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Una navidad con los Weasley por IsabellySly

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Jueves 23 de diciembre 2004


– No Charles, esto no era parte del trato.

– Draco, ni siquiera hay un trato aquí.

– El punto es que no me lo dijiste.

– Porque lo olvide, sabes que tiendo a olvidar cosas.

– Si, como mi cumpleaños.

– Ese no lo olvide, tuve que cuidar de unos huevos y se me fue el tiempo, tenía tu regalo guardado.

– ¡NO PASARE EL FIN DE SEMANA EN CASA DE LOS WEASLEY!

– Es mi familia, a mi mamá le gusta tenernos a todos reunidos ahí, además estuvimos en la casa de tus padres.

– Porque no tenemos departamento en Francia, y aquí si tenemos.

– Por favor, Draco, serán solo tres días – Charlie lo había tomado de los hombros, lo acariciaba, llevaba su boca a uno de sus oídos – ¿por mí?

– Bien, de acuerdo, pero es que no quiero dormir lejos de ti.

– Esa es la mejor parte, estaremos solos en mi habitación, mamá las mantiene intactas. Estaremos solos para hacer lo que tú quieras.

– ¿Enserio? – Decía mientras pasaba sus brazos por los hombros del otro y lo besaba.


– ¡Oh no! ¡Me niego! – Gritaba Draco mientras veía a Charlie listo enfrente de la chimenea a la mañana siguiente, "en que momento su novio se había convertido en el rey del drama, en su casa no era así" se repetía Charlie en la cabeza "si es bastante chisquilloso, pero nunca había sido… berrinchudo"

– ¿Ahora que pasa Draco? esto ya es el colmo, tú no eres así, ven aquí – Charlie, como siempre, pacientemente lo abrazo y lo llevo a la habitación lo sentó en la cama – ¿Qué tienes?

– Nada, es solo que no quiero llegar por chimenea y encontrar a todos mirándome fijamente, prefiero aparecerme y entrar por la puerta delantera.

– No es solo eso, ¿estas nervioso de conocer a mis padres? ¿tienes miedo de que mis hermanos o mis cuñados puedan cambiar mi opinión de ti? o más importante ¿mis sentimientos?

– Por supuesto que no.

– ¿seguro?

– No… – le tomo la cara para que lo viera, puesto que Draco miraba cualquier cosa excepto a su novio.

– Draco, yo te amo, me estuviste coqueteando un largo rato y cuando desististe me di cuenta de que me gustaba tenerte ahí, con tu ropa cara, intentando no ensuciar tus zapatos mientras ibas a verme, tomar una copa de vez en cuando, o cuando llevabas almuerzo para dos y comíamos en el suelo – Charlie comenzó a reír mientras le daba un rápido beso – lo cual fue gracioso después, cuando me enteré que jamás habías hecho eso por nadie. Nadie cambiara lo que siento por ti, me enamoraste y no veo mi vida sin ti, y seamos maduros podríamos vivir sin el otro, pero no quiero eso. Nadie en mi familia me hará cambiar, creeme seria muy feliz que te aceptaran… pero si no lo hacen, bueno, será una pena para ellos.

– ¿Te he dicho que eres un cursi?

– Hoy no.

– Bueno eres un cursi – Draco lo abrazo – Gracias Charles, no sabía que lo necesitaba.

– Ese es mi trabajo ¿no? hacerte feliz – el otro comenzó a reír aún dentro del abrazo.

– Claro, ese debería ser tu único trabajo.

– ¿Listo para irnos?

– No, ¿pero supongo que no tenemos de otra verdad?

– No, vamos tenemos que aparecernos y te recuerdo que no aprobé mi examen a la primera.

– Y por eso lo haré yo – Draco mucho más feliz sonrió y se levantó tomándolo de la mano.

Al llegar a unos metros de la casa de los Weasley, los nervios volvieron a Draco, pero Charlie le beso la mano y empezaron a caminar hacia la casa. Una vez en el pórtico tocaron y les abrió una muy feliz Victoria y Teddy que llegaba corriendo detrás de ella, Charlie saludo a ambos y pregunto donde estaba la abuela Molly, ambos dijeron que todos estaban afuera jugando y la abuela estaba en la cocina haciendo galletas, ellos estaban dentro de la casa porque querían ser los primeros en comer galletas, Teddy saludo a su tío–primo Draco y cambio su cabello al rubio platino de este. Los cuatro se dirigieron a la cocina y ahí estaba Molly decorando galletas.

– Señora abuelita Molly, dijiste que yo podía ayudar a decorar galletas.

– Si mi pequeño, aun hay más galletas por decorar, ven aquí y siéntate.

– ¿Yo también puedo ayudar mamá? – Molly levanto la vista y le sonrió a su hijo y se congelo un poco al ver a su acompañante.

– Oh mi Charlie, que gusto que estés aquí.

– Estoy feliz de verte mamá, mira, quiero presentarte a mi novio, mamá él es Draco Malfoy.

– Un gusto señora Weasley – Molly al haber visto a su hijo con esa mirada tan brillante y ver los nervios de Draco supo que no había nado malo ahí y aunque intuía un poco, decidió callarse, así que lo abrazo como había hecho con su hijo.

– El placer es todo mío querido, pero por favor solo dime Molly. Ahora necesito ayuda con estas galletas, vengan, todos se fueron a jugar Quidditch y tu padre aun no llega del trabajo.

Draco rápidamente se vio sentado en la mesa de la cocina, con una manga con glaseado de azúcar, no sabia como se decoraban galletas así que observo a los demás hacerlo y tomo una galleta y comenzó a tomar varias mangas según el color que veía dentro, algunas boquillas de diferente forma y algunas chispas de chocolate.

– ¡Tío Dwaco! Hicite a Chalie – Él mencionado miro rápidamente lo que tenia Draco enfrente y este último no quería ver la cara de su novio, lo había hecho sin pensar.

– Oh es hermoso, hasta hiciste su coleta de caballo a un lado de su cuello ¿Charlie me dejaras cortarte el cabello? Estoy segura de que a Draco no le gusta ese cabello largo y feo que tienes.

– Mamá que dices, si es lo que más le gusta – ambos voltearon a ver a Draco para que diera su visto bueno.

– Me gusta con cabello largo.

– Te gane madre.

Siguieron decorando las galletas, y Charlie se guardo a si mismo (su galleta) en una bolsita de celofán son un listón y le pidió a su madre que la guardara, todo sin que Draco que se peleaba con Victoria por el color correcto de árbol de navidad, se diera cuenta; esta insistía en que podía ser color rosa pero él le decía que tiene que ser verde o blanco si tenia nieve, así que la pobrecita galleta termino rosa con chispas verdes y blancas. Después de un rato todos fueron entrando, pero se dirigían al baño a lavarse y bañarse, después de eso comenzaron a saludar a Charlie, estaban tan encantados con él que no notaron a un rubio sentado en el sofá, este solo veía alegre como jugaban con su novio hasta que sintió en sus piernas un pequeño peso.

– ¡Añmh!

– Ammm ¿hola bebé? – James señalaba su pecho y daba ligeros brinquitos, Draco no quería que se pusiera a llorar así que le tendió las manos, James rápidamente se acomodó para que lo cargaran, justo cuando…

– ¡Tranquilos todos, quiero presentarles a mi novio Draco Malfoy! – Todos voltearon a ver al mencionado y este solo sintió las miradas mientras tenia a un bebé en sus piernas. Nadie sabía cómo reaccionar.

– Buenas tardes a todos, un gusto estar aquí. – Charlie se fue a sentar junto a Draco y lo abrazo por los hombros y lo beso en la mejilla

– ¿Apoco no lo adoran? – Harry, Ron y Ginny, no querían ni verlo, no tenían rencor, ¿pero como te comportas con el chico que te molesto durante toda la adolescencia?

– Que gusto que estés aquí Draco.

– Gracias Granger.

– Ahora es Weasley hur… – Ron recibió un codazo de su esposa.

– Me será bastante difícil, decirle a uno en particular Weasley, todos van a voltear, dejémoslo en Granger.

– Puedes decirme Hermione, Draco, al fin que eres parte de la familia.

– Gracias.

– No quiero que te moleste James, Draco, dámelo si quieres.

– No es molestia Potter, pero toma si quieres.

– ¡Ño!

– Vamos Jaime, ven con papá – James por alguna extraña razón (porque Draco olía a galletas) no se quería separar de él y comenzó a querer a llorar.

– Dejalo Harry, Draco no lo va a morder – dijo Charlie.

– Bien.

Todos se sentaron en la sala y comenzaron a hablar, de los viajes que Draco y Charlie hacían, los trabajos de todos, a donde irían el resto de las vacaciones, y básicamente actualizarse; Arthur había llegado y Draco había sido presentado con el último y más importante, Arthur, aunque lo recibió bien se notaba la incomodidad. En un punto Draco no se sentía muy cómodo, no entraba en la conversación, porque no tenia nada que decir y tampoco le incluían, pero ver a su Charles feliz valía la pena. En un punto James se quiso bajar, pero no le soltó la mano, y comenzó a arrastrarlo de un lado a otro, James apenas comenzaba a dar algunos pasos siempre agarrado de las cosas o de alguien, y fue feliz de encontrar un soporte movible (Draco), lo llevo hasta la cocina donde Molly preparaba todo para la cena.

– Draco, que bueno que vienes, ayudame a levitar algunas cosas a la mesa.

– Claro – Draco comenzó llevando todo mientras Molly tomaba a James y llevaba cosas pequeñas de un lado a otro, cuando volvieron a la cocina.

– ¿Te gusta mucho mi hijo Draco?

– Claro que si me gusta – "¿Qué clase de pregunta es esa? Es obvio que me gusta, no estaría aquí por decisión propia"

– Me alegra saberlo, se les ve muy bien juntos ¿Cuándo planeas hacerlo? ¿Quizás en la mañana de navidad? – "¿Cómo descubrió eso?"

– No se dé que me habla.

– Oh vamos Draco, tengo 7 hijos, 4 casados, se cuando alguno va a proponer matrimonio.

– Bueno…. – Draco nervioso vio a la puerta de la cocina.

– Tranquilo puse un hechizo para silenciar la cocina antes de preguntarte.

– Pues si planeaba hacerlo, llevamos un año y medio juntos, pero no sabía bien cuando hacerlo, o en que lugar, los dragones son algo especial para él, su familia también lo es y yo bueno…

– Oh eres especial para él querido, solo basta con ver como te mira, y estoy segura de que mantendrá esa galleta guardada así este llena de moho después de años – ambos rieron.

– No sé qué es lo que ve en mi sinceramente, y sé que soy importante, por haberme traído en estas fechas con ustedes.

– Pues si lo eres, bueno, yo te aconsejaría que cuando se lo pidas, sea espontaneo, estoy segura de que eso es lo que más le gusta de ti, las sorpresas – Draco comenzó a reír recordando muchas cosas así – ahora lo afirmo con tu sonrisa. Ya es hora de cenar y este jovencito debe comer antes de dormir – James ya todo adormilado entre los brazos de Molly.

– Gracias… Molly – esta solo le acaricio la mejilla antes de salir y de quitar el hechizo. Después de cenar todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

– ¿De que hablaron mi mamá y tú en la cocina?

– Oh de nada, solo que si te rompo el corazón me enviara a tus hermanos a golpearme.

– No te creo.

– Lo sé, vamos a dormir.

– Tengo planeadas otras actividades para esta noche, podemos poner algunos hechizos y divertirnos.

– Me gusta como piensas Charles.

Notas finales:

Me divertí mucho escribiendo esto, es un capítulo cortito, lo sé, pero bueno es la inspiración que llego, lo del anillo lo iba a guardar, no quería que se supiera, pero mi inspiración dijo "¿Quién mejor para eso que Molly?"


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