Durante una semana Malfoy no "enamoró" a nadie, y eso le parecía aún más raro a Harry.
Malditamente raro, tampoco se encontraba con la sonrisa del rubio. Más bien le miraba enfadado.
A Harry le supo demasiado bien, le había destrozado el ligue a Malfoy y McLaggen no se había vuelto a acercar a ninguno de los dos.
Pequeñas satisfacciones que le daba la vida.
En cualquier caso, el Gryffindor era una pareja pésima, y ya estaba detrás de otra presa. En el fondo le había hecho un maldito favor a Malfoy, solo que él aún no lo veía, y Harry estaba disfrutando de lo lindo.
—¿Buenas noticias sobre ya-sabes-quién?— preguntó Ron, que en esa semana se estaba dando cuenta de que Hermione estaba muy lejana, y ninguno de sus acercamientos daban frutos.
Harry se sintió culpable, debería estar haciendo un mejor esfuerzo por trabajar en la misión que le había encargado Dumbledore, que sí estaba trabajando en investigar sobre lo que parecía un oscuro secreto de Voldemort.
Harry estaba haciendo una lamentable labor. Más pendiente de Malfoy que de Slughorn.
—No, aún nada.
Esa tarde abordó a su profesor favorito de pociones, pero como buena serpiente, cuando vio las intenciones de Harry se enroscó sobre sí mismo.
Iba a tener que trabajar un poco más en su sigilo, una vez el sombrero seleccionador pensó que sería un buen Slytherin, quizás fuera el momento de poner en práctica esa astucia de la que tanto se enorgullecían las serpientes.
Pero lo que encontró fue a un Draco Malfoy hablando con Snape en uno de los pasillos, y lo más extraño de todo. La mano del profesor dándole unas suaves palmadas en el hombro a su compañero.
Era raro, era insólito y era un claro favoritismo. Ellos no le habían visto, pero lo que él sí pudo ver por primera vez fue una cara de Malfoy que nunca había visto.
Estaba triste, ¿quizás le habían pillado en sus truquitos y se había llevado un castigo?
¿En ese caso por qué Snape parecía reconfortarlo?
No le gustó, pero a diferencia de McLaggen, Harry no sintió la necesidad de darle un puñetazo a Snape, cosa curiosa, y sí, de abrazar a Draco Malfoy.
Mal, algo estaba profundamente mal en él. El año anterior había descubierto del peor modo de todos que Voldemort y él estaban unidos por un punto más que su pasado.
¿Y si eso que sentía, eso que le ocurría con Malfoy no tuviera que ver con él sino con Voldermort?
El Slytherin se había vanagloriado el año anterior de que sería uno de sus más leales seguidores, de que sería un mortífago.
¿Y si ya lo era y era el favorito de Voldermort?
No sabía cuál de las dos teorías le parecía más enferma, si que fuera él el que sentía algo por Malfoy, o que fuera Voldemort el que tuviera el interés.
Harry fue directo a la enfermería para que la señora Pomfrey le hiciera un buen reconocimiento, estaba deseando que Dumbledore volviera, ahora sí que tenía que hablar con él.