Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor que fue prohibido por Aries96

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Capitulo 11

El gobernante de Virgo se encontraba atónito ante aquel acto de su heredero.

 

(...)

 

—Me voy para Gemau, sé que Saga me necesita.

—No puedes irte Shaka, no después de todas la ofensas de ese Reino hacia nosotros.

—Padre, si hubiese sido al revés si Defteros fuera mi padre  y no mi "madre" yo sería uno de ellos, me odiarias tan bien.

 

—Claro que no hijo, jamás podría odiarte.

 

—Debo marcharme, sé que Saga me necesita y yo debo ayudarlo lo amo y si algo le pasase me moriria de dolor.

   

 

—Shaka, el es el esposo de Milo hijo de Aspros el único en esa familia que merecía respeto, Abel me traicionó dos veces, cuando levanto la captura contra Defteros y cuando acepto que Kanon se case con ese y no contigo.

 

—Padre no te estoy pidiendo permiso, solo te estoy avisando.

No me importa que Saga ame y le corresponda a otro, el amor no se compra.

El amor es disfrutar de la felicidad del ser amado y  siento que Saga la está pasando mal.

No entiendo aún porque después de que mi padre te traicionó según tu, no entiendes que en el corazón no se manda.

Cada día me doy cuenta el porqué te dejo.

 

     Retirándose dejando al soberano con sus pensamientos.

 

(...)

 

        

 

       -en Gemau- 

 

    Caín sabía que pronto Odyseuss daría con el por lo que se volvería una afrenta mucho más sangrienta de lo que ya era.

    Pero no podía irse más ahora al ver el mal momento que Saga estaba pasando después de que ese desgraciado lo lastimo de tal manera.

Nunca habia sido un buen padre, por miedo lo dejé y fue Abel quien los cuido como propios.

 

   Ni tan poco un buen Alfa, traicione al Omega que me amaba por qué sentía un amor prohibido hacia otro Alfa, llevándolo a la locura y que me odie por completo a mi y a sus hijos, para exiliarse y buscar pueblo por pueblo quien era el que había robado mi atención.

Aquel Alfa aquel impuro había sido su perdición, aquel quien poseía la más de las hermosas de la bellezas me dió un hijo al que debí alejarme para ponerlos a salvó de la furia de Oddyseus para dedicarme a proteger a los gemelos de su peligro eminente

 

   —Un día Caín ,regresaré todos los Reinos caerán incluidos Gemau todos arderán incluidos tus hijos.

    —Ellos también son tus hijos, Odyseuss.

 

    —No ,esos dos. No son nada mío

Tú me lo quitaste porqué crees que no estoy bien mentalmente pues quedatelos y arderán contigo cuando sea el momento, solo será tu culpa solo tuya y del desgraciado ese con el que me engañaste ese perro de Cardinale.

  

    Ese fue el inicio de todo el mal que azotaba al Reino la ira de un Omega despechado que no pudo soportar que no lo amaban.

 

(...) 

 

     Señor Odyseuss ¿Quién ese ente y de dónde lo conoce? 

 

—Ese ente en su momento fue un gran maestro de las artes oscuras y en el pasado fue mi aliado, Aspros de Gemau.

  No sé que haya echo Caín, pero haré que regreses por completo a la vida un aliado como tú nuevamente, sería la victoria asegurada, ambos odiamos a los Impuro al cual desearíamos muertos, principalmente a dos, tú a tu hermano y yo a Cardinale.

 

   Ese demonio se acercó 

 

—Liberame de esta agonía y seré tu aliado.

 

(...)

 

Camus por fin llegó a Gemau, para luego ver llegar aquel hombre rubio.

El guardia pidió el nombre de ambos.

 

— Soy Shaka del Reino de Virgo, vengo a ver al Rey Saga.

—yo soy Camus el asistente del Rey

 

   —Déjalos pasar —exclamaba Saga quien vestía como digno soberano con aquel parche en el ojo y sus heridas a la vista .

 

  Shaka al ver eso, al ver aquellos cortes solo lloro.

 

— Dime Saga, acaso ha sido Milo quien te hizo este daño, dime Saga y lo asesinare con mis manos.

 

   Camus al ver cómo las manos de aquel hombre acariciaba las de Saga  los celos brotaron.

 

—Saga he cruzado todo el Reino para saber que estás bien, no pienso exiliarme más en Sagittus.

No puedo dormir, pensando que la estás pasando mal me quedaré aqui a protegerte de los bárbaros, de Milo y del mismo Dios.

    

       Inclinandose en señal de respeto.

 

—Yo también Saga, dejaré todo por protegerte a ti.

No hay nada que ame más que no seas tú.

      

   Inclinandose también como Camus.

 

—No hagan esto, a ti te debo la vida y tú Shaka me las ha salvado muchas veces en la caballeria, ambos los aprecio mucho ahora.

Pero soy grande debe aprender a defenderme solo, este Reino depende mi.

 

     —Saga ambos te amamos lo veo en la mirada de este muchacho, dejanos demostrarte nuestro amor protegiendo nos correspondas o no.

 

(...)

 

 

 

 

-En virgo- 

 

—Y si en verdad fui yo y si en verdad fue mi culpa que Defteros no me amará ¿Qué fue lo que hize mal? 

Yo hubiese renunciado todo por él ha todo ¿Por qué nunca me amo? ¿Por qué?—Pensando en voz alta.

 

—Porque tu querías que fuera algo que no soy Asmita, querías que fuese sumiso a tus órdenes para ti solo era un pertenecía más solo una adquisición.

Deseabas que sea como mi hermano.

Pero el y yo, nunca seremos iguales.

Eso jamás lo quisiste entender.

 

—¿Cómo entraste a este Reino sin ser arrestado?

 

—Todavía preguntas lo mismo, yo entro y salgo de dónde se me da la gana Asmita.

 

—Vete

 

—he oído lo que te ha dicho Shaka aún no entiendes.

 

—Vete o haré que te arresten 

 

—Vete ya, GUARDIAS.

 

Defteros estaba por esfumarse cómo de costumbre pero no previo que Asmita se anticipo y de un espadazo le hirió un brazo y luego la pierna.

 

—Ah Defteros si aprendí algo, fue oler tu presencia, sabia que vendrías aquí al saber que Shaka se marcharía para verlo una última vez.

Pude oler la sangre de tu herida que seguro te hiciste en el Reino porque algún campesino te reconoció y ahora por fin tendré mi venganza y tú cabeza rodará por tu traición.

 

—Tú crees que le temo a unos guardias, he huido por casi treinta años.

Ni a la muerto le temo Asmita.

 

   Defteros trataba de ponerse en pie.

 

—Lo se, matarte más bien sería un favor. Voy a ser lo que debía haber hecho contigo, desde un principio mi salvaje esposo, domésticarte cómo lo hacía mí padre, pero esta vez en serio.

 

—No Asmita, eres un enfermo.

 

—Guardias llevenlo al calabozo y asegúrese de encerrarlo bien.

 

Varios Guardias llegaron y al final pudieron reducirlo para llevarlo a aquel calabozo para que espere las torturas de quién fue su esposo.

 

—Defteros hoy empezaras a pagar tu traición.

 

Continuara...

 

 

   

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero les guste


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).