Un par de horas después, el timbre de la puerta sonó y el menor se acercó mientras el otro estaba en el baño. Al abrir, encontró a un muy nervioso Tony vistiendo uno de sus mejores trajes de tres piezas en color gris con una corbata color marrón y cargando unas cajas con comida china;
- ¡llego la comida! - anunció algo nervioso, pero con una sonrisa
-hola, papá. - contestó el otro abrazándolo y tomando las bolsas que llevaba en la mano. Luego se acercó a su oído -Pórtate bien
-lo haré, lo haré… no me regañes niño, ya lo sé. - contestó el otro de igual forma cuando el rubio entró en su campo de visión -Rogers- saludó viendo al otro
-Stark- soltó sonando algo molesto, aunque no era así, solo estaba un poco incómodo. Peter al notar la tensión, caminó hasta el otro y le mostro las bolsas
- ¿comemos?
-claro- dijeron ambos hombres para acercarse a la barra de la cocina y sentarse mientras el chico sacaba la comida de las bolsas. El rubio se levantó a alcanzar un par de platos para los otros;
-y- alargó la palabra Tony intentando sonar relajado - ¿Cómo estuvo la pijama?
- ¡fue genial! - comenzó a contar el pequeño viendo a Tony con una enorme sonrisa -Vimos películas, comimos comida casera, jugamos cartas, hablamos… ¡waaaaa, fue increíble! Y Pops y yo creemos que sería bueno también fomentarlo en la torre, ¿no es verdad Pops? - este asintió con una enorme sonrisa
-sería muy buena idea, así habría más convivencia entre todos- comentó el castaño mirando al rubio que rehuía de su mirada.
La comida pasó amenamente y entre charlas. Luego, los tres se pasaron a la sala y continuaron su plática ahí, hasta que el celular de Peter sonó, haciendo que este se disculpara para ponerse de pie y salir al pasillo a contestar. Hubo un silencio de ambos hombres, hasta que el rubio lo rompió;
- ¿te gustaría algo de café? - preguntó poniéndose de pie y acercándose a la cocina
-me encantaría- contestó el castaño mirando los bocetos y la libreta que estaba sobre la mesita de la sala. El hombre tomó esas cosas en sus manos y comenzó a ojearlos sorprendiéndose de las cosas que estaba viendo - ¿esto es tuyo? - preguntó cuando el rubio se acercó mirándolo con vergüenza
-s-si- contestó entregándole la taza de café e intentando tomar sus cosas, pero el castaño fue más rápido y se las alejó
-entonces… eres un artista- dijo ojeando los bocetos sobre la mesa, haciendo a Steve sonrojar
-no, eso es demasiado
-no seas modesto. Quien lo hubiera pensado… me sorprendiste Cap
-para Tony, esto no es nada
-tus profesores de seguro estaban orgullosos de ti
-no lo creo… aunque a mi mamá y a Buck les gustaban mucho- el otro lo miró ceñudo
- ¿de verdad? - preguntó haciéndole campo a su lado e indicándole que se sentara junto a él - ¿nunca has tomado una clase de arte?
-no. - negó el otro con una sonrisa triste -Mi familia no tenía los recursos para eso, así que aprendí por mi cuenta.
Tony a veces olvidaba que Steve antes de ser un super soldado, había sido un chico enfermizo proveniente de un barrio pobre, pero luego recordó lo vivido hacia unas semanas
- ¿quisieras asistir a alguna? - Steve rio, Tony sintió que su corazón daba un vuelco, más información para analizar
-soy demasiado grande para ello
-claro que no, tú podrías si quisieras
- ¿es posible? - preguntó con un brillo en su mirada. Dios, Tony se prometió conseguir el mejor profesor de la historia para su rubio si podía mantener aquella sonrisa
-investigare y hare que VIERNES te envié la información para que inicies lo más pronto posible
-gracias, Tony- sonrió Steve mientras que sin que se diera cuenta el soldado, Tony estaba encargando materiales de arte desde sus anteojos. El moreno volteo a verlo con media sonrisa en su rostro;
-esto es nuevo- el rubio le miró confundido
- ¿Qué?
-verte sonreír así
-bueno, generalmente cuando nos encontramos tienes algún comentario que hacerme, ya sea por burlarte como me visto, lo que hago… esta vez no- el castaño lo miró con la boca abierta, ¿de verdad era así de patán? Pepper tenía razón, a veces podía ser un completo imbécil
-bueno, pues te prometo no volver a hacer ese tipo de comentarios. No me gustaría ver desparecer esa sonrisa- Steve lo miró con los ojos abiertos y comenzando a sonrojarse
- ¿Qué?
- ¡¿Qué?!- exclamó Tony cuando la puerta se abrió, entrando Peter por ella
-lo siento, - comenzó a decir -era Ned, necesita que le ayude con algo para nuestra excursión. - el chico los miró por un momento - ¿Les molesta si me voy? Quedé en verlo aquí cerca, vengo en un rato ¿sí? Así ustedes pueden hablar- Steve lo vio algo aterrado, en cambio Tony sonrió de medio lado asintiendo
-cualquier cosa puedes decirle a Happy que llegue por ti si necesitan ir a algún lugar- mencionó el castaño
- ¿y porque no lo llevas tú? - cuestionó el rubio cuando el menor se acercó y le abrazo
-porque tú tienes algo que escuchar, Pops. Yo vendré en un ratito. - y le beso la mejilla para luego hacerlo con el castaño mayor -Nos vemos- y se marchó, dejando el silencio nuevamente en el lugar.
Ninguno de los hombres dijo ni hizo nada durante algún tiempo, que se hizo eterno para ambos. Tony jugaba con sus manos algo inquieto mientras que Steve prefería hacer que veía sus bocetos para no tener que mirar a su acompañante.
Cuando sintió que ya no pudo más, Tony tomó valor y respirando hondamente, comenzó a hablar;
-Steve yo…- comenzó a decir, pero sus palabras se quedaron atoradas al ver los hermosos zafiros de su compañero, los cuales se veían tristes -Mira, yo… no tengo palabras para describir cuanto lo sien…
- ¿Por qué me odias Tony? - le interrumpió el rubio mirándolo fijamente lleno de tristeza - ¿Por qué me diste todas aquellas palabras hirientes? ¿Por qué solo yo salí del equipo?
-Steve yo
- ¿Por qué me odias? - repitió poniéndose de pie y alejándose un poco. Tony lo siguió y lo tomó del fuerte brazo, obligándolo a voltear a verle
-yo no te odio Steve. - comenzó a decir algo aturdido pero lleno de valor -Te llegue a tener mucho resentimiento en el pasado, cuando era un adolescente y mi padre me ignoraba por buscarte, pero jamás te e odiado- explicó con seriedad y mirándolo a los ojos
- ¿entonces de que se trata esto? Porque no era amor lo que me tenías exactamente, Anthony- demandó saber Steve dejando salir gran parte de la molestia que sentía y que estaba intentando ocultar con su falsa calma
-es más difícil de explicar de lo que crees Steve- respondió el castaño mirándolo con seriedad y dispuesto a arreglar ese asunto de una vez por todas. Tomó una bocanada de aire y comenzó -Yo… yo… ¡yo estaba celoso! ¿lo entiendes? estaba celoso por la buena relación que tienes con Peter, por esa manera llegue a pensar que lo querías apartar de mi lado y por eso actúe como imbécil. Tenía celos porque eso era el tipo de relación que quería tener con mi hijo y no podía o al menos no sabía cómo, además a eso súmale el egoísmo y el rencor.
>> Siempre quise tener una relación así con Howard, pero el prefirió agarrar todo su tiempo y buscarte, jamás le dedico tiempo a su familia y obviamente, hizo a su hijo a un lado. Así que creí que tratándote así podría desahogar mi dolor, pero me equivoque y gracias a eso les hice daño a Peter, al equipo y principalmente… a ti
- ¿a mí? - susurró el otro incrédulo por las palabras que decía el moreno
-si a ti. Eres líder del equipo como yo, pero parece que el equipo a mí solo me necesita para el arreglo de sus trajes y para tener donde vivir mientras que tú… tú les das todo lo demás.
>> Me empecé a sentir desplazado por todos, en ocasiones hasta de Bruce y todo era porque el perfecto Capitán América estaba ahí mientras ¿Qué hacia Ironman? Ser un estorbo en las misiones a pesar de que yo también lo doy todo por ellos… mis celos se incrementaron y comencé a sentirme peor. Entonces una sola idea se vino a mi mente, si rompía al Capitán en batalla, el equipo iba a necesitarme y ya no solo te verían a ti, sino que también me verían a mí y me necesitarían, pero mi egoísmo solo te provoco aún más dolor y me hizo explotar soltando esas horribles palabras que no quería decir.- el hombre respiró y bajó la mirada con dolor -Solo… solo quiero pedirte perdón, con toda la sinceridad que puedo, Rogers. No era mi intención que esto pasara, yo no quería decir todo aquello que te quebró y mucho menos quería alejarte de la torre… Peter no puede vivir sin ti cerca, el equipo no puede estar sin su Capitán y yo… no puedo estar sin mi rubio terco, pero preocupón, que siempre está pendiente de mí.
Steve suspiró, tratando de regresar a su estado de calma para volver a tomar la palabra después de haber escuchado todo aquello;
-Anthony, nada justifica tu comportamiento. No te haces si quiera una idea de cómo me hiciste sentir y lo que causaste con todo lo que dijiste en aquel momento. Fuiste de las pocas personas que lograron quebrarme. - respiró de nuevo, ya que las lágrimas le picaban en el borde de sus ojos -¡ni siquiera toda la humillación que sufrí en el ejercito me hicieron sentir tan mal como tú! – el rubio suspiró con pesadez y se alejó un poco del otro –Por lo menos te diste cuenta de tu error y estas tratando de enmendarlo y es lo que cuenta al fin y al cabo.- volvió a suspirar -Te perdono, Anthony y te agradezco que seas sincero conmigo, pero quiero que entiendas que el dolor que causaste… no lo podre olvidar pronto… ya que… - de nuevo, esas molestas lagrimas se enunciaban por sus ojos -ya que… yo… yo…
-te amo- dijeron al unísono. Steve abrió los ojos como platos dejando fluir sus lágrimas mientras que Tony solo soltó una risita nerviosa
-lo sé, - empezó de nuevo el moreno tomando ambas manos de su compañero -y lo vi muy tarde. Me di cuenta muy tarde Steve, pero espero que aun pueda arreglarlo. Yo siento lo mismo por ti, te amo Capipaleta- dijo acercándose. Tony levantó sus brazos y se sujetó del cuello del Capitán haciendo que este lo mirara con sospecha
-Tony- susurró cuando inconscientemente cerro sus ojos y se inclinó, para que el moreno pudiera alcanzarle. Tony se puso un poco de puntitas y se acercó, tomando aquellos labios que lo habían vuelto loco, esos carnosos y rosados labios que se moría por volver a besar.
El hombre se impaciento un poco y mordiendo el labio inferior del rubio, le obligó a abrir un poco la boca, tomando eso como el permiso para entrar que el Capitán le estaba otorgando y así profundizar aún más su beso, volviéndose un tanto frenético, a pesar de que la fuerte mandíbula de su rubio temblaba.
El ingeniero mordía sus labios con descaro, entrando y saliendo de la boca del mayor para tener una exquisita danza dentro de la boca de su Steve. El rubio por otro lado, hacia un desesperado intento por respirar y seguirle el ritmo al tan experimentado castaño que cada vez se aferraba más a él. De pronto, Tony sintió como las temblorosas manos del otro se empezaban a colocar lentamente en su cintura, seguido del calor de su tacto que fácilmente pasaba por la tela de su costoso traje mientras ejercía un poco de fuerza en ellas para estrujarle;
-To… ny. - Steve trataba de pronunciar el nombre del otro, pero este no le dejaba separarse ni un centímetro de sus labios. De verdad que se le estaba haciendo difícil seguirle el paso, externando su muy conocida falta de experiencia y peor aún era, que se empezaba a sentir la falta de aire por parte de ambos. Pero Tony no quería detenerse, en cambio comenzó a enrollar sus dedos en la cabellera rubia que tenía ante él haciendo que el beso fuera más estrecho, más apasionado y haciendo que Steve gruñera en su boca mientras que le presionaba la cintura hasta que al final pudo separarse de él, dejando sus frente juntas y tomando aire desesperadamente. Tony por fin tenía aquella vista que anhelaba, la de su muy sonrojado rubio quien mantenía los ojos cerrados - ¿Esto es real? - preguntó de pronto el mayor tomando fuertemente de la cintura al moreno, acercándolo peligrosamente a su tonificado cuerpo
-claro que es real, Steve… mírame- comentó el castaño viendo como su compañero abría lentamente los ojos, como temiendo que si lo hacía no iba a encontrar al dueño de sus sueños y de sus pesadillas. Steve miró directamente a los ojos cafés que estaban plantados en él, sacando una pequeña sonrisa nerviosa, que fue opacada de inmediato por una sonrisa triste mientras se separaba completamente del menor
- ¿Por qué haces esto? - preguntó alejándose un poco, siendo tomado por las muñecas de Tony quien se negaba a soltarlo -No sé qué pensar en estos momentos, Tony. Es como si te estuvieras burlando de mis sentimientos hacia ti todo este tiempo y yo… yo he tratado de acercarme, pero temo el acerté daño. - suspiró -No sabes lo difícil que es intentar sacarte de mi mente y pretender que no siento nada por ti… eres tan perfecto y yo- el rubio fue detenido nuevamente por un beso del castaño, solo que esta vez fue un beso casto que hizo que Steve se paralizara
-ven. - exclamó el castaño jalando al otro hacia el sillón y sentándolo junto a él, sin soltar su muñeca -Yo sé que he sido un completo imbécil y se todo el daño que te he hecho, pero mírame, Steve. Quiero que me mires y veas si lo que de verdad te transmito no es sincero- dijo para lanzarse sobre el rubio sentándose sobre sus rodillas y tomándole las mejillas con fuerza, atrapó los labios del otro en un beso desesperado y lleno de deseo. Tony devoraba los labios del rubio, emitiendo pequeñas succiones y choques pegajosos entra cada beso.
Steve estaba muy feliz de lo que había escuchado, pero también muy molesto por todo lo que había sucedido, así que con toda la determinación que le quedaba, volvió a separase del menor tomándolo de la cintura y empujándolo, colocándole sus manos sobre el pecho. Tony chasqueo la lengua y lanzándose nuevamente, lo empujo hasta que quedo sobre el rubio, metiendo su mano por debajo de la camisa del otro y tocando los fuertes pectorales que tanto le encantaban ver, ese día, nada lo iba a detener.