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Lune Rouge por Condesa Sangrienta

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Cita

 

 

Cuando Ferid recibe el mutismo afirmativo de Crowley, camina indicando a su compañero que lo siguiera. Con sus pasos ligeros y una sonrisa muy grande, Bathory sale de su gran mansión. La luna está oculta tras un manto oscuro de nubes, al igual que las estrellas y a pesar de no tener iluminación alguna,  ante los ojos rojos de ambos, el lugar se ve perfectamente.

El de cabellos plateados sigue caminando tranquilo por los lugares y un tarareo de una canción no conocida puede llegar a los oídos de Eusford. Ferid está muy feliz con esto —o al menos eso parece— y ello es bastante raro, aunque Ferid es raro en sí.

Siguen caminado hasta encontrar un pequeño bosque, donde, debajo de un árbol, se encuentra una manta de colores extravagantes, y encima algunas copas y botellas.  Al ver eso, de inmediato el decimotercer progenitor supo que el más viejo tenía esto ya planeado. No se sorprende en nada, pues Ferid es alguien que tiene misterios, secretos y mentiras. Él estaba envuelto de todas las cosas malas y por eso era tan malo estar con él.

Una vez más, por su mente, pasa la pregunta del por qué aceptó esta cosa sin mucho sentido. Ahora mismo ya no puede escapar, así que se limita a suspirar.

—Crowley-kun~.

—¿Mn?

—¿Qué te parece este lugar?

Ferid deja de caminar y levanta las manos mostrando ese tipo picnic que ha hecho. Sus ojos rojos, extrañamente, tiene un brillo de felicidad. Ferid es bastante raro. Este sigue teniendo esa sonrisa repugnante dibujada en su rostro.

—¿Planificaste todo?

—Por supuesto.

—Entonces predijiste que iba a aceptar.

—Exactamente.

Ese hombre es un dolor de cabeza. Ferid sabe todo y puede ver a través de casi cualquier cosa. El séptimo progenitor no puede ser predecible, pero este tiene la habilidad predecir a los demás. Por eso es insoportable. De igual forma enfoca sus dos ojos hacía lo que estaba señalando.

—No me gusta.

La cara de sorpresa y casi horror se forma en el séptimo progenitor.

—¿No? —El pelirrojo vuelve a negar con la cabeza— ¿Por qué no? Según lo que investigue a los humanos les gusta este tipo de escenarios para una cita.   

—Pero yo no soy humano —Se sienta en la tierra algo cerca de la manta que puso Ferid— Y tú tampoco.

Con esas palabras su compañero comienza a reír.

—En eso tiene razón. ¿De igual forma no te gusta el lugar~?

Y los cabellos plateados bailaron en el aire mientras Ferid da una vuelta levantando los brazos como mostrando, de nuevo, el lugar. Los ojos del vampiro estaban fijos en el cielo y a pesar que no había ninguna luz, estos vuelven a brillar. Crowley se queda viendo la figura de su compañero por un breve momento, mientras agarraba una copa llena de sangre.

—No, para nada. —Ferid detiene su giro— Pareces muy feliz con la idea de la cita.

—En realidad no estoy feliz. Si no te gusta el lugar creo que todo se ha arruinado. —Hace un puchero molesto.

«Tan raro como siempre», piensa Crowley con una sonrisa leve dibujada en sus labios.

—¿Quieres cancelar la cita?

Los ojos rojos se fijan en su persona.

—No sería nada ético cancelar algo cuando ya está sucediendo. Además que si cancelamos esto, volveremos a estar aburridos. Tendrás que soportar este feo lugar un tiempo más.

—Estuvo cerca… —Susurra.

Ferid ignora esas palabras y se sienta en la manta para no ensuciar su traje. Agarra una copa y la llena de sangre que había en una botella. Procede a tomar el líquido en un mutismo tranquilo. El viento soplaba levemente, mientras que algunos truenos resonaron a lo lejos. Los ojos de Eusford vieron al cielo y se preguntan si va a llover pronto.

—Crowley-kun…

—Dime, Ferid-kun.

—¿Alguna vez tuviste una cita?

En realidad no. Ahora que lo piensa esta es su primera cita… y era con Ferid. Vaya, eso se sentía raro.

Niega con la cabeza.

—Ya lo sabía, el pequeño Crowley nunca pudo coquetear con una chica. De seguro que tenías miedo de hacerlo —Deja escapar una risita.

—¿Y hay de ti?

—¿Uh?

—¿Ferid-kun alguna vez tuvo novia?

Ferid solo se digna a sonreír sin decir nada. ¿Por qué siempre hace eso? Bathory siempre se toma la molestia de no hacer conocer nada acerca de su vida como humano o cuántos años pasaba como un vampiro. Siempre misterioso, siempre desagradable.

Crowley no lo soporta.

Pero, oh, una gota. Una gota cayó en la nariz de Eusford.

Él levanta la cabeza para ver las nubes y como ahora agua cae al suelo. Las gotas son muy lentas y se puede ver fácilmente como cada una de ellas se tira suicidamente hasta la tierra. Para ambos ojos aquello es muy común, muy aburrido. El sonido de la lluvia es una simple repetición que jamás cambia a pesar de los siglos. Y poco a poco ambas figuras acaban mojados por esas simples gotas lentas.

Y aun así ambos se quedan callados por un rato más, pensando, quizás, en el tiempo que siguen vivos y en lo aburrido que se torna todo. Por la cabeza del pelirrojo pasa el enojo que le tiene a Ferid  por traerlo a este infierno, pero al ver al hombre odiado pudo ver como este solo fijaba sus ojos en las gotas con una expresión cercana a la melancolía. Sus cabellos plateados estaban pegados a su cara.

—Para los humanos… —Comienza a decir Ferid con una voz suave, poco común en él— La lluvia significa que fue una horrible cita ¿Qué opinas acerca de eso? 

Ahora esos ojos se fijan en él. Crowley solo se encoge de hombros. 

Prontamente el viento sopla de forma brusca.

—Supongo que esto no salió como lo planeaste.

—¿No es así más divertido~? —Y ahí vuelve a nacer esa horrenda sonrisa que muestra sus colmillos blancos.

Esa sonrisa fea se le hace contagiosa, pues imita el acto de forma leve. Estar con este hombre es raro, pero quizás sí hace que este infierno no sea tan malo. Eso no significaba que lo perdonó, no, claro que no. Aún lo odia.

Pero… Crowley con el pasar de los siglos, se dio cuenta de un hecho que jamás cambia en Ferid, su mirada. Sus ojos siempre tiene un color opaco, no importara cuán grande levante las comisuras de sus labios formando su horrible sonrisa, esos ojos siempre son tan oscuros como la noche, unos sin vida —más de lo común—. Por eso Ferid es un misterio sin palabras en medio.

En realidad, verlo con ese brillo en los ojos carmesí es bastante raro.

—Puede ser…

Ferid sigue sonriendo a pesar que no emitir más ruido.

Después de unos momentos una risa leve se escucha. Bathory reía despacio y una vez más, un acto del vampiro más viejo contagia al más joven. 

Si esto sería una cita de verdad, sería horrible, pues ambos acabaron empapados y la sangre fue mezclada con el agua, perdiendo su sabor.

Y en otro momento de mutismo, uno corto, Bathory se limita a pensar en su pasado por un breve momento. Mientras las gotas lo mojan recuerda que en algún tiempo estas le encantaban y como solo en esos días él podía salir afuera. Vaya, eso fue hace tanto tiempo que su memoria le falla, pues ya no recuerda cómo se sentía salir al fin de esa gran mansión. También recuerda que sus sirvientes —los pocos que había— le decían que entrara, pues se podía enfermar. Pero ahora todo era tan aburrido, tan lento, tan repetitivo. Ya no había enfermedades, ya no había nada de bueno en la lluvia.

Todo esto era una cosa sin sentido. Vivir por tanto tiempo no importaba, no valía la pena. Y…

—¿Qué pasa con esa cara?

Ferid parpadea varias veces al ver a su compañero. Oh, cierto, ahí está Crowley.

—Recordaba un poco el pasado… ¿Recuerdas que el día en que te volviste un vampiro llovió?

—Sí, eso también me hace recuerdo a que estoy enfadado contigo todo este tiempo.

—¿Seguirás con tu venganza sin sentido~?

—No puedo ganar contra ti —Ferid sonríe más— Pero eso no signifique que no esté buscando otra forma para vengarme. Después de todo gracias a ti estoy en este infierno. 

Pero Ferid solo se ríe.

—Me pregunto cuanto tiempo pasara hasta que te vengues. ¿Diez siglos quizás?

—Tal vez menos…

—¿En realidad quieres vengarte?

No… en realidad la ira se fue hace un largo tiempo, pero aun así no puede perdonarle, ya que cada segundo de esta vida es culpa de Ferid y solo de él. El aburrimiento, el ver como sus amigos se morían y… pasar tanto tiempo con alguien como él… Todo es culpa de Ferid Bathory.

Observa a Ferid por un momento pensando en decirle que él ya sabe la respuesta, pero es ahí cuando se da cuenta que Bathory no sonríe, ya no. Esto es raro, ya que ese sujeto siempre tiene esa sonrisa en su rostro, pero ahora solo… ya no está esa horrenda mueca. 

—No puedo perdonarte por lo que has hecho, después de todo.  

—¿Por qué no? Ya paso mucho tiempo Crowley-kun, debes superarlo.

—¿Superarlo? Gracias a ti estoy condenado a estar vivo en la eternidad.

—Lo dices como si fuera malo.

—Es porque es malo. Tú sabes que vivir tanto tiempo es horrible. 

Ferid sacude la mano, como diciendo: «Tonterías».

Pero el décimo tercer progenitor no se enoja, solo ríe un poco. Quizás… él también está perdiendo la cordura. Ya que pese a declarar su enojo, en verdad ya no siente nada; no siente irá por este hombre ni mucho menos ganas de venganza.  Al pasar el tiempo te olvidas de muchas cosas, pero no importa cuánto tiempo pase, Crowley estaba seguro que no podría olvidar la horrenda cara que tiene Bathory ni tampoco su personalidad tan fea.

Y sin darse cuenta —una de las pocas veces que sucede eso— el tiempo pasó volando, porque al levantar la cabeza se percata que la lluvia ya había cesado.  

Cuando notan ese hecho Ferid y Crowley deciden irse y olvidar —al menos por ahora— la otra parte del ritual. Ambos ven ante sus ojos la luna que por fin sale de su manto oscuro. La luna de esta noche es de un color sangre. Ese astro que iluminaba la noche es muy común para ambos, pero ahora, al ver  la luna del color de sus ojos, sienten como si fuera la primera vez que la vieran.

—¿Ver la luna de este color se supone que significa algo bueno?

Crowley lo ve.

—¿Algo bueno…? —Susurra viendo la luna fijamente— ¿Cómo qué?

—Mn… no lo sé, quizás  que… —Un rato se cortan las palabras y luego le ve— Tal vez que podamos hacer este pasatiempo un rato más ¿No crees?

 «Que hombre más molesto», se brinda a pensar mientras una leve sonrisa irónica nace en sus labios.  

Notas finales:

¿Qué tal? 

 

Espero que les haya gustado este pedacito de capítulo. 

 

Espero leerlos pronto. 


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