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- ¡Jermaine! Estas aquí y ahora también eres un dragón Xiaolin como yo, ¡eso es grandioso! Ahora entrenaremos y pelearemos contra las fuerzas del mal juntos- Omi tenía una sonrisa enorme de oreja a oreja que le abarcaba gran parte del rostro, el pequeño monje estaba brillando de la felicidad, literalmente ya estaba brincando de un lado a otro en total exaltación.
-No había visto a Omi con tanto exceso de energía desde la broma de Raimundo que lo hizo comer medio saco de azúcar, no se le bajo por dos noches seguidas- dijo el vaquero siguiendo con la mirada al pequeño monje que ya empezaba a caminar por las paredes por la emoción.
-Yo también estoy feliz de estar aquí viejo, no paré de viajar desde que mi vuelo me dejó en Beijín para llegar aquí lo más pronto posible-
-Nos alegra verte Jermaine, ¿pero cómo es que terminaste siendo el dragón de madera?-
-Kimiko tiene razón, después de la última vez que te vimos y que fuiste engañado por Chase, auch, quiero decir, la última vez fue cuando Dojo te llevo a NY y no volvimos a saber de ti- Rai se sobó el brazo que fue golpeado por la pequeña japonesa, no creía que su comentario hubiera sido grosero, solo recordaba los hechos.
-Es verdad, en tus cartas jamás comentaste nada de esto- Omi paro su carrera alegre y miró a su amigo neoyorquino con expectación.
-¿Ustedes se mandaban cartas?- preguntó en voz baja Raimundo con una ceja levantada, además de parecerle algo anticuado no tenía idea que el más pequeño siguiera manteniendo contacto con el afroamericano “Auch, ¿y ahora que hice?-
-Respeta la privacidad de Omi- le dijo Kimiko en un susurro amenazante al joven brasileño, conocía muy bien el tren de pensamiento de su compañero, y era más que seguro que al saber de las cartas del joven monje quisiera indagar en su contenido como cuando supo del diario, ejem, bitácora de Clay y no tardó en poner sus manos sobre esta.
-Bueno, como le estaba explicando al maestro Fung antes que Young apareciera, mi verdadero maestro me encontró en mi ciudad natal y me entreno para heredar el título de dragón de madera-
-Antes de que continúes con tu explicación Jermaine, entremos al templo donde podrás seguir contando tu historia con más comodidad- dijo el maestro Fung por cortesía y como medida de evitar oídos indiscretos, Chase ya no estaba a la vista pero uno nunca sabía en qué esquina o árbol hubiera un espía del Heylin.
Hicieron pasar a su nuevo miembro de la orden al comedor del templo, donde ya los esperaba una tetera con té caliente con varias tazas preparadas, una vez todos sentados Fung hiso un ademán para que el nuevo dragón hablara.
-¿En dónde me había quedado?-
-En cómo encontraste a tu maestro para heredar el título de dragón de madera-
-Gracias Omi- agradeció el neoyorquino acariciando la redonda cabeza de su amigo, parecía que había crecido unos cuantos centímetros desde que lo vio la última vez “Pues sí, cuando regrese a NY decidí dedicar mi tiempo a pensar y a entrenar por mi cuenta, si les soy sincero me sentía algo avergonzado por ser engañado tan fácilmente por Chase Young, tanto que cuando mi verdadero maestro me encontró realmente no le creí pensando que sería otro engaño o un charlatán, el pobre hombre tardó semanas en convencerme de lo que decía. Pero ese hombre era el más paciente que hubiera conocido alguna vez, supongo que es algo que tiene que ver con la edad. ¡No tenía idea que los dragones Xiaolin podían vivir cientos de años!-
Raimundo que estaba bebiendo té en ese momento no pudo evitar escupirlo por la sorpresa, para su mala suerte Kimiko, que estaba sentada delante del brasileño, fue salpicada de la tibia mezcla de té y saliva, sustancia que ya se estaba evaporando por el fuego que soltaba la guerrera por la furia, o si, Raimundo sabía que recibiría la venganza de esto y dolería mucho, Clay, que estaba sentado al lado de Kimik, le pasó un pañuelo y trató de tranquilizarla un poco antes de que se atreviera a saltar sobre la mesa y destrozar al líder de su grupo.
-Maestro Fung, ¿es eso verdad?, ¿Nosotros podemos vivir cientos de años?- la sorprendida voz de Omi llamó la atención de los demás que luego posaron sus ojos en su maestro quien tenía los ojos ligeramente más abiertos de lo normal, al parecer esa información también lo había sorprendido.
-¿Ahora los dragones Xiaolin pueden vivir centurias?, Siento que toda mi vida he vivido engañado, primero resulta que hay más de cuatro y ahora esto, estoy demasiado viejo para estas sorpresas- lloriqueo dramáticamente el pequeño dragón verde en el cuello del maestro Fung.
Gran parte de sus 1500 años habían sido utilizados en cuidar un rollo polvoriento, pero al menos, Dashi se supone, le había contado todo lo relacionado a los dragones Xiaolin, había visto generaciones ir y venir pero, ahora, con tantas sorpresas, sentía que en realidad nunca supo nada.
-Calma Dojo, viejo amigo, no eres el único sorprendido. Jermaine, ¿podrías explicarte un poco más?, según los registros de los dragones Xiaolin ninguno ha vivido más de los 100 años, al menos los que se conocen. Para serte honesto, la existencia del dragón de madera es un conocimiento reciente para todos en el templo-
-Sí, mi maestro me conto sobre ello. Es una característica muy “peculiar”. De acuerdo a lo que me contó, el maestro anterior a él vivió siglos antes de encontrarlo y enseñarle, los dragones de madera no envejecen como la gente normal, el Chi del dragón de madera comparte la longevidad de la madera a su portador-
-Eso es asombroso- dijo Omi con los ojos brillantes lo cual gano una sonrisa de cariño por parte de Jermaine pero que escondía una pizca de tristeza, el chico aun no terminaba de narrar toda su historia.
-Sí, tiene sus ventajas, pero igualmente sus inconvenientes, mi maestro tardó años en encontrar un sucesor, dejó su propio templo buscando a alguien a quien entrenar, quizás por eso no hay registros de él actualmente, y bueno, cuando logró convencerme comencé con el entrenamiento, al menos tuvo sus ventajas el engaño de Chase, ya que tenía buenas bases y aprendí rápido de las enseñanzas de mi maestro. Y bueno, cuando el proceso terminó mi maestro ya pudo partir-
-¿A dónde?-
-A ascender, o es lo que dijo él. El Chi del dragón es lo que lo mantuvo con vida durante todo ese tiempo, cuando me lo heredó… pudo continuar con su propio viaje-
Cuando terminó de narrar su historia, el comedor cayó en silencio, incluso Dojo no se le ocurrió nada que decir, viendo que el ambiente se volvió algo pesado Jermaine retomó su relato a un ritmo más alegre.
-El hombre me enseñó mucho, ahora puedo controlar la madera y las plantas con total fluidez, lo cuál me ayudó cuando empecé a recaudar fondos para mi viaje. Es increíble lo costoso que son los boletos a China, por lo cual hice un pequeño negocio vendiendo flores que hice crecer de semillas con mi poder junto a juguetes, artesanías y algunos muebles creados con el manejo de la madera, todo un éxito, aunque tuve que tomar el vuelo con más escalas para llegar hasta aquí-
-Ni que lo digas, cuando tuve que venir al templo fue por vuelo clase económica, esos asientos me mataron la espalda por horas- concordó Rai recordando su propio viaje al templo.
-¿En serio puedes hacer crecer plantas a partir de semillas?-
-¿Puedes hacer una demostración?-
-Es una de mis tantas habilidades y si, de hecho, aquí tengo algunas en mi bolsillo, uno nunca sabe cuándo necesitaras una de estas pequeñas- sacando una pequeña semilla del bolsillo de su pantalón la coloco en la palma de su mano y bajo la asombrada mirada de los demás dragones Xiaolin la pequeña semilla se transformó en cuestión de segundos en una bella peonía “es un buen truco para ganar unos ingresos extras-
*+*+*
Lo que pasa con las personas como Wuya y Bean es que se creen con el derecho de tomar todo lo que desean, sin importar los medios.
Poder, armas e incluso vidas, pues lo más importante para esta clase de seres son ellos mismos y sus objetivos.
La primera vez que sintieron esa distorsión en el flujo del Chi, esa anomalía les desconcertó, incluso aterró, pero como suele suceder con ellos, rápidamente pensaron en una forma de sacar algún beneficio.
Esa clase de energía y su potencial podía usarse para su conveniencia, si encontraban su origen o su portador podrían encontrar la forma de manipularlo.
El problema era que, no tenían los medios para encontrarlo.
Es por eso que volaban a la residencia de Jack Spicer, sospechando que este ya tenía una forma de localizar la fuente de ese Chi que ansiaban dominar o, en su defecto, hacerlo buscar por ellos.
El ave ying-yang no tuvo tiempo de aterrizar cuando el primer proyectil les ataco y las sirenas empezaron a sonar por toda el área.
-Están sobrevolando espacio aéreo no autorizado, autorización de uso de armas de fuego autorizado- la voz mecánica resonó mientras los tres caían en picada mientras más proyectiles rozaban sus cuerpos.
-¡Por el averno! ¿Qué rayos está pasando?- rápidamente Hannibal Bean utilizo su wu para reducir el tamaño de su ave y de él mismo dejando aún más desprotegida a Wuya en la caída y el ataque que estaban recibiendo.
La mujer cayó de lleno sobre uno de los arbustos que colindaban la propiedad Spicer, más que amortiguar su caída fue como caer sobre un cojín lleno de espinas, no lejos de ella el ave ying yang yacía en el suelo atontada, el proyectil no había dañado ningún punto vital pero había afectado su vuelo hasta hacerla caer.
-Maldita sea Bean, casi me matas-
-Deberías estar menos preocupada de lo que yo haya hecho y más por lo que tu ex aprendiz pretende con este atentado-
-Intrusos, intrusos… despliegue de fuerzas defensivas terrestre autorizado- la voz mecánica que salía de la mansión nuevamente sonó mientras la puerta principal se habría para que varios bots, de la manufactura de Jack Spicer, salieran.
Estaban los muy conocidos Jack-bots flotando en formación, pero también les acompañaban otras creaciones como las porristas bots y, las que más irritaban a la bruja Heylin, las mediocres imitaciones de su figura fantasmagórica; las Wuya-bots.
Cada uno de los Autómatas enfocaron sus brillantes ojos sobre los intrusos, tal vez fue un efecto por la caída o las sombras provocadas por el sol pero, por un momento, para Wuya, esas caras rígidas parecieron hacer muecas de una cruel sonrisa dirigidas a ella, provocándole escalofríos.
-¿Pero qué rayos se ha creído el gusano de Jack?- como pudo Wuya salió del arbusto para encarar a las chatarras frente a ella, si Jack Spicer pensaba que sus patéticas creaciones la intimidarían estaba muy equivocado.
-Pero miren nada más que trajo el pajarraco- una de las Wuya bots empezó a decir en una voz parecida a la suya pero más mecánica, aun así se notaba la burla clara.
-¿Aun se le puede decir bruja cuando ni siquiera puede usar magia?- habló una segunda imitación, comenzando a flotar junto a sus demás compañeras.
-Arrastrándose como una ponzoñosa alimaña, incluso aliarse con una habichuela parlante- una tercera comento dirigiéndose ahora a la minúscula figura de Hannibal Bean, quizás al ojo humano le sería difícil detectarlo en su actual tamaño, pero para los ojos de estos robots estaba en la mira perfecta.
-Patético- Corearon las porrista bots en el fondo soltando unas risitas chillantes.
-¡Ya tuve suficiente de esto! No voy a dejar que chatarra como ustedes pretenda a insultarme de esta manera, las convertiré en chatarra y luego iré por el mal agradecido de Jack-
Wuya estaba hirviendo de rabia en esos momentos, no dejaría que esas imitaciones siguieran hablando un segundo más, quizás no tenía sus poderes pero, aún así, seguía siendo una artista marcial muy decente, destruir esas patéticas imitaciones de Hojalata sería muy sencillo para ella.
Cuando la primera Wuya-bot estuvo lo suficientemente cerca, la bruja Heylin saltó rápidamente contra ella para dedicarle una gran patada alta, pero su pie jamás tocó el metal del rostro burlesco del robot por que, rápidamente, fue sostenida por su tobillo por los fríos tentáculos de aquella aberración mecánica.
-Aquí la única que terminara como un chatarra eres tú-
Antes de darse cuenta, Wuya ya se encontraba de nuevo en el suelo, azotada por el robot que imitaba su figura fantasmal.
-La autorización de fuerza letal a intrusos ha sido activada, ejecutando protocolo ofensivo K-503… ejecución completada, código letal 1-4-5-D contra intrusos en uso, escaneo completo, niveles de energía sobre la media, codigo bermellón detectado- se oyó desde la casa mientras las porrista-bots conectaban cables a los Jack-bots, actualizando ciertos comandos y quitando las restricciones en cuestión de segundos.
-La ex bruja es una intrusa-
-El demonio Heyling es un intruso-
-Hay que exterminar a los intrusos-
Los ojos de todos los robots brillaron en rojo y Wuya pudo escuchar como empezaban a sonar algunas cosas dentro del cuerpo de las Wuya-bots que tenía cerca, de sus cabezas y tentáculos empezaron a salir diversas armas: cuchillas de metal, látigos que soltaba destellos de energía eléctrica, tres pistolas pequeñas en la tercera.
Alzando su cabeza sobre su hombro para ver a los demás robots, la bizarra imagen de las porristas-bots saltando en acrobacias complejas tras el mantenimiento, mientras que los Jack-bots desplegaban todas sus armas y activando las miras infrarrojas, aquello la aturdió más que el golpe contra el suelo.
Esto no es algo que Jack haría, ese patético, cobarde y fanfarrón no tenía el suficiente valor o espinilla para esta clase de acciones.
Un látigo azoto contra su espalda enviándole una potente descarga eléctrica por todo su cuerpo, cada nervio se inundó de dolor, aquello le dio una respuesta muy clara: Jack iba en serio.
Hannibal ya estaba listo para montar sobre su ave y dejar a Wuya atrás cuando un disparo, que apenas esquivo, le hizo alejarse de esta.
-¡Uhhh! fallaste por 0.5 segundos, la velocidad de reacción de la habichuela no fue programada, reajustando los datos de precisión, reajuste completado y enviado- dijo una porrista bot a los Jack-bots, quienes hicieron unos ruidos de haber recibido un mail.
-¡Si se puede equipo! Solo hay que aumentar la velocidad del disparo, recalibrando cañones en un 2.5%, aumentando velocidad a 0.75%, calibrando ráfagas de 3 a 5 por segundo- dijo una segunda moviendo los pompones en sus manos, nuevamente los autómatas ofensivos hicieron aquel molesto sonido.
-No tengo idea que rayos piensa Spicer con esto, pero ya me colmaron la paciencia- habló Hannibal, preparando alguna maniobra para poder dar frente a aquellas hojalatas.
-Se supone que eres un demonio, ¿Verdad? ¿Qué tanto deberían disparar para eliminarte?- preguntó una tercera porrista-bot al oír la queja de Hannibal Bean.
-Suficiente para hacerlo abono de habichuela demoníaca- dijo una cuarta provocando risas a todas ellas.
-Ayudemos un poco a los chicos a dar en el blanco, ¡trabajo en equipo!, activen protocolo “evasión y precisión”, Porristas 20 y 40 ejecuten programa de potencialización- dijo la que parecía ser la líder de porristas, curiosamente tenía un parche en el ojo, mientras dos Porristas bots más robustas de lo usual se posicionaban tras los bots atacantes y, de su pecho, salían decenas de cables, conectandose a estos, en ese momento, empiezan con ejercicios se calentamiento, mandando Corrientes de energía a los Bots.
”energía al 120%, esperando instrucción” hablaron todos al mismo tiempo, creando un efecto macabro que hizo temblar a Wuya y Hannibal.
Las demás robots femeninas corrieron con gran velocidad en dirección a Hannibal Bean quién no estaba dispuesto a seguir con este estúpido juego, usando su Wu, rápidamente, aumentó su tamaño, listo para atacar al escuadrón de porristas con sus brazos en forma de tentáculo pero, como pasó con Wuya, este no esperó que las porristas presentaran mejoras defensivas y mucho menos que los, aparentemente inofensivos, pompones de adorno se transformaran en bolas solidas con cientos de picos con un ligero movimiento de muñeca de las robot.
Las porristas-bots esquivaban sus ataques con sus complejas y elegantes acrobacias mientras lo golpeaban con sus pompones modificados, una de las más recientes creaciones de Jack después de semanas experimentando con sus investigaciones, aleaciones de metal que podían ser tan delgados que fácilmente eran confundibles con hilos y que, a su vez, era un material parecido a la tela que, con algo de electricidad, podían adquirir una estructura muy sólida y peligrosa.
Con la debida fuerza los golpes podían atravesar la piel del demonio, creando varias heridas en cuestión de segundos, y si eso no fuera suficiente los Jack-bots le seguían disparando con balas electrificadas, a este paso no lograría esquivar los disparos, porque las porristas lo estaban arrinconando más y más.
Wuya no estaba en mejores condiciones, había logrado pararse pero tenía que utilizar toda su energía en evitar ser atacada en tres frentes por el trio de Wuya-bots, sus ropas ya parecían harapos, presentaba cortes y quemaduras por electricidad en su piel, y, muy probablemente, un tobillo fracturado o mínimo dislocado.
A este paso no dudaría mucho tiempo y, lo peor de todo, es que solo estaban jugando con ella para prolongar más su sufrimiento, algo que ella haría de estar en su lugar.
-¡Hannibal! Hay que retirarnos-
-¿No crees que ya lo hubiera hecho si pudiera?-
-¡Pues intenta más!-
Con el riesgo de ser un blanco más fácil, el demonio decidió aumentar más su tamaño, esta vez sí recibiendo varios disparos, no moriría tan fácilmente por eso pero el dolor del impacto y la electricidad quemando y acalambrándole era insoportable, con un tentáculo tomo a su ave y con otro logro empujar a las porristas, quienes aguantaron el impacto y retrocedieron con algunos mortales o marometas, algunos pompones se habían quedado encajados en el proceso, pero sin la electricidad manteniendolos solidos solo se cayeron como si fuesen pompones normales, Hannibal no moriría, no hoy y menos por unas porristas de metal.
Al ver que sus compañeras robóticas presentaron un quiebre de formación, las Wuya-bots se distrajeron menos de un segundo, pero esto lo aprovecho Wuya para empezar a correr lo más rápido posible lejos de ellas.
Huyeron, como pudieron, lograron alejarse lo suficiente y montar de nuevo al ave ying yang para escapar de sus perseguidores, aquello fue humillante.
Pues pasa que para seres como Wuya y Bean que creen que pueden tomarlo todo, ser repelidos de esta manera de un ser tan patético como Jack Spicer, era simplemente la peor y más indignante derrota.
Los bots vieron alejarse a los intrusos, pudieran seguirlos pero su principal tarea era proteger la mansión y las pertenencias de su amo, las cámaras y sus memorias grabaron todo el incidente, estaban seguros que su creador estaría complacido al ver que tan bien habían cumplido con su tarea.
”¡bien hecho equipo!” exclamaron las Porristas-bots, lanzando fuegos artificiales y creando una algarabía, de seguro su amo les recompensaría con mejoras o mantención.
”protocolo de seguridad efectuado con éxito, replegando fuerzas de defensa terrestre, escaneo completo, codigo verde, perdidas del 2% en munición, creando informe de la batalla” se oyó desde la mansión, a los segundo salió el Chamaleon-Bot junto a enfermeros bots, debían revisar los daños de algunas porristas.
La celebración se oía desde lejos, lastima que los únicos que la oyeron fueron Hannibal y Wuya, quienes sentían sus orgullos por los suelos, esta no se iba a quedar así, habría represalia.
*+*+*
El pelirrojo caminaba tranquilamente por la arboleda, respirando el fresco aire del lugar mientras miraba el paisaje, sus bots a su lado mantenían cierta distancia, dejando tranquilo a su amo, Robo-Jack hacía mucho que no le veía tan tranquilo y eso le tranquilizaba, su chip de emociones humanas estaba trabajando a la perfección.
-¿Saben?, hacía mucho que no me sentía tan relajado, digo, desde que me uní a esto de los Sheng Gong Wus, mi vida no era la más animada, claro, estaba en desarrollo de planear la conquista mundial y ser un amo todo poderoso, pero ahora, sentir que tengo un potencial desconocido y lleno de oportunidades me anima muchísimo- habló con toda la paz que tenía, aún más con alegría al imaginarse dentro de mucho tiempo, siendo el dragón de metal más respetado y temido de todos -“yo te daré herramientas, pero lo que hagas con ellas, será lo que te defina como persona”- recordó mientras se detenía.
Quizás sus ambiciones no sean muy del agrado de todos, tal vez está haciendo mal en seguir con su antigua vida, todos estos cambios debían ayudarle a crecer como persona, quizás a cambiar, pero no se sentía seguro, ¿el cambio era bueno?, no lo sabía, solo tenía las experiencias pasadas, cuando fue una luz llena de bondad y su futuro donde era el gobernante de una era oscura, blanco y negro, extremos opuestos, ¿aquello realmente estaba bien para él?.
-“Lo que realmente importa es disfrutar de tu vida”- resonó en su mente nuevamente, haciéndole sonreír, Yue tenía razón, debía disfrutar de su vida, él tuvo tres mil años vagando en la tierra, buscando a su protegido, él nunca la disfrutó como se debía, ahora lo entendía mejor “debo disfrutarlo- se aseguró mientras, sacaba unas esferas de sus bolsillos y las hacía flotar “pero para poder disfrutar mi vida sin dañar a otros de manera inconsciente, debo aprender a controlar mi poder- susurró pensando en alguna forma, quizás podría irse a una cueva a meditar por años como vio en aquella película de animales que su prima Megan le obligó a ver o tal vez tendría que vivir en austeridad como en aquellos libros que Tubimura solía leer en su guarida para no aburrirse “bueno, sea lo que sea, si no me muevo nada pasará, ¿verdad muchachos?- preguntó girándose, viendo que estaba solo, ya que sus bots estaban detrás de un arbusto escondiéndose, esto sacó una vena en la frente de Jack -¡¿que no soy una maldita bomba de tiempo?!- replicó enojado a la par que las esferas salieron disparadas de su mano, golpeando los árboles, rompiendo algunos arbustos e incrustándose en algunas rocas, aquello fue humillante.
-Con todo respeto amo, ¿quisiera un video de Yoga?- preguntó Robo-Jack con gracia, siempre escondido detrás de los otros dos Jack-Bots, aquello le hizo rechinar la dentadura al menor, realmente debía borrar esa memoria o, de plano, reprogramar a su autómata para que dejase de molestarle.
-Como sea, caminen, aún tenemos mucho camino que recorrer antes de llegar a la ciudad más cercana- habló en un bufido, concentrándose para que las esferas volvieran a su mano, notando que una estaba manchada de sangre “oh no...- soltó asustándose, había herido a alguien, sin embargo, un análisis de uno de sus Jack-Bot le tranquilizó al notar que la sangre era de un ave y no un humano, pero eso no detuvo a Jack de emprender marcha rápida.
Nuevamente se dirigieron rumbo a la ciudad más cercana, quizás podría hablar con alguien de bienes raíces y arrendar un lugar lejos del metal, quizás escondido para evitar cualquier ataque sorpresa y, con esos pensamientos, se alejó del lugar, dejando el cadáver de un cuervo entre los arbustos.
El viaje de Jack duró tres días, acampando bajo las noches estrelladas, lo que alguna vez le dijo Yue fue verdad, ver las estrellas era muy gratificante para él, una experiencia nueva, aun que, siendo sincero, le hubiese gustado tener con quien compartir dicha experiencia.
En sus días de peregrinajes fue que recibió el informe “pateando Heylin”, o así le dieron a entender sus bots en el informe, tal parece que Hannibal y Wuya ya tenían cierta noción de que él tendría algo que ver con la gran mancha en el flujo del Chi, los daños en sus bots eran mínimos y, según el informe, ya estaban en proceso de mantención y reforzamiento, después de haberles actualizado con dichas aleaciones nuevas, de su propia invención, se volvieron verdaderas armas de temer, sin embargo, debía mantenerse a buen resguardo, un lugar donde su Chi no fuese detectado, un lugar donde lograse entrenar mejor su poder.
-En donde sentirme seguro- soltó en voz alta mientras salía de su meditación matutina, desde la noche pasada que se había sentido intranquilo, a cada paso que daba a la ciudad, se sentía más inseguro, jamás le había pasado y aquello era raro, sin embargo, la sensación de intranquilidad se detuvo cuando una idea llegó a su mente “¿y si voy a ese lugar?- soltó con curiosidad, ya antes había pedido ayuda a ese sitio, siempre que tenía algún problema, podía refugiarse allí, además, como el lugar exudaba Chi, podría pasar desapercibido de cualquiera, porque su propio Chi sería solapado por el de los demás -claro, como no lo pensé antes, Jack-Bots, Robo-Jack, cambio de planes, nos iremos ahora mismo al templo de los bobos- habló con entusiasmo, si tenía suerte, podría crear una mentira lo suficientemente convincente para quedarse, ellos eran tan buenos como el pan y no dudarían en darle asilo, era un plan brillante.
Con dichas ideas se alzó en vuelo con su helipack junto a sus bots, esta vez tenía una meta, un camino que seguir, y no dejaría que nadie se interpusiera, él era el Gran Jack Spicer, Joven Genio, no dejaría que nada volviese a pasarle por encima, esta vez, el sería quien pasará por encima de todos.
Continuara…
Amor Yaoi
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