• Pareja: Harry Potter x Draco Malfoy •
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, el décimo suspiro del día, Harry llevaba la cuenta de la veces que Draco había suspirado, la primera fue cuando llegaron al parque y esta ultima después de estar media hora tratando de pescar.
- Esto es estúpido.— Draco llevaba quejándose prácticamente desde que inicio la pesca, el rubio estaba cansado de estar sentado en ese bote viejo, en ese horrible lago solo para esperar que algún pez mordiera el anzuelo.
- Si sigues hablando menos se acercaran los peces.— Harry trataba de ser paciente con su prometido, se decía a si mismo que pronto acabaría todo y que la próxima vez iría solo.
- Ese es el problema, aquí no hay peces.
- Tal vez si te relajaras Draco verás que si hay, no por nada es un parque al cual se viene a pescar.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, el onceavo suspiro, Harry se estaba cansando del quejumbroso de su novio, sabia que era algo que tal vez no le agradara tanto a Draco pero era su primera vez pescando, siempre había querido hacerlo, de niño había sido horrible escuchar lo increíble que era ir de pesca según su primo, luego cuando al fin venció a Voldemort por una u otra cosa no iba, pospuso demasiadas cosas que siempre quiso hacer, el trabajo siempre lo tenía atareado.
Hace un año notó lo mucho que odiaba ser Auror, ya había tenido una vida llena de peleas, las cuales ni siquiera empezaban por él, perdió dos años en la academia y dos y medio trabajando horas y horas en una oficina, es por eso que se decidió a renunciar a esa vida horrible y hacer una lista de cosas por cumplir, cosas que siempre quiso hacer y lugares que quería conocer, aún no sabia a que dedicarse después de terminarla, tenía varias ideas en mente, pero eso lo dejaría para después, por ahora solo quería disfrutar de la vida que siempre quiso tener, se lo merecía.
Draco lo apoyaba al 100%, sabia que era muy afortunado de tenerlo, no estaba seguro de como habían acabado juntos, pero le agradecía a las estrellas por haber hecho que Draco lo mirara y se diera cuenta lo guapo que estaba esa noche en aquel bar.
Siendo realistas Harry no sabía como es que Draco lo había notado, estaba sentado con un chico mil veces más guapo que él, pero vio como Draco se disculpó con su acompañante y se dirigió hacia él para invitarle una cerveza.
Fue una noche increíble, hablaron por horas y se rieron de lo tontas que eran sus peleas cuando eran niños, Harry aprovechó ese momento para disculparse por lo que le hizo en el sexto año y Draco le afirmo más de diez veces que ya no sufriera por eso, que él lo había perdonado hace años, Harry notó lo diferente que era Draco, sabía por Andromeda que él y Narcissa estaban tratando de rehacer lazos con ella y Teddy,
Teddy, su ahijado, siempre hablaba de su tío Draco, de lo divertido que era y del como su tía abuela Narcissa siempre lo consentía con regalos y lo cariñosa que era, cada vez se asombraba más del rubio que iba con él en el colegio.
Desde ese día en el bar ambos habían quedado de hablar, Draco le dijo que le escribiera si necesitaba cualquier cosa, a lo que Harry también se ofreció, lo peor era que no sabia si podía escribirle solo para invitarle una cerveza o un café, eso no era una necesitad tal cual, pero para Harry si.
Se debatía mucho entre escribirle a Draco y no hacerlo, pasaba más de diez minutos formulando una carta decente para luego desecharla, después de meditarlo bien y entender que escribirle era mala idea, le tomaba menos de cinco minutos volver a tomar pluma y pergamino y escribirle nuevamente.
Es por eso que Harry se sorprendió mucho cuando un halcón imponente tocó a su ventana, lo dejó entrar y le ofreció un bocadillo de su lechuza, que éste rechazo altaneramente.
San Potter:
Recuerdo que hace unas semanas mencionaste que si necesitaba algo podía pedírtelo, bueno te tomaré la palabra, ya que creo tu Gryffindor interno esta roto, realmente me gustaría invitarte a tomar un café, no así no era, necesito, que me dejes invitarte un café, hay un lugar increíble en Londres muggle, es pequeño y acogedor, el café es muy bueno y sirven unas crepas deliciosas, sé que tienes una agenda apretada así que tu pon hora y fecha, yo ahí estaré.
P.D. Espero tu respuesta.
D.M.
Le llevó más de veinte minutos procesar que Draco Malfoy le había invitado a una cita y aún más que el rubio le estuviera coqueteando, Harry estaba por escribir una respuesta pero notó que el pergamino que estaba usando se veía desgastado y arrugado, así que salió corriendo a su estudio para buscar algo más decente donde escribir, no podía decepcionar a Draco Malfoy.
Draco:
Si, es verdad que te ofrecí mi ayuda y como veo que es realmente necesario, estaré encantado de dejar que me invites un café, tengo libres los fines de semana, así que por que no nos vemos el sábado a eso de las 10:00 a.m. envíame la dirección y ahí estaré.
Por cierto, espero que si pueda decirte Draco, yo prefiero que me llames Harry.
P.D. Debí suponer que era tuyo el halcón, rechazó un bocadillo al estilo Malfoy.
H.P.
Harry recibió la dirección de la cafetería a la que irían y un "claro que rechazó el bocadillo, le enseñe bien" esa noche ninguno de los dos durmió, ambos siguieron enviando y recibiendo cartas, turnaban entre el halcón y la lechuza de Harry pero ambas aves se veían exhaustas y los dos chicos decidieron seguir otro día y dejar a sus mascotas descansar.
Esa cita fue la primera de muchas, ese mismo día Harry había ido al callejón Diagon a comprar un pergamino mágico, en este venían dos hojas gemelas, donde lo que se escribía en una en la otra aparecía el texto de igual forma, le envío una Draco, le dijo que era mejor escribir ahí que hacer que las pobres aves los odien.
Desde entonces ambos se la pasaban hablando por horas, no importaba que fuera desvelado a la academia, valía la pena quedarse despierto toda la noche hablando de cualquier cosa con Draco.
Ninguno se dio cuenta de en que momento empezaron los besos, las noches de caricias donde se quedaban a dormir en la casa de Harry, cuando empezaron a acompañarse a eventos y de un momento para otro Draco ya estaba viviendo con Harry y hasta se habían comprometido.
Andromeda había invitado a su hermana a vivir con ella cuando se enteró que los chicos querían vivir juntos, sabía que ella y su sobrino vivían en un departamento en Londres muggle, su mansión jamás pudieron recuperarla, Andromeda notó lo mucho que Draco quería ir a vivir con Harry y el miedo que le daba dejar sola a su madre, por eso puso manos a la obra y convencido a su hermana de mudarse con ella, argumentando que ya estaba sola y tenia a un muchachito al cual educar.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno, era el veinteavo suspiro y Harry estaba que se arrancaba el cabello a tirones.
- ¿Podrías dejar de hacer eso por favor?— Harry ya se había cansado.
- ¿Hacer qué? — Draco no entendía nada, llevaba mas de diez minutos sin quejarse.
- Suspirar.— La cara de Draco era de incredulidad, ¿en serio le estaba pidiendo eso?
- ¿Ahora no puedo respirar?
- No dije respirar, dije suspirar.
- Merlin.— Draco rodó los ojos, no iba decir nada, no iba a empezar una pelea.
- Cinco, cuatro, tres dos uno.— Harry contaba por lo bajo. —Ahí esta otro.
- ¿Los estas contando? ¿en serio Potter?
- Bueno, te pedí por favor que dejaras de hacerlo.
- Esto es lo más estúpido que he oído.
- Si no querías venir Draco pudiste quedarte en casa, es obvio que estas cansado y no quiero ser grosero, aprecio mucho tu compañía, me encanta estar contigo, pero esta es mi primera vez pescando, me hacía mucha ilusión hacerlo y sé que lo que diré va a sonar muy mal pero me lo estas arruinando, desde que llegamos te quejaste por todo, que si hay mosquitos, que si el sol, que es muy aburrido y además te la pasas suspirando como cuando estas harto de algo.
- Perdón por querer estar con mi prometido en una de sus "increíbles aventuras". —Draco hizo énfasis en lo ultimo y ahora era Harry el que no entendía nada.
En silencio se sentía tenso, Harry no recordaba que alguna vez hubiera existido ese ambiente entre ellos desde que empezaron a salir, siempre se sentían cómodos el uno con el otro.
- Draco...
- Quería acompañarte en estás cosas que haces, siempre regresas diciendo lo increíble que fue, lo bien que lo pasaste y solo quería estar contigo cumpliendo algo de tu inmensa lista. — Draco no lo dejo hablar sabía que Harry se disculparía por hablarle así, pero no era culpa de su novio.
- Lamento haberte excluido de todo eso, nunca fue mi intensión, pero siempre tienes trabajo, así que supuse que no lo dejarías para ir conmigo a una "increíble aventura" — Draco le dio un codazo por burlarse de su forma de hablar.
- Yo lamento haberte molestado en esto, nunca me dijiste por qué te hacía mucha ilusión pescar.
- No sé, Dudley iba a pescar con el tío Vernon y siempre hablaba de lo increíble que era...
- Bueno Harry, tus referencias son horribles, definitivamente es un pasatiempo muy aburrido.
- No seas malo, creo que me daban celos, a veces imaginaba que algún día mis padres llegarían por y me sacarían de esa horrible casa y que mi papá me llevaría a pescar con él.— Las lagrimas empezaban a amenazar con salir de los ojos esmeralda.— Perdí mi oportunidad con Sirius y Remus.
- La próxima vez traeremos a Teddy y empezaremos esta tradición. — Draco se había acercado a abrazar a su novio a dejarle un beso en la frente. — aunque no creo que sea buena idea ese niño habla mas que yo y todos los Weasley juntos.
Las risas no tardaron en salir, Draco siempre sabía como mejorar el animo de Harry.
No sabia cuanto había durado el abrazo pero se rompió cuando la caña de Draco comenzó a moverse, había caído un pez, Harry ayudó al rubio a manejar la caña, y fue así que ambos consiguieron un pescado.
A Draco le dio asco la forma en que su novio agarraba al animal, Harry le pasó la cámara al rubio para capturar el momento, pero después de eso en de lentes le acercó el pescado a la cara del rubio para bromear que le daba un beso y por tratar de zafarse del pescado y de su novio el rubio cayó al agua y un preocupado Harry se aventó con todo y pez para salvar a su prometido.
- Perdiste a mi pescado.— Le decía Draco mientras volvían a la orilla.— Tanto me costó tenerlo para que me lo tiraras al lago otra vez.
- Y tu tiraste mi cámara, estamos a mano.
- La próxima vez, yo te voy a tirar tu pescado.
- Hecho.— Harry se acercó para robarle un beso dulce a su refunfuñón novio.— Me alegra que hayas hecho esta aventura mil veces mejor.
- Es natural en mi Potter.— Draco se abrazó muy fuerte a Harry, definitivamente le acompañaría a pescar mil veces más, solo para estar con él.