Sasuke miró a Naruto tomando su equipaje de la huincha corredera de maletas del aeropuerto, estuvieron un mes de luna de miel, pero la realidad fue solo el peor viaje de toda su vida. Jamás pensó que su mejor amigo iba a ser la reina del país pasivo-agresivo, y no era para menos.
- ¿Vamos? Nuestros padres nos esperan, no te preocupes seré un buen esposo para todos – La voz triste del rubio, le rompió el corazón, cómo iba hacer para recuperar la confianza de su esposo.
- No tienes que hacer nada que tú no quieras – Susurró.
- ¡Ja! – Naruto soltó con sorna - Dices eso para que me sienta mal por obligarte a casarte conmigo cuando estaban en una relación de cuatro años con Sakura – Soltó dolido, para girarse y colocar su última maleta en su carrito.
- Naru… - Trató de hablar pero calló porque no supo qué decir.
Naruto esperaba alguna palabra de Sasuke pero al no escuchar nada, solo suspiró cansando y camino hacia la salida componiendo una sonrisa que le dolía hacer, sintió la mirada de su esposo a sus espaldas, como si él pudiese sentir su dolor. De pronto sintió que su mano derecha era tomada con delicadeza pero firme, odiaba la situación que estaba viviendo, quiso llorar, amaba a Sasuke pero odiaba todo, su matrimonio se fue al carajo antes de comenzar.
Su padre, su hermano y la familia de Naruto estaban esperándolos todos sonriendo emocionados por saber cómo les había ido… cómo la mierda les había ido, pero se guardó su respuesta, solo fingió de la misma forma que lo hacía su pareja, sonriendo contando anécdota como si hubiese sido el mejor viaje de su vida. Le dio un punto a favor a Naruto por hacer aquellos esfuerzos por mentir.
No volvieron hablar ya que al llegar a su nueva casa, regalo de sus suegros, ya estaban todas sus pertenencias ahí. La decoración los muebles, todo había sido algo que Naruto y su madre habían visto los meses antes del matrimonio. Suspiró dolido al ver lo hermoso que era la habitación principal, Naruto ni siquiera había entrado, fue derecho a una habitación de invitados.
Al ducharse golpeó los hermosos azulejos del baño, furioso, no solo había perdido la confianza de Naruto, sino que a él mismo, a su mejor amigo, compañero, esposo y todo por culpa suya, por no ser honesto con él. Aún recordaba el día la boda si tan solo hubiera sido sincero y le hubiera respondido con la verdad a Naruto, cuándo le preguntó sobre que había entre Sakura y él.
Malditas elecciones.
El día pasó rápido entre la comida con sus familiares, sonreír con falsedad para no preocupar a nadie de la tormenta que ambos estaban viviendo.
Los días pasaron de la misma manera entre una fría casi nula comunicación, Naruto parecía más delgado, como apagado, se sentía pésimo por hacerlo sufrir. Dos semanas después de volver de su luna de miel, ambos trabajaban juntos en la empresa Uchiha.
Naruto era muy diligente en su trabajo, se preocupaba hasta del más mínimo detalle, muchos de los trabajadores ya tenían en alta estima al chico por su ardua labor, siempre se preocupaba de todos estuviesen bien, no le gustaba hacerlos trabajar de más si no había nada urgente. Cuando alguien se equivocaba no les gritaba o regañaba hasta ser humillado, sino que tenía una reunión y les hacía notar cuál era el problema, juntos buscaban una solución, si sentía que había fallas en uno o varios asalariados por falta de conocimiento, buscaba alguno de ellos que si supiera y lo contrataba como asesor y eso quedaba en sus hojas de vida, era un buen jefe.
- Naruto, vamos almorzar – Sasuke propuso estirando sus brazos entumecidos de tanto estar frente a la computadora.
- Bueno – Se levantó para hacer lo mismo que Sasuke, sus muñecas dolían, al hacerlo el mayor pudo apreciar lo pequeña que estaba la cintura de su esposo – Oye que haces – Dio un salto al sentir las manos del moreno.
- Estás muy delgado – Susurró abrazándolo – No puedo creer que el glotón más grande del mundo este bajando de peso –
- Suéltame por favor – Naruto pidió agónico, amaba la cercanía del Uchiha pero al mismo tiempo lo dañaba.
- No –
- ¿No? –
- No, eres mi esposo, soy tu marido y tengo todo el derecho del mundo de tocarte – Susurró estremeciendo al más pequeño para luego besar la oreja de éste.
- Por favor no – habló lamentosamente, sabía que no podía resistir al toque de su marido porque lo amaba, pero no quería ser sola la fuente para desfogarse del mayor, pero tampoco estaba dispuesto a que fuese en busca de esa mujer. Movió su cabeza para hacerle el quite a las íntimas caricias que estaba recibiendo cosa que fue aprovechada por el Uchiha para besarlo con pasión.
Un beso que a Sasuke le urgía tener, extrañaba esos hermosos labios, la suavidad de estos, el cómo gemía quedito el rubio, sonrió triunfante cuando su esposo lo abrazo por el cuello. El beso era necesitado de ambas partes, a pesar de la falta de aire parecía que ninguno quería terminarlo, no supieron cuánto tiempo estuvieron besándose hasta que levemente se separaron mirándose a los ojos.
- Por qué me mentiste – De los hermosos ojos azules de Naruto corrían lágrimas.
- No quise hacerlo… - Era el momento de hablar – Es solo que no quería hablar de ella – Lo tomó por los hombros – Tienes que creerme, la dejé en el momento en que nos comprometimos, el día que nos encontraste en el restaurante ese día le puse fin a todo, y fue el día que comencé a verte distinto, no solo como un amigo –
- Pero la amas a ella – Sollozó desesperado.
- No, ya no la amo – Dijo muy seguro – Naruto cómo amaría a una persona tan vil y baja como ella, jamás podría volver siquiera volver a estimarla, lo que hizo ella no tiene perdón –
Y como si estuvieran hablando del diablo, la voz de Sakura llegó a ellos, afuera de la oficina, estaba la mujer saludando efusivamente a sus compañeros de trabajo.
- Qué hace ella aquí – Naruto sintió sus mejillas rojas de ira.
- No lo sé – Sasuke había revisado las vacaciones de la mujer, debía volver la mañana siguiente, no ese día.
- No quiero verla – La desesperación era palpable en la voz de su esposo.
- Tampoco yo – Reconoció, Sasuke estaba decepcionado no solo de Sakura, sino de él y sus gustos cómo alguna vez se le ocurrió querer a esa pérfida mujer.
Recordó su noche de boda donde todo se había ido al caño de la basura.
***
… Naruto le había preguntado varias veces en el trayecto al hotel, si había algo entre Sakura y él, a pesar de los intentos de evadir el tema ya fuese con otros o besarlo, el rubio seguía insistiendo.
- Vamos Sasuke, dime qué pasa – Naruto dijo ofuscado poniendo sus manos en las caderas – Esa chica siempre esta lanzándome indirectas, se vistió de blanco en mi matrimonio, y no dejaba de mirarte, siempre lo hace – Chilló desesperado.
- Naruto es en serio, es nuestra noche de boda – Sasuke también comenzó a molestarse por la insistencia del rubio – Por qué estamos hablando de ella hoy. No puedes estar celoso de una mujer que no es nada mío – Caminó hacía él tomando su mentón con delicadeza para hacer que ambas miradas se encontraran – Soy tu esposo, soy tuyo, de nadie más, olvidémoslo, Sakura no es nadie, solo me importas tú –
- Sasuke no me hagas esto – Compungido tomó las manos de su flamante marido – Por favor yo te amo mucho, pero ante todo soy tu amigo, siempre nos decimos todo, no me mientas por favor –
- No lo estoy haciendo – Afirmó, por supuesto que no lo estaba haciendo, solo estaba ocultando una verdad de su pasado amoroso con Sakura.
- Me duele la cabeza – Soltó las manos del Uchiha, los ojos azules detonaban decepción – Iré a darme un baño –
- Te acompaño – Propuso con un dejo de perversión en la voz.
Naruto lo miró como decidiendo qué hacer, sonrió – Bueno está bien, pero quiero un baño de tina –
- Iré a por llenar la bañera – Sasuke le dio un casto beso a su rubio sonriendo fue a prepararlo, ya tenían la champaña y bombones en la habitación y algunas botanas por tanto tenían todo para tener una noche de pasión sin tener que solicitar servicio a la habitación. Se hospedaron en otro hotel muy cercano al aeropuerto porque ambos tenían el sueño pesado, además tenían sus maletas listas para el viaje además de sus bolsos de mano, alguien de la familia iría a recoger lo que no iban a llevar al viaje.
El sonido del teléfono de Naruto lo sacó de sus pensamientos, le extraño tanto sonido de notificación, pero quizás era la familia, mientras la tina se llenaba comenzó a lanzar algunas sales de baño y bombas con pétalos de rosa.
Salió del baño extrañado, había llamado a Naruto varias veces y no contestaba – Qué pasó, por qué estás llorando – Se acercó a él rápido para tocarlo pero el rubio le hizo el quite – Naru…-
- Naru una mierda, dime te casaste conmigo porque me amas o solo por salvar la empresa de tu padre – Gritó desesperado – Contesta – Rugió.
- Me case porque te amo – La risa descontrolada de Naruto lo sacó de sí.
- Mentiroso de mierda – El Namikaze dijo fríamente, tomó el teléfono que tenía en su mano – entonces explícame esto – Le doy reproducir al audio que había recibido en su whatsApp, se escuchó la voz de Sakura.
- ¡¡Pudiste negarte!! Naruto te dio la opción – Se escuchaba el llanto de la mujer haciendo que un gran frío llenara la habitación de los recién casados.
- Era imposible, el trato de Minato-San era salvar nuestra compañía solo con la garantía de un enlace nupcial, Itachi lo ha dado todo por nuestra familia y nuestra empresa, él está locamente enamorado de su novio, no podía casarse con Naruto, además Deidara es uno de los mejores amigos del Dobe sería devastador para los tres – Sasuke escuchó su propia voz y quiso morirse en ese instante al ver la cara de Naruto.
- ¿Y yo? Qué buena persona eres Sasuke para con todos menos con tu novia -
- Sakura te amo, sé que lo sabes, pero son años de patrimonio familiar, hay mucha gente que depende sus trabajos, es la primera vez que puedo hacer algo realmente importante por mi familia –
- Sacrificando nuestro amor – Susurró llorando con desesperación – Sabes lo peor de todo, es que tontamente pensaba que me ibas a pedir matrimonio –
- ¿Crees que no estoy sufriendo?, Sakura te amo, nunca se lo he dicho a nadie, son cuatro maravillosos años a tu lado, pero no puedo negarme debo salvar la empresa, y tampoco puedo romperle el corazón a Naruto –
Se escuchó el sonido de algún artículo de vidrio destruirse a lo lejos de ellos.
- No te importa romperme el corazón en mil pedazos pero si el de Naruto, ¿Realmente me amas? –
- Por supuesto que te amo – Se escuchaba la compungida voz del Uchiha, el llanto de Naruto se intensifico.
- Entonces lucha por nuestro amor. Yo lucharé por lo nuestro, es único lo que hemos vivido, no le des la espalda, no me dejes te lo suplico – El clip de voz terminaba ahí.
- Naruto te lo puedo explicar –
- No digas nada – Pidió entre sollozos – Sabes lo que es peor de todo, si me lo hubieras dicho no me hubiera casado contigo, hubiese hecho algo para que papá les prestará ese dinero, pero en vez de eso me ilusionaste, estuviste esa noche en mi apartamento, te dejaste besar por mí y luego te fuiste a su casa. Sé que soy un tonto muchas veces, pero no merecía esto, ¡Diablos! ¡¡Soy tu mejor amigo!! – Gritó – Aún así jugaste con mis sentimientos, dime pensabas en ella mientras me tocabas, si quiera me quieres algo o solo fui un medio para conseguir algo, ¿aún la amas? ¿Estás aún con ella? –
Sasuke apretó las manos con furia, quería matar a Sakura, cómo se le ocurrió hacer semejante locura.
- Ya no la amo –
- ¿En serio? – Lo miró con sospecha – Muéstrame tu billetera –
- Qué – No comprendió porque quería eso.
- Muéstramela – Exigió extendiendo la mano para que el Uchiha le entregase lo que solicitó, así lo hizo éste – Explícame si no la amas porque atesoras la llave de la casa de tu ex novia en tu billetera – Le lanzó la llave que una vez Sakura le había pedido que guardara como un recuerdo de su amor. – No quiero hablar contigo en estos momentos – Caminó hacia el baño y dio un portazo.
Sasuke solo escuchaba el llanto de Naruto desde el interior del baño.
Tomó el teléfono del rubio, comenzó a desplazarse por la conversación de un numero desconocido.
“Espero no importunar tan bella noche de bodas, pero Naruto me temo que estás haciendo el ridículo. Sasuke no te ama, solo se casó contigo por obligación, él me ha amado por más de cuatro años, soy su novia, me lo arrebataste de manera ruin, pero él es mi hombre, y no dejaré que lo tengas sin llorar como yo lo he hecho.
Mira aquí están las fotos intimas de nosotros”
Sasuke sintió asco al ver imagines de Sakura y él en la cama luego del sexo, o fotos subidas de tono en donde él estaba sobre ella o al revés, eran fotos de pareja.
“Pensaste que solo porque eres un hijo de papi puede tener lo que quieras, pero no puedes quitarle alguien su amor y no pagar el precio justo por ello.
Sé que no me vas a creer pero aquí está la prueba que ese hombre me ama a mí”
Adjuntaba la pista de audio que antes Naruto había colocado.
“Espero que seas sensato y me devuelvas a mi novio, rompiste una hermosa relación de cuatro años…”
Lanzó el teléfono lejos furioso, quiso golpear las paredes, destruir la habitación, maldita una mil veces maldita bruja despiadada.
Cómo se le ocurrió hacer semejante disparate, aquello terminó por sepultar el poco amor que le quedaba por ella, si bien la respetaba y estimaba en los meses que estuvo de noviazgo con Naruto vio otros atributos en él, de alguna manera se había enamorado de él.
Cómo iba arreglar la situación con Naruto.
El rubio salió muchas horas después del cuarto de baño, con los ojos hinchados de tanto llorar, iba ataviado con una bata del hotel y se lanzo a la cama bien apegado a la orilla para domir.
- Naruto – Llamó con delicadeza.
- No quiero escucharte – Susurró con la voz nasal – Tengo ganas de matarte de veras – Reconoció – Así que no hablas – Pidió.
Aceptó lo solicitado, era el derecho del rubio estar decepcionado, a la mañana siguiente en un silencio sepulcral se vistieron y arreglaron para tomar su vuelo a Europa. En esos días apenas hablaban, Naruto ni comía, solo se hacía algunas fotos con él y de mala gana para mandarlas a sus familias y en redes sociales para que nadie sospechara.
En Croacia las cosas estuvieron un poco mejor, sobre todo porque era el país en donde se usaron varias locaciones para filmar Juegos de Trono y ambos eran fanáticos de la serie. Habían conversado algunas cosas y todo parecía que podría esclarecerse, pero cuando Sasuke creía que las cosas podrían ir mejor, Sakura aparecía para arruinarlas.
- Estás loca, qué demonios haces aquí – Vocifero Sasuke al verla frente a ellos en la entrada de su hotel en Dubrovnik.
- Pedí mis vacaciones, pensé que lo correcto era venir a buscarlos, para que habláramos – Dijo sonriendo inocente – Naruto se merece una explicación de nuestra parte, además tengo que pedirle un favor –
- ¿Un favor? – Repitió con incredulidad el Uchiha.
- Sí – Afirmó – Quiero que nos permita amarnos, ya sea si te da o no el divorcio, tengo paciencia, puedo ser la Camila y Naruto Lady Diana –
Sasuke escuchó a Naruto atragantarse con su soda, sin poder creer lo que ambos oían.
- Amigo a tu novia le faltan varias tuercas – Dijo cuando se recuperó – Estoy cansado no quiero hablar con ninguno de los dos me retiro –
- No espera – Sakura lo sujeto del brazo con fuerza – Tienes que escucharme, me lo debes, me quitaste a mi hombre, debes dejarme tenerlo de vuelta –
- Contrario a lo que creas, Sasuke es un adulto y puede hacer lo que sé le de la regalada gana, si quiere estar contigo que lo esté – Se soltó del brazo – Yo no mendigo amor ni soy segundo plato de nadie, allá ustedes lo que decidan – Sin más entró al hotel.
Sasuke lo quiso seguir pero ella se interpuso – No, tú no te vas a ir, tenemos el beneplácito de él, podemos salir a pasear y hacer turismo –
- Sakura ¿estás bien de la cabeza? – Sasuke la miró como si por primera vez la mirase realmente cómo ella era – Estás loca, cómo se te ocurre hacer esto, te das cuenta que estoy casado con otra persona, terminé contigo hace meses por favor acepta que lo nuestro ya no existe – La evadió para seguir al rubio a la habitación que compartían.
- Vaya pensé que te ibas a demorar más – Dijo molesto, cómo no estarlo.
- No tengo nada que hablar con ella, terminé hace mucho con ella, solo me interesas tú –
- ¡Aja! – Se notaba el escepticismo – Cómo supo dónde encontrarnos – Lo miró con suspicacia, esperando una respuesta.
- No tengo idea –
- No me importa si quieres o no decirme la verdad, solo deja de jugar a ser el esposo diligente y amoroso, me da asco –
Así una vez más las cosas se arruinaron, lugar donde iban ella los perseguía, hubo varios momentos en donde Sasuke sintió preocupación por la seguridad tanto de su esposo como la suya, la mujer parecía no comprender lo que era un no.
Naruto también le hizo saber que tenía miedo la chica, le había mandado varios mensajes amenazadores para que dejara libre a Sasuke. Incluso la última noche en Portugal antes de volver a Tokio el rubio le lloró que lo dejará en paz e hicieran algo con Sakura porque le tenía miedo.
***
Volviendo al presente, abrazó con más fuerza a Naruto preocupado por su salud, tanto física como mental, el asiduo acoso de esa chica lo estaban poniendo mal, había que poner un punto final a esto.
Tomó su teléfono con una de sus manos y marcó al número de la policía, ya no podían vivir así.