9
Hannibal y Wuya, dos entes representantes del Heylin, ambos tan diferentes e iguales que era difícil verles juntos sin sospechar de alguna calamidad o simple conveniencia.
Ambos se encontraban ocultos en las entrañas de la tierra, en una cueva alejada y llena de talismanes u otros artefactos mágicos para evitar que sus presencias sean descubiertas, el cómo es que Wuya se encontraba con él si no podía sentir su magia se debe al Ave Ying-Yang, un ente salido del mundo del mismo nombre.
Muchas veces el ave fue usada de mensajera, espía y transporte, sin embargo, Hannibal jamás esperó encontrar a la bruja entrando a sus dominios gracias al sigilo que usó para seguir a su ave, simplemente le aplaudió su inteligencia y le permitió quedarse, quizás el tener a un ser inferior alagándole y tener a su merced una herramienta de fácil reutilización le fuese beneficioso para su futuro.
Wuya sabía que una “Alianza” con el frijol solo le traería traición, sin embargo, también sabía que podía utilizar parte de su labia y conocimientos para tener más poder, era una apuesta arriesgada, pero sin Jack de por medio, ni Chase que le respalde o ayude, ese demonio era su mejor opción.
Ambos se miraban con expectación, sin saber que diría el otro, sin embargo, ambos tenían una cosa en claro, ambos debían obtener el poder que se presenció hace algunas semanas, debían hacerlo por el bien del Heylin.
-¿No has encontrado nada aún, Wuya?- preguntó con malicia, mirando atentamente a la bruja, quien tembló al sentir su nombre salir del vegetal.
-Aun nada, intenté buscar a Jack para que creara un localizador de magia, sin embargo, el insignificante gusano me hecho de su mansión como si fuera una simple xiaolin, es inaceptable- habló con furia la mujer, a pesar de su temor, la rabia por verse siendo arrojada de la mansión y amenazada con armamento militar de alta potencia se le hizo humillante, aún más por ver versiones robóticas de ella misma que, aunque sean de su forma fantasmal, le miraban con sorna y burla.
-¿Por qué sigues acudiendo a ese mortal?- preguntó sin interesarse por el berrinche de la mujer, pensando seriamente en este hecho, todos han usado a Jack más de alguna vez, tanto Wuya para escapar de su encierro y unirse a la lucha de los Wus como el mismo para escapar del mundo Ying-Yang, tal vez podría usarlo una vez más, un ofrecimiento estándar podría funcionar, o eso creía su mente, después de todo, Jack solo era una pieza reutilizable.
-Aunque no lo creas, es una pieza reutilizable, puede servir o no, pero siempre tiene sorpresas, sorpresas que debería utilizar yo para destruir a mis enemigos- habló con resentimiento mientras apretaba sus manos de forma dura, nunca creyó que el menor tuviera ese tipo de agallas.
-Wuya, Wuya, Wuya, quizás no estés prestando verdadera atención- habló el demonio usando su móvil Morfológico y su tamaño se adaptaba al de la bruja -¿Jack Spicer mostrando agallas?, ¿sacándote de su morada como a una molestia?, ¿usando cosas que nunca antes había usado contra los monjes?- razonó mientras la bruja se lo meditó unos momentos, puesto que era cierto, Jack jamás dañaba a otros de manera letal a menos que sea sumamente necesario, no así como la moral, puesto que la lengua afilada del pelirrojo fue algo que ella misma vio que entrenaba por su propia cuenta “como puedes ver, ese niño está escondiendo algo, quizás solo sea un nuevo “proyecto” como alguna vez escuché de mi ave o...- sus palabras se detuvieron al ver a la bruja caminar de un lado a otro, razonando las palabras anteriormente dichas.
-O tenga algo que ver en esta revelación de energía mística- reaccionó mientras hacía cuentas y notaba que, desde la última vez que el ganó un duelo, según ella por mera suerte, no se había presenciado a ninguno más, incluso, en su última visita, este solo le recalcó sobre remodelaciones, había dejado pasar muchas cosas en esa visita “debo volver a ese lugar, algo me dice que nuestro pequeño Jackie ha obtenido información muy valiosa- sonrió la mujer mientras Hannibal sonreía con autosuficiencia, la bruja quizás no tenga poderes mágicos a su disposición, sin embargo, como estratega aún era útil.
Con ese pensamiento, ambos se montan en el ave Ying-Yang, la cual fue modificada gracias al Móvil Morfológico.
+-+
Jack Spicer se encontraba rendido, tanto física como emocionalmente, desde que su entrenamiento personal había ayudado mucho en su nuevo manejo del metal, se dio cuenta de un punto bastante importante y ese era: que es muy inestable.
Por más que guardase sus emociones, por más que usase ansiolíticos o se tentase a usar antidepresivos, la energía que su cuerpo exudaba era demasiada.
Según el diario, Yue jamás había experimentado dichos desequilibrios, por ende, haciendo un rápido análisis mental, estos pequeños brotes inconscientes de chi, se debían a la manera en como lo obtuvo, ya que el oji plata fue entrenado y su poder lentamente fue llenándolo, no así como pasó con Jack, quien fue llenado de golpe y el chi aun no le “Reconocía”.
A pesar de estos reveces que tuvo, pudo notar como el manejo de su elemento iba incrementando, tanto así como los daños a su mansión y a sus creaciones, a pesar de entrenar en el jardín delantero o en el jardín trasero, casi siempre salía algún dañado, sean sus creaciones, su hogar o, un par de veces, su propio cuerpo.
Además, sabía que se estaba arriesgando demasiado, en uno de los pergaminos que le dejaron, se hablaba de como “sentir” la energía del universo, quizás no como los grandes maestros lo hacen, pero si a modo de espectador.
El pelirrojo tardó una semana en lograr entrar a dicho lugar, solo pudo sentir su alrededor, algunas pocas corrientes y su propio chi, fue allí cuando lo notó, su chi era inestable, creando pequeñas fluctuaciones que se perdían en el basto universo de energias, al estar en ese breve momento de paz, pudo ver que en cada uno de sus entrenamientos, marcados como puntos casi blancos y transparentes en las corrientes, le delataban inconscientemente.
Cuando salió de esa meditación vio como Robo-Jack le miraba preocupado junto a un Medi-bot, puesto que ya habían pasado varias horas desde que entró a meditar, aun con las iniciales burlas de su Robo-jack, había logrado algo nuevo, quizás no pudiese interferir u ocultar dichas variaciones, pero estaba seguro de que algún día lo lograría y, con una sonrisa, se dispuso a darse un premio, el cual, consistía en varios budines de banana.
Ya habían pasado un mes y medio desde que dejó de ir por los Wus, un mes y medio lleno de pros y contras, sin embargo, de algo estaba seguro, pronto irían por él, algo en su interior se lo alertaba, quizás sea el “instinto de tigre” que le decía Omi o tal vez su “dragón interno”, pero debía protegerse, debía buscar algún lugar donde pudiese practicar sin ser notado, debía buscar un lugar neutral.
+-+
El camino al templo se veía más corto de lo que esperó, sin embargo, sus pies, a pesar de la incomodidad y el cansancio, no se detuvieron, realmente deseaba llegar con ellos, necesitaba volver a verle.
Cuando sus pies se detuvieron frente a la gran puerta de madera, un sonido de satisfacción salió de sus labios, al fin había llegado, por fin, su viaje terminaba e, irónicamente, iniciaba.
Por unos instantes concentró su chi, tal como su maestro le había enseñado y, con una sonrisa, hizo una aparición en el templo.
La mayoría de los monjes estaban meditando, algunos otros buscaban respuestas en los pergaminos que el maestro Fung había ido a buscar en otros templos, sin embargo, la presencia de una energía antigua a las puertas de su monasterio los sorprendió, ya que dicha energía era pura, antigua y fuerte, tal como lo sintieron por primera vez, sin embargo, el maestro Fung notó algo diferente, pero decidió callar para ver que sucedía en esos momentos.
Un joven ataviado en una manta negra junto a un gran sombrero de paja entraba al monasterio montando raíces que salían de la tierra, como si las surfeara, tanto los guerreros dragón como los monjes quedaron impresionados por dicha acción, puesto que se notaba cierto manejo y estabilidad del elemento.
Solo fueron unos segundos antes de que el extraño bajara de manera grácil y calmada frente a los jóvenes monjes, dándole unas palmaditas a la raíz que lo cargaba y esta volviese a la tierra.
El joven solo sonrió ante la cara de desconcierto de los monjes, sin embargo, su atención fue robada completamente al ver los ojos brillantes del pequeño dragón de agua, aquello le hizo sonreír con soberbia, puesto que esa era su intención, encandilar al menor.
-Ha pasado tiempo, Omi- llamó con su gruesa voz, una voz juvenil que estaba pasando por la adolescencia, aquello despertó a los monjes de su ensoñación, mirando atentamente al joven dragón del agua quien sonrió de alegría al reconocerle -¿Qué?, ¿no hay abrazo para un viejo amigo?- preguntó quitándose el sombrero, mostrando su piel morena junto a sus rizos oscuros y una relajada sonrisa.
-¡Jermaine!- gritó el menor para lanzarse a los brazos de su amigo americano, quien lo recibió con gusto, realmente le había extrañado demasiado, aquella acción dejó perplejos a sus compañeros y al dragón que se encontraba en el cuello del maestro, quien solo miraba la escena, sin embargo, debía hablar con el menor.
-Joven Jermaine, ¿a qué se debe su visita?- preguntó el maestro Fung con parsimonia, acercándose a los jóvenes monjes.
-Pues, verá maestro Fung, al fin encontré a mi verdadero maestro- contestó el joven dejando a Omi en tierra y haciendo una reverencia “después del fiasco de Chase Young, mi verdadero maestro me encontró y me entrenó para ser el nuevo dragón de madera- habló con orgullo mientras el maestro Fung asentía, aquello concordaba bastante bien con el flujo de energía, sin embargo, aún no estaba del todo convencido.
-Siempre serás bienvenido joven Jermaine, es un placer contar con su presencia nuevamente- agradeció el maestro Fung mientras hacía una reverencia.
-Vaya, vaya, con que eras tú- habló una voz llena de autosuficiencia mientras todos adoptaban una pose de defensa, viendo a todos lados.
-Sal de una vez cobarde- habló Raimundo mientras fijaba su vista en el cielo, tratando ver de quien se trataba, sin embargo, una presencia a su espalda le hizo girarse para dar una patada, misma que fue interceptada.
-Cuidado con tus palabras joven monje, no estoy de humor para soportar insolencias- habló de manera calmada el hombre de ojos dorados mientras los demás se alejaban, quedando Jermaine a unos pocos pasos de él -al final, resultaste ser el dragón de Madera, me complace- sonrió mientras se acercaba al afro-americano y le extendía una mano -será mejor que vengas conmigo, yo fui tu maestro y puedo seguir siéndolo, te enseñaré cosas que jamás aprenderías aquí- persuadió mientras Jermaine sonreía con prepotencia y le pasaba de lado, dejándolo con una mueca de confusión y su ceño fruncido.
-Yo creo que no, verás Chase- habló el moreno, haciendo énfasis en el nombre del mayor “tu solo fuiste parte del viaje, pero ya no te reconozco como maestro, mi destino es ser un Xiaolin, al lado de mis amigos y de Omi- contó con simpleza mientras ponía una mano en la cabeza del calvito a modo de caricia “no iré contigo y te pido que te retires ahora, no eres bienvenido- habló con severidad mientras hacía aumentar su Chi, provocando que los árboles, plantas y flores temblaran, estaba dispuesto a usar la fuerza de ser necesaria.
-Has crecido, lástima que tu mente haya sido envenenada por los mentiras Xiaolin- habló con decepción el Lord Dragón mientras le miraba con sus manos en la espalda “siempre serás bienvenido en mi ciudadela, piénsalo, juntos seríamos imparables- dijo con una sonrisa confiada, sin embargo, su gesto cambio a uno de molestia al ver como el moreno le ignoraba y abrazaba a Omi por la espalda.
-Lo siento viejo, pero este es mi lugar- contestó con una sonrisa traviesa, a sabiendas de que Young tenía cierto interés en Omi, el cómo lo sabía se debían a las cartas que de vez en cuando intercambiaba con el menor, quien le relataba de todo.
-Ya cambiaras, eso tenlo por seguro- sentenció el mayor, desapareciendo del lugar sin dejar rastro de que alguna vez haya estado allí.
Todos quedaron en silencio, sin embargo, el moreno se sentía cómodo al lado del joven dragón de agua, cosa que todos notaron excepto el propio monje, quien estaba feliz de tener a su amigo nuevamente, aquello era demasiado bueno para él.
+-+
El joven pelirrojo miró por última vez su hogar, los daños a la estructura metálica junto a sus bots eran demasiado grandes como para mantenerse en el lugar, debía buscar otro sitio donde poder entrenar y aprender a manejar su poder, de lo contrario, podría crear grandes destrozos.
-Jack-Bots, Porrista-bots, Wuya-bots, desde este momento queda autorizada la fuerza letal, todo aquel que sobrepase la media de energía será tratado como enemigo- habló con autoridad el albino mientras los ojos de sus robots cambiaban el color de sus lentes a uno rojo brillante “cualquier Spicer que venga será llevado a una zona segura mientras las reparaciones sean efectuadas, Robo-jack, Jack bots 039 y 052 vendrán conmigo, Chamaleon-bot 134 te quedas al mando mientras yo no estoy, ¿ordenes recibida?- dictaminó y preguntó mientras todos sus robots hacían un gesto militar, aquello le hizo sonreír, el protocolo de defensa y exterminio había sido ejecutado con éxito -si existe algún percance o si una cuarta parte del batallón queda inutilizado, inmolen el lugar, no dejaré que nadie tome mis cosas por las buenas- se dijo con rabia al creer que Wuya usaría el lugar en su ausencia, jamás permitiría eso.
Luego de haber dado sus últimas órdenes y siendo despedido por todos su bots, el joven pelirrojo se fue caminando junto a su escolta, quienes llevaban sus pertenencias en baúles o portafolios, el joven usaría su ya reparado Heli-pack pero, según algunas historias de Yue, una caminata siempre ayudaba a despejar la mente y vaya que Jack necesitaba despejarse, debía encontrar un lugar donde quedarse y entrenar, un lugar seguro, fuera de cualquier influencia, debía esconderse.
Con dicho pensamiento, una sonrisa aparece en sus labios -¿esconderme?, ja, no más, esta vez, ellos deberán esconderse- sonrió con malicia mientras caminaban por el largo sendero de tierra, sería un camino largo de recorrer, lleno de baches y obstáculos, pero bueno, ¿Quién dijo que esto sería fácil?, exacto, nadie y el joven albino lo tenía más que claro, ya que; su viaje había comenzado.
Continuara…
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español