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Mini Décimo por LeyiMuto

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Tsuna observaba a Gokudera durmiendo sobre el sofá de su futuro despacho, con el traje Vongola y el cabello plateado más largo, cubriendo aquel rostro de facciones más maduras, solo en algunas partes.

Del otro lado Bianchi se veía contrariada respecto a su hermano, al menos está estaba mucho más interesada que la joven en él, penso Tsuna. Con los lentes puestos esperaba que despertara y asi ella pudiera irse a preparar el banquete, era toda una novedad volver a ver al Joven Décimo Vongola con el que hasta hacía unos meses habia compartido unas cuantas aventuras.

Por otro lado, ella sonrió disimuladamente, ante la atención del futuro jefe con su mano derecha, con su propio hermano que estaba comenzando a revolverse en el sofá.

-Décimo...-murmuro, levantando su mano de pronto y colocándola sobre el rostro de un sorprendido Tsuna. Tsuna se dejó hacer sin saber porque tanto que llego a asustarse cuando Gokudera despertó y se levantó exaltado, apartándose del.-L-lo siento mucho Décimo yo...

-Gokudera-kun ¿Te encuentras bien? -apresuro Tsuna, mirándolo con una calidez inquebrantable. Su Décimo siempre tan bueno y paciente con él, no se lo merecía.

-Si, no tiene que preocuparse por mí. -Le respondió, reincorporándose y mirando por fin a Bianchi sin desfallecer.

-Oh Hayato, que bueno que estas aquí de nuevo, iré a preparar ese banquete, el resto llegara pronto.

-Bianchi, en verdad no hace falta...-se excusó Tsuna avergonzado, pero ella ya había salido por la puerta. Para lo que alguien más volvió a entrar antes que nadie diga o haga algo.

-El joven Vongola-dijo la despreocupada y cool voz del Lambo adolescente, que entro con coquetería-es bueno volver a verlo-continuo, mientras llevaba una mano al bolsillo de su pantalón y tomaba asiento.

-Lambo-dijo feliz Tsuna, saludándolo con un gesto de cabeza.

- ¿Qué hay de la Bazooka? -pregunto inmediatamente Gokudera, mientras se acomodaba la corbata.

-No lo sé, eso corresponderá a mi versión infantil-dijo Lambo despreocupado, Gokudera pareció apretar los dientes.

- ¿Yamamoto y Sasegawa? -Lambo hizo un gesto de no saber, Hayato parecía estar al borde de perder la paciencia. Pero no se esforzaba mucho por controlarse, le parecía que era más fácil en este tiempo mantener la calma.

-Hibari andaba gruñendo en la base-confeso Lambo con cierto temblor en el labio. Como si hubiera escapado de ser "mordido hasta la muerte".

-Ese tipo...-mascullo Gokudera, Tsuna guardaba silencio y prestaba atención, cuando el peli plata parecido acordarse de que todavía estaba allí... Aunque, parecía no haberse olvidado jamás.

-Lo siento Décimo, pero tendrá que permanecer un tiempo mucho más largo aquí, seguro tiene hambre o quiere dormir-Tsuna agitaba las manos en señal de, no tener ninguna de las dos opciones en mente, pero su estómago rugió, traicionándolo.

El dia habia sido muy largo o al menos eso le pareció cuando observo por la ventana y el cielo nocturno les regalaba la vista a las intermitentes estrellas, habia cometido el error de bostezar luego de comer la para nada venenosa comida de Bianchi, ella por alguna extraña razón atípica a "ella" habia hecho algo no venenoso y en primera instancia, fue muy sospechoso, sin embargo, habia sido delicioso y reconfortante. Sentirse en casa, aunque faltaran el resto de sus amigos y su propia madre.

Tras esto ahora Gokudera lo llevaba hacia las habitaciones y se despidió de él con mucha prisa, antes de cerrar la puerta y ya no verlo más. Aun rondaba en su mente el querer saber si al menos, su yo del futuro habia avanzado con Kyoko, asi que a la primera oportunidad se escabullo de la habitación de huéspedes y comenzó a revisar las habitaciones. Habían demasiadas, aun asi tendría que revisarlas y en cuanto viera algún indicio de él y Kyoko, sabría la verdad, alguna foto u objeto, seria fácil según su plan.

Llevaba quizás mucho rato intentándolo cuando dio con la habitación más preciosa de todas. Muy vistosa y grande, tenía el tino de un jefe, asi que comenzó como en el resto a buscar los "famosos indicios", habia varios marcos con fotografías, pero no podía ver sus caras sino hasta que encendió las luces y miro mucho mejor el entorno.

La primera foto estaba sobre una cómoda y efectivamente estaba él, igual a como estaba en ese momento, aunque no lo recordaba le llamo la atención que Gokudera estaba a su lado con una gran sonrisa y el con un notorio sonrojo. Todavía jóvenes y a las afueras de su casa, con Reborn de colado en su cabeza.

En la siguiente fotografía, de junto, Tsuna se vio más alto y Gokudera también, parece que habia crecido un poco y su sonrisa ya no parecía ser de un adolescente, era un poco más sutil y la de Gokudera mas ¿Sexy? En que estaba pensando.

Tsuna continuo a un tercer marco, ahora él mismo con el famoso traje Vongola y ya no solo aparecían él y Gokudera, sino que Yamamoto, también de traje, pero sin la cicatriz de su barbilla, Gokudera parecía como "celoso" y miraba hacia Takeshi con cierta rabia, mientras el beisbolista sonreía despreocupado y él mismo Tsuna avergonzado por sus dos amigos.

Girando sobre sus pies vio algunas otras fotos colgadas en la pared, todos juntos, incluida Kyoko-se alegró al verlo lo linda que se veía- y Hibari que tenía cara de ir a morderlos a todos cuando, se acabara de tomar la fotografía. Tsuna sonrió, le parecía un hermoso y aterrador gesto que apareciera.

Entre otras fotos, donde aparecía con Sasegawa o Lambo, el mismo Reborn o I-Pin, vio otra donde estaba de nuevo solo con Gokudera, pero esta vez sobre la mesita de la cama, Gokudera parecía estar abrazándolo y, al lado en otra foto, Tsuna (su versión diez años más grande) habia ladeado la cabeza hacia atrás, aunque no supo para que, porque escucho la puerta abrirse.

Cuando observo y vio quien era, Gokudera caminaba hacia él, parecía ciertamente enojado y no lo culparía, estaba en su habitación, estaba muy seguro que se habia equivocado. Después de todo, porque el aparecería en tantas fotos con Gokudera, seguramente porque asi de adulador que el peli plata era, conservaría toda foto donde estuviera su querido Décimo.

-No tiene que estar aquí Décimo-le dijo seriamente, mientras lo empujaba fuera de su cuarto.

-Gokudera-kun...

-Perdóneme, pero le pido por favor que no vuelva a entrar aquí, además le he dicho y vuelvo a pedirle perdón-mientras hacia una leve reverencia-le dije, que hay cosas que mejor descubrirlas cuando usted crezca.

-Es cierto, solo que... Quería saber si fue posible-Tsuna jugaba con sus dedos.

- ¿Sí? -Gokudera se vio ilusionado y más permisivo, ya no lo empujaba mucho más lejos.

-Si fue posible que mi yo adulto... Bueno-se ruborizo, con eso la ansiedad de Gokudera se acrecentaba y su corazón palpitaba.

-Sabe que puede confiar en mí.

-Tú sabes, siempre me ha gustado... Kyoko-y eso fue como un balde de agua fría para Hayato, que ensombreció la mirada-y quería saber si nosotros...-Tsuna no pudo seguir hablando por dos razones, primero porque le avergonzaba hablar de sus sentimientos y segundo, porque sentía que el aura estaba muy extraña y supo que no se equivocaba, cuando miro a su mano derecha y se vio como ¿Dolido?

-Es muy tarde... será mejor que vaya a dormir, quizás mañana ya pueda regresar-y sin apenas mirarlo, dio la vuelta-no vuelva a entrar allí, se desilusionaría mucho-agrego marchándose sin más.

 

Tsuna despertó al dia siguiente, todavía en el futuro y preocupado, llevaba medio dia sin haber visto a Gokudera y no sabía por qué.

-Hey Tsuna-aquel era Yamamoto, que iba llegando.

-Sawada-san-segundo Sasegawa.

Ambos iban con el traje Vongola y parecían muy contentos de verlo.

-Discúlpanos Tsuna, pero tenemos una reunión con Hibari-dijo Yamamoto con aire cansado.

-Sera mejor que vayamos antes de que cambie de idea, salúdanos a Gokudera si lo ves-Ryohei le guiño un ojo, antes de continuar.

Tsuna no termino de entender nada, pero supo que, si ellos lo invitaban a acompañarlo o él iba por su cuenta, Hibari los "mordería hasta la muerte".

Al final, volvió a quedarse solo, pero aun quería saber sobre Kyoko, por lo que su única esperanza fue Lambo, que estaba comiendo mandarinas en el jardín.

- ¿Qué opinas Lambo?

-Llevare con mucho gusto al joven Vongola, que siempre me ha cuidado-y entonces subieron el primer piso, caminaron y caminaron, hasta que Tsuna reconoció la puerta, la misma que Gokudera le dijo que si volvía a entrar, se desilusionaría.

-Lambo no creo que... Aquí sea el lugar correcto.

-Estoy seguro, esta es la habitación del jefe-aseguro con una sonrisa. Tsuna suspiro, pero aun recordaba la foto que no acabo de ver, la mirada dolida de Gokudera y el hecho de que no estuviera a su alrededor.

-Gracias Lambo.

-A su servicio Joven Vongola, lo dejaré a solas-Lambo se retiró a pasos tranquilos, mientras Tsuna volvía a revisar las fotos, asegurándose de cada una, hasta que llego de nuevo a la mesita. Vio de nuevo la foto donde Gokudera lo abrazaba y luego, donde como si fuera una secuencia de esta, el ladeaba la cabeza... y entonces comprendió todo.

 

 

 

 

Continuara...


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