Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Way por borisgarc_

[Reviews - 36]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Sirius no podía quejarse, sus padres no le habían gritado en toda la semana y hasta ahora el viaje no estaba tan mal. James había sido el único de sus amigos en asistir, Peter había salido de vacaciones con sus padres y lamentablemente ese era día de luna llena, así que Remus agradecido por la invitación no pudo aceptar.

El lago al que habían ido quedaba al norte del país, Orion había visto ese paisaje en una revista muggle de su antiguo compañero Erick Jones y desde entonces soñaba con conocer ese lugar. Moría por la emoción de ver las caras de sus hijos al llegar.

A Sirius y a James se les veía bastante alegres, eso a Orion le dio gusto, no quería que el viaje fuera en picada, de Regulus no supo descifrar con exactitud sus facciones, el menor casi no hablaba, pero sabía que el lugar no le desagradaba o ya hubiera corrido a meterse a la tienda que habían colocado él y su esposa.

- Bueno chicos, tomen cada quien una caña, es hora de ir por la cena.— Orion estaba muy emocionado, era su primera vez pescando.

Los tres niños tomaron esos raros artefactos y siguieron al mayor. Regulus no tenia mucha fe, sabía que eso era algo muggle y su papá no era bueno con esas cosas, Sirius lucia alegre, pero siempre lo estaba cuando estaba con alguno de sus amigos y James al igual que Orion se veía emocionado.

Orion había releído unas treinta veces el manual de pesca que compró junto con las cañas, se pinchó el dedo varias veces antes de colocar la carnada de forma correcta y agradeció apenado cuando Regulus sugirió usar un hechizo para sostenerla. Después de ese percance aún tenía la confianza de que todo saldría bien, lo único malo es que llevaban más de 30 minutos y ninguno había pescado nada, eso era un problema si no quería que Sirius se aburriera y quisiera hacer otra cosa.

- ¿Y tus amigos no podían venir Regie?— Orion necesitaba que los chicos no se aburrieran.

Regulus solo negó con la cabeza y el silencio después de esa pregunta se volvió incomodo, James y Sirius sabían perfectamente que el menor de los Black no tenia amigos, siempre se le veía vagando solo por los pasillos de la escuela, claro que Orion y Walburga no tenían ni idea.

- Tal vez en otro paseo puedan venir.— dijo Orion y Regulus solo asintió.

- ¿Puedo ir a comer algo? — La voz de Regulus se oyó tan bajo que pudieron no haberlo escuchado.

- Si claro, seguro que Kreacher y tu madre tienen golosinas.— el chico no dejó a su padre terminar cuando ya iba directo al campamento.

Creyó que hablar con Regulus seria más sencillo que con Sirius, pero al parecer no era así, con Sirius siempre hubo gritos de por medio pero al menos se decían algo.

- Se enojó, ¿verdad? — le preguntó a Sirius después de ver a Regulus entrar a la tienda.

- ¿Tu qué crees?

- No se preocupe señor Black, puede ser porque yo estoy aquí, creo que no le caigo bien.

- No creo James…

- O porque le recordaste que no tiene amigos. — Sirius pudo notar la mirada de James sobre él, sabía que su amigo no quería hacer sentir mal a su padre, pero era mejor saber la verdad.

- Eso no puede ser cierto, ¿qué hay de Barty?

- Barty Crouch no es su amigo, no que sepamos, Reg siempre esta solo en la escuela.

Orion era consciente que en su "otra realidad" Barty Crouch y Regulus eran amigos, no tenía mucho sentido que eso no pasara nuevamente, Sirius habló de Potter, Pettigrew y Lupin, exactamente como había sido.

- Iré a ver si esta bien, si pescan algo recuerden lo que les dije, aflojen un poco y luego tiren la manija.— James y Sirius asintieron y vieron a Orion alejarse hacia el campamento.

Sirius aún desconfiaba de ellos, sabía que era algo ridículo, no tenía más pruebas que su forma de hablar y como se comportaban, era ilógico que fueran las mismas personas que se habían ido a Paris hace unas semanas. Trataba de no pensar mucho es eso, ya vería qué hacer para descubrir que pasaba.

- Nunca creí que tus padres me invitarían a un campamento, de hecho nunca creí que tus padres harían un campamento, hace un año ni siquiera te dejaron ir a mi casa.

- Es por que no son mis padres, ya te lo dije, hasta Kreacher los nota raros, lo oí hablando con Regulus sobre eso.

- ¿Y si no son tus padres, entonces quienes son?

- Eso es lo que voy a averiguar.

Al llegar a la tienda Orion pudo observar a su esposa tratando de hacer una sopa junto con Kreacher y a su hijo comiendo chocolates, se veía divertido viendo a su madre sufrir en la cocina.

- ¿Me regalas uno? — se sentó junto a Regulus y éste solo asintió ofreciéndole la caja de chocolates.

Hablar con Regulus era complicado, incluso antes de intentar cambiar y ser mejores personas. Su hijo era tímido, callado y a veces llegaba a tartamudear cuando estaba bajo mucho estrés, algo que los padres de Orion “repararon” con hechizos punzantes en la boca cada que tartamudeaba y eso solo provocó silencios muy largos por parte de Regulus. Orión siempre odio a sus padres por eso, pero nunca los detuvo, no sabía cómo.

- Creo que hace un rato dije algo que te hizo sentir incomodo y quería disculparme.— le dijo Orion sabiendo que su esposa estaba bastante atenta a la conversación.

Regulus no sabia descifrar esta nueva faceta de sus padres, para ellos siempre estaba bien si no hablaba, de hecho estaba seguro que preferían que ni él ni Sirius hablaran, pero ahora eso era lo único que querían hacer, hablar. No se sentía cómodo hablando, pero al mismo tiempo quería hacerlo, realmente parecía que a sus padres les interesaba oír lo que tenían que decir, incluso si a Sirius le molestaba algo.

- Y-yo nn-no.— Regulus dio un suspiro fuerte, Orion se odiaba, realmente le costaba hablar a su hijo y era su culpa.— N o- t e n g o- a m i g o s. — Logró decirlo sin tartamudear pero eso no evitó que sus palabra sonaran lentas en su boca.

- Esta bien, yo tampoco tuve amigos hasta tercer grado.— Orion había colocado una mano sobre la espalda de Regulus para calmarlo, sabia que en cuanto el nerviosismo cediera, su hijo hablaría con normalidad otra vez.

- ¿En serio?

- Si, creo que era porque no sabía como hablar con las personas, mi único tema de conversación eran las espadas.

- Sirius… él es bueno haciendo amigos.

- Es porque se parece a tu madre, ella era muy popular en la escuela, después dejó de serlo, aunque conservó a sus amistades.

- ¿Por qué dejó de ser popular?

- La comprometieron con un ñoño que colecciona espadas.

La risa de Regulus resonó por toda la tienda, incluso Walburga reía por lo bajo, le gustaba ver a Orion así, le gustaba su nueva vida.

Walburga había dejado la tienda para revisar que Sirius y James no estuvieran haciendo alguna travesura. James estaba bajo su supervisión y quería empezar una amistad con los padres de los amigos de su hijo, estaba segura que eso ayudaría mucho a la relación que llevaba con Sirius.

- Eres un tonto, tú papá dijo que no tocáramos eso.— decía James mientras revisaba la mano de Sirius, ambos estaban en el lago con el pantalón hasta las rodillas.

- Chicos ¿qué sucede? — les preguntó Walburga.

- No puedo quitarme esto.— Sirius levantó la mano y en su dedo pulgar se podía ver un anzuelo atravesándolo de lado a lado.

- Por Merlin, Sirius.— Walburga se acercó sin importarle entrar al agua y de inmediato le aplicó un hechizo para adormecer la zona, retiró el delgado fierro del dedo de Sirius y con su varita hizo que la sangre parara. — Deberás tomar una poción, no sabemos si esa cosa pueda causar alguna infección.

Walburga seguía revisando la mano de Sirius y el chico no podía evitar sentirse bien, su mamá nunca había actuado así, él ni siquiera fue a la tienda a pedir ayuda, creyó que le darían un regaño antes que atenderlo. No quería creer que ella era su mamá, pero le gustaría pensar que si. Su mamá le regaló una sonrisa y le prometió que la poción no tenía un mal sabor, en ese momento Sirius sintió un calor conocido en el pecho, lo tenía cada que su madre era amable con él o le sonreía, no sabía que era exactamente pero era parecido a cuando la señora Potter lo abrazaba.

- Gracias.— pudo decir después de dejar ir sus pensamientos.

- ¿Pescaron algo? — James y Sirius negaron algo avergonzados, la verdad no habían prestado atención a las cañas, en vez de eso se dedicaron a platicar y lanzarse agua.

- No estuvimos atentos señora Black, no le diga al señor Black, pero esto es cansado y aburrido.

- No le diré.—Walburga le regaló una sonrisa complice y con un movimiento de varita dos pescados salían volando del agua cayendo sobre las cabezas de los chicos, provocando una risa en James.— Pueden decir que los pescaron con sus propias manos.

Sirius no podía dormir, la cena había sido "divertida" y eso es algo que no podía dejar de pensar, sus padres habían contado historias de su juventud, le hacían la platica a James, se reían de las travesuras que habían hecho ese año, era horriblemente fascinante. Semanas atrás su madre le gritaba por haber hecho explotar los calderos de la clase entera y ahora se reía con ellos. Algo estaba muy raro, quería descubrir qué era y al mismo tiempo quería dejar de pensar en eso y solo disfrutar esta nueva vida.

Regulus, James y él se encontraban en una misma habitación en la tienda y sus padres dormían justo a lado. Se levantó para despertar a su amigo, necesitaba hablar con alguien.

- Es que es tan raro James, ella me gritó por haber hecho eso y ahora todos nos reíamos, hasta mi papá que siempre está serio.

- Lo único que sé de tus padres es lo que me haz contado y definitivamente no son nada parecidos a esas historias.

- Solo quiero saber por qué cambiaron.

- No hagas nada Sirius.— Regulus se levantó de su cama para enfrentar a su hermano.— Las cosas están bien así.

- ¿No tienes curiosidad?

- Claro que si, pero es mejor no saberlo, me gusta como son ahora.

- Hace unos días creías que nos iban a dejar aquí abandonados.

- ¿Por eso me invitaron, para que no los abandonaran? — James había interrumpido la pelea de los hermanos.

- Eras una garantía Potter, no podían volver sin ti.— Regulus le sonrió de una forma que era bastante conocida por James, era la sonrisa que Sirius hacia cuando hacia alguna broma.

- Es bueno saber que les sirvo de algo.

El silencio hizo presencia en la habitación, pero Sirius aún se sentía inquieto y era fácil para James y Regulus leer sus pensamientos.

- La curiosidad mató al gato, Sirius.— le dijo Regulus.

- Pero murió sabiendo. -Regulus rodó los ojos.

- Si esto es un sueño, una faceta porque bebieron algo o lo que sea… solo hay que aprovecharlo.— Regulus empezó a acomodarse nuevamente para dormir.— Si vuelven ser como antes, prefiero saber que aproveche estos momentos agradables.

James no dijo nada, pero Sirius sabia que pensaba como Regulus, él quería aprovechar eso, pero no quería quedarse con la duda, si era una bebida quería aprender a prepararla y que sus padres la tomaran siempre, no quería volver a como todo era antes y necesitaba saber que había pasado para no regresar a esa vida.

 

Notas finales:

Sirius definitivamente es Gryffindor, espero que no le explote el cerebro pensando de más.


Espero que les haya gustado, nos leemos.


- Boris 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).