta frente a mi parece preocupado.

— ¿te golpee?

— no… yo… estoy bien… ay, no, mi teléfono…— está apagado, en el suelo cerca de mí. Enciende, enciende— ah, está bien.

— Me alegro— el chico me extiende lo demás que se me cayó, y entonces noto que lo que causo el ruido es un estuche de algún instrumento musical. Me levanto, mirando el estuche. Si lo he arruinado…

— ¿Tu… se ha dañado?— señalo el estuche, porque no sé qué instrumento hay dentro. 

— debe estar bien ¿tú lo estás?

— si… pensaba que me seguían y estaba nervioso. Yo… ya me tengo que ir, gracias por ayudarme.

— Es…— la parada está cerca ahora, lo cual es bueno porque ¡Qué pena! debo parecer un tonto pensando que alguien me está siguiendo. Creándome todas estas historias en mi cabeza cuando el chico solo caminaba por una calle, por la que cualquiera puede caminar. Y por si fuera poco pude haber arruinado algún instrumento costoso. Estoy muy avergonzado…

Cuando llego a casa entro sin hacer ruido, no quiero preguntas ahora ¿Estarán en la sala? Ah, no están, por fin algo de suerte.  Me encierro en mi habitación sin hacer ruido y enciendo la computadora. Me doy un baño que logra relajarme lo suficiente para que mi cuerpo deje de temblar. Cuando me siento en la cama, con ropa cómoda la televisión encendida y continúo escribiendo: 

 

Nadie habla sobre que quizá no regreses.

Nadie habla sobre lo roja que es la sangre ni cómo puedes ver la vida irse del cuerpo de alguien a quien acabas de apuñalar.

Lo mejor sería quedarme perdido aquí, al menos será una muerte más tranquila

 

 

 

 

Ah, es tan tarde… de seguro Yamir ya se ha ido. Solo he dormido unas horas, anoche me quede despierto hasta que me quede dormido sin darme cuenta. La batería de mi computadora se agoto y no llegare a la primera clase.  Me siento como un zombi mientras me preparo el desayuno y luego en el autobús. Ni siquiera el vaso de café cargado que me compre en una tienda antes de entrar a las clases me ha despertado.  Aun no me quito la sensación de que me siguen, pero he decidido ignorarlo después de lo que paso, e increíblemente funciona, ya no me siento tan nervioso como hace días.

Yamir hoy regresa tarde, así que me regreso solo a casa para dormir un rato porque ya no aguanto el sueño, siento que me quedare dormido en cualquier momento. O al menos eso estaba planeando porque hay muchos invitados en la casa ¿No es un sueño?

— Marcell— Ingrid se levanta de uno de los sillones. No la había reconocido entre el grupo que no puedo ni contar de lo cansado que estoy.

— ¿Qué pasa?— no parece una fiesta como las que ella hace algunos fines de semana, es muy temprano para eso. Ingrid hace una mueca.

— una tontería, eso paso. Me vi involucrada en un malentendido y ahora tengo que dirigir clases complementarias sobre derechos y obligaciones— lo dice como si fuera un insulto, y me hace reír— estamos en la primera clase. No encontré otro lugar para hacerlo, se que no te gusta mucho estar con tantas personas…

— no importa. Enséñales bien. Yo iré a mi habitación.

— pareces zombi

— Así me siento— camino arrastrando los pies hasta las  escaleras.  Aunque ella se está quejando se que le gusta mucho hacer esas actividades, cualquier cosa que le haga mandar a los demás y demostrar lo lista que es.  Apenas llego a la cama, me quedo dormido.

 

Las clases de Ingrid hacen que Yamir y yo pasemos más tiempo fuera de la casa o encerrados en nuestras habitaciones y no salgamos hasta la noche. Tengo hambre y deje una rebanada de pastel de chocolate esta tarde.

— Pero ¿Qué fue lo que hiciste?— Yamir está en la mesa, escribiendo, o eso es lo que tendría que hacer en lugar de interrogar a Ingrid. Ella como siempre esta guardando su comida.

— nada.

— No te pondrían un castigo como este por nada,  anda cuenta— tomo una cuchara y me siento en otra silla, mirándoles. La verdad también quiero saber que paso— anda Ingrid… 

— Casandra le quiso hacer una broma a la chica nueva porque según le estaba coqueteando a su novio. Le dije que eso era tan infantil… ve muchas películas sobre eso al parecer. Ella hizo la broma  pero esa otra chica fue y enfrento a Ingrid, se hizo un escándalo en medio de los pasillos y todas terminamos castigadas. 

— Wow…

— ¿Tú estabas allí?— no puedo evitar la pregunta.

— ¡Estaba saliendo de mis clases! Les dije a todos que yo no tenía nada que ver con eso, y aunque no pudieron probar que estuve implicada me pusieron a dar estas clases “Por si acaso”— pone los ojos en blanco— al menos es mejor que todo ese servicio comunitario que les pusieron a hacer a las otras.

— eso es digno de escribirse— comento, imaginando la escena, incluso imagino a Ingrid hablando sin parar frente a un escritorio con la placa de director, y usando un montón de palabras legales como “Injusticia” “Me opongo”  y “No hay pruebas suficientes”— entonces no te probaron nada.

— no, el profesor de la clase dijo en mi defensa que había estado allí las dos horas de la clase. Ser miembro del club de debate también me ayudo. Ahora no le hablo a Casandra, estoy muy molesta con ella ¿Sabes que evaluaran a los que aceptaron venir? Les aplicaran una prueba en tres semanas y así verán si aprendieron o no. si no lo hacen tendré que seguir dando clases hasta que aprueben. 

— Que tragedia— comenta Yamir, quien no se ha reído como pensé que haría al escuchar la historia— pero he escuchado algunas clases, y parece que lo haces bien.

— gracias… me voy a dormir. Estoy agotada y aun tengo la clase de mañana—  cuando ella se va Yamir comienza a reírse, tapándose la boca con las manos y solo alcanzo a escudar algo  que suena como “de película”

— Si escribes algo con eso, déjame leerlo— aunque no quiero,   se me escapa una risa baja también.

 

Ingrid usa la sala, que se llena con las doce personas de todos cursos que respondieron a la invitación que dieron, así que según ella no conoce a ninguno y aun así la he visto quedarse hablando con algunos de los chicos, ojala fuera tan fácil para mí hacerlo… en fin, como no quiero interrumpir ni hacer mucho escándalo cuando llego, lo  que hago es abrir la puerta en silencio y subir las escaleras haciendo el menor ruido posible ya en mi habitación enciendo la televisión o pongo música baja para hacer mis tareas o escribir mientras todos se van…

¿Eh? ¿Yo deje mi puerta abierta? Siempre la cierro cuando salgo, una costumbre que tengo desde pequeño aunque no le ponga llave… un momento, hay alguien dentro.

— Yamir, ya te he dicho que entres si no…— no es Yamir. De pie a un lado del mueble junto a la cama, esta un chico. Debe ser de los que vienen a las clases con Ingrid y me parece haberle visto  con ella incluso fuera de la casa ¿Qué hace aquí? las clases son abajo, no tiene porque subir ni entrar aquí… ¿Se perdió buscando el baño? Pero el baño de abajo es fácil de encontrar y… y… el chico me dirige una mirada que no me dice nada mientras sostiene una lata de soda y una bolsa de cheetos.   

Notas finales:

Ya falta menos para conocer la otra cara de la moneda :P o la otra parte de esta historia ¿Apuestas? 

Gracias por leer!!


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