Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Innocence" por Dreamwave

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Continuación del capítulo anterior.

Capítulo 7: “Verdad o reto” (Parte 2)

 

 

- Más tarde, en la residencia Broflovski -

Kyle apagó la computadora, pues ya eran las 19:00 de la tarde, y tenía que empacar su mochila para la pijamada de Token. Mientras guardaba un estuche con su cepillo de dientes, y su pijama verde, el timbre de la casa sonó. Era Stanley.

—Hola guapo. —dijo Stan, acercándose a Kyle para saludarlo con un beso.

—Hola, ¿Cómo estás, amor? —preguntó el pelirrojo, un poco sorprendido.

—Bien, ansioso por lo de esta noche. Oye, ¿Qué pasó, te molestó el beso de recién?

—No, nada de eso, es solo que todavía no me acostumbro. Antes no nos saludábamos así, pero... Me encanta esta nueva manera. —dijo, ruborizado.

—Pues vete acostumbrando, porque planeo besarte mucho. —dijo Marsh, mientras entraba a la casa.

—Jaja, no me quejo.

Los chicos subieron al cuarto de Kyle, y Stan se sentó en la cama, luego de dejar su mochila sobre una silla.

—¿Vamos a ir a comprar snacks para la fiesta? —preguntó el pelinegro.

—Enseguida, déjame terminar mi mochila e iremos a Whole Foods.

Kyle metió más cosas a su mochila, pero solo las necesarias, ya que solo dormiría en la casa de Token por una noche. En eso, Stan se acostó de lado sobre el cubrecama, con una mano en la cintura, y haciendo una pose sexy.

—¿Y por qué mejor no vienes aquí conmigo, mmm? —preguntó Marsh, con voz seductora.

—No, Stan, debo terminar esto, me falta poco. Solo doblaré esta toalla... Acomodo esto por aquí... Listo.

En ese momento, el pelinegro se levantó y rodeo a su novio por la cintura, atrayéndolo hacia sí y sentándolo en su regazo.

—Stan, mis padres están casa, no podemos-

—Vamos, te extrañaba. Déjame besarte solo un poco...

—Sabes perfectamente que no podremos detenernos ahí si nos besamos. Y tenemos que ir a comprar, lo siento cariño. Te compensaré, lo prometo. Sé bien lo que quieres que haga esta noche. —murmuró, besando a Stanley en la mejilla.

—¿Ah, si? Interesante... Bueno, ya vamos a la tienda.

—Sí, podemos dejar las mochilas aquí y pasar por ellas antes de ir a lo de Token. —dijo Kyle.

Los chicos salieron de la casa y se dirigieron al supermercado. Mientras caminaban, Stan se preguntaba si estaría bien tomarle la mano a Kyle. Si eran novios, no tenía nada de malo. Y a esas alturas, ya no le importaba lo que pensara la gente. Sin darle más vueltas, tomó la mano del pelirrojo y la apretó con fuerza por unos segundos. Éste lo miró y le sonrío, advirtiendo el ligero rubor de sus mejillas.

—¿Te da vergüenza andar de las manos, Stan?

—Un poquito, pero me gusta. De todos modos, es usual que me ruborice estando contigo.

—Te ves lindo cuando lo haces, jaja.

—Cierra la boca, tonto... Aquí el lindo eres tú. —dijo, coquetamente, a lo que Kyle no dijo nada, solo soltó unas risitas.

La pareja entró a Whole Foods Market, algunas personas se daban vuelta a mirarlos, por lo de caminar tomados de las manos, pero a los chicos les daba lo mismo. Fueron enseguida al pasillo de las golosinas y los snacks salados, ambos estaban de acuerdo en que era el mejor sector de la tienda. Luego de un momento de indecisión, Kyle eligió dos tubos de papas fritas Pringles y los echó al carrito.

—No sé si deberíamos llevar papas, siempre son lo más común en las fiestas. —comentó Stan.

—Pues sí, pero vamos a la casa de Token y sus padres son ricos, no compran este tipo de comida basura. Créeme, no habrán papas si no llevamos estas. —dijo Broflovski.

—Bien. Llevemos palomitas de maíz saladas y caramelizadas, siempre son un éxito en las pijamadas.

—¿No quieres llevar marshmallows también, Stan Marrsshh? —le preguntó, con tono divertido.

—Ya, para meterlos en tu culo, ¿Te parece?

—¡Noo, Stan, que asqueroso! ¿Qué te pasa? Jajaja..

Siguieron intercambiando bromas y riéndose de estupideces, mientras echaban cosas al carrito, así terminaron llevando papas fritas, palomitas de maíz, marshmallows multicolores, jugo de uva y mini pizzas de pepperoni. Luego, rápidamente caminaron hacia la caja, y pagaron por la comida, al principio Stan quería pagarlo todo, pero al final decidieron dividir el total, así les salía más barato y además Kyle insistió en esa opción, ya que no quería aprovecharse de su novio. Cada uno llevaba una bolsa al salir de Whole Foods, e iban de camino a la residencia Broflovski para recoger sus mochilas.

—El tiempo vuela cuando estamos juntos, ya son las ocho. —dijo el pelirrojo, mirando su reloj de muñeca.

—Debe ser porque la pasamos bien. Nos divertimos hablando, y la hora se pasa más rápido.

—Siempre ha sido así entre nosotros, amor... Espero que continúe igual.

—Yo también, Kyle. Hasta el momento no hemos tenido problemas grandes, y estoy agradecido por eso. Ya casi llegamos a tu casa.

Al llegar a la puerta, el chico judío sacó sus llaves y la abrió, Stan fue por dos vasos de agua a la cocina, la bebieron y minutos después agarraron sus mochilas, mientras se despedían de los padres de Kyle. Sheila les dijo que se cuidaran y que no consumieran alcohol ni drogas, a lo que los chicos se rieron, mientras salían de la casa y caminaban hacia la de Token Black.

—¿Tú crees que alguien lleve cerveza a la pijamada? —preguntó Kyle.

—No lo sé, quizás Cartman le robe algo a su madre. O Kenny. En realidad, cualquiera se atrevería a llevar alcohol, menos Butters o Tweek. —respondió Stanley.

—¿Qué podría llevar Tweek? Café con leche, jajaja.

—Jaja, buena esa, pero cuidado, que no te escuche Craig burlándote de su novio.

—Sí, de seguro me pega. ¿Recuerdas cuando tenía problemas de ira?

—¿No era ese Cartman?

—Iban los dos a terapia, Stan. Hace un par de años.

—Cartman está igual de jodido, pero parece que a Craig le sirvió el psicólogo, ya no se enoja tan fácilmente. En todo caso, es mejor bromear solo entre los nosotros, digo, si vas a hablar sobre “Creek”.

—Tampoco me gusta burlarme de mis amigos, fue solo un pequeño chiste. Pero hey, ya tienen nombre de pareja, jaja, ¿Cual sería el nuestro? —preguntó Kyle, bastante interesado.

—Hmm... ¿Kytan? —contestó Stan, con inseguridad.

—Eso suena mal, la otra opción es... ¡Style! Queda mucho mejor, ¿No crees? Somos la pareja con más estilo, jaja.

—Suena bien, aunque ninguno de nuestros amigos sabe sobre nuestra relación.

—Creo que en el fondo más de uno sospecha. Si alguien toca el tema esta noche, ¿Te molestaría contestar que somos pareja?

—Por supuesto que no, Kyle, estoy listo para hablar sobre lo nuestro. Hasta he pensado en contarle a mis padres.

—¿De verdad?

—Sí, ¿Por qué dudas? No bromeo con estos temas. Aún no sé cuando se los diré, pero quizás lo haga mañana, me da mucha ansiedad, nervios y algo de miedo, pero es un peso que tengo que sacarme de encima. Quiero ser honesto con ellos.

—Entiendo, sabes que te apoyo al cien por ciento, ¿Te gustaría que estuviese a tu lado cuando les cuentes?

—No te preocupes, estaré bien. Y después de hablar con mis padres, te llamaré o mandaré un audio por WhatsApp.

—Como prefieras, cariño. Estaré ahí para ti, puedes contarme todo. —dijo Kyle, tomando la mano de su novio y besándola.

—Gracias Kyle. Te quiero muchísimo. —dijo Stan, luego se detuvo y besó dulcemente al pelirrojo en los labios, que gradualmente dejaron de estar fríos, mientras sus manos se entrelazaban.

Llegaron a la residencia Black a eso de las 20:20. Kyle tocó el timbre y Token no tardó en abrir la puerta, invitándolos a pasar. La casa era enorme, con alfombras finas, de intrincados diseños sobre el piso, cuadros de artistas famosos en las paredes, probablemente originales, y objetos caros en todas partes. En una esquina, había una pieza de cristal de Murano hecha a mano, que llamaba mucho la atención debido a su forma orgánica y colores fuertes. Y al costado de ella, una estantería grande llena de libros.

—Por lo que veo, somos los primeros en llegar. Podemos ayudarte con la comida, Token. —dijo Kyle.

—Sí, pongamos en la mesa lo que trajeron y así la dejamos lista para cuando lleguen los demás.

—Tu casa sigue siendo muy bonita. ¿Cómo es que tus padres te dejaron hacer una fiesta aquí? —preguntó Stan.

—La verdad, están de viaje por Europa, creo que fueron a Londres y a Berlín. Y cuando llamé para pedirles permiso, no les dije que sería una fiesta, sino una “pequeña reunión”. No dijeron nada, solo que cuidara la casa. —contestó Black.

—Todo bien entonces, tampoco es como si fuéramos a reventarnos. —dijo Kyle.

Entre los tres dispusieron todos los snacks y bocadillos sobre la mesa del living, también los vasos, servilletas y bebidas, se veía genial cuando terminaron.

—Gracias por traer tanta comida, chicos. Casi nunca puedo comer papas fritas, mamá siempre las quita del carrito cuando vamos a Whole Foods. Y... No sabía que preparar, así que compré sandwiches, sodas y brownies de chocolate. —dijo Token.

—Te lo dije, fue buena idea comprar las Pringles. —le dijo Kyle a Stan.

—Solo espero que Cartman no se coma todo sin respirar, como la última vez que nos juntamos. —dijo el chico de gorro azul—. Estos brownies lucen tan sofisticados y deliciosos, que correrán peligro cuando llegue el gordo.

—Jajaja, tienes razón. Pero no se me ocurre qué hacer, esperemos que se comporte y si si está comiendo mucho, le decimos. O le pegamos.

—No Kyle, no le vamos a pegar, a lo más lo insultaremos. —dijo Token.

En ese instante, sonó el timbre y se escuchó un pequeño grito desde afuera. El dueño de la casa abrió la puerta, eran Clyde, Tweek y Craig. Una sombra de mayor tamaño se acercaba un poco más atrás de ellos.

—Tweek, no te pongas histérico, es solo un timbre. —dijo Craig.

—¡Sonó muy fuerte! ¡Aack!

—Hola amigo, que crees, me encontré a la parejita de camino aquí. Estaban besándose bajo unos pinos nevad-

—Cállate, Clyde. —le dijo Craig, un poco molesto.

—Hola chicos, ¿Cómo están? ¿Quieren algo para beber? —preguntó Token, mientras los invitados entraban a la casa enseguida, pues afuera empezaba a helar.

—Hablando de eso, traje el vodka de mi papá. —dijo Tucker.

—Y yo robé estas cervezas del refrigerador de mi casa. Traje seis latas y también dos botellas. —dijo Cartman, llegando de repente, y deteniendo la puerta con el pie antes de que Token la cerrara.

—Uh oh, alerta de culo gordo, alerta de culo gordo. ¡Cuiden la comida! —exclamó Kyle, provocando risas entre todos.

—Jajaja, muy gracioso Kyle. Para tu información, comí antes de venir, maldito judío.

—¡Eso no garantiza nada, eres un pozo sin fondo Cartman!

—Bueno, bueno, vamos a tomar unas cervezas y a relajarnos, ¿Si? Token, pásame esos vasos. —dijo Stanley.

—Hay sodas y jugo de uva para los que no quieran tomar alcohol. —dijo el afroamericano, repartiendo los vasos plásticos.

—Falta que lleguen Kenny y Butters, ¿Les habrá pasado algo? —preguntó Clyde.

—No, de seguro llegan en un rato, ya saben como es Kenny. Suele llegar tarde a las juntas. Le mandaré un texto al WhatsApp. —respondió Kyle.

—Mientras esperamos, podríamos jugar con el Playstation 5. —propuso Token.

—¿Tienes Call of Duty? —preguntó Craig.

—Sí, toda la saga. Tengo más videojuegos, por si quieren elegir. —continuó diciendo Black, mientras sacaba una caja llena de títulos para PS5.

—Vaya, genial amigo, deberías invitarnos más seguido a tu casa. —dijo Cartman.

De modo que comenzaron la pijamada jugando videojuegos, atacando la mesa de snacks y tomando sodas, mientras esperaban a los dos chicos que faltaban. Stan y Kyle eran expertos jugando Call of Duty, Craig trataba de controlar a Tweek, pues éste gritaba cuando lo mataban o quedaba de último en Mario Kart (en un momento cambiaron de juego), y Cartman presumía que era bueno usando los controles, pero siempre perdía.

Pasó media hora, y el grupo estaba tan enfocado en el PS5, que no se dieron cuenta de que alguien tocaba a la puerta.

—Parece que no nos escuchan, eh, Kenny. —dijo Butters, mirando a su alrededor—. ...¿Kenny?

Una de las ventanas de la “mansión” Black se abrió, y una sombra gris oscura se coló a través de ella. Los niños no lo notaron, hasta que una voz grave resonó en la sala de estar.

—¿Cómo es que ustedes hacen una fiesta sin música?

Los presentes soltaron los controles y se voltearon para ver de quién provenía aquella voz. Tweek se asustó y se aferró a Craig.

—¿Mys... Mysterion? ¿Eres tú? —preguntó Kyle.

—¿Cómo entraste? ¿Qué haces aquí? Creí que el Coon te había dado tu merecido la última vez. —dijo Cartman, enojado.

—Coon no puede detenerme, además fui invitado a esta fiesta. Pero antes de revelar mi identidad, les aviso que Butters está afuera. Déjenlo pasar o se congelará. —continuó el encapuchado, y enseguida Token abrió la puerta para que Butters se uniera al grupo.

—H-hola amigos. Lamento haber llegado tarde. ¿Qué están haciendo? —preguntó el rubio, luego cruzó miradas con el superhéroe y se sorprendió—. ¿¡Mysterion!? Espera, ¿En que momento te pusiste el disfraz?

—Butters, ¿Tú sabías que este tipo vendría? —preguntó Stan.

—Como dije antes, me invitaron. Miren. —dijo, al tiempo en que se quitaba la oscura capucha, revelando su rostro.

—¡¿Eeeh?! ¡¿Kenny!? —gritaron Stan, Kyle y Eric al unísono.

—¿T-t-tú eres Mysterion? —preguntó Tweek, sintiendo un mini tic en el ojo.

—No deberían asombrarse tanto, todos ustedes sabían que era yo, pero cuando morí vestido como Mysterion, lo olvidaron, como siempre olvidan mis muertes. —dijo McCormick.

—Vaya... Igual yo siempre sospeché que eras tú. —dijo Clyde, orgulloso.

—Mysterion me salvó varias veces de unos bravucones, pero todo el tiempo fue Kenny quién me ayudó. Es mi héroe. O mi ángel guardián, jaja. —dijo Butters, sonriendo.

—Amigo, eso es tan gay, ¡Jajaja! —se burló Cartman.

—Cállate gordo, al menos soy mejor persona que tú. —dijo Kenny, hablando con su voz normal.

—¡Hey, que ya no soy gordo! ¡He bajado mucho de peso, idiota!

—Ya, ya, cálmense, ahora que estamos todos podríamos ver algo en Netflix, ¿Qué dicen? —preguntó Token.

—La temporada 4 de Black Mirror salió hace un tiempo, aún no la he visto. —comentó Stan.

—¡Uy, sí, veamos Black Mirror! —exclamó Tweek.

—Amor, sabes que ese tipo de series te causan ansiedad. —dijo Craig, poniendo una mano sobre el hombro de su novio.

—Ay, “amor”, como lo cuidas, Tucker. ¿Dormirán juntos esta noche?

—¡No me molestes Cartman! Gordo de mierda...

—T-tranquilo, Craig, no le hagas caso. Por otro lado, estaré bien si vemos la serie, puedo controlarme. Es solo ficción. —dijo Tweak.

—Ok, Tweek, supongo que podemos ver algunos capítulos. ¿Todos están de acuerdo? —preguntó Craig.

Hubo un “sí” general, y Kenny pidió que lo esperaran, pues quería cambiarse de ropa. Stan agarró un bowl de palomitas de maíz y Token se metió a Netflix para buscar la serie. Los demás se acomodaron en el sofá y la acolchada alfombra. La pantalla de la televisión era gigante y cuando Kenny volvió, él y los chicos vieron un capítulo de la tercera temporada, y todos los de la cuarta, que eran tres. Tweek estuvo bien y no gritó ni una sola vez, lo que tranquilizaba a Craig.

Después de la pequeña maratón de Black Mirror, Kenny le preguntó a Token si tenía algo para poner música, pues si no había, no era fiesta.

—Tengo un equipo de Dj, que nunca uso porque no sé cómo.

—Eso déjamelo a mi. —dijo el chico de anorak naranja.

—Oh, está bien. Ven, te lo mostraré. —dijo Token, levantándose del sofá y llevando a Kenny a un sector del living, en donde había un atril con una tela negra encima, la cual retiró dejando al descubierto una mesa de mezclas.

—Wow, que increíble equipo. Si no lo quieres, me lo podrías vender. —dijo Kenny, admirando el instrumento y encendiéndolo.

—¿Sabes usarlo?

—Sé hacer una cosa o dos con esta maravilla. Que suerte que traje mi memoria USB, y que tengas parlantes. Es hora de animar esta “pequeña reunión”.

Kenny insertó el pendrive en la mesa de mezclas, seleccionó un archivo y una música electrónica (bastante bailable) invadió la habitación, llamando la atención de todos. Comenzó a improvisar encima, girando perillas y apretando algunos botones, sonaba inesperadamente bien y sus amigos se acercaron a mirar cómo lo hacía.

—¡Qué genial, amigo, no sabía que podías hacer de Dj! —exclamó Stan, que sintió ganas de bailar.

—¿Cómo es que la gente pobre puede saber tocar eso? Que no se te suban los humos, Kenny. —dijo Cartman, cruzándose de brazos.

—Que sea pobre no significa que no pueda hacer cosas, idiota. Aprendí con el equipo de Dj de la escuela. —se defendió el rubio, sin dejar de concentrarse en los botones.

—Hombre, ¿Tienes algún otro talento escondido que no sepamos? —preguntó Kyle, marcando el ritmo con el pie.

—Sí, varios, pero me temo que no puedo hacer cosas pervertidas con mis amigos. —respondió Kenny, entre risas.

—¡Kenny! No me refería a... Bueno, no importa, vamos a bailar. —dijo el pelirrojo, tomando la mano de Stanley, y llevándolo cerca de los parlantes.

—Espera, Kyle, si nos ponemos aquí quedaremos sordos... Ah, que carajo. —dijo Stan—. Cómo no hacerle caso, si se ve tan lindo bailando. —pensó.

Kyle se movía bien, no era un experto bailarín, pero sus pasos eran suficiente para hechizar a Stan, que no podía quitarle los ojos de encima, mientras trataba de coordinarse con él. Butters bailaba cerca de la mesa de Dj, y como le dio calor, se sacó su chaqueta color cyan, distrayendo un poco a Kenny, quién se equivocó dos veces con una pista, aunque nadie lo notó. Tweek convenció a Craig de bailar juntos, le costó pero lo logró. Estuvieron lejos de los parlantes, pues sino la música era “demasiado fuerte y estimulante” para el despeinado chico, y podría alterarse. Craig hizo el esfuerzo por su novio, pues no le gustaba bailar, de todas formas después de un rato empezó a disfrutarlo, solo por estar con Tweek y porque él estaba feliz. Clyde se la pasó en el sofá chateando con Bebe, parecía que su relación iba a terminarse, y al ver su cara triste, Token se sentó junto a él.

—Amigo, ya despreocúpate de tu chica, es mejor que hablen sobre eso en persona.

—No lo entiendes, Token, yo pensaba que Bebe era la mejor chica de la escuela, y aún la quiero, pero me decepcionó mucho lo que hizo a nuestros amigos. No sé qué debería hacer. Quizás sea mejor cortar por lo sano antes de que nos hagamos daño.

—Clyde, escucha, lo que tenga que pasar, pasará y será para mejor. Y cuando suceda, estaré a tu lado para animarte y apoyarte, lo sabes. Eres mi mejor amigo. Y... Este no es el lugar para que te deprimas por eso, estás en una pijamada, todos la están pasando bien. Deja ya el móvil, y ¡Ven a divertirte con nosotros!

—Token... Tienes razón. Gracias, bro. Vamos con los demás. —dijo, levantándose del sofá y uniéndose al grupo.

Bailaron hasta las once y media de la noche. Kenny le enseñó a Butters a usar el equipo de Dj, las chaquetas y los gorros se habían acumulado sobre el sofá, los bocadillos salados y los brownies casi se habían acabado, también las latas de cerveza, sin embargo los chicos decidieron guardar el vodka y la botella restante que había traído Eric, para usarlos en un juego.

Notas finales:

Gracias por leer! Disculpen si me quedó muy largo el cap xD 

Nos vemos pronto!

~Kat


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).