• Pareja: Draco Malfoy x Harry Potter •
Draco se moría de nervios, acababa de descubrir que tenia dos meses de embarazo, no tenia idea de como se lo diría a Harry, ese no era su plan, ambos trabajarían un tiempo, harían crecer sus carreras, no podía estar embarazado, siempre se cuidaban, usaban hechizos y tomaban pociones, no era posible tener tan mala suerte de ser ese .01%
Llevaban cuatro años juntos desde que anunciaron su noviazgo en su sexto año del colegio, sus padres estaban muy felices y los de Harry ni hablar, siempre celebraban al máximo todo lo que él hacía.
¿Cómo no se había dado cuenta? tenia antojos, por Merlin quería tomar jugo de calabaza a todas horas y ni hablar de las nauseas, “seguro me hizo daño el pollo del otro día” se dijo a si mismo casi por un mes, era obvio que no quiso ver la realidad.
¿Qué pensaría Harry? su novio esta enfrascado en su escuela primaria, era algo tan nuevo y necesario para la sociedad, el proyecto de Harry era innovador, acogería a todos los niños magos para estudiar antes de entrar a Hogwarts, le ayudaría a los nacidos de muggles a entender lo que son y evitar que se sientan como bichos raros.
Y él no estaba listo, no quería ser padre aún, quería terminar su novela y convertirla en una trilogía, tenia una meta clara, desde que era niño su sueño era ser escritor y si ya terminaba exhausto de escribir todo el día y de frustrarse cuando no estaba inspirado, ¿Que haría con un bebé? no podía tener un bebé, no ahora, esperaba que Harry lo entendiera.
Sentado en la cama veía su reflejo en el espejo de su habitación, tenia en sus manos la poción abortiva que había pedido ese mismo día, estaba seguro de lo que quería, pero tenía que decirle a Harry, le daba miedo, nunca había salido un tema así en su relación, ¿se enojaría con él?
Escuchó las llamas de la chimenea, su novio acababa de llegar a casa, sentía el estomago revuelto y ya no sabia si era por le embarazo o por su nerviosismo.
Harry subió muy contento a su cuarto, le dio un beso en los labios y otro en la frente antes de ir al armario a cambiarse la ropa por algo más cómodo.
Amaba mucho a Harry y se imaginaba una familia con él, pero no era el momento, no era su momento.
- ¿Cuantas palabras hoy, eh? — Harry siempre le hacía la misma pregunta, trataba de motivarlo para que no dejara nunca ese sueño.
- Ninguna.
- ¿Por qué, pasó algo? - Harry salió cambiado ya con una pijama y pudo notar la tristeza en los ojos de Draco.— Oye, hay días que simplemente no llega la inspiración, no pasa nada por darse un descanso.— Se acercó para abrazar a su novio.
- No quiero que me odies.
- No digas locuras jamás podría odiarte.— Draco no dejaba esa expresión de tristeza. —Draco me estas preocupando.
- Compre una poción…
- Okay.
- Es para abortar, tengo dos meses. —Harry se veía bastante calmado y Draco no supo como interpretar eso. — No luces sorprendido.
- Bueno, ya lo sabía, solo esperaba que me dijeras que querías hacer tú y ahora ya lo sabemos.— Harry volvió a dejar un beso en la frente de su novio.— ¿La poción solo se toma una vez?
Draco estaba estupefacto, Harry lo sabia, le había quitado de las manos la poción para leer las instrucciones, no se había enojado con su decisión, ¿cómo sabia eso y él no?
- ¿Cómo…?
- Tomabas jugo de calabaza en la mañana, en la tarde, en la noche, con donas o con galletas, querías ir por pastel pasadas las 6:00 p.m. y no soy sanador pero creo que un pollo no puede hacerte daño por un mes.
- ¿Y por qué no me dijiste?
- Porque creí que ya sabias pero que aun no tomabas tu decisión, te estaba dando tu espacio, no sabia que no tenias ni idea. — Draco no podía creer que Harry lo conociera tan bien.
- ¿No te molesta?
- No ¿por qué me molestaría?, si lo quieres tener, lo tenemos, si no lo quieres tener, no lo tenemos y ya esta, no hay más.
- Quiero tomar la poción.— Draco ya sentía las lagrimas acumularse. — Y quiero que estés conmigo.
- Aquí voy a estar siempre.— Harry le decía mientras lo envolvía en sus brazos.
- Voy a tener muchos cólicos.
- Y yo te voy a preparar un té cada que tengas, aquí dice que puedes tomar de... orégano.— La cara de asco que hizo Harry le sacó una risa a Draco, sabia que todo estaba bien y siempre iba a estarlo.
Draco bebió la poción por tres días, estuvo prácticamente una semana en cama, los dolores en el vientre eran muy fuertes, Harry había cambiado su horario, Draco le insistió en qué debía ir a trabajar, pero Harry le recordó la promesa que le hizo, así que llegaron a un acuerdo y Harry solo iba dos horas para checar como iba el proyecto y volvía a casa para cuidar de Draco
Diez años después Draco lanzaba el sexto y último libro de su saga, el primero había sido Best Seller y la historia no podía quedar en tres, estaban en la fiesta de lanzamiento y a lo lejos veía a Harry y a sus suegros con sus bellos gemelos de apenas dos años, James y Lucy, se vean tan lindos con sus túnicas formales, estaba feliz de haber esperado para ser padre, Harry era un gran profesor en la escuela primaria y el cumplió su sueño de escribir a lo grande.
Hace tres años que su pareja y él se sentían bastante estables, la escuela ya funcionaba bien, ya no era algo nuevo y sus libros se vendían como pan caliente, sabía a donde iban sus personajes y también sabia a donde quería ir su vida.
Habló con Harry para preguntarle si el se sentía listo para ser papá, el de gafas sin dudarlo le dijo que si, era bastante obvio, era bueno con los niños y siempre ha sido una persona muy cariñosa, esa noche abrazados en su cama le confesó a Harry que él también se sentía listo, su novio le regalo una sonrisa picara y pusieron manos a la obra, para empezar a crear un bebé.
Se sentía completo, se carrera iba en incremento y ya tenia ideas para su nueva saga literaria, habían llegado a casa y fueron directo a su habitación después de acostar a sus bebés.
Estaban exhaustos, esas fiestas siempre los dejaban así, no tardaron en meterse a la cama y acomodarse para dormir.
- Harry, ¿éstas dormido? — Susurró Draco mientras veía hacia el techo.
- No.— Esta vez había susurrado Harry y ambos rieron.
- Tengo dos meses de embarazo. —Harry se giró para poder ver a su esposo.
- Ya lo sabia.
- ¿Cómo? ahora no tome jugo de calabaza.
- Porque tu nunca comes zanahorias y ahora es tu colación favorita.
- No se si me alegra o me asusta que me conozcas tanto San Potter.- Draco le regalo una sonrisa. - Espero que esta vez sea solo uno.
Harry se acercó para darle un beso suave a Draco y comenzó a acariciar su vientre, el Gryffindor siempre iba a esperar a que Draco supiera que quería hacer para apoyarlo.