Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

"Innocence" por Dreamwave

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 9: “Me gusta, pero me asusta” (Parte 1)

 

 - Domingo -

Al llegar la mañana, la nieve había cesado de caer. Token Black fue el primero en despertarse, y bastante temprano. No quería molestar al chico que dormía pacíficamente a su lado, su mejor amigo Clyde Donovan, a quién habían botado la noche anterior. Era por esa razón que habían dormido juntos. Token era de los que apoyaban a sus amigos cuando sus novias los dejaban, o por cualquier otro problema que tuviesen, aunque de todos modos nadie tenía por qué saber que habían compartido la cama, ¿No? Hay que evitar las burlas del racista de Cartman, de ser posible.

Estirándose y gimiendo un poco, el afroamericano se giró hacia Clyde. Por alguna razón, no podía apartar la mirada de su calmado y apuesto rostro, notando que sus ojos estaban algo hinchados. ¿Habría estado llorando por lo de Bebe, después de que él se durmiera? Le molestaba aquella posibilidad, porque él sabía que Donovan era un buen chico, que no merecía que se aprovecharan de él. En cierto modo, estaba feliz de que Bebe hubiese terminado con él, porque en el fondo sabía que se merecía a alguien mejor que ella como novia. Alguien que no estuviese con él solo para obtener preciosos zapatos gratis. Alguien que lo valorara de verdad.

—Ay, amigo, no deberías estar triste por esa idiota. Yo siempre estaré de tu lado. —murmuró Token, abrazando de frente al castaño—. ...Esperen, ¿Qué es esto? Clyde, no me digas que... —pensó, con una mueca de sorpresa, y sintiendo de repente algo duro contra su pierna.

—Oh, Bebe, eres tan hermosa, estaremos juntos por siempre... Quiero hacerte de todo... —balbuceó, medio dormido, mientras se aferraba fuertemente a Token.

—¡¡Hey, déjame, que yo no soy Bebe!! Clyde, despierta, estás... ¡Estás erecto, i-idiota!

—...*Bostezo* Erec... ¿¡Erecto, qué!? ¡Oh, mierda! —exclamó, entre asustado y sorprendido, su cara se sonrojó mientras se alejaba rápidamente de Token, y se cubría con las frazadas—. Lo-lo siento, amigo, estaba soñando con... Ya sabes. Diablos, qué vergüenza, ¿No me la habrás visto... O si?

—N-no, tranquilo, tienes puesta la pijama después de todo. Aunque sí sobresale un poco. —dijo Token, ruborizado.

—Ay noo, trágame pijamada... Esto no podría ser más vergonzoso...

—Hey, no pasa nada, no es como si yo no hubiese despertado nunca con una erección. Nos pasa a todos los hombres y es completamente normal. —trató de calmarlo, mirando hacia otro lado.

—Gracias por hacer el papel del amigo comprensivo, Token, pero no le quita lo incómodo a esto. Bueno, supongo que voy al-

—Oye, Clyde... ¿Quieres hacerlo incluso más incómodo? —preguntó Black, acercándose lentamente a su mejor amigo.

—¿A qué te refieres? O-oye, no te acerques, puedo ocuparme de esto e-en el baño... —dijo el castaño, mientras se cubría la entrepierna con las manos, tratando de disimular su erección.

—Clyde, necesito ser honesto contigo... —dijo Token, llevándose una mano detrás de la cabeza—. ...No sé por qué, pero lo de ayer, el-el beso... Sé que dije que no le diéramos más vueltas al asunto, sin embargo no podía dejar de pensar en eso anoche, al tenerte a mi lado. Dormir contigo se sintió tan natural y agradable, y besarnos la verdad me gustó, aunque haya sido solo un reto. Yo... No puedo evitar tener este extraño sentimiento dentro de mi, q-quiero decir... Puede que no sea nada, hemos sido mejores amigos desde hace mucho y no quiero echar a perder eso, pero no creo que pueda deshacerme de estas ideas si no intento algo contigo...

—¿Qué quieres decir?

—Déjame tocarte, Clyde. Solo esta vez, por favor. Necesito sacarme esta duda de encima, estoy tan confundido y jamás me había sentido como me siento ahora, aquí, contigo-

—¡Oye, no soy gay y tú tampoco! Lo de anoche fue solo un reto estúpido.

—Lo sé, lo sé, yo jamás pensé que me afectaría tanto, pero lo hizo. Y ahora no puedo sacarte de mi cabeza. Ni a ti ni... al beso. Clyde... Sólo déjame... —dijo Token, acercándose al oído del peli castaño para lamerlo y besarlo sensualmente, luego deslizó la lengua por su cuello hasta detenerse sobre su pecho y apoyarse sobre él—. ...Quizás las cosas se pongan raras entre nosotros si continuamos, pero sé que mi cabeza no dejará de pensar en esto durante toda la semana. En lo que podría haber pasado, y que no pasó... Piensa en esto como una especie de... Experimento, sí, eso. Vamos, prometo que se sentirá bien.

—Ese no es el problema, idiota. —dijo Clyde, cruzándose de brazos, ligeramente ruborizado.

—Entonces, ¿Cuál es?

—¿Te volviste loco de repente, Token? ¡Somos mejores amigos, no se supone que hagamos e-ese tipo de cosas! Además, los otros quizás ya estén despiertos... Si alguien nos viera en plena, no soportaría la vergüenza.

—No creo que estén levantados, desde aquí escucho los ronquidos de alguien en este mismo piso. Es muy temprano todavía, son apenas las ocho de la mañana. Y, hey... Lo que pase entre nosotros ahora no saldrá de esta habitación. ¿Confías en mí?

—Sí, pero... Más te vale no contarle a nadie, o jamás volveré a hablarte.

—Por supuesto que no le diré a nadie Clyde, no te preocupes por eso. Puedes... ¿Puedes subirte la polera?

El chico así lo hizo y mientras sostenía su camiseta con los dientes, se disponía a bajarse los pantalones y la ropa interior, pero Token detuvo sus manos.

—Y-yo lo haré. Déjamelo todo a mí. Si no te gusta, puedes cerrar los ojos e imaginar que soy una linda chica. —murmuró, al tiempo en que liberaba el cálido miembro de su amigo de los bóxers rojos, rodeándolo firmemente con su mano derecha, apretándolo y estimulándolo, sintiendo cómo se agrandaba con cada roce, aunque no comenzó a chorrear hasta que Black se concentró en lamer y morder suavemente sus pequeños pezones.

—Mnh... Mmnhaa... ¡Nhgg! —gimió Clyde, sintiendo que sus labios y cuerpo temblaban, de no ser porque Token lo tenía sobre la cama, ya se habría desplomado sobre el piso. Sus mejillas estaban encendidas en rojo a causa de toda la situación.

—Tranquilo, que no te la estoy mirando, no tienes que sentir vergüenza.

—Mmff... Ngg... Uwah... Eso es... Ah... —le costaba sujetar su polera y finalmente cedió, dejando escapar ruidos eróticos, su respiración era agitada y algo entrecortada—. ...Es imposible no sentirme avergonzado haciendo esto contigo, tarado... Aah, ya casi... Aaah... Tu mano... Si sigues a-así, me voy a... ¡Mmmph!

En ese momento, Token no pudo resistir el deseo y agarró ambas muñecas de Clyde, apoyándolas con delicadeza contra la pared. Empezó a besarlo en la boca, primero lento, luego empujando su lengua contra la de él juguetonamente, y apasionando el contacto, mientras sus labios se superponían generando sonidos mojados que se mezclaban con los gemidos de ambos. El cuerpo de Token Black comenzaba a reaccionar y a estremecerse, lo cual se intensificó cuando su entrepierna se rozó repentinamente con la de su mejor amigo, quien al darse cuenta giró su cabeza hacia la izquierda, aún con los ojos cerrados, tratando de contener su voz, ya que sentía que se estaba dejando llevar demasiado.

—Hey, no te aproveches del calor del momento, ¿Qué crees que haces? Nngg... —dijo Clyde, mirando con ojos fieros al chico que tenía en frente—. De-deberías parar, ¿Ya te sacaste la duda de encima?

—¿De verdad quieres que me detenga? La tienes tan dura... Y gotea líquido preseminal, parece que te correrás pronto. Puedes hacerlo cuando quieras, no te contengas. —dijo Token, volviendo a rozar su abultado pantalón contra la entrepierna de Donovan.

—B-basta ya con la charla sucia... Aah... Hyaah... Token... ¡No hagas eso! Ah...

—¿Enserio es tan malo hacer esto conmigo? O acaso... ¿Que roce mi pene contra el tuyo de esta forma, te está volviendo loco? No voy a mentirte, Clyde. Estoy demasiado caliente en este momento, lo siento. —murmuró, comenzando a masturbar ambas erecciones, y aquel contacto piel con piel provocó que los pies de Clyde se arquearan de placer.

—¿Qué rayos estoy haciendo? Y más encima con Token, de todas las personas... La tiene tan grande, qué envidia. Estoy dejándolo jugar conmigo, pero... Maldición, su técnica se siente tan bien que ya no puedo aguantar más... Me estoy derritiendo... —pensó Clyde, dejándose caer sobre el colchón y apoyando su cabeza sobre un cojín, mientras se mordía el labio inferior—. Ah... Token, ya no-¡Aah! Me voy a venir... Aah... Token, Token... Gyaah... Ah, aah, ¡¡Uwaaah!!~ Mmng... Ha... Haa... —gimió, disparando bastante semen sobre su estómago y la mano de Black, minutos después sintió que éste lo abrazaba mientras trataban de recuperar el aliento.

Token había eyaculado casi al mismo tiempo que el castaño, dejando un pequeño desastre húmedo e incoloro sobre la cama. Clyde se liberó del abrazo y se subió la ropa. Ayudó a su amigo a limpiar y cambiar las sábanas, en medio de un largo silencio que no era incómodo, sino más bien... Raro, hasta que la presión por decir algo hizo que Token hablara.

—Entonces... ¿Fue muy malo o...

—No, no, de hecho se sintió bien, pero no creo que debamos volver a repetirlo. ¿Te sirvió para aclararte, al menos? —preguntó Clyde, dudoso.

—S-sí, o sea... En ese momento no podía pensar en nada más que en ti, tu voz, tu olor, tu calor y la forma en la que decías mi nombre, carajo...

—¿Qué?

—No estoy cien por ciento seguro, pero... Creo que me gustas.

—¿Eeh?¿Estás colado por mí? ¿¡Cómo pudo pasar, Token!? N-no hice nada y tú nunca has demostrado interés en las relaciones amorosas, ¿No?

—En realidad nunca he salido con ninguna chica, o chico. Sí he tonteado por ahí, pero nunca he tenido nada serio con alguien.

—Hasta hace un rato estaba convencido de que eras asexual o algo así, porque de nuestro grupo eres el único que no está pensando en sexo todo el tiempo. Por eso me sorprende lo que me estás diciendo... ¿No crees que se trate de una confusión o de simple curiosidad?

—Lo único que sé es que siento una extraña atracción hacia ti. Lo siento, Clyde, sé que es una molestia, entenderé si quieres que nos olvidemos de esto y que te deje tranquilo.

—Yo... Solo quiero que las cosas no sean raras entre nosotros. Esto es... Muy repentino. Si hubiese sabido que pasaría esto, jamás hubiese aceptado ese reto. Y quiero disculparme por confundirte... No era mi intención, quiero decir-

—Tranquilo, amigo, ninguno de los dos lo vio venir. Y no tienes que disculparte, esa debería ser mi línea por hacerte lo que te hice... Por favor perdóname por haberte forzado. —dijo Token, ruborizándose.

—No, no, está bien, no me sentí forzado ni nada... Creo que necesitas tiempo para pensar y aclarar tu mente. Estas cosas son más comunes de lo que parecen, de hecho dicen que nadie es cien por ciento heterosexual, así que el tener dudas aveces y más a nuestra edad, es normal. Estarás bien, Token. Y si necesitas hablar... Sabes que siempre estaré para ti, aunque tampoco sería mala idea hablar con el consejero Mackey si necesitas más ayuda. Ahora, vayamos a ver si los demás ya despertaron para poder desayunar, me muero de hambre.

—S-sí, vamos.

Los chicos bajaron las escaleras, y para su sorpresa casi todos sus amigos ya estaban sentados a la mesa del comedor, excepto Craig y Tweek, quienes tenían la cocina hecha un completo desastre de harina y frosting para magdalenas.

—Cielos, Craig, ¿Qué demonios le hicieron a la cocina? —Preguntó Token, llevándose las manos a la cabeza.

—Lo siento amigo, es que Tweek insistió en hacer sus muffins y de repente todos dijeron que tenían hambre, y el no pudo con la presión, así que decidí ayudarlo, pero ya sabes como es él... No puede evitar hacer un caos de lo que sea, hehe.

—¡C-cállate Craig, siempre estás criticándome! —gritó Tweek, ruborizado.

—Pero lo anterior no lo dije con esa intención, cariño. Me gusta todo de ti, y eres adorable cuando tratas de cocinar. —dijo Craig, mientras le pellizcaba una mejilla a su novio.

—Bueno tortolitos, más les vale ayudarme a limpiar, porque si mi mamá ve esto, me matará.

—Ah sí obvio, dejaremos todo como estaba, no te preocupes Token.

—T-Token, estoy haciendo café p-para todos, ¿Quieres tú también?

—Claro, Tweek. Oigan, ¿Kenny y Butters aún no bajan?

—No, deben seguir dormidos. Iré a revisar. —dijo Stan.

El pelinegro subió las escaleras y tocó la puerta de la habitación contigua a la de Token Black. No hubo respuesta, por lo que dio dos golpes más. Apoyó la oreja sobre la madera, tratando de oír algún movimiento, y se sorprendió echándose para atrás al sentir que la puerta se abría.

—Oh, buen- *bostezo* buenos días, Stan. ¿Quieres algo? —preguntó Kenny, estaba desnudo de la cintura para arriba y se enjugaba un ojo como si le picara.

—Bu-buenos días, amigo, te ves bien. Todos están desayunando, tú y Butters deberían bajar también.

—Ah, eso, este, no te preocupes por nosotros. Quería llevar a Butters a desayunar algo afuera. Ya sabes, mimarlo un poco. Supongo que nos vestiremos y nos iremos de aquí antes que ustedes.

—Ya veo, le avisaré a los demás. Tú... Has cambiado un montón alrededor de Butters. Probablemente estoy equivocado, pero... ¿Acaso te gusta?

—La verdad Stan, es que sí, me atrae mogollón. Se lo he dicho y todo, pero aún no he hecho ninguna movida demasiado atrevida. Nunca me había gustado nadie de esta forma tan problemática. Tú sabes que conmigo siempre es sexo y nada más. Pero con él, todo se siente tan... Real. Y color de rosa. Hasta a mí me sorprende.

—Vaya, lo sospechaba. Bueno, me alegro de que al fin experimentes un amor que no se base en lo físico... Puede ser agridulce al principio, pero vale la pena vivirlo. Espero que todo salga bien entre ustedes, chicos.

—Gracias Stan. Lo que sí, por fa, se discreto con lo que te conté. Butters no es tan resuelto como yo, no creo que quiera que los demás se enteren de que le atraigo, y aparte, aún no somos más que amigos.

—¿Amigos que se han besado y pasado por situaciones incómodas? —preguntó Stanley, muy curioso.

—S-sí nos hemos besado un par de veces... No pude evitarlo, se veía tan adorable. —dijo Kenny, un tanto ruborizado.

—Jajaja, es que es Butters después de todo. En fin, les deseo lo mejor, y tranqui, lo que hablamos quedará entre los dos.

—Bien, gracias Stan. Ya bajamos. Solo déjame despertar al angelito este...

El rubio cerró la puerta y se dirigió a la cama. Se metió dentro, abrazando a Stotch y rodeándole la cintura con los brazos. El chico se despertó al sentir el calor que irradiaba el cuerpo de Kenny, y se giró (algo sorprendido) hacia él.

—K-Kenny... ¿Me estás abrazando de nuevo?

—¿Te molesta?

—N-no, la verdad no... ¿Despertaste recién?

—Nop, acabo de decirle a Stan que no desayunaremos aquí.

—¿¿Eh?? ¿Por qué?

—Porque quiero llevarte a algún sitio lindo donde comer algo.

—Ah, que tierno de tu parte, pero no tienes que hacerlo, hombre. Estoy seguro de que Token tiene muchas cosas ricas para desayunar.

—No tengo que hacerlo, pero quiero. Cuando te veo, me dan ganas de mimarte y apachurrarte. Es tu culpa por ser tan mono. —murmuró McCormick, rozando su cabeza contra el cuello de Butters.

—¡Oye, que no soy mono! A los chicos no nos gusta que nos digan que somos lindos, y ya para de rozarte contra mi, ¿Eres un gato o qué?

—Quiero ser tu gato. Aparte... Estoy en celo~ —dijo Kenny, con voz grave y tratando de tocar el pecho de Stotch, quería sentir sus pezones por encima de su ropa, pero el chico se resistió.

—Hey, ¿Donde crees que estás tocando? ¡Kenny! N-no hagas esto ahor- ah... Ah... No... Hyah... —gimió el rubio, sintiendo la cara caliente y como sus pequeños botones rosados se endurecían entre los dedos juguetones de Kenneth.

—¿No quieres que juegue contigo, mmm? Pero si te estás sintiendo muy bien en este momento, ¿O me equivoco? —preguntó, muy cerca del oído de Butters, al tiempo que intensificaba los movimientos en las partes sensibles de su delgado cuerpo.

—¡Aah! Uwaah... Oye, n-no quiero hacer esto ahora... Ngg... Kenny, por favor... Detente... —suplicó, apartando forzosamente las manos del chico, mientras lo miraba a los ojos.

—...Ok, ya, tú ganas. No te haré nada más. —dijo Kenny, desanimado—. No creas que ese truco de los ojos suplicantes te servirá de nuevo, la próxima vez no me controlaré contigo. Y será muy pronto.

—Lo siento Kenny, es que no creo poder hacer ese tipo de cosas aquí... Digo, es la casa de nuestro amigo. —dijo Stotch, ruborizado.

—Si el problema es el lugar, podemos ir a otro que sea de tu agrado. Como mi casa, quizás, o un Love Hotel, o el bosque. Sería lindo ver las estrellas mientras lo hacemos, ¿No crees?~

—Y-ya bájale, cuando tenga que pasar, pasará. Ayer dijiste que serías paciente conmigo. ¿Aún estás en ese plan?

—Hmm... Sí. Pero solo porque sé que la espera valdrá la pena. —dijo, besando a Butters en los labios.

Planeaba que fuese un beso corto y sencillo, pero no pudo resistirse a aquella cercanía... Su lengua recorrió la boca de Butters, tratando de abrirla hasta introducirse deliciosamente en ella, bailando con la otra lengua entre ruidos mojados, gemidos ahogados y uno que otro espasmo. Ansiaba tanto hacer suyo a aquel chico, pero al mismo tiempo por él era capaz de aguantarse las ganas. La manera en la que su cuerpo se estremecía cuando estaban juntos, su voz adorable y a la vez tan erótica, el placentero roce contra la suavidad de su piel, su mirada inocente y el movimiento que hacían sus caderas de forma casi involuntaria, cuando lo estimulaba, todo eso lo volvía loco por dentro. Qué ganas sentía de poseerlo, hasta que no pudiera pensar en nada ni en nadie más que él. Qué ganas de poder decirle “Creo que te amo” a alguien por primera vez. Qué ganas de arrebatarle SU primera vez. Qué ganas de corromper por completo todo su hermoso ser.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).