-adiós, Sasuke, perdóname todo el problema que te e causado discúlpame pensé que tal vez… si solo te hubiera echo sonreír más tú me hubieras amado, que tal vez si nos hubiéramos conocido en otras circunstancias, nosotros seriamos capaces de amarnos sin importar nada, pero lamentablemente ese no es nuestro caso-
- ¿Na-Naruto, donde estas que es lo que planeas hacer? - cuestiono inseguro de sus propias palabras, podía darse una idea, pero se negaba a aceptarla.
-Sasuke, no olvides que te ame como a nadie, que tu eres mi sueño más anhelado, yo quería tenerlo todo contigo, quería que todas mis primeras veces fueran contigo teme, en verdad…en verdad yo quería eso- susurro mientras las lagrimas y el llanto se apoderaban de el -yo…yo quería casarme contigo, quería formar una familia contigo, quería ser tu esposo, hacerte feliz, vivir felices…-
Susurro el menor colgando el celular, un nudo en la garganta del mayor crecía, lagrimas lo hicieron moverse su cuerpo se movía por si solo, quería ir de una vez y detener lo que sea que estuviera haciendo ese tonto dobe, quería apurarse pero había entrado en shock al imaginarse una vida sin él, las palabras de Naruto resonaban en su cabeza, él también quería vivir eso con el y solo con él, por que debía terminar con esos sueños por sí solo, él no estaba dispuesto a rendirse y a dejar todos esos sueños al aire.
Después de un par de segundos, logro retomar el control de su cuerpo, sin pensarlo más, salió corriendo rumbo al edificio donde recordaba vivía el amor de su vida, al llegar a aquel deteriorado edificio, diviso una gran multitud de gente la cual estaban en completo pánico y veían al mismo punto.
- ¿qué es lo que pasa? -
Pregunto el azabache a una anciana la cual no apartaba la vista de aquel alto edificio, rezaba sin detenerse sin hacer ni una sola falta
- ¡¿¡¿¡¿QUE DIABLOS PASA?!?!?!-
Grito colérico el mayor zarandeando a la vieja anciana la cual, pauso un momento y lo miro
- el ya no quiere seguir aquí, el, él es un ángel que proclama volver al lado de dios, él es un ángel el cual no puede cumplir con su misión
Sasuke trago en seco, corrió hacia el interior del edificio, el elevador marcaba un fuera del área de servicio, no le quedo de otra más que correr a las escaleras el último piso era su objetivo, su cuerpo sudaba frio mientras que la adrenalina se apoderaba de su cuerpo impulsándolo como si de un plus se tratara.
“por qué lo haces, yo igual te quiero Naruto, te necesito, no quiero perderte no saltes no me dejes te necesito, Naruto espérame un momento no saltes no aun, debes escucharme no debes saltar”
Intentando auto controlarse el mayor rezaba y suplicaba por que el menor aguardara un poco tal vez podría curar su alma, podrían ser uno para siempre, ellos podrían salir juntos adelante.
Había llegado al fin al último piso, al fin logro llegar la noche los envolvía ambos ojos se encontraron en un mar de lágrimas, ambas miradas competían, más sin embargo esos hermosos ojos que mostraban un brillo lleno de esperanza se veían presos de la soledad.
- N-Naruto aléjate de la orilla por favor, esto tiene una solución- soltó el azabache mientras se acercaba despacio viéndolo.
-S-Sasuke, teme…- soltó en tono de ruego mientras su llanto aumentaba y sus ojos aclamaban por aquella ayuda, ayuda que se auto negó, quería correr y abrazarlo, sin embargo, sentía asco de su persona, de su ser, su mente se llevaba de aquellas imágenes que lo atormentaban y solo le hacían sentir asco de sí mismo, se auto abrazo con fuerza y retrocedió más soltando lagrimas
- S-sasuke y-yo debo irme, no puedo quedarme contigo, yo no soy lo que tu necesitas teme…, no soy para ti, mereces a alguien digno de ti y de todo tu amor-
susurro rompiendo todas las expectativas que Sasuke se había hecho, derrumbando con cada palabra todos sus sueños y esperanzas.
- A mí no me importa que es lo que te Hallan echo o lo que has vivido Naruto, ven conmigo por favor, podemos iniciar de cero, una vida fuera de todo, dejar tu pasado atrás, ser uno solo-
-n-no Sasuke, eso es imposible para mí, seria olvidar a mis padres, olvidar a mi hermano, no es justo para ellos, ellos merecían ser felices también Sasuke, no puedo simplemente vivir y dejarlos en el olvido, ellos me piden que vaya con ellos, es hora de que me reúna con mi padre y mi hermano-
Susurro, más sin embargo el mayor se acercó un poco al mismo tiempo Naruto, se quedando justamente en la orilla
- te amo- soltó con todo el amor del mundo mientras tomaba su mano para besarla, miro los ojos azules y les beso, el menor correspondió sin titubear o siquiera pensarlo, era su primer beso lleno de amor, podía irse ahora, si podía irse tranquilo, su rostro soltó una sonrisa, la más deslumbran que hubiese visto cualquiera, Naruto inhalo aquel dulce aroma una sola vez y, colocando ambas manos a la altura del pecho del mayor se impulsó lanzándose al vacío.
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NO!!!!!!!!!!!-
Gritos por todas partes se hacían presentes, Sasuke corrió intentando alcanzarle más sin embargo al tiempo de querer alcanzar la mano de Naruto, aquella sonrisa lo detuvo y un “te amo” fugaz llegaron a sus oídos.
El cuerpo cayó al suelo y el azabache dejo lagrimas caer lo había perdido.
POV SASUKE
Son las 8:00 am, me encuentro alistando el pequeño cuerpo de mi Naruto, este aún conserva aquella hermosa sonrisa, le he puesto un traje negro, combina con aquellos ojos que no volveré a ver de nuevo.
-siempre te quedo bien- Susurro con melancolía alistando su cuerpo frio sin vida, realmente deseo con todo mi ser que vuelva a abrir aquellos hermosos ojos, que sus labios me llamen, que me grite e insulte. Deseo tanto volver a aquellos días.
-Sasuke, cariño es hora, debes acostarlo -
Menciona mi madre dándome a entender que debo llevar a Naruto a aquella fría caja, así es lo perdí por idiota, por pensarlo, por burlarme de su sufrimiento.
- enseguida voy madre, solo un minuto más-
Contesto dando los últimos detalles, colocado aquel collar, acaricio sus fríos labios que hace algunas horas eran cálidos, sus mejillas que una vez estuvieron llenas de vida ahora están completamente pálidas.
-nos volveremos a ver Naruto, mi amor, te buscare, es una promesa, seremos felices, te protegeré sin importar que-
Susurro llevándolo a aquel horrible lugar acostándolo con cuidado
arreglando sus cabellos,
-Sasuke…yo lo sien...-
-Esta bien Ino, nada de lo que digas me lo traerá de regreso- Susurro siguiendo a mi padre, que lleva el ataúd al auto, subo mirando por la ventana, ¿el mundo siempre fue tan gris y sentido?
-Hemos llegado- anuncia mi madre mientras mira alrededor, no ha venido mucha gente, pero tampoco es como si los que vinieron realmente comprenderían el dolor de mi amado Naruto.
Visualizo y la tumba con el apellido “Uzumaki” esta a la vista,
I: D-deidara
Veo que mi hermano traga en seco al ver aquel nombre grabado, lagrimas bajan de su rostro y susurra un adiós dejando caer un anillo
- Itachi, era el, ¿verdad?, la persona que amabas en secreto-
Mi hermano asiente levemente y se pone de pie, el ataúd de mi rubio es puesto en medio del de su padre y su hermano, compañeros del salón llegan todos con una flor algunos llorando, otros culpándose, más sin embargo yo solo escucho como el sacerdote hace las plegarias, no tiene sentido que se culpen o se sientan arrepentidos, eso no lo traerá de vuelta, el no volverá por más que le lloremos.
El cuerpo desciende levemente, me asomo solo un momento tirando una rosa roja soltando un par de lágrimas, la tierra lo cubre, al fin la gente se retira mi madre decide dejarme un momento a solas
- Naruto que hare sin ti, me has dejado tan solo y vacío…-
Susurro melancólicamente hasta sentir unas cálidas manos sobre mis hombros
-seguir adelante, Él no hubiera querido que te pusieras mal o triste, mi hijo siempre fue muy optimista y alegre, un niño muy risueño, mis dos hijos se han ido y todo esto es mi culpa…, debí quedarme y cuidar de ellos, pero los deje solos aun sabiendo que me necesitaban, sabiendo que yo era su pilar los abandone- exclamo Kushina mientras quebraba en llanto, podía sentir el dolor en sus palabras.
Al fin la conocía, era la madre de mi rubio mis lagrimas caen, quiero odiarla, pero no puedo, si el no pudo hacerlo, ¿Qué derecho tengo yo?, yo que tampoco hice nada por protegerlo no merezco siquiera poder odiarla.
Tiempo después**********
Han pasado diez años desde la muerte de mi ángel, tengo 27 y una vez en su aniversario visito su tumba, descubrí gracias a su madre que sus flores favoritas eran los girasoles, por lo cual siempre llevo un ramo de los más grandes para él.
-Sabes aun no logro enamorarme de nadie, sé que tu hubieras querido eso, pero aún no te olvido, nadie logra llenar el vació que dejaste Naruto-
Susurro con una sonrisa mientras acaricio aquella lapida. hasta que después de un rato sentó un pequeño golpe saliendo de mis pensamientos bajo mi vista topándome con un pequeño rubio hermoso, es idéntico a el
-Lo siento señor * Susurra con sus ojos llorosos mientras me mira atento.
-no llores que tienes?, ¿te lastimaste? - interrogo preocupado mientras diviso su cuerpo en busca de alguna señal de fractura.
-No llores por mi-
Escucho que susurra gimoteando, miro sus ojos eran idénticos a los de Naruto, con aquella profundidad tan única, parpadeo un par de veces y al buscar al niño me encuentro completamente solo
-señor, casi es hora de cerrar- anuncia el cuidador, suspiro asintiendo, viendo de reojo a la tumba para partir, volteo una última vez y logro verlo una vez más, se encuentra ahí, sentado sosteniendo sus flores, sonrió suave y le veo desaparecer por última vez
-siempre te amare dobe-
Fin.