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Vomitando flores sobre tu piel [Reed900] por Angelkitx

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...

— ¡No me toques!

Mientras los insultos y golpes se disparaban del uno al otro. RK900 se centraba en alejar a Gavin de él, empujándolo -sin intención de hacerlo- lo suficientemente fuerte para que este se resbala sobre sus pasos y se chocara contra la mesa de la zona de descanso y cayera. El mueble se arrastró por el suelo y el humano sintió la irá crecer desde su centro. Se asusto, pero no iba a dejar que Nines mirara su vacilación. El androide abrió sus ojos sorprendido al verlo caer, pero no se atrevió a sacar sus manos de su espalda. Sin ayuda, se reincorporo sintiendo las flores dentó de él llenar sus pulmones de brotes incontrolables y ante el dolor, no pudo evitar apretar sus dientes con enojo.  Se preparo mentalmente para pelear con él, pero solo basto ese mirar para que él detuviera el puño a centímetros de su cara. Esa preocupación lo llevó directamente al pasado en sus ojos, en esa mirada.

— Detective, respire — Nines acaricio el rostro de Gavin con duda. Era la primera vez que veía al detective de esa forma, temblaba debajo de él y solo tomaba pequeñas bocanadas de aire —. Está bien, no le ocurrió nada, sus signos vitales continúan — movió la mano del humano hasta el pelaje oscuro del felino —, míralo, está ronroneando.

— Pero tu--tu — tartamudeo buscando en el cuerpo del androide alguna marca o golpe —...phck RK, el camión te golpeo y yo--

— Estoy bien — afirmó con suavidad, admirado por la repentina preocupación del humano —, estoy aquí — sonrió —, estoy aquí...

Oh, Gavin realmente recordaba ese día como si hubiera sido ayer.

Habían abandonado a un pequeño gato lastimado por sus antiguos dueños en el medio de la ruta, ellos estaban en servicio por la zona cuando lo vieron. Primero una caja que se movía despacio y luego, una gran camioneta que amenazaba con aplastarlo. Reed frenó el coche del golpe, impresionado a Nines que se encontraba en el asiento de acompañante, bajo con rapidez y salto hacía donde estaba el animal.

Fue una respuesta innata, ni siquiera la pensó, solo lo hizo. Y puedo decirles que lo haría aun si él saldría herido, porque Gavin siempre tuvo una gran afinidad con los gatos y no podía simplemente quedarse allí sin hacer nada. Pero era imposible que alcanzara a salvarlo y qué en el frenesí del momento, el no fuera lastimado. Incluso cuando el conductor intento frenar rápidamente al verlo de frente, no impedía que sea golpeado por este y que saliera ileso de eso. Bueno, no para un humano, pero si para un modelo RK especializado en calcular miles de posibilidades y ejecutarlas en un fragmento de segundo.

El androide tomo de la chaqueta a Gavin y lo lanzó hacía atrás. La figura de Nines cubriendo al gato y el camión impactando contra él, atravesó la mirada del humano, produciéndole que un gran miedo lo rodeara. Por suerte, el gran auto ya había reducido considerablemente su velocidad y el golpe contra él fue menor. Eso apenas hizo que se moviera del lugar porque estaba capacitado para soportar todo lo posible, pero posiblemente hubiera lastimado de gravedad al humano. Y déjenme decirles que esa no era la primera vez que RK900 lo salvaba, en campo evito que más de una bala lo tocara al humano, pero esto fue diferente, para ambos. Sin duda un momento importante para el avance en su relación que entonces solo era hostil e insostenible.

Y desde entonces, Gavin fue débil.

Débil ante su reflejo en las pupilas artificiales de Nines, frágil ante la idea de perderlo.

Porque incluso en el pasado, cuando ellos no hacían más que mirarse con odio, insultarse en murmullos, teniendo miles de llamadas de atención por pelearse en el recinto en donde ambos terminaban con tirio y sangre en sus nudillos- Reed siempre se preocupó por el androide, sin decirlo. Y se molestó consigo mismo por arruinarlo todo, ponerlo en riesgo a RK900 y en el fondo sabía que algo así podría ocurrir, que después de forzar tanto la situación de estar juntos él solo iba a resultar herido. Como también sabía que... solo era cuestión de tiempo que el androide lo dejara al igual que todos en su vida. 

Y ahora, eso que dio por sabido se le presentó en un instante en una punzada a su centro, como si la paz de la esperanza comenzará a astillarse tal cubo de hielo olvidado sobre la encimera, mostrando el verdadero desastre de la fragmentación. Los miles pedazos del mismo ser derramados sobre el suelo.

El dolor de su corazón roto lo devolvió al presente. No debió haberse dejado cegar por los consejos ajenos, lo demás eran muy positivos en verdad y esa palabra no se encontraba en el día a día de un joven que no podía renunciar a sus cargas. 

Su mano todavía le ardía por la reciente fuerza que ejerció Nines sobre él. El mismo que siempre lo trataba tan suavemente ahora simplemente se difuminaba con el antiguo RK sin sentimientos que Gavin conocía. «Estoy aquí» recordó entre ecos distantes.

¿Dónde estaba él ahora?

Sin lugar a duda, RK900 había estado jugando con él en todo ese tiempo.

Jamás debió haberse sentido cómodo al ser sostenido por el androide, nunca debió haberle mostrado su departamento, sus gatos y menos, confiarle su lado más vulnerable. Reed podía sentir el suave del pétalo cortante contra sus pulmones, pero nada se comparaba con lo afilada de la mirada de Nines.

 Ustedes dos son increíbles  habló Jeffrey, rompiendo el silencio con disgusto.

No había notado que ya estaban adentro del cubo de cristal y si no fuera por el horrible apretón del jefe en su brazo al arrastrarlo hasta su oficina, hubiera seguido dormido en el pasado.

 ¿Se puede saber que mierda les pasa por la cabeza?

Jeffrey estaba tapándose sus ojos mientras rezongaba por lo bajo, Reed y RK900 se mantenían en pie al frente de él dentro de las paredes de vidrio de la oficina. Una escena habitual para ellos acostumbrados a ser regañados por pelearse en el departamento, pero lejos a ser lo de siempre, ahora incluso aunque ambos estén en cercanía, no podían sentirse.

Gavin por lo menos no podía hacerlo.

Perdió las energías, las ganas de luchar contra esa desdicha de la parecía no poder escapar así que... solo soltó la cuerda y se dejó caer lentamente.

 Disculpe--

 ¡No!  interrumpió a Nines , nada de disculpas. Se los dije, ¿no? esto no es un puto juego  los señalo con desaprobación , la gente allá afuera se está muriendo, ¡Y ustedes no hacen más que pelearse como si fueran niños! — golpeo la mesa con ambas palmas provocando que Gavin despertara de su desilusión en un parpadear  De ti — miro al humano  no espero nada. Desde hace mucho tiempo perdí la fe en vos, pero ¿Tu, RK900?  cambio su vista al androide , esto es más que decepcionante.

Reed apretó la mandíbula conteniéndose a objetar las palabras de su jefe para evitar sumar leña al fuego. Nines, por su parte, se mantenía derecho con sus manos juntas detrás de su espalda.

 No sé qué mierda habrá pasado entre ustedes, pero arréglenlo y ¡Rápido!  se acarició la frente con fuerza, estirando su piel  ¿O quieren que le asigne su caso al teniente Hank y su compañero?

 ¡Joder, no!  gritó Gavin exasperado.

— ¡Entonces hagan su trabajo!  exclamo irritado , espero que esto no se repita Nines – advirtió al androide . Ahora, vete.

Ambos estaban por salir, pero Jeffrey volvió a hablar: — Tu no, Gavin  se puso firme, su emoción cambio repentinamente , tú te quedas.

— ¡Espere!, es un error. Yo soy el responsable de lo que--

 Dije: adiós, Nines — calló remarcando las palabras.

RK900 le dedico una última mirada a Gavin y salió, dejándolos a solas. La tensión era un manto denso sobre ellos, el más bajo se mantuvo inexpresivo mientras volvía en sus pasos hacía el jefe. 

 Gavin, este tiempo estabas mejorando, dime, ¿Por qué haces esto?, ¿No puedes dejar de arruinar las cosas por un solo puto segundo?  preguntó, frunciendo su entrecejo  ¿Crees que no me lo dijeron? Me han advertido sobre tus fallas en el campo, Reed.

 ¡Eso no es verdad!  se intentó defender, cruzando sus brazos. Nines lo había mandado al frente.

 No me mientas, no me hagas tener que poner esto en tu puto expediente porque ya no tienes lugar para otro llamado de atención  advirtió, buscando la carpeta de con el nombre del detective —, esto es algo serio Reed. No se trata de ataques a tus mayores, es abuso de poder.

El detective soltó un gruñido  ¿De qué carajos me hablas Fowler?, ¡¿Abuso?!  cuestiono exaltado por la acusación , jamás le he puesto un dedo encima--

 Lo escuche con mis propios oídos Gavin: «No me toques».

 ¡Jeffrey esto es una jodida acusación sin sustento!, no solo saques las mierdas de contexto  Reed comenzó a respirar con dificultad, estaba siendo juzgado injustamente por algo que claramente no había hecho —. Me- conoces desde hace mucho viejo, sabes que jamás podría hacer eso.

 Y justamente por eso podría creerlo, ¡Tú y tú estúpido odio hacía las maquinas!  le recordó . Te deje pasar lo de Connor porque él jamás levanto denuncia, pero esto es diferente. Hemos recibido denuncias anónimas sobre como tratas a tu compañero, ¿Qué crees que nos hagan los de Jericó cuando descubran que obligas a tu pareja a quitarse el LED?  se acero, al contrario , esto no puede continuar así Gavin y me duele más que a ti decir esto  declaró con lastima , pero escucha con atención Reed: un error más  levanto un dedo , ¡Un error más!

 ¡Te estoy diciendo que no hice nada!  afirmo con honestidad  ¡Mierda, créeme!

 Gavin, te recuerdo que Nines tuvo la oportunidad de irse hace tiempo a un trabajo mejor  rememoro , pero se quedó aquí porque se lo pediste, ¿Lo olvidas?  golpeo la mesa al lado de él con su puño . Y ¿Para qué?, ¿Para hacerle esto? Chico, estás haciendo cosas de las que te vas a arrepentir toda tu vida.

 Jeffrey detén esta mierda, nunca obligue a RK900 a nada, ¡Esto debe ser una jodida broma!

 Desearía que lo fuera  suspiro , ahora, por todos tus años de servicio, te voy a dar una oportunidad más. Ni una más.

— ¡Escúchame--!

 Un solo error más  aviso con fuerza en su voz ... ¡Y me entregas tu placa!

— No mierda... no me hagas esto — Gavin apretó la placa y se alejó desesperado , esto es todo lo que tengo, ¡Es todo lo que soy!

 Lo siento chico, los tiempos cambiaron  camino hasta su escritorio con pesadez —, deberías madurar de una vez, ya no eres un niño al que se le perdona todo, Gavin.

 ¿Niño al que se le perdona?, que mierda más barata, ¡Jamás tuvieron piedad ni perdón con él! La vida simplemente le escupió en la cara y lo obligo a sentir de cerca la teoría de la supervivencia del más apto. 

— ¡Yo no--!

Jeffrey le mostró su palma para que parara. No iba a escucharlo, estaba cargado de trabajo y no tenía ganas de quedarse discutiendo con Gavin.

— Vuelve al trabajo y cuida lo que haces, estas advertido — repitió fríamente.

Gavin cerró la puerta con brusquedad y salió de la oficina cristalina con el gusto amargo de la injusticia en su boca, los demás lo miraron asombrados por su oscilación y su malhumor claro en su expresión. Tina Chen se levantó rápidamente de su lugar y amagó a seguirlo.  

— ¡Ahora no! — gritó al aire, cuando vio a Tina correr detrás de él. Y ella suspiro al ver en su mirada el pedido desesperado por estar solo. 

No... ¡No!

Ya no se trataba solo de que una enfermedad le arrebatará su salud o que Nines le robará sus suspiros, no, eso era diferente. Él no mentía al decirle a Jeffrey que su placa era su vida, porque literalmente hablando, podemos resumir a Gavin con las palabras le dijo Hank hace unas horas. Él solo empujaba a los demás para subir de rango, no se detenía y así llego a dónde estaba, pasando días y días en vela. Poniendo en riesgo todo por ese pilar. No, después tantos años de esfuerzo no podía dejar que algo que solo él sentía lo destruyera su vida más de lo que ya estaba.

"¡Que se joda la persona que esté escribiendo el guion de mi puta vida!".

Insultó entre gritos a todos lo que lo estuvieran viendo, a todo aquel que siquiera llegará a pensar en sentir lástima por él.

— Déjame en paz — le hablo al Hanahaki — ¿Qué más pruebas quieres? Nines me rechazo, solo ahógame joder...— Las gotas mojaron su cabello al salir del departamento, su respiración saltaba en su pecho y las lágrimas amenazaron con salir. 

«¡No, ni se les ocurra salir!»

Una vez más, negó al sentir. Consciente de que eso solo le haría más daño al igual que el cigarrillo nocivo que intentaba encender en intentos fallidos, porque estaba temblando tanto como su corazón y sus manos no lograban coincidir ni centrar el fuego en el inicio del cigarro para prenderlo.

— Espera — el sonido de su condena se acercó despacio a él. Sabía ocultar su nerviosismo bien pero el humano podía notarlo incluso sin verlo —, hablemos, Gavin.

— No — apretó sus dientes con la mirada aguada, «es la lluvia» se excusó internamente —, no hay nada que hablar, RK.

— Si las hay, sé que reaccione mal fue un accidente, es solo es que... no puedo — las gotas se deslizaban de sus cabellos perfectos. 

— ¿Qué no puedes? — repitió indignado, consiguiendo encender el pucho —, siempre me dices que puedes hacer todo y que eres una mierda suprema a todo el puto mundo — se acercó, Nines dio un paso atrás para alejarse —. ¿Pero ahora no puedes estar cerca de mí sin retroceder como si fuera una mierda estar a mi lado? — inhaló el humo con furia.

— Yo-- Lo siento — se disculpó apartando la mirada sin poder enfrentar el gris de Gavin.

— Me arruinaste, me jodiste la vida y no me importo, nada lo hizo — exhalo con fuerza, el humo cubrió la visión del androide — ¡Pero pasaste el puto limite! no sé cómo pude permitirte esto, ya no se trata de algo simple, hijo de puta- ¡Estuviste vendiéndole mierda a Jeffrey sobre mí!

— ¿Y qué se supone que haga? — preguntó haciendo una mueca —, no me hacías caso, tenía que encontrar una forma de controlarte.

— Solo eres un jodido plástico sin sentimientos ¿eh? — carcajeo con angustia —, sabes mejor que nadie que esto es lo único que tengo, es todo lo que soy — le mostró la placa —, tuve que luchar por tenerla, no simplemente me descargaron una puta actualización como a ti, me costó conseguirla y tu-- ¡Tú quieres quitármela! — bufó —, jodida tostadora de mierda.

— No puedo comprenderte, estas balbuceando Gavin... ¿Cómo puedes decir que solo eres eso? tú eres más que eso, más que el trabajo.

— ¿Y qué soy, entonces?

—...

— ¡¿Qué mierda soy para ti Nines?! – gritó, pegando sus dedos a la palma, el contrario no respondió —, bien — dijo sin expresión —, sí. Está bien, es todo lo que los demás esperan de mí, que acepte y pague mi basura — se abrazó a sí mismo —. Solo... dame tiempo para superar esta mierda.

— Gavin, por favor... me confundes.

— Joder — reprimió un jadeo —, ¿Y qué estuviste haciéndome todo este maldito tiempo? No, no hay que hablar, ya intenté arreglarlo y que ambos no salgamos heridos — anclo su mirada en la del androide —, ¡Pero decidiste jugar conmigo y subirte al puto auto!, te lo pedí Nines: ¡No seas tan jodidamente cruel! Y aun así lo hiciste.

— Nunca jugué contigo--

— Entonces ¡¿Por qué, lata?! — intento agarrarlo del cuello de la ropa, pero nuevamente, RK900 se apartó. Gavin ladeo su boca —, bien. Lo entiendo, decidiste ir por tu puto camino — suspiro con tristeza –, jodidamente bien.

— No Gavin — apretó sus puños —, no decidí eso, no pongas palabras en mi boca.

— Deja ya de fingir, no continúes con este acto, ya me lo dejaste claro: " aléjate", ¡Te haré el puto favor!

— Estás sobre pensando las cosas, mírame — intento explicarse, apretando su mandíbula —, estoy aquí Gavin, aún sigo aquí--

Reed le regalo un silencio lleno de palabras, el cigarrillo murió en sus manos y el sol, sin saber que hacer, se escondió aún más detrás de las nubes con tristeza.

— Yo no, Nines — tiró la colilla en los zapatos del androide —... ya no.

...

Gavin tomó con seriedad la advertencia del jefe.

Volvió al inicio de lo que alguna vez avanzo, regresando a ser él mismo de siempre.

Si preguntan si su amor por Nines seguía en pie, la respuesta es sí. Él aun lo amaba, pero el solo hecho de hacerlo no alcanzaba para llenar ese hueco que tenía muy dentro desde hace años. Le faltaban partes y Nines jamás podía completarlo, no cuando en todo ese tiempo el único que sentía las flores era él. Y saco de sus pensamientos la decisión de vivir prisionero de una enfermedad y se solo se centró en el caso, ignorando todas las emociones dentro de él.

Su relación no cambio mucho de hecho, ellos nunca habían sido muy demostrativos en el trabajo después de todo. Pero ahora, sus piernas no chocaban debajo de la mesa, Gavin no buscaba tocar accidentalmente la mano de RK900 y el androide ya no iba a la casa del detective, eran tan solo compañeros de trabajo. 

Parecían haber sido tanto y ahora... el simple cruce de miradas les resultaba incómodo, porque tenían tanto que decirse, que, si lo hacían por más de unos segundos, no podrían evitar chocar o soltarlo todo.

Pero más allá de un lio de sentimientos, había un problema aun mayor que atacaba a la ciudad de Detroit: los humanos luego de cumplir casi dos años de paz con los androides, ahora se veían amenazados por estos.

Justamente por ese grupo de no pacifistas al que Boris Brown le temía tanto. La mayoría de los integrantes de esto, odiaban los ideales de Markus y lo detestaban por tener piedad por los humanos. Ahora no solo sus víctimas tenían esa marca, si no que la ciudad entera estaba cubierta con sus mensajes de fobia hacía los seres de carne y hueso.

Recientemente habían secuestrado a un niño. Benjamín de cinco años, fue capturado en el parque en un descuido de sus padres y el caso les fue asignado inmediatamente al RK900 Y al detective. Algo así como lo que hacía "el asesino del origami", pero esto no se trataba de un enfermo traumado, era algo peor: maquinas sin sentimientos que, si lograban hacerlo bien, serian imparables. Pero a diferencia a los otros asesinatos, cuando se trataba de un infante, la persona que realizaba el trabajo dejaba rastros, su trabajo era malo, como si fuera otro el que lo hiciera al que normalmente lo hacía — Como si no estuviera dentro del plan —, razonó Gavin.

Por otro lado, la opinión publica caía en picada. Markus tuvo que dar varias conferencias -escoltado por Connor y la policía- para avisar que Jericó no estaba a favor con lo que este grupo hacía y que harían todo lo posible para ayudar al departamento de policía a detenerlos. Pero eso no calmo a la población, ahora un creciente miedo marco una gruesa línea entre ellos, humanos y androides dejaron de convivir, ahora parecían que los de la especie de Gavin les temían tanto como alguna vez la inteligencia artificial lo hizo.

Pequeños manifestantes contra los humanos se formaron en los puntos más recorridos de la ciudad, justificando el acto del grupo no pacifico, diciendo que los humanos debían pagar por todo su daño.

Y todo era un jodido caos. 

Habían estado toda la tarde persiguiendo el rastro de un AP700, todos sus datos se registraron cuando llevó la sangre azul a su lengua, Reed lo miro con asco, pero no dijo nada como normalmente hacía. Para su suerte, Gavin se conocía todos los callejones en donde las cámaras no tenían alcance, todos los puntos ciegos habidos y por haber, así que, entre los dos se aceleraron para encontrar al niño y al modelo AP que había sido dañado por otro policía que había intentado detenerlo anteriormente cuando los padres reconocieron a su hijo y pidieron ayuda.

El androide se metió en un callejón sin salida con el niño y, de hecho, podían rodearlo sin problema. Sería como derrumbar una pila de cartas para el RK pero que el niño estuviera en el medio, dificultaba todo.

El detective apretó el arma en su palma con fuerza — ¡Arriba las putas manos! — ordenó Gavin. 

— Claro, cuando muera lo haré — respondió sin pudor.

— ¡Jodido enfermo! — posó sus manos en el gatillo.

— AP700, suelte al niño y lleguemos a un acuerdo — habló Nines intentando tranquilizar al androide —, si haces lo que te pedimos, te dejamos ir.

Por más que Gavin estuviera al borde de llenar de balas al androide, RK900 mantuvo la calma sabiendo que la vida del infante corría peligro. Jamás podrían contra lo espontaneo, si el atacante disparaba, Benjamín moriría. Y eso no era una opción.

—  Yo lo puedo soltar, digo, no hay problema — apuntó el arma en la cabeza del pequeño —, ¡Pero es que va a crecer y se va a convertir en un anti-androide! — dijo como si fuera algo obvio —. Tu deberías entenderme, eres uno de los míos, ¡Los humanos simplemente deberían desaparecer!

El niño sollozo con mocos — ¡Juro que no haré nada malo seré bueno! me comeré todas las verduras-- ¡Lo juro! — lloraba sin cesar alertando los instintos de Gavin.

— Por RA9, cállate, tus jodidos chillidos me están jodiendo el sistema — silenció, golpeándose la cabeza.

Nines lo escaneo completamente, tenía problemas en su sistema de audición producido por el disparo que recibió hace unas horas. Sonrió, eso iba a hacer fácil, solo necesitaba aturdirlo para causarle un fallo dentro y de esta forma, tendrían unos segundos hasta que se reestablezca. Debían actuar rápidamente, solo tenían una oportunidad antes que el androide disparara. 

— RK900, ¿Lo notaste? — susurró Gavin —, debe tener jodido algo dentro.

— Por supuesto, detective — confirmó —, cubra sus oídos y deje que me encargue del resto.

— No me digas como hacer mi puto trabajo — chasqueo su lengua contra su paladar.

RK900 reprodujo un sonido saturando, descolocando completamente la audición del androide que, ante esto, soltó su agarre del pequeño e intento establecer su sistema. Gavin por su parte, corrió rápidamente, alzo al pequeño entre sus brazos.

— Cierra tus ojos y cubre tus orejas, pequeño — pidió con un tono suave, sus tímpanos le dolían ante el sonido, pero la seguridad del niño estaba primero. Con el brazo libre apunto el arma al entrecejo del androide —, hijo de puta.

— ¡No lo mates, lo necesitamos vivo! — grito Nines al ver las intenciones del detective. Por más que estuviera alterado, si el androide moría, iban a perder toda la información. 

— Eso Gavin, no me mates — carcajeo con cinismo —, debo vivir, ¡Después de todo lo merezco más que todos esos niños!

— ¡Cállate chatarra!

Sus manos temblaron al recordar las miradas de tristeza de los padres de las víctimas. Matarlo no alcanzaba, desmantelarlo y hacerlo sufrir hasta que el metal se deshiciera tampoco... pero sería un alivio poder vengar la muerte de los inocentes. Sostuvo con firmeza al infante que escondía su cara en el hombro de Reed, hipeando suavemente. 

— Ustedes deben pagar nuestro sufrimiento, no hay excepciones. Matar a las crías es mucho más fácil — dijo sin sensibilidad alguna —, su extinción será el nuevo despertar para el planeta tierra.

— ¡Hijo de puta cierra tu puta boca!, voy a matarte jodido demente.

— Je no, claro que no. Antes que dejar que uno de los tuyos me mate, prefiero hacerlo yo — llevó la punta del arma debajo de su cuello, asegurándose el ángulo de la pistola para que sus datos se eliminen — No te preocupes, incluso tú vas a pagar por tus crímenes Gavin, apúrate y muérete.

Nines abrió sus ojos, el rojo de su inestabilidad no le permitió ver bien. Lo cegó sin aviso y AP700 se disparó antes de que RK900 pudiera hacer nada. Tirio se esparció por todo el alrededor, y el sonido del disparo hizo zumbar los oídos del humano momentáneamente. 

— ¡Mierda! — jadeo Gavin —, RK ¡¿Por qué no lo detuviste?! — reclamó. 

— ... —quedó paralizado, mirando el cuerpo artificial. Intento recordar si en algún momento él había llamado a Gavin por su nombre en el medio de la acción. Miles de posibilidades interrumpieron todo su sistema casi con la misma fuerza que lo hacían las imágenes de Gavin constantemente. «¿El AP700 ya conocía al detective?»

— ¡Nines! — nombró chasqueando su dedo para sacarlo del trance.

— Gavin-- el niño — ignoro la pregunta, sorprendiéndose porque el humano lo llamará por su nombre después de días y se acercó un poco a Reed. Pidió que le dejara ver a Benjamín para analizarlo bien pero el infante empezó a temblar cuando lo vio, abrazándose aún más al detective.

— Tranquilo — acunó —, estas a salvo pequeño — dio pequeños golpecitos en la espalda para tranquilizarlo —, él no es malo, que no te asuste su cara fea y aterradora de robot — le dijo con delicadeza —, ¿Cómo te llamas?

RK900 rodó los ojos.

— B-benjamín — respondió, aliviándose por el comentario del adulto —, ¿Y tú?

— Eh, Batman — sonrió al ver que el niño dejaba ver su rostro, ilusionado por las palabras de Gavin —, pero no tienes que decir nada porque no traigo mi mascara de gaviota hoy.

Nines analizo el cuerpo del androide que estaba tendido sobre el suelo. No había forma de recuperarlo así que, aunque el niño este a salvo, habían fallado y volvían a estar como antes. Sin pistas y con más cuerpos.

– ¿Gaviota?, ¡Batman es un murciélago! – frunció el ceño, sintiéndose seguro junto al detective que lo alejo de la escena –, eres un mentiroso.

— ¿Mentiroso?, pequeño mocoso — le saco la lengua —, claramente es una gaviota¡Tonto!

Benjamín cubrió su boca — ¡Dijiste una mala palabra! — el niño carcajeo contra su palma —, eso está mal, ¡Tus papás te van a regañar!

— No tengo padres, pequeño — contó, saliendo del callejón para darle espacio al RK para que revise sin problemas —. Además, ya soy grande a mí no me pueden retar — dijo con orgullo.

— ¿No tienes papás?, ¡Entonces si eres Batman! — el menor arqueo sus cejas con asombro.

— Shh — entrecerró sus ojos y curvo sus labios, Gavin era bueno con los niños porque era uno después de todo. Infantil y caprichoso como uno. Además, había sido niñero de Cole como un trabajo de medio tiempo —, ¡Es un secreto! Solo tú y mi asistente lo saben, así que eres especial — toco su nariz.

Nines tomo una foto de Gavin sin permiso como en varias otras ocasiones porque se veía jodidamente dulce y la almaceno en una carpeta oculta en su base de datos. Nadie más que él podía ver el contenido.

Los siguió escaneando la zona para saber si había peligro, pero no. Se sentía completamente frustrado por no haber visto la posibilidad de que el androide se suicidará, su estrés apenas rozaba los cincuenta, no había razón para que lo hiciera.

La inestabilidad del software lo estaba distrayendo mucho, pensó. No solo había fallado la misión de mantener con vida al AP700, si no que puso en riesgo al compañero, a Gavin. ¿Y si el androide hubiera apuntado a Reed? No podía arriesgarse más, debía arreglar esto pronto.

Las patrullas llegaron, los padres del pequeño bajaron del auto y corrieron a abrazarlo, Gavin lo bajo y dejo que se fuera una vez que RK comprobó que eran sus padres.

— ¡Cariño!, ¿Estás bien?

— ¡Si! — asistió, mientras su papá revisaba si no tenía ninguna herida — ¡Batman me salvo!

Gavin negó rápidamente con la cabeza como si el pequeño hubiera rebelado un secreto confidencial.

— ¿Eh?, ¿Batman estuvo aquí?

— Si, pero-pero ¡Ya se fue! — levantó su pulgar a Gavin. 

— Mm, ¿Por dónde se habrá ido? — Reed simulo buscarlo con la mirada por los alrededores hasta encontrarse con el azul de Nines quien movía la cabeza con desaprobación.

— Muchas gracias oficial — agradeció la madre inclinándose —, gracias.

— Es nuestro trabajo — sonrió con sus colmillos.

— Su trabajo — corrigió —, le agradecemos a usted, no a esa "cosa" — señalo a RK900 —, es uno de ellos, no podemos estar seguros de que no intentara hacer algo.

— ¿Eh? — Gavin los miro de mala forma —, ¡Acaba de salvarle la vida a su hijo!, ¿Qué mierda son esas?

— Detective — murmuro RK.

— No hace falta ser irrespetuoso, solo decimos la verdad — encogieron sus hombros —, ahora si nos disculpa tenemos un largo día por culpa de los suyos— le dijo a Nines —, la divergencia fue lo peor que pudo pasarle a la historia de la humanidad, ustedes no se merecen derechos. Deben ser desechados.

Gavin soltó una risita molesta — No escuches, pequeño – Benjamín asintió haciéndole caso, cubriendo sus oídos — ¿Qué carajos tienen en la cabeza?, debería encerrarlos por incitación al odio, desagradecidos de mierda — se quejó, asqueado por la actitud de los padres —, discúlpense con mi compañero.

— Detective, basta. Es entendible, ellos están asustados — Nines suspiro —, no importa.

— ¡Si importa! — gruño —, no lo voy a repetir, discúlpense con él — mostro sus dientes.

La pareja lo miraron sin entender — Bien, puede que nos hayamos equivocado — se disculparon asustados un poco por el tono del detective.

— Perfecto, ahora cuídense y, joder, no lo obliguen a comer verduras.

Ambos tomaron al niño de las manos, ignorando el pedido del detective y comenzaron a caminar a donde la ambulancia para que controlen de que todo estuviera correctamente, luego deberían ir a una consulta psicológica. Pero antes de irse por completo, Benjamín se soltó de sus padres y comenzó a agitar sus manos hacia donde RK900 y Gavin.

— ¡Adiós señor gaviota y adiós buen señor alto! — saludo, Reed le hizo morisquetas con la cara — ¡Tonto! — le mostro su lengua con burla, sus padres miraron a Gavin con enojo.

— ¡Yo no fui! — mintió, arrugando su nariz y achicando sus ojos entre una sonrisa.

Nines carcajeo entre dientes, observándolo de reojo.

 Gavin le devolvió la mirada una vez que el pequeño se fue de su foco de visión y volvió a fruncir el ceño — RK900 — llamó, tratando de ignorar la emoción de escucharlo reír —, ¿Qué te ocurrió hace un momento?, ¿Se te desenchufo algún cable?

— Nada que debas saber — aparto su vista rápidamente —, la verdadera pregunta es: ¿Qué ocurrió contigo? Estuvo completamente fuera de lugar que los atacaras así.

— ¿Y que se supone que haga?, ¿Qué me quede callado? — se cruzó de brazos —, ellos fueron los jodidos que hablaron de más.

— Agradezco que me defiendas--

— No te equivoques, no te defendía. Solo no me gusta ver la injusticia, más cuando parecías a punto de estallar — abrió su palma de a poco, simulando una explosión con sus manos —, ¡Boom!

— ¿Estallar, dices? — inclino su cabeza.

— Si — afirmo —, estabas teniendo una fiesta de colores en tu LED ¡Un poco de música y--! — detuvo su chiste de mal gusto —, digo, parecías tener una batalla mental o alguna de esas mierdas que tienes siempre que algo no sale como quieres.

— No lo había notado — dijo con sinceridad —, pero tienes razón. Perdimos una pista importante por mi descuido — toco su LED —, deberías decirle a Fowler de esto.

— ¿Qué-mierda?

— No me mires así Detective, yo hice lo mismo, no veo porque tú no--

Gavin soltó un quejido — Quizás solo no soy como tú, jodido idiota.

— Deberías, de esa forma estaríamos a mano — propuso, quería arreglarse con él —, y podríamos volver a como éramos antes...

— Mierda que dices cosas estúpidas para ser una supuesta inteligencia superior a la mía — se refregó el rostro con las manos —, no quiero estar "a mano". Solo quiero decirte que está bien, no es tu culpa que el puto androide resultara ser un suicida — encogió sus hombros, buscando un cigarrillo para luego prenderlo —. Lo hiciste bien, el niño está a salvo gracias a ti así que... no lo pienses mucho, lata. 

Gavin soltó el humo y se dio cuenta de que había hablado de más al intentar aconsejarlo. Seguramente el androide le diría algo como: «No entenderías lo que se siente una misión fallida» y terminarían peleando.

— Gracias — agradeció despacio.

El contrario soltó un jadeo, no esperaba la reacción de Nines —Oh- no es nada, ya sabes--

— Necesitaba escuchar eso, gracias Gav... — apretó sus labios, lo había dicho con un tono tan dulce que su voz resonó en la cabeza del contrario.

—«¿Cómo voy a superarte jodido bastardo cuando pones ese tono? ¡Te odio, te odio, te odio!» —chilló internamente, sintiendo la sangre subir a sus orejas — Si, como sea — fingió desinterés. 

Se quedaron callados por unos minutos. Hasta que RK900 habló: — Gavin...

— ¿Mm?

— ¿Podemos volver a la relación que teníamos antes? — preguntó necesitando volver a atrás. Él no quería que continuaran así, no podía estar lejos de Gavin. Ese maldito virus... tenía la culpa. 

Gavin respiro profundamente, dio un paso hacía RK900 y este repitió la acción de tomar distancia — No Nines, no podemos. Tu solo te respondes la pregunta — le dio una pitada a su cigarrillo —, mírate, no puedes estar al lado mío ¿Aun así quieres que volvamos a como era antes? — escupió el humo despacio — ¿Qué tanto quieres verme arruinado?

— Pero... sí volvemos yo-

— Consigue a otra persona con quien experimentar Nines — interrumpió con tristeza —, no quiero jugar a quien cae primero, porque ya ganaste — se sobó la nariz —, siempre lo hiciste. Eres tan... jodidamente bueno haciendo trampa.

Nines amagó a decir algo, pero sintió que no podía ni tenía el derecho hacerlo. No cuando las palabras del detective rebotaron con tristeza por todo lo artificial de su inteligencia y pudo sentir como sus cables se contraían y su bomba de tirio se enfriaba completamente ante el texto que interrumpió la imagen del humano caminando lejos de él: 

|No herir a Gavin Reed: Misión fallida|

RK900 extendió su mano a la espalda de Gavin, pero se detuvo en el aire, dejándolo ir.

...

Connor miro detenidamente a Nines en la zona de descanso. Este estaba preparando un café, pero parecía no estar allí, el agua se derramaba más de lo que la taza podía soportar, así que RK800 se preocupó de verlo de esa forma. Su hermano siempre parecía tan preciso a la hora de actuar que verlo tan vacilante era extraño. 

Sin duda estaba pasando algo.

 — ¿Qué ocurre, Nines? — preguntó, invitándolo a una conversación inalámbrica.

— Nada Con.

Connor se cruzó de brazos, como si supiera que estaba mintiendo.

— Nada realmente, es... el trabajo — respondió, colocando la pava eléctrica de lado, para limpiar con un paño el desastre que provoco. 

— ¿El trabajo es un humano que está con sus pies apoyados sobre el escritorio?

— No tengo tiempo para pensar en cosas innecesarias — dijo firmemente, queriendo evitar hablar del tema —, lo que sienta no importa.

— Nines — nombró, apoyando su mano en la mandíbula de su hermano—, ¿Gavin te molesto de nuevo?

— No — apartó la mirada.

— ¿Sí? — abrió sus ojos sorprendido — ¿Te hizo algo? — preguntó enojado —, ¡Déjame que me encargo! — se direcciono al humano. 

RK900 lo freno — No es así Connor, él no me hizo nada.

— ¿Entonces?

— Yo creo que... cometí un error con él — confesó, mirándolo a los ojos —, lo arruiné.

Connor parpadeo exageradamente —¿Por qué dices eso?

— Tengo fallas constantemente y — intento explicar —... creo que tengo un virus, Connor.

— ¿A qué te refieres?

— Yo, mi piel-

Hank entro a la sala, debían irse junto con RK800 a investigar una escena del crimen.

— Perdón por interrumpirlos chicos — los miro sonriendo —, pero tenemos que irnos cariño — besó la mejilla de Connor, su tez artificial se contrajo.

— Oh, claro — rompió la conexión —, ahora te alcanzo.

— Bien, adiós Nines — saludo con cariño y camino fuera del recinto.

RK800 miro a su hermano — Si es un virus, debemos tratarlo... vayamos a Jericó, allí pueden tratarte.

— No puedo, tengo cosas que-

— Nada de eso, no te preocupes, hablare con Jeffrey — paro a RK900, echándole una mirada fugaz a Reed que estaba tosiendo contra su mano —. Y creo que deberías decirle a Gavin esto, merece una explicación — aconsejo dándose la vuelta para irse con Hank —, bueno, si te sientes preparado claro y.… cuídate por favor.

— Tu también Connor — saludo con la mano y miro el recipiente, el detective no le había pedido un café, pero el solo lo hizo sin pensarlo, como una disculpa barata por comportarse de esa forma.

Realmente no parecía él, desde ese día que en el que el detective le dijo esas palabras, su programa comenzó a actuar de forma involuntaria. Incluso aunque había bajado su sensibilidad, aun le marcaba cosas que no podían ser reales.

 «Creo que deberías decirle a Gavin esto».

No, él no podía decirle la verdad a Gavin. Imposible, Reed no podía enterarse de lo que le estaba pasando. 

«¡Sobre todo él no podía enteraste!», oh, déjà vu.

Siempre mantuvo todo bajo control y aunque le gustaba ser aconsejado por su compañero, esto lo involucraba también y él no necesitaba ver las posibilidades para saber cómo reaccionaría Gavin si el viera lo que le ocurre cuando está a su lado. Lo odiaría y él no podría soportarlo. Debía eliminar el virus sin importar lo que debía hacer para conseguirlo. 

...

Gavin estaba más que estresado va.

No podían atraparlos y hace días estaban tomando la vida de muchas personas que no merecían su muerte «¿Quiénes somos para quitarle la vida a otra persona?» pensó Gavin, luego de ver varios cuerpos en un día.

Androide o humano, no importaba, era vida.

El FBI comenzó a molestarlos, enojando aún más al detective. Porque él sabía que podía encargarse, solo necesitaba algo de tiempo, pero era incierto cuando la burlona muerte lo vendría a buscar, así que tampoco quería retener el progreso de la investigación. Con respecto a las flores, ellas salían con la misma regularidad, pero volvía a respirar luego de los minutos. Y era desesperante simplemente escupirlas y tener que esconderlas, una nueva rutina molesta para Gavin quien siempre detesto el hecho de ser controlado por eso a lo que confiamos nuestro ser.

«Destino eres una perra» maldijo mientras un pétalo pedía salir.

Y aunque él le había dicho a Nines que no volverían a ser como antes, le costaba mucho abandonar la idea de no beber más el café que preparaba RK900 o no emocionarse con cada pequeño cruce entre el gris y azul. Pero debía ser fuerte. Nines estuvo distante como se lo pidió y él, simplemente dejaba morir los minutos. RK900 amagó a decirle algo varias veces, pero solo terminaba con su LED en rojo, dejando a Gavin confundido y aún más nervioso de lo que ya estaba.

Ese día... RK no fue a trabajar.

Simplemente desapareció, no le aviso que no iría a trabajar así que Gavin se quedó solo, revisando las pistas una y otra vez. Internamente estaba triste y preocupado por el androide, él no era de faltar, así que cuando pudo, se acercó a Hank para hablar.

— Hey — saludó, buscando a Connor, pero no estaba —, ¿Y tú novio mecánico?

— Esta en Jericó junto con Nines.

— ¿Qué carajos?, ¿Por qué? — frunció el ceño confundido.

— Ya sabes, lo del virus en Nines — buscó el puente entre conversación, pero Gavin lo miraba con asombro —. Espera... ¿No lo sabías?

— ¡Joder, no! — negó, sudando frio —, ¿Cómo un puto virus... él- él está bien?

— Cuando regrese lo sabremos — dijo apoyando su mano en el hombro de Gavin —, no te preocupes, estará bien.

Gavin soltó un jadeo de frustración — ¡No puedo estar tranquilo, él no me dijo nada de esto!

— Bueno, tú tampoco puedes quejarte — arqueó ambas cejas con obviedad —, no puede exigir algo que haces, jamás le dijiste a Nines sobre tu enfermedad.

— Pero es diferente, yo-- — se detuvo, pensándolo de nuevo, el teniente tenía razón, de nuevo —, mierda.

Hank le revolvió el pelo — Vamos idiota, vuelve a lo tuyo, te mantendré comunicado.

Y Reed sintió su mundo caerse: ¿Cómo podía volver a lo suyo?

RK900 no estaba bien. Los rompecabezas se unieron en la mente de Gavin, recordándole las veces en la que Nines intento explicarle y él lo interrumpió como un jodido bastardo. Todo ese tiempo había pensado en él y solo en él. Fue un egocéntrico insensible y se merecía no saberlo. Él había hecho lo mismo, le oculto al androide su enfermedad y solo lo alejo de él.

Intento tomárselo con calma, pero era difícil, temía que fuera algo grave y tengan que reiniciarlo. El único ser que más amo estaba teniendo problemas y él solo lo lastimo, no lo comprendió y no permitió que le dijera eso que tanto reprimía. Si, el merecía todo lo que estaba pasando. Ese miedo en su corazón, el instinto de que algo malo le pasara que golpeaba contra su lagrimal y... jodidas las flores. «No merezco estar a su lado». Y las horas parecían eternas hasta que el horario laboral acabara, para poder correr hacía donde estuviera Nines y disculparse por todo lo que había hecho. Se sintió asqueado de sí mismo, por volver a caer en el ciclo de arruinarlo todo.

Si al RK le pasará algo, aun si no tuviera el Hanahaki disease, el moriría.

Y es difícil el darse cuenta que no podemos obligar a nadie a amarnos, pero, aunque el RK900 no lo correspondiera como él quería, Nines había visto en Gavin lo que nadie jamás, así que no podía simplemente hacerlo a un lado de su vida.  Porque le debía mucho.

RK900 le enseño a amar de nuevo. Como nunca lo había hecho antes en su vida y había pasado por unos cuantos amores antes que el robot, pero nada podía compararse a lo que sentía por Nines. 

RK900 le había devuelto el brillo en su mirar, despertó la primavera de él.

La metáfora del amor dormida dentro de la flor azul que en secreto le dedicaba al androide. 

Sus labios habían comenzado a sangrar de tanto que los mordía. Los pétalos se desplazaron suavemente dentro de su ropa, la preocupación se mostraba en pequeños espasmos nerviosos, porque Nines no le respondía las llamadas y él se moría por saber si estaba bien. Pensó el llamar a Elijah para pedirle ayuda, pero no podía ver bien la pantalla de su celular. Y aunque le había enviado mensajes pidiendo explicaciones, RK900 le había dejado en claro que no le correspondía preocuparse; ¡Pero lo haría de todas formas! porque era un testarudo y lo amaba. Aunque en algún momento lo haya tratado de reprimir, continuaba haciéndolo, incluso luego de que cartas de amenazas de que se alejara del androide llegaran cada vez más frecuentemente.

Lloro, después de poner de excusa al trabajo y obligarse a no hacerlo, lo hizo finalmente. Se sentía tan miserable al ver como las pequeñas gotas se reunían en su barbilla, demostrándole una vez más su debilidad. Gavin dejo caer sus espinas a la par que las lágrimas chocaban el táctil de su celular, esperando la respuesta de Nines. Estaba tan asustado.

Un mensaje del RK800 detuvo su palpitar por unos segundos.

|Hola Gavin, Nines está bien. No te preocupes, no es nada grave. | y luego otro al instante: |Está en su departamento ahora mismo. |

Su alma volvió a su cuerpo, suspiro aliviado sintiendo su cuerpo vibrar y una nueva meta alcanzo su alma: él debía ver a Nines en ese instante, no importaba como, debía verlo.

 — ¡Gavin Reed, vuelve aquí ahora mismo!  — el capitán gritó al verlo salir del baño —, ¡O me entregas tu placa!

Tomo sus cosas rápidamente de camino y esquivó el agarre de Jeffrey. Dejo de lado los gritos de su superior y comenzó a caminar sin detenerse. Caminar era la mejor opción, porque conducir en esas condiciones seguramente provocaría un accidente y ni siquiera podía controlar un camino recto sin vacilar. El viento contra su rostro, revoloteando sus cabellos lo hizo sentir acompañado. 

| Nines perdóname. Fui un idiota, estoy yendo a tu casa. | Le avisó, en realidad iba a ir sin rodeos, pero si RK900 no quería verlo, entonces... él lo entendería.

Corrió con rapidez buscando la ruta más rápida para llegar. Un atajo estaría bien para tardar menos y hace un segundo había comenzado a escupir flores sin control así que estaría bien ir por lo oscuro, alumbrado por el resplandor de los pétalos que le señalaban el camino hacía Nines, una vez más.

Solo sus pasos sonaban contra el suelo mientras el atardecer se asomaba. Pero en un instante, lo sintió, alguien más estaba allí. Gavin miro los costados rápidamente, no había nadie. Continuo rápidamente y el otro también se apresuró. Se detuvo. Alguien lo estaba siguiendo. Escucho unos susurros. No, no era alguien, si no varios. Eran pasos ligeros, como si no quisieran ser descubiertos. Pero Gavin era un jodido experimentado en el sigilo y nadie podría compararlo. Porque vamos, oculto por tanto tiempo las flores que Nines no las había notado, ¡Un jodido androide especializado en descubrir cosas! Denle algo de créditos por eso.

— ¿Quién está ahí?  — preguntó, se sintió estúpido, como el primer personaje en morir en una película de terror —, tsk, muéstrense pedazos de mierda.

 — Mm — tararearon. Un grupo de cinco androides salieron detrás de sus escondites, estaban vestidos con ropas oscuras —, que te dieras cuenta complica un poco las cosas.

Gavin soltó un grito ahogado al darse cuenta de la situación en la que estaba metido. No reconocían todos los modelos, pero algunos eran AP y otros, eran de mantenimiento de la ciudad. Si, podía enfrentarlos.

— Gavin Reed, un placer conocerte en persona — habló uno de ellos —, nos han hablado mucho de ti.

— Supongo que ustedes son los que se creen jodidos justicieros — gruño, preparándose para atacarlos, deslizo su mano hasta su pantalón, buscando el estuche de su arma.

— Animal inteligente — reconoció aplaudiendo —, pero no lo suficiente, ¿Venir a una zona alejada sin el RK900?, parecía como si nos estabas incitando a atraparte.

— No necesito de mi hombre hojalata para defenderme — apretó sus puños — se defenderme solo. 

— Esa fachada de tipo duro... debo admitir que es admirable, dado tu desventaja. 

— Oh, me halagas, plástico — burló buscando alrededor algo para defenderse. Su arma estaba cargada para su suerte, pero ellos estaban bien distribuidos, no podía descartar la idea de que surgiera una pelea cuerpo a cuerpo. Era ágil, pero ellos eran cinco y él solo uno. No tenía tiempo para pedir refuerzos, así que solo los enfrentaría —, apuren, tengo que algo más importante que hacer después de dar un recorrido por la cárcel con ustedes.

Los androides se abalanzaron sobre él y Gavin tomo el arma con rapidez y disparo, pinchando su lengua con su colmillo. Cinco balas, cuatro aciertos. Puntos débiles de androides que conoció gracias a su compañero, un punto cercano entre su bomba de tirio y su ombligo artificial. Eso los dejaba inhibidos de movimientos por bastantes minutos, lo suficiente para llamar a alguien más. Ah, pero aún faltaba uno. Ese que estaba detrás de él. La inteligencia artificial pateo a Reed para que perdiera el equilibrio, estirando su pierna, pero este apoyo con fuerza su pie derecho y evito que la acción hiciera efecto, rebotando contra el suelo y estabilizándose antes de caer.

Gavin no podía estar más que feliz, se decidió a sacar toda su irá contra ese androide hasta que se rindiera. Todo ese odio de sí mismo, toda esa adrenalina de saña acumulada movía sus puños con agilidad. Los otros robots los miraban, inmovilizados por el disparo. Ellos eran de hecho, bastante débiles. Demasiado débiles para Reed. 

El modelo logro alcanzar el arma del Gavin y la tiro, para que este no pudiera usarla y así, él tendría más ventaja contra el detective. Pensaba eso. Reed rodó en el suelo, sentándose sobre sus talones y tomando el mango de la pistola con la punta de sus dedos. El sudor se resbalaba de su frente. Sonrió con malicia, poniéndose de pie. Hace mucho no peleaba de esa forma, Nines se encargaba de neutralizar a los criminales y casi comenzaba a olvidarse de lo jodidamente excitante y placentero de la adrenalina en batalla. Solo tenía una cosa en mente: sobrevivir, y todo lo que pesaba en sus ojeras, se desvanecía en ese miedo a morir, en su cuerpo acorralando al androide contra el suelo, con su nariz sangrando por el golpe del contrario sobre esta. Golpe tras golpe que recibía, lo inspiraba a continuar, recordándole los golpes de tantas personas de mierda en su piel olivo teñida de morado y cicatrices. 

— Bastardo — insultó, para luego pegar su nudillo a el rostro del otro —, hijo de puta, maldito — no, no solo le hablaba al androide debajo de él. La imagen de su padre, el capitán y su cara miserable se proyectaba en ese androide, su visión se nublo —. No mereces vivir, pero te haré el puto favor de perdonarte esta vez, — el tirio comenzó a derramarse en su mano, mezclándose con la sangre que se derramaba de sus puños por los cortes contra el metal. 

 — Por favor — suplico, sintiendo fallas en todos sus sistemas —, detente — intento quitárselo de encima, pero este no se apartó — ¡Nos iremos-! 

— Nada de eso — volvió a chocarlo con su fuerza —, vendrán conmigo — llevó el revolver al contario y apunto a la cabeza del androide, recargando el arma con rapidez — ¡Y pagaran todo el daño que le hicieron a mi gente!

Temblaron ante la voz de Gavin. Su indignación dejaba rastros de estática densa. Pero se aliviaron por completo cuando vieron el sexto detrás del humano, en sombras con un bate desgastado. Los truenos sonaron, resplandeciendo como una cicatriz en el cielo, Reed miro el espectáculo por unos segundos y cuando el escalofrió golpeo su espalda, se dio cuenta demasiado tarde que alguien estaba allí. Su cabeza reboto ante el repentino golpe, cayo de costado, palpitando con fuerza, cegado momentáneamente. 

— Tenía tantas ganas de hacer esto desde que te vi — giro el bate entre sus manos —, y se siente tan bien, una corriente de energía deliciosa. Es que, tan solo mírate — se agacho hasta donde Reed —, miserable — se puso de pie y lo miro debajo de su barbilla.

 — Robert-- ¡Hijo de puta!  — lo reconoció al instante, ese era el modelo tracis que Lucas tenía como miembro de su familia. Intento ponerse de pie, pero el sonido tintineante de una notificación en su celular lo obligo a contraerse en sí mismo. Las ramas hojearon en sus pulmones y la sangre de sus boca y cabeza colorearon el piso frío.  

 — Déjeme matarlo — pidió, con su ojo dañado —, le disparo a ellos, merece morir — señalo a sus compañeros. 

Robert tarareo — No, aún no — respondió —, tengo buenos planes para este humano. Planes muy divertidos... no lo matemos, por ahora. 

 — Esta bien.

Gavin lucho por no cerrar sus ojos, encendió su celular para avisar mientras intentaba arrastrarse rápidamente para evitar ser golpeado y cuando lo hizo, la pantalla le mostró la conversación de Nines:

| Perdón por no avisarte. |

Robert agarró los tobillos del humano y lo arrastró hacía él, Gavin clavo sus dedos en el suelo para evitarlo. 

|Te espero aquí, detective. |

La inteligencia artificial lastimó las piernas de Reed con el metal del bate, haciendo que este gimiera del dolor y no pudiera moverse.

|Tengo algo que confesarte. |

Piso sus manos para que soltara el móvil y no pudiera alertar a la policía de lo que estaba ocurriendo.

|Sé que quizás sea tarde para decírtelo y que al hacerlo solo voy a provocar que te alejes de mí. |

 — Nines — gimoteo. 

Una pequeña flor salió de sus pulmones a la par de que el más alto pegaba el metal contra el cráneo de Gavin, provocando que este perdiera la consciencia casi completamente. Todo comenzó a oscurecerse, sus cabellos chocolate fueron tirados por el robot que había lastimado hace unos minutos.

 — No... no — embozaba entre la distorsión entre el perder el conocimiento y la realidad, buscando de nuevo el teléfono, apretándolo entre sus dedos — tengo que decírselo... tengo que verlo — jadeo con dolor. 

Lo levantaron sin problema debajo de sus hombros, asegurándose que nadie los haya visto. Intento zafarse, la diplopía se adueñó de su visión y no podía detener el agarre de los otros. Chocaron su cuerpo contra la puerta del auto y Tracis se acercó a él con una sonrisa perversa, deslizando su mano hasta el móvil del detective y lo empujaron dentro del vehículo polarizado. 

| Pero...|

Los ojos de Gavin se dieron vuelta, sus parpados se cerraron y no pudo evitar caer inconsciente en el agarre de los androides.

Robert tomó el celular y lo tiro bruscamente contra el piso, rompiéndolo en mil pedazos antes de que el humano pudiera leer el último mensaje que Nines le había enviado.

|Gavin, te amo. | 

Esta vez la menta ni la calidez de Nines lo despertó.

En cambio, un fuerte dolor en su cabeza lo hizo. Tardo en despertarse y en recobrar la consciencia por completo. Además de la sensación de estar descolocado espacio tiempo, sintió sus manos inmovilizadas y por la textura en sus yemas, supuso que era una soga. Se alivio un poco, se sabía uno que otro truco para desatarse de estas, solo debía conseguir encontrar el nudo. Todos sus sentidos estaban completamente alterados, su instinto de supervivencia estaba goteando adrenalina, buscando desesperadamente una salida. Vio por la pequeña ventana, dedujo que era de tarde. Había estado dormido seguramente por más de doce horas. El lugar tenía una iluminación leve pero aun así pudo darse cuenta de que era un almacén, seguramente lo suficientemente alejado de Detroit para que nadie lo escuchara los gritos de auxilio de las personas. Perfecto para asesinar sin problemas.

Suspiro con dificultad, pensó quizás si estaba pagando todo lo que alguna vez hizo. Dejo escapar algunos pétalos y se molestó por hacerlo, la enfermedad lo estaba dejando vulnerable en una situación bastante complicada. No podía simplemente morir allí, antes debía dar el mensaje de donde estaba para que los atraparan. Las pisadas de los robots hicieron eco por todo el lugar. Gavin intento zafarse rápidamente cuando vio que estaban armados.

— Mm, despertaste.

— Ugh, buenos días cariño — se burló Gavin —, ¿Y mi café?

El parpado artificial de Robert hizo TIC — Creo que no estas entendiendo tu situación actual, ¿Debería borrarte esa sonrisa tuya?

— Tu no entiendes en la situación en la que estas — soltó, hallando el nudo. «¡Bingo!» —, ¿Secuestrar a un detective?, ¿Son idiotas? – se quejó, intentando desatarse con cautela —. RK900 no va a tardar en encontrarme.

Robert carcajeo al igual que los otros androides — Tranquilo, no estaremos aquí por mucho tiempo — confesó acercando su cara al rostro de Gavin —, y yo que tú, no estaría seguro de confiar en que él te venga a buscar.

— ¿A qué te refieres?

— Estamos preparados para todo — un AP700 mostró un arma que Gavin pensó que habían sido eliminadas tras la revolución, tenían varias de estas y no eran usadas solo para matar humanos, esas mierdas podían lastimar a los androides militares con solo una bala —, el RK no será de mucho problema.

— ¡¿Qué demonios?! — Gavin grito exaltado —, ¿Van a lastimar a los de los suyos?, sus cables están realmente jodidos. 

Robert curvo sus labios — Un sacrificio es el precio razonable, ustedes quemaban a los suyos en hogueras, no creo que sea diferente — ahueco la cara de Gavin —. De todos modos, ¿Qué te importa lo que le ocurra?, deberías estar feliz que un androide muera.

— ¡No lo toquen malditos! — gruño, sacudiéndose para sacarse la mano del tracis —, están jodidamente locos!-- primero me piden que me aleje de él y ahora... ¿Quieren lastimarlo?, ¡Pónganse de acuerdo!

— ¿Pedirte qué? — preguntó sin entenderlo —, seguro estas delirando, nosotros jamás hicimos eso, aunque ahora que lo pienso — apoyo su mano en su barbilla —... hubiera sido buena idea para atraparte antes.

Gavin los miro confundido, si ellos no habían sido...

¿Entonces quién?

— Bien, ahora... ¿Por qué no empezamos con la diversión?

— ¡Si! — los robots que el humano disparo estaban allí. Sostenían entre sus manos varios artículos que Gavin no pudo evitar jadear con desesperación. Armas de todo tipo, desde balas hasta filos.  

Robert sacó una navaja y acaricio la piel del detective, provocando que este se contraiga y su la nuez de adán temblara — Los humanos son muy extraños, ¿Sabes? — dijo con pesadez —. Nos crean, nos dotan de inteligencia superior y luego, ¿Intentan hacernos creer que somos menos? — carcajeo, hundiendo la navaja levemente en la carne del humano —. Son débiles, repugnantes, morbosos — describió —, sin embargo, si alguien hace lo que ustedes, como matarlos o torturarlos, chillan sin control: "mi gente" — miro las gotas de sangre —, pero ni ustedes pueden salvarse de su humanidad y sus efectos — apoyo su mano sobre el cuello del humano —. Eres un claro ejemplo, de echo y me causas mucha curiosidad. Estuve observándote hace bastante tiempo, pero no fuiste capaz de notarme, es un poco... desilusionante— apretó el agarre, ahogando al humano.

— Puto...androide — insulto como pudo, friccionando en el frenesí la soga para aflojarla. Sus muñecas se quemaban en el acto.

— ¡Jajaja! — estalló, soltándolo, dejando la marca de sus dedos —, si tus adicciones no dejaban en claro tu gusto por la muerte, esto lo deja en descubierto. Pero lamentablemente que te estés moviendo me está jodiendo mucho — hizo unas señas con sus manos y un androide asintió, buscando comprimidos de vortioxetina, se las alcanzo y este volvió a mirar al humano —. Bien, abre la boca — pidió suavemente.

 —  Tu puta madre — dijo apretando sus labios con fuerza.

— Vamos... no te dormirás, solo-- te relajaras un poco — presiono la pastilla contra la boca del humano —, no me gusta que me hagan esperar, ¿Sabes? — deposito la pastilla en el suelo y busco la navaja.

— Maldito bastardo — escupió el rostro del androide —, no me empestille cuando lo necesitaba y menos lo voy a hacer ahora — logró liberarse del nudo y trato de recordar las cosas que RK900 le enseño para cuando tuviera que enfrentare con una inteligencia artificial. 

—  Yo trataba ser amable — se mantuvo sin expresión —, pero no me dejas alternativa — poso en el filo contra el estómago de Reed —. Mm, realmente quería jugar con vos. 

El detective impidió que el contrario lo apuñalara, agarrando el cuchillo con sus dedos, cortando sus manos en el proceso. Direcciono el arma blanca contra la ropa del contrario y corto su prenda, dejando expuesto su bomba de thirium. Giró el núcleo de energía y lo sacó hacia afuera, el androide comenzó a pestañar repetidas veces, solo le quedaba un minuto de vida sin eso. 

— ¡Aléjense o ustedes son los próximos! — exigió, ellos le hicieron caso. Cincuenta segundos antes de que Robert se apagué por completo, este intentaba alcanzar su corazón con la energía que le quedaba.

Demasiado fácil, pensó. Una vez que muriera Robert, tomaría un arma y, con suerte, escaparía antes de que pudieran atraparlo. Una utopía no tan alejada de la realidad, pero lamentablemente Gavin había cantado victoria antes de tiempo porque cuando una cara conocida se acercó a ellos asombrado y aterrado, como si no se esperase que el humano estuviera allí, él se distrajo.

— ¿Lucas? — nombró con decepción, el PL600 quedo paralizado al verlo y ante el despiste, HR400 alcanzó su bomba y volvió a colocárselo, tirando al humano contra el suelo.  

Los otros los agarraron de brazos, tirando sus cabellos hacía atrás.

— Humano bastardo — insulto poniéndose de pie y tomando lo que utilizaban para colocarle las marcas a sus víctimas.

Gavin soltó un gruñido, apretando sus dientes.

— Solo eres un saco de carne, mercancía barata — agarró la cabeza del humano y la tiro hacía delante y un WG desacomodo la ropa del humano, exponiendo su nuca —, esta marca te recordara para siempre tu inferioridad, la clara diferencia entre nuestras inteligencias — apoyo la maquina contra la parte de atrás de Reed y un pequeño dibujo comenzó a marcarse, quemando la piel del detective —, distraerte de esa forma por algo tan estúpido, ¿Realmente creíste que ese PL600 estaba aparte de esto?

— ¡Joder--! — gritó moviéndose rápidamente, pero eran más fuerte que él. Gimió ante el ardor.

Alguna vez se imaginó que su cuerpo sería marcado por los besos de Nines, sería al primero en permitírselo porque no le gustaba que dejaran marcas en él como si fuera de su pertinencia. Pero a diferencia de lo que alguna vez idealizo, ahora solo tenía otro tatuaje en su piel, hecho por un puto androide que no era el RK que amaba, como si solo fuera mercancía.

Gavin tembló, un pétalo se resbalo de su boca. Más que miedo, sentía impotencia. Apretó sus puños con fuerza mientras los otros androides lo miraban.

— Perfecto, quizás sea una buena idea esclavizarlos, que trabajen para nosotros, no sería algo nuevo en su especie — dijo, haciendo que Gavin lo mire de nuevo —, pero por ser tú el primero, sería bueno usarte un poco antes de matarte — deslizo la navaja y desgarró la remera de Gavin — ¿Deberías dejar otra aquí? — apoyo el artefacto en el pecho del humano. 

— Suéltenme chatarras, ¡Los destrozare! — frunció el ceño de sobre manera, mirando a Lucas, se sintió tan ingenuo por tenerle fe. Mierda, Nines nunca se equivocaba en sus suposiciones de sospechosos –, Lucas tu-- no. 

— Gavin — tartamudeo, acercándose a él. Su piel se contrajo, tocando su piel. 

El HR tarareo al ver la acción de su compañero.

— ¿Sabes para que me crearon los tuyos? Para darles placer sexual — explico, apretando el rostro de Gavin —, se sintió horrible tener que estar siendo tocado, lo odie tanto — pateo el estómago del humano, haciendo que este se retorciera.

— No me cuentes tu vida de mierda — se quejó entrecortadamente. 

— Experiméntala, entonces — carcajeo con cinismo, apartando su mirada al PL600.

Gavin sudó frio, fragmentos de planta se deslizaron en una tos seca. 

— ¿Y por qué no nos ayudas a mostrarle el punto, Lucas?, sé que al igual que mi modelo, tu posees genitales — propuso — ¿No te parece raro?, un androide niñero con genitales para complacer al comprador y luego ser obligado a soportar a las crías molestas... en verdad la humanidad no deja de sorprenderme con sus ocurrencias. 

— ¡NO! — negó, temblando —, ¡NO ME TOQUEN! — intentó zafarse bruscamente.

— ¿Por qué yo? — preguntó el PL.

— Se la curiosidad que tienes por él, ahora que lo tienes aquí: haz lo que quieras. 

— ¡Mierda! — intentó soltarse al ver al rubio acercarse a él —, ¡Lucas, joder, no le hagas caso! — suplico con desesperación, escupiendo una flor.

— ¿Qué le pasa a este humano?, ¿Normalmente escupen flores — preguntó uno — he trabajado con ellos y jamás lo han hecho... 

— No lo sé, pero quizás sería un buen espectáculo para ofrecer, ¡Humanos dañados! — carcajeo divertido — podríamos recaudar fondos con él como un fenómeno — Robert tomo una flor del suelo —, miren ¡Incluso brillan!

— No las toques — Reed respiro con dificultad —, ¡Déjalas!

Gavin sintió mucho asco al ver como tocaban las flores porque no eran para ellos, nadie más que Nines debía tocarlas. El HR400 lo miro con mala cara.

— Eres bastante molesto — se quejó y miro al PL — ¿Vas a hacerlo o no Lucas?, decide.

Lucas asintió con la cabeza — Pero déjenme solo con él — pidió con seriedad, mostrando su arma sostenida en su guante de cuero —, no se preocupen, si intenta hacer algo, puedo detenerlo.

Robert dudo, pero cedió ante el pedido — Bien, iremos a revisar la zona, llámame si quieres ayuda.

— Por supuesto.

El resto salió después de volver a atarle las manos a Reed, dejándolos solos.

Gavin lo miro con asco, por suerte tenía los pies sueltos así que se impulsó para ponerse de pie, sus piernas le fallaron y cayó mientras buscaba la salida más cercana, en vano. No había nada, estaba encerrado como un gato dentro de una jaula con un león. Lucas se levantó en silencio, caminando hacía el.

— ¡Joder! — exclamo, mirándolo a la cara — Ni te atrevas a tocarme jodida mierda de plástico.

Lucas lo alcanzo y agarro las manos de Gavin, pero de en vez de lastimarlo, soltó las cuerdas— Gavin — susurró —, perdóname, yo no quería que esto te pase a ti... trate de advertírtelo. 

Una vez libre, se alejó velozmente, frotando sus manos adoloridas. Tocó su mejilla y esta ardió ante el contacto, respiro profundamente y regreso su mirada al androide al frente de él. No podía confiar en él, debía huir. Sus yemas pasaron por su pelo y un gemido de dolor se escapó. Sobó su nuca, sintiendo el eco de la marca. Unas ganas de llorar chocaron contra sus ojos, pero él no podía mostrarse débil, debía seguir adelante y escapar. 

— No pienso lastimarte — habló lucas, intentando ayudarlo —. Entiendo que no confíes en mí, pero si sigues corriendo solo te harás daño y ellos volverán — advirtió, tomando distancia — perdón por no ayudarte antes, no sabía que... ellos te habían hecho esto. 

— Te dije que no te metieras en problemas, gran idiota — frunció el ceño, cruzando sus brazos —, ¿En qué te metiste ahora?

— No tuve alternativa, Gavin, entiéndeme — intento justificarse —, ellos seguían matando a mi especie y yo-- Robert me dio un hogar — curvo sus puños —, solo hicimos justicia, justicia que no fueron capaz de hacer ustedes. 

— ¿Justicia, dices? — gruño —, los niños jamás hicieron nada y sin embargo ustedes-- no, no espero que me entiendas.

— ¿Niños?, te equivocas — negó desconcertado —, nosotros no- yo no, jamás. Yo conviví con ellos y no, no podría hacerles eso — vaciló al ver la seriedad en el rostro del contrario —. No, infantes no estaban en nuestra lista. 

— Si — afirmo —, si lo estaban. Cinco niños — busco la forma de quitarle el arma de su cadera —, podría nombrártelos, pero tu sistema de mierda no merece escuchar sus nombres — el PL600 abrió sus ojos, negando con la cabeza — Si, aunque lo niegues. Y si, confié en ti como un gran imbécil, aunque RK900 dudo — le admitió —, pero después de todo, Nines tenía la razón y mataste inocentes. 

— ¡Espera, espera! — lo detuvo —, yo no- no me advirtieron que los niños- no — cubrió su rostro, ellos prometieron no hacerles daños a los infantes. Quizás era por su programación, pero Lucas, por más que detestara a los humanos, jamás dañaría a una cría inocente —... no.

— ¿Tú no lo hiciste? — dudó.

— ¡NO! — dijo con sinceridad — ¡Jamás haría eso! — sollozo comenzando a temblar —. Todo tiene sentido ahora... primero la muerte de Brown, luego su odio hacia ti y ahora esto — miro a Gavin —. Me usaron — hizo una mueca —, me usaron, Gavin.  Y ahora yo — dio vuelta sus palmas —... tengo sangre de tú especie en mis manos.

Su LED giraba en rojo.

— Aún es tiempo para arrepentirse Lucas, vete y advierte sobre esto...

— No, tú debes escapar, lo más pronto posible — tomo el arma y se la ofreció —. Serviré de distracción hasta que puedas irte. Escucha con atención — pidió —, ve derecho por allí, luego ve por la izquierda y encontraras una puerta, escóndete. 

Gavin tomó la pistola y asintió. Los otros androides volvieron.

— ¡Ahora--!

Reed agarro el cuello de Lucas y le apunto con el arma en la cabeza — ¡Aléjense o lo mato! —mintió, en realidad no planeaba matarlo, pero había más posibilidades de que el PL saliera con vida y que tuviera éxito al avisarle a la policía, él no tenía como —, escúchame Lucas — susurró a su oído — escapa tú, yo me encargare de ellos, voy a morir pronto de igual manera — habló decidido —. Advierte a la policía y... ¿Recuerdas a idiota de Nines?

¿El RK900?

— Si, el mismo — dijo despacio —, déjale este mensaje de mi parte: Que es un jodido pinchazo y que lo ame como la mierda.

Lucas lo miro sorprendido, una vez más el humano lo había dejado pasmado con sus palabras. ¿Un humano amando un androide? 

— Mátalo — habló el HR, asombrando a ambos —, no importa.

— ¡¿Qué mierda?! — Gavin apunto con el arma a Robert —, ¿No eras parte de su familia?

— No existe tal cosa en los androides, solo su especie es tan débil como para tener clanes. Sería una lástima que lo mataras porque es bastante bueno matando a los tuyos, pero es reemplazable — dijo con indiferencia.

Lucas le quito el arma a Reed y disparo a uno de los androides que estaba ahí, directamente en su corazón artificial. El HR400 parpadeo rápidamente.

— Me mentiste — disparo otra vez, dañando a la AP700 –, me prometiste que jamás mataríamos a inocentes, que éramos una familia... que me querías. 

— ¿Qué quieres que hiciera? — preguntó asustado —, tú sentías empatía por ese humano, si te decíamos la verdad solo nos delatarías.

— Porque él creyó en mí y me demostró ser mejor de lo que eres tú — cubrió a Gavin con su brazo —, eres peor que ellos Robert... 

— Oh vamos — encogió sus hombros —, eres igual a mí, solo mataste a personas al azar y seguiste mis ordenes sin dudar, así que deja de actuar como un jodido dios. No pudiste ser tan carente de inteligencia como para pensar que todas esas humanas nos odiaban.

— Confié en ti, pero ahora me doy cuenta de lo equivocado que estaba. Y sí, soy igual — afirmo, una bala rozo la mejilla del HR a propósito —, pero él va a vivir y tú, te morirás conmigo.

Gavin jamás espero ver a un PL600 con esa expresión, siempre mantenían una mirada tan dulce que le resultaba escalofriante mirarlo. Anotó internamente nunca hacer enojar a Simón. El androide tenía un celular en su bolsillo, que usaban para llamar a sus víctimas y no ser rastreados, Reed lo tomó y marco al número de Jeffrey mientras ellos continuaban enfrentándose.

— Ustedes, no se asusten. Este hijo de puta tendrá las actualizaciones, pero no podrá contra todos — avisó, señalando las armas ilegales —. Tomen una y eliminen a Lucas, es un traidor.

Le hicieron caso, Lucas tomó la mano de Gavin y comenzaron a correr, buscando un escondite. Debían pedir refuerzos, ellos eran dos y los demás eran mayoría, no iban a poder contra ellos por más que los otros androides no tuvieran habilidades de lucha. Corrieron, perdiéndose en el laberinto del almacén y se escondieron detrás de unas grandes columnas a oscuras.

Jeffrey contesto.

— ¿Si--?

— ¡Fowler soy yo, Gavin! — dijo agitado — no hay tiempo, envía refuerzos, encontré donde se esconden los asesinos y escúchame, un PL600 está de nuestro lado, él le va a enviar la ubicación, no lo lastimen.

— ¡Gavin, si esto es una broma---!

Se escucho un disparo, pero ellos se mantuvieron ocultos, aun no los habían notado.

— ¡Mierda! Mantente a salvo, estaremos ahí pronto-

Colgó, no había tiempo de hablar. Miro al PL.

— Gavin, los demás miembros de mi familia no tienen nada que ver con esto — recargo el arma, rebotando las balas contra el suelo y le coloco el silenciador —, si no sobrevivo, prométeme que no dejaras que les hagan nada.

— Prometido — prometió asintiendo con la cabeza — y si no sobrevivo, prométeme que le dejaras ese mensaje a RK900.

— Lo prometo.

— ¡Lucas!  entrega al humano y te lo perdonaremos.

El rubio cayó a Gavin con su mano, la tensión se sintió hasta que el sonido de las pisadas se alejó.

— ¿Qué es eso de las actualizaciones? — pregunto Gavin entre murmullos.

— Adrián me las descargo para que pudiera escapar — contó, mirando a los alrededores —, son similares a las de un RK.

Gavin comprendió un poco mejor las cosas.

Por lo bajo, el androide le explico a Gavin que, al principio, el grupo no pacifista no mataba, pero cuando HR400 ejerció el mandato, las cosas cambiaron. Todos confiaron en él, incluso Lucas. El día que Reed fue a su casa, tracis juro que lo mataría, pero el PL no quería hacerlo porque sabía que estaba mal. Intento advertirle a Nines, pero no se lo permitió, así que comenzó a dejar notas para Gavin en su departamento cambiando sus rasgos para que no lo reconocieran. Pensó que, si Reed se alejaba de RK900, ellos no intentarían meterse con el humano. Pero por más que le advirtió, Gavin nunca le hizo caso. 

Y ahora entendía el porqué: El humano estaba enamorado del androide... Lucas jamás comprendió la forma de ser del detective, menos al enterarse que este estaba enamorado de una especie opuesta. En algunos momentos, el androide miraba fugazmente a Reed, completamente fascinado. Incluso cuando se veía a punto de colapsar, lograba mostrar su habilidad de profesión, tomando a los androides en sigilo y quitándoles sus núcleos con agilidad. 

El tiempo avanzó y ellos pasaron más de media hora escondidos. 

Nadie los noto porque fueron bastante silenciosos, moviéndose solo cuando era necesario para evitar ser atrapados, esperando la llegada de los refuerzos. Lucas ayudo a Gavin a moverse, porque este estaba no podía detener la fluidez de las flores y cada vez que jadeaba, los androides descubrían su escondite. Reed le dijo al PL que lo abandonara, pero él se negó así que ambos simplemente sobrevivieron los minutos que los atacaban. Sintieron un gran alivio cuando, a lo lejos, el sonido de varias patrullas resonó por el sitio abandonado. Juraría que hasta escucharon un helicóptero, pero estaban tan sumergidos en el momento que no querían distraerse. Los policías rompieron la entrada, apuntando a todos lados. Atraparon a varios de ellos y cuando Gavin se fijó que no haya nadie a su alrededor, salió.

A pesar del dolor en su cabeza, la marca en su nuca y el corte en su mejilla, él estaba vivo. Y la sensación de estarlo, de sobrevivir, lo hizo darse cuenta de lo estúpido que resulto pensar en morir. El deseaba vivir. Un rayo de sol ilumino la cara de desesperación del androide que entro al almacén.

— Nines — nombró.

Y se decidió a decirle todo, sin mentiras o excusas baratas. Su enfermedad y su amor por él. Ya no iba a ocultarlo más, ya no iba a huir.

Gavin vio en la entrada la figura de ese androide que tanto amaba. Nines lo miraba asustado, su pelo estaba completamente desarreglado. Reed río con ternura, caminando hacía él y RK900 hizo lo mismo. 

Pero antes de que pudieran chocarse, una voz detrás de ellos alerto al humano, deteniéndolo.

— ¡Tu, jodido traidor!, ¡Mira lo que nos hiciste! — era Robert, apuntando desde lejos con un arma al corazón artificial de Lucas — ¡Lo arruinaste todo! — con una de esas balas especiales alcanzaría para matar al PL600, solo una.  

El detective miro la situación, luego a RK900.

— Gavin-- no — susurró Nines —, por favor.

— Lo siento, Nines.

Se dio la vuelta, corriendo hacía el PL antes de que el androide le disparara y lo empujo, haciendo que Lucas cayera al suelo y el quedara al frente del HR400 — ¡Tu, humano despreciable! — Robert lo miro con desprecio, apretando el gatillo antes que él pudiera moverse —, muere de una puta vez — y disparo con presión hacía el detective.

Lucas salto sobre el HR, pero ya era tarde, la bala ya había salido.

Gavin cerró sus ojos.

Toda una vida planeada paso por sus ojos, recorrió un existir entero junto al androide mientras esperaba a la muerte. Y se arrepintió tanto de no haberle dicho al RK sus sentimientos, de haber sido cobarde. Pero ya era tarde.

Respiro, todo parecía estar en cámara lenta.

Pidió perdón a todos aquellos que nunca se pudo despedir y disculpar mientras esperaba el impacto como lo espero aquel día que el camión se cruzó delante de él, pensando en que pronto volverían ver a su madre y todas las inquietudes que alguna vez sintió, lo abandonarían. Pero al igual que ese día, RK900 corrió hacía él.

— ¡Gavin!

Reed abrió sus ojos y vio como RK900 lo rodeaba, recibiendo el disparo por él. Las pupilas de Gavin se achicaron completamente reflejando a Nines, una vez más, al frente de él. El androide cayó al suelo con un hueco cerca de su bomba de tirio, la sangre azul brotaba de él en grandes cantidades, manchando el cuerpo del humano.

— ¡Nines! — gritó, todo su cuerpo temblaba mientras tocaba la herida del RK —, ¡NINES!

RK900 toco el rostro de su compañero, provocando que su piel sintética comenzara a contraerse en su mano y en donde el humano lo tocaba.

— Gavin... te dije que no — regañó, su programa advertía de una gran pérdida de tirio, avisándole de un necesario apagón para evitar problemas en su software y la perdida de datos —, eres tan terco.

— No me dejes Nines — lloró, viendo como el androide cerraba sus ojos —, jodido bastardo no lo hagas o- te-- golpeare.

RK900 sonrió con dulzura y carcajeo suavemente.

— Tus amenazas sigue igual de molestas y vacías que siempre. Eso quiere decir que estas bien Gavin — dijo cada vez más despacio —, eso es lo que importa...

Gavin sintió como si le arrancaran una parte de él al ver como de a poco, el androide se apagaba. Sus pulmones apretaron más que nunca y las flores comenzaron a caer sin control, envolviendo el cuerpo de Nines. La tristeza y la perdida hundió su pecho en palpitaciones ondas y pesadas, su corazón dejo de latir con vida, su mirada perdió su color completamente mientras las pequeñas estrellas brillantes que se resbalaban de sus ojos golpeaban contra la cara del androide.

— Nines... por favor.

Intento despertarlo acariciando su cara, abrazándolo con fuerza, pidiéndole al cielo que eso no fuera verdad, que él hubiera sido el que recibió la bala. Pero nada servía. De fondo, quienes habían cometido varios delitos, estaban siendo arrestados, las armas ilegales fueron confiscadas y los policías apuntaban sus armas al HR400. Hank esta allí y al verlos, corrió hacia ellos junto con Connor.

— No me dejes — sollozo fuertemente, tiritando sin control. Lucas se acercó a él sin saber que decir o hacer.

Lo habían conseguido.

— Te amo Nines, te amo — confesó al aire, el androide ya no podía escucharlo.

La paz había sido devuelta a Detroit o al menos por el momento.

Las vidas inocentes que ahora flotaban por el todo, habían sido vengadas y las calles de la ciudad volvían a ser seguras para los humanos. Todo estaba resulto.  Sin duda habían cometido un gran error en secuestran a Gavin sin tener en cuenta sus habilidades, pero gracias a eso el caso estaba cerrado. Todo volvería a la normalidad en unos pocos días, solo sería una noticia amarga que escuchar por las mañanas. Reed sería reconocido como un héroe. Pero, sin poder sentir nada más que una profunda tristeza y desolación; Gavin solo se quedó ahí, junto a Nines...

Vomitando flores sobre su piel.

...

 

 


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