En el capítulo anterior…
-Cuando menos lo esperes, te vas a sorprender, Daniel-dijo Emil en otra de nuestras sesiones.
No podía estar más de acuerdo. Emil sabía lo que decía aquella ocasión y yo no le entendí, pero ahora lo comprendía.
Continué cepillando mis dientes y no pude evitar reír al recordar el rostro de Tom cuando empecé a molestarlo. Había sido divertido.
Y, sin poder evitarlo, me encontré con mi propia mirada en el espejo del baño. Poco a poco, mi sonrisa fue disminuyendo.
Estaba de regreso.
Por fin estaba de regreso.
Narra Daniel
Había sido difícil, pero logré regresar.
Y a pesar de que anunciaron un retraso en la hora de salida del tren que nos traería de regreso, alcancé a subirme en él dejando atrás la oportunidad perfecta para retractarme. Días antes tuve muchos pensamientos que solo me provocaron ansiedad, pero en verdad lo había conseguido.
Conseguí regresar al lugar del que esperaba lo peor, pero por fortuna, no resultó ser tan malo. Lucy y Tom me habían recibido con los brazos abiertos y hasta el momento, nada estaba siendo incómodo
-Todo está bien-le dije a mi reflejo y sonreí.
Terminé de enjuagar mi boca y cuando salí del baño, me encontré con Sean acostado en su lado de la cama revisando su celular. Me acomodé a su lado
-¿Avanzaste más niveles?-
-Solo 4-respondió mientras dejaba su celular en el buró y apagaba la lámpara que había en su mesa de noche
-¿Ya te está aburriendo el juego?
-No-elevó ambos hombros mientras acomodaba su almohada-¿A ti?-se dejó caer sobre ella viendo hacia mí
-Un poco, mañana buscaré otro juego. Me interesa uno de estrategias que he visto en algunos anuncios-de reojo, vi que Sean sonreía, pero no mencionó nada más. Giró sobre la cama para quedar boca arriba, cerró sus ojos y acomodó sus manos entrelazadas sobre su pecho.
Recordé que anoche no lo había visto dormir porque cuando nuestras cabezas hicieron contacto con las almohadas, automáticamente nos quedamos dormidos; al fin y al cabo, habíamos regresado cansados. Pero ahora tenía una oportunidad que no se me presentaba desde hace más de 2 años.
Me sentí bien al descubrir que su manera de dormir no había cambiado en nada.
Lo observé durante unos cuantos segundos hasta que decidí aclarar un asunto antes de que se quedara dormido
-Mañana vamos a correr ¿verdad?-dejé mi celular sobre el buró que había a mi lado
-Sí. A las 7-respondió sin abrir sus ojos
-¿Pusiste la alarma?-apagué la lámpara de mi lado y me acosté en posición fetal viendo hacia él
-Sí-se removió y suspiró.
Me aseguré de mantener nuestra distancia y solo me dediqué en ver hacia donde se encontraba pese a que no podía verlo porque toda la habitación ya estaba a oscuras. Entonces decidí concentrarme en el silencio y conseguí escuchar su respiración.
Cerré mis ojos y tuve un recuento mental de lo que había sucedido a lo largo del día. Volví a abrir mis ojos cuando recordé un dato
-Oye Sean…-murmuré
-¿Hum?-
-¿No hay problema en que por ahora durmamos juntos? Tom me dijo que él podía dormir en la sala para que yo me quede en mi antigua habitación-
-¿Vas a poder?-mordí mi labio inferior al escuchar su pregunta, pero me tranquilicé al recordar el hecho de no tener que explicarle nada porque él sabía la razón de mi nerviosismo, tanto por la terapia como por lo otro...
-Creo que sí. Pero si no tienes problema en que por ahora compartamos habitación…-ante la expectativa de escuchar su respuesta, mis pies se movieron con nerviosismo bajo las mantas
-No pasa nada-hizo algunos movimientos-Solo no te presiones-escuché su voz un poco más alejada y supe que se había girado para darme la espalda. Cuando dejó de moverse, exhaló-Ya duérmete, son casi las 11-
-Sí, descansa-terminé de acomodar mi almohada y decidí girar para también darle la espalda
-Descansa-
No me dormí al instante porque no pude evitar pensar en que, en verdad, las cosas entre los dos habían cambiado desde aquel día. Y me ponía inquieto el hecho de que tal vez, a lo largo del día, ni Lucy ni Tom se habían percatado de ello. Pero no pasaba nada porque sabía que era casi imposible que se dieran cuenta. Sean y yo convivíamos con normalidad exceptuando algunos detalles y momentos que no resultaban ser tan obvios, pero que para mí eran significativos.
Me cubrí con las mantas hasta mi nariz y suspiré.
No estaba seguro en si quería que lo descubrieran o no, pero tal vez lo mejor era que no se supiera nada por el momento. No me sentía con ganas de dar explicaciones y tampoco quería que Sean se viera forzado en darlas.
Así como estábamos, me era suficiente.
___________________________________________________________________________
-niel…-quise abrir los ojos, pero no pude. No sabía si ya estaba medio despierto o continuaba dormido porque la presión que sentía en mi pecho me hacía dudar. Se sentía tan real, pero al mismo tiempo era como si fuera ajeno a esa tensión, a ese nudo-Daniel-me quejé cuando el nudo subió por mi garganta-Daniel-cuando sentí que me movía, el nudo volvió a descender hacia mi estómago y mis ojos se abrieron de par en par en medio de un sobresalto.
Lo primero que vi fue a Sean sentado a mi lado y la habitación que antes había estado a oscuras, ahora se encontraba medio iluminada. Fui consciente de que mi respiración estaba agitada y sentí mi sudor resbalar desde mi cuello hasta mi espalda baja
-¿Qué?...-mi voz salió en medio de un jadeo y por puro impulso conseguí enderezarme
-¿Tenías una pesadilla?-me sentí un poco desorientado, pero pude negar
-No, creo que no-saboreé lo amargo de mi boca-No recuerdo lo que estaba soñando-
-Te quejaste-
-¿Dije algo?-
-Solo te quejabas, no hablaste-observé a Sean sintiéndome aún aturdido y con mi corazón latiendo rápidamente-Fue una pesadilla ¿no?-volví a negar
-No lo sé-encogí mis piernas y descansé mis antebrazos sobre mis rodillas
-¿Quieres agua?-peiné mis cabellos hacia atrás y asentí-Bien, regreso-Sean se levantó y salió de la habitación. Cuando me quedé solo, tuve un escalofrío y froté mis brazos.
¿Qué es lo que había pasado?
No recordaba ninguna pesadilla, pero me sentía inquieto y estaba sudando. Esos eran síntomas claros de haber pasado por una pesadilla… ¿Qué más pudo haber sido?
Me estiré para tomar mi celular y revisé la hora.
Al ver que eran las 5:48 de la mañana, me tranquilicé. Si ya no conseguía volver a quedarme dormido, por lo menos ya había dormido la mayor parte de la noche.
Suspiré y tuve otro escalofrío.
¿Por qué no recordaba la pesadilla?
No, espera ¿En verdad se trató de una pesadilla?
Tal vez había sido un poco de inquietud porque, al fin y al cabo, estaba de regreso. Por fin estaba sucediendo lo que tanto estuve esperando y por eso mi cabeza se encontraba un poco inquieta ¿no?.
Pensar en ello no me hizo sentir mejor y me preocupé. Tan solo había pasado un día desde nuestro regreso y las pesadillas que, desde hace poco más de un año no tenía ¿Habían regresado?
-Será complicado-recordé las palabras de Emil durante una de nuestras sesiones más recientes-Vas a regresar al lugar en donde tu depresión hizo nido y en donde viviste varias de tus peores crisis-
-Aún no me he ido, pero ya me estoy sintiendo nervioso-
-Piénsalo como una gran oportunidad. Pondrás a prueba todo lo que has aprendido en éstos años-
-¿Y si no puedo hacerlo?-
-Paso a paso. No quieras lograr muchas cosas el primer día o la primera semana. Una cosa a la vez-
Suspiré mientras recargaba mi cabeza sobre mis rodillas y me abrazaba.
Desde un principio supe que regresar iba a ser complicado, por eso lo pensé durante mucho tiempo. Sean me dio la total libertad de decidir y cuando di una fecha, intenté no pensar tanto en ello, pero cada que el día de nuestro viaje se acercaba, más me ponía nervioso e indeciso
-Daniel, piénsalo como una gran oportunidad-repetí en voz alta las palabras de Emil y mis hombros se destensaron.
Bueno, éste mal sueño no era el primer obstáculo con el que me topaba debido a que el primero se presentó cuando empecé a guardar todas mis pertenencias. El segundo reto fue subirme al tren, el tercero fue entrar a la casa, el cuarto fue despertar en un lugar diferente. Y la lista continuaba.
Exhalé.
No podía permitir que un mal sueño, que ni recordaba, provocara que todo lo que había conseguido se viera afectado
-Solo fue un mal sueño-me convencí de mis propias palabras y decidí dejar de darle vueltas al asunto justo antes de que Sean estuviera de regreso
-En la tarde podemos ir a revisar los apartamentos-dijo mientras se sentaba a mi lado y me entregaba un vaso con agua-Tenemos 3 opciones-di cuatro grandes tragos y el agua se terminó en un santiamén
-Sí, me parece bien-asentí varias veces
Aunque ya me encontraba un poco más animado respecto al extraño “sueño”, no quería rechazar la oportunidad de mudarnos a un nuevo lugar. No era como si quisiera dejar de lado mis avances, pero tampoco podía abrumarme cada día.
Necesitaba más aire fresco del que yo mismo había aprendido a generar
-¿Quieres intentar dormir? Podemos salir a correr más tarde-
-Ya no tengo sueño-le devolví el vaso vacío y él lo dejó sobre mi buró-Aprovecharé el tiempo para ver un capítulo más de mi serie. Me quedé en la mejor parte-Sean sonrió mientras se levantaba-Tú puedes dormir, no haré ruido-Sean asintió.
Después de que encontrara mis audífonos, ambos volvimos a acomodarnos en nuestros respectivos lugares. Sean se quedó dormido en cuestión de minutos y yo me enfrasqué en el capítulo 9 de la tercera temporada de mi serie.
Sonreí al caer en cuenta de que, si mi antiguo yo se hubiera encontrado en ésta situación, tal vez todo se hubiera desmoronado en cuestión de segundos. Pero ahora me convencía de que todo estaba mejor ya que la “pesadilla” pasó a ser parte de un quinto término.
_______________________________________________________________________
Me concentré en colocar la pastilla lo más profundo posible y tomé una buena cantidad de agua para que se deslizara con más facilidad
-Buenos días, Dany-me sobresalté al escuchar la voz de Lucy a mis espaldas. Giré y la encontré entrando a la cocina. Al primer vistazo que le di, me di cuenta de que llevaba puesta una filipina de chef en color negro
-Hola-saludé-Buenos días-le sonreí
-¿Por qué te levantaste tan temprano? Creí que despertarías más tarde-dijo mientras abría el refrigerador y empezaba a revisar su interior
-Sean y yo vamos a correr-
-Oh, creo que yo también necesito un poco de ejercicio ¿No te parece?-negué
-No creo que lo necesites-fui sincero. Lucy sonrió
-¿Y en dónde está Sean?-preguntó mientras sacaba una jarra que contenía lo que parecía ser era jugo de naranja
-Está terminando de vestirse, no tarda en bajar-expliqué. Lucy asintió varias veces
-¿Y cómo dormiste? Hizo mucho frío durante la madrugada-sirvió el jugo en un vaso y le dio un par de tragos antes de sacar un pan de caja para, posteriormente, cortar dos rebanadas que colocó en la tostadora
-Dormí bien-en realidad, sí había dormido bien pese a la “pesadilla”-¿Y tú?
-El frío me molestó muy poco, pero los pies fríos de James no ayudan en nada-ambos sonreímos-¿Quieres jugo?-ofreció y asentí
-Solo un poco-le entregué mi vaso y ella lo llenó a la mitad-Gracias ¿Ya te vas a trabajar?-le di unos sorbos al jugo
-Sí, hoy tengo que llegar más temprano-suspiró y sacó sus dos tostadas para empezar a untarles un poco de mermelada. Asentí y ambos nos enfrascamos en nuestros “desayunos”-Oye Dany…-volteé a verla-Te vi tomar una pastilla-dudó-¿Sigues tomando antidepresivos?-
-Ah-sonreí-No. Tomé un multivitamínico-dije y como no la vi muy convencida de mis palabras, tuve que explicárselo-Los tomo porque no como mucha carne-
-¿Sigues a dieta?-elevó ambas cejas
-No, es solo que ya no me gustan las carnes rojas-elevé ambos hombros-Es para evitar que me falte hierro o B12-
-Oh, de acuerdo. Y…-le dio una mordida a su tostada-¿Cómo vas con la terapia?-tomé el último sorbo de mi jugo y nuestras miradas se encontraron-Anoche no pude preguntarte nada porque me moría de hambre y de sueño-
-Voy bien-mordí mi labio inferior-Admito que regresar no fue fácil. De hecho, planeábamos regresar hace 6 meses, pero no pude-suspiré-Al final lo conseguí-Lucy sonrió-Y sobre la terapia, ya solo tengo sesiones para platicar con Emil sobre alguna inquietud, pero en general, lo más difícil ya pasó-
-Se te nota la mejoría. Anoche casi no te reconocí mientras bromeabas con Tom. Pero no te sobre esfuerces ¿si?-
-Iré paso a paso. Por ahora todo está bien-afirmé. Lucy asintió
-Sabes Dany… Tom te extrañaba muchísimo-dijo después de varios segundos en silencio-Anoche lo vi muy contento-
-Yo también lo extrañaba mucho-sonreí-No ha cambiado en nada-me di cuenta de que la sonrisa de Lucy, poco a poco fue desapareciendo-¿Pasa algo con Tom?-
-No-dudó-Bueno… él ha estado un poco solo durante éstos años-
-Pero los tiene a ustedes y a Ben-
-Sí, pero James y yo nos la pasamos trabajando. Ben va a la escuela y tiene sus propios amigos-suspiró-Ben es un niño y Tom está intentando ser un adulto, pero a veces no mueve ni un dedo; se ha vuelto un solitario y no ha querido salir mucho de casa, se la pasa viendo televisión. Si no fuera por Ben, Tom ya tendría unos kilos de más-comprendí las palabras de Lucy porque recordé que ayer me había burlado de Tom y de su mala condición física-Así que… me alegro de que tú y Sean estén de regreso, espero que pasen más tiempo junto a Tom y lo animen en que salga más para que se distraiga un poco de la responsabilidad que le atribuí. Esto es una contradicción, pero a veces prefiero que Tom esté aquí a que se la pase vagueando mientras hace uso irresponsable de sus poderes, pero, el problema es que ahora está holgazaneando en extremo-
-Ayer Sean y yo lo invitamos a salir, pero dijo que no puede salir solo con Ben ¿Por qué?-
-Porque la primera y la última vez que salieron los dos, fue cuando Ben tenía 3 años. Yo estaba en mi trabajo y Tom me llamó para decirme que no encontraba a Ben. Estaban en un centro comercial-frotó su frente-Cuando estuve a punto de ir a buscarlos, volvió a llamarme y me dijo que lo había encontrado. Desde ese momento le prohibí salir con Ben; solo salen cuando James o yo los acompañamos-no pude evitar sonreír
-¿Tom perdió a Ben?-me reí. No sabía que necesitaba de ese dato
-Solo fue durante unos 5 minutos, pero aun así…-exhaló-Bien, eso ya es pasado-Lucy volvió a sonreír-Le diré que ahora puede salir con Ben, pero solo junto a ustedes-asentí
-Sí Lucy, no te preocupes-le di la razón-Pasaremos más tiempo con Tom-
-Gracias Dany-colocó una mano sobre mi hombro-Apenas regresaste y me parece que todo ha mejorado de la noche a la mañana-sonrió-Literalmente hablando-me sentí un poco tímido por sus palabras, pero conseguí asentir
-Sí… me alegro de escucharlo. No estaba seguro en si debía regresar, pero ahora veo que fue una buena decisión-los ojos de Lucy se pusieron llorosos en un santiamén y no esperé a que me abrazara
-Oh Dany-me apretó entre sus brazos y colocó su barbilla en mi hombro-Has cambiado mucho-susurró cerca de mi oreja y me dio otro apretón-Estoy muy feliz por ti-terminó con el abrazo, pero sus manos continuaron sobre mis hombros-Me alegro de que hayas regresado-besó una de mis mejillas y ambos nos sonreímos-Bien, ya tengo que irme-alejó sus manos de mí y tomó su distancia-Desayunen y coman bien, cualquier cosa puedes marcarme. Nos vemos en la noche-se despidió y, en menos de 3 segundos, salió de la cocina.
Cuando escuché que la puerta principal se cerraba, tomé asiento en la isla y suspiré.
Al parecer, regresar había sido una muy buena decisión. No me arrepentí de nada.
Recargué mi mejilla sobre la isla y, en silencio, esperé por Sean.
____________________________________________________________________________
-Buenos días, Tom-saludé al recién llegado mientras dejaba caer el primer huevo sobre el sartén y acomodaba 4 tiras de tocino justo a un lado
-Buenos días…-respondió con la voz rasposa y los ojos entrecerrados. No hizo otra cosa más que tomar asiento frente a la isla de la cocina y recargar su frente sobre ella
-¿No dormiste bien?-le pregunté mientras retiraba un huevo del sartén y lo colocaba en el plato de Ben, quien ya se encontraba más que listo para ir a la escuela
-Gracias-dijo Ben y le sonreí. Aún no podía dejar de recordar lo sorprendido que me sentí cuando, al regresar de correr, Sean y yo lo encontramos arreglando su propia mochila para ese día
-Estuve jugando un videojuego y me dormí tarde-Tom respondió mientras se enderezaba para bostezar y estirar sus brazos-En cambio, ustedes dos irradian mucha energía. Me dejan ciego por lo brillantes que se ven-hizo como si en verdad lo estuviéramos deslumbrando y después se quejó-Voy a quedarme ciego-se lamentó y me reí
-Qué bueno que hoy estamos preparando huevos. Te darán energía-dejé caer otro huevo sobre el sartén y después tomé un plato limpio en el que acomodé 1 huevo estrellado junto a 2 tiras de tocino. Todo estaba recién preparado-Ten, come-le entregué el plato a Tom y él sonrió
-¡Genial! Desperté y llegué al cielo-dijo mientras, con mucha alegría, le daba una mordida a su tocino
-¿Por qué lo dices?-
-Porque ya ha pasado mucho tiempo desde que alguien me preparaba el desayuno-celebró y preferí dejar el tema de lado para evitar hacerle preguntas que acabaran con su repentino buen humor.
Comprendí que ni Lucy ni James tenían tiempo para preparar un buen desayuno por lo ocupados que estaban y, Ben al ser un niño, solo le quedaba a Tom sobrevivir por su cuenta y, además, cuidando de Ben. Debía ser agotador cuidar de otra persona más pequeña y al mismo tiempo cuidar de uno mismo.
Sonreí mientras retiraba otro huevo y dejaba caer uno nuevo.
Si me costaba mucho trabajo cuidar de mí mismo, no me imaginaba tener que cuidar de un niño
-Ya no te preocupes-dije-Sean, tú y yo podemos turnarnos-propuse-Pero como a mí me gusta preparar el desayuno, tendrás muchos desayunos de mi parte-
-Gracias Dany-dijo mientras terminaba con sus dos tocinos
-¿Quieres más tocino?-
-Por favor-sonrió y vi cuando sus pies se agitaron con emoción-¿En dónde está Sean? ¿Se quedó dormido y no salió a correr contigo?-
-Se está bañando-
-Ah…-coloqué 4 tiras de tocino y esperé a que estuvieran listos.
Ambos continuamos con una plática sobre el videojuego que lo desveló y después Sean se unió a nosotros. Los cuatro desayunamos con tranquilidad y cuando terminamos, Tom me invitó a que lo acompañara a dejar a Ben en su escuela y yo accedí.
_____________________________________________________________________
-Dany-Tom captó mi atención justo después de que vi cuando Ben se encontraba con los que parecían ser eran sus compañeros. En cuestión de segundos los perdí de vista.
Volteé a ver a Tom
-Dime-
-¿Me puedes explicar lo de ayer?-ambos emprendimos el camino de regreso a casa
-¿Qué cosa?-subí un poco más el cierre de mi sudadera y guardé mis manos en los bolsillos. Como ayer, éste también era un día frío, pero sin lluvia
-Sobre que ya tenían planeado lo que iban a comer-
-¿Te pareció extraño?-sonreí
-No… bueno, no debería ser extraño, pero sí lo fue. Más bien, se escuchó extraño-rascó entre sus cabellos-He intentado encontrar una explicación, pero entre más lo pienso, más se me hace sospechoso…-me reí y me detuve frente a él
-En Zúrich, tanto Sean como yo empezamos a llevar una vida más organizada-exhalé y el vaho se formó y desapareció en un santiamén-Fue una estrategia que Emil nos implementó como parte de mi terapia. Tener una rutina nos asegura vivir sin ansiedad y sin estrés-Tom asintió-Como parte de la rutina, un día planeamos lo que vamos a comer durante toda la semana. El viernes planeamos lo que vamos a comer durante ésta semana-expliqué
-¿Y cómo es la rutina?-
-A grandes rasgos, nuestra rutina es levantarnos a la misma hora, salir a correr, desayunar, hacer alguna actividad diferente, comer, hacer otras actividades pendientes, pasear, cenar e intentar dormir a la misma hora-tuve un escalofrío por la inesperada ráfaga de viento helado que pasó detrás de mi espalda
-¿Y si no cumplen con la rutina? ¿Te estresas?-
-Humm… no lo he comprobado-lo pensé durante unos cuantos segundos-Hasta ahora, hemos llevado al pie de la letra la rutina. Ha habido algunos cambios, pero en general, la hemos cumplido-asentí varias veces
-Vaya…-susurró y al verlo procesar la información, caí en cuenta de algo
-Aunque… como ayer nos despertamos tarde y no salimos a correr…-¿Podía ser posible?
Observé hacia mis tenis y pensé en la pequeña respuesta que me había llegado casi de la nada
-¿Pasó algo?-de nuevo elevé mi mirada y observé a Tom
-Creo que por ese ligero cambio, tuve un mal sueño-confesé
-¿Un mal sueño? ¿Una pesadilla?-retomé nuestro andar
-No fue una pesadilla-aún seguía estando seguro sobre ello-Solo fue un mal sueño-elevé ambos hombros
-No entiendo ¿Eso es malo?-Tom se detuvo y yo también lo hice-Siempre has tenido pesadillas ¿no?-asentí
-Sí, pero desde hace más de un año que no tenía ningún mal sueño ni pesadilla. Es casi el mismo tiempo desde que la terapia empezó a dar resultados más notables-Tom hizo una “o” con su boca
-Quieres decir que ese ligero cambio en tu rutina ¿Te provocó el mal sueño?-
-Podría ser, no estoy seguro. Tengo que platicarlo con Emil para escuchar su punto de vista-
-Wow-su vaho salió con fuerza-¿Te imaginas? Ese “pequeño” cambio te provocó un mal sueño. Ahora imagínate si no cumples con toda la rutina-Tom tuvo un escalofrío muy notable-Creo que dependes mucho de la rutina ¿No?-
-Es lo que por ahora me ayuda cada día-elevé ambos hombros
-¿Y siempre vas a vivir con la misma rutina? ¿No te aburrirá?-Tom hizo una mueca
-Por ahora estoy bien con ella. Emil dijo que siempre habrá cambios, pero deben ser progresivos y de acuerdo a las nuevas actividades que vayan dándose. Debo aprender a ser más flexible-
-Que increíble eres, Dany-me cohibí ante ese inesperado cumplido-Déjame decirte que, aunque ya no llevo una vida muy emocionante-colocó una mano sobre su pecho y elevó ambas cejas-No me veo haciendo lo mismo todos los días. A veces juego videojuegos y a veces veo televisión o a veces juego con Ben. No son muchos cambios, pero definitivamente, nunca hago lo mismo durante varios días-hizo un puchero-Por eso las rutinas de ejercicio no son mi fuerte-me reí
-Al principio no fue fácil-me sinceré-La rutina que hoy tengo es muy diferente a la rutina con la que empecé-expliqué-Emil y Sean fueron muy estrictos-resalté el “muy”-Lo primero que Emil me dijo fue que, justo después de levantarme, debía tender mi cama y cambiarme el pijama por ropa casual-sonreí-Podrá sonarte fácil, pero cada día sufría al hacerlo. Algunas veces no quería ni siquiera levantarme de la cama. Culpaba al frío-
-Créeme, te entiendo-ambos sonreímos
-Y otras veces ni siquiera quería darme un baño-mordí mi labio inferior y susurré las siguientes palabras-Te sonará increíble, pero los primeros 4 meses estando en Zúrich, los pasé sin tocar el agua-el rostro de sorpresa en Tom no se hizo esperar
-¿!Qué!?-exclamó con fuerza
-Shhh-lo mandé a callar-No te exaltes-me reí-Ahora ya me baño a diario-aclaré y continué riendo
-Yo no juzgo-dijo y de nuevo hizo como si estuviera sellando sus labios.
Ambos continuamos con nuestro camino
-No entiendo algo-dijo Tom pasos antes de que llegáramos a la cuadra en donde se encontraba nuestra casa
-¿Qué es?-
-¿Por qué Sean también debe seguir la rutina? ¿No puedes hacerla tú solo?-
-Aparte de que es porque los dos vivimos juntos…-exhalé y dudé en continuar. También detuve mis pasos
-¿Por qué otro motivo?-Tom también se detuvo.
Suspiré
-Tom, no le vayas a decir a Sean que te lo dije-advertí y Tom, por tercera vez, hizo como si cerrara un cierre en su boca. Sonreí y continué caminando
-No me dejes con la incertidumbre…-fingió lloriquear detrás de mí y volví a detenerme.
Ambos quedamos de frente.
Lo dudé un poco más, pero al final me decidí en hablar
-Porque Sean también llevó terapia-