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Ars Amatoria por SelPattz

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Notas del capitulo:

**AU donde Steve Rogers despierta en los 60's y descubre la existencia de HYDRA**

 

https://www.youtube.com/watch?v=vGJTaP6anOU

El rubio daba vueltas en la sala de espera como si de un león enjaulado se tratase, su postura era tensa y su respiración apenas superficial, cada tanto detenía su andar y crispaba los puños hasta cortar la circulación por completo haciendo que sus nudillos se tornaran tan blancos como papel…

-Relájate…- dijo una voz armoniosa acercándose por la espalda

-No me pidas eso, no mientras no pueda estar ahí con él- susurró Abbadon mirando hacia la puerta por la que había desaparecido su pareja en compañía de su madre.

-Tony es un hombre fuerte, y por mucho que nos desagrade él y tu madre tenían previsto esto…- dijo el otro rubio con seguridad mientras le tomaba del hombro y reconfortaba al de ojos escarlata.

-… Tengo miedo padre- musitó con voz temblorosa, sintiéndose un niño de nuevo mientras miraba los orbes azules de su progenitor.

-Lo sé hijo, yo también estaba aterrado el día que naciste…- confesó Steve Rogers con una suave sonrisa

********* Flashback *********

Steve Rogers había renunciado a todo cuando decidió hundir aquella nave, en ese momento sabía que moriría pero para él eso valdría la pena si con eso terminaba con esa guerra sin sentido pues el mundo sería un lugar mejor para su Peggy…

En agosto de 1967 fue encontrado en las gélidas aguas del ártico, al despertar fue un shock asimilar que se había perdido más de treinta años, que todos habían seguido su vida y que él se encontraba completamente solo de nuevo. Fue por eso que retomó el manto del Capitán América, pero apenas unas semanas fueron suficientes para decepcionarle ¿Es que acaso nada había cambiado?

Seguía existiendo la guerra, los tiranos y las dictaduras, S.H.I.E.L.D. parecía hacer todo lo posible pero simplemente no era suficiente, además no podía evitar mostrar su descontento con ciertas decisiones que ponían en riesgo a inocentes de manera innecesaria. Arnim Zola lo notó y supo aprovechar esas dudas e inseguridades, hizo llegar al rubio sólo la información necesaria, esa que plantaría la semilla de una idea, de esa manera Rogers comenzó a indagar por su cuenta y terminó enterándose de la existencia parasitaria de HYDRA y el destino de Barnes después de aquella caída… Steve hizo lo que el científico predijo, se calló al no saber en quienes podía confiar y se infiltró en HYDRA para salvar a su amigo y exponer a la organización, pero conforme más tiempo pasaba y más misiones de HYDRA llevaba a cabo, era más y más evidente que en realidad los ideales del Capitán iban más acorde con el pulpo y el cráneo que con la organización que su primer amor ayudó a fundar. Fue ahí cuando Zola lo llevó a Suiza, le mostró una base secreta incluso para loa altos directivos de la organización en la que se dedicaban exclusivamente a la investigación, la tecnología era avanzada para su tiempo pero lo que más llamó su atención fue ver a decenas de civiles viviendo ahí felices y pacíficamente, eso fue lo último que se necesitó para romper la burbuja de ingenuidad de Rogers, sobre todo cuando su acompañante le tendió los archivos en los que S.H.I.E.LD. sin ninguna interferencia de HYDRA aceptaba la destrucción de la aldea originaria de esa gente (así como muchas otras) como daños colaterales necesarios para la neutralización de pequeñas células terroristas y la flamante firma de puño y letra de Margaret Carter en ellos.

Steven Grant Rogers no dudó al presentar su renuncia a aquella mujer, tampoco lo hizo cuando comenzó a reclutar agentes en HYDRA, mucho menos cuando les convenció de amotinarse y mató al líder de la organización tomando su lugar. Poco a poco comenzó a migrar a HYDRA fuera de S.H.I.E.L.D. para poder actuar a voluntad, se ganó la lealtad de sus seguidores con base en el respeto y agradecimiento en lugar del temor y coacción y así fue como en 1969 el HYDRA Supremo y su mano derecha el Soldado de Invierno (ya libre de control mental y en rehabilitación) enmascarados y con moduladores de voz se mostraron ante el mundo declarando la guerra a la pobreza, hambre y corrupción. Cómo Capitán HYDRA le daría sentido a su vida y lograría lo que no pudo antes, sin distracciones ni debilidades… o eso creyó pues no contaba con la llegada de ELLA.

Wise men say
Only fools rush in
But I can't help falling in love with you
Shall I stay?
Would it be a sin
If I can't help falling in love with you?

Like a river flows
Surely to the sea
Darling, so it goes
Some things are meant to be

Hildr Haugen era un sueño hecho realidad, no sólo era tan bella como la misma Freyja, sino que su mente y espíritu eran capaces de inspirarte los más puros sentimientos y Steve no podía evitar suspirar cada que el comité de HYDRA se reunía. La primera vez que la vio llegar escoltada por la seguridad de Heinrich Zemo y del brazo de Elisa Synclair fue más que suficiente para robarle el corazón por completo, ella era amiga de infancia de Elisa y por su recomendación se convirtió en niñera e institutriz del recién nacido Helmut Zemo cuya madre lamentablemente murió en el parto y por lo cual Heinrich se negaba a alejarse de su hijo en lo absoluto. Eso implicaba la presencia de la joven Hildr en todas sus juntas y reuniones, y si bien ella sólo se dedicaba a cuidar del niño, el rubio podía ver sus leves gestos y muecas al escuchar sus planes por lo que no dudó en preguntar sus ideas al respecto y poco a poco comenzó a incluirle como parte del consejo, y su opinión era tan importante que puede que Elisa tuviera el cargo de Madame HYDRA pero no era a ella a quien se referían cuando usaban ese nombre. Para 1970 Hildr ya era tan querida y respetada como el líder Supremo quien se desvivía por cortejarla a la vieja usanza y soportando las burlas de Bucky y su ahora amigo Heinrich cuando le encontraban sonrojado hasta las orejas después de haber pasado la tarde en compañía de ella.

-Está bien, le daré una oportunidad líder Supremo- dijo ella una tarde después de haber dormido al pequeño Helmut y permitiendo que el rubio (quien en secreto ya se había ganado su corazón) le tomara de las manos

-Steve, contigo soy y siempre seré sólo Steve- murmuró llevando sus nudillos hasta sus labios y dejando un casto beso en ellos.

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you

Like a river flows
Surely to the sea
Darling, so it goes
Some things are meant to be

Es veintidós de octubre de 1972 y Hildr Haugen puja fatigada, lleva cerca de doce horas de trabajo de parto y no puede ocultar su miedo pues Arnim Zola recientemente “falleció” y él fue el único al quien le confiaron cualquier información referente a su embarazo de alto riesgo. Ella grita de nueva cuenta y Steve esta vez no duda en entrar a la habitación con su mujer, la espera lo estaba matando así que sin importar los reclamos del médico se planta junto a ella, toma su mano y besa su frente dándole ánimos.

-Sólo un poco más mi amor- susurró acariciando su rostro

-No puedo, min kjaerlighet*- solloza la albina mirándolo asustada

-Sí puedes, mi esposa es la mujer más fuerte y valiente del mundo y no se rinde ante nada- declaró el ojiazul

Hildr siguió pujando por unos quince minutos más aproximadamente y entonces un potente llanto inundó la sala, la enfermera le entregó un pequeño bultito sonrosado con una delicada pelusilla rubia en la cabeza. Steve sonreía eufórico y sus lágrimas se derramaron cuando el pequeño se aferró a su dedo índice sintiendo que su pecho explotaría ante el amor inconmensurable que sentía en ese momento. Sin poder contener sus sollozos besó a su esposa agradeciéndole infinitamente por volverle el hombre más feliz del universo.

********* Fin del flashback*********

-¿Y cómo lograste soportarlo?- inquirió el menor mirando a su padre, aquel del que era prácticamente una copia y al cual admiraba tan profundamente

-No lo hice, entré a la habitación y no me fui hasta que naciste y tu madre estaba fuera de peligro- confesó con una risita

-¿Qué hago aquí entonces?- exclamó el albino caminando hacia la puerta

-Es diferente Abbadon- dijo tomándole del brazo para detenerle- entiendo cómo te sientes pero tu esposo es el primer hombre en el mundo en embarazarse, como el genio que es fue el único en lograrlo y por ende el único que entiende el riesgo del parto…

-Si algo le sucede…

-No lo hará. Tu madre está con él y ellos saben que no sólo tú, sino también Peter y Harley también lo esperan- dijo intentando calmar al hombre que a pesar de ya tener 30 años seguía siendo su pequeño lobito*.

-¿Cómo están ellos?- cuestionó preocupado por sus hijos adoptivos

-Ahora están calmados, Helmut se hizo cargo de cuidarlos y tu tío ya debe estar reuniéndose con ellos…

-¿Tío Bucky volvió? ¿Qué hay de Howard Stark?- cuestionó frunciendo el ceño

-… ya no será una molestia. Decidió que era tiempo de ser el buen padre que nunca fue y se negó a aceptar que Tony ha decidió hacer su vida contigo por voluntad propia. Yo no iba a permitir que intentara interferir y dañarlos de nuevo- declaró sin inmutarse.

-¿Y Carter? Ella es su madrina y lo ha sobreprotegido desde la muerte de su madre.  Tampoco dudó en mostrar su descontento desde un principio- murmuró el menor

-Les hemos dejado un mensaje muy claro y aprenderán que nadie se mete con mi familia sin pagar las consecuencias…

Un fuerte llanto los distrajo y Abbadon corrió hacia el quirófano encontrando a su amado ya recostado y abrazando un bultito recién aseado

-Min kjaerlighet*…

-Ab, mira a nuestra pequeña- murmuró con una sonrisa, sin poder moverse aún bajo los efectos remanentes de la epidural

El rubio se acercó para tomarla en brazos con suma delicadeza y temeroso de poder lastimarla por accidente, cuando descubre su carita y la ve tan hermosa y saludable no pudo evitar llorar, Abbadon besó su frentecita haciendo que frunciera el ceño tiernamente mostrando lo idéntica que es al hombre que la gestó

Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you
For I can't help falling in love with you

 

-Es perfecta- murmuró Abbadon con la voz quebrada y sin poder despegar los ojos de ella, sin poder creer que esa criatura tan hermosa y pura pudiera ser una parte de él

-Lo es, beloved- declaró Tony igual de emocionado

-Oh Anthony, mi dulce Anthony… gracias, gracias amor- llora el menor besando su rostro, cuello y nudillos con suma delicadeza

Steve da aviso al mejor amigo de su hijo para que traiga a sus nietos y una vez asegurándose de que todo esté bien se acerca a su esposa abrazándola por la cintura y besando su frente al verla tan cansada

-¿Estás bien?- cuestiona bajito sin querer romper la burbuja de dicha de su hijo y su esposo, pues sabe perfectamente lo especial que ese momento es

-Sí, y ellos también, las acciones de Howard adelantaron el parto y tuvimos que hacer una cesárea tal como Tony predijo que sería pero no estuvieron en peligro realmente- declaró Hildr recostándose en su pecho levemente

-Es usted maravillosa, mi reina- dijo el rubio alejándose un poco para darle un casto beso en los labios

-Yo no hice nada. Tony es maravilloso, tiene una fortaleza envidiable- murmuro ella sonriendo hacia la pareja que admiraba embelesada a su bebé

-Lo sé, cuando llegue su momento serán imparables- murmuró Steve

-¿Pensando en el retiro min kjaerlighet*?

-Tal vez… imagina una cabaña cerca de Oslo con un laboratorio para ti y un estudio para mí, una biblioteca con vista al bosque donde podamos cuidar a los niños acompañados de uno o dos perros y un montón de gatos malcriados ¿Qué tal suena?- preguntó el mayor

-No suena nada mal- susurró con esa sonrisita que le robaba el aliento

-No quisiera interrumpir pero ¿Quieren conocer a su nieta?- dijo Abbadon mirando a sus padres tan amorosos como desde que tiene uso de razón

-Por supuesto- declaró Rogers acercándose y tomándola en brazos- Hola princesa, soy tu abuelo…

-No te preocupes amor, aprenderás a diferenciarlo de tu padre- bromeó Tony acariciando su cabecita y logrando carcajadas de todos.

Harley y Peter llegaron a la habitación escoltados por Bucky y Helmut quienes se mantuvieron en la puerta permitiendo que la familia disfrutara del momento, los pequeños de apenas 8 y 7 años se acercaron curiosos y emocionados por conocer a la bebé que con tantas ansias esperaron y de la que ellos eligieron el nombre. En ese momento mientras sus hijos y esposo hablan en susurros para no despertar a Morgan, Abbadon Haugen-Rogers no pudo evitar pensar que en ese momento no podía existir en el universo persona más dichosa que él.

FIN


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