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Ars Amatoria por SelPattz

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Notas del capitulo:

*** AU MAFIA SIN PODERES/ YOUNG ABBADONY/ Regalo de cumpleaños de mí para mi (ya atrasado xD)***

 

Inspirado ligeramente en la canción In the shadows de The rasmus

https://www.youtube.com/watch?v=_ao2u7F_Qzg

El castaño corría desesperado, sentía que sus pulmones ardían como si les hubieran puesto en brasas, todo a su alrededor daba vueltas y no lograba enfocar adecuadamente, los parpados le pesaban, sentía que colapsaría en cualquier momento pero no podía permitírselo, necesitaba huir, sólo un poco más, unos cuantos metros y estaría en el territorio de su más grande enemigo… un poco más y estaría a salvo.

*********

El albino supervisaba en persona el último cargamento de tabaco, hace poco que tomo oficialmente el puesto más alto dentro de HYDRA y sabe bien que la lealtad de su gente debe ser reforzada constantemente, deben verle siempre como uno de ellos y no sólo como el jefe.

-Cuando terminen con esto los enviaré de vacaciones Brock- murmuró palmeando el hombro de quien no sólo era su amigo de infancia sino que también era uno de sus hombres más fieles.

-Unos días en casa suenan bien- murmuró el pelinegro sonriéndole al rubio

-¡Abbadon!- Helmut Zemo, futuro Barón de Sokovia entró corriendo al almacén en el que se encontraban

-¿Qué sucede Helmut?

-Stark está en Brooklyn- declaró el sokoviano apenas recuperó el aliento

-Ese viejo imbécil…

-No- le interrumpió su segundo al mando- es Anthony…

El de ojos escarlata no escuchó más, salió de la bodega escoltado por sus mejores amigos hasta el puente de Brooklyn donde una escuadra de seguridad ya rodeaba al castaño. No entendía porque el hijo de Stark se atrevía a venir, todos sabían que sin importar los intentos de la Reserva Estratégica el territorio del cráneo y el pulpo es y siempre será intocable, nadie nunca ha logrado penetrar en su territorio y por ello la escena que le recibe no es en absoluto lo que esperaba.

El joven al cual ha espiado desde su adolescencia se tambalea con piernas temblorosas, es evidente que está herido, el lado izquierdo de su cabeza sangra en un flujo lento que mancha la mitad de su rostro el cual amenaza con pintarse de violáceo por la cantidad de golpes que muestra, su labio está roto y su cuello tiene la inconfundible marca de una mano. Su ropa está rasgada y polvorienta, respira agitado mientras se toma el costado derecho y el sudor por el evidente esfuerzo de mantenerse de pie pega sus cabellos a su frente, en cuanto sus miradas conectan el castaño corre hacia él haciendo que la gente a su alrededor se tense y apunte con sus armas semi automáticas pero Anthony les ignora logrando tomarse de la camisa del más alto…

-Yo… no sabía… a donde más ir…- confiesa el genio arrastrando las palabras y es entonces cuando Abbadon nota los signos de las drogas en el sistema del más bajo

-… ya estás a salvo- susurra dando una silenciosa orden para que las armas dejen de apuntarles y entonces Tony por fin se permite desmayarse

*********

Era una junta común y corriente, Tony se aburría horrores mientras su padre discutía cosas sin relevancia con el General Ross, sólo podía pensar en el valioso tiempo que estaba perdiendo, si querían llegar a HYDRA necesitarían tecnología de primera, no sólo armas y la burocracia de aquel anciano y él tenía el proyecto perfecto para lograr lo que tanto habían ansiado…

-¡General Thadeuss E. Ross! Ponga las manos donde las vea, está usted bajo arresto- exclamó Steve ingresando a la sala enfundado en su traje de combate

-¿Qué?- Howard se alejó del aludido antes de mirar a su mejor amigo sin entender

-Esperaba tener más tiempo- susurró el mayor sin inmutarse

Los disparos fueron casi cronometrados, el infierno estalló en aquella base de la Reserva Estratégica ubicada en los límites de New Jersey. El General tomó a Howard como escudo humano y cuando Tony intentó proteger a su padre una tosca mano le tomó por el cuello mientras otra intentaba aplicarle un sedante, a partir de ese momento el moreno no pudo seguir el ritmo de la conversación, no lograba concentrarse ni coordinar sus movimientos, en un momento vio a su padre caer como si fuera una muñeca de trapo, observó a su padrino pelear por llegar hasta él mientras era arrastrado fuera, pudo ver de reojo a Peps y a Tía Peggy, ambas en un rincón con rostros serenos y miradas perdidas todo antes de ser lanzado lejos de sus captores por una explosión.

-Tony… ¡Tony!- Bucky Barnes le tomaba del brazo para guiarle pero su voz se escuchaba lejana debido al molesto zumbido en su oído

-¿Tío Bucky?- cuestionó confundido y un tanto extrañado por no escuchar su voz

-Tengo que sacarte de aquí- dijo el castaño casi a gritos jalándole fuera del edificio

Todo era un caos a su alrededor, gente que conocía desde niño caía sin vida dándole tan sólo el tiempo suficiente para salir mientras el luchaba contra el aturdimiento de las drogas para poder seguir el paso del Sargento al que tanto le gustaba molestar y que nunca antes vio tan serio

-¡No!- gritó Tony cuando una bala alcanzo a Barnes haciéndoles caer

-Corre- siseó el mayor

-Tío…

-Escucha- gruñó tomándole del rostro para que pudiera poner atención- No estarás seguro en ningún lugar que te sea conocido, mataron a tu padre y seguramente también a Steve…

-Pero…

-Huye y no confíes en nadie, puedes hacerlo Tony

*********

Tony despertó agitado y bañado en sudor, de inmediato el dolor en su costado derecho le hizo sisear apretando los dientes

-Debes tener cuidado Anthony- la voz gruesa le hizo girar el rostro para ver a aquel hombre alto y rubio que le miraba desde la pared má lejana poniendo atención a cada una de sus reacciones

-Grac…- su voz sonó ronca y tuvo que aclarar su garganta, de inmediato su anfitrión estaba a su lado sirviendo un vaso de agua fresca

-Bebe despacio- susurró tendiéndole la bebida

Tony obedeció, no pudo contener el suspiro de alivio cuando la sensación de frescura acarició su lastimada garganta, sus ojos no se despegaron en ningún momento del más alto pues de no ser por el color de sus irises pensaría que se trata de su padrino

-Hace un par de días que llegaste, mi aspecto no te sorprendió- murmuró

-En ese momento no noté lo parecidos que son, supongo que fue por las drogas- dijo el castaño jugueteando con el vaso de agua

-Pero lo esperabas- aseguró el rubio

-Sí, Steve Rogers es mi padrino y me contó acerca de ti

-¿Y cómo es que él sabe de mi existencia?

-Teníamos un informante al que tuvimos que extraer cuando su fachada fue descubierta, él le contó todo y entonces mi tío detuvo los ataques directos a HYDRA para intentar negociar con ustedes… Muchos no estuvieron de acuerdo

-¿Quiénes no estuvieron de acuerdo?- cuestionó el albino cruzando los brazos al frente

-El General Ross…- contestó Tony con un nudo en la garganta

-¿Thundebolt? ¿Fue él quien te hizo esto?- siseó furioso pues sabía que una vez fuera de su nómina el militar sólo le daría problemas

-Mató a todos- sollozó el castaño al recordar el sonido que hizo el cuello de Howard entre las manos de Ross

-No a todos…

-¿Qué?

-Tus amigos te están buscando- declaró el de mirada escarlata deseoso de consolar aunque sea un poco al genio

*********

Tony abrazaba a Rhodey y Bruce con desesperación, tuvo que esperar dos semanas para poder reunirse con ellos y ahora ante el alivio de tenerlos ahí con vida no puede evitar las lágrimas que bañan su rostro.

-Tranquilo Tones, encontraremos la forma de sacarte de aquí- juró el moreno acariciando el rostro aun herido de su mejor amigo

-¿De qué hablas?

-Contrario a lo que creen, Anthony es mi huésped y no un rehén- murmuró Abbadon ingresando a la sala privada

-¿Qué es lo que quieren? ¿Cuánto costara la libertad de Tony?- siseó Rhodey encarándose al más alto

-No…- Tony desde su cómodo diván miraba a su mejor amigo sin poder intervenir físicamente

-Ross les hizo creer que todo fue un ataque de HYDRA y que tú fuiste secuestrado- murmuró el albino acercándose al de ojos chocolate para ayudarle a ponerse más cómodo con un par de cojines

-¿Qué? ¿Cómo se atreve?- cuestionó furioso

-¿Tony?- Bruce se agachó a su altura y tomó las manos que temblaban de impotencia

-¡Ross mató a papá con sus propias manos!- estalló el castaño en un doloroso sollozo- mató a la tía Peggy, al tío Bucky y a Peps… tuve que huir herido y drogado, HYDRA me protegió cuando llegue aquí por mí mismo

-Pepper no murió, está internada de gravedad pero sigue viva- declaró Bruce haciendo que le mirara

- ¿Y los demás?- cuestionó esperanzado

-… Lo siento Tones

-¿Por qué vendrías aquí?- murmuró Rhodey alentándolo a seguir

-Sólo quería llegar al único lugar donde sabía con toda seguridad que Ross no podría llegar a mí- susurró mientras las lágrimas le embargaban de nuevo- ¿Qué voy a hacer ahora? Mi papá y mi padrino están muertos… no me queda nadie…

-Tony- Rhodey se sentó a su lado- El Capitán Rogers está vivo, lo arrestaron por ser el autor intelectual del ataque y tu secuestro

-No, no, no, no, no…- el castaño se puso de pie sin importarle el dolor y se plantó frente al de ojos rojizos

-¿Anthony?- el rubio le miro colocando los brazos a los costados, listos para sostener al genio

-Tienes que salvarlo… por favor- suplicó tomándoles de las solapas del saco

*********

Hace un mes que le prometió que salvaría a Rogers, hace un mes y tres semanas que el castaño es us invitado, en ese tiempo no ha descuidado sus labores y mucho menos a su gente pero sabe que no está actuando con normalidad, para todos es evidente que el salir de las sombras ha cambiado sus prioridades drásticamente…

-Necesito hacer algo o me volveré loco- murmuró Anthony plantándose a su espalda

-Aun es peligroso, Ross es influyente y lo sabes, si quieres destruirlo debes tener la información y los contactos adecuados- Abbadon evitó mirarle como si eso le mantuviera a salvo del hechizo de aquellos ojos chocolate

-Puede que Steve Rogers no signifique nada para ti pero es la única familia que me queda- siseó el aludido furioso

-Si actúo ahora el general matará a tu queridísimo padrino- declaró el menor con voz y expresión neutras

-Pero… lleva un mes ahí, quien sabe a qué horrores lo estén sometiendo- murmuró conteniendo un sollozo

-Si es la mitad del hombre que mi madre amó, entonces está ahí con la dignidad integra y la frente en alto

-¿Tu madre te habló de él?

-Por supuesto, es mi padre y lo sé todo de él- confesó el de acento noruego

-Él cree que lo odias…

-Steven Grant Rogers ingresó a HYDRA por amor a su madre enferma- murmuró Abbadon interrumpiéndole- y se quedó por amor a una joven albina proveniente de Noruega. Pero por mucho que amara a mi madre esa no era la vida que soñaba, por eso ella decidió terminar su relación y ayudarle a salir aun sospechando de su embarazo

-¿Ella ya lo sabía?- cuestionó el castaño asombrado

-Sabía que si le decía él se quedaría, así de mucho lo amaba… renuncio a su felicidad juntos por la felicidad de él- susurró con una sonrisa nostálgica

-Steve, él quiso buscar a tu madre cuando regresó después de haberse enlistado- murmuró Tony

-Lo sé, yo tenía tres años, Schmidt fue quien evitó que se encontraran. Y puede que fuera lo mejor. Ambos pudieron desarrollar su máximo potencial…

-Pudieron hacerlo juntos…

-No- le interrumpió de nuevo- las diferencias que los unieron son las mismas que terminarían separándolos, sus ideales eran diametralmente opuestos Anthony

-Pero… se amaban tanto- murmuró con ojos cristalinos

-El que dos personas se amen no significa que deban estar juntos.

*********

Abbadon cumplió su palabra, tardó casi tres meses pero le dio a Anthony lo que necesitaba para hundir a Ross de por vida, ahora todo el mundo conocía sus más sucios secretos, Rogers fue liberado y su reputación restaurada y el genio fue libre para volver a su hogar con quienes lo amaban.

-Este lugar se siente un tanto frio sin Stark- declaró Zemo colocándose junto a su mejor amigo

-¿qué sucede Helmut?- cuestionó el rubio sin despegar la vista del libro contable que leía y sabiendo que ese tono tenía un doble significado

-Mucho, estamos preocupados por ti- susurró

-No deberían

-Abbadon, sabemos que puedes parecer un tempano de hielo pero eso no es más que una fachada. El hombre al que siempre has admirado y amado en secreto un día se apareció en tu puerta pidiendo tu ayuda, te dedicaste a cuidarlo y protegerlo durante meses y lo dejaste ir como si nada

-Ya no me necesita

-Y aun así te buscó cada día sin falta y tú sigues comportándote como un idiota negándote a verlo ¿Pretendes que crea que no te afecta?- siseó molesto por la testarudez del otro

-Helmut…- murmuró en tono de advertencia

-A eso súmale que te enteraste que tu padre sabe de tu existencia…

-Suficiente Helmut- gruñó golpeando el escritorio mientras se ponía de pie- Yo no soy bueno para Anthony ¿ok? Es mejor que me aleje de él, por su propio bien

-… notaste que ya pasaron dos semanas sin señales de Stark ¿cierto? Te dije que en algún momento se iba a cansar- declaró el sokoviano arrojando un pesado sobre en el escritorio para salir enseguida

Abbadon soltó un largo suspiro mientras miraba el costoso sobre de papel, quiere abrirlo simplemente por el hecho que ese papel estuvo en contacto con los dedos del genio, se debate un instante pensando que debería regresarlo intacto y de esa manera Anthony por fin se desilusionaría por completo…

-Maldita sea Anthony- gruñó tomándolo, lo abrió con cuidado quedándose en shock cuando descubrió la sencilla invitación de boda.

*********

Tony se dirige a la sala pues sabe que el rubio se dirige ahí, respira lento y profundo intentando contener el nerviosismo ante la idea de verlo después de este cortó tiempo que se han sentido como una eternidad. Abbadon cumplió con su promesa, después de ayudarle le dejó ir sin pedir nada a cambio y él ingenuamente creyó que una vez que pusiera todo en orden y EXTREMIS estuviera a salvo tendría la oportunidad de agradecer como era debido ya que en ese tiempo de convivencia terminó volviendo muy cercano a la cabeza de HYDRA… Por eso le sorprendió tanto que el de ojos rojizos le evitara con tanto ahínco cada vez que intentó contactarlo.

-¡Anthony!- el noruego ingresó a la sala furioso interrumpiendo el tren de sus pensamientos

-Buenas tardes Sr. Haugen- saludó con una sonrisita amable

-¿Qué carajo significa esto?- cuestionó sacudiendo el sobre en su diestra

-Fuiste muy amable conmigo así que me pareció buena idea invitarte a mi boda como agradecimiento- contestó llegando hasta el más alto manteniendo una postura firme y sin intimidarse

-¿Qué pasó con tu supuesto mala suerte en el amor?- gruñó con las mandíbulas tensas- ¿Desde cuando estás con Romanoff?

-Hace poco, ambos tenemos el corazón roto así que si no podemos estar con quien amamos nos pareció una unión adecuada…

-No puedes, no te lo permitiré

-¿Con qué derecho dices eso?- le interrumpió molesto- Tú me hiciste creer que te importaba y después te deshiciste de mí en cuanto pudiste, como si fuera una peste…

-Eso no es cierto

-Nosotros no somos ni fuimos nada así que no tienes derecho alguno a reclamar nada. Largo de mi casa- ordenó dándose la vuelta

El castaño le dio la espalda al otro dispuesto a dejarlo ahí pero fue detenido bruscamente, una tosca mano le jalo hasta que impacto contra el pecho del otro y sus labios fueron asaltados violentamente. El cálido aliento del más alto le embriagó por completo, las ásperas manos le sostuvieron por la cintura haciendo que su figura prácticamente se fundiera contra la de su acompañante quien intentaba desesperadamente transmitir su sentir a través de sus caricias.

-No te cases… por favor- susurró Abbadon aun contra sus labios

-Ab…

-Te lo suplico- murmuró llevando las manos hasta el rostro ajeno y sosteniéndole con suavidad

-Sobre eso… la invitación es falsa. No sabía que más hacer para que aceptaras verme- confesó con una sonrisita apenada mientras el otro soltaba una carcajada

-… min kjaerlighet* ¿Cómo es que te mantendré a salvo si no me lo permites?- susurró con una risita divertida y dando suaves besos en sus mejillas y frente

-No necesito estar a salvo, lo que necesito es vivir y quiero hacerlo contigo a mi lado- murmuró el aludido cerrando los ojos ante las dulces caricias

-Mama siempre intentó que yo amará a mi padre, sin embargo Johan Schmidt siempre quiso que le viera como un traidor por eso aludió a mis celos infantiles…- murmuró desconcertando al mayor- Cuando cumplí once años me contó que mi padre tenía un ahijado que era su adoración así que logre convencer a Helmut de acompañarme para espiar al mocoso que disfrutaba lo que creía que por derecho era mío

-Ab…

-Nunca esperé lo que sucedió cuando te vi, recuerdo que pensé que estaba viendo un ángel incluso me olvide de mi propio padre que estaba ahí contigo- susurró sonriendo- todos a tu alrededor parecían amarte y yo no fui la excepción. En ese momento comencé a espiarte para estar al pendiente de ti y por años me he dicho que no debo involucrarme contigo, que nunca podría ser merecedor de tu atención… Mírame ahora, completamente desarmado a voluntad tuya

-Me cuidaste en persona, me diste tu completa compañía y atención, no dejaste que nadie más que no fueras tu o Rhodey me atendiera y tu mirada iluminada nunca pudo mentirme ¿Cómo no iba a enamorarme?- murmuró Tony mientras el rubio rozaba suavemente sus narices en un gesto sumamente tierno

Se besaron de nueva cuenta, esta vez de forma lenta y calmada, permitiéndose disfrutar de cada una de las sensaciones que la caricia provocaba, sus brazos se encargaban de mantenerlos tan juntos como era físicamente posible y sus respiraciones acompasadas parecían ser una sola

-Beloved…- Tony suspiró contra los labios ajenos, separándose sólo lo justo y son un filo hilillo de saliva uniendo sus bocas- Quiero pedirte dos cosas…

-Dime, min verden*

-Uno, nunca más intentes alejarme

-Concedido- murmuró dándole un casto beso

-Ok, dos… quiero presentarte a alguien

*********

Abbadon se dejó guiar por los pasillos de la mansión, puede que no pareciera afectado pero sentía su corazón martillar como loco en su pecho, nunca imaginó que esto sucedería, no de esta manera.

-Sé que es difícil para ti pero él es ahora mi única familia- murmuró el castaño dándole un dulce beso en la mejilla para proceder a abrir las puertas de caoba frente a ellos

Steven Grant Rogers se ponía de pie con ayuda de Edwin Jarvis, su cabello se nota con más canas de las que recuerda, su rostro muestra un par de cicatrices que ya no desaparecerán en el ojo izquierda, mejillas y labios, su brazo izquierdo reposa en un cabestrillo y su pierna derecha tiene una especie de férula semi-rígida que le da soporte.

Abbadon había esperado muchas reacciones diferentes a su primer encuentro con su progenitor que iban desde la indiferencia hasta la ira pero nunca esperó el dolor que estaba sintiendo mientras inconscientemente caminaba hasta quedar de frente al hombre.

-Hijo…- apenas alcanzó a susurrar el de ojos azules antes de estrechar al otro entre sus brazos, olvidándose por completo del dolor

El capitán le abrazaba con el brazo sano atrayendo a su primogénito desesperadamente contra su cuerpo, lágrimas corrieron por su rostro ante el momento que tanto había anhelado desde que supo de su existencia.

-Lo siento, debí insistir, debí estar para ti y tu madre… no debí creer en las palabras de Johan- murmuró sin atreverse a soltarlo

-… ¿Por qué?- cuestionó alejando con delicadeza a Steve de sí mismo al tiempo que Jarvis le ayudaba a tomar asiento

-Él dijo que estaba muerta, que ella pagó el precio de mi salida- murmuró conteniendo un sollozo- por eso me presente voluntario en la Reserva Estratégica. Tienes que creerme, nunca habría hecho nada contra HYDRA de saber que ustedes estaban ahí

-¿Qué diferencia hubiera habido Rogers}?- cuestionó ácidamente

-Ella era mi primer gran amor y tú eres el fruto de ello, jamás, sin importar que, podría haberles hecho daño voluntariamente- declaró sin dudar ni un segundo

-No puedo creer que sigas siendo el mismo idiota ingenuo del que mamá se enamoró- murmuró Abbadon con una sonrisa incrédula

-¿Te habló de mí?- cuestionó el mayor con mirada ilusionada

-Toda mi infancia, todo el tiempo- confesó hincándose sobre una rodilla para quedar a su altura

-Hay tanto que quiero preguntarte… pero primero debo agradecerte todo lo que hiciste por Tony

-No te equivoques, el que hiciera esto por Anthony no me vuelve una buena persona. Sigo siendo el líder de la mafia más grande y temida del continente entero- declaró el de ojos escarlata

-Pero eres hijo de Hildr Haugen y si te inculcó siquiera la mitad de los valores que tanto defendía, entonces eres el hombre más honorable de esta habitación- murmuró Steve con una sonrisa confidente adornando su rostro

-Eres demasiado ingenuo… padre.

Abbadon sonrió tragando el nudo que aquellas palabras causaron en su pecho y se permitió imaginar por un instante lo feliz que su madre estaría.

FIN


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